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1 ANALISIS CLINICO DE LA ESCALA DE WECHSLER PARA NIÑOS, WISC IV. ACERCA DE CÓMO LOS DATOS CUALITATIVOS ENRIQUECEN LOS ESTUDIOS PSICOMÉTRICOS Norma Contini 2018 Cátedra Evaluación y Diagn Psicológico Infanto Juvenil Facultad de Psicología. UNT INDICE 1- Introducción 2- Niveles de análisis: 2.a. Variables del Psicólogo. 2.b. Variables del niño / adolescente con relación a la tarea y al vínculo que establece con el Psicólogo. 2. Proyección de contenidos personales en las situaciones de prueba... 2 3- Síntesis INTRODUCCIÓN Las investigaciones sobre de inteligencia inicialmente tuvieron como objetivo evaluarla de forma pura, sin la interferencia de otros factores. A esos primeros intentos de obtener una valoración numérica que se expresó como Cociente Intelectual (CI) siguió el reconocimiento de que los factores llamados no cognitivos influían en las respuestas del sujeto ante la prueba, y se ponían de manifiesto tanto en la actitud de aquel en la situación de evaluación, como en los contenidos de algunas respuestas. Wechsler, a diferencia de otros investigadores, como Spearman (1927) o Terman (1916), era un psicólogo clínico con experiencia en evaluación individual. Evidencia de ello es que su primera escala, la Wechsler-Bellevue (1939) surgió en un contexto clínico, en el Hospital Psiquiátrico Bellevue (New York). Se considera, al igual que Matarazzo (1991) que fue ese entrenamiento clínico el que permitió a Wechsler plantear con mucha claridad que la inteligencia es el resultado de la compleja interacción entre factores constitucionales, experiencias del sujeto en su contexto sociocultural y variables de personalidad. Wechsler (1939) sienta las bases del enfoque clínico cuando al analizar la definición de inteligencia señala (...) “otros factores ajenos a la habilidad intelectual, por ejemplo, los impulsos e incentivos, están comprendidos dentro de la conducta inteligente. (...) (p.4). Hace referencia a la aparición durante la investigación de comportamientos tales como el interés del sujeto en llevar a cabo una tarea, su persistencia en realizarla y el deseo de tener éxito tanto como disfrutar con los logros. Estos comportamientos, son factores de personalidad y debieran reconocerse como importantes en toda evaluación de la inteligencia. ...(...) Por eso la entidad o cantidad que somos capaces de medir por los tests de inteligencia no es una cantidad simple. Ciertamente no es algo que pueda expresarse por un solo factor, digamos la “g”, ya que usted la defina en sus términos más generales como energía mental, la habilidad para educir relaciones, o meramente como el factor intelectivo. La inteligencia es todo esto y todavía algo más. D. Wechsler, 1939, pág13. 3 Siguiendo esta línea de análisis señala que los tests de inteligencia evalúan más que la mera habilidad de aprender o de razonar y que es inevitable que registren otras capacidades que no pueden ser definidas como “puramente cognoscitivas o intelectivas” (p.14). Tradicionalmente se consideraba que estos factores eran perturbadores y se trataba de eliminarlos. Wechsler va a plantear lo inverso, es decir, que aquéllos deben estar incluidos en cualquier evaluación de la inteligencia, porque de lo contrario los tests van a dar un perfil incompleto de las capacidades del niño /adolescente. Puede afirmarse que en la actualidad existe consenso entre los psicólogos que los factores afectivos e intelectuales han de integrase – dentro del proceso de evaluación - en una sola matriz compleja. A partir de esta concepción se considera que la evaluación de la inteligencia es una tarea eminentemente clínica, que emplea puntajes de un test de carácter cuantitativo que sólo cobran sentido articulados con datos cualitativos. Tales datos son: * La observación clínica en la situación de evaluación. * Los datos proporcionados por la familia del niño o del adolescente. * Los datos proporcionados por el maestro o profesor. * Los datos aportados por otros informantes clave. Para poder llevar a cabo esta tarea de articulación, el Psicólogo debe tener una sólida formación en psicometría y también en clínica; solo así podrá construir un perfil preciso de las competencias cognitivas del niño que recibe en la consulta. Si bien se reconoce el valor de los factores no intelectivos, no abundan trabajos que hayan profundizado en este tema, comparados con la profusa bibliografía referida a las variables específicamente cognitivas; así, en la IV versión del WISC, dichas variables cognitivas son evaluadas a nivel cuantitativo con elevada precisión. Ahora bien, cuando se evalúa a un niño / adolescente con la Escala WISC- IV interesa determinar en qué medida su capacidad se ve influida por variables emocionales y, hasta qué punto las funciones intelectuales pueden verse afectadas por éstas. Los niños, tal como expresa Glasser y Zimmerman (1977) 4 están mucho más expuestos que los adultos a factores emocionales, siendo un indicio de madurez la capacidad para eludir o disociar los componentes emocionales de los cognitivos