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Hispanoamérica y su hondo sentir: la poesía Prof. Daniel Abrão Descripción Las poéticas hispanoamericanas de Jorge Isaacs, José Martí, Delmira Agustini y Alejandra Pizarnik. Propósito El estudio de las poéticas de Jorge Isaacs, José Martí, Delmira Agustini y Alejandra Pizarnik contribuye a la comprensión de la poesía realizada en Hispanoamérica a partir del romanticismo. Preparación Antes de iniciar este estudio, ten a disposición el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española (RAE), para entender algunos posibles términos más complicados. Objetivos Módulo 1 El romanticismo de Jorge Isaacs Reconocer el contexto y los principales aspectos de la poética de Jorge Isaacs. Módulo 2 El modernismo de José Martí Analizar la poética modernista de José Martí. Módulo 3 El vanguardismo de Delmira Agustini Identificar las características modernistas en la poética de Delmira Agustini. Módulo 4 La nueva expresión de Alejandra Pizarnik Describir los aspectos elementales de la poética de Alejandra Pizarnik. Introducción En este contenido, vamos a conocer cuatro poéticas muy significativas que se desarrollan, a partir del romanticismo, en diferentes momentos y contextos, pero que tienen en común el hecho de fundar una identidad hispanoamericana a partir de una particular historia de las letras. Vamos a empezar con el colombiano Jorge Isaacs, que buscó en su producción literaria romántica y nacionalista una autonomía frente a las influencias europeas. A continuación, vamos a analizar la poética de Delmira Agustini, que se destacó en Uruguay por construir una obra temprana, autónoma e intuitiva. Su poesía posee un erotismo original y transgresor, que sorprendió a los más destacados escritores de su época, tanto en el contexto uruguayo como en el mundial. Finalmente, vamos a explorar la obra de Alejandra Pizarnik, que se diferenció de su generación argentina por la creación de un yo poético tensionado entre lo real y la creación dada por el lenguaje, con rasgos surrealistas, pero también con elementos de cierto misticismo filosófico. 1 - El romanticismo de Jorge Isaacs Al �nal de este módulo podrás reconocer el contexto y los principales aspectos de la poética de Jorge Isaacs. Vida y obra de Isaacs Jorge Isaacs (1837-1895) es el principal nombre del romanticismo colombiano. Su trayectoria combina muy bien con el espíritu romántico del siglo XIX en el contexto latinoamericano, caracterizado por: El anhelo de libertad La profundidad en las descripciones El nacionalismo Isaacs escribió dos obras. Son ellas: Isaacs no solo fue un poeta, sino un hombre público, que ocupó cargos y funciones de gobierno durante el período de consolidación de la República en Colombia. En varias ocasiones, fue combatiente en conflictos armados de su país. También fue funcionario del gobierno para supervisar la construcción de carreteras, diputado, cónsul en Chile, periodista y militar. Al final de su vida, se retiró de la política y empezó a vivir en Ibaqué hasta el año de su muerte. La búsqueda de una identidad latinoamericana en diferencia con la europea Poesías (1864) Publicada en Bogotá por un grupo de poetas llamado Mosaico, quienes habían reconocido en la obra poética de Isaacs un gran talento. María (1867) Representa un hito para el romanticismo en la novela escrita en lengua española. En su poesía, la temática predominante es el amor y las bellezas del Valle de Cauca. Además de la obra Poesías, produjo un extenso poema llamado Saulo, que quedaría inconcluso, a pesar de haber sido publicado en 1881. Contexto del romanticismo En el siglo XVII, en Europa, una serie de hechos fueron importantes para cambiar los aspectos políticos de las naciones. Vamos a entender algunos de dichos hechos: Ascenso de la burguesía Con el ascenso de la burguesía – clase formada por ricos comerciantes –, la nobleza fue perdiendo poder paulatinamente, teniendo como hito de esta transición la Revolución Francesa, ocurrida en 1889. Iluminismo Junto a la burguesía, la Ilustración reivindicó el predominio de la razón y el conocimiento secular en detrimento de los valores de la nobleza, que tenía como referencia los valores religiosos inherentes al poder de la realeza. El iluminismo defendió la libertad y la autonomía de los pueblos, lo que desencadenó una serie de independencias nacionales. Industrialización La creciente industrialización también ha cambiado la cultura, no solo la economía. Más porciones de la población comenzaron a vivir en la ciudad, adquiriendo una cultura alfabetizada y educada. El romanticismo, a raíz de estas transformaciones, pasó a valorar las identidades y los valores nacionales dentro del contexto de cada país, o sea: En la literatura de las Américas, los aspectos únicos de la localidad fueron elementos que contribuyeron a la diferenciación entre la literatura americana y la europea. Ejemplo Los colores locales Los tipos locales La historia particular El idioma local Los pueblos originarios El movimiento indianista brasileño ocurrió dentro del romanticismo. Asimismo, en la poesía de Isaacs, los elementos geográficos y humanos de la localidad ayudaron a formar una poética diferenciada y singular, dando aires colombianos a los contornos estéticos que lo influenciaron. Autores románticos como Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), François-René de Chateaubriand (1768-1848) y Percy Bysshe Shelley (1792-1822) fueron leídos creativamente por Isaacs, lo que generó una escritura autoral que abordaba el mundo circundante, representando el paisaje local, personajes típicos de la región, el paisaje natural del Valle del Cauca, además de tonos nacionalistas, patrióticos y costumbristas. Jean-Jacques Rousseau. François-René de Chateaubriand. Percy Bysshe Shelley. El romanticismo colombiano tuvo lugar en el siglo XIX y estuvo influenciado por las ideas liberales francesas. Fue una respuesta, desde un punto de vista estético, a las tradiciones literarias de la época, que, bajo la influencia de los valores clásicos, se fueron universalizando y generalizando. Con el romanticismo, hubo una apreciación de la historia de los individuos en sus contextos particulares. Sin embargo, aun considerando la cuestión estética, el romanticismo también sirvió para dar rienda suelta a todo tipo de imaginaciones, que, en cierto modo, contribuyeron al sentimiento de evasión de la realidad social. Como sabemos, no existe un solo romanticismo, sino varios. Algunas dimensiones del romanticismo son muy sociales y politizadas. Otras ya indican la representación de mundos emocionales esquivos. Temáticas románticas pasaron a formar parte de la poética de los autores de la época. Entre estas temáticas, podemos mencionar: El nacionalismo El paisaje La dimensión re�exiva y emocional de la vida y la muerte El sentimentalismo La poesía de Isaacs En la poesía de Isaacs, abundan las imágenes de la naturaleza, que aparecen como sueños y evocaciones nostálgicas. De hecho, el elemento naturaleza aparece como un articulador en la construcción del yo lírico, pues, en los poemas, leemos la historia de un ser en su relación con la naturaleza circundante, refiriéndose, principalmente, al Valle del Cauca, así como al río Moro. La nostalgia El culto al genio y la individualidad La búsqueda de la libertad y la emancipación La fantasía Lo folclórico y lo popular También hay temáticas evidentemente referidas al amor, como en los poemas El primer beso y Amores de soledad, ambos de 1864. Además de eso, hay una recurrencia de temáticas románticas, como la muerte, en La tumba del soldado (1874), que trae elementos autobiográficos. El autor también hace alusión a su presencia en el parlamento, enfatizada en el poema humorístico Poesía parlamentaria (1878). Trayendo la vena crítica y meta poética presente en el romanticismo, también hay poemas que evocan reflexionessobre el hacer poético, como El primer soneto (1881). En cuanto al aspecto formal, Isaacs utilizó una gran variedad de géneros, como la oda, la elegía, el soneto, entre otras formas fijas. En el poema Saulo (1881), inspirado en la famosa historia de amor de Abelardo y Luiza, hay un tono enigmático que contiene elementos muy cercanos al modernismo. Coqueteando también con la autobiografía, hay temáticas que aluden al derrumbe económico familiar y al origen judío de Isaacs. Esta última temática está presente en el poema La tierra de Córdoba (1892), que contiene una fusión de la cultura americana y la judía. Para entender más las temáticas de la poesía de Isaacs, vamos a analizar algunos de sus poemas. Análisis de poemas románticos El Cauca Para empezar, leamos el siguiente poema de Isaacs, de 1860: El Cauca Rueda impasible, turbio, perezoso el Cauca solitario, en su corriente columpiando al pasar lánguidamente el triste sauce y el guadual umbroso; hiende su lomo terso y anchuroso la frágil balsa de industriosa gente, o el hijo de sus bosques del Oriente, rey sibarita del desierto hermoso. Es imagen de un pueblo que su nombre lleva orgulloso, de su gloria ufano, que por el ocio el bienestar desdeña. Tal la historia será siempre del hombre, desconocer el bien: ¡pobre el caucano, sobre lecho de flores duerme y sueña! (TERESA CRISTINA, M. [ed.]