Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
LIBRO 11 133 yes 294: toda la ordenación de las leyes está orientada hacia una parte de la virtud, la bélica, ya que éha es la útil para vencer. Por consiguiente, los lacedemonios se mantuvieron mientras guerrearon, pero sucumbieron al alcanzar el man- do, porque no sabían estar ociosos ni habían practicado 35 ningún otro ejercicio superior al de la guerra 295. Otro error 296, no menor que éste, es que creen que los bienes 297 por los que hay que luchar se consiguen más por la virtud que por el vicio, y en eso tienen razón; pero suponen que esos bienes son superiores a la virtud, y en eso se equivocan. 36 También está mal lo regulado sobre las finanzas p ú 6 k cas entre los espartanos. No hay nada en el tesoro de la ciudad, aunque se ven obligados a mantener grandes gue- rras, y las contribuciones se pagan mal; como la mayor parte de la tierra es de los esparciatas, no se comprueban 37 recíprocamente las contribuciones 298. Así ha resultado lo contrario a lo conveniente según el legislador: ha dejado a la ciudad sin recursos, y ha hecho avaros a los particula- res. Sobre el régimen de los lacedemonios, baste con lo dicho. Esto es lo que principalmente uno podría criticar. 294 Cf. PLATÓN, Leyes 62%-638b; 11 660 SS.; 666e; 111 688a SS.; IV 705d. República VI1 547e SS. Véase también infra, VI1 2, 1324b7 SS.; VI1 3, 1325a6 SS.; VI1 14, 1333b12 SS. 295 Otra causa de la ruina del Estado fue la falta de hombres; cf. supra, 11 9, 1270a34. 296 Cf. infra, VI1 14, 133b9. ARISTÓTELES, Ética a Eudemo VII, 15, 1248b37 SS. Respecto a Cartago menciona otro error semejante, cf. infra. 11 11, 1273a37 SS. Ideas parecidas son expresadas por PLATÓN, Leyes 11 661d-662b; IS&RATES, Panatenaico 187, 8; 228. 297 Cf. ARISTÓTELES, Retórica 1 6, 1363a8 SS.; son bienes como la riqueza, los honores, los placeres del cuerpo; cf. ARIST~TELES, Ética a Nicómaco IX 8, 1168b16 SS. 298 Este pasaje recuerda lo que Arquidamo y Pericles dicen en Tuci- DIDES, 1 80, 4; 1 141, 3, respectivamente. El régimen político de Creta es muy io La constitución parecido a éste 299; en pequeñas cosas no de Creta. es inferior, pero en conjunto es menos Comparación con la de E ~ . ~ ~ ~ acabado. En efecto, parece, y así se dice, que el régimen de los laconios imita, en la mayor parte de los puntos, al de Creta; pero que la mayoría de las instituciones antiguas están menos elaboradas que las más modernas. Se dice 300 que Licurgo, cuando 2 emigró después de abandonar la tutela del rey Carilo, pasó la mayor parte del tiempo en Creta, a causa de la comuni- dad de su origen 301. Pues los lictios eran colonos de los laconios, y los que llegaron para fundar la colonia adopta- ron la ordenación legal que existía entre los que habitaban el país. Por eso incluso ahora los periecos utilizan el mismo 3 tipo de leyes, cuyo sistema pasa por haber sido establecido por Minos en un principio. La isla parece estar natural- mente dispuesta y bien situada para la dominación de la 299 La semejanza de las constituciones de Creta y de Lacedemonia se vio pronto entre los griegos; cf. HER~DOTO, 1 65. Platón considera las dos constituciones timocraticas y hace una buena descripción de ellas. Cf. República VI11 544c; VI11 547a SS.; Leyes 1 631b SS.; 634, 635 SS.; VI1 780e SS.; IV 712e. Véase POLIBIO, VI 45 SS. La constitución cretense debe ser común a un número de ciudades de la isla, ya que Creta no forma un Estado único. 'O0 Cf. HER~DOTO, 1 65; según él Licurgo sacd sus leyes de Creta. Otros atribuyen las leyes a los consejos dados por la Pitia. Jenofonte en República de los lacedemonios 8, 5, y Platón no-dicen nada de un origen cretense; cf. Leyes 1 624a; 1 632d; 634a. Isócrates las considera como un préstamo de Atenas en tiempos de Teseo. Cf. Panatenaico 152-153. - Carilo, según HERÓDOTO, VI11 131, habría vivido hacia 825 a. C. 