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TALLER DE LECTURA 2 4 1 bre todo (pero no todos ellos), y que ahora juega un papel im portante también entre nuestros intelectuales en este carnaval, al que se le embellece con el orgulloso nombre de «revolu ción»: un «romanticismo de lo intelectualmente interesante» que corre hacia el vacío y sin ningún sentido de la responsabili dad por las cosas. [...] La pasión no le convierte a uno en polí tico. si ella^como servicio a úna causa, no convierte a la respon sabilidad precisamente respecto a esa causa en la estrella que guíe la acciónde manera determinante. Y para ello necesitaef sentido de la distancia (Augenmass) —la cualidad psicológica, decisiva nara el político—; necesita esa capacidad de deiar que' la realidad actúe sobre sí mismo con serenidad y recogimiento, intenor, es decir, necesita de una distancia respecto a las cosas! y las personas. La «falta de distanciamiento» como tal es uno de los pecados mortales del políticoJPágs. 145-146?) — ¿Poseen los políticos actuales este tipo de cua lidades? ¿Ha cambiado la percepción social de la política como profesión y, sobre todo, como voca ción? ¿Está Weber constatando hechos o compro metiéndose en juicios morales? 5.2. El político no es un actor: carácter trágico y paradójico de la acción política Para Weber el político no debe dejarse embriagar por el poder, por la «adoración del poder como tal» (pág. 147), sino que debe ser consciente del «carácter trágico que en vuelve en realidad toda acción, y especialmente la acción política.» (Pág. 148.) Y el demagogo, tanto más por cuanto está obligado a tomar en cuentá~«log~etectos» que ei proaucerse halla érfcontinuo peü-1 gro de convertirse en un actor v de tomar a la ligera su respon sabilidad por las consecuencias de sus acciones, preocupándose sutemente por la «impresión» que produce.. (Pág. t4/.j t—J Además, el resultado final de la acción política esta con fre cuencia, no, está por regla general, en una relación a so l a mente inadecuada con su sentido imaginario, y con recue lo está en una relación paradójica. (Pág. 148.) 2 4 2 TALLER DE LECTURA — ¿Puedes poner algún ejemplo de las paradojas que, según Weber, son consustanciales a toda ac ción política? ¿En qué consiste el carácter trágico de la acción política? 6. E t ic a y p o l ít ic a : é t ic a d e l a s c o n v ic c io n e s Y ÉTICA DE LA RESPONSABILIDAD Es en estas últimas páginas dedicadas a las complejas y a menudo contradictorias relaciones entre la actitud ética y la actitud política —o la acción ética y la acción política— donde Weber alcanza su mayor lucidez a la par que sus acentos más venenosos contra el fanatismo de los ideales éticos. La ética tiene quever, como la polí tica, con modos 5e"vida. Parece obvio, por ello mismo, que se mueven en esteras distintas v que no se pueden confundir los valores éticos con los políticos. Por otro laclo, la etica remite a la conducta individual, mientras que la política se orienta a la gestión de los asuntos pú blicos. Lo que vale en ciertas éticas de origen religioso que apuestan nor noner la otra mejilla ante la íniusticia es inadmisible en el plano político, por cuanto una actitud semejante implicaría complicidad con esa misma injusti cia. La política ha pactado con el Estado y su medios, s la vlóle'ncia tísica. En esto consiste el carácter trágico de la acción política,~algo que parecen olvidar —imbuidos poFün idealismo que pretende instaurar la justicia abso luta en la tierra— bolcheviques, éSparlaqiUsTAS v Ttemáfi* revolucionarios. DTque interesa a Weber es mostrar cómo la acción po lítica debe fundamentarse en una ética de la responsabili dad más que en una ética de las convicciones. Ya hemos visto el significado de responsabilidad política en tanto que cualidad del político vocacional. Weber insiste en que todo político firma una alianza con el diablo y ha de asumir haSta éf fondo el resultan» pe sus decisiones res ponsabilizándose de ellas. En esto consiste el destino tra-