. Obras completas: Jorge Isaacs. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2006. Poesía, v. II, t. I, p. 26) Aquí, la variedad de formas poéticas utilizadas conmueve al soneto: una forma clásica del poema adaptada al contexto romántico. La forma clásica del soneto es anterior al romanticismo. En el contexto clásico, hay un desfase entre las emociones individuales y las figuraciones de la lírica, es decir, los poemas son confesionales y se vuelven a describir emociones de una universalidad humana. Es un soneto decasílabo, centrado en la regularidad rítmica. En el poema, está presente el paisaje local tan adorado por Isaacs. La descripción es de belleza y orgullo, así como de la grandeza de la naturaleza, que parece fundirse con los sentimientos descritos. En el soneto del autor, en el contexto romántico, notamos una aproximación de la lírica construida en el poema y los sentimientos del poeta como individuo que experimenta y describe relaciones con el mundo. Río Moro Veamos un fragmento de más un poema de Isaacs, de 1864: Río Moro Tu incesante rumor vine escuchando desde la cumbre de lejana sierra; los ecos de los montes repetían tu trueno en sus recónditas cavernas. Juzgué por ellos tu raudal, fíngeme tras vaporoso velo tu belleza, y ya sobre tu espuma suspendido, gozo en ahogar mi voz en tu bramido. [...] (TERESA CRISTINA, M. [ed.]. Obras completas: Jorge Isaacs. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2006. Poesía, v. II, t. I, p. 91) Este es un poema dodecasílabo. Nuevamente, observamos el canto a la naturaleza y al paisaje local. Como en el movimiento romántico, hay un desarrollo particular de las obras en cada país, una predilección por retratar los colores locales y los paisajes propios de cada región. La patria suele ser elogiada y alimenta un ambiente de descripciones, haciendo que la subjetividad inscrita en el yo lírico se funde con el ambiente. Es una fusión entre el hombre y la naturaleza, en una dimensión que une lo interno y lo externo dentro del poema, dando al lector la impresión de que el ser descrito se amalgama con la naturaleza. Este recurso romántico fructificaría en elementos como el nacionalismo, el culto a la identidad local y el folclore. No es casualidad que Isaacs sea considerado uno de los precursores del criollismo. La tumba del soldado Ahora, leamos otro poema: Criollismo Movimiento literario que nació en América Latina en oposición o evolución de las influencias europeizantes, que cantaba el paisaje y el ser humano latinoamericano de un modo particular y en un contexto innovador. La tumba del soldado El vencedor ejército la cumbre salvó de la montaña, y en el ya solitario campamento que de lívida luz la tarde baña, del negro terranova, compañero jovial del regimiento, resuenan los aullidos por los ecos del valle repetidos. Llora sobre la tumba del soldado, y bajo aquella cruz de tosco leño lame el césped aún ensangrentado y aguarda el fin de tan profundo sueño. Meses después, los buitres de la sierra rondaban todavía el valle, campo de batalla un día; las cruces de las tumbas ya por tierra... Ni un recuerdo, ni un nombre... ¡Oh!, no: sobre la tumba del soldado, del negro terranova cesaron los aullidos, mas del noble animal allí han quedado los huesos sobre el césped esparcidos. (TERESA CRISTINA, M. [ed.]. Obras completas: Jorge Isaacs. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2006. Poesía, v. II, t. II, p. 27) Con rasgos autobiográficos, el poema penetra en la atmósfera habitual del romanticismo: hay descripciones heroicas del personaje militar, que exalta su valentía interrumpida por la muerte. El tono de homenaje también muestra imágenes oscuras, llenas de palabras que aluden al tono lúgubre, como “tumba”, “sueño”, “buitres”, “ensangrentado”, “negro terranova”, “huesos” y “césped”. El campo de sentido que se va formando está ricamente construido por una cadencia que intercala versos decasílabos (con 10 sílabas poéticas) y heptasílabos (con siete sílabas poéticas), siempre en ritmo con rimas irregulares. Atenção! Las rimas no son precisamente regulares. Eso es una característica del romanticismo: escuela que aboga por la libertad formal, la singularidad y, sobre todo, la ruptura con los valores de una estética clásica, más rígida en relación con la regularidad formal. Saulo Como este poema es muy extenso, vamos a leer sólo el inicio: Saulo Canto primero Siempre te he profesado, a la faz del mundo entero, un amor sin límites. [...] Bien sabe Dios que bastaba una palabra tuya para que yo no vacilara en precederte o seguirte, aunque hubiera sido a los abismos infernales. Heloísa. I - Me la figuro en ti; ¡ya la comprendo! Arcángel y mujer, casta y ardiente... Safo en el alma, Débora en la mente, con el amor humano enamorada, ciega de amor y trémula sintiendo 5 ósculos de los ángeles que tocan sus sienes y la veste inmaculada. Eres tú como fue; ¡ya la imagino! Son tus risueños labios, que provocan mi sed de ti, los dulces labios suyos; 10 en la luz y tinieblas de sus ojos hubo auroras y noches de los tuyos, tristes y esquivos en eternos días... Abrasadores en las noches mías. [...] (TERESA CRISTINA, M. [ed.]. Obras completas: Jorge Isaacs. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2006. Poesía, v. II, t. II, p. 63) Aquí, hay la representación del idealismo en relación con la figura femenina, que se canta con exuberancia y cierto aire de ardor apasionado, profundidad de emociones y entrega absoluta. Se compara la figura femenina con el arcángel divino, y el poeta atribuye como valor su castidad. Sin embargo, de manera muy romántica, la castidad se mezcla con el deseo (“casta y ardiente”). En este sentido, el cuerpo aparece como señuelo de las emociones (“labios”, “ojos”). En la forma, el uso de los dodecasílabos (versos con 12 sílabas poéticas) mantiene una regularidad que evidencia el intenso trabajo del autor en la elaboración de los versos. Con rasgos autobiográficos, el poema tematiza escenas de un ingenio chamuscado por el amor futuro. La poesía de Jorge Isaacs Vamos a conocer más sobre la poética de Jorge Isaacs. Falta poco para lograr tus objetivos ¿Vamos a practicar algunos conceptos? Questão 1 Las características del movimiento literario romántico en Colombia son: A influencia de las formas de arte clásicas y universales B valorar las raíces culturales locales C referencias a la cultura grecorromana clásica D representaciones fieles a la realidadsocial Parabéns! A alternativa B está correta. El sello del romanticismo en Colombia y las Américas es la apreciación de los colores locales y la identidad nacional, con especial atención a las raíces nativas de la región antes de la colonización española. Questão 2 Con respecto a la poesía de Jorge Isaacs, señala la alternativa correcta: Parabéns! A alternativa C está correta. Como el romanticismo de Jorge Isaacs apuesta por la representación de las identidades nacionales y por el color local, la E defensa de la integración entre las artes A Predominan las imágenes de la ciudad y de la creciente industrialización colombiana B Como todo romántico, el poeta evita los rasgos autobiográficos C La naturaleza es un elemento articulador en la construcción del sujeto poético D Las representaciones de la muerte son tratadas con realismo E El poeta rompió con las formas poéticas fijas naturaleza y la región, el paisaje específico de cada localidad se convierte en un elemento que articula las manifestaciones del yo lírico. 