'O' Cf. supra, 1 2, 1252b21 SS. Esta comunidad de origen señala los lazos de una colonia con su metrópoli. Los habitantes de Lictos constitu- yen una ciudad próxima a Cnosos y colonia de Lacedemonia. LIBRO 11 135 Hélade. Ella controla todo el mar 302, en cuyas costas es- tán establecidos casi todos los griegos, pues dista poco, por un lado, del Peloponeso, y, por otro, de Asia a la ' 4 altura del cabo Triopio y de Rodas. Por eso también Mi- nos logró el dominio del mar 303, y sometió unas islas y colonizó otras, y, por último, atacando a Sicilia, terminó su vida allí cerca de Cámico. 5 La organización cretense es análoga a la de Laconia. 1272a A los laconios les trabajan las tierras los hilotas 304, y a los cretenses los periecos, y unos y otros tienen comidas en común. En tiempos antiguos, los laconios las llamaban no fidítia, sino ándria como los cretenses, lo que prueba 6 que esta institución vino de Creta. También la ordenación del régimen, pues los éforos 305 tienen el mismo poder que los llamados kósmoi en Creta, excepto que los éforos son cinco y los kósmoi diez. Los gerontes son iguales a los que los cretenses llaman Consejo. En cuanto a la realeza, antes existía 306, pero luego la abolieron los cretenes, y los 7 kósmoi llevan la dirección de la guerra. De la asamblea 'O2 Se refiere al .Mediterráneo oriental, el mar Egeo. 'O3 Después de la invasión doria, Creta perdió su flota y su suprema- cía en el mar; cf. TUC~DIDES, 1 4. '" Hace una separación entre la clase campesina y la clase militar. Esta situación se ve en los Estados de Creta, Lacedemonia y en Egipto; cf. infro, VI1 10, 1329a40 SS. Las comidas en común parecen ser una institución con fines militares en su origen, cf. HER~DOTO, 1 65. 'O5 Cf. infra, V 1 1, 13 l3a25 SS., pasaje en el que Aristóteles atribuye la institución de los éforos a Teopompo y, por tanto, no se debería a un préstamo de Creta como pretende en el presente pasaje. Las funciones de los éforos son diferentes de la de los kósrnoi, estos Últimos están al frente de las tropas en campaña, cf. infra, 11 10, 1272a9, cosa que no hacían los éforos. 'O6 Heródoto menciona un rey de Axos en Creta como abuelo del fundador de Cirene, segun la tradición de esta colonia, cf. IV 154. participan todos, pero no tiene otra facultad que la de rati- ficar con su voto las decisiones de los Ancianos y de los kósmoi. Lo referente a las comidas en común está mejor entre los cretenses que entre los laconios. En Lacedemonia cada uno aporta lo fijado por cabeza, y si no lo hace, la ley le impide participar de la ciudadanía, como se ha dicho antes 307. En cambio, en Creta tienen un carácter más co- 8 munal, pues de todas las cosechas habidas, del ganado co- munal y de las contribuciones que aportan los periecos, queda fijada una parte para los dioses y los servicios públi- cos y otra para las comidas en común, de modo que todos, mujeres, niños y hombres se alimentan a expensas del era- rio público. Respecto a la moderación de la comida que 9 consideraba beneficiosa 308, e1 legislador se dedicó a idear medios; y para la separación de las mujeres 309, para que no tengan muchos hijos, permitió las relaciones entre los varones 310, acerca de las cuales, si son malas o no lo son, 'O7 Cf. supro, 11 9, 1271a26-37. 'O8 Sobre este fin del legislador, véase JENOFONTE, República de los locedernonios 11 5-6; PLUTARCO, Licurgo 10. 309 Sobre la separación de las mujeres, Aristóteles aprueba el fin pero no los medios empleados en Creta; cf. infro, VI1 16, 1335a36-b2. ''O En tiempo de Aristóteles se creía que los cretenses habían sido los primeros en practicar la homosexualidad. PLATÓN en Leyes 1 836c, afirma que fueron los cretenses quienes inventaron el mito de Ganimedes para encontrar una excusa divina a su inclinación. El escoliasta de Esqui- lo en Siete contra Tebos 81, pretende que Layo, padre de Edipo, fue el primero que la practicó (pues un oráculo le predijo que seria matado por su hijo) y que su muerte y las desgracias de su familia fueron el castigo de su falta. En la antigüedadesta práctica fue reservada a los hombres libres y prohibida a los esclavos. Esquines en su discurso Contra Tirnarco se vanagloria de ello. Platón en muchísimos pasajes lo proscribe con gran energía, cf. Leyes VI11 836~ . y hace a los gimnasios responsa- bles del origen de la pederastia en Creta y en Lacedemonia; cf. Leyes
Compartir