Logo Studenta

INTRODUCCION LOS PREJUICIOS CLASICOS Y EL RETORNO A LOS FENOMENOS docx

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

INTRODUCCIÓN
LOS PREJUICIOS CLASICOS Y EL RETORNO A LOS
FENOMENOS
Por Maurice Merleau-Ponty
Merleau Ponty señala el peso de lo que él llama los “prejuicios clásicos" en el
pensamiento científico y en la filosofía, y cómo estos prejuicios imposibilitan o falsean
el análisis de la percepción. Quiere mostrar la necesidad de volver al origen mismo de
los fenómenos de la percepción; a través de una crítica a las explicaciones dadas sobre
estos fenómenos por el empirismo y el intelectualismo, señala que el enfoque
acertado es el del análisis fenomenológico. Afirma que el principal prejuicio del
pensamiento científico y filosófico clásico ha sido la aceptación tácita de un mundo
objetivo que es posible conocer y aprehender por medio de los sentidos (empirismo)
o el intelecto (intelectualismo) El autor no niega la existencia real del mundo, pero
critica la comprensión y explicación de éste a partir de esta simple aceptación.
El empirismo y el
intelectualismo son
dos modos de conocer
la realidad, utilizados
por la ciencia y la
filosofía, que intentan
explicar la realidad sin
lograr, según
Merleau-Ponty,
acceder a ella, porque
se sitúan fuera de la
realidad misma. El
empirismo subraya la
preeminencia del
conocimiento
sensorial y parte, por
tanto, de los hechos
observables que
absolutiza; el
empirismo busca leyes que liguen los diferentes fragmentos de la experiencia
(sensaciones), explicando la unidad del objeto perceptual en base a una concepción
ajena o exterior al mismo objeto, que es la lograda mediante esas leyes. El
1
intelectualismo parte de unas estructuras mentales o formas a priori del
entendimiento que suponen un sujeto que conoce y un fundamento último del
conocimiento que trasciende al conocimiento y al hombre. Este conocimiento es
atemporal y se realiza al margen de las situaciones concretas de la existencia. Se llega,
dentro de esta postura, al idealismo, en el que la idea del objeto no tiene perspectiva
alguna y supone un cognoscente absoluto.
Estas posturas son las que predominan actualmente en la ciencia y son las que la han
llevado a perder la riqueza del contacto directo con las cosas; consideran las cosas
fuera de su contingencia o situación y, por tanto, fuera de su realidad. El único camino
adecuado, señala Merleau-Ponty, es la fenomenología, en la que se combina lo actual
del empirismo —el hecho— con lo infinito del idealismo —la perspectiva de la
conciencia— que da al hecho concreto infinitas formas posibles de existir.
Sin embargo, en ningún momento el hecho empírico es entendido como un hecho
cuya existencia es independiente a la conciencia del sujeto que lo conoce, sino como
un hecho para la conciencia del sujeto
cognoscente, puesto que la existencia
independiente del objeto del
conocimiento supone la aceptación de un
fundamento ontológico de la realidad, lo
cual Merleau-Ponty rechaza. Acepta, por
tanto, el gran prejuicio de la filosofía
pos-cartesiana: el rechazo a toda forma de
conocimiento que no parta de la
conciencia del sujeto cognoscente.
Es positiva la crítica que el autor hace al
idealismo y al intelectualismo en cuanto son teorías del conocimiento que suponen un
sujeto trascendental desligado de la experiencia. También es válida la crítica al
empirismo cientificista que considera de un modo parcial la realidad y el hombre. Sin
embargo, como veremos, el método fenomenológico que presenta el autor no rompe
con el subjetivismo y la parcialidad de estas corrientes.
(*) Por ejemplo, la adición de líneas auxiliares hace desiguales dos figuras
objetivamente iguales:
2

Continuar navegando