2 - El modernismo de José Martí Al �nal de este módulo podrás analizar la poética modernista de José Martí. Minibiografía de Martí Estudiar a José Martí (1853-1895) no es privilegio de amantes y alumnos de literatura. El autor desarrolló diversas actividades en la política, la filosofía, la economía y el periodismo. Fue uno de los principales pensadores de las Américas de todos los tiempos. En Cuba, su tierra natal, fue conocido como el apóstol, seguramente porque sus palabras resonaron como faros para una generación de pensadores y literatos que querían avanzar en la independencia política y cultural de su arte y de su país. Fue un revolucionario ejemplar en todos los sentidos. Su pensamiento, inscrito en innumerables ensayos y diversos textos literarios, como en poemas, reivindica constantemente el significado de la independencia de las Américas. Fue asesinado por las tropas españolas en 1895, en Cuba, en la localidad de Dos Ríos. Monumento a José Martí en la ciudad de Cienfuegos, Cuba. Martí fue el gran mentor y mártir de la independencia cubana, encendiendo sus palabras con un espíritu libertario, revolucionario y cívico. Influyó no solo en su generación, sino en varias generaciones hasta el día de hoy, especialmente en el contexto latinoamericano. El autor alimentó incesantemente el sentimiento separatista hacia España, influido por su maestro y profesor de la escuela secundaria habanera: Rafael María Mendive (1821-1886). También fue un antiimperialista, luchando por la liberación del yugo de Estados Unidos – país que, en la segunda mitad del siglo XX, comenzó a reorganizarse para el control político y económico de varias naciones. Martí inició su actividad como escritor en diarios, siempre con un tono político separatista, en publicaciones periódicas como El diablo cojuelo, La patria libre y El siboney, todas de 1869. Por estas actividades, consideradas por el gobierno español revolucionarias, fue condenado y encarcelado en La Habana, habiendo sido posteriormente trasladado a España. En el país, pronto publicó El presidio político en Cuba (1871): texto que contiene el espíritu revolucionario que acompañó toda su carrera. El autor también publicó las siguientes obras: Versos libres (1878-1882) Política y literatura La obra de Martí está profundamente marcada por la relación entre política y literatura. Es en este sentido que debemos entender su modernismo. Para Martí, la política y la literatura tenían que ser entendidas como un ejercicio de superación de las condiciones dadas, apuntando siempre a otra modernidad que debía inaugurarse en las Américas, a diferencia de la modernidad europea. Así, el autor propugnaba que los grupos subalternos de la sociedad fueran protagonistas de nuevas realidades, ya sean sociales o literarias. Su postura como escritor y poeta fue la misma que la de un hombre público: la búsqueda de una identidad latinoamericana. Martí vivió en un período en que varias naciones buscaban su independencia desde el punto de vista político. En el mismo sentido, los aires del modernismo también irradiaron revoluciones estéticas desde Europa, pero, como en Brasil, el modernismo fue adaptado por una lectura local, mezclándose con los valores y la cultura nacional. En el pensamiento martiano, influido por las ideas de Simón Bolívar (1783-1830), la colonización europea interrumpió el desarrollo de los pueblos ya existentes en Latinoamérica, lo que sería una negación de la identidad americana. Por eso, Martí criticó ideas y filosofías importadas, Ismaelillo (1882) Versos sencillos (1891) La edad de oro (1889) como el liberalismo y el positivismo. Pasó a elaborar lo que consideró la base de América Latina, ya que fue explotada en sus recursos naturales para el enriquecimiento de otras naciones. Asumió una posición de confrontación con la modernidad, pues estaba constituida por un creciente capitalismo monopolista que relegaba muchas naciones a la dependencia económica y cultural. En los últimos años de su vida, vivió en Nueva York, experimentando avances tecnológicos, industriales, educativos y una democracia política. Martí consideraba, ambiguamente, que esta libertad que trae el habitar urbano, aunque complementaria, debe incorporarse a la construcción de una América libre. Aun así, continuaron las críticas al espíritu mercantilista, consumista y materialista de los norteamericanos. Esta crítica fue importante para su obra y para sus lectores, ya que Estados Unidos, en este período, se convirtió en un referente para los estudiosos y literatos latinoamericanos. Luego, el autor procedió a hacer una distinción entre las Américas, consideraba: Al norte Frío y calculador Al resto del continente americano Imaginativo y sensible Martí fue un intelectual panamericanista, no occidentalizado ni europeizado, tanto en el pensamiento como en el arte. Sabía que debía huir de los modelos importados y encaminarse hacia la emancipación, pues no consideraba la condición latinoamericana una prolongación de la vida en Europa. Retrato al óleo de José Martí pintado por Herman Norma, 1891. El autor luchó por crear una intervención americana y europea en la cultura y la literatura. Para él, la literatura representaba una reserva moral latina frente a esta intervención. Si bien entendió que la literatura y el arte son autónomos, desde un punto de vista estético y creativo, también aceptó la idea de que no puede haber distancia entre la vida y la cultura, la literatura y la realidad o incluso la política y el arte. En este sentido, Martí analizó el contexto latinoamericano y se dio cuenta de que el libro y los procesos de lectura aún no estaban democratizados, entendiendo que el periódico tenía mucha más penetración social y llegaba fuera de la burbuja literaria de la alta cultura, en un contexto social todavía de poca escolaridad. Por eso, el autor invirtió gran parte de su escritura en el género de la crónica y en el ensayo, que fueron publicados en periódicos de varios países latinoamericanos. Esta práctica realizada en los periódicos acaba articulando una nueva dimensión de proximidad entre cultura, literatura y política. La poesía modernista de Martí Para Zils y Nack (2015), la poesía martiana es también un acto social, pues el yo lírico representa un sujeto poético colectivo que pretende unir el sentimiento latinoamericano. Vamos a leer un poema de Martí y hacer un breve análisis: Cultivo una rosa blanca Cultivo una rosa blanca; En junio como en enero, Para el amigo sincero Que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca El corazón con que vivo, Cardo ni ortiga cultivo Cultivo una rosa blanca. (MARTÍ, J. Poesía completa. La Habana: Letras Cubanas, 2011, p. 117) El poema se acerca a las formas populares y orales de versificación, utilizando la redondilla. Está lleno de simbolismo sutil, ocultando significados más profundosa los que puede conducir una lectura superficial. Así, sus temáticas son comunes al modernismo, pero llevan una fuerte carga de ideas políticas. En el poema, el verbo cultivar indica que el trabajo continuo es lo que hace fecundo. El sujeto lírico se cultiva para el “amigo sincero” y para el “cruel que me arranca”, es decir, para los compañeros que están a su lado, políticamente hablando, y para los que luchan contra su causa. El cultivo se hace tanto en junio como en enero, dándonos la sensación de acción continua, de lucha incesante. Esta lucha está ampliamente representada por los pares opuestos que se pelean entre sí: “junio”/“enero”, “ortiga”/“rosa blanca”, “amigo”/“cruel que me arranca”. Según el análisis de expertos respecto a este poema: Teniendo como punto de partida la ideología americanista de Martí, interpretamos los siguientes versos: “Y para el cruel que me arranca/El corazón con que vivo” como que este corazón que le es arrancado es la realización de su ideal de América Latina. Pudiendo representar al colonizador y su opresión como el “cruel” que le arranca el corazón. Pero él no guarda rencores, no cultiva “cardo ni ortiga”, solo le interesa la paz, la honradez, todo que puede representar la rosa blanca. (ZILS; NACK, 2015, p. 206) Siguiendo este camino americanista, es necesario comprender el pensamiento político de Martí para entender su modernismo. El autor reivindica un ser americano natural, algo puro (“rosa blanca”) que rompe el círculo de la colonización española. Para Martí, el estilo es algo natural, y la literatura debe ser siempre resultado y reflejo de cada condición temporal. Por eso, el poeta no debe forzar el poema con refinamientos innecesarios ni la obediencia a reglas o escuelas definidas, especialmente las norteamericanas. Sin embargo, esta espontaneidad no debe confundirse con la falta de trabajo en la construcción poética o literaria. Hay un sentido complejo en su comprensión de lo que significa el modernismo desde el punto de vista de una crítica revolucionaria y americanista. Por un lado, Martí reivindica un ser latinoamericano natural. Por otro, fruto de sus vivencias en las cosmopolitas metrópolis de Estados Unidos, defiende los avances de una