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INDICE
CAPITULO VII: MODELOS E INDICADORES ......................................................................................... 279
Modelistica Macroeconómica en la República Dominicana (I de III) .................................................... 281
Modelistica Macroeconómica en la República Dominicana (II de III) ................................................... 289
Modelistica Macroeconómica en la República Dominicana (III de III) .................................................. 299
Encuesta de Opinión Empresarial: 
Herramienta Útil de Medición de Tendencia en República Dominicana .............................................. 311
Indicadores de Productividad Laboral .................................................................................................. 317
Sistema de Indicadores Líderes Regionales. Importancia de su Implementación
en Centro América y República Dominicana ......................................................................................... 321
	
modelos e indiCadores
281
 modelística macroeconómica en la rePública dominicana 
(i de iii)
Por Julio G. Andújar Scheker
En los últimos años se ha desarrollado en el 
país una incipiente literatura orientada a 
explicar el comportamiento de la economía 
a través de modelos econométricos.1 Esta 
literatura ha contribuido a un mejor entendimiento 
de la economía a la vez que ha aportado medios 
más idóneos para la realización de pronósticos 
de mediano y largo plazo que los utilizados 
tradicionalmente en la República Dominicana 
(RD). No obstante estas contribuciones, falta 
establecer una conexión entre las investigaciones 
que forman parte de este cuerpo literario y los 
modelos macroeconómicos construidos por 
economistas de las generaciones precedentes. Esta 
serie de artículos, que forma parte de un proyecto 
de investigación orientado a recopilar, analizar y 
entender la modelística macroeconómica en la RD 
en los últimos 40 años, constituye un esfuerzo para 
establecer esa conexión.
Intriligator (1983) define un modelo como la 
representación simplificada de un fenómeno o 
proceso con la intención de explicarlo, predecirlo 
o controlarlo. Los primeros modelos desarrollados 
en RD contienen poca o ninguna econometría y 
pueden asociarse a lo que se conoce en la literatura 
como Modelos Macroeconómicos de Consistencia.2 
La falta de recursos tecnológicos, de capital 
humano y de capacidad técnica son algunos de los 
factores que limitan el uso de la econometría de 
los primeros modelos. A medida que estos factores 
comienzan a experimentar mejoría, se comienzan 
a construir Modelos Macroeconométricos como 
alternativa y en algunos casos, como complemento, 
de los modelos de consistencia. 
I. Hacia una Clasificación por Etapas
El estudio de la modelística macroeconómica en 
la RD requiere de una clasificación por etapas 
que permita el análisis y la comprensión de los 
distintos modelos en el contexto histórico en 
1 Ver Nueva Literatura Económica Dominicana, varios tomos, Banco Central 
de la República Dominicana.
2 Los Modelos Macroeconómicos de Consistencia asumen diferentes 
formas. En RD se han construido modelos Keynesianos y Kaleckianos, de 
Programación Financiera, de Brechas, de Acervo-Flujo y de Insumo-Producto, 
entre otros.
que fueron construidos. Esa clasificación solo 
es posible mediante un estudio minucioso de los 
cambios estructurales más importantes acaecidos 
en la economía durante el periodo de análisis. La 
estructura de la economía depende, en gran medida, 
de la estrategia de desarrollo que se adopte en un 
momento determinado. Entre 1960 y 1990—con 
sus altas y bajas—RD mantuvo en funcionamiento 
una estrategia de desarrollo basada en la sustitución 
de importaciones (ISI). 
Cardoso y Helwege (1997) identifican algunas 
características comunes a los regímenes ISI en 
América Latina. La sobrevaluación del tipo 
de cambio real con el objetivo de subsidiar las 
importaciones de insumos de las industrias ISI 
es una de ellas. Asimismo, las economías ISI en 
la región presentan altos niveles de protección y 
un exagerado crecimiento en sectores intensivos 
en capital (industrias) a expensas de sectores 
intensivos en mano de obra (agricultura). El control 
de precios en ciertos mercados y el subsidio de las 
tarifas de los servicios públicos básicos es otra 
característica de este tipo de economía. 
 
Durante años, RD mantuvo un tipo de cambio fijo y 
permitió altos niveles de volatilidad en la inflación 
lo que es consistente con la sobrevaluación real 
que caracteriza las economías ISI (ver gráficas 1 
y 2). 
Gráfica 1
282
Banco Central de la República Dominicana
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
Tasa de Inflación Anualizada
Serie Mensual Ene-1983 a Oct-2004
En porcentaje
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
En
e-
83
En
e-
84
En
e-
85
En
e-
86
En
e-
87
En
e-
88
En
e-
89
En
e-
90
En
e-
91
En
e-
92
En
e-
93
En
e-
94
En
e-
95
En
e-
96
En
e-
97
En
e-
98
En
e-
99
En
e-
00
En
e-
01
En
e-
02
En
e-
03
En
e-
04
Gráfica 2
Luego de la firma del Acuerdo Stand-By de 1984 
con el FMI se abandona el régimen cambiario 
fijo y se adopta un sistema de flotación manejada, 
lo que incrementa la volatilidad en el mercado 
cambiario. En contraste con este aumento en la 
volatilidad cambiaria, la inflación se hace más 
estable a partir de la apertura económica de 1990. 
Estos cambios indican que la estructura económica 
que se modeló desde la adopción de las políticas 
ISI hasta su abandono es muy diferente a aquella 
que se ha modelado a partir de la liberalización de 
1990. 
Otros cambios estructurales ocurridos en los 
sectores financiero y externo refuerzan esta noción 
de profunda transformación económica. Mientras 
en el sector financiero se liberalizaron las tasas de 
interés, en el sector externo se redujeron aranceles 
y se eliminaron barreras comerciales lo que redujo 
notablemente la protección efectiva de la economía 
dominicana.
Tipo de Interés Activo Bancos Comerciales
Serie mensual Ene-1980 a Nov-2004
En porcentaje
10
15
20
25
30
35
40
45
En
e-8
0
En
e-8
2
En
e-8
4
En
e-8
6
En
e-8
8
En
e-9
0
En
e-9
2
En
e-9
4
En
e-9
6
En
e-9
8
En
e-0
0
En
e-0
2
En
e-0
4
Liberación del
mercado en Ene-1991
El impacto de la liberalización financiera en 
el comportamiento de la tasa de interés activa 
promedio de los bancos comerciales se observa 
en la gráfica 3. En la década de los ochenta, las 
decisiones de tasas de interés eran una prerrogativa 
administrativa del Banco Central, por lo que los 
cambios en esta importante variable se daban 
de forma discreta. Con la liberalización la tasa 
de interés activa pasa a ser determinada en el 
mercado, presentando fluctuaciones continuas 
y un comportamiento cíclico lo que dificulta la 
modelación.3 
La apertura de la economía al sector externo se 
muestra en la gráfica 4, medida a través de la 
relación exportaciones e importaciones sobre 
el PIB. Al igual que en los casos anteriores, 
se observan grandes diferencias entre los años 
que corresponden a la estrategia ISI y los años 
posteriores a las reformas de los noventa. Resulta 
obvio que a partir de la liberalización comercial—
impulsada por la reforma arancelaria de 1990—
la economía dominicana presenta mayores 
grados de apertura, lo que obliga al modelador a 
incorporar el impacto de los choques externos en 
el comportamiento de los agentes locales.
Grado de Apertura Económica* de la
República Dominicana
1980-2003
40%
45%
50%
55%
60%
65%
70%
75%
80%
85%
90%
95%
100%
105%
110%
19
80
19
82
19
84
19
86
19
88
19
90
19
92
19
94
19
96
19
98
20
00
20
02
*Coefic. Apert. = (X+M) / PIB
Gráfica 4
En cuanto a la producción doméstica, el cambio 
estructural de mayor importancia es la reducción 
de la participación de sectores intensivos en 
mano de obra (agricultura), inicialmente como 
un proceso de transferencia a sectores intensivos3 Las variables financieras tienden a ser más volátiles que las variables reales. 
Por ello, es común que en muchos casos se consideren ruido blanco y/o se 
modelen de forma no lineal.
Gráfica 3
Oeconomia
283
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
en capital (manufactura).4 En una segunda etapa, 
tanto el sector primario como el sector secundario 
de la economía ceden espacio a servicios como 
Comunicaciones y Hoteles, Bares y Restaurantes, 
los cuales incrementan su participación en el PIB a 
partir de los años ochentas.
Tabla 1
Tomando en cuenta los cambios estructurales que 
ha experimentado la economía resulta conveniente 
clasificar la modelización macroeconómica en 
la RD en cuatro etapas. La primera etapa abarca 
el período 1960-1977 y en ella se modela una 
economía que produce y exporta bienes primarios 
y que presenta las características esenciales de un 
esquema ISI. La segunda etapa comprende los años 
entre 1978 y 1986, época en que se comienza una 
transición hacia una economía de servicios y en la 
que el esquema ISI muestra los primeros signos 
de agotamiento. La tercera etapa de modelización 
incluye los años 1987-1995 en que se completa 
la transición de una economía ISI altamente 
intervenida a una mas orientada hacia el mercado. 