en el momento de resolver un problema. De cualquier modo, es útil señalar que la separación entre ambos es relativa, puesto que cada niño tiene un estilo de abordar las situaciones de vida en la que ambos aparecen entrelazados. La práctica clínica ha puesto de manifiesto la excelente posibilidad que brinda el WISC-IV para integrar datos cuantitativos (CI., Puntajes Índices) con datos clínicos. Con ello se consigue una información muy valiosa acerca del estilo cognitivo y de características de personalidad, al igual que de la cualidad de los vínculos del examinado con las figuras significativas de su entorno. Ello justifica plenamente la administración de esta prueba extensa y compleja. Los objetivos de este trabajo son: a) identificar cuáles son los factores no cognitivos que se presentan en la evaluación de la inteligencia y analizar la importancia de los mismos y b) mostrar articulaciones entre variables cognitivas y variables emocionales. NIVELES DE ANÁLISIS En este trabajo se hará referencia al análisis clínico de la prueba mediante la consideración de tres tipos de datos que han sido tomados en parte de las teorizaciones de Glasser y Zimmerman (1977) y modificados sobre la base de nuestra propia experiencia clínica y de investigación con la Escala WISC IV. Estos tres tipos de datos son: a) Variables de personalidad del Psicólogo. b) Comportamiento del niño / adolescente en la situación de evaluación, tanto en relación a la tarea como en el vínculo que establece con el Psicólogo evaluador. c) Proyección de contenidos personales en las situaciones de prueba. Tal proyección se ve facilitada por la estructura de algunos Subtests, ej. Comprensión y Vocabulario. 5 a) VARIABLES DE PERSONALIDAD DEL PSICÓLOGO Como señalan Glasser y Zimmerman, el psicólogo en su práctica necesita generar información del niño. Si por diversos motivos éste da respuestas vagas, evasivas, o bien se niega a trabajar, puede producir en el psicólogo diversas actitudes, tales como exigir, ser condescendiente, situarse en una posición simétrica - de amigo – o bien presentarse impaciente. El Psicólogo debe ser consciente de su contribución a la situación de evaluación y analizar el efecto que pueden producir en el examinado. Si bien no se puede ofrecer al lector reglas fijas a seguir, retomando a Glasser y Zimmerman se dirá que 2 condiciones imprescindibles por parte del Psicólogo: a) un interés genuino por el niño, acompañado de la intención de generar un vínculo y b) un conocimiento de sus propias fortalezas y puntos débiles desde el punto de vista de su personalidad. Es necesario que tenga en cuentasi se presenta como una figura investida de autoridad a quien el niño /adolescente puede temer o, a la inversa, si se comporta como un como un par; o bien si es concesivo y participa brindando parte de las respuestas a las situaciones de prueba que el examinado debiera resolver en forma autónoma. Indudablemente que la experiencia como evaluador, tanto como la claridad sobre su propio mundo interno le permitirá al Psicólogo descubrir cuánto aporta a la situación de evaluación. Debiera así también analizar qué sentimientos moviliza en él, el examinado. Si le genera agrado, pena, rechazo, seducción, indiferencia y cuánto pueden incidir estos afectos en la valoración que haga de la producción del niño. Otro variable que ha sido motivo de estudios en niños pequeños es la diferencia de resultados según el género del Psicólogo. Así, la figura femenina se ha asociado clásicamente a una posición materna protectora; en cambio la figura masculina podría ser percibida como un padre severo. Estas son consideraciones muy generales, puesto que el significado de dichas figuras va a depender de la historia previa del niño / adolescente. Desde una perspectiva psicodinámica se incluye en el concepto de transferencia, operación que se establece en toda situación de relación interpersonal. Es una variable a considerar, pero puede 6 afirmarse que si el Psicólogo trabaja con rigor científico y respaldo teórico, esta variable no debiera alterar los resultados b) VARIABLES DEL NIÑO/ ADOLESCENTE Una regla básica es que el Psicólogo esté atento a toda intención de comunicación por parte del niño/adolescente. Como toda relación humana es compleja y puede variar a lo largo de la administración de la prueba, que es extensa y ofrece una variedad de estímulos. Se debe tener en cuenta el comportamiento del niño / adolescente ante tal diversidad de situaciones (Subtests), como así también el comportamiento con el Psicólogo. Cabe recordar que, dentro del proceso de evaluación, cuando se va a administrar el WISC IV, previamente el Psicólogo ha tenido una primera entrevista y ha realizado otras pruebas menos estructuradas que esta. Por lo tanto, ya tiene una impresión clínica del comportamiento del examinado en su faz emocional. Con relación a las variables del niño, pueden categorizarse como respuestas vacilantes (o pasivas) y respuestas activas (Glasser y Zimmerman, 1977) RESPUESTAS PASIVAS RESERVA Frente a una situación desconocida, es esperable cierto grado