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Bachillerato de Artes Escénicas, Música y Danza. I.E.S. López-Neyra. 
Lenguaje y práctica musical. 
 
1 Tema 1. Música. Sonido y cualidades. Notación musical. 
 
TEMA 1. DEFINICIÓN DE MÚSICA. SONIDO 
Y CUALIDADES. NOTACIÓN MUSICAL. 
 
Definición de música. 
Podemos definir la música como el arte de combinar los sonidos y el silencio en el tiempo. Como toda 
disciplina artística, la música es un lenguaje que intenta transmitir todo tipo de sensaciones, 
emociones y sentimientos. Para ello no sólo se basa en la creatividad e inspiración del compositor, 
sino en toda una serie de fenómenos físicos que la relacionan también con el mundo de las ciencias. 
 A lo largo de la historia han existido otras concepciones y acercamientos a la música. Merece 
destacarse, entre todas ellas, la idea que de la música se tenía en la Grecia Clásica y en la Edad 
Media. La música se dividía en mundana y rea. La primera se concebía como algo sublime, la música 
de las esferas hacía referencia al orden supremo que se encuentra en la esencia de la música y que 
puede descubrirse gracias la teoría musical. 
 
Sonido y cualidades. 
El apartado del sonido y sus cualidades está estrechamente relacionado con las ciencias y, más 
concretamente, con la física. Por sonido entendemos la sensación que se produce en nuestro oído por 
la vibración de un cuerpo. Siendo algo subjetivo, pues esa sensación dependerá de cada individuo, se 
establecen una serie de principios básicos. Así, no todas las ondas sonoras pueden ser percibidas por 
el ser humano. El umbral de la percepción sonora está, aproximadamente, entre 30 Hz para el sonido 
más grave y 3000 Hz para el más agudo. Sin embargo, pueden registrarse ultrasonidos que son 
percibidos por determinados animales. 
Los sonidos, en combinación con el silencio, forman la materia prima de la música. En líneas generales 
encontramos dos grandes tipos de sonidos: sonidos musicales y sonidos no musicales. Los sonidos 
musicales son todos aquellos producidos de forma deliberada para crear algún tipo de música, bien 
por voces humanas o por instrumentos musicales. Los sonidos no musicales son aquellos que, si bien 
pueden utilizarse en determinadas músicas de vanguardia, no están pensados en un principio para 
producir música. Dentro de este amplio grupo de sonidos está el ruido, es decir, aquellos sonidos que, 
de manera subjetiva, son especialmente molestos para el oyente. 
 
 
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Los sonidos tienen cuatro cualidades básicas. Esto quiere decir que se definen y diferencian unos de 
otros por cuatro características. Estas son: altura, duración, intensidad y timbre. Mediante la altura 
diferenciamos sonidos graves y agudos. Se mide en vibraciones por segundo, siendo la unidad de 
medida el herzio. La duración se refiere a la prolongación del sonido en el tiempo, teniendo sonidos 
largos o breves. Mediante la combinación de alturas y duraciones creamos melodías. Los sonidos, 
además, pueden sonar fuerte o débil, siendo esta cualidad la intensidad. Los decibelios miden la 
intensidad de los sonidos. Por último, el timbre permite diferencias la fuente sonora, la voz o 
instrumento que emite el sonido. Es una cualidad muy importante, pues aporta colorido a la música 
con la distinta sonoridad de voces e instrumentos. 
 
Notación musical. 
Antes de abordar el capítulo de la notación musical, con los signos y símbolos actuales, conviene 
realizar tres aclaraciones. La primera que la escritura musical, siendo determinante en el desarrollo 
de la música occidental, apareció en la historia relativamente tarde y siempre con limitaciones en 
aspectos interpretativos. En segundo lugar, la tradición oral ha supuesto y sigue suponiendo en 
muchos casos la manera de conservar y transmitir la música. En tercer lugar, la notación musical 
actual es una creación de la música occidental y el producto de muchos siglos de cambios y 
adaptaciones, siendo la notación o escritura musical un elemento vivo que sigue adaptándose a los 
tiempos y, sobre todo, a las nuevas músicas. De esta manera, determinadas músicas de vanguardia de 
la segunda mitad del siglo XX y la música por ordenador utilizan en ocasiones una notación musical 
distinta a la que será desarrollada a lo largo de este tema. 
 
Trataremos la notación musical a partir de la representación gráfica de las cualidades del sonido. 
 
Representación de la altura. 
La altura de los sonidos musicales se representa mediante las notas musicales en el pentagrama. Las 
notas constan de cabeza y plica. Las notas se colocan en el pentagrama en función de su altura. De la 
misma manera que utilizamos un metro para medir las dimensiones de una habitación, utilizamos una 
escala, en este caso de cinco puntos, para colocar las notas según su altura. Como la música se 
desarrolla a través del tiempo, esos cinco `puntos se prolongan en cinco líneas paralelas y 
equidistantes, el pentagrama. Cuando los sonidos no encuentran su sitio dentro de esas cinco líneas y 
cuarto espacios porque son demasiado agudos o graves, podemos utilizar líneas adicionales, por 
encima o por debajo del pentagrama, que de alguna manera prolongan las líneas y espacios. 
 
