Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
El mundo de Roland Barthes, de Beatriz Sarlo: “LECCIOÓN” Sarlo sostiene que la LENGUA entra ak servicio del poder y dentro de ella se dibujan dos rúbicas: la autoridad de la aserción, y la gregariedad de la repetición. Por un lado, la lengua es asertiva: la negación, la duda, la posibilidad, la supresión del juicio, requieren operadores particulares que son retomados de las máscaras del lenguaje. La modalidad pasa a ser, según los lingüistas, el suplemento de la lengua. Por el otro, el signo es gregario,. Los signos de los que se compone la lengua solo existen por y en tanto están reconocidos, es decir, por y en tanto sean repetidos. Desde el momento en que enunciamos, estas 2 rúbicas se reunen. Pasamos a ser amos y esclavos: repetimos lo dicho. Digo, afirmo y asiento lo que repito. Por eso, Sarlo sostiene que no puede haber libertad fuera del lenguaje, pero el lenguaje en si mismo carece de exterioridad, por ende no hay libertad. Sarlo recurre a la LITERATURA, para “escapar de esta falta libertad”. Considera que es una trampa saludable donde se da una revolución permante del lenguaje. LITERATURA: ● No es un cuerpo o serie de obras ● Es la práctica de escribir ● Sarlo no hace distinción entre TEXTO- ESCRITURA- LITERATURA. Los usa como sinónimos. TEXTO: tejido de significantes que constituye la obta. Constituye el afloramiento mismo de la lengua y es en su interior donde la lengua misma debe ser combatida (lengua vs lengua) ● Solo en la literatura se puede ser “libre”. Esta libertad no depende de la persona civil ni del compromiso político del escritor, sino del trabajo de desplazamiento que ejerce sobre la lengua. Destaca la responsabilidad de la forma, ya que no puede evaluarse en terminos ideológicos. ● Toma a su cargo muchos saberes. Por ejemplo la novela puedetomar saberes históricos, gorgráficos, sociales, técnicos, botánicos, atropológicos... todas las ciencias están presentes en el monumento literario. ● Es absoluta y categóricamente realista. Es la realidad. ● Permite designar saberes posibles, irrealizables. Nunca moviliza saberes completos ni últimos. ● Apela a una reflexibilidad infinita. A través de la escritura, el saber reflexion continuamente acerca del saber. ● Reproduce la diversidad de los sociolectos. ● Tiene una energía de representación: se esfuerza por representar los real. Pero si bien lo real no es representable, los hombres se empecinan en representarlo con palabras y crean de este modo una historia de la literatura. (existe un orden pluridimensional: lo real, y un orden unidimensional: el lenguaje. No existe ningún paralelismo entre uno y otro) La literatura es categorícamente realista en tanto que nunca considera a otra cosa que lo real como objeto de deseo. Es obstinadamente irrealista: cree sensato el deseo de lo imposible. Esta función de llama UTOPÍA. La literatura moderna hace uso de ella creando utopías de lenguaje. Ésta no preserva del poder. Representa un género como cualquier otro. El autor no le queda otra salida que desplazrse u obstinarse, o ambas a la vez. Obstinarse quiere decir afirmar lo irreductible de la literatura, lo que resiste y sobrevive en ella a los discursos tipificados que la rodean: las filosofías, las ciencias, las psicologías...obstinarse quiere decir mantener contra viento y marea la fuerza de una deriva y de una espera. Desplazarse significa presentarse allí donde no se espera, abjurar de lo que ha escrito cuando el poder gregario lo utiliza y somete. ● Tiene una fuerza semiótica propiamente dicha: instituye una verdadera heteronomía de las cosas en el propio seno de la lengua servil. Las ciencias no son eternas. La fragilidad de las ciencias humanísticas radica en que constituyen ciencias de la improvisión lo que altera inmediatamente la idea de ciencia. La semiología, la ciencia d ellos signos, de todos los signos, nació de la lingüistica. Para Sarlo, la lingüistica esta a punto de estallar por desgarramiento. Se ve atraída por un formal: se formaliza cada vez más. Se apodera de contenidos cada vez más numerosos y cada vez más alejados de su campo original. El objetivo de la lingúistica no tiene límites, ya que la lengua, según Benveniste, representa lo propiamente social. Sarlo llama semiótica a la descontrucción de la linguistica.
Compartir