de reserva. Tal actitud conduce al niño a colaborar muy poco espontáneamente, a responder sólo lo que se le pregunta y a hacerlo cuando está seguro de lo que se espera de él. Interesa analizar si tal actitud de reserva se prolonga aun después del período de familiarización con la situación de evaluación, de tal manera que limita las respuestas afectando la productividad del niño. La duración excesiva de la actitud de cautela, permite afirmar que no se orienta hacia un comportamiento saludable. Esta actitud sería de autoprotección frente a una 7 figura que el niño percibe como poco confiable y, más aun amenazadora. Se dirá que transfiere en la figura del evaluador relaciones con otros adultos que le han producido temor, o que han sido muy exigentes. Esta cautela excesiva suele ir asociada a rasgos de timidez e inseguridad, a un yo débil en contraposición al ambiente al que perciben como amenazador. En tal sentido se relaciona con lo que se denominó estilo inhibido de habilidades sociales. Con relación al estilo de interacción inhibido Caballo (2000) y Monjas Casares (2004) afirman que se trata de una modalidad de huida. El niño /adolescente no es capaz de expresar sus sentimientos y opiniones. Es pasivo, reservado, sumiso, evita o escapa del conflicto (Monjas Casares, 2004). Se caracteriza por la inseguridad para actuar. Necesita ser valorado por los demás y considera que no es tenido en cuenta. Es importante que el Psicólogo logre estimar el tiempo que este niño/adolescente necesita para establecer una relación, el tipo de estimulación que requiere para poder responder y hasta qué punto esta actitud de reserva extrema se supera a medida que transcurre el proceso de evaluación. En el ámbito escolar estos niños /adolescentes van a necesitar una atención individualizada por parte del maestro /profesor y un estímulo constante para poder responder a las exigencias propias del aula. Una respuesta muy significativa sería “no puedo hacerlo”, sin haberlo intentado. Daría cuenta de una actitud de pasividad, resignación e impotencia. El pronóstico será más reservado para este niño que para otro que, aunque tampoco logró la respuesta correcta, lo intentó y se esforzó en la búsqueda de estrategias para encarar el problema planteado. RESPUESTAS ACTIVAS CORDIALIDAD Según Glasser y Zimmerman se podría definir esta variable como un continuo que va desde una relación con buen ajuste, que también podría conceptualizare como un comportamiento prosocial (Zamagani, 1996; Garaigordobil, 2008; Monjas, 2004) hasta la cordialidad excesiva. 8 Un niño con un buen ajuste al medio percibe al Psicólogo como un adulto que se interesa por él. Tiene la oportunidad de ser asistido en forma individual lo que puede contribuir a que se establezca una buena relación entre ambos (Psicólogo-examinado) Como contrapartida de este modelo de relación, se puede encontrar un excesivo apego del niño/adolescente hacia el Psicólogo, una hipercordialidad (Glasser y Zimmerman, 1997), característica del preescolar y, por lo tanto signo de inmadurez. A su vez, se trata de analizar si la excesiva cordialidad es un modo del niño de ganar afectivamente al Psicólogo, asegurándose así que éste no tendrá comportamientos que el perciba como peligrosos. INICIATIVA / FALTA DE LÍMITES EN EL COMPORTAMIENTO Otra forma de vínculo con el Psicólogo se puede expresar en un continuo que va de la iniciativa personal a la falta de límites en el comportamiento. Un niño seguro de sí mismo suele tomar iniciativas en la situación de evaluación: encara por sí mismo las pruebas a medida que se le presentan e informa cuando ya ha concluido. Trabaja con decisión y rapidez. Ello da cuenta de una confianza en sí mismo y, por lo tanto no teme mostrar al Psicólogo lo que es capaz de realizar. En el extremo opuesto se puede situar otro tipo de comportamiento, en el que el niño/ adolescente ofrece dificultades para aceptar consignas: invade la caja con materiales, no logra permanecer sentado, invierte los roles; hace consideraciones tales como “yo hago esta parte, vos ayúdame con la otras (por ejemplo en C. Cubos), o bien “decime vos la respuesta” “decime vos como lo hago”. Puede así también asumir una posición simétrica, en la que no reconoce el lugar del Psicólogo, como el profesional que lo asiste; responde de modo inadecuado a la situación y exterioriza sentimientos negativos tales como “esto es horrible”, “Ud. cree que soy tontito”. A su vez esta hiperactividad y falta de límites se asocia con un bajo nivel de atención y con ansiedad. En el aula estos niños suelen provocar rechazo de sus compañeros y dificultad por parte del profesor para conducirlo, todo lo cual genera nuevos comportamientos desajustados. 9 CONFIANZA El niño / adolescente seguro de sí acepta la situación de evaluación, tanto como la relación con el Psicólogo, se esfuerza en hacer lo que se le pide y, en ocasiones, supone también la capacidad de arriesgarse a fracasar dando una respuesta al azar. En el extremo opuesto se sitúan niños en los que el comportamiento da cuenta de la necesidad de producir buena impresión en el evaluador. Puede advertirse en comentarios tales como “esto es re-fácil”, “tengo razón, así me enseñó mi profesora”, “¿no sabes que así es?”