La cuarta y última etapa se enfoca en los modelos 
construidos a partir de 1996 que cubren una 
economía reformada en pleno funcionamiento. 
II. Modelos Macroeconómicos en RD: 1960-
1977
La primera etapa de modelización estuvo 
condicionada por varios factores. La inestabilidad 
política hizo más pronunciados los ciclos 
4 Este transferencia es consistente con lo observado en Cardoso y Helwege 
(1997) para América Latina.
económicos afectando la capacidad predictiva de 
los modelos. La pobreza de los datos estadísticos 
y la falta de herramientas tecnológicas adecuadas 
(computadoras, programas econométricos etc.) 
dificultaron el trabajo del modelador.5 Los modelos 
más importantes construidos en esta primera fase 
fueron Cabral (1959, 1962), Ravelo (1966) y Canto 
(1977).6
En abril de 1959, Manuel José Cabral (MJC) 
escribió su tesis de honor en la Universidad de 
Harvard en la cual presentó un programa de 
desarrollo para la economía dominicana basado 
en una descripción del comportamiento de dicha 
economía a través de un modelo macroeconómico. 
Este trabajo es ampliado en 1962 mediante la 
introducción de un modelo econométrico, lo 
que constituye un hito en la modelización de la 
economía dominicana. 
MJC parte de un análisis de la economía y la 
política dominicana en el período 1950-1962 como 
paso previo a la construcción del modelo. Las 
características más relevantes de esta economía son 
un incremento sostenido del gasto gubernamental, 
una balanza comercial mayormente positiva y 
un crecimiento anualizado superior al 6.0%. 7 
Asimismo, MJC resalta que el 70% de la población 
dominicana en este periodo vivía en áreas rurales 
y el 60% de la propiedad en el sector industrial 
era pública. Más aún, 93% de las exportaciones 
dominicanas estaban concentradas en 5 productos 
agrícolas y 1 producto minero.8
Para modelar una economía con estas 
características, MJC parte de una identidad 
simple de contabilidad nacional donde el PIB 
5 Un dato que revela el ambiente de precariedad en que se realizaron los 
primeros modelos era la ausencia total de economistas con entrenamiento para 
hacer modelos. A principios de los años sesenta la carrera de economía apenas 
comenzaba a impartirse en RD (Despradel, 2005). 
6 Un trabajo citado por varios autores y que parece tener relevancia es el de 
Michael J. Applegate, consultor multilateral y profesor de la Universidad 
del Estado de Oklahoma, que construyó un modelo para la economía 
dominicana en 1976. Este modelo, sin embargo, no está disponible y los 
esfuerzos realizados por el autor de este artículo para conseguirlos resultaron 
infructuosos.
7 Veáse Cabral (1962), pág. 13.
8 Ibid, pág. 5.
284
Banco Central de la República Dominicana
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
es igual a la suma del consumo privado, el 
consumo del gobierno, la inversión bruta fija y 
las exportaciones de bienes y servicios, menos la 
suma de las importaciones de bienes de consumo 
y de bienes de capital. Siguiendo la tradición 
keynesiana, el autor va introduciendo funciones 
lineales para el consumo privado, el consumo 
de gobierno, las exportaciones y los dos tipos de 
bienes importados.
El modelo estima inicialmente los coeficientes de 
estas cinco ecuaciones de comportamiento para 
el período 1953-64, haciendo énfasis en el análisis 
de correlación para medir su significancia.9 Entre 
sus resultados MJC muestra que el principio de 
aceleración de Harrod no se cumple y por tanto 
las necesidades de inversión de la economía, a 
pesar del crecimiento esperado, aumentan. Otro 
resultado interesante es que el modelo predice 
un decrecimiento de la propensión marginal al 
consumir sin que esto implique un aumento del 
ahorro.10
El modelo de MJC es un modelo estático que 
contiene 21 ecuaciones y 21 variables lo que 
garantiza que hay una solución (Cabral 1962, 
página 38). Para probar su validez, MJC realiza 
pruebas dentro de la muestra lo que provee 
buenos resultados, sobre todo para el consumo y 
la inversión. Posteriormente, el modelo se utiliza 
para comparar seis alternativas de políticas y 
ofrecer recomendaciones al gobierno. Aunque 
constituye un esfuerzo valioso, el modelo tiene 
limitaciones inherentes a la época en que fue 
construido. La pobreza de los datos es obvia y el 
mantenimiento de coeficientes constantes en el 
modelo indica que todavía no se había conocido la 
famosa crítica de Lucas.11 Otro supuesto débil del 
9 Para entender a plenitud el trabajo de MJC el lector debe situarse en la época. Dado 
el grado de desarrollo de las técnicas econométricas y el hecho de que las series 
utilizadas eran muy cortas como para validar pruebas de hipótesis de los coeficientes, 
el autor se concentra en el coeficiente de correlación para medir significancia. 
10 Este resultado se da por la partida de los Trujillo y las salidas de capitales 
promovidas por allegados al régimen para evitar la expropiación en un gobierno 
democrático.
11 La crítica de Lucas resalta la perdida de valor predictivo de modelos cuyos 
parámetros no cambian a pesar de que en la economía ocurren cambios 
modelo es la adopción de un coeficiente capital/
trabajo constante, tal y como se tiende a hacer en 
los modelos de consistencia de brechas.
Un modelador prolífico durante esta primera etapa 
fue Sebastián Ravelo (SR), economista de origen 
Cubano que vino al país en los años sesenta como 
consultor de la llamada Tripartita.12 Su trabajo más 
importante en el periodo, Ravelo (1966), contiene 
un modelo macroeconómico con el objetivo de 
elaborar un Plan de Desarrollo para el quinquenio 
1967-1971.
En Ravelo (1966) se elabora un modelo de 
consistencia que guarda cierta relación con los 
modelos de determinación de ingreso de tipo 
keynesiano.13 Su punto de partida es el enfoque 
keynesiano del gasto para la determinación del PIB. 
Al igual que Cabral (1962), SR define relaciones 
funcionales para el consumo privado, la inversión 
privada y las importaciones, componentes esenciales 
de la ecuación de equilibrio inicial.14 Manipulando 
y sustituyendo estas ecuaciones en el equilibrio 
inicial, SR obtiene la ecuación (2) que es la esencia 
de su modelo.
Según esta ecuación, el ingreso (Y) depende del 
financiamiento externo (Se) menos la proporción 
de ese financiamiento que se consume localmente 
(Semi); de las exportaciones menos el requisito 
estructurales. 
12 La tripartita es un convenio de tres organismos internacionales (BID, OEA 
y CEPAL) orientado a profesionalizar el análisis económico en la región 
en la década del sesenta. Años después, SR realizó carrera académica en la 
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en Santiago.
13 En los años ochenta SR construyóal menos dos modelos más de la economía 
dominicana, estos de origen kaleckiano. No debe sorprender la transición del 
SR de modelos keynesianos a kaleckianos si se tienen en cuenta las similitudes 
de ambos enfoques durante los años de la Gran Depresión. En este sentido, 
veáse el prólogo escrito por Joan Robinson en 1974 a Kalecki (1980).
14 Las formas funcionales de SR son diferentes a las de MJC, aunque el 
proceso de modelación es parecido, pues ambos trabajos parten de una 
ecuación keynesiana de equilibrio. Más allá de estas similitudes las grandes 
diferencias entre ambos trabajos radican en el uso de econometría por parte de 
MJC y la construcción de un modelo teórico de consistencia sin econometría 
por parte de SR.
Oeconomia
285
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
mínimo de importación para exportar X(1-mx); y 
de el cambio en las importaciones para inversión 
deducido un nivel mínimo de consumo (c-ami).
15
Todo este resultado está deflactado por la 
propensión marginal para financiar importaciones 
con ahorro interno, representada por la expresión 
del denominador.16 
Con el objetivo de hacer ejercicios de estática 
comparativa en su modelo, SR realiza la 
diferenciación total de la ecuación (2), obteniendo 
la siguiente expresión:
En resumen, el crecimiento económico es posible sólo 
a través de un mayor financiamiento externo neto o de 
un incremento en las exportaciones netas de insumos 
importados. La magnitud de este crecimiento dependería 
del multiplicador que es el inverso de las propensiones 
marginales a importar y a consumir.
El resto del trabajo de SR consiste en variaciones 
sobre esta fórmula sencilla. Por ejemplo, en un 
momento se introduce la inversión y el consumo 
público lo que lleva a la obtención de nuevos 
multiplicadores. La idea central del modelo es 
hacer énfasis en la importancia del financiamiento 
externo para el proceso de desarrollo. En este 
punto, Ravelo (1966) coincide con los modelos de 
programación financiera o los modelos de brecha 
que tratan de identificar faltantes que necesitan ser 
cubiertos mediante financiamiento.17
Una de las críticas más recurrentes al modelo de 
brechas financieras es que plantea la existencia 
de una relación constante entre el crecimiento y 
la inversión a la vez que afirma que la inversión 
necesaria para alcanzar una tasa de expansión 
15 El nivel de consumo mínimo está representado por c, mientras mi=δMi/
δI, donde Mi son las importaciones de bienes y servicios de inversión e I 
representa la inversión total.