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Las claves son signos musicales que se escriben al principio del pentagrama y sirven para dar nombre 
a las notas musicales. Existen tres tipos de claves; clave de sol, de fa y de do. La primera se utiliza 
para instrumentos o voces agudas y suele ser la más utilizada en la escritura musical. En esta clave 
la nota situada en la segunda línea es el sol. La emplean instrumentos agudos como el violín, las 
flautas o el oboe. La clave de fa sobre la cuarta línea se utiliza para los instrumentos o voces graves, 
evitando de esta manera un uso excesivo de líneas adicionales en la clave de sol. La utilizan los 
violonchelos, contrabajos, trombones, tubas o fagotes. La clave de do, tanto sobre la tercera línea del 
pentagrama como sobre la cuarta, se emplea para instrumentos intermedios, como en el caso de las 
violas. En algunas ocasiones se coloca el número 8 encima o debajo de la clave, indicando que los 
sonidos sonarán una octava más alta o más baja, según los casos. 
Otros signos empleados para referirse a la altura de los sonidos son los sostenidos, bemoles y 
becuadros. Los sostenidos alteran la altura de la nota a la que acompañan, elevándola medio tono. Los 
bemoles bajan medio tono, mientras que los becuadros anulan el efecto de los dos anteriores. 
También existen los dobles sostenidos (bajan un tono) y los dobles bemoles (suben un tono). 
La notación convencional no es capaz de plasmar distancias menores de medio tono. Por tante, resulta 
muy difícil e incluso imposible escribir partituras de estilos musicales que utilizan distancias 
microtonales, como ocurre con los ricos melismas del flamenco. 
 
Representación de la duración. 
La duración de los sonidos se representa mediante las denominadas figuras rítmicas. Estas son la 
redonda, blanca, negra, corchea, semicorchea, fusa y semifusa. En la escritura se diferencian por la 
cabeza de la nota y por la plica. Mucho menos utilizadas son la cuadrada y la garrapatea. Todas las 
figuras rítmicas guardan una relación matemática, proporcional, entre sí. De esta manera se dice que 
una redonda equivale a dos blancas, una blanca a dos negras, unan negra a dos corchas y así 
sucesivamente. Lo mismo ocurre con los silencios de redonda, blanca, negra… Las figuras rítmicas 
se pueden combinar de múltiples maneras, de dos en dos, de cuatro en cuatro, de tres en tres 
formando tresillos, mezclando figuras largas y breves, formando síncopas, notas a contratiempo… En 
ocasionesse emplean los puntillos a la derecha de la cabeza de la nota, alargando la mitad de su 
duración. También se emplean los dobles puntillos. 
La escritura musical para instrumentos de percusión de sonido indeterminado se suela escribir sobre 
una única línea, al no contar con distintas alturas. 
La duración de los sonidos puede modificarse por exigencias de la propia música. Esto ocurre con los 
calderones, colocados normalmente al final de una cadencia. Con el calderón el pulso del compás, y 
por tanto la música, se detienen unos instantes, en función de los gustos del intérprete o del directo 
r musical. En otras ocasiones la expresión italiana ritardando indica una ralentización progresiva del 
pulso de la música. Con la expresión a tempo indicamos una vuelta al pulso inicial del compás. 
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Las ligaduras de duración, colocados entre dos notas de la misma altura separadas por la barra del 
compás, sirven para unir las dos duraciones en una sola. Junto a estas ligaduras tenemos las 
ligaduras de expresión. Colocadas sobre varias notas de distinta altura, indican que esas notas se 
interpretarán ligadas, es decir, dentro del mismo arco en los instrumentos de cuerda frotada o con el 
mismo aire en el canto o los instrumentos de viento. El efecto que se consigue es el de unas notas 
perfectamente unidas entre sí. Por el contrario, el stacato supone cortar o picar las notas. En la 
notación musical se escribe colocando un puntito encima de la cabeza de la nota. 
 
Representación de la intensidad. 
La mayor o menor fuerza con que interpretamos un determinado pasaje musical se escribe con los 
denominados indicadores de dinámica. Pueden indicar una intensidad contante (piano, forte, mezzo 
forte…) o variable (crescendo, decrecendo). 
 
Representación del timbre. 
En este caso basta con indicar el nombre del instrumento o la voz al principio de la partitura, junto al 
pentagrama correspondiente con cada voz. Normalmente las voces o instrumentos agudos se escriben 
en los pentagramas superiores, mientras que las graves en los inferiores. En las partituras para 
orquesta se escribe primero para viento madera, después viento metal, percusión y cuerda. 
 
Signos musicales empleados a lo largo de este tema: