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MÓDULO 4: PERSPECTIVAS ACTUALES DE LA ÉTICA EN EL CAMPO CIENTÍFICO 4.1 FARIÑA, J. “Ética Profesional. Dossier bibliográfico en salud mental y derechos humanos” Las fuentes bibliográficas que se ocupan de la ética profesional y los ddhh en el campo de la salud pueden dividirse en tres grupos: ● Los antecedentes: el nacimiento de la experimentación médica y la eugenesia como fundantes de los debates éticos contemporáneos. ● La participación de los médicos en los crímenes nazis y las discusiones acerca de la responsabilidad de estos. ● El desarrollo tecnológico y las cuestiones éticas de las ciencias de la salud ante la represión política actual. Los dos primeros grupos han sido extensamente tratados a través de las investigaciones bibliograficas de autores europeos y norteamericanos. El tercer grupo constituye el cuerpo principal del dossier y corresponde casi íntegramente a los aportes bibliográficos de autores latinoamericanos que analizan los distintos dilemas éticos generados por el terrorismo de estado que afectó durante los últimos años a los países del área. El eje articulador general está centrado en el nacimiento y consolidación del capitalismo moderno, sus logros científicos y las contradicciones respecto a los criterios de respeto a la persona que se desprenden en distintos momentos de su evolución. LOS ANTECEDENTES El nacimiento de la experimentación Andre Vesale anticipaba en 1534 con la titulación de su libro de anatomía “La fábrica del cuerpo humano” el incipiente avance de los “mecanismos” para comprender la naturaleza. En el siglo XIX, Claude Bernard constituye la consolidación de la medicina experimental y plantea las primeras cuestiones éticas del mundo moderno. La vivisección, la noción de sujeto experimental, las relaciones entre lo viviente, lo normal, lo patológico. Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M La eugenesia El inicio del siglo XX encuentran a la biología y a la medicina en pleno auge. Distintas corrientes como el darwinismo social o la escuela antroposociología, van confluyendo hacia fortalecer la noción de raza; uno de sus resultados más fuertes será la eugenesia “ ciencia del mejoramiento del linaje”. Este movimiento tomaría dos formas: promoviendo el desarrollo de “razas mejoradas”, eugenesia positiva; promoviendo limitar el desarrollo de las razas “menos buenas”, eugenesia negativa. En el campo de la salud mental, esta utilización de la medicina y de la biología para justificar la discriminación social también tiene sus antecedentes. Thomas Szasz ha estudiado el ensayo de Cartwright como parte de un informe sobre las “enfermedades de la raza negra”. Una de estas enfermedades descritas, la drapetomania, caracteriza a los esclavos que intentan huir de sus amos. Szasz analiza el modo en que una concepción ideológica imperante -la noción de esclavo como natural- determina la afirmaciones con que la conciencia de la época viene a legitimar la discriminación. EL PLANTEO ÉTICO A PARTIR DE LOS EXPERIMENTOS DE LOS NAZIS En Francia 40.000 enfermos mentales fueron eliminados bajo la llamada muerte dulce y varios millones de personas en cámaras de gas de los distintos campos de concentración de la Alemania nazi. En todos los casos, era la medicina la encargada de organizar y supervisar las operaciones; estos persistían bajo la forma de una acción médica. Algunos autores están orientados a mostrar la íntima relación entre las prácticas aberrantes del nazismo y los mecanismos de consenso social que se establecieron para su justificación: a) Se comienza ubicando la “enfermedad” en el lugar de la diferencia, infiriendo de este movimiento la supuesta peligrosidad de la persona. b) Se desliza luego a la presunción de epidemia para justificar el aislamiento c) Una vez que se ha logrado consenso para el confinamiento, se prepara el terreno para que otros argumentos de carácter práctico puedan justificar la eliminación. En el caso del nazismo fueron razones de índole económica las que se invocaron para facilitar la anuencia del pueblo alemán acerca de las exterminaciones. El código de ética de 1947, más conocido como Código de Nuremberg en referencia a la ciudad alemana en que se desarrollaron los juicios a los médicos nazis, es el resultado de una compleja trama de discusiones en el interior del propio proceso. La controvertida noción de “sujeto experimental”, la responsabilidad del Estado en la conducta médica, el consentimiento de la persona son algunas de las nociones que se debatieron en el juicio. Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M DE EUROPA A AMÉRICA LATINA: LOS DILEMAS ÉTICOS DE LOS PROFESIONALES ANTE LA REPRESIÓN POLÍTICA ACTUAL En el enfoque de Tomkiewicz, autor del libro Deontología y Psiquiatría de 1977, el concepto de mejoramiento se ubica siempre como motor de las intencionalidades de los profesionales. Desde los casos más groseros hasta los más sutiles, se trata siempre del rol de la ciencia en una pretendida superación humana. Ningún médico o psicólogo desarrolla investigaciones, experimentos, cuerpos teóricos que involucren peligro para sus semejantes, haciéndolo con el argumento de dañar a la humanidad. Muy por el contrario, es la edificación de dispositivos ideológicos muy complejos la que organiza las formas racionalizadas y el sentido social de esas aberraciones. Desde la década del ´60 América Latina ha aportado antecedentes bibliográficos que analizan la relación entre ciencia y compromiso ideológico-político. La primer referencia es siempre el Proyecto Camelot, una investigación organizada por las fuerzas armadas de EEUU como táctica de espionaje del pentágono destinada a obtener información en américa latina. A las discusiones sobre Camelot siguió el debate alrededor de la investigación sobre marginalidad en áreas sociales y geográficas. La cuestión de los médicos y otros profesionales de la salud que colaboran con el terrorismo de estado En los años ´70 y ´80, la represión política bajo la forma del terrorismo de estado género nuevos desafíos a los profesionales del área. En el campo de la salud, el análisis bibliográfico evidencia el tratamiento de dos tipos de problemas éticos en relación con los derechos humanos: 1) Los trabajos que analizan la personalidad de los médicos torturadores o experimentadores 2) Los trabajos que dan cuenta de las condiciones de prácticas aberrantes por parte de profesionales de la salud. Dilemas éticos de los profesionales ante la tortura Dentro de este grupo se encuentra toda una serie de materiales que discuten cuestiones acerca de: 1) si se debe brindar asistencia psicoterapéutica a torturadores; 2) si se deben crear clínicas especializadas en el tratamiento de la tortura. Autores como Bonaparte o Lagos describen los obstáculos para realizar esta tarea. En el caso de Bonaparte el planteo es más extremo: la condición de torturador borra toda posibilidad de que el sujeto pueda ser un paciente, “cualquiera sea su patología”. Eva Giberti, psicóloga, expresa en un pasaje de una conferencia sobre Aspectos éticosde la práctica profesional: Si se atiende o no a los torturadores o a los que mandaban a torturar, que es más o menos lo mismo, creo que es tema de discusión entre ustedes. Me salgo. Yo personalmente Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M no puedo atender, y no quiero atender torturadores. Por mi propia historia personal, carecería del mínimo de distancia necesaria para ser medianamente empática. El status de responsabilidad sobre los actos La condena a los médicos nazis ha resultado un antecedente clave para comprender las bases de la ética profesional y su relación con la responsabilidad. Distintas experiencias de violencia, reales o simuladas, después de la finalización de la segunda guerra mundial han dado lugar a una discusión sobre el conflicto entre la obediencia y los valores éticos. Una de ellas, la ya clásica experiencia de Stanley Milgram, acerca de la obediencia a órdenes criminales, se inscribe dentro de las explicaciones que la psicología ha intentado dar al problema. Esta estaba destinada a explorar cómo se comporta un hombre cuando una autoridad legítima le indica que debe actuar contra un tercer individuo. Para Benasayag, un psicoanalista argentino residente de París, el caso del militar torturador argentino es bien diferente y corresponde a otro tipo de obediencia a las órdenes criminales : en este caso no hay renunciamiento, y el estado, por definición, no puede proveer al torturador un discurso que le permita justificar su acto. Su sola justificación es la ley del más fuerte, la relación dual. Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M 4.1 FERRERO, A. “Importancia de los derechos humanos en los códigos deontológicos de psicología en la Argentina” Es notorio que el discurso acerca de los derechos solo puede ser construido de la mano de las obligaciones a cumplir para los demás, ya que los derechos de un sujeto implican obligaciones a cumplir para los demás. Pero para estos derechos no caigan en la ilusión de derecho garantizado por Dios, será necesario recuperar aquella dimensión que hace referencia a los derechos morales otorgados al ser humano por el ser humano mismo, lo cual implica una ética basada en el respeto universal e igualitario. En el campo profesional, una dimensión ética que enmarque las condiciones del accionar del profesional, implica vincular obligaciones y derechos. La práctica de la psicología, sea cual fuere su campo de aplicación, deberá atenerse a las pautas éticas propias de los códigos deontológicos profesionales en general, y en caso de ser necesario, a las reglamentaciones referidas a investigación con humanos, las cuales son de alcance internacional. La legislación que regula el ejercicio de la psicología puede ser organizada según niveles diferenciales de pertenencia del profesional. El primero de estos niveles considera al profesional en tanto miembro de una comunidad general - ciudadano-, y el segundo en tanto miembro de una comunidad de pares - profesional psicólogo-. En cada uno de estos niveles el profesional tendrá obligaciones que cumplir, siendo fundamental la importancia de los derechos humanos en el primero de ellos, ya que implica al psicólogo en su condición de ciudadano. En Argentina existen actualmente dos códigos deontológicos de vigencia: el Protocolo de acuerdo Marco de principios éticos para el ejercicio profesional de los psicólogos en el mercosur y países asociados, y el Código de ética de psicólogos de la república argentina (FePRA) En el caso del Protocolo de Acuerdo Marco de Principios Éticos para el Ejercicio Profesional de los Psicólogos en el Mercosur y Países Asociados, el primero de sus puntos Respeto por los derechos y dignidad de las personas, se aboca específicamente a esta temática: “Los psicólogos se comprometen a hacer propios los principios establecidos por la declaración universal de los derechos humanos” En el punto B COMPETENCIA, luego de poner el énfasis en la importancia de la misma, señala que los psicólogos tendrán “en cuenta que las competencias que se requieren en la asistencia, enseñanza, y/o estudios de grupos humanos, varía con la diversidad de dichos grupos” En el punto D INTEGRIDAD, se aclara que los psicólogos se “empeñaran en ser sumamente prudentes frente a nociones que degeneren en rotulaciones devaluadoras o discriminatorias” Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M Finalmente en el punto E RESPONSABILIDAD SOCIAL, sostiene que los “psicólogos ejercen su compromiso social a través del estudio de la realidad y promueven y/o facilitan el desarrollo de leyes y políticas sociales que apunten, desde su especificidad profesional, a crear condiciones que contribuyan al bienestar y desarrollo del individuo y de la comunidad” Por otra parte, el Código de Ética de FePRA, sostiene en el preámbulo que los psicólogos “no consienten ni participan deliberadamente en procederes que supongan prácticas discriminatorias” y entienden al “bienestar psíquico como uno de los derechos humanos fundamentales”. En los apartados referidos a competencia, integridad y responsabilidad social del psicólogo, se enfatiza el compromiso ineludible con los derechos humanos en general, y específicamente con el derecho a la privacidad, confidencialidad, autodeterminación y autonomía. En el apartado referido a la especificidad de las normas deontológicas, en el primer punto Consentimiento informado se establece que la “obligación de obtener el consentimiento da sustento por el respeto por la autonomía de las personas, entendiendo que dicho consentimiento es válido cuando la persona que lo brinda lo hace voluntariamente y con capacidad de comprender los alcances de su acto” En el punto referido al Secreto Profesional, pone el acento en el hecho de que este requisito “responde al bien común, protege la seguridad y honra a los consultantes y sus familias” y debe “cautelar la privacidad, y adoptarse las precauciones necesarias para no generar perjuicios a las personas involucradas”. En cuanto a la Responsabilidad en las relaciones profesionales se establece que “los psicólogos deberán ser conscientes de la posición asimétrica que poseen frente a sus consultantes y no podrán hacer uso de su influencia más que con fines benéficos para estos”. En cuanto a la relación con colegas se destaca el cumplimiento de los derechos de los mismos, no interviniendo arbitrariamente en sus prácticas, no difamandolos y no reemplazandolos de cargos de los que hubiera sido injustamente separados. En el punto referido a la Responsabilidad con la profesión y la comunidad establece que en “el ejercicio de su profesión los psicólogos no harán ninguna discriminación en función de su nacionalidad, religión, raza, ideología o preferencias sexuales de sus consultantes”. Finalmente manifiesta explícitamente un compromiso con los derechos humanos al estipular que “los psicólogos no participaran, ni activamente ni pasivamente, en acciones oformas de tortura, o todo aquello que atente contra los derechos humanos internacionalmente reconocidos”. . Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M 4.1 FERNANDEZ OLMEDO, G. “Los derechos humanos como pilares de la práctica psicológica: su importancia fundamental” LOS DERECHOS HUMANOS COMO NOCIÓN HISTÓRICA Y CONSTRUCCIÓN SOCIAL Por Derechos Humanos se entiende al conjunto características y atributos propios del ser humano derivado de su dignidad, y que, por lo tanto, no pueden ser afectados o vulnerados. Son derechos subjetivos que poseen todas las personas por su sola condición de seres humanos, sin importar su naturaleza política, religiosa, étnica o social. Se debe tener en cuenta que los derechos humanos, además de ser un conjunto de preceptos individuales mediante los que se ampara, protege y favorece la autonomía e independencia de los sujetos, también son un soporte importante del vínculo social al que contribuyen incentivando las responsabilidades mutuas y los deberes compartidos. Hablar de derechos supone necesariamente considerar asimismo obligaciones, ya que los derechos de un sujeto implican obligaciones a cumplir para los demás. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, promulgada el 10 de diciembre de 1948, es una de las legislaciones que ampara y regula el ejercicio de la psicología, en tanto el profesional psicólogo no solo actúa e interviene en los diferentes campos de aplicación de su práctica como un sujeto dotado de saber que debe responder a la demanda de sus pacientes/consultantes, sino que es al mismo tiempo un ciudadano que comparte los mismos derechos que el resto de la sociedad. En opinión de Asbjorn Eide, fundador del instituto noruego de derechos humanos de la universidad de Oslo, la Declaración mencionada se ofrece también como un proyecto de orientación futura que requiere continuos refuerzos para hacer del respeto a los derechos humanos una realidad universal. Eide considera además que la importancia de la Declaración radica al menos en ciertos aspectos principales: a) La restauración y consolidación de un proceso de normalización política democrática, que se inició en algunas sociedades en los siglos XVII y XVIII. b) La extensión y profundización en los conceptos inseparables de libertad e igualdad. c) La proclamación del alcance universal de los derechos humanos d) La legitimación de su cumplimiento al amparo de la legislación y de las dinámicas que se establezcan en el complejo entramado de las relaciones internacionales Existe una tendencia a clasificar los derechos humanos en diferentes generaciones: ● Los considerados de primera generación o “derechos civiles y políticos” que son los que instituyen los principios democráticos en los que deben sustentarse los estados de derecho: libertad de expresión, libertad individual, libertad de conciencia y religión, derecho a la propiedad, derecho de participación política, etc. ● Los derechos de segunda generación o “económicos, sociales y culturales” , que ponen énfasis en la igualdad y en la satisfacción de las necesidades básicas de los individuos en tanto que miembros de una sociedad política: derecho al trabajo, a la educación, a la seguridad social, la cultura, etc. Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M ● Los derechos de tercera generación o “derechos colectivos o de solidaridad” : derecho al medio ambiente, a la paz, al desarrollo sostenible, al ocio, etc, en los que se apela al valor de solidaridad humana arropada en los principios que inspiran la libertad, las virtudes cívicas y la calidad de vida en su totalidad. ● Los derechos de cuarta generación toman como referencia las preocupaciones asociadas al progreso tecnológico y sus consecuencias prácticas en el plano de la bioética (eutanasia, aborto, etc) los tratamientos genéticos y los bienes públicos (diversidad cultural, patrimonio histórico y económico, etc) Se parte de la consideración de que toda práctica profesional aun en el ámbito privado, representa un acto público ya que está dirigido a miembros de una comunidad, a ciudadanos que gozan de determinados derechos, y que el profesional no puede en modo alguno lesionar. Se considera necesario que la práctica de la psicología, sea cual sea su campo de aplicación, deba atenerse a las pautas éticas propias de los códigos deontológicos y del marco normativo que regule su accionar. DERECHOS HUMANOS EN EL CAMPO DE LA SALUD MENTAL Una legislación que ampara y pretende garantizar lo expresado en el Art 25 de la Declaración Universal