16 Ver Ravelo (1966), pp. 2.
17 El origen de los modelos de brechas financieras hay que buscarlo en los 
artículos seminales de Harrod (1939) y Domar (1946) y en el trabajo posterior 
de Chennery y Strout (1966).
determinada puede ser financiada con ayuda 
externa en una proporción uno a uno (Easterly 
1999, pp.3). El modelo de SR puede ser criticado 
sobre esta base ya que en el mismo, el crecimiento 
del PIB depende del financiamiento externo para 
cubrir el exceso de demanda interna creado por 
el propio proceso de desarrollo.18 En adición, 
la relación crecimiento-financiamiento externo 
en Ravelo (1966) depende de las propensiones 
marginales a importar y a consumir, las cuales se 
asumen constantes. Este supuesto que proviene 
del modelo keynesiano tiene sus limitaciones en 
un enfoque de largo plazo. 
Canto (1977), el otro modelo de importancia 
construido en esta primera etapa, consiste en un 
modelo monetario de balanza de pagos (MMBP).19 
Este tipo de construcción teórica se asocia a la 
economía clásica y resurge a finales de los años 
sesenta con los trabajos de Mundell (1968), Laffer 
(1969) y Johnson (1972). El principio detrás de 
este tipo de modelos es simple: Cualquier política 
orientada a cambiar el componente doméstico de la 
base monetaria bajo un régimen de tipo de cambio 
fijo, será inefectiva porque se generará un cambio 
de igual o parecida magnitud en el componente 
externo de dicha base.20
El mecanismo de transmisión de los MMBP 
se presenta en un esquema sencillo más abajo. 
Inicialmente, el banco central incrementa la oferta 
monetaria, lo que genera un exceso de liquidez y 
una reducción en la tasa de interés. La reducción en 
la tasa de interés lleva a una salida de capitales que 
presiona la tasa de cambio hacia arriba y causa una 
pérdida de reservas. Esta pérdida es equivalente a 
una reducción de la emisión, lo que hace inefectiva 
la política monetaria expansiva. 
18 Ibid, pp.6.
19 Victor Canto es probablemente el economista dominicano de más alto perfil. 
Durante casi 10 años fue profesor de la Universidad del Sur de California 
(USC) y por otros tantos, presidente de A.B. Laffer, Canto y Asociados, firma 
fundada por Arthur Laffer, reputado economista de la Universidad de Chicago 
y quién fuera profesor y asesor de tesis de Canto.
20 Ver Canto (1976), pp. 1.
286
Banco Central de la República Dominicana
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
En caso de que estas causalidades se cumplan puede 
comprobarse empíricamente que en una economía 
con tipo de cambio fijo la política monetaria es 
endógena. Por consiguiente, una forma de probar 
el modelo monetario de Balanza de Pagos es 
estimando una función de demanda de dinero que 
dependa de unas pocas variables. Los residuales 
de esta regresión serían el flujo excesivo en el 
mercado monetario, lo que explicaría la variación 
en la balanza de pagos. Precisamente, este es el 
enfoque que adopta Canto en su modelo. 
Al concentrarse en la estimación de una demanda de 
dinero, Canto (1977) es más un modelo de mercado 
de activos que un modelo macroeconómico. 
No obstante esta limitación, como se explica a 
continuación, partiendo del mercado de dinero 
se puede hacer un análisis bastante completo del 
comportamiento de la economía. 
El modelo de Canto fue construido para responder 
a una situación particular ocurrida a principios 
de los años setenta. Con el objetivo de mejorar el 
deterioro de la balanza comercial dominicana y la 
pérdida de reservas que estaba experimentando, 
el Banco Central aprobó regulaciones orientadas 
a controlar la adquisición de moneda extranjera. 
Canto utiliza su modelo para estudiar mediante 
un análisis econométrico, el impacto de estas 
regulaciones en la balanza de pagos, en la balanza 
comercial, en la cuenta de capital, en el mercado 
cambiario y en la inflación.
 Las primeras dos ecuaciones del modelo de Canto 
intentan medir el impacto de la política monetaria 
en la Balanza de Pagos. Los resultados obtenidos 
se resumen en las ecuaciones (4) y (5) que estiman 
una regresión lineal simple donde las reservas 
internacionales (IR) (solas o como proporción 
del PIB) son determinadas por el exceso de flujos 
monetarios (EM) que se obtiene de los residuales 
de la ecuación de demanda de dinero. 
En ambos resultados los coeficientes son 
significativos y se comprueba la hipótesis de que la 
política monetaria dominicana, bajo tipo de cambio 
fijo, es endógena. 
Para estimar el impacto de las nuevas regulaciones 
en la balanza comercial, Canto adopta el enfoque de 
absorción de Alexander (1952), en la versión más 
moderna de Laffer (1974) y estima dos regresiones 
lineales donde la balanza comercial depende de EM o 
de g, que se define como el diferencial de crecimiento 
entre la economía dominicana y la de su principal socio 
comercial, Estados Unidos. Contrario a lo ocurrido 
en las ecuaciones (4) y (5), los resultados no son 
significativos, aunque se llega a la conclusión de que 
el aumento de la demanda generada por una política 
monetaria expansiva deteriora la balanza comercial 
y, por tanto, las nuevas regulaciones agravarán aún 
más el problema de las cuentas externas. 
En lo adelante, Canto (1977) estima ecuaciones 
lineales simples para medir el impacto de EM sobre 
la cuenta de capital, el tipo de cambio y la inflación. 
El resultado más interesante para el momento 
que se realizaron las mediciones se observa en el 
impacto sobrela inflación. Canto concluye que la 
inflación dominicana, bajo el esquema de las nuevas 
regulaciones, será importada en su totalidad y no de 
origen monetario. 
Los datos estadísticos utilizados en las estimaciones 
de este modelo abarcan el periodo 1961-1974 y al 
igual que en otros trabajos de la época se cuestiona 
la validez de las series. Una de las críticas que 
se les hace a los datos es que los mismos están 
deflactados al año 1962, el cual fue muy inestable 
para la economía dominicana.
 
Referencias
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Oeconomia
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289
modelistica macroeconomica en la rePUblica dominicana (ii de iii)
Por Julio G. Andújar Scheker
Luego del análisis de los aspectos esenciales 
de la modelización macroeconómica en 
la República Dominicana en el periodo 1960-
1977, procedemos a discutir el periodo 1978-1986, 
la segunda etapa de nuestra antojadiza clasificación 
en cuatro etapas. Mientras en la primera etapa se 
modeló más que nada una economía que producía 
y exportaba bienes primarios y que operó bajo un 
esquema de sustitución de importaciones, en la 
segunda etapa se inicia el camino a una economía 
de servicios y se observan los primeros signos de 
agotamiento en el modelo ISI. Esta es la base sobre 
la cual se modela. Veamos. 
III. Entorno Interno y Externo (1978-86)
Hacia finales de los años setenta dos eventos 
afectaron sensiblemente la economía dominicana. 
Por un lado, el traspaso del poder político como 
consecuencia de los resultados de las elecciones 
presidenciales de 1978, marcó el inicio de una 
etapa de mayor estabilidad social y política. Por 
otro lado, el choque petrolero de 1979 contribuyó al 
incremento de los petrodólares, creando la base para 
el aumento del financiamiento de la banca privada a 
los países de América Latina y eventualmente, para 
la crisis de la deuda de los años ochenta. 
En una coyuntura dominada a lo interno por los 
cambios políticos y sociales y a lo externo por 
el fuerte choque petrolero y la gestación de la 
crisis de la deuda, el nuevo gobierno adoptó una 
política de expansión del gasto corriente con el 
objetivo de incrementar la demanda de bienes y 
servicios y generar incentivos para un aumento en 
la producción. Esta política de corte keynesiano se 
conoció como el modelo de demanda in-ducida.1 El 
entorno externo desfavorable, conjuntamente con la 
expansión fiscal producto de la política de demanda 
inducida, aumentó las presiones inflacionarias al 
final de la década.
Gráfica I
Gastos Corrientes RD
Millones de RD$
Además de las influencias del entorno interno y externo 
antes descrito, se observó durante la segunda etapa un 
uso intenso de la planificación de mediano y largo 
plazo en la modelación. Esta influencia representó 
un signo de los tiempos, ya que aún se mantenía 
vigente el paradigma del Estado Benefactor y se 
guardaba un espacio importante para el gobierno 
en la economía. 
Gráfica II
Tasa de Inflación Anualizada
1970-1981
Esta segunda entrega de la investigación discute 
siete trabajos elaborados durante el periodo que 
nos ocupa: Ravelo (1980); Brito et al (1981); 
McCarthy (1984); Ravelo y Gómez (1984); Ruffat 
et al (1984); García Huidobro et al (1985); y Ceara-
Hatton (1985). Estos trabajos tienen en común la 
matematización de relaciones ma-croeconómicas 
que parten de una construcción teórica de origen 
keynesiano. 
En esta segunda etapa se observa un uso más 
frecuente de técnicas econométricas aunque 
todavía predominan los modelos contables o de 
consistencia. Las instituciones multilaterales 
continúan jugando un rol de primera línea en la 
290
Banco Central de la República Dominicana
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
construcción de modelos. No obstante esto, se 
advierte un incremento en el capital humano de 
los economistas dominicanos, quienes dan pasos 
de avance en cuanto al uso de mejores técnicas de 
estimación. 