. Con esta actitud trata de mostrar su capacidad. Estafachada de omnipotencia encubre inseguridad, negación de sus propios límites y una acentuada dificultad para tolerar la frustración de admitir que “no lo sabe todo”. Este comportamiento es negativo para el aprendizaje escolar, que supone el reconocimiento de que no se sabe, tanto como aceptar la frustración que ello implica. Si el niño no admite que aún le falta aprender rechazará las indicaciones del profesor y las tareas en el aula, con lo que se pueden agudizar sus problemas académicos (Glasser y Zimmerman, 1997).Estos análisis contribuyen a identificar cómo las variables emocionales pueden incidir, en este caso negativamente en las habilidades cognitivas, necesarias como herramientas para la resolución de problemas (ya sea en el aula o en la vida cotidiana). IMPULSIVIDAD Frente a las situaciones de prueba algunos niños consideran rápidamente el problema planteado y comienzan a resolverlo de inmediato. Algunos, frente a situaciones complejas utilizan el ensayo y error, mientras que otros se detienen a planificar cuál sería la estrategia que conviene en esa oportunidad. La rapidez en la ejecución puede convertirse en impulsividad cuando se hace una manipulación de materiales (C.Cubos), se responde sin pensar cual es la relación entre dos objetos, por ejemplo en el Subtest de Semejanzas: ítem 4: en qué se parecen camisa-zapato. José, de 9 años, responde de inmediato: la camisa te la pones, el 10 zapato va en los pies; o se señalan arbitrariamente dos objetos en el Subtest Conceptos sin consideración previa de la relación existente entre los diversos objetos. El comportamiento impulsivo suele aparecer con más claridad cuando se trabaja bajo la presión del tiempo. La 4° versión del WISC ha reducido considerablemente las pruebas con tiempo límite. Sólo en tres de ellas, Claves, Búsqueda de Símbolos y Animales se explicita en la consigna “trabaja lo más rápido que puedas hasta que yo te diga basta” (120 segundos). Solo un Subtest (sobre un total de 15 que constituyen la Escala), C. Cubos otorga bonificaciones (o sea mayor puntaje a mayor velocidad). Este cambio se valora como altamente positivo, y está fundado en numerosos estudios transculturales que han mostrado el valor relativo de la velocidad en la resolución de problemas. Más allá de este progreso persiste en el imaginario colectivo de las sociedades urbanas tecnológicas, la representación de velocidad = alta capacidad. Búsqueda de Símbolos y Claves son sensibles a la impulsividad; la misma se expresa a través de la intención de terminar rápido la tarea a costa de la calidad de la realización, que exige por un lado, velocidad y por otro, cuidadosa atención a los detalles. Actuar antes de pensar es propio de niños pequeños y, por lo tanto es un signo de inmadurez. Este modo de funcionamiento debería estar ausente a partir de los 8 años de edad (Glasser y Zimmerman, 1977). La estructura del WISC-IV permite identificar el comportamiento impulsivo tanto en el modo como se encaran las situaciones de prueba – que se han analizado precedentemente – como también en los contenidos de las respuestas a algunos ítems. Es decir, es posible buscar convergencias para tener mayor seguridad en la hipótesis a formular. A modo de ejemplo, se cita el caso de Francisco, de 7a.10m. que en el Subtest de C. Cubos yuxtapone las piezas con velocidad pero sin lógica. Lo hace dominado por la ansiedad de concluir pero sin tener un plan previo, lo cual conduce a sucesivos fracasos al no lograr copiar los modelos correctamente. A su vez, en el Subtest Comprensión, ítem 9 ¿Qué harías si un niño mucho más pequeño que tú empieza a pelearse contigo?, responde “lo mato a piñas”. En el comportamiento de Francisco convergen dos tipos de datos, 11 la actitud ante la situación de prueba y el contenido de una de las respuestas - que tienen similar significación dinámica - referidos a la falta de control de la impulsividad. OTROS TIPOS DE RESPUESTAS DEL NIÑO /ADOLESCENTE ACEPTACIÓN DE LAS PROPIAS LIMITACIONES En la situación de evaluación el comportamiento del niño puede poner en evidencia capacidad para admitir lo que sabe que puede hacer o, en el extremo opuesto abandonar la tarea sin hacer ningún esfuerzo. En principio, se espera que frente a una situación de prueba el niño trabaje con energía e intente dar respuestas a lo que se le pide; habitualmente tiene consciencia de sus propias capacidades y al llegar a los ítems más complejos admite sin perturbarse ni sentirse afectado, que “eso no lo he aprendido todavía en el colegio”. Pero puede ocurrir que lejos de comportarse de este modo, el niño no ponga energía y abandone rápidamente la tarea, aún en los ítems más fáciles – que él valora como difíciles -. Este sujeto opera con un nivel de aspiraciones muy bajo y a su vez, orienta a hipotetizar que, en la vida cotidiana, en el proceso de crecimiento no ha tenido que