técnica y la información más urgente del presente. De hecho, el autor entiende el modernismo no como algo duradero, sino histórico y fugaz, como señala el apartado a continuación: Y en contra del concepto del arte intemporal y no comprometido del modernismo, Martí nos dice que las obras literarias son el reflejo del tiempo en que se producen. La mitología engendró la Ilíada; el espiritualismo, a Fausto; la teología, al Dante; la caballería, al Tasso. Hay, pues, que reseñar la historia para generar en ella la literatura y estudiarla en lo que pudo ser y tuvo que ser. Este proceso de creación poética es, según Martí, algo espontáneo, que no se puede forzar. No es una actividad mecánica y requiere un cierto tiempo para formarse y cristalizar. (ZILS; NACK, 2015, p. 206) Críticas en la poesía A pesar de modernos, los poemas de Martí presentan rastros románticos de dramatismo y grandilocuencia, aunque las formas libres impongan otro tono a lo que debería ser pasado. Este giro hacia el americanismo hace que Martí conciba la poesía como el resultado de la interioridad del poeta, de su más profundo sentir y pensar, porque, así, podría surgir algo natural. En este sentido, el autor hace algunas críticas: A los preceptos españoles y europeos de versi�cación y comprensión del poema A los poetas anteriores por el exceso de pompa y elegancia en las letras Al clasicismo del siglo XVIII Martí entiende que el exceso de erudición y de cultura es perjudicial, porque, para el poeta, el exceso de arte es antiartístico. El autor consideró, por tanto, que esa cultura anterior no era la actual, ya no servía a su presente. Y he aquí su modernismo, en la búsqueda de la espontaneidad, rechazando los preceptos anteriores, como podemos leer en los siguientes extractos: Mendrugo en joyas y muerto en pompas reales es el verso español. Bajo la falsa púrpura cojea, le falta libertad. El viejo acentos busque. Púdrase esa artesa vieja de una vez; púdrase y surja el pensamiento redimido. (MARTÍ, J. Versos libres. La Habana: Letras Cubanas, 1993. p. 14) ¡Por Dios que cansa tanto poetín que su dolor de hormiga al Universo incalculable cuenta! (MARTÍ, J. Poesía completa. La Habana: Letras Cubanas, 2001, p. 137) Martí también critica el clasicismo del siglo XVIII, ya que atribuye a los poetas de este contexto una frialdad subyugada por las reglas. Por el contrario, imagina que el arte y el lenguaje son fruto del hombre y de su obra, y no al contrario: el hombre no es fruto del lenguaje. En este sentido, recurriendo a la espontaneidad americanista, sus poemas se llenan de imágenes de la naturaleza, pues el paisaje se funde con el ser humano en su pensamiento poético-filosófico. Es una poética que indica la eliminación de las artificiosidades de la cultura y el culto a algo salvaje, natural, como vemos en el siguiente extracto: El verso mío puede, cual paje amable, ir por lujosas salas, de aroma vario y luces ricas temblando, enamorado, en el cortejo de una ilustre princesa; o gratas nieves repartiendo a las damas. De espadines sabe mi verso y de jubón violeta y toca rubia y calza acuchillada. Sabe de vinos tibios y de amores mi verso montaraz; pero el silencio de la selva prolífica prefiere. (MARTÍ, J. Poesía completa. La Habana: Letras Cubanas, 2001, p. 165) La poesía y el poeta En la obra poética de Martí hay una atracción por entender la poesía como algo vivo, que debe cambiar y conmover al lector, como si un alma sangrara bajo la letra, que aparece a través de la exposición de intensidades emocionales, como el dolor, la alegría, los éxtasis. Por tanto, el poeta debe ser, ante todo, sincero – algo que sólo se encuentra en la relación con la naturaleza. Para ello, en la dimensión formal, el autor utiliza ritmos y una musicalidad cautivadora, además de evitar la búsqueda de palabras en exceso, aceptando neologismos y la economía del lenguaje poético. Incluso en su modernismo, se inscribe que el poema nunca es perfecto, sino que debe avanzar hacia la mejor obra posible. Comparando el poema con la creación natural, Martí argumenta que solo la naturaleza es perfecta. Como hijo de la naturaleza, el poeta no podía ser tan perfecto como ella. Así, el papel del poeta no es ser un mero versificador, sino un ser sensible, comprometido, socialmente integrado con los demás seres humanos y con la tierra. Al fin y al cabo: Esta es la lección que Martí nos da: aquel que no entiende así a la poesía puede ser un versificador, pero nunca un poeta. Poeta es una palabra peligrosa, para iniciados, algo a lo que todos los escritores no pueden aspirar. Para serlo, se necesita valor y sensibilidad. Valor para enfrentarse con el mundo, y sensibilidad para sentir como propios los dolores y las emociones de los demás humanos, y mitigarlos con el don innato e imperecedero de la palabra. (GALLUD JARDIEL, 2011, p. 78) Es lo que leemos en el poema a continuación: Contra el verso retórico y ornado El verso natural. Acá un torrente: Aquí una piedra seca. Allá un dorado Pájaro, que en las ramas verdes brilla, Como una marañuela entre esmeraldas. — Acá la huella fétida y viscosa De un gusano: los ojos, dos burbujas De fango, pardo el vientre, craso, inmundo. Por sobre el árbol, más arriba, sola En el cielo de acero una segura Estrella; y a los pies el horno, El horno a cuyo ardor la tierra cuece. [...] Así ha de ser la noble poesía: Así como la vida: estrella y gozque; La cueva dentellada por el fuego, El pino en cuyas ramas olorosas A la luz de la luna canta un nido. Canta un nido a la lumbre de la luna. (MARTÍ, J. Flores del destierro. Barcelona: Biblioteca Nueva, 2002, p. 3) El modernismo de José Martí Vamos a conocer más sobre la poética de José Martíy su rasgo modernista. Falta poco para lograr tus objetivos ¿Vamos a practicar algunos conceptos? Questão 1 Respecto al pensamiento de José Martí, señala la alternativa correcta: A Fue influenciado por los ideales de la Revolución Francesa B Abrazó el positivismo como corriente filosófica, que sería la base de su pensamiento C Abogó por la autonomía de Hispanoamérica D Consideraba frío y calculador al sur de América e imaginativo y sensible al resto del continente americano E En su obra, hay una separación entre el pensamiento político y su poética Parabéns! A alternativa C está correta. El pensamiento de José Martí influyó en su poesía y en toda su obra escrita, pues el autor defendió la autonomía política de Cuba y de los demás países americanos, así como una poesía natural que superara las dependencias del arte europeo. Questão 2 En la poesía de José Martí: Parabéns! A alternativa B está correta. José Martí fue uno de los pioneros de la estética modernista en América. A pesar de eso, su poesía tiene algunos rasgos A los rasgos modernistas son borrados por el exceso de representaciones sociales B hay elementos románticos de drama y grandilocuencia C hay refinamientos formales y uso de lenguaje erudito D hay una pretensión realista, considerando las representaciones sociales presentes E se acompaña a los tratados de versificación española románticos al movilizar elementos de identidad nacional y regionalizada de Cuba. 3 - El vanguardismo de Delmira Agustini Al �nal de este módulo podrás identi�car las características modernistas en la poética de Delmira Agustini. Vida y obra de Agustini Delmira Agustini (1886-1914) fue una de las principales representantes del modernismo uruguayo. Con fuertes influencias de las vanguardias artísticas, su obra representó una de las primeras voces femeninas que dejó huellas impactantes en la poesía hispanoamericana. Elogiada por Rubén Darío (1867-1916) – escritor pionero del modernismo hispanoamericano y con quien mantuvo una extensa correspondencia –, la poesía de Agustini tiene su impronta en el erotismo y la sensualidad. Sin embargo, su erotismo es trascendente, metafísico, a través de lo cual aparece una originalidad estética que mezcla el deseo con imágenes de angustia, muerte, lo trágico, y construye una atmósfera oscura y lejana. Agustini empezó a escribir muy temprano. Hija de una familia de la burguesía de Montevideo, vivió en una época en que la posición de la mujer era de castidad y pureza moral. Muy pronto comenzó a escribir y publicar poemas en periódicos de la época, como Rojo y blanco, La Petite Revue y Apolo, de 1902. Bajo el seudónimo de Joujou, publicó una columna periodística llamada La legión etérea (1903), en la que escribió sobre algunas de las mujeres destacadas de la vida montevideana. Pronto se convirtió en una figura pública de la ciudad, destacándose también en la cultura hispanoamericana y en el