En los párrafos siguientes se entra en el detalle 
de cada uno de los modelos poniendo especial 
atención en aspectos claves como: la ecuación 
original de la que parte cada modelo; la ruta crítica 
que sigue cada autor para construir otras relaciones 
funcionales; las principales influencias la forma de 
construcción del modelo; la forma de estimación; 
los principales resultados; y los aportes más 
originales del modelo. 
IV. Modelos Macroeconómicos en RD (1978-86)
IV.1 Sebastián Ravelo y el Plan Trienal
El primer modelo, Ravelo (1980), es un modelo 
post-keynesiano que estudia la fase analítica de un 
plan de inversiones, hecho público por la Oficina 
Nacional de Planificación (ONAPLAN). El principal 
aporte del autor es la crítica que hace del Plan 
Trienal de Inversiones, basado en los resultados 
de su modelo de consistencia macroeconómica. 
Con esta forma de encarar el análisis crítico del 
plan, Sebastián Ravelo (SR) se aleja de la tradición 
arraigada en los eco-nomistas dominicanos de 
criticar los planes gubernamentales basados en la 
ponderación de relaciones muy simples.2 
El Plan Trienal de Inversionesestima la tasa 
de crecimiento de la economía con un modelo 
kaleckiano de medición del gasto del capital. SR, 
por su parte, contrasta los resultados del plan con 
un esquema teórico basado en Nasilorowski (1974). 
Ravelo (1980) parte de una identidad que iguala 
el crecimiento del producto interno bruto (r) a la 
suma de las tasas de crecimiento de la productividad 
laboral (a) y el empleo (b).
(1.1)
Utilizando datos de ONAPLAN, el modelador 
calcula un crecimiento de la productividad laboral 
de 2.4% en 1981-83. Luego estima el crecimiento 
potencial per cápita asumiendo una tasa de 
crecimiento de la población de 7.8% durante esos 
tres años. En un tercer y último paso compara los 
resultados de su modelo con los de ONAPLAN y 
realiza algunas precisiones sobre el crecimiento no 
proveniente de la inversión y la obsolescencia del 
factor capital, variables relevantes en los modelos 
kaleckianos. 
SR llega a la conclusión de que para los años que 
abarca el plan, el crecimiento debe basarse en un 
aumento en la productividad y no en un crecimiento 
vegetativo de las contrataciones. 
La implicancia primera de esta conclusión es que 
se hace necesaria la formación, especialización 
y capacitación del recurso humano. El resto del 
documento vuelve sobre el plan de forma tal que es 
irrelevante para los fines de este análisis. 
IV.2 Econometría y Planificación en el ILPES
La marcada tendencia a la planificación se observa 
también en el segundo modelo, construido por Brito, 
Veloz y Thelusma (BVT) en 1981 en el Instituto 
Latinoamericano de Planificación Económica 
y Social (ILPES). BVT elabora un plan para el 
período 1980-1985, partiendo de los resultados 
obtenidos con un modelo de 23 ecuaciones y 23 
incógnitas, el cual es estimado por los autores 
con técnicas econométricas. 
El modelo de BVT parte del enfoque keynesiano que 
estima la producción por el lado del gasto. A diferencia 
de otros modelos que tienen este mismo punto de 
partida, los autores separan variación de existencias, 
S(t), e inversión bruta Ib(t), tal y como se observa en 
la ecuación 2.1. Los restantes componentes de dicha 
ecuación son: Vb(t) o el producto interno bruto; Cp(t) 
y Cg(t), el consumo privado y del gobierno; y X(t) y 
M(t), las exportaciones e importaciones de bienes y 
servicios.
Vb(t)=Cp(t)+Cg(t)+Ib(t)+S(t)+X(t)-M(t) (2.1)
A partir de esta ecuación inicial se construyen las 
relaciones funcionales comunes en la tradición 
Oeconomia
291
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
keynesiana para variables como el consumo 
privado, el ingreso disponible o el ingreso neto. Una 
vez se tienen estas relaciones funcionales, se utiliza 
la igualdad entre ahorro bruto e inversión bruta más 
variación de existencias, para derivar la ecuación 
2.2. Esta ecuación presenta la inversión bruta como 
función del multiplicador de las importaciones de 
capital (mk) y de la absorción de la economía (H).
El proceso de estimación del modelo es como 
sigue. Cg, Ix y X, variables exógenas del modelo, 
se proyectan con su tendencia histórica3. Los 
parámetros de nueve ecuaciones, en su mayoría 
propensiones marginales y elasticidades, se 
determinan con regresiones simples utilizando 
el método de Mínimos Cuadrados Ordinarios 
(MCO). Los resultados de estas estimaciones se 
analizan en base al coeficiente de determinación 
(R2) y a indicadores que verifiquen la existencia 
de problemas en la estimación, como es el caso 
del indicador de Durbin-Watson para autocorre-
lación.4 Con las variables exógenas y los parámetros 
estimados se determinan las variables endógenas 
del modelo. 
En resumen, el modelo es ambicioso y desde el punto 
de vista de la aplicación de técnicas econométricas 
es el trabajo más intenso desde Cabral (1962). Este 
es quizás su mayor aporte. En cuanto a los resultados 
que se derivan de la estimación del modelo 
macroeconómico para el período 1980-1985, 
llama la atención el requerimiento de una mayor 
intervención estatal en los asuntos económicos y la 
propuesta de generar un sistema de incentivos que 
promueva el desarrollo fuera de la ciudad capital. 
IV.3 McCarthy y la Matriz de Contabilidad Social 
Otra institución multilateral, el Banco Mundial, fue 
responsable de la elaboración del tercer modelo 
construido durante la segunda etapa. McCarthy 
(1984) construyó un modelo cuyo objetivo era 
evaluar alternativas de políticas para el primer 
lustro de los años ochenta. En ese contexto, el 
modelo toma como base un análisis exhaustivo de 
la situación macroeconómica en 1979-82, el cual 
muestra que los elementos de mayor influencia 
en la economía durante esos años fueron el 
incremento sostenido de los precios del petróleo y 
la desaceleración mundial. 
El impacto total del choque externo generado por 
estos factores ascendió a 8.8% del PIB. La gráfica 
más abajo confirma esta percepción ya que se 
observa un deterioro en los términos de intercambio 
de 3.7% y en el valor de las exportaciones de 3.1%, 
con respecto al PIB.
Impacto del Choque Externo en RD
1979-1981 (% del PIB)
McCarthy (1984) tiene como objetivo estimar tres 
escenarios para discutir alternativas de políticas. El 
primer paso es la construcción de una base unificada 
de datos representada por una matriz de contabilidad 
social (SAM). En base a esta matriz, que constituye 
una especie de fotografía de la economía en 1980, 
se modelan posibles escenarios para la economía 
dominicana en el período 1981-1983. 
Una matriz de contabilidad social, como la 
desarrollada en el modelo de McCarthy, es un 
instrumento que divide arbitrariamente las variables 
en exógenas y endógenas con el objetivo de estimar 
multiplicadores que relacionen a dichas variables. 
Estas matrices se han utilizado en el estudio de temas 
como el desarrollo de estrategias de crecimiento, la 
redistribución del ingreso, la política fiscal y el flujo 
circular de la economía (Roland-Holst, 1995). 
292
Banco Central de la República Dominicana
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
La matriz base en McCarthy (1984) tiene una 
estructura de cuatro sectores (agricultura, 
manufactura, construcción y servicios), dos 
instituciones (pública y privada), tres cuentas de 
capital (privada, gubernamental y de depre-ciación) 
y dos cuentas financieras (doméstica y externa). 
De esta matriz, se parte para hallar las identidades 
básicas de la economía. Una vez se construyen estas 
identidades se desarrolla el modelo con un esquema 
muy simple.
En un primer paso, se determinan como variables 
exógenas la inversión, las exportaciones y el 
consumo. Una vez se tienen estos valores se obtiene 
una demanda final, que bajo ciertas restricciones 
tecnológicas arroja un producto final. En un segundo 
paso, se forman los precios como función de las 
variables exógenas precios de exportaciones, de 
importaciones y de los factores de producción.
Una vez estimados los precios y el producto final, 
se obtiene un valor agregado y eventualmente, 
un ingreso para la economía. A partir de este 
momento el modelo interactúa hasta que el ahorro 
es exactamente igual a la inversión. Finalmente, se 
calculan (la cuenta corriente, el modulo de deuda 
y las necesidades de financiamiento). 
El escenario base que resultó de correr el modelo 
predijo para los años 1984 y 1985, crecimientos 
respectivos de 0.3% y 1.5%. Asimismo, para 
el final de la década estimó un crecimiento de 
3.4%. El escenario optimista, por otro lado, arrojó 
crecimientos de 2%, 3.5% y 6% en esos mismos 
años. Un último escenario (pesimista) dio como 
resultado crecimientos de -1.6%, 0.0% y 1.7% en 
los tres años analizados. El escenario pesimista fue 
el que mejor predijo lo que iba a ocurrir al cierre 
de década, mientras el escenario optimista predijo 
con errores tolerables los crecimientos de 1983 y 
1984.