hacer esfuerzos para conseguir lo que desea. La experiencia clínica permite constatar que la relación madre-hijo, en la cual aquélla tiende a resolver todas las situaciones puede dar como resultado la inhibición de la de la energía o libido para resolver una cuestión determinada. En otros casos, padres o profesores muy exigentes, que esperan la respuesta correcta al instante, pueden conducir al niño a adoptar la postura de abandonar la tarea casi antes de iniciarla con el fin de eludir la presión a que se ve sometido. Otra variable vinculada a la ausencia de esfuerzo es proyectar en otros la causa de las propias dificultades; se expresa en comentarios tales como: “No me ha dado las piezas suficientes” (C. Cubos), “No se parecen en nada” (Subtest Semejanzas). En el ámbito académico este tipo de niños necesitará constante estimulación, tanto como el señalamiento periódico del profesor de que es 12 probable que si lo intenta pueda resolver lo que se le pide. En cambio, la aceptación por parte del profesor del abandono de las tareas, confirmará al niño el autoconcepto de su supuesta incapacidad. Una variante opuesta a lo señalado precedentemente es la actitud de perseverancia en la resolución de una tarea. Se entiende que la perseverancia es aceptable siempre que sea organizada y realista y, por ende, un signo de salud. Implica capacidad para insistir en un problema, que se interpreta como un recurso del yo, siempre que pueda admitir que no lo podrá resolver, cuando el nivel de complejidad resulte muy elevado. La obstinación se presenta con intentos repetitivos, improductivos, como yuxtaponer piezas (C. Cubos); el niño verbaliza, “Sí lo voy a poder hacer, espéreme”. Tanto la perseverancia como la aceptación de los propios límites son necesarios para el aprendizaje escolar. Teniendo en cuenta que los niños a quienes se evalúa con el WISC-IV habitualmente llegan a la consulta por problemas de rendimiento académico, estos datos clínicos serán de mucho valor para enriquecer los resultados cuantitativos sobre el rendimiento intelectual. REACCIÓN AL ÉXITO Y AL FRACASO En la situación de evaluación el niño/adolescente debe encarar situaciones o problemas para resolver. Por ende, ha de afrontar tanto el éxito como el fracaso, que tiene connotaciones muy particulares en la cultura occidental. Se trata entonces, de analizar cómo reacciona frente a ambas situaciones, en tanto brindará información clínicamente útil acerca de cómo se conduce en la vida cotidiana sobre la base de los recursos de su personalidad. Lo esperable es que el niño disfrute de sus logros, que podría traducirse en éxito ante las diversas situaciones de prueba y tenga deseos de encarar otras nuevas. En cambio se observa que algunos examinados no pueden aceptar la evidencia de su éxito y se obligan a sí mismos a nuevos esfuerzos. Ello implica que ese niño está dominado por un superyó exigente que elimina el placer en loque realiza, al elevar constantemente el nivel de aspiraciones e impidiendo 13 disfrutar de la buena performance obtenida. Esta posición genera una insatisfacción crónica acerca de los propios logros. En el otro extremo se sitúa el niño que hace ostentación de su desempeño en una postura narcisista. Suelen ser alumnos muy destacados, pero con dificultades en sus relaciones interpersonales, pues despiertan rechazo en sus pares, en la medida que intenta permanentemente diferenciarse de los demás a quienes consideran en un nivel inferior al de sí mismo. Este comportamiento, que suele ser interpretado como pedante se expresa en comentarios tales como: “yo terminé primero” “Yo lo hice mejor” “Le aseguro que ninguno de los chicos a los que Ud. le ha tomado esta prueba lo ha resuelto bien” “Soy un capo”. Con relación al fracaso en la resolución de problemas puede afirmarse que es una buena medida de la tolerancia a la frustración. Igualmente da indicios importantes acerca del autoconcepto del examinado. Teniendo en cuenta que el WISC-IV es una escala cuyos ítems están ordenados en grado de dificultad creciente, es fundamental la consigna que se da al iniciar la prueba: “Trabajaremos juntos con diversas tareas, algunas te resultarán muy fáciles porque están pensadas para niños más pequeños que vos, y otros muy difíciles, porque están diseñados para niños más grandes”. Este encuadre tiene como finalidad preservar al examinado de un sentimiento de frustración al fracasar en los ítems más complejos. Se espera que con esta explicitación el niño pueda aceptar y comprender que no ha logrado resolver un problema. Pero ocurre que algunos niños se sienten abrumados de tal manera que al pasar a otro Subtest no logran recuperarse emocionalmente de la autopercepción de fracaso para abordar aun los primeros ítems que son sencillos. Si tal sentimiento no puede ser elaborado, puede impregnar el resto de la prueba. Tal posición da cuenta de un pobre autoconcepto, es decir, no haber podido resolver una situación. Implica que es incapaz para todo, interpretación que, de hecho abruma al yo y lo debilita. Es igualmente útil observar cómo reacciona