creciente modernismo surgido en la época. Poseía habilidades musicales y estaba versada en francés. Desarrolló una personalidad compleja, quizás debido a la represión moral que caracterizaba el ambiente conservador y austero en el que vivía. En el hogar, en la familia, tenía una personalidad dócil, entregada, y aceptaba las convenciones sociales. Sin embargo, en la escritura, desarrollaba su verdadera personalidad: expansiva, sensual, agónica y profunda. En 1907, publicó su primer libro. Agustini publicó tres libros fundamentales en los primeros años del siglo XX: El libro blanco (1907) Cantos de la mañana (1910) Los cálices vacíos (1913) En 1913, se casó con Job Reyes, pero pronto se separó y regresó a la casa de sus padres. Solicitó el divorcio, pero aún mantuvo una relación con su esposo, esta vez como amantes, además de entablar estrechos afectos con el escritor argentino Manuel Ugarte (1875-1951). Durante el divorcio, en una de las reuniones con su exmarido, fue asesinada por él, quien le disparó dos veces y luego se suicidó. Se pueden encontrar algunas ediciones póstumas de la autora, como La poesía de Agustini comienza con imágenes de exuberancia, trayendo lagos, cisnes, flores, jardines, pero pronto se profundiza, madura, toma un aire de simbolismo decenal y evoluciona a una marca personal que da densidad de angustia, dolor y deseo. Poco a poco, sus poemas traen imágenes de sensualidad corporal de forma más explícita y erótica, siempre cargadas de cierta trascendencia más allá de la carne. Su posición social pública y su imagen familiar contrastaban, así, con sus poemas. Se creó un mito de Delmira: por un lado, la niña virgen, y por otro, la pitón de Eros. Su imagen familiar la dirigía al retrato de un mundo conservador, pero su poesía ya tomaba aires de modernismo. Como modernista, era el retrato de su condición femenina. El rosario de Eros (1924) Los astros del abismo (1924) Correspondencia íntima (1969) Una poeta de la vanguardia modernista El modernismo tuvo un fuerte impulso en la segunda mitad del siglo XX, principalmente con la aparición de las vanguardias artísticas. Fue un movimiento profundamente arraigado en la historia de la época, en la que la creciente urbanización, el desarrollo científico y filosófico y la industrialización alcanzaron niveles de ruptura radical con los modelos de vida anteriores. En el arte, la estética realista, que tenía una fuerte tendencia a la crítica social, se modificó en diversas corrientes vanguardistas, como el impresionismo, el futurismo, el expresionismo, el dadaísmo, etc. Los modelos de representación de la realidad se desgastaron, por lo que el arte ganó una autonomía de representación. No bastaba imitar, representar, reflejar la realidad. Era necesario crear una realidad alternativa en el mundo del arte, una realidad que rivalizara con la realidad histórica, tensándola con representaciones insólitas e impactantes. Uno de los poetas más influyentes de la época, el ruso Vladimir Mayakovsky (1893-1930), defendió la idea de que, para crear un arte revolucionario, es necesario utilizar un lenguaje revolucionario. Es decir, habría que invertir en la invención del lenguaje artístico-literario para representar los cambios existentes en ese nuevo mundo. En el contexto hispanoamericano, tuvimos el creacionismo, el ultraísmo, el estridentismo, entre otros, que apostaron por no crear la realidad, que se diferenciaba del viejo representar lo real del realismo anterior. Tampoco se sustentaron las formas románticas en este período, porque ya no era posible entender el amor, las relaciones familiares, la sociedad desde los valores idealizados, utópicos y medievalizados de la generación romántica. Vladimir Mayakovsky. Poetas como Charles Baudelaire (1821-1867), Stéphane Mallarmé (1842-1898) y Arthur Rimbaud (1854-1891) trajeron revoluciones formales y temáticas que invadieron el mundo literario con una atmósfera de crudeza, esperpento, voluptuosidad y tensión con los valores religiosos tradicionales. Son literaturas fuertes, que obligan al lector a superar modelos de lectura y de los cánones. Charles Baudelaire. Stéphane Mallarmé. Arthur Rimbaud. Las vanguardias artísticas no trajeron la literatura como un deleite, como una entrega de lo que se espera en la lectura, sino que, por el contrario, pretenden impactar, desagradar al lector, romper expectativas y perturbar las buenas costumbres. Es la literatura del aguijón, de la ruptura. A diferencia del realismo, que realizaba su crítica social directamente y con un lenguaje directo, las vanguardias modernistas pretenden construir esta crítica a través del impacto del lenguaje y de las temáticas abyectas, incómodas, que cuestionan los valores morales y estéticos del lector. Hay, por tanto, una negación de: Las viejas temáticas La lógica de la creación literaria y de la representación Agustini está relacionada con un grupo que se conoció como la generación del 1900 en Uruguay,que también incluía a Julio Herrera (1875-1910), Leopoldo Lugones (1874-1938) y Rubén Darío (1867-1916). También se la puede relacionar con la llamada generación del Río de la Plata, ocurrida a principios del siglo XX, compuesta básicamente por hombres – todos influenciados por el simbolismo francés y las ideas del filósofo alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900). El vanguardismo de Agustini sigue los caminos de la vanguardia europea, pero desde sus singularidades. Así: Una construcción plena de sentido en algunas obras Hay un impacto en sus poemas, principalmente en su erotismo transgresor. La �gura femenina es retratada de una manera plena, moderna, centrada en los valores que surgieron y que rompieron con las perspectivas tradicionales de la moral burguesa. Análisis de poemas vanguardistas La musa Veamos un poema de Agustini presente en El libro blanco: La musa Yo la quiero cambiante, misteriosa y compleja; Con dos ojos de abismo que se vuelvan fanales; En su boca una fruta perfumada y bermeja Que destile más miel que los rubios panales. A veces nos asalte un aguijón de abeja: Unos raptos feroces a gestos imperiales Y sorprenda en su risa el dolor de una queja; ¡En sus manos asombren caricias y puñales! Poseía una poesía instintiva, original, que no utilizaba modelos prefabricados y que, al mismo tiempo, dialogaba perfectamente con las revoluciones estéticas de la época, sin seguir ninguna de las escuelas o vanguardias especí�cas. Y que vibre, y desmaye, y llore, y ruja, y cante, Y sea águila, tigre, paloma en un instante. Que el Universo quepa en sus ansias divinas; Tenga una voz que hiele, que suspenda, que inflame, Y una frente que erguida su corona reclame De rosas, de diamantes, ¡de estrellas o de espinas! (FOSTER, D. W. Literatura hispanoamericana: una antología. New York: Routledge, 2013, p. 635) El soneto trae la experiencia de un retrato tenso y profundo del amor, revelando una sensualidad mística que mezcla profundidad, éxtasis y dolor. Hay algunos pares opuestos que quedan sin resolver, como: Como en Baudelaire, los poemas de Agustini están llenos de placer y dolor, del bien y del mal, de la vida y de la muerte. La imagen de la antigua musa clásica se deconstruye, porque de la perfección de aquélla, la musa de la autora aparece con abismos e incompletitudes. El “raptos feroces” x “gestos imperiales” “caricias” x “puñales” “tigre” x “rosas” “diamantes” x “espinas” espacio clásico del soneto se emula a partir de temáticas que chocan con la consolidación de esta forma clásica. Es la modernidad superponiéndose y ocupando el espacio antes destinado a una literatura que debería estar al servicio de la nobleza y la burguesía. Ese mismo espacio ahora se utiliza para cuestionar y autocuestionarse dentro de la propia clase social, como señala el fragmento a continuación: No es, por lo tanto, casual que Delmira sostenga su decir erótico construyendo una imagen de sí misma donde confluyen el furor poético, la locura y el noctambulismo, actuando un rol histérico (su ginecóloga recuerda el rojo intenso de su traje de terciopelo, de su sombrero, de su boca) que le permite dar libre curso a una poética infractora. En este espacio habría que pensar la pornografía inocente de composiciones como Serpentina o El intruso, pero también los cuestionamientos que su poesía realiza al canon estético del momento y a las construcciones de género de fin de siglo. (COLOMBI, 2014, n. p.) El intruso Veamos, ahora, otro poema de Agustini, también publicado en El libro blanco: El intruso Amor, la noche estaba trágica y sollozante Cuando tu llave de oro cantó en mi cerradura; Luego, la