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Orígenes apellidos 
 
 
 
 
Ballesteros 
La historia del apellido está relacionada con los tiempos de la Reconquista, cuando los caballeros eran 
designados según el lugar que ocupaban en el campo de batalla. Así, los ballesteros eran los que, no solo 
usaban ballestas, sino también estaban encargados de cuidar las armas de los personajes reales. El término 
se utilizaba también para designar a los fabricantes de estas armas o a quienes las vendían. Fue así como 
surgió el apellido Ballesteros, y su variante Ballestero. 
Aparece documentado a partir del s. XI; destaca Arnaldo Ballestero, un notable guerrero que asistió al rey 
Jaime I durante las guerras de Valencia y quien, además, participó activamente en la conquista de la 
ciudad de Burriana. 
Don Martín de San Cristóbal, un noble perteneciente al Reino de Aragón, recibió el título de Barón de 
Ballesteros por parte del rey de Aragón Martín I, llamado “el Humano”, en 1407. 
Numerosos caballeros probaron su nobleza en la Real Chancillería de Valladolid, como Juan Ballesteros de 
Valdestillas, en 1552, Juan Ballesteros de Valladolid, en 1559, y Bartolomé Ballesteros de Cabezón, en 1559. 
Otros lo hicieron ante la Real Chancillería de Granada, como Carlos de Ballesteros, de Porcuna, en 1568; 
Cristóbal de Ballesteros, de Almedina, Ciudad Real, en 1554; Sebastián Ballesteros, de Ogíjares, Granada, en 
1731. Otros probaron su infanzonía en la Real Audiencia de Aragón. 
Una casa solar radicó en la Merindad de Montija, en Burgos, otra lo hizo en Espinosa de los Monteros, 
también en Burgos; varias otras casas lo hicieron en distintas localidades de la provincia de Teruel, en 
Aragón, y en otras regiones de la península. 
El apellido pasó a América tras la conquista del Nuevo Continente. 
 
 
 
 
 
 
 
Barboza 
También Barbosa, es un apellido de origen portugués, proveniente del lugar de Barboza, en las cercanías 
de Oporto, Portugal. Una rama pasó a Italia y otra a Indias, radicando en Colombia. 
Se cree que el fundador de la familia Barboza fue un tal Sancho Núñez de Barboza, Señor de la casa solar de 
Barboza, de donde tomó su nombre. Este era hijo del conde Nuño de Cellanova, nieto del conde Don 
Teobaldo Núñez, uno de los más ilustres varones del tiempo de Don Bermudo II de León, y hermano del 
conde Gómez Núñez de Pombeiro. 
Descendiente de Sancho Núñez de Barboza fue Fernando Pérez de Barbosa, que fue ricohombre, 
gobernador y Señor de Honor de Riba de Visela. 
La familia Barboza fue una de las más antiguas y nobles de Portugal. De hecho, algunos miembros de 
esta familia casaron con miembros de la realeza del país. 
En el índice de apellidos de la Orden de Carlos III, se pueden encontrar a Pedro Barboza Araujo, Pedro Juan 
Barboza y José Barboza y Barreiros. 
En Galicia, de una noble y antigua casa que hubo en la villa de Monterreal de Bayona, Pontevedra, 
descendió el caballero Luis Barbosa quien, en 1539, vio reconocida su nobleza por la Real Chancillería de 
Valladolid. 
Juan de Barbosa, natural de Portugal, conquistador, regidor y alcalde de Aranjuez en 1574, llegó a Costa 
Rica con Juan de Cavallón, en 1561. Fue fundador de su linaje en dicha isla y fundador de la ciudad de 
Espíritu Santo de Esparza. 
 
 
 
Barquín 
El término barquín significa fuelle grande para avivar el fuego, de uso común en ferrerías y fraguas. 
Es uno de los apellidos pasiegos (o del Valle del Pas) extendido por Cantabria, Vizcaya y otras zonas de 
España y Latinoamérica. Se le atribuyen distintos orígenes; hay quienes consideran que es pasiego, otros 
aseguran que es vasco, mientras otros sostienen que es hebreo. Podemos encontrarlo también en su 
variante Barkin, presente principalmente en Estados Unidos, Bielorrusia y en la provincia de Esmirna, en 
Turquía, y hay vascos que llevan el apellido Ibarguín, otra posible variante del mismo. Es también 
posible que el apellido provenga de barco o barca, y tenga un origen ligado al mar. 
Se dice que el primer Barquín de quien hay historia fue un cazador de osos para un rey vasco de Castro 
Urdiales. 
 