ante el elogio y el apoyo que pueda brindarle el Psicólogo; de igual modo se debe analizar hasta qué punto 14 necesitan la intervención del evaluador y si eso produce una modificación en su actitud y tono emocional. Desde una perspectiva salugénica se espera que el niño pueda disfrutar tanto de sus éxitos como aceptar – renunciando a la omnipotencia- de que lo puede todo. Una adecuada aceptación del fracaso supone que el niño no se ha de penalizar ni culpabilizar exageradamente a sí mismo. Ello le permitirá reanudar el esfuerzo, dirigido a resolver nuevos problemas, que sería lo esperable. ACEPTACIÓN DE NORMAS La situación de evaluación supone la compresión y aceptación de diversas consignas de trabajo que el Psicólogo imparte. El niño debe aceptar un lugar de trabajo, responder preguntas, o bien hacer determinadas actividades. Puede ocurrir que su comportamiento vaya más allá de la aceptación de las consignas y ponga de manifiesto actitudes de dependencia del Evaluador. Preguntas tales como ¿Así está bien? ¿Ésa es la respuesta? ¿Dónde lo hago?, o bien respuestas vacilantes, esperando aprobación antes de completar la idea, son indicios de falta de autonomía en la resolución de un problema (Véase págs. 16, 17,18 caso Josefina). El niño se presenta temeroso de no acertar y no aborda el material (pruebas que requieren ejecución lápiz / papel o C. Cubos) espontáneamente, sino que necesita del estímulo constante del Psicólogo. Si esta actitud se mantuviera a lo largo de la administración sugiere inseguridad y necesidad que una figura adulta, investida de autoridad de señales precisas de que aquello que va a realizar es correcto. Suele tratarse de niños que evitan emprender nuevas actividades a fin de no arriesgarse a resultados fallidos. Es importante establecer una diferencia entre un comportamiento que puede tener un sesgo psicopatológico, como el analizado precedentemente – dependencia extrema del adulto – y la búsqueda de pistas (Glasser y Zimmerman, 1977). Esta última, es una actitud sensata por parte del niño, que emplea estrategias para saber si su respuesta se adecua a lo que se le está pidiendo. La búsqueda de pistas puede darse a través de preguntas tales como ¿Es eso lo que me pregunta? De hecho, el paso del comportamiento emocionalmente ajustado al 15 disfuncional está dado por la intensidad con la que se produce. El sujeto inseguro preguntará aun frente a los ítems más sencillos y cuyas respuestas conoce; quien solo busca pistas actuará de un modo más independiente y apelará a este recurso solo en ocasiones en que la situación de prueba sea muy difícil. Igualmente es necesario deslindar cuándo se trata de inseguridad y dependencia del adulto y cuándo se está en presencia de características obsesivas. El niño con rasgos obsesivos intentará controlar la situación sin descuidar ninguna variable. En tal sentido también interrogará al Psicólogo: ¿Hay un límite de tiempo? ¿Tengo que dar más de una respuesta? ¿Puedo hacer todo lo que quiera? ¿Qué estás anotando ahí? (señalando el protocolo de registro) ¿Qué número estás poniendo? (refiriéndose al control que quiere ejercer sobre el protocolo de registro). Esta diversidad de preguntas opera como control de la situación y le otorgan seguridad. La observación clínica puede orientar al psicólogo para establecer un diagnóstico diferencial (rasgos obsesivos / inseguridad y sometimiento), puesto que el tono emocional de ambos tipos de sujetos es cualitativamente diferente: los signos de sometimiento y apego al adulto por parte del niño inseguro no están presentes en el sujeto obsesivo. Otra característica propia del obsesivo es la deliberación excesiva frente a una situación de prueba, lo que resulta penalizada en los ítems con tiempo límite y bonificaciones por velocidad. Los fracasos debido a este proceso de deliberación pueden encontrar sus causas en el temor a cometer un error. Tal temor se aprecia a través de comentarios tales como “Me pregunto si...”, “Podría ser...”, “Quizás...”, “A ver, veamos...”,” ¡Seguro que está mal!”. Las respuestas erróneas aquí están directamente relacionados con la duda obsesiva, la ambivalencia y el perfeccionismo. En el ámbito académico puede manifestarse como una dificultad para completar las tareas en clase. c) PROYECCIÓN DE CONTENIDOS PERSONALES EN LAS RESPUESTAS En párrafos anteriores se analizó el comportamiento del niño con relación al Psicólogo, a la tarea y al hecho de sentirse evaluado. Puede ocurrir que en algunos Subtests, se produzca una proyección de contenidos personales. 