puerta abierta sobre la sombra helante Tu forma fue una mancha de luz y de blancura. Todo aquí lo alumbraron tus ojos de diamante; Bebieron en mi copa tus labios de frescura, Y descansó en mi almohada tu cabeza fragante; Me encantó tu descaro y adoré tu locura. ¡Y hoy río si tú ríes, y canto si tú cantas; ¡Y si tú duermes, duermo como un perro a tus plantas! ¡Hoy llevo hasta en mi sombra tu olor de primavera; Y tiemblo si tu mano toca la cerradura; Y bendigo la noche sollozante y oscura ¡Que floreció en mi vida tu boca tempranera! (FOSTER, D. W. Literatura hispanoamericana: una antología. New York: Routledge, 2013, p. 636) Leído hoy, quizás se pierda la noción de impacto, pero, en su tiempo, poemas como este causaron furor e indignación, con el agravante de que fueron escritos por una mujer. Son imágenes sugerentes de una experiencia de amor en su totalidad, más allá de las convenciones morales y de comportamiento. Con la mezcla de elementos que indican relaciones con el cuerpo (carnal) y el alma (espíritu), combinados con el uso de imágenes oscuras y a veces enigmáticas, Agustini construye un erotismo fantástico. Algunos críticos atribuyen este tipo de creación a la especificidad de la condición de la autora, ya que sus poemas eróticos no son relatos de experiencias reales, sino imaginadas y construidas por el lenguaje literario de manera imaginativa e intuitiva. Hay una especie de intuición filosófica creada por un conocimiento difuso que reúne sinceridad, cultura, espíritu de fantasía y encanto. En cuanto a su poeta intuitivo, hay armonía entre la obra de Agustini y la de otros modernistas. Ya Martí había reivindicado la necesidad de que la literatura fuera fruto de un hombre natural, espontáneo, como forma de superar las importaciones de los modelos literarios europeos y americanos. Darío ya había propuesto esta renovación en su concepción de la América joven, como si tuviera un sentido inaugural construir el modernismo en un contexto diferente al de su origen. Tal concepción está presente en su ensayo de 1897: El que vendrá. Espacios y sensaciones en la poética de Agustini En el universo de Agustini, no se pretende que los poemas sean análogos a la verdad o la realidad. Hay en su poética un deseo de regeneración y superación, muy presente en el pensamiento de Nietzsche. Colombi (2014) destaca la existencia de tres espacios en la poesía de la autora. Son ellos: El espacio cósmico y natural Montañas, desiertos, selvas, bosques, lagunas, lugares donde el sujeto poético recibe a las musas en los mitos de origen y que permiten al poeta, en este contexto, crear su propia voz en la ruptura con la tradición. Los tres espacios a veces se fusionan y se transfiguran en alusiones pseudomísticas, representaciones de la decadencia, imágenes de oscuridad o interioridad, como el útero, además de enigmáticas, como los vampiros. Son poemas que mezclan erotismo y sadismo, porque el amor tiene sabor a muerte y dolor. De esta forma, muchos poemas traen la imagen de la ausencia y la invocación, pero tal invocación no parece querer, de hecho, el regreso del ausente, sino puramente recoger la interjección exclamativa del dolor y el espacio profundo creado por la dimensión de la búsqueda. Así, sensaciones de silenciamiento, desvanecimiento, ensoñación, elocución aparecen como posibles respuestas a esta suspensión o retirada del deseo. El poema a continuación, presente en la obra Cantos El espacio de la sala y el dormitorio “El segundo espacio es la sala (‘La noche entró en la sala adormecida’, ‘Nardos’), la alcoba o el cuarto (‘Visión, Nocturno’), el lecho, la almohada, el interior por excelencia femenino” (COLOMBI, 2014, n. p.). El espacio de representación gótica Torres, tumbas, grutas, castillos, ruinas, templos, cuando aparecen imágenes góticas junto a las imágenes de Edgar Allan Poe (1809-1849). de la mañana, trae esta percepción, ya que concluye con la sensación de proyecto fallido o inmersión en su propia incompletitud: Tú dormías Engastada en mis manos fulguraba como extraña presea, tu cabeza; yo la ideaba estuches, y preciaba luz a luz, sombra a sombra su belleza. ¡Que floreció en mi vida tu boca tempranera! En tus ojos tal vez se concentrabala vida, como un filtro de tristeza en dos vasos profundos... Yo soñaba que era una flor de mármol tu cabeza... Cuando en tu frente nacarada a luna, como un monstruo en la paz de una laguna, surgió un enorme ensueño taciturno... ¡Ah! Tu cabeza me asustó... Fluía de ella una ignota vida... Parecía no sé qué mundo anónimo y nocturno... (CACERES, A. [ed.]. Selected poetry of Delmira Agustini: poetics of Eros. Illinois: Southern Illinois University, 2003, p. 86) Según Colombi (2014, n. p.), el poema presenta “la imposibilidad que siempre amenaza a la relación erótica: el otro es siempre un extraño, una zona vedada, tan inalienable como el espacio del inconsciente, donde el yo y el tú se separan aún más radicalmente (tú dormías-yo soñaba)”. También uno de los poemas más conocidos de Agustini, Visión, presente en la obra Los cálices vacíos, trae este sentimiento: una figura fantasmal se acerca y rápidamente se desvanece en las sombras. Leamos un extracto del poema: Visión ¿Acaso fue en un marco de ilusión, En el profundo espejo del deseo, O fue divina y simplemente en vida Que yo te vi velar mi sueño la otra noche? [...] (CACERES, A. [ed.]. Selected poetry of Delmira Agustini: poetics of erros. Illinois: Southern Illinois University, 2003, p. 108) Es una temática recurrente, porque está profundamente arraigada en los principios poéticos del autor: la mezcla de sueño y realidad, fantasía y corporeidad, la fusión no sólo entre carne y espíritu, sino también de erotismo místico, sensualidad fantástica, corporeidad y emoción creada por el lenguaje. También transparente, es una poesía intuitiva y creativa a la vez, pues la creación de los versos depende de un tono visceral que tiene más que ver con el poder de los sentidos que con la experiencia. Vanguardismo de Delmira Agustini Vamos a conocer más sobre la poética de Delmira Agustini y su rasgo vanguardista. Falta poco para lograr tus objetivos ¿Vamos a practicar algunos conceptos? Questão 1 Respecto a los aspectos vanguardistas relacionados con la poética de Delmira Agustini, señala la alternativa correcta: Parabéns! A alternativa B está correta. Las vanguardias artísticas niegan la reproducción exacta de la realidad, construyendo representaciones mediadas por un lenguaje inventivo y no convencional. Exploran la apertura del signo estético A Es una estética que pretende representar lo real a partir de la belleza plausible B Las vanguardias modernistas subvierten el real histórico y referencial, creando un real del arte C Las vanguardias restauran los aspectos románticos de la identidad nacional D Dado el impacto que genera en el espectador, podemos considerar la vanguardia como una subversión del realismo E Las vanguardias artísticas están construidas por un lenguaje objetivo que elimina las ambigüedades del sentido y las ambigüedades del significado. Por lo general, traen imágenes impactantes y exigen del espectador/lector una lectura precisa de la construcción del significado. Questão 2 Sobre la poética de Delmira Agustini, señala la alternativa correcta: Parabéns! A alternativa E está correta. Agustini crea unos universos recurrentes: el espacio de representación de la casa y el dormitorio, el espacio cósmico o natural y el espacio lúgubre de las representaciones góticas. A Es esencialmente mística B Lleva la imagen de la presencia física de la autora C Canta el heroísmo de personajes de la nación uruguaya D Presenta preferentemente espacios exteriores de una casa imaginaria E Hay espacios de representación: la casa, las imágenes góticas y el natural 4 - La nueva expresión de Alejandra Pizarnik Al �nal de este módulo podrás describir los aspectos elementales de la poética de Alejandra Pizarnik. Vida y obra de Pizarnik Alejandra Pizarnik es el seudónimo de Flora Pizarnik Bromiker (1936- 1972). Nacida en Buenos Aires, posee una densa obra poética y es admirada por escritores como Jorge Luis Borges (1899-1986), Julio Cortázar (1914-1984) y Octavio Paz (1914-1998). De fuerte personalidad e intensas vivencias interiores, sus poemas expresan una poética del silencio, de la incompletitud y de la búsqueda. Pizarnik murió tras tomar una sobredosis de medicación, dejando parte de su obra aún inédita. En poesía, en 1955, publicó su primer libro, La tierra más ajena, que luego fue repudiado por la autora. Otras de sus obras son: La última inocencia (1956) Pizarnik también produjo