 
 
Barragán 
El término barragán procede del latín vulgar barica, que significa luchador, y este del gótico barika, que 
significa hombre, varón, que a su vez procede del inglés antiguo beorn, que quiere decir guerrero, quizás del 
protogermánico bero, que quiere decir portador. Se compara con barón o varón, todas ellas del latín baro, 
del mismo origen germánico. 
Barragán es un término obsoleto, caído en desuso, una de cuyas acepciones es: que no teme correr riesgos, y 
es sinónimo de arrojado, atrevido, audaz, antónimo de cobarde, temeroso, pusilánime. 
Otra de las acepciones es: que acompaña a alguno, sinónimo de compañero; en particular, define a alguien 
que tiene una relación sexual o sentimental, voluntaria o no, pero estable y similar a la del matrimonio, 
con otra persona con la que está impedida de casarse por razones legales, económicas o sociales, 
sinónimo también de concubino. 
El término también definía a un varón casadero, es decir, un joven en edad de casamiento. Por lo que el 
significado de este apellido es mozo, hombre joven, esforzado, valiente, bravo. 
Este sustantivo tuvo bastante uso como nombre personal durante la Edad Media. En un documento de 
Aranda de Duero del s. XI, aparece como apellido en la forma patronímica Tello Barrakaniz. 
Los Barragán más antiguos tuvieron solares en Galicia, desde donde pasaron al resto de España, sobre 
todo a Extremadura, ambas Castillas, Navarra y Andalucía. 
Martín Peláez de Barragán fue maestre de la Orden Militar de Santiago en tiempos de Alfonzo IX de León 
(1188-1230); murió peleando contra los moros. 
Andrés Barragán pasó a Sevilla en 1548, obteniendo en 1576 certificación de nobleza. 
Ante la Real Chancillería de Granada, probaron su hidalguía, entre otros portadores de este apellido, 
Jorge Barragán, vecino de Baeza, Jaén, en 1518; Ruy Barragán, vecino de Villafranca de Córdoba, en 
1569; Jorge Barragán de Ávalos, vecino de Baeza, Jaen, en 1602; y Rodrigo Barragán, vecino de Los Santos 
de Maimona, Badajoz, en 1603. 
 
 
 
Basurto 
Se trata de un topónimo de origen vasco. Su etimología proviene del euskera baso, que significa bosque, 
espesura, floresta, selva, con el sufijo aurten o urten, una variante de arte, con significado de entre, zona 
intermedia, en medio de. Basurto viene a significar: en medio del bosque. 
El apellido tuvo casa solar en la barriada de Albia, junto a Bilbao. Descendía de los linajes de Ayala y de 
Salcedo. Don García de Salcedo, IV Señor de Ayala, heredó de su madre el solar de Salcedo, tomándolo 
por apellido y fundando el linaje. 
A comienzos del s. XVI, era sucesor de la Casa de Basurto Domingo López de Basurto, natural de la 
anteiglesia de Abando, del partido judicial de Bilbao, que tuvo con su esposa, Doña Elvira de Olaeta, 
natural de Ajanguiz, a Lope de Basurto. Este casó con Doña María de Mújica y fueron padres de Juan Antonio 
de Basurto y Mújica, caballero de la Orden de Santiago, en 1658, de Francisco de Basurto y Mújica, caballero 
de Calatrava en 1671 y secretario del rey, y de Pedro de Basurto. 
Miembros de este linaje probaron su nobleza e hidalguía para ingresar en las órdenes de Santiago, 
Calatrava, Alcántara y San Juan de Jerusalén, así como ante la Real Chancillería de Valladolid y en la 
Real Compañía de Guardias Marinas. 
 
 
 
Bautista 
También Batista, proviene del griego baptistes, y significa el que bautiza. Tiene su origen en la 
figura de Juan el Bautista, predicador y primo de Jesús, cuya vida se relata en los evangelios; se usa como 
apellido y como nombre propio. 
Una de las regiones en donde más antiguamente se halla documentado este apellido es en Aragón, 
por lo que se cree que era originario de esta región, desde donde se extendió luego hacia toda la 
península ibérica. 
En la villa de Mallén, partido judicial de Borja, Zaragoza, tuvo el apellido primitivo solar. De allí 
salieron dos importantes ramas: una, por su procedencia, se llamó Bautista Mallén;la otra fue llamada 
“del Embajador” y fue la más distinguida. 
 
