Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Nursing. 2008, Octubre 51 CONTROL DE LA INFECCIÓN En pacientes con problemas de comunicación verbal los nuevos instrumentos de valoración del dolor incluyen la escala conductual de Payen (Payen Behavioral Scale) y la escala de Gelinas de observación del dolor en cuidados críticos (Gelinas Critical Care Pain Observation Tool)7,8. Se aplican a pacientes intubados que también están sedados y reciben opiáceos para el alivio de su dolor. Ambas ayudan a los cuidadores a valorar la expresión facial, el movimiento de las extremidades superiores y el cumplimiento con la ventilación mecánica y clasifican el dolor en una escala numérica. (A pesar de la sedación del paciente, las conductas de dolor pueden puntuarse cuando responden a un estímulo doloroso, tal como cambiarlos de posición8.) Obtención de resultados satisfactorios Entender el dolor de otra persona es un reto. Si sabe escuchar, observar y entrevistar, podrá comprender mejor la experiencia del paciente y tratar su dolor con mayor eficacia. Recuerde, el dolor no es un número en una escala de valoración. Para valorar la experiencia íntegra del paciente utilice instrumentos y las diversas técnicas especializadas según sea necesario. BIBLIOGRAFÍA 1. D’Arcy YM. Pain Management: Evidence-based Tools and Techniques for Nursing Professionals. HcPro, 2007. 2. Gordon D, et al. A 10-year review of quality im- provement monitoring in pain management: Rec- ommendations for standardized outcome mea- sures. Pain Management Nursing. 3(4):116-130, December 2002. 3. Wong D. Validity of a FACES pain rating scale with an adult population. Unpublished, 1991. Available at http://www.mosbydrugconsult.com/ WOW/facesResearch.html. 4. Feldt KS. The Checklist of Non-Verbal Pain Indicators (CNPI). Pain Management Nursing. 1(1):13-21, March 2000. 5. Lane P, et al. A pain assessment tool for people with advanced Alzheimer’s and other progressive de- mentias. Home Healthcare Nurse. 21(1):32-37, January 2003. 6. Herr K, et al. Tools for assessment of pain in nonverbal older adults with dementia: A state of the science review. Journal of Pain and Symptom Management. 31(2):170-192, February 2006. 7. Payen JF, et al. Assessing pain in critically ill se- dated patients by using a behavioral scale. Critical Care Medicine. 29(12):2258-2263, December 2001. 8. Gelinas C, et al. Validation of the critical care pain observation tool in adult patients. American Journal of Critical Care. 15(4):420-427, July 2006. Yvonne D’Arcy es enfermera especializada en el tratamiento del dolor y los cuidados paliativos en el Suburban Hospital de Bethesda, Maryland, y es miembro del consejo editorial de Nursing2008. N LA QUERATITIS, O INFLAMACIÓN de la córnea, puede deberse a multitud de procesos que varían desde una simple abrasión hasta la infección por virus (como el del herpes simple tipo 1), bacterias, hongos o protozoos. Estos microorganismos penetran en la córnea a través de un defecto en el epitelio corneal, donde proliferan y causan ulceración. El proceso debe tratarse porque puede provocar una cicatrización corneal permanente, perforación y ceguera. Este artículo se centra en la queratitis bacteriana y fúngica. ¿Qué pacientes tienen riesgo? Los pacientes que llevan lentes de contacto de uso extendido tienen mayores probabilidades de contraer una queratitis infecciosa; un tiempo excesivo de cualquier tipo de lente de contacto más allá del recomendado y el uso de productos contaminados para las lentes de contacto también incrementa el riesgo. Otros factores incluyen: • Cirugía ocular reciente. • Traumatismo ocular, incluso tan insignificante como una excoriación debida al cepillo de la máscara para pestañas. • Falta de lágrimas. • Diabetes. • Desnutrición. • Dependencia de la ventilación mecánica. • Drogodependencia. • Déficit de vitamina A y B. • Quemaduras extensas. • Tratamiento inmunosupresor o enfermedades que cursan con inmunodepresión. Patógenos habituales En los climas más fríos, Staphylococcus aureus y Pseudomonas aeruginosa son las causas habituales de queratitis bacteriana. Fusarium es una causa frecuente de queratitis fúngica. Los signos y síntomas de ambos tipos incluyen dolor, enrojecimiento y lagrimeo ocular; fotosensibilidad; disminución de la visión; exudado ocular espeso cuyo color varía desde blanquecino hasta amarillento o verde, y conjuntivitis con un notable edema. Una ojeada a la queratitis infecciosa Michelle Snow, RN, BSN, MSHR, MSPH 52 Nursing. 