IV. Ravelo, Gómez y el Debate sobre la Estructura 
Económica 
A mediados de los años ochenta hubo un debate 
intenso sobre cual era la verdadera estructura de laeconomía dominicana. La Pontificia Universidad 
Católica Madre y Maestra (PUCMM) participó en 
ese debate, financiando una investigación destinada 
a realizar “un diagnóstico cabal de la economía 
dominicana” (Ravelo y Gómez, 1984, pp.35). 
Esta investigación contiene el cuarto modelo 
analizado en este trabajo.
El estudio de los profesores Sebastián Ravelo (SR) y 
Neisy Gómez (NG) busca desarrollar un mecanismo 
para obtener la estructura productiva global y 
sectorial de la economía a través de un análisis en 
tres etapas: antecedentes históricos; diagnóstico; 
y diseño de políticas alternativas. Para los fines 
de este artículo, la tercera parte, que contiene el 
desarrollo del modelo, es la más relevante. Para 
comprender el modelo, sin embargo, hace falta 
comentar algunas de las conclusiones a las que SR 
y NG llegaron en su análisis de la primera parte, los 
antecedentes históricos. 
La conclusión de mayor importancia en ese análisis 
es el poco valor práctico que los autores encuentran 
en las estadísticas para fines del modelo. Esta 
debilidad estadística se justifica en aspectos como: 
a) la ausencia de un cálculo directo del valor 
agregado de los sectores;5 b) el desfase existente 
en las tablas de insumo-producto que sirven de base 
para el cálculo de los coeficientes técnicos utilizados 
en la estructura del valor agregado; c) la inversión 
por sectores, cálculo prácticamente inexistente; 
d) la forma como se estiman las variaciones de 
existencias;6 y e) la estimación del consumo privado 
como una cuenta residual.
La debilidad de las estadísticas llevó a los autores 
a diseñar un modelo diferente al que originalmente 
habían concebido. En ese sentido, se busca una 
estructura que utilice principalmente los datos más 
confiables, de acuerdo al análisis histórico.
 El modelo desarrollado es de corte Post-keynesiano 
y utiliza técnicas marginales desarrolladas por SR 
partiendo de un estudio que modela la economía 
cubana de los años cincuenta.7 Cuatro ecuaciones 
representan la base del modelo:
Oeconomia
293
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
La primera ecuación define el ingreso como función 
del nivel de empleo en la economía. La segunda 
ecuación (4.2) conecta ingreso y capital. La tercera 
ecuación (4.3) define una relación capital-trabajo y 
la cuarta (4.4) vincula el ingreso a la inversión. 
Partiendo de estas ecuaciones se construyen 
relaciones funcionales para el crecimiento del 
producto y el crecimiento de la productividad del 
trabajo. La fuente de los datos de empleo es la 
información censal de 1960, 1970 y 1981. 
Como se puede inferir, el foco de atención del 
análisis de SR y NG es el empleo. Entre los 
resultados claves del modelo se puede mencionar el 
hecho de que la relación capital-trabajo se mantiene 
inalterada en las décadas del sesenta y del setenta. 
Asimismo, se observa un mayor aceleramiento del 
PIB en los años sesenta con respecto a los setenta 
como resultado de factores tecnológicos y no del 
crecimiento vegetativo del empleo. 
IV. BID: Un Modelo Estructural más allá de los 
Datos 
El quinto modelo construido durante la segunda 
etapa es Ruffat et al (1984), una construcción teórica 
patrocinada por la División de Estudio de Países del 
Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ruffat 
et al (1984) es un modelo ma-croeconométrico 
estructural keynesiano en línea con el trabajo 
desarrollado por el Premio Nóbel de Economía de 
1980, Lawrence Klein. 
Klein (1946) y Klein y Goldberger (1955) 
construyeron los primeros modelos macroecono-
métricos estructurales de la economía estado-
unidense. Como todo modelo estructural, los 
construidos por estos autores buscaban realizar 
proyecciones macroeconómicas, analizar e 
interpretar la información estadística a la luz de la 
teoría económica. 
Desde su aparición, los trabajos de Klein ganaron 
aceptación y se generalizaron como el mecanismo 
ideal para realizar proyecciones en los años 
cincuenta y sesenta, tanto en el gobierno como en las 
academias.8 En los setenta y ochenta, sin embargo, 
este tipo de modelo se vio sujeto a fuertes críticas, 
sobre todo luego de la publi-cación de los trabajos 
seminales de Lucas y Sims.9 A partir de entonces, 
los modelos estructurales fueron sustituidos o 
complementados por modelos más simples de series 
de tiempo que tienen poca o ninguna teoría en su 
construcción. 
Ruffat et al (1984) es un modelo con todas las 
virtudes y defectos que tenían los modelos a la Klein 
de entonces. Es decir, es un modelo plausible de las 
críticas de Lucas (estabilidad de los parámetros) y 
Sims (dificultad de proyectar variables exógenas). 
Más aún, el modelo resulta en exceso ambicioso 
para la disponibilidad de series económica en la 
República Dominicana de los años ochenta. 
El modelo de Ruffat et al mantiene una estructura 
coherente, formada por identidades y ecuaciones de 
comportamiento divididas en ocho grandes bloques: 
1) gobierno; 2)PIB por las fuentes; c) PIB por el uso; 
4) monetario; 5) precios y deflactores; 6) balanza de 
pagos y deuda externa; 7) precios internacionales; 
8) ingreso nacional y empleo. 
La estructura de esos bloques no es muy diferente 
a la de otros modelos expuestos en este trabajo, 
como es el caso de McCarthy (1984). Por esta razón, 
preferimos no entrar en detalles sobre la elaboración 
de este esquema. En la siguiente entrega, sin 
embargo, abordaremos dos modelos de tipo 
estructural que presentan resultados interesantes 
para la economía dominicana. 
IV. PREALC y el Modelo Macro del Empleo 
El sexto modelo construido en este periodo fue 
elaborado a través del Programa Regional para el 
Empleo en América Latina y el Caribe (PREALC) 
de la Organización Internacional del Trabajo. García 
Huidobro et al (1985) contiene un modelo de corto 
plazo, orientado a estimar el impacto de ajustes 
estructurales en la economía dominicana sobre el 
empleo, el desempleo y el sub-empleo urbano. En 
este sentido, el modelo de PREALC, aunque exhibe 
294
Banco Central de la República Dominicana
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
algunas estimaciones econo-métricas, retiene las 
características básicas de un modelo de consistencia, 
más interesado en simular impacto de políticas que 
en proyectar variables de mediano y largo plazo.
García Huidobro et al (1985) es un modelo de 
ecuaciones simultáneas que incluye seis grandes 
bloques sectoriales: externo; monetario; fiscal; 
formación de precios; gasto agregado real; y 
empleo. No obstante la simultaneidad del modelo, 
cada ecuación se estimó independientemente 
con el método de MCO, asumiendo estabilidad 
paramétrica. La estabilidad paramétrica del 
sistema de ecuaciones de los modelos estruc-
turales de proyección es precisamente el origen de 
la famosa Crítica de Lucas. De acuerdo a Lucas 
(1976) el análisis basado en reglas de decisión 
defectuosas producirá proyecciones condicionales 
defectuosas. 
Para enfrentar la limitación impuesta en el modelo 
por el supuesto de estabilidad paramétrica, los 
autores realizan varias corridas del modelo, 
lo que permite obtener información sobre la 
real sensibilidad de las variables a los choques 
externos. Con estos ejercicios se otorga validez 
al modelo como instrumento para el diseño de las 
programaciones fiscal, monetaria y externa. 
El bloque externo en García Huidobro et al (1985), 
proyecta la capacidad de importar en el país (MRE) 
como función de las estimaciones de ingresos de 
exportación (XBS0ABPX0), endeudamiento 
externo (ENDEX0), uso de reservas (DREG0) e 
ingresos netos de factores del exterior (YEX0). 
Estas variables se corrigen por el tipo de cambio 
y se deflactan a precios de 1970, tal y como se 
presentan en la siguiente ecuación:
En el bloque externo se incluyen además, una 
ecuación que restringe las importaciones corrientes 
al monto establecido en la ecuación 6.1 de capacidad 
para importar. Asimismo, se calcula una ecuación 
de comportamiento de las importaciones de bienesy servicios para determinar econométricamente la 
elasticidad de las importaciones con respecto al 
producto. 
El bloque monetario contiene cuatro ecuaciones que 
reproducen un programa monetario consolidado a 
través de las fuentes y usos del sistema bancario. 
Su punto de partida es una ecuación que estima el 
incremento posible del crédito al sector privado, 
dadas las proyecciones de uso de reservas, oferta 
y demanda de dinero y otras operaciones activas 
y pasivas del sistema bancario. Se toma en cuenta 
además, la tasa de interés regulada por la autoridad 
monetaria. El bloque fiscal, por otra parte, toma 
como punto de partida el balance de financiamiento 
interno del gasto corriente consistente con las 
variables relevantes del programa monetario y 
presenta ecuaciones de comportamiento para 
la inversión pública, la programación fiscal del 
gobierno central y el consumo del gobierno 
general.