 
 
Bazán 
Proveniente de Baztán, se trata de un apellido navarro, de origen toponímico, que significa zarzal, 
grandes bosques o valle montuoso. 
La casa de Bazán fue una de las doce pertenecientes a ricohombres del Reino de Navarra que, en 1135, 
instituyó el rey Garci Ramírez, a imitación de los doce Pares de Francia. 
Los Bazán descienden de las casas reales de Navarra, Aragón y Castilla y, por haber sido sus caballeros 
señores del Valle del Baztán, también llamado de Bazán o de Jauriguizar, tomaron este nombre por 
apellido. 
La primera Señora de la casa y del Valle de Baztán fue Doña María Bazán, última en la línea de Ximeno 
Ochoaz, que casó con Fortún. En 1136, el hijo de ambos, Pedro Hortuño Iñiguez de Bazán, segundo Señor 
de esta casa y valle, casó con María Ramírez, con quien fue padre de Sancho de Bazán, tercer Señor de la 
casa y Valle del Baztán. 
Juan Peréz de Bazán tenía en honra, en 1231, la villa de Laguardia, y firmó la escritura de recíproca 
sucesión entre los reyes de Navarra y Aragón. 
El décimo Señor de Bazán, primer Señor del palacio de Valduerna, fue caballero de la Banda, 
ricohombre y camarero mayor del rey de Castilla, Don Enrique II. 
Ramas del apellido Bazán pasaron a la conquista de Andalucía, hallándose caballeros de este linaje en la 
toma de la ciudad de Baeza, en Jaén, en 1227. 
Álvaro de Bazán fue general de las galeras de España, padre de Álvaro Bazán, primer Marqués de Santa 
Cruz, Comendador Mayor de León, del Consejo de Su Majestad y su Capitán General del Mar Océano y 
reinos de Portugal. 
Una familia de conversos nazaríes de apellido Bazán se estableció en Abla. Esta tuvo por tronco a Abul 
Hacen, nieto de Muley Hacén, rey de Granada, o de su hermano Muhammad XII, “el Zagal”, tío y enemigo 
de Boabdil y aliado de los Reyes Católicos, a los que entregó Almería, en 1489. Muy joven, participó en 
la conquista del reino, recibiendo por ello la conservación de su nobleza, así como las casas y haciendas 
en Abla y Abrucena. Convertido, acude a Santa Fe, donde se bautiza, el 30 de septiembre de 1500, 
cambiando el nombre de Abulhacén por Alonso Bazán, apellido navarro elegido en honor a su padrino, 
Rodrigo Bazán, abuelo del célebre marqués de Santa Cruz, a quien admiraba en campaña y al que trató en 
el tiempo en que aquel mandó la fortaleza de Fiñana. En la visita que, tras la ceremonia, hace a los Reyes 
Católicos, recibe, “acatando los leales servicios”, la merced del alguacilazgo mayor perpetuo de Abla. 
Casado con una señora principal granadina, Mencía Bazán Abencerraje, fue padre de Diego y de Rodrigo. 
Visto con malos ojos, tanto por castellanos como por los moros, y considerado traidor, casó a su prole 
con familiares de la Inquisición, lo que no evitó que, en 1546, los vecinos iniciaran un pleito contra sus 
privilegios, que acabarían confirmados en 1549. 
Cuando en 1568 se alzan los moriscos, Rodrigo Bazán, hijo del converso Alonso, corre con su familia a 
refugiarse en la fortaleza de Fiñana, cuidándose de demandar la certificación de su llegada para cumplir 
como “cristiano en defensa del rey”, al tiempo que lo hace su hijo Diego, quien entrega al alcalde mayor una 
carta que le ha dirigido Abén Humeya, ofreciéndole, de sumarse a la rebelión, nombrarle su general. El 
10 de junio de 1569, Rodrigo y sus hijos salieron de la fortaleza para defender la iglesia del ejército de 
Jerónimo, “el Maleh”, luchando todo el día hasta replegarse, agotados, al castillo, ya de noche, 
convencidos de haber desbaratado al enemigo. 
Diego Bazán Hacén desempeñó, tras la guerra, el alguacilazgo concedido a su abuelo Alonso. Obtuvo la 
confirmación de sus privilegios con la protección de Felipe II quien, en 1573, ordenaba a los bandos del 
destierro “de los moriscos no se entendiesen con él”, ni con sus hermanos, y que “quedase en el reino con su casa y 
hacienda”. 
Cuando en 1609 Felipe III decreta la expulsión de los moriscos, los vecinos pretenden que se ejecute 
contra ellos, lo que no prosperó por la merced que el propio rey hizo en cédula de 7 de enero de 1611. 
En 1631, Francisco Bazán de los Granados, bisnieto del converso Alonso, solicita al alcalde mayor de 
Fiñana la confirmación de sus privilegios, puestos en entredicho por sus tenaces vecinos, privilegios que, 
en 1641, ejerce Rodrigo Bazán, para alistarse en las compañías de nobles para la guerra de Portugal. 
 
