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BIOLOGIA DE LA MENTE
Desde la antigüedad, se ha tratado de formar un “concepto” de mente,
mismo que ha ido evolucionando durante la historia a la par del
desarrollo intelectual del hombre, junto con sus diferentes influencias
como la religión y la filosofía de cada época, con conceptos diversos y
cambiantes que van desde la separación de cuerpo y mente, mente y
cerebro, hasta el reciente desarrollo de las neurociencias que hablan de
la empatía como un fenómeno que parte de la experiencia y produce
cambios al activar nuestras neuronas. 
Actualmente, el concepto de mente se vuelve mas complejo al tener que
abarcar los diversos matices que constituyen al ser humano, habría
entonces que integrar la experiencia mental subjetiva y la parte
objetiva de las funciones cerebrales y no a separar como se ha hecho a
lo largo de la historia entre la enfermedad mental desde un origen
biológico o desde un origen psicológico. Dado que en la realidad la
psicopatología es más compleja que la simple división entre lo subjetivo
y objetivo, resulta interesante las propuestas de integración de Kandel y
Ken Wilber, entre lo biológico y lo psicoanalítico, encontrando una base
neurobiológica que genera cambios a través de la psicoterapia.
También el mismo “concepto” de enfermedad mental ha ido cambiando
desde las creencias místicas donde se creía que la enfermedad mental
se asociaba con lo maligno, la falta de reflexión o de conocimiento, los
prejuicios, la misma evolución desde Darwin, la psicología como ciencia
de Wundt, las diversas teorías científicas como el psicoanálisis de Freud
y la psicología humanista de C. Rogers, pasando por los múltiples
intentos de la frenología de localizar las funciones cerebrales, mismas
que solo con el desarrollo de la tecnología se han ido descubriendo poco
a poco con exactitud. 
Es mediante esta búsqueda del entendimiento de la psique humana y la
búsqueda más allá de lo ya conocido que invariablemente recurrimos a
otras disciplinas como: la filosofía, religión, arte, antropología, y es
Jaspers uno de los que claramente expresa la importancia de la reflexión
filosófica en la psicopatología: 
“La formación filosófica tiene una incidencia positiva en la actitud
personal del psicopatólogo, tanto en su praxis como en el espectro de
posibilidades explicativas al que puede acceder”. 
“… Aquel que se ha esforzado en reflexionar filosófica y críticamente se
encuentra protegido ante muchos falsos planteamientos, discusiones
irrelevantes y prejuicios inhibitorios que suelen presentarse a menudo
en psicopatólogos sin formación filosófica”.
Entonces, al entender la psicopatología desde distintos niveles se
practicarían las distintas formas de abordarla, integrando las diferentes
perspectivas que explican la mente y la enfermedad mental y dejando la
puerta abierta a nuevos hallazgos de las ciencias cognitivas, sistémicas,
dinámicas incluso a otras disciplinas para no abandonar nuestro
compromiso con el entendimiento del ser humano. 
Janeth Gpe. Armas Ornelas.