En el cuarto bloque, la formación de precios 
es autónoma y se establece bajo el supuesto de 
economía pequeña y abierta con tipo de cambio fijo. 
Es decir, los precios externos son el determinante 
principal en la formación de precios. El quinto 
bloque que representa al sector real, al igual que 
en otros modelos aquí descritos, comienza en el 
enfoque keynesiano del gasto y se diluye en formas 
funcionales keynesianas para el consumo, el ingreso 
y otras variables.10 
El último bloque del modelo, el bloque del empleo, 
parte de una ecuación de oferta de trabajo para el 
año corriente y pasa por las relaciones funcionales 
que determinan el empleo urbano total, el empleo 
urbano privado y el empleo urbano del gobierno. 
Dos aspectos dificultan el trabajo del modelador: la 
complejidad para la realización de pronósticos de 
las variables exógenas y las dificultades de acceso a 
información reservada para la realización de política 
de corto plazo.11 
A este último punto se refieren los autores cuando 
argumentan que el difícil acceso a la información fue 
Oeconomia
295
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
la razón principal que los llevó a resultados fallidos 
de algunos ejercicios de proyección basados en el 
modelo. Según García Huidobro et al, “este tipo 
de ejercicios (proyección con modelos) solo puede 
efectuarse al interior de los centros de decisión 
económica que manejan dicha información”.12 
IV. Ceara Hatton: Modelando con Distribución 
del Ingreso 
El séptimo y último modelo, Ceara Hatton (1985), 
tiene su origen en el debate existente a mediados 
de los años ochenta sobre las bondades y defectos 
de las estrategias de desarrollo hacia adentro 
(sustitución de importaciones) o hacia fuera 
(promoción de exportaciones). Miguel Ceara Hatton 
(MCH) construye un modelo macroeconómico de 
consistencia para de-mostrar que estas estrategias 
más que ex-cluyentes, son complementarias.13 Este 
modelo forma parte de una trilogía de trabajos 
que construyen marcos analíticos para estudiar el 
problema macroeconómico dominicano (MCH, 
1982 y 1983). 
El modelo que aparece en Ceara Hatton (1985) 
establece formas específicas para el consumo 
doméstico y el consumo externo, las cuales 
determinan el producto, el ahorro, las ganancias y 
otras variables económicas. Se asume la existencia 
de una economía agro-exportadora en un proceso 
ISI que abarca dos etapas. En la primera etapa, 
se sustituyen bienes finales de tecnología simple 
y en la segunda etapa, se reduce el coeficiente de 
importación de la economía. MCH supone además, 
que después de más de 20 años de estrategia ISI, RD 
se encuentra en la segunda etapa del proceso.
El modelo parte de las identidades 7.1 y 7.2, las 
cuales estiman el producto por un lado, a través de 
las contribuciones de los trabajadores (CW) y los 
capitalistas (CK), la inversión (I), las exportaciones 
(X) y las importaciones (M) y por otro lado, a través 
del salario (w), los precios (p).
De estas dos ecuaciones el modelo evoluciona 
asumiendo que M es igual a CK más I, por lo que el 
producto doméstico es la sumatoria de CW y X. 
Otro supuesto es que los trabajadores consumen todos 
sus ingresos y que los salarios son una proporción b 
del ingreso mensual. Con estos supuestos, el nivel 
de actividad económica termina dependiendo de 
las exportaciones y de la distribución del ingreso 
entre capitalistas y trabajadores. La inclusión de la 
distribución del ingreso como parte del modelo es, 
en nuestra opinión, la contribución más importante 
del trabajo de MCH.
El modelo concluye identificando cuatro etapas 
que debe agotar una economía que opera bajo una 
estrategia ISI. En la primera etapa, la elasticidad 
ingreso de las importaciones es mayor a 1 y la 
estrategia genera un deterioro en las cuentas externas 
y en la distribución del ingreso. Este deterioro va 
cediendo gradualmente en la segunda y tercera 
etapa. En la cuarta y última etapa, la elasticidad 
se vuelve menor que 1 y ocurre una redistribución 
del ingreso que favorece a los trabajadores. MCH 
considera que en esta cuarta etapa es cuando se debe 
intensificar la promoción de exportaciones. De aquí 
que ambas estrategias sean complementarias.
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Oeconomia
297
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
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Por Julio Andújar Scheker
299Por Julio Andújar Scheker
modelística macroeconómica en la rePública dominicana iii de iii
Durante el periodo 1987-1996, el cual 
comprende la tercera etapa de nuestra 
antojadiza clasificación histórica de la 
modelización macroeconómica dominicana, 
se observó una baja actividad en términos de 
construcción de modelos. El primer trabajo de 
importancia sobre el tema, Pellerano (1990), 
contiene los detalles de un proyecto comprehensivo 
de modelización que nunca fue concluido. A pesar 
de que este trabajo quedo incompleto y nunca 
fue retomado por los autores, la forma en que 
se diseñó y organizó el desarrollo de un sistema 
que interpretara correctamente la estructura de 
la economía dominicana y que sirviera para 
simular políticas o proyectar algunas variables de 
importancia, nos llevó a incluirlo entre los modelos 
que forman parte de esta revisión. 
Ceara (1992), el segundo modelo analizado en 
esta etapa, completa una trilogía que tiene como 
punto común el uso de técnicas Post-keynesianas 
en la construcción teórica. Martí y González 
(1995), Martí y Gutiérrez (1996) y Martí (1997) 
comprenden pequeñas variaciones sobre el mismo 
tema, la aplicación del modelo de brechas al 
análisis del comportamiento macroeconómico 
dominicano. 
Otro modelo que forma parte de esta revisión, Reyes 
y Tejeda (1995), desarrolla una matriz insumo-
producto para estudiar el impacto de la apertura 
en la economía dominicana. Por último se analiza 
Prazmowski (1996), un modelo econométrico 
estructural que incorpora técnicas modernas como 
la cointegración y el mecanismo de corrección de 
errores a la modelización macroeconómica. 
 
V. Modelos Macroeconómicos en RD (1987-96)
V.1 Pellerano et al: Un Proyecto Inconcluso
A fines de los años ochentas, un grupo de economistas 
dominicanos encabezados por Fernando Pellerano 
(FP) recibió respaldo financiero del Gobierno de 
Canadá para un proyecto de elaboración de un 
modelo macroeconómico aplicado a la República 
Dominicana. Pellerano (1990) relata esta experiencia 
explicando los obstáculos que se enfrentaron en la 
construcción y funcionamiento del modelo. 
En resumen, las labores se concentraron en tres 
grandes áreas: a) la recolección y procesamiento 
de las series históricas de la República Dominicana 
para la construcción de un banco de datos; b) 
la elaboración de un sistema de identidades 
contables que formarían parte del modelo; y c) la 
especificación del modelo conjuntamente con la 
estimación de los parámetros correspondientes. Las 
dos primeras áreas de trabajo fueron completadas, 
pero problemas con los datos y la perdida del 
financiamiento evitaron que se realizaran las 
estimaciones econométricas de los parámetros. 
Al igual que en Ravelo y Gómez (1984), el tiempo 
dedicado por los modeladores a la reconstrucción 
estadística y al diseño de una estructura contable 
evitó que el modelo fuera desarrollado como 
fue inicialmente concebido. Cabe resaltar que 
la estructura contable en el modelo descrito en 
Pellerano (1990) era aún más importante ya que el 
objetivo de los modeladores era montar sobre dicha 
estructura un marco flujo-acervo de contabilidad 
macroeconómica.1 Pellerano (1990) se construye 
fuera de la tradición clásica y aún de la misma 
síntesis keynesiana siguiendo la tradición de autores 
que ven el contexto institucional de estos modelos 
como esencialmente débil.2
El modelo es un ejercicio dinámico que toma como 
punto de partida ciertos niveles de acervo para 
variables claves en un periodo t0. En el periodo 
siguiente, una serie de flujos exógenos generan 
constante variaciones en ese acervo. Al cierre del 
siguiente año contable la economía alcanza nuevos 
niveles de acervo los cuales son consistentes con los 
resultados obtenidos en los diferentes sectores que 
incluye el modelo. 
1 El marco de consistencia flujo-acervo es una respuesta al análisis de 
contabilidad nacional tradicional que sigue los lineamientos de modelos tipo 
IS-LM. Este marco construye matrices basado en el principio de consistencia 
entre los acervos de las hojas de balance (activos y pasivos) y los flujos 
(ingresos y gastos) de diferentes sectores de la economía (Patterson y 
Stephenson, 1988). 
2 Taylor (2004) cita como trabajos alternativos a esta tradición a Stone (1966), 
Tobin (1980, 1982), Godley y Cribbs (1983) y Godley (1996, 1999). 
300
Banco Central de la República Dominicana
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
Durante el primer año de trabajo, el equipo de 
modeladores realiza ajustes de importancia a las 
cifras estadísticas de consumo, de inversión y del 
sector externo, entre otras. Una vez finalizados estos 
ajustes, se definen las identidades macroeconómicas 
y las ecuaciones de comportamiento que serán parte 
del modelo flujo-acervo. El modelo teórico incluye 
90 variables, 75 de las cuales son endógenas. De este 
último grupo, 27% de las variables se determinan a 
través de ecuaciones de comportamiento. 