 
 
Bejarano 
También Vejarano, se trata de un apellido de origen portugués, radicado en Extremadura a principios del 
s. XIII, aunque hay quienes sostienen otra teoría; al parecer, el apellido Bejarano desciende de la tribu 
hebrea de Gad, que recibió como herencia el territorio al este del Jordán, territorio que había 
pertenecido a los reinos de Og, rey de Basán, y Sehón, rey de los amorreos, en donde levantaron la 
ciudad de Bet-Harán, posteriormente conocida como Livias o Julias, en el actual territorio de Tall el-
Hammam, Jordania. Los de Bet-Harán participaron en la defensa de Jerusalén, cuando los romanos 
destruyeron el templo, en el 70 d. C., siendo dispersados. Tras un largo peregrinar, llegaron a 
Portugal, en donde se establecieron. Más tarde, en tiempos del primer rey de Portugal, Don Alfonso 
Enríquez, siendo Fernando González Bejarano, Capitán General de dicho rey, después de haber conquistado 
la ciudad de Beja, el 29 de noviembre de 1162, habría tomado el nombre de esta por apellido, pasando 
a llamarse Bejarano, apellido que perpetuó a sus descendientes. Estos pasaron a España y, a principios 
del s. XIII, aparecen establecidos en la ciudad de Badajoz. De ellos se cuenta que, en las grandes 
revueltas habidas en esta ciudad con los portugueses, hizo justicia el rey Don Sancho IV, “el Bravo”, por la 
crueldad y gran matanza que habían causado los portugueses, ordenando fuesen ejecutados todos los 
Bejarano existentes en la ciudad, de cuya orden solo consiguieron librarse los que tomaron como refugio 
a Trujillo, en Cáceres, causa que, al parecer, motivó que se encontraran en la reconquista de dicha 
plaza. 
En Trujillo fundaron nuevo solar los de este linaje, de cuya casa solariega aún se conserva la portada, 
que ostenta por encima del arco las armas de los Bejarano y dos vetustas torres en mediano estado de 
conservación. 
Los Bejarano de Trujillo fueron muy poderosos señores de Orellana de la Sierra y progenitores de los 
marqueses de Sofraga. Alvar García de Bejarano, Conde de Orellana de la Sierra, fue padre de Diego García 
de Orellana, del Concejo de Castilla, en tiempos del rey Don Juan II. A la casa de Trujillo perteneció Juan 
Bejarano de Orellana, padre de Pedro Bejarano y Orellana, padre este de Juan Antonio Bejarano de Orellana y 
Cervantes, caballero de la Orden de Alcántara, en 1637, hermano de Gregorio Bejarano de Orellana y 
Cervantes, que ingresó en la misma orden en 1669. 
Ana Bejarano, natural de Cartagena, mujer del alférez Diego Martín De la Cueva, natural de Almadrén, 
probó su limpieza de sangre ante el Santo Oficio de la Inquisición de Cartagena, en 1627. Era hija del 
capitán Hernando Núñez Bejarano, Alguacil Mayor del Puerto Belo, y de María de Medina Campoó. 
Numerosos caballeros de este apellido probaron su nobleza para ingresar en las diferentes órdenes 
militares. 
Pedro Bejarano, natural de Almendral, hijo de Cristóbal Bejarano y de Francisca Sánchez, partió hacia Perú, 
el 17 de febrero de 1582. 
Luis Sánchez Bejarano, natural de Mérida, pasó a América, a la villa de Potosí. Fue padre de Margarita 
Bejarano de Marquina y de Luis, que fue padre de Luis Antonio Bejarano Fernández de Córdova, caballero de 
Santiago y Gentilhombre de Cámara de Carlos II, creado por este Primer Conde de Villaseñor, el 8 de 
septiembre de 1687. 
 
 
 
Benavidez 
También Benavides, se trata de un apellido de origen español, cuya línea principal fue una de las casas 
más antiguas e importantes de la nobleza española. Algunos sostienen que deriva del hebreo ben, que 
significa hijo de,y Avid, una variante de David, con el agregado del patronímico español –ez. Otros 
opinan que deriva del árabe ben, que también significa hijo de, y Abidi, que significa servidor de Dios. Otros 
creen que provie-ne del latín Bonus Vita, que significa buena vida, a través del francés Bonne Vie. 
La familia medieval de los Benavidez desciende de Rodrigo Íñiguez de Viedma, miembro de una noble 
familia de Jaén, hijo de Íñigo Iñiguez de Viedma, caballero gallego reconquistador de Andalucía, que habría 
tomado su apellido por matrimonio con María Alfonso de Benavides, señora de Benavides, y descendiente 
de Fernando Alfonso de Benavides, hijo natural de Alfonso VII de León. 
Fernando Alfonso de Benavides, llamado antes por su linaje real castellano Fernando Alfonso de Castilla, 
tomaría el apellido Benavides en alusión a la villa de Benavides de Órbigo, de la cual fue nombrado 
señor jurisdiccional. A partir de ese momento, todos sus descendientes, entre ellos, los ocho siguientes 
señores de la Casa de Benavides, incluida la IV Señora María Suárez de Benavides, quien impuso su apellido 
a su hijo, Alfonso Pérez de Benavides, utilizarían variantes del apellido Benavides. 
En 1371, el Enrique II de Castilla otorgó el señorío de Santisteban del Puerto a Men Rodríguez de Benavides, 
en recompensa por su participación en la Batalla de Montiel, así como en la defensa de los castillos de 
Jaén, del alcázar de Úbeda y de la villa de Córdoba. 
En 1473, Diego Sánchez de Benavides, XII Señor de Benavides y V Señor de Santisteban del Puerto, recibió 
de parte de Enrique IV de Castilla la elevación del señorío de Santisteban a condado. 
En 1637, Felipe IV otorgó el título de Marqués de Solera a Diego de Benavides y de la Cueva, VIII Conde de 
Santisteban del Puerto, VIII Señor de Solera, en Jaén. 
En 1738, Santisteban del Puerto fue elevado a ducado por Felipe V de España, en la persona de Manuel de 
Benavides y Aragón, X Conde de Santisteban del Puerto, V Marqués de Solera. 
En el s. XV, el III Señor de Santisteban del Puerto, Día Sánchez de Benavides, repartió sus bienes entre sus 
hijos, reparto que traería una serie de litigios durante varias generaciones posteriores. En dicho reparto, 
otorgó la villa de Jabalquinto a su tercer hijo, Manuel de Benavides, casado con María Manrique de Rojas. 
En 1617, Felipe III elevó el señorío de Jabalquinto a marquesado, en la persona de Manuel de Benavides y 
Bazán, V Señor y I Marqués de Jabalquinto. 
Antonio Benavides nació en La Matanza, Tenerife, el 8 de diciembre de 1678; era hijo de humildes 
labradores. Pasó a La Habana como recluta, donde recorrió, con aplauso de sus jefes, todos los grados 
intermedios hasta llegar a Teniente. Declarada en España la guerra de sucesión, se trasladó a la 
península, donde estuvo desde 1704 hasta 1715. Al firmarse la paz, era ya Brigadier. Fue enviado más 
tarde a la Florida como Capitán y luego a Yucatán. 
Varios Benavides partieron de España hacia la conquista del Nuevo Mundo. El 7 de diciembre de 1535 
se fundó la población de Guachucal, en el actual Ecuador. En 1539, se le entregó a Diego de Benavides 
tierras y encomienda de indios. Otro Diego de Benavides, capitán de los ejércitos del rey, llegó a territorio 
colombiano, pasando a fundar la ciudad de Pasto. 
 
 
 
 
 
 
Benítez 
Es un apellido de origen asturiano, patronímico del nombre Benito, el cual viene del latín benedictus, que 
significa bendito o bendecido. 
También hay quienes afirman que es originario de las montañas de León, de donde habría pasado a 
Burgos para fundar casa solar. Estos Benítez de Burgos habrían intervenido destacadamente en el 
Reconquista, fundando casas en La Mancha y Andalucía. 
Los de La Mancha eran descendientes de Pedro Benítez, familiar del Santo Oficio, que dejó ilustre 
sucesión en Albacete. De Andalucía se derivan los de Canarias, que tuvieron por progenitor al 
conquistador Juan Benítez, primo del Adelantado Alonso Hernández de Lugo y a Juan Benítez, almirante de la 
Armada del Océano y Caballero de la Orden de Cristo. 
Fue muy importante también el solar de los Benítez de Jerez de la Frontera, en Cádiz; algunos de ellos 
fueron alféreces ganadores de Gibraltar. 
Diferentes caballeros portadores de este apellido probaron su nobleza para entrar en las distintas 
órdenes militares, así como también ante la Real Chancillería de Granada. 
Alonso Benítez, vecino de Belalcázar, Córdoba, obtuvo privilegio de Caballero por servicios prestados en 
la guerra de Granada, en 1492. 
Sebastián Benítez, de Cádiz, marinero, obtuvo repartimiento en la ciudad de Málaga. 
 