2008, Volumen 26, Número 8 CONTROL DE LA INFECCIÓN Consejos para la valoración Para valorar a un paciente que puede presentar queratitis, empiece por obtener una historia precisa que incluya: • Descripción detallada de cualquier traumatismo o lesión ocular, incluida la cirugía. • Antecedentes de uso de lentes de contacto. • Signos y síntomas, incluido su inicio y duración. • Tratamiento previo o antecedentes de patología ocular. • Enfermedades sistémicas crónicas, como la diabetes. • Cualquier fármaco usado en la actualidad. • Alergias a medicamentos. En el examen físico, valore el estado general del paciente (incluido cualquier problema de la piel), la agudeza visual, la capacidad para parpadear, el aspecto de la conjuntiva y el dolor y otras sensaciones en el ojo afectado. La disminución de la agudeza visual y la hiperemia conjuntival son indicaciones de queratitis. Un oftalmólogo debe examinar al paciente y efectuar biomicroscopia con una lámpara de hendidura con el objetivo de examinar la presencia de abrasiones, ulceración, cicatrización, perforación o cuerpos extraños en el ojo. Si sospecha queratitis bacteriana, puede recetar una fluoroquinolona de cuarta generación. Estos antibióticos son tan eficaces que el cultivo ha dejado de ser necesario. Sin embargo, si la infección no responde al tratamiento al cabo de 2 o 3 días, el oftalmólogo obtendrá una muestra para cultivo. Para ello, aplicará unas gotas de colirio anestésico en el ojo obteniendo una muestra mediante raspado del borde externo de la ulceración. Si el paciente lleva lentes de contacto, el médico también puede efectuar un cultivo del estuche donde las conserva, de las propias lentes y de las soluciones de limpieza. En algunos casos, puede obtener una muestra para biopsia corneal. Tratamiento de la queratitis El tratamiento de elección de la queratitis bacteriana es un antibiótico de amplio espectro administrado en colirio. Además de las fluoroquinolonas, los antimicrobianos de elección para la queratitis bacteriana son la cefazolina, la tobramicina y la gentamicina. Los de elección para la queratitis debida a hongos son los antifúngicos en colirio, como la natamicina. El dolor, el edema, el eritema y el exudado deben remitir a las 24-48 h de tratamiento. Si la infección se debe a múltiples bacterias o no responde a un antimicrobiano, el médico puede recetar un colirio cuya composición incluya múltiples antibióticos. Tras obtener respuesta de la infección bacteriana al antibiótico, el oftalmólogo recetará un colirio de corticosteroides y escopolamina o atropina para reducir el dolor, acelerar la curación y disminuir la inflamación y la probabilidad de cicatrización corneal. Sin embargo, para una infección vírica o micótica, no prescribirá un corticosteroide porque puede agravar estas infecciones. Es importante que eduque al paciente sobre la naturaleza destructiva de la queratitis. Es necesario que le enseñe a aplicarse de forma adecuada las gotas de colirio y que haga hincapié en que debe aplicarlas según lo prescrito para reducir el riesgo de resistencia a los antimicrobianos. Si el paciente lleva lentes de contacto, se le recomendará que no las use en el ojo afectado hasta que el oftalmólogo le permita hacerlo. Además, se le aconsejará que obtenga unas nuevas y deseche las soluciones de limpieza o lentes contaminadas o caducadas. Para prevenir futuras infecciones, resalte la importancia de una higiene apropiada de las manos antes de insertar o retirar las lentes de contacto. También debe recordarleque limpie o deseche las lentes siguiendo las instrucciones del fabricante y evite usarlas más tiempo del recomendado. Insista en que reemplace el estuche de las lentes de contacto cada 3 a 6 meses; que nunca las comparta con otra persona, y que no se las introduzca en la boca para humedecerlas. Todas las queratitis con un cultivo positivo para Fusarium deben declararse al departamento de salud estatal, y en Estados Unidos también a la Food and Drug Administration (FDA). Es necesario presentar la información siguiente: • Nombre comercial y número de lote de la solución de las lentes de contacto. • Tipo de lentes de contacto, nombre comercial y forma de uso (uso extendido o diario). • Falta de cumplimiento del paciente con la pauta de las lentes de contacto. • Resultados de todos los cultivos obtenidos. • Antecedentes de factores asociados con mayor riesgo de queratitis. • Fármacos tópicos (colirios) usados para tratar al paciente (incluidos los nombres comerciales y los números de lote). Puede presentar la información por teléfono, por fax o por correo electrónico. BIBLIOGRAFÍA GENERAL Bacterial keratitis. National Guideline Clearinghouse. http://www.guideline.gov. Centers for Disease Control and Prevention. Fusar- ium keratitis—United States, 2006. Morbidity and Mortality Weekly Report. 55(Dispatch):1-2, April 10, 2006. Food and Drug Administration. FDA public health notification: Fungal keratitis infections related to contact lens use. http://www.fda.gov/cdrh/safety/ 041006-keratitis.html. Thomas PA, Pitchairaj G. Infectious keratitis. Current Opinion in Infectious Diseases. 20(2):129-141, April 2007. Michelle Snow es profesora adjunta en el Departamento de Health Administrative Services de la Weber State University en Ogden, Utah. También está terminando su PhD en Salud Pública en la Universidad de Utah en Salt Lake City. N
Compartir