de los DDHH es la Ley Nacional de Salud Mental N° 26657 que tiene por objeto asegurar el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas, y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas con padecimiento mental que se encuentran en el territorio nacional, reconocidos en los instrumentos internacionales de derechos humanos. Está Ley en el Capítulo IV puntualiza: - Derecho a recibir atención sanitaria y social integral y humanizada (..) - Derecho a conocer y preservar su identidad (..) - Derecho a recibir tratamiento y a ser tratado con la alternativa terapéutica más conveniente (..) - Derecho a no ser identificado ni discriminado por un padecimiento mental (..) - Derecho a ser informado de manera adecuada y comprensible de los derechos que lo asisten (..) Al respecto, una norma pilar que enmarca la práctica psicológica es la que refiere al Consentimiento Informado. “ El psicólogo debe obtener consentimiento informado válido tantos de las personas que participan como sujetos voluntarios en proyectos de investigación como de aquellas con las que trabajan en su práctica profesional” - Derecho a poder tomar decisiones relacionadas con su atención y su tratamiento (..) - Derecho a no ser objeto de investigaciones clínicas ni tratamientos experimentales sin un consentimiento fehaciente (..) El art. 1 del Código de Nuremberg afirma que “el consentimiento informado y voluntario del sujeto de experimentación es absolutamente necesario, el sujeto debe saber exactamente en qué consiste el experimento, su significado y los beneficios o riesgos deben ser adecuadamente proporcionados, así como debe garantizarse al sujeto de derecho de Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M negarse a la experimentación y de retirarse en cualquier momento de la misma si así lo desea” En 1974, surgió la Declaración de Helsinki, que remarca especialmente la importancia de la investigación en medicina con seres humanos para la evolución del conocimiento científico, pero con el mayor resguardo con respecto a los voluntarios en investigación, preservando la integridad del sujeto de la investigación por sobre los intereses científicos. El informe de Belmont formula tres principios bioéticos básicos: el respeto por las personas, el beneficio y la justicia. Cualquier supresión (o inaccesibilidad) de derechos impacta en la construcción de la subjetividad dela persona alternando “lo mental de la salud” (de Lellis, 2006). Se puede decir que toda violación de los derechos humanos repercute en la saluddel sujeto violentado, predominantemente en lo mental. Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M 4.2 HELLER, M. “Ética y ciencia. La responsabilidad del martillo” Las aplicaciones sociales de los desarrollos científicos son factores fundamentales en la génesis de nuestra actualidad. Sin embargo, ello no parece acarrear una tematización de la dimensión ética de la tecnociencia. La confianza y esperanza en el desarrollo de la ciencia moderna se instaura ya en el siglo XVIII. El ideario ilustrado estableció las bases para la fe en el progreso a través de la contribución de la ciencia moderna. El saber científico se muestra entonces prometiendo la satisfacción de los anhelos humanos de seguridad y confortabilidad en una existencia prolongada. Las calamidades y la perversión no son en realidad resultados de la ciencia, sino productos de su mal uso . La ciencia moderna es entonces inocente y carece de responsabilidad frente a los inconvenientes actuales. La objeción al desarrollo de la ciencia moderna sobre la base de tales efectos adversos, no toma en cuenta otro aspecto de la cuestión: la ciencia es capaz de resolver los aspectos negativos que acompañan al progreso. Los intentos actuales de reflexión crítica se presentan todavía como conspiraciones de los viejos enemigos de la ciencia. Se da por sentado que el triunfo de la ciencia moderna fue posible gracias a la conquista de un desarrollo libre, sin interferencias ni obstáculos. En compensación, la ciencia prolonga la vida humana, una vida saludable y confortable. Pese a los graves perjuicios para la humanidad y el planeta que acarrean ciertas aplicaciones de los resultados científicos, el saldo seguiría siendo favorable para la humanidad. La cuestión del límite a la libertad de la investigación científica es una cuestión ética, puesto que esa investigación influye directa o indirectamente en la libertad de todos, afecta la convivencia entre los hombres y también su hábitat. Los perjuicios que se le imputan no son producto de la acción de la ciencia y, por lo tanto, no son responsabilidad de los científicos. Son provocados por las aplicaciones de la ciencia, que son responsabilidad de los decididores (los políticos, los funcionarios, los detentadores del poder económico, etc). Además, la actividad científica es la que suministra luego las soluciones a los problemas causados por tales implementaciones. Enrique Mari llama a esta postura el modelo de la ciencia martillo . Está sostiene que, como el martillo, los productos científicos pueden ser utilizados para fines positivos (la construcción de un mueble, por ejemplo) o para fines negativos (la violencia contra otro ser humano). La ciencia no es entonces responsable de los resultados negativos, y hasta destructivos del planeta, que sus desarrollos provocan. Se declara que la ciencia moderna, como la antigua, es un saber desinteresado, un saber por el saber mismo. Si la ciencia posee una dinámica totalmente independiente de su utilidad social, las aplicaciones de sus conocimientos no son entonces de su incumbencia. El científico en tanto científico es ajeno a esos problemas. Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M La tecnociencia suele ser defendida recurriendo a todos los beneficios que la ciencia ha brindado. Entonces, la actividad científica posee los méritos por los resultados benéficos. Pero nada tendría que ver con los perjuicios, dado que estos serían resultado de decisiones extrañas. La paradoja es una inconsistencia que no puede sostenerse. Por consiguiente: o bien es responsable por ambos tipos de consecuencia, o bien no es por ninguna. Ser responsable quiere decir que “se puede responder” por las propias acciones y por las consecuencias de estas. Si tales consecuencias son en parte benéficas y en parte perjudiciales, no es correcto atribuirse la responsabilidad exclusivamente por una de esas partes. Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M 4.2 ROJO, R. “Investigación científica y ética” Si la investigación se desenvuelve siempre dentro de un marco histórico impregnado de valoraciones morales y de creencias, y el investigador es antes que tal un hombre que asume las exigencias de la sociedad en que vive, podemos plantear el palpitante problema de la relación entre la investigación y la ética. Aun cuando ética y moral se suelen utilizar indistintamente- la primera palabra de origen griego y la segunda de origen latino, vinculadas ambas con la palabra costumbre- para ciertos propósitos y análisis conviene distinguirlas. Distinguimos por un lado, las acciones del hombre, como el acudir en ayuda de alguien y por el otro lado la teoría de esas acciones o conductas. Ahora bien, la moral es lo que tiene que ver con el hacer del hombre, con su conducta efectiva, real, y la ética es el estudio filosófico de dicho hacer. Actualmente el problema moral se le presenta al investigador, al científico, con dos facetas: la asunción de la actitud científica pura y la de aquella que rebasa el camino estricto del saber. La primera es clara y tajante. El investigador debe ser honesto, no defraudar datos, reconocer los aportes previos, transmitir con exactitud sus resultados, estar dispuesto a rectificar o mejorar sus ideas, a confrontarlas lealmente con otras. ¿La investigación científica es totalmente independiente de las consecuencias de sus resultados? ¿O la ciencia no reconoce más límites que los que el propio saber le impone intrínsecamente? Adviértase que aquí se plantea hoy la relación entre la verdad y el bien. El divorcio de estas dos grandes ideas -la verdad y el bien- da cuenta del drama de la ciencia de hoy al mismo tiempo que permite comprender las posiciones antagónicas de científicos y pensadores o la verdad se basta a sí misma sin echar mirada alguna al bien o se liga indisolublemente a él. O se sostiene la neutralidad de la ciencia o se proclama su compromiso moral o valorativo; o el saber es autónomo o está ligado al bien. Hay que asumir, con todo su dramatismo, el hecho de que frente a la certeza y objetividad de la ciencia se erigen los sistemas éticos disímiles que en sus planteos antagónicos tornan imposible el logro de una valoración moral unánime de los resultados más significativos de las investigaciones científicas. Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M 4.3 FRANCESC, A. “Periodo constitutivo de la bioética” La historia de la bioética es reciente pues se remonta a los años 70 del siglo pasado. Constituyen un periodo de tiempo que puede dividirse en una fase preliminar que comprende la década de los años 1960-1970 y otra de eclosión que se extiende a lo largo de la década de 1970-1978. Culmina en el 1978, cuando se formulan los llamados “principios bioéticos” y nace la niña Louise Joy Brown, concebida por medio de la fecundación in vitro. DEFINICIONESDE BIOÉTICA ● Estudio sistemático de la conducta humana en el ámbito de las ciencias de la vida y de la atención a la salud, examinando esta conducta a la luz de los valores y de los principios morales. ● La bioética es el estudio interdisciplinario (transdisciplinario) orientado a la toma de decisiones éticas de los problemas planteados a los diferentes sistemas éticos , por los progresos médicos y biológicos, en el ámbito microsocial y macrosocial, micro y macroeconómico, y su repercusión en la sociedad y su sistema de valores, tanto en el momento presente como en el futuro. ¿Para qué sirve la bioética? En palabras de Edmund Pellegrino “es la más científica de las humanidades y la más humana de las ciencias”. La bioética en sus vertientes clínica y docente tiende a hacer que esto sea una realidad, intentando encontrar las posibles vías para resolver problemas y dilemas que se nos presentan al intentar conjugar los principios que puedan entrar en colisión eligiendo con el paciente o con sus representantes legales, aquello que más le conviene. EL NACIMIENTO DE LA BIOÉTICA Y SU CONTEXTO (1960-1978) Visión general de los años 1960-1978 La bioética nace en los estados unidos, donde confluyen diversos factores que hacen perentoria la necesidad de encontrar respuestas satisfactorias a los problemas que plantean los progresos biomédicos y tecnológicos. En primer lugar, las posibilidades de los investigadores de disponer de nuevas tecnologías. En segundo lugar, la preocupación Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M social creciente sobre los derechos de los pacientes y, finalmente, el papel de los medios de comunicación social en la difusión de estos progresos y posibilidades de futuro. La década 1960-70. Etapa preliminar de la bioética Fue jalonada por una serie de encuentros de científicos que desde su perspectiva analizaron la evolución de las ciencias biológicas y médicas pronosticando las ventajas de los descubrimientos y al mismo tiempo la ambigüedad de los mismos. Poco a poco fueron incorporando algunos teologos y filosofos. Daniel Callahan y Robert Veatch pueden considerarse los primeros bioeticistas americanos. Personas que con sólida formación ética, filosófica y teológica se interesan por las ciencias y quedan inmersos en una problemática real donde las cuestiones de los pacientes y de los ciudadanos en general exigen tomas de posición que repercutirán en las políticas sanitarias. La década de los 70 En está década siguen los progresos médicos y tecnológicos de manera acelerada: el diagnóstico de muerte cerebral, los progresos en psicofarmacología, los progresos en el diagnóstico prenatal, la fecundación in vitro, etc. Con estas posibilidades, medicina, ética, economía, política y derecho quedan íntimamente relacionadas y llamadas a entenderse a través del diálogo. Contexto en el que nace la bioética Contexto sociocultural y político de la década del 60: década de cambios sociales, políticos, culturales, filosóficos y teológicos. Está decada conoce la fuerza reivindicativa de los derechos civiles, la revolución sexual, el reconocimiento de los pacientes como agentes morales autónomos. En el plano político y cultural: la apertura de eeuu a china, los asesinatos de Martin Luther King y de Robert Kennedy. También es tiempo del “Mayo del 68 francés”, la revolución de los estudiantes y obreros contra el orden y el poder. Desde la perspectiva ética la gran repercusión teórica y práctica que tuvo el libro de Joseph Fletcher “Situation Ethics: The new morality” y la influencia que en relación a la atención a los enfermos terminales tuvo el libro de Elisabeth Kubler-Ross “On death and dying” Los pioneros ● Van Rensselaer Potter: Eminente bioquímico dedicado a la investigación oncológica. Acuñó el termino bioética, fusión de bio y ethos, para indicar la necesidad del diálogo entre científicos y humanistas para preservar la humanidad de su propia destrucción. Con esta perspectiva desarrolla su concepción del ser humano como sujeto activo y Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M pasivo de una triple evolución: biológica, fisiológica y cultural. Pide la adhesión a un credo bioético personal concreto para superar los errores evolutivos y la necesidad de una ética global. ● Andre Hellegers: De origen holandés, se especializó en obstetricia y ginecología, con un profundo conocimiento de humanidades. Estudio los problemas éticos en el terreno de la reproducción humana. Las conversaciones con teólogos, obispos y cardenales, le confirmaron que el diálogo bioético, de iniciativa secular, debía superar el escollo del trasfondo científico y teológico que impedía la mutua comprensión. Estos hechos marcarían la orientación en las características iniciales del diálogo bioético: - Diálogo interdisciplinar entre científicos y humanistas, como metodología de trabajo. - Racionalidad de los argumentos, poniendo entre paréntesis el criterio de autoridad. - Conocimiento de que los nuevos problemas planteados por los progresos científicos necesitaban nuevas respuestas. ● Daniel Callahan: Con una sólida formación filosófica, desea que las preguntas fundamentales de la filosofía se orienten a dar respuestas a cuestiones profundamente humanas y con repercusión social y política para un mundo más justo. Las ciencias de la salud le parecen el terreno más adecuado tanto por la aceleración creciente de los progresos científicos, médicos y biológicos asociados a lo tecnológico. El nacimiento del institut borja de bioética Después de cinco años en estados unidos, Francesc regresa a Barcelona con una idea muy clara: la de comenzar un centro o instituto de bioética copiando el modelo del Kennedy Institute. Su camino era intentar servir de puente de diálogo entre las ciencias médico-biológicas y las humanidades, convencido de la autonomía de las ciencias y del valor que podían aportar al diálogo. Convencido también de la dimensión iluminadora para todos de la filosofía para la más amplia comprensión del ser humano y del sentido de la vida. MADURACIÓN Y CONSOLIDACIÓN DE LA BIOÉTICA El nacimiento, maduración y consolidación de la bioética es una realidad del siglo XX. Se elige el año 1978 para señalar su inicio. En ese año se dan: el nacimiento de la primera persona obtenida por fecundación in vitro y transferencia embrionaria; la publicación del Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M informe Belmont y la preponderancia de la biología molecular, que anuncian el necesario diálogo de las ciencias de la salud con la antropología filosófica, el derecho, la economía y la política. La pregunta bioética, ya clásica, sobre si podemos hacer todo lo que técnicamente resulta posible, recorre toda la historia de la bioética a partir de los años setenta. Pero la pregunta más adecuada será ¿que podemos hacer para llegar a un acuerdo sobre los límites aceptables por la sociedad en el terreno de la investigación de la asistencia sanitaria,de genética, de la reproducción humana asistida, de los transplantes, etc? Está es la razón por la que este período 1978-1999, ha estado marcado por un gran número de recomendaciones ético-jurídicas, regulaciones y leyes. El informe Belmont El informe Belmont fue donde se formularon los tres principios básicos de la bioética. Estos principios son los criterios fundamentales en lo que se apoyan los preceptos éticos y valoraciones particulares de las acciones humanas; son particularmente relevantes en la ética de la experimentación con seres humanos, se han mostrado también útiles para la toma de decisiones racionales en la clínica y como instrumento útil en la enseñanza de la bioética. 1) Respeto a las personas: Incluye dos convicciones éticas: primero, que todos los individuos deben ser tratados como agentes autónomos, y segundo, que todas las personas cuya autonomía está disminuida tienen derecho a la protección. Respetar la autonomía significa dar valor a las consideraciones y opciones de las personas autónomas, y abstenerse a la vez de poner obstáculos a sus acciones a no ser que estas sean claramente perjudiciales para los demás. 2) Beneficencia: Beneficencia se entiende en este documento como la obligación de no causar ningún daño. La máxima hipocrática del primun non nocere se incluye en este principio del cual no se distingue. Incluye también el principio de maximizar los beneficios posibles y disminuir los posibles daños. 3) Justicia: La justicia se entiende en el sentido de equidad en la distribución de cargas y beneficios. Este informe no analiza las características que pueden justificar las diferencias en el trato. Nos inclinamos por la siguiente opción: a cada uno su necesidad y además cuando se trate de prestaciones de la Seguridad Social nos inclinaremos por el criterio de favorecer a los más débiles si la desigualdad resultara inevitable. La aplicación de estos principios como los comités de ética asistencial exige que se cumplan los siguientes requisitos: consentimiento informado, valoración de beneficios y riesgos y selección equitativa de sujetos de investigación. Este archivo fue descargado de https://filadd.com � FI LA DD .CO M
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