 
 
Bermúdez 
Se trata de un apellido gallego, muy antiguo y muy importante en los tiempos de la Reconquista, que 
habría pasado a América con la colonización española. 
Su origen es patronímico; procede del nombre propio Bermundo, derivado del nombre personal germano 
Bermund, compuesto por ver, que significa jabalí, y mund, que significa mano, entendido como la protección 
del guerrero valiente. 
Los Bermúdez más antiguos tuvieron su origen en el conde Don Suero Bermúdez de Montaos, que floreció 
en tiempos del rey Don Alfonso VI de Castilla y León (1040-1109) y que se halló en la conquista de 
Andalucía. En algunos textos puede leerse. “Fueron Martín Antolínez y Pero Bermúdez, su hermano, y Nuño 
Gusties de Lincuella, aquellos tres famosos caballeros que en la villa de Carrión, en presencia del rey Alfonso, que 
ganó a Toledo, se combatieron en estacada con los infantes de Carrión, yernos del Cid, por el ultraje que hicieron a 
las hijas del Cid en los Robledos de Cortes”. 
Los Bermúdez probaron en repetidas ocasiones su hidalguía ante las Reales Chancillerías de Valladolid y 
Granada, así como su nobleza para ingresar en las distintas órdenes militares. 
Ante la Real Chancillería de Granada, lo hicieron: Pedro Bermúdez, vecino de Ciudad Real, en 1565; 
Cosme Bermúdez, vecino de Yeste, Albacete, en 1752; Gonzalo, José y Francisco Bermúdez, vecinos de Ceiza, 
Murcia, en 1762; Juan Bermúdez, vecino de Murcia, en 1791. 
El archiduque Carlos de Austria concedió a Carlos Bermúdez el título de Conde, en 1728. 
 
 
 
Bernal 
Se lo considera derivado del francés Barnard, junto con Benar, Bernad, Bernades, Bernáldez, Bernales, 
Bernard, Bernart, Bernat, Baernales, Baernald y Barnerdo. También se lo considera patronímico del mismo 
nombre, Bernal, de Bernaldo y de Bernardo. 
Viene de la voz germánica Berinald o Berinwald, de berin, que significa oso, y wald, que significa gobierno, 
mando. Metafóricamente, su significado sería gobierno del oso o gobierno de alguien fuerte como un oso. 
Según las crónicas antiguas, a principios del s. IX, Luis o Ludovico, hijo del emperador Carlo Magno, 
nombró Gobernador de Barcelona a un caballero francés llamado Bernard, del que procedieron otros 
varones apellidados Bernard, Bernad, Bernal y Bernat. 
A mediados del s. XI, era Conde de Besalú Bernat, hijo de Mirón; en 1076, el Conde de Barcelona, 
Ramón Berenguer, nombró por uno de sus albaceas a Deodato Bernat. 
En Murcia, se reconoce como tronco de este linaje a Ramón Bernal, Señor de Castelnovo, que asistió a la 
coronación del rey de Navarra, Carlos III (1361-1425), y se estableció en Murcia, donde dejó 
descendencia que perpetuó el apellido. 
De Navarra fue Guillén Bernal, que acudió a la conquista de Murcia, y Francisco Bernal fue Regidor de 
Murcia, en 1374. 
Como nombre propio, se utilizó muchísimo en Castilla; el capitán y cronista español, Bernal Díaz del 
Castillo, nacido en Medina del Campo, en 1406 y muerto en Guatemala, en 1554, tomó parte en 
numerosas conquistas españolas en el Nuevo Mundo y participó con Hernán Cortés en las batallas que 
condujeron a la dominación del territorio de los aztecas, en México. 
Una casa Bernal floreció en la villa de Cantalapiedra, en Salamanca, a fines del s. XV. A ella perteneció 
Alonso Bernal, quien obtuvo privilegio de Caballero por los servicios prestados en las guerras de Granada 
y Francia, en 1505. 
Lorenzo Bernaldel Mercado, bautizado en Cantalapiedra en 1530, intervino en las guerras civiles del Perú y 
pasó a Chile con Francisco de Villagra, en 1551. Fue fundador y vecino de las ciudades de Valdivia y 
Villarrica, Alguacil Mayor de Angol, en 1562, Maestre de Campo, General del Reino y Corregidor de 
Cañete, en 1566. Alcanzó cincuenta y cuatro años de servicio en la guerra de Arauco y se le llamaba por 
su valor: el Cid de Chile. 
Hermano de dicho Lorenzo fue Alonso Bernal del Mercado, bautizado en Cantalapiedra en 1517, que 
también marchó a Chile con Pedro de Valdivia, en su segundo viaje, en 1549, y fue Alcalde ordinario de la 
ciudad de Valdivia. 
En Aragón hubo una antigua casa de infanzones de apellido Bernal, en la villa de Pinseque, provincia de 
Zaragoza, cuyas ramas se extendieron por otras localidades aragonesas. De dicha casa descendieron 
Mateo Bernal, reconocido infanzón por la Real Audiencia de Aragón, en 1793, y Francisco Bernal, que 
obtuvo igual reconocimiento en 1796. 
 