Las ecuaciones de comportamiento del modelo 
descrito en Pellerano (1990) se basan en Godley 
(1989). Su diseño se realiza con la intención de 
alcanzar una solución y realizar simulaciones con 
el paquete econométrico Modler.3 Las ecuaciones 
de comportamiento abarcan al PIB nominal y real, 
los precios y las cantidades, la inversión privada 
y gubernamental, las cuentas del gobierno, las 
cuentas del sector externo, los inventarios y las 
ganancias de capital, el desempleo y el salario y el 
comportamiento externo agregado. Las identidades 
siguen la tradición Post-keynesiana.
La estimación de los parámetros de este modelo es 
una tarea pendiente que quizás nunca será retomada 
por los modeladores. La experiencia de trabajo, sin 
embargo, sirvió como base para el desarrollo de 
nuevos modelos en la tradición Post keynesiana de 
flujos y acervos, lo que constituye una alternativa 
válida a los modelos estructurales keynesianos que 
siguen el análisis convencional de determinación del 
ingreso basado en la contabilidad nacional. 
V.2 Ceara-Hatton: Modelando la Distribución 
del Ingreso, Parte II
Partiendo del supuesto de que el financiamiento 
interno de la inversión y el desarrollo es ilimitado, 
Miguel Ceara Hatton (MCH) construye un modelo 
donde se asume que la única brecha importante en 
la economía es la brecha externa. El factor clave 
que permite un financiamiento interno ilimitado 
de la inversión y el desarrollo es la distribución 
3 Modler es un paquete econométrico elaborado por en la tradición de Wharton 
para la Compañía Alphametrics. Pellerano (1990) es quizás el único proyecto 
de modelo en RD donde se ha sido utilizado. 
del ingreso. Este tema, recurrente en los trabajos 
de MCH, es tratado en el modelo actual a la luz 
de los trabajos de Kaldor (1973), Kalecki (1980) y 
Taylor (1989).De forma elegante, el autor construye 
un modelo de dos brechas tipo programación y lo 
vincula a la tradición Post-keynesiana incorporando 
la distribución del ingreso. 
MCH construye su modelo en un momento de 
transición en la economía dominicana. Luego de 
finalizada la tumultuosa década de los ochenta, se 
adoptó un programa de políticas en consonancia 
con el llamado Consenso de Washington. En este 
ambiente de políticas pro-mercado, Ceara (1992) 
llama la atención sobre problemas estructurales 
claves como la deuda externa y el desempleo. En el 
año 1990, la deuda pública externa superaba el 80% 
del Producto Interno Bruto (PIB). El desempleo, por 
otro lado, excedía 20% y presentaba una tendencia 
ascendente que se había mantenido por más de una 
década (gráficas 1 y 2).
Gráfica I
Deuda Pública Externa como Porcentaje del PIB
1990-2005
81%
62%
50%
37%
19%
36%
21%
34%
21%
19%21%22%24%
29%
33%
47%
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
5.0
10.0
15.0
20.0
25.0
30.0
1970 1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1990
Oeconomia
301
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
Con el objetivo de estudiar la vinculación entre 
deuda externa y empleo, MCH elabora un 
modelo de consistencia macroeconómica con 
cinco grandes bloques: Empleo, ahorro externo, 
financiamiento de la inversión, distribución del 
ingreso y financiamiento interno. El modelo se basa 
en Frenkel y Rozenwurcel (1990) con mínimas 
adaptaciones al caso dominicano, sobre todo en 
lo referente a la introducción del empleo en la 
construcción teórica.4 
El primer bloque se centra en la determinación 
del crecimiento como función del empleo. 
Se parte de la programación de una meta de 
desempleo que tiene implícito un crecimiento 
de la Población Económicamente Activa (PEA). 
Esta meta, conjuntamente con un supuesto de tasa 
de productividad, permite obtener el empleo y 
posteriormente el crecimiento. Una vez se tiene la 
tasa de crecimiento necesaria para alcanzar la meta 
de desempleo se calcula la inversión necesaria para 
ese crecimiento y se pasa al tema de cómo será 
financiada. 
El ahorro externo es clave para determinar el ahorro 
interno que finalmente financiará la inversión. 
Para calcular el ahorro externo se proyectan las 
trayectorias que seguirían las importaciones y 
las exportaciones durante el período de interés. 
Mientras la primera depende de la elasticidad 
ingreso de las importaciones, la segunda se estima 
como una función del crecimiento del PIB. Una 
vez se tiene el ahorro externo, se calcula el ahorro 
interno necesario para financiar la inversión por 
diferencia. Esta estimación se realiza en el tercer 
bloque del modelo. 
El ahorro interno, por su parte, es un componente 
clave del bloque de distribución del ingreso. Al 
igual que en Frenkel y Rozenwurcel (1990), el 
ahorro interno depende de la propensión marginal 
al consumir (PMC), la cual se reduce en la clase de 
4 Frenkel y Rozenwurcel (1990) analiza la crisis de la deuda y su impacto 
en cinco grandes economías latinoamericanas. El consenso entonces era que 
la solución de la crisis pasaba por la implementación de una estrategia de 
promoción de exportaciones. Estos autores demuestran que esa estrategia 
solamente sería viable con un gran ahorro interno lo que a su vez afectaría la 
distribución de ingreso en esas economías.
ingresos bajos para fomentar el ahorro de la clase de 
ingresos altos. Por esta razón, el ahorro interno lleva 
a un deterioro en la distribución del ingreso.
El quinto y último bloque de ecuaciones corresponde 
al financiamiento externo y se enfoca en el servicio 
de la deuda como proporción del acervo total de 
deuda y del crecimiento económico. Este servicio 
de deuda es un determinante clave de la brecha 
comercial externa. 
El problema del desempleo es el primero en ser 
abordado en las simulaciones del modelo. MCH se 
pregunta que tendría que ocurrir en la República 
Dominicana para reducir el desempleo de 20% en 
1990 a 15% en el año 2000. Igualmente se hace otras 
preguntas como que debería ocurrir para mantener 
esa tasa en 20% o reducirla a 10 por ciento. 
Según los resultados de las simulaciones, reducir la 
tasa de 20% en 1990 a 15% en 2000 implica, bajo 
ciertos supuestos, la creación de 944,000 empleos. 
Asumiendo una tasa de productividad laboral de 
1% promedio anual, una relación capital-producto 
de 0.14 y un coeficiente inversión-producto de 20%, 
la economía dominicana tendría que crecer 4.4% 
en promedio durante esa década y el coeficiente 
de inversión tendría que ascender a 31.5% para 
alcanzar este objetivo. 
El crecimiento promedio de la década fue de 
5% y el coeficiente de inversión alcanzó 33.6%. 
Esta combinación de resultados redujo la tasa 
de desempleo a 14.0%. En términos generales, 
el ejercicio de modelación de MCH mostró un 
alto poder predictivo y un correcto razonamiento 
por parte del modelador a la hora de adoptar 
los supuestos correspondientes a las variables 
exógenas. 
La simulación, sin embargo, no termina en este 
punto. El modelador la extiende al impacto de 
este esquema macroeconómico en la distribución 
del ingreso. Recuérdese que del establecimiento 
de una meta de crecimiento se pasa al cálculo del 
coeficiente de inversión necesario para alcanzar 
ese crecimiento. Una vez se tiene ese coeficiente 
302
Banco Central de la República Dominicana
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
de inversión, se pasa al tema del financiamiento y 
consecuentemente del ahorro externo e interno. 
Alcanzar la meta de desempleo de 15% requiere 
un crecimiento promedio de las importaciones en 
torno a 5.2% y una reducción del déficit de -3.5% 
del PIB a -2.3% del PIB durante la década. Esto 
llevaría a un ahorro interno equivalente a 29.2% 
del PIB. Una de las formas como esto se lograría, 
según el autor, es con una reducción del salario 
real de alrededor de 18 por ciento. Las tasas de 
ahorro interno nunca alcanzaron esos niveles. El 
financiamiento del crecimiento fue posible por la 
recuperación del crédito externo, el cual estuvo 
disponible en los años 1990. Más aún, el coeficiente 
deuda/PIB, contrario a lo que pensaba el modelador, 
se redujo de manera sensible a través de procesos 
de renegociación de deuda. 
V.3 Martí, González y Gutiérrez: Aplicaciones en 
torno al Modelo de Brechas 
Adolfo Martí Gutiérrez (AMG) ha trabajado en 
tres ocasiones en la realización de simulaciones 
con un modelo de programación que sigue los 
lineamientos de las construcciones basadas en 
brechas económicas. El primer trabajo, Martí y 
González (1995), contiene un modelo de tres brechas 
que se enfoca en la realización de simulaciones para 
maximizar la inversión y acelerar el crecimiento en 
el período 1986-1995. El segundo modelo, Martí 
y Gutiérrez (1996), actualiza el primer trabajo 
extendiendo el periodo de las simulaciones hasta 
1998. Una tercera versión que tiene como objetivo 
analizar las estrategias de políticas económicas 
implementadas en República Dominicana en el 
período 1947-1995, apareció en AMG (1997). 
A los fines de esta revisión se sigue el desarrollo 
presentado en Martí y Gutiérrez (1996) ya que 
este trabajo incorpora estimaciones econométricas 
a las relaciones de consistencia macroeconómica 
del modelo de brechas. Para entender la lógica 
de las ecuaciones desarrolladas en este modelo es 
preciso hacer algunas precisiones sobre los modelos 
de brechas cuyo origen se remonta a los trabajos 
seminales de Harrod (1939) y Domar (1946). 
El modelo Harrod-Domar, como se ha conocido en 
la literatura, se diseñó teniendo como referencia a 
las economías industrializadas. Por esta razón, los 
primeros modelos se concentraron en economías 
cerradas y asumieron como las brechas relevantes, 
la del ahorro y la de la demanda laboral (Bender y 
Lowenstein, 2005). 
En los años sesenta autores como Chennery y 
Bruno (1962), Mckinnon (1964) y Chennery y 
Strout (1966) elaboraronmodelos de dos brechas 
para economías abiertas tomando como referencia 
a las economías en desarrollo. El exceso de mano 
de obra en estas economías restó importancia a la 
brecha de demanda laboral por lo que el modelo 
para economías abiertas se concentró en las 
brechas de ahorro y de divisas (sector externo). 
Con algunas variantes, este modelo sigue presente 
hoy en la realización de la Programación Monetaria 
y Financiera de algunos países, tanto en bancos 
centrales como en organismos multilaterales. 
No obstante su vigencia en algunos bancos centrales 
y en organismos internacionales, el modelo de 
dos brechas ha enfrentado duras críticas a nivel 
académico. Esas críticas se han concentrado en 
tres supuestos básicos del modelo: a) existe una 
relación 1 a 1 entre los flujos externos de capitales 
y la inversión; b) la relación capital-producto es 
constante; y c) los factores de producción no son 
sustituibles. Empíricamente se ha comprobado que 
estos supuestos no son sostenibles en el mediano 
y largo plazo. 
El modelo de tres brechas de Martí y Gutiérrez es 
una extensión natural de los modelos de dos brechas 
para economías abiertas. Para estimar estas brechas, 
se parte del equilibrio macroeconómico keynesiano 
por el lado del gasto. Manipulando esta ecuación 
e incorporando otras variables como el ingreso 
disponible y los impuestos al modelo, se obtienen 
tres brechas económicas: la del ahorro privado (AP), 
la del ahorro fiscal (AC) y la del ahorro del sector 
externo (AE).
Oeconomia
303
Breves ensayos sobre Economía y Finanzas
AP = Y-T-Cp (1)
AC = Y-GCORR (2)
AE = X-M (3)
donde: 
Y = Ingreso Nacional; T = Impuestos; 
Gcorr = Gastos Corrientes; 
Cp = Consumo Privado
X = Exportaciones; 
M= Importaciones
El objetivo de los modeladores es establecer una tasa 
de inversión o un mecanismo de ahorro e inversión 
que permita financiar la meta de crecimiento de 
la Programación Financiera y Monetaria. Para el 
período 1995-1998 esa meta fue establecida en un 
crecimiento promedio en torno a 5.0 por ciento. 
El cálculo de la tasa de inversión necesaria para 
sostener ese crecimiento requiere de estimaciones 
econométricas de ecuaciones de consumo y 
de importación y consecuentemente, de las 
propensiones marginales de estas variables. 
Además de la meta de crecimiento y de las 
propensiones marginales al consumo y a la 
importación, se estiman algunas variables fiscales. 
Las dos primeras ecuaciones se estiman con 
mínimos cuadrados ordinarios (MCO) incorporando 
medias móviles que mejoran el ajuste. Las variables 
fiscales, por otro lado, se computan con un modelo 
ARIMA (1, 2, 0) lo que constituye una innovación 
en los modelos de Programación. 
El resultado de las estimaciones muestra tasas de 
inversión sostenibles con un crecimiento meta de 
5%. A posteriori, sin embargo, se puede observar 
que el crecimiento promedio de la economía en el 
período 1995-1998 fue de 6.9%, tasa que excede la 
meta del Programa. Este crecimiento por encima de 
la meta fue posible por un mayor flujo de capitales 
externos, lo que permitió que la inversión superara 
en promedio el 20% de la producción nacional 
durante esos años.
 
V.4 Reyes, Tejeda y el Modelo Insumo-Producto 
A mediados de la década del noventa, el Banco 
Central de la República Dominicana desarrolló 
matrices de oferta-utilización y de consumo 
intermedio de la economía, como parte del proyecto 
de implementación del nuevo manual de cuentas 
nacionales, SCN/93. Aprovechando la existencia 
de esta información, Reyes y Tejeda (1995) 
construyeron un modelo económico basado en la 
técnica de insumo-producto de Leontief con la 
finalidad de evaluar los impactos económicos y 
sociales de diferentes escenarios en la economía 
dominicana (Tejeda 1996). 
El trabajo de Reyes y Tejeda (RyT) constituye el 
primer esfuerzo de modelaje utilizando matrices de 
contabilidad social desde McCarthy (1984). Aunque 
en ambos trabajos se modela tomando como base 
una SAM, el enfoque de RyT difiere notablemente 
del adoptado por McCarthy, quién desarrolla su 
modelo dividiendo la economía dominicana en 4 
grandes sectores y toma como base una matriz de 
contabilidad social de 1980. RyT, por otro lado, 
dividen la economía en 6 sectores y 28 actividades 
y trabajan sobre una matriz que es una fotografía 
de la economía dominicana de 1991. El modelo 
utilizado como referencia por estos autores es el 
Sistema de Insumo-Producto de Leontief en su 
versión construida por el Instituto de Aplicaciones 
Económicas de la Universidad de Nueva York. 
Para entender a cabalidad el modelo desarrollado 
en Reyes y Tejeda (1995) se precisa comprender la 
coyuntura económica en que fue elaborado. A finales 
de 1996 se discutía en el Congreso Dominicano 
una reforma arancelaria comprehensiva que 
contemplaba una reducción gradual de tarifas en 
los próximos años. Con el objetivo de compensar 
esta desgravación arancelaria, se propuso una 
nueva reforma tributaria que serviría para ajustar 
las modificaciones impositivas de 1992. 
304
Banco Central de la República Dominicana
Departamento de Programación Monetaria e Investigación Económica
La discusión de estas políticas se realizó luego 
de que el país ingresara oficialmente al Acuerdo 
Generalizado de Preferencias y Tarifas (GATT) y 
de que se aprobara en la Cumbre de las Américas 
de 1994, celebrada en Miami, el inicio de las 
negociaciones para establecer en 2005 el Área de 
Libre Comercio para las Américas (ALCA). En 
este contexto macroeconómico, los modeladores 
se concentran en analizar el impacto de la potencial 
apertura en el valor agregado y en el empleo de la 
economía dominicana para el año del inicio del 
ALCA. 
El modelo desarrollado en Reyes y Tejeda (1996) 
es estático y al igual que los modelos de insumo-
producto con estas características asume tres 
supuestos claves: a) existe una relación constante 
entre producción e insumos; b) cada sector produce 
un solo bien homogéneo; y c) la producción de la 
industria está sujeta a rendimientos constantes a 
escala. Existe una vasta literatura que resalta las 
principales debilidades de estos modelos. En el 
caso de la versión estática la literatura hace énfasis, 
precisamente, en los supuestos. 
Klein (1953) en su interpretación del sistema 
de Leontief cuestiona si los coeficientes de este 
sistema son o no realmente parámetros estructurales 
de la economía. Más aún, afirma que en el caso 
de que estos coeficientes constituyan parámetros 
estructurales es dudoso que puedan interpretarse 
como parámetros tecnológicos. El sistema de 
Leontief también ha sido criticado sobre la base 
irrealista del supuesto de que las industrias producen 
un bien único y homogéneo.5 
Reyes y Tejeda (1995) parte de un nivel de gasto 
agregado dado, con el cual se procura calcular 
las necesidades de insumo de la economía y los 
resultados en términos de valor agregado y empleo. 
El modelo se concentra primeramente en un bloque 
de ecuaciones de producción y en un bloque de 
ecuaciones de empleo. En el caso del bloque de 
producción existe un sistema de ecuaciones que 
combina el consumo intermedio con la demanda 
5 Ver Klein (1953), pág. 131.
final para dar como resultado el total de la 
producción. Este sistema está representado por la 
ecuación 5.1:
donde:
n = número total de actividades; Xi = Producción del 
sector i; Xij = Producción del sector i con insumos 
del sector j; Yi = Demanda final
Integrando a la ecuación 5.1, el término de los 
coeficientes técnicos (aij =Xij/Xj), se obtiene la 
ecuación 5.2.
Llevando esta formula a notación matricial y 
despejando, se obtiene la ecuación 5.3, la cual se 
utiliza para calcular la demanda final. El nivel de 
producción que satisface la demanda final vendría 
dado por el cálculo de la inversa de la matriz (I-
A). 
El segundo bloque de ecuaciones, el sistema 
correspondiente al empleo, estaría determinado por 
una relación existente entre el empleo por sector (Li) 
y la producción

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