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deportes extremos-119

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UNIVERSIDAD DE CUENCA 
 
Autor: Segundo José Sarango Guayllas. 119 
 
La formación socioeconómica capitalista en surgimiento –justamente por no poder 
contener el significado original del ocio, al revalorizar la productividad y el trabajo 
como aspectos que dignifican al hombre, impone al ocio su condena en la ociosidad. 
Surge entonces el tiempo libre, concepto que se desarrolló a la par que el trabajo 
industrial y que en atención a su significado primigenio, refiere al tiempo disponible 
por el hombre luego de las labores que le procuran el sustento. La evolución 
cuantitativa del tiempo libre a partir de las diversas reivindicaciones obreras, es la 
génesis de un tiempo de relativa autonomía, que se impregna de nuevas actividades 
que vinculan en forma de juego, las destrezas del trabajo e incentivan el consumo; a 
su vez hablar de recreación deja de lado las discusiones en cuanto a la <libertad> en 
el tiempo libre. Es así como la recreación adquiere progresivamente valor social al 
dar cuenta de prácticas novedosas de la mano de las grandes urbes y los 
desarrollos tecnológicos que facilitan el disfrute colectivo y la socialidad. 
 
5.1.4. Los Deportes Extremos y sus características sociales. 
 
El individuo de hoy, en su búsqueda del equilibrio personal, trata de contrarrestar 
alguno de los efectos negativos que, para él, tiene ese trabajo como puedan ser la 
rutina, la monotonía, el estrés... y para hacerlo, recurre a las actividades de ocio en 
su función liberadora, entre otras. Esto, que hoy día comienza a ser ya una realidad, 
propicia que, cada vez más, la población desee disfrutar de su tiempo libre y que 
actividades ociosas que antaño las disfrutaban solamente determinadas clases 
sociales, por lo costoso de las mismas y por la necesidad de disponer de tiempo 
libre, hoy, gracias a ese aumento del tiempo libre disponible y de la calidad de vida, 
se están incrementando notablemente26. 
 
El deseo de huir y romper con lo cotidiano (las actividades deportivas como válvula 
de escape), el deseo de contactar con la naturaleza, de respirar aire puro y 
reencontrarse con uno mismo; o por el contrario, la búsqueda de sensaciones 
fuertes, el probar los límites personales, recorrer espacios extraños e insólitos o ser 
 
26
Dumazedier, J. (1998). Hacia una civilización del ocio. Barcelona: Editorial Estela VI Edición.

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