16 Si bien la proyección se ve facilitada con estímulos – situaciones de prueba- poco estructurados, propios de las denominadas Técnicas Proyectivas, la práctica clínica ha puesto de manifiesto que aun frente a estímulos más estructurados como los que constituyen el WISC-V es posible la emergencia de contenidos emocionalmente significativos. La noción de proyección procede de la teoría psicoanalítica, y aplicado al campo de la Evaluación y Diagnóstico Psicológicos, se la considera no solo un mecanismo defensivo, sino también un proceso perceptual y un mecanismo expresivo (Freud, 1973). Sobre este constructo existe una vasta bibliografía, por lo cual no será desarrollada en este trabajo. Desde esta perspectiva, la proyección puede presentarse potencialmente en cualquier situación de prueba. Ello implica que cuando se administra la Escala WISC IV el Psicólogo ha de estar atento a la emergencia de contenidos que pueden resultar clínicamente significativos. Por el tipo de situaciones que plantean los Subtest de Comprensión y de Vocabulario permiten la emergencia de estetipo de contenidos que se ejemplificarán a continuación. COMPRENSIÓN Consta de 21 preguntas-problemas que aluden a situaciones cotidianas de carácter social. La respuesta a cada una de ellas supone que el niño es capaz de recuperar la experiencia vivida como integrante de una familia y de un grupo social. La posibilidad de utilizar esa información práctica de un modo socialmente aceptable, dice Glasser y Zimmerman (1977) “es una función de la adecuación del pensamiento y refleja en gran manera el estado emocional del niño” (p.77) Esto puede estimarse a través de la capacidad de evitar verbalizaciones de comportamientos impulsivos, antisociales o extravagantes. A modo de ejemplo se cita el caso Josefina Caso Josefina, 10 años 2m. 17 NSE: medio bajo. Es hija única de una pareja de empleados del Estado. Cuando los padres están ausentes por razones de trabajo queda al cuidado de la abuela paterna. Escolaridad: cursa 5° grado Escuela pública Motivo de consulta: llega a la consulta derivada por la maestra de grado, a quien le llama la atención la escasa participación en clases de la niña y un estado casi permanente de temor a no poder resolver las tareas que se le piden. La madre informa que no acepta salir sola de la casa, aun por la zona donde viven. Es muy temerosa. Tabla Nº 1. Protocolo Subtest Comprensión. WISC-IV. Josefina, 10 años, 2m Ítem Respuesta Puntaje 0,1 o 2 1. Dientes Para no tener caries 2 2. Billetera La levanto y le doy al dueño del negocio para que la devuelva 2 3.Cinturón de seguridad Porque si chocas no te golpeas 2 4. Frutas y verduras Para sumar nutrientes al organismo 2 5. Humo Ayudarlos, o avisarle a mi mamá o a mi papá, no se manejar el matafuegos. Si fuera grande lo haría 1 6. Gimnasia o deporte Porque nos ayuda a estar más delgados y sanos 2 7. Guardapolvo Para que los distingan 2 8. Luces Para no desperdiciar luz y para que sepan que no hay nadie en la habitación 1 9. Pelea Avisarle a alguien para que no sea peleador (¿) la madre, el padre, la señorita 1 10. Inspector Por que puede tener algo que nos haga mal y para que ver que no tenga sangre 1 11.Bibliotecas Porque si es alguien humilde puede entrar, a las privadas no 1 12. Disculpas Para que la otra persona sepa que te arrepentis 1 13. Médicos Porque capaz que se olvidan y es muy importante que se acuerden, por si están operando algo 1 14. Elecciones Porque si no, hay gente que te puede cuestionar 1 18 15. Patente Para distinguirlos. Se sabe de donde es el auto 1 16. Educación Porque genera turismo. Porque saben que no van a hacer nada malo 0 17. Diario Porque el diario te lo cuenta con más detalles 1 18. Medios de comunicación Por que cada uno te cuenta cosas diferentes 1 19. Promesa Porque eso va a hacer que la gente te tenga confianza 2 20.Derechos de autor---- 0 21Tecnología---- 0 Ptaje. Directo 25 Ptaje. Escalar 17 Nota: Protocolo de registro tomado de Wechsler, D. (2010). WISC IV, Escala de inteligencia para niños de Wechsler –IV. Manual técnico y de interpretación. Adaptación Argentina. Normas Buenos Aires. Buenos Aires: Paidós. Se analizarán los Ítem 4 y 9: Ítem 4. ¿Qué deberías hacer si de la casa de tu vecino sale humo por la ventana? Rta.: Ayudarlos, o avisarle a mi mamá o a mi papá, no se manejar el matafuegos. Si fuera grande lo haría. Comentarios El modo de respuesta da cuenta que la examinada ha interiorizado un valor social: la solidaridad, al mismo tiempo que se destaca la dificultad para actuar de forma autónoma. Prevalece la autopercepción de no saber cómo hacer y la dependencia de una figura adulta para lograrlo. A su vez considera que no tiene la edad suficiente, “ser grande” para poder concretar la acción requerida para solucionar el problema. Item 9. ¿Qué se debe hacer si un chico o una chica mucho más pequeño que tú comienza a pelear contigo? Rta. Avisarle a alguien para que no se peleador. (¿) A mi mamá, a la señorita. 