una extensa escritura en forma de diario, en la que aparece como una figura angustiada, alternando períodos de melancolía con períodos de euforia, consumiendo psicofármacos y habiendo sido hospitalizada varias veces. En los diarios, también es posible notar que la autora entiende el hacer poético como algo esencial para su propia existencia, afirmando en muchos momentos Las aventuras perdidas (1958) Árbol de Diana (1962) Los trabajos y las noches (1965) Extracción de la piedra de locura (1968) El in�erno musical (1971) La condesa sangrenta (telenovela de 1972) que sería necesario renunciar a la vida real para reconstruirse como texto. Su poética tiene rastros de surrealismo (fuerte tendencia de la escritura literaria, de influencia francesa, en el contexto argentino) y de un misticismo filosófico, tal vez el resultado de sus intensas variaciones psíquicas. Sus temáticas se construyen considerando la incompletitud, es decir, son poemas en los que no aparece como resultado una verdad. Por el contrario, la investigación se lanza al lector, quien debe completar el sentido del texto. Para Pizarnik, solo el lector puede explorar los múltiples significados de un texto, los cuales no deben ser controlados por el autor. Hay una fuerte tensión en sus libros con respecto a la construcción y el significado. Por un lado, el poeta invierte en la precisión del vocabulario, mostrando un deseo casi matemático de controlar la inflexión del vocabulario en una cristalización del sentido que busca la palabra y el significado exacto. El fragmento a continuación lo enfatiza: Me gusta – dice Pizarnik en una carta a Rafael Squirru – el lenguaje exacto, le mot juste, las cosas correctas, terriblemente visibles [...]. El sueño, sí, pero dotado de las características del teorema. La metáfora, sí, pero exacta. (BORDELOIS, 1998, p. 151) Por otro lado, su atracción por el surrealismo para crear poemas que “escriben como quieras”, como si de la asociación misma entre las palabras viniera una voluntad propia. De este conflicto, hay, según la perspectiva del poeta, el poema inacabado, la ausencia del poema, su silencio o incluso su fracaso. Según una experta en el asunto: Ahora bien, Alejandra Pizarnik anuncia, después de escribir Extracción de la piedra de la locura, un cambio en su trabajo de escritura. Básicamente, este cambio se manifiesta en un desplazamiento de la autoridad exclusiva de la poeta en la composición para introducir, en contraparte, la posibilidad de que sus textos queden liberados a una conformación inmanente: “[...] el domingo pasado (se) escribí(ó) un diálogo entre marionetas [...] (se me) escribe/escribo” (BORDELOIS, 1998: 207). Como veremos, éste será el rasgo fundamental de la nueva dirección poética que Pizarnik encara en los últimos años de su producción literaria: perder control poético para encontrar la esencialidad poética. (DEPETRIS, 2008, p. 64) Esta tensión entre control y sujeción en relación con el lenguaje está en el corazón de la poética de Pizarnik – una tensión que se desdobla en múltiples tensiones no resueltas presentes en su obra. Es una poética que busca un esencialismo, pero que siempre queda atrapada en esta búsqueda del objeto buscado. Hay, pues, bajo el signo de la búsqueda, un camino incesante hacia la solidez, pero, al mismo tiempo, la constatación de que tal trabajo es imposible. Es una tensión que también se hace desde un punto de vista metalingüístico/metapoético, es decir, que está presente en el proyectodel poema y dentro de una conciencia de realización poética, haciendo que el poema quede siempre incompleto, aunque busque la perfección. Es lo que la poeta llama de el tormento de la ausencia, que se articula a través de símbolos casi obsesivos en su obra, como el pájaro, la noche, el corazón, el espejo, la flor, entre otros. El abandono de vivir Hay varios poemas que temáticamente apuntan a un abandono de vivir que debe servir como método de vida. Entre el deseo, el proyecto y el silencio, estaría el trabajo con la palabra y con el texto. Es como una experiencia de muerte artificial en lo real y la experiencia a través del poema. Veamos un ejemplo de un poema de Pizarnik de 1972: Solamente en las noches escribiendo he pedido, he perdido. en esta noche, en este mundo, abrazada a vos, alegría de naufragio. he querido sacrificar mis días y mis semanas en las ceremonias del poema. he implorado tanto desde el fondo de los fondos de mi escritura. Coger y morir no tienen adjetivos. (LONG, M. Alejandra Pizarnik: lectora de César Vallejo. Córdoba: Universidad Nacional de Córdoba, 2016, p. 118) El poema comienza bajo el signo de la noche: marca simbólica de la falta de claridad, de la ausencia de luz, de impresión, pero también del diálogo entre el sueño y la vigilia. La expresión “alegría de naufragio” es ejemplar para indicar que es la existencia del poema la que combate el sentimiento de pérdida y muerte. Escribir, por tanto, es luchar contra la muerte o la ausencia, pero una lucha que nunca llega a ser del todo completa: “he querido sacrificar mis días y mis semanas/en las ceremonias del poema”. Sacrificio e imploración, así, se someten al régimen de la escritura: “escribiendo/he perdido”; “desde el fondo de los fondos/de mi escritura”. Al final, el yo lírico niega clasificar, valorando la muerte (“Coger y morir no tienen adjetivos”), como si tal valoración sólo pudiera ser imprecisa frente a la existencia misma de las cosas y del mundo. Es una guerra entre el sueño y la pesadilla, que está en el centro entre los sentidos de plenitud de la vida y el abandono de uno mismo. En el mismo sentido, en el libro Extracción de la piedra de la locura, hay un fragmento que alude a la temática tratada anteriormente. Veamos: Las fuerzas del lenguaje son las damas solitarias, desoladas, que cantan a través de mi voz que escucho a lo lejos. Y lejos, en la negra arena, yace una niña densa de música ancestral. ¿Dónde la verdadera muerte? He querido iluminarme a la luz de mi falta de luz. Los ramos se mueren en la memoria. La yacente anida en mí con su máscara de loba. La que no pudo más e imploró llamas y ardimos. (PIZARNIK, A. Extracción de la piedra de la locura. Madrid: El Ortiba, 1968, p. 21) En el pasaje, la vida y la muerte se entrelazan en un intento de iluminar la luz de la falta de luz, tomando siempre como arma de combate el lenguaje mismo, el poema mismo (“Las fuerzas del lenguaje son las damas solitarias, desoladas, que cantan a través de mi voz que escucho a lo lejos”), que está en la lucha entre el implorar y la constatación de la impotencia (“La que no pudo más e imploró”). La propia escritora nos da algunas claves para entender esta relación con el silencio: El silencio es mi voz, es mi sombra, mi llave... [...] hay un perpetuo decir acerca de algo que parece estar diciéndose en otra parte. (PIZARNIK, A. Silencios en movimiento. Sur, Buenos Aires, n. 294, mayo/jun., 1965, n. p.) Para Valente (2019), existe una proximidad entre la obra de Pizarnik y la famosa obra de Lewis Carroll (1832-1898), Alicia en el país de las maravillas, pues ambas están bajo el signo de la búsqueda, el deseo y el sueño. En otras palabras: Si el jardín es el lugar del deseo, es sin duda para Pizarnik el lugar de fusión del poema con el cuerpo, éste es el verdadero lugar de la cita. Sin embargo, para Pizarnik, así como para Alicia, sólo el sueño puede dar acceso a este lugar que, aunque sea atractivo, puede ser amedrentador. En este país de la angustia, el acceso al jardín es casi una imposibilidad. Su acceso tiene como señas los cambios de estructura del sujeto que desea verlo, que se agranda, que se achica y que nunca termina de ajustarse a la nueva realidad; [...]