 
 
Betancur 
También Bethencourt, Bethancourt, Betancourt, Betencourt, Bettencourt, Bittencourt, Betencor, Betencur, 
Bentarcur, Betancor o Betancort, se trata de un apellido de origen francés. 
Don Juan de Bethencourt, Barón de Saint Martín, de Gaillard, conquistó las Islas Canarias, de las que fue 
señor feudatario, durante el reinado de Don Enrique III de Castilla. Murió sin hijos, por lo cual la 
descendencia del apellido en Canarias y Madeira se da a través de Maciot de Bethencourt, Señor de la isla 
de Lanzarote y pariente cercano del conquistador. 
Maciot II de Bethencourt, vecino de Lanzarote, pasó a Gran Canaria en 1478, una vez conquistada la isla, 
de la que fue regidor. Se estableció en la villa de Gáldar, casándose con Doña Luisa de Guanarteme, prima 
segunda de Doña Catalina Guanarteme, heredera del trono de Gáldar. 
Una rama pasó a La Habana, en la persona de Don Pedro Hernández de Betancourt y Alfonso, guarda del 
almacén provincial de artillería de la ciudad de La Habana. 
El linaje probó su nobleza en las órdenes militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Carlos III. 
Ingresaron en la Orden de Santiago, en 1647, Don Juan de Bethencourt y de Mora, de Tenerife, y en 1792, 
Don Agustín José de Bethencourt Castro y Jacques, Don José de Bethencourt Castro y Molina, Don Joaquín de 
Bethencourt y Domínguez y Don Marcos de Bethencourt y Molina. 
 
 
 
Braun 
Braun significa marrón en alemán. Como apellido, seguramente fue tomado de una cualidad descriptiva, 
ya sea de la persona o del entorno en que esta vivía. 
 
 
 
Bravo 
Se trata de un apellido de origen castellano. El más antiguo del que se tiene noticia se sitúa en Burgos, 
Castilla y León, España. Lo más probable es que se haya tomado del adjetivo bravo, utilizado como 
sobrenombre de muchos caballeros que sobresalieron por su valor y esfuerzo y que, más tarde, se 
transformara en apellido. 
El significado primordial de la palabra bravo es fiero, cruel o, incluso, malvado. Hay quienes indican que el 
término bravo es una alteración de la palabra bárbaro. Los romanos apodaban así a las personas que no 
estaban romanizadas. 
Desde Burgos, se habría extendido por toda la península ibérica, pasando a las Islas Canarias y a 
América. En Reinosa, Santander, se encuentran casas muy antiguas de dicho linaje. 
Fueron muchos los valientes de este apellido. Muchos probaron su nobleza en distintas épocas en las 
órdenes militares y Reales Chancillerías. Otros, se aventuraron a descubrir el Nuevo Mundo, buscando 
nuevos horizontes; tanto hombres como mujeres con este apellido lograron cruzar el Atlántico y 
extender su linaje a toda América. 
Entre los caballeros hijosdalgo llamados por los Reyes Católicos en 1494 a su corte, se encontraban 
García Bravo, de Baeza, Jaén; Fernando Bravo, comendador, de Baeza; Rodrigo Bravo, de Sigüenza, 
Guadalajara; y Fernando Bravo, de Salamanca. 
Alfonso Bravo obtuvo repartimiento en la ciudad de Guadix, Granada, por ser vecino poblador de ella, en 
1489. 
Don Juan Sebastián Bravo y Cabrera fue nombrado Conde de la Encina, en 1771. Este fue regidor de 
Trujillo. 
 
 
 
Brizuela 
Se trata de un apellido toponímico, tomado de la villa del mismo nombre del partido judicial de 
Villarcayo, en Burgos. Desde allí, las ramas que se abrieron fundaron casas solares en San Martín de 
Olías, en la villa de Medina de Pomar, en la villa de Valmayor de Cuesta Urría y en el valle de Aedo, 
todos en la provincia de Burgos. 
Otras líneas del linaje se extendieron a Segovia, Palencia, León y Soria, donde tuvo casa muy principal 
en la villa de Berlanga de Duero. Los miembros de este linaje realizaron probanzas de nobleza y limpieza 
de sangre para ingresar en las diversas órdenes militares, con preferencia en las de Santiago, Montesa y 
Alcántara. 
Don Rodrigo Leonardo de Brizuela, natural de Castroviejo, Logroño, y su esposa Doña Leonor de Moncada, 
natural de Sevilla, pasaron al Nuevo Mundo en 1568, estableciéndose en la ciudad de México; fueron 
sus hijos Rodrigo y Pedro Brizuela y Moncada. 
Juan de Brizuela, natural de Pontedo, León, casó, a principios del s. XVI, con Doña Úrsula Marqués, 
natural de Segorbe, estableciéndose después en la ciudad de Valencia. Hijo de este matrimonio fue Juan 
de Brizuela y Marqués, Señor de Alcoleja, Beniafé y Beniganim, que poseyó la alcaldía del castillo de 
Peñáguila. Este casó con Doña Ángela Ribot, natural de Valencia, y fueron padres de Jerónimo de Brizuela y 
Ribot, caballero de la Orden de Montesa, en la que ingresó el 16 de julio de 1604, y Francisco de Brizuela 
y Ribot, muerto en las guerras de Flandes, en las que actuó como capitán. 
 