. (VALENTE, 2019, p. 30) Según este análisis, el sentimiento de plenitud estaría en la imagen del jardín, pero es una plenitud peligrosa y aterradora, ya que es incompleta, lo que confunde el deseo con la verdad, el poema con el cuerpo, el jardín real y el sueño. Figuras y tensiones en la poesía de Pizarnik Hay un experto que compara la trayectoria poética de Pizarnik con los principios engendrados por el poeta Mallarmé. En sus términos: Sua negação do sentido superficial das palavras, da carga semântica consagrada pelo uso, da banalização do signo linguístico acarreta uma empresa pela obtenção do valor original, quase mítico, da língua. Ao sonhar em vencer a barreira do arbitrarismo simbólico, ele buscava a camada anterior da nomeação, em que reside a Ideia, ou o Absoluto, ou tantos outros nomes possíveis. Trata-se do contato direto com o objeto, a natureza, sem qualquer intermediação poluidora. A partir daí, cabe ao poeta renomear o mundo exterior com uma linguagem absolutamente pura, livre dos dejetos comunicacionais, e criar seus próprios símbolos, metáforas, sintaxes. Ou – seria mais apropriado dizer – cabe a essa linguagem autocriar-se, emanar por si só essas novas associações. [...] Aprendiz confessa, Pizarnik explora diversas outras imagens mallarmaicas: o azul, o silêncio, o náufrago, o nada. Mas, em tal resgate, as metáforas parecem sempre voltar à figura da poeta mesma, em vez da autorreferencialidade que as palavras adquiriam no autor francês. Percebe-se, aqui, que embora tivesse herdado de Mallarmé essa busca da revisão poética das palavras, Alejandra distancia-se do mestre francês ao fazer do “eu” o seu principal substrato. (BENTO, 2011, p. 173; 176) Los símbolos dialogan estrechamente con impresiones de destrucción, muerte, oscuridad, noche, asfixia, mostrando que existe una tendencia poética hacia un lirismo que, aunque íntimo y subjetivado, construye también una sólida estructura interna de composición que da coherencia a la obra de Pizarnik. En ese sentido, la poeta discrepa de una parte significativa de los movimientos poéticos en Europa y en su país, Argentina, en la segunda mitad del siglo XX, que tendía a realizar experiencias estéticas centradas en el lenguaje y la forma. Veamos otro de sus poemas: Nuit de Coeur Otoño en el azul de un muro: sé amparo de las pequeñas muertas. Cada noche, en la duración de un grito, viene una sombra nueva. A solas danza la misteriosa autónoma. Comparto su miedo de animal muy joven en la primera noche de las cacerías. (PIZARNIK, A. Extracción de la piedra de la locura. 1968, p. 48) Como clave para construir las tensiones irresolutas del poema, se encuentran las imágenes surrealistas, que promueven conexiones inusuales entre las palabras, dando una sensación de imprecisión: “Otoño en el azul de un muro”; “Cada noche, en la duración de un grito”. Bento (2011) destaca en el poema la presencia de figuras femeninas asociadas al miedo (“pequeñas muertas”, “misteriosa autónoma”). Para el autor, los símbolos presentes en los poemas de Pizarnik siempre recurren al yo que los construye, es decir, las metáforas que abordan el mundo, la descripción y los fenómenos recurren siempre a la construcción de un ser subjetivo. Es, en efecto, un recurso retórico inscrito en el poema que expone el yo y busca una identidad, en lugar de la simple dilución o despersonalización de ese yo en el trabajo del lenguaje. Sin embargo, hay en la poética de Pizarnik una subjetividad difusa y un ser en permanente construcción. Al estudiar la autora, Bagué Quílez (2012) entiende que, en su obra, esta relación entre la persona real del poeta (el yo empírico) y la construcción de un yo lírico en el poemase da a través de una ficción del yo, que funciona como un articulador de símbolos en el poema. El experto llama a este proceso de autonominación: recurso que todavía permite al poeta mirarse a sí mismo con cierta distancia, a veces irónica, a veces elegíaca (en relación con la idea de su propia muerte). En sus palabras: El particular uso de la autonominación en Pizarnik puede compararse con el papel que dicho procedimiento desempeña en la poesía española contemporánea. Desde el medio siglo, los lazos que ligan al yo enunciativo con el documento de identidad se han explotado como estrategias discursivas para introducir un guiño irónico (en José Hierro), expresar una reciprocidad solidaria (en Blas de Otero) o mostrar un eslabón en la cadena del fracaso (en Ángel González). La configuración de un individuo con nombre y apellidos verificables responde a un pacto autobiográfico, cuya finalidad no es potenciar la anagnórisis entre el poeta y el personaje de sus versos, sino más bien distanciar al nombre propio del sujeto lírico, con quien solo coincide en la eventualidad de su homonimia. (BAGUÉ QUÍLEZ, 2012, p. 3) Así, algunas figuras recurrentes en la poética de Pizarnik comienzan a articular esta construcción de un yo tensionado entre el lenguaje y la imprecisión: la sede, el espejo, la casa, el silencio, la voz, entre otros signos, son elementos que dan cierto dramatismo a la escena del poema, construyendo un yo que, al mismo tiempo, es ficcional, porque está en permanente construcción. Las figuras que crea Pizarnik no son objetos o fenómenos externos, sino personificaciones de un yo creado: uno que quiere ser otro. Hay una intención constante de unir la poesía con la vida, siempre en un intento de despertar una memoria primitiva de la palabra, como una búsqueda trascendental, en la que la poesía funciona como vehículo gnóstico para la construcción del pensamiento y el (auto)conocimiento. Veamos un ejemplo en otro de sus poemas: Sueño Estallará la isla del recuerdo La vida será un acto de candor Prisión para los días sin retorno Mañana los monstruos del buque destruirán la playa sobre el vidrio del misterio Mañana la carta desconocida encontrará las manos del alma (PIZARNIK, A. Obras completas: poesía y prosas. Buenos Aires: Ediciones Corregidor, 1990. p. 223) La gran diferencia en este proceso de construcción de un yo es que Pizarnik utiliza palabras para divorciar el significado de los significantes, haciendo una derivación de sentidos según la unidad de cada poema. Dicho recurso hace que los poemas no sean lineales en relación con la lectura, así como el recurso que hace que el poema escape al control total del poeta, pues el significante allí expuesto tiene sus propios sentidos abiertos según la lectura. Nueva expresión: Alejandra Pizarnik Vamos a conocer más sobre la poética de Alejandra Pizarnik y sus características principales. Falta poco para lograr tus objetivos ¿Vamos a practicar algunos conceptos? Questão 1 En la poesía de Alejandra Pizarnik: Parabéns! A alternativa D está correta. A las tensiones se resuelven creando una verdad poético-filosófica B las imágenes predominantes son las de montañas, soles, flores y luces C las características de las voces son los elementos principales D hay elaboración de signos constantes de una búsqueda incesante e irresoluta E la permanencia de rasgos románticos indica un orgullo de identidad En la poética de Alejandra Pizarnik, existe una tensión principal que se ubica entre el proyecto de exactitud y la imposibilidad de tal realización. Questão 2 El vínculo de la poética de Alejandra Pizarnik con la vanguardia está más cerca de: Parabéns! A alternativa E está correta. Alejandra Pizarnik tuvo muchas experiencias de vida cercanas a la generación de artistas surrealistas franceses. A partir de esta convivencia, sumada a su formación intelectual, así como a sus elecciones estéticas en la elaboración del poema, la autora movilizó algunas formas surrealistas que eran consistentes con cierta inexactitud generada por las tensiones de significado construidas en sus poemas. A cubismo B impresionismo C dadaísmo D futurismo E surrealismo Consideraciones �nales Las poéticas estudiadas representan una parte importante de la historia de la poesía hispanoamericana. Cada uno de los poetas supieron a su manera distinguir la producción del continente y absorbieron creativamente las influencias externas. Jorge Isaacs y José Martí abogaron por un retorno a las raíces regionales, como forma de figuración social en su poética. Delmira Agustini también creó poesía original en Uruguay. Con gran destreza en la escritura desde temprana edad, sorprendió a los críticos más destacados con su poética erótica, sensual y, al mismo tiempo, mística y trascendente. En el contexto argentino, Alejandra Pizarnik elaboró una tensión poética entre la exactitud y el silencio, en la que prevalecen la búsqueda y la incompletitud, haciendo que sus poemas crearan un yo lírico tanto imaginario como real, ya que fue construido en vida por las letras. Poesía em Hispanoamérica Escucha ahora el podcast sobre Hispanoamérica y su hondo sentir en la poesía, con análisis de la producción literaria de Jorge Isaacs, José Martí, Delmira Agustini y Alejandra Pizarnik. Explora + Accede a la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y lee el texto Delmira Agustini o la conciencia del abismo. Lee el artículo La niña en fuga: análisis de la presencia femenina en la obra poética de Alejandra Pizarnik, de Dores Tembrás Campos, publicado en el periódico Alpha. Asiste al video Jorge Isaacs: el criador de todas sus facetas, disponible en el canal del Centro Virtual Isaacs, en YouTube. Accede al Portal José Martí y escucha al Audio Podcast sobre la obra del autor. 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