 
 
Bulé 
Es un apellido muy extendido en la península ibérica, con numerosas casas solariegas y registros que 
datan del s. XI a XIV, particularmente en el Concilio de León de 1020, en el que se reconocía la 
supremacía de la jurisdicción real sobre los nobles. También esta familia estuvo relacionada con el 
Concilio de Coyanza de 1050, en que se confirmaron las resoluciones del anterior. Las referencias de 
esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el s. XV al XIX, en especial los hechos de la 
negociación con los franceses en el Tratado de la Devolución de los Países Bajos a Francia, en 1662, 
reinando Felipe IV. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de 
la rama de la familia Bulé. 
 
 
 
Burgos 
Se trata de un apellido toponímico muy antiguo. Hay quienes afirman que deriva de burgá, una 
contracción de bero-urgá, que significa manantial de agua caliente. Hay pueblos llamados Burga en Navarra, 
Vizcaya y provincia de Álava, y en todos habría manantiales de agua caliente, los cuales, en español 
antiguo, se llamaban burgas. 
Otros dicen que su origen está en burgus, que significa arrabal, barrio, aldea, préstamo del germano burgs, 
que significa ciudad pequeña o fortaleza. 
Procedería de la ciudad histórica Burgos y de la homónima provincia; aparece ya en el s. V en 
inscripciones latinas. 
Muchos Burgos pasaron a la conquista de las tierras en poder de los moros, hallándose, por ejemplo, 
entre los que recibieron tierras en Lorca, Murcia, en 1260. 
Hubo distintas casas solares de este apellido, no emparentadas entre sí. Garci Pérez de Burgos fue uno de 
los ricohombres e hijosdalgo armados caballeros en la Orden de la Banda, en Burgos, por Alfonso XI, en 
1330. Juan Rodríguez de Burgos, Pero Martínez de Burgos, el Comendador Juan Martínez de Burgos, Juan 
García de Burgos y Francisco Martínez de Burgos, regidor, son mencionados entre los cofrades de la Cal de 
San Esteban, de la Cofradía de caballeros de Santiago de la Fuente, fundada en Burgos en tiempos de 
Alfonso XI. 
Juan García de Burgos era escribano de Cámara del rey Don Juan II y escribano mayor de la Casa de la 
Moneda de la ciudad de Burgos; falleció el 24 de septiembre de 1479. 
En numerosas ocasiones probaron su nobleza ante las Reales Chancillerías de Valladolid y de Granada, 
haciéndolo ante esta última, entre otros:Francisco de Burgos y Gonzalo de Burgos, su hermano, vecinos de 
Sevilla y naturales de Burgos, en 1537, y Fernando de Burgos Marín, vecino de Lorca, Murcia, en 1528. 
 
 
 
Bustos 
También Busto, Bustio o Bustios, se trata de un apellido castellano, muy antiguo y noble que, en su forma 
original, fue Gustioz. A él pertenecieron siete infantes de Lara, hijos de Don Gonzalo Gustioz o Bustos y de 
Sancha Velázquez, nietos del rey Ramiro II de León, el menor de los cuales, según cuenta la leyenda, 
habría provocado una revuelta en una boda en la corte castellana de los condes Fernán González y Garci 
Fernández, matando al primo de la novia. 
El apellido se extendió por toda la península ibérica, enlazando con los más nobles linajes, entre los 
cuales pueden citarse a los Marqueses de Cervera. Una rama pasó a México, donde en 1730 el capitán 
Matías del Busto y Moya, caballero de Calatrava, fue hecho Marqués de San Clemente. 
El apellido aparece en la conquista de Lérida, Fraga y Tortosa, acompañando a las tropas de los nobles 
que formaban el ejército de Ramón Berenguer IV, años 1149-1151, y también relacionado a los hechos de 
Lepanto, acompañando a las tropas catalanas de asalto y abordaje de Don Juan de Austria, en 1571. 
 
 
 
Fuentes consultadas: geneablogist.eu/fuentes 
 
Fuentes consultadas: geneablogist.eu/fuentes

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