19 Comentario: Si bien ha incorporado la noción correcta de no responder a la agresión de su interlocutor, por ser más pequeño, necesita la participación de un adulto para resolver la situación. No es autónoma. Se destaca la recurrencia (Ítems 4 y 9) en el estilo de afrontamiento. La dependencia que, por la edad cronológica debiera estar superada. Si tal dependencia se mantiene a lo largo del tiempo puede debilitar al yo al generar inseguridad y, por ende puede afectar el autoconcepto .Considera que otra figura - un adulto – debe prestar apoyo para resolver la situación. De estos análisis se puede identificar la interacción entre variables cognitivas y emocionales. Josefina, si bien ha aprendido lo que se debe hacer, no logra concretarlo por la inseguridad que prevalece en su estado de ánimo. Igualmente cabe señalar que el nivel de análisis realizado es de carácter descriptivo. Los datos y primeras inferencias logradas deberán ser corroborados a lo largo del proceso de evaluación, que permita conocer las causas del comportamiento disfuncional. Desde la práctica clínica puede afirmarse que otros Ítems del Subtest Compresión ofrecen respuestas que orientan acerca de temas conflictivos, como aquellos que hacen alusión al peligro: ítem3. Cinturón de seguridad; Ítem 5. Humo; Ítem 9. Pelea. O referir a preocupaciones sobre la imagen corporal: Ítem 4. Frutas y verduras; Ítem 6. Gimnasia y deporte. Tabla N° 3. Variables clínicas en respuestas en el Subtest Comprensión Items Respuestas Inferencias 3. ¿Por qué los autos tienen cinturones de seguridad? *Para que si chocas no te mueras *Porque si vas fuerte y chocas pasas de largo Peligro 4. ¿Por qué es bueno comer frutas y verduras? *Te hace ser más fuerte *Para ser un poco más flaco si sos obeso y para ser más sano Imagen corporal. Salud /enfermedad 5. ¿Qué deberías hacer si de la casa de tu vecino sale humo por la ventana? *Me quejaría al vecino, que no haga mas humo *Llamo a los bomberos. Es un Egocentrismo Peligro 20 peligro, podemos morir todos 6. ¿Cuáles son las ventajas de hacer gimnasia o deporte? *Porque nos ayuda a estar más delgados y sanos *Porque si no, no tenes fuerza Imagen corporal. Salud /enfermedad 9. ¿Qué se debe hacer si un chico o una chica mucho más pequeño que tú comienza a pelear contigo? *Si tengo en el bolsillo un chicle, saco y le doy *Lo mato a ‘piñas” *Avisarle a alguien para que no se peleador. (¿) A mi mamá, a la señorita Socialización adecuada Estilo agresivo No afrontamiento. Dependencia Con el propósito de hacer un análisis comparativo de distintas respuestas a un mismo estímulo, se transcriben las respuestas a los ítems 4 y 9 del Subtest de Comprensión de Pablo, 10 años 4m Ítem 4. ¿Qué deberías hacer si de la casa de tu vecino sale humo por la ventana? Rta.: No le llevaría el apunte. Se puede estar incendiando y no es mi casa. Comentario Se destaca aquí una posición egocéntrica, con ausencia de solidaridad, que contrasta con la posición de Josefina. Ítem 9. ¿Qué se debe hacer si un chico o una chica mucho más pequeño que tú comienza a pelear contigo? Rta. Nada. Lo tengo que frenar. Agarrarle los brazos y pisarle los pies para que no te de patadas. Comentario: Si bien en la primera parte de la respuesta se esboza la idea de no responder a la agresión (es lo esperable), el modo en que evitaría la confrontación esta connotada de agresividad. VOCABULARIO21 Se trata de 31 palabras, en grado de dificultad creciente que el examinado debe definir verbalmente. La práctica clínica permite afirmar que si bien no es habitual la proyección de contenidos personales por el carácter estructurado de las situaciones de prueba (definir palabras) del Subtest de Vocabulario, en ocasiones puede ocurrir. Así, el contenido de las respuestas orienta al Psicólogo acerca de las preocupaciones del niño o bien refiere a la modalidad prevalente de relacionarse con su entorno. Se transcribe el protocolo de respuestas de Josefina al Subtest de Vocabulario - de quien ya se analizó el Subtest Comprensión-. A continuación se seleccionan ítems que se presentan como significativos por el tipo de definiciones que brinda la examinada. Josefina 10 años, 2m. Tabla N° 2. Subtest de Vocabulario. (WISC-IV) Ítem Respuestas Puntaj e 0,1 o 2 1. Auto Un objeto que tiene 4 ruedas y sirve para andar 2 2. Flor Lo que producen las plantas y son de colores 2 3. Tren Va por la vía y es un medio de transporte 2 4. Balde Es un objeto para llevar agua 2 5. Vaca Es un animal que da leche, que tiene manchas negras y blancas 2 6. Paraguas Sirve para no mojarse, nos tapa, la parte de arriba es un círculo 2 7. Reloj Sirve para saber la hora y medir el tiempo y lo podemos tener a mano 2 8. Ladrón Roba o mata y no es bueno 2 9. Aterrador Asusta o nos da miedo 2 10. Bicicleta Sirve para no tener que caminar y es rápida 1 11. Abandonar Algo o alguien que se fue o se perdió o desapareció 2 22 12. Antiguo Objeto viejo o de hace mucho tiempo 2 13. Obedecer Seguir las órdenes de alguien 2 14. Abecedario Todas las letras juntas 2 15. Agotador Algo que nos da cansancio 2 16. Valiente Persona fuerte y resistente 1 17. Imitar Hacerse pasar por alguien 0 18. Obligar Sentir que alguien te da órdenes 1 19. Transparente Algo que no se ve, porque cuando lo tocamos sí se ve que hay algo 0 20. Molestia Algo que nos pone incómodos o nos asusta 2 21. tontería Algo que no es cierto 1 22. Fábula Algo que deja un enseñanza 2 23 Isla Tierra en medio del agua 2 24 Exacto Algo que es seguro o está afirmado 2 25 Absorber Algo que toma los líquidos 1 26 Habitual Algo que hacemos normalmente 1 27 Emigrar--- 0 28 Rivalidad Dos cosas enfrentadas 2 29 Previsión--- 0 30 Alardear--- 0 31 Aflicción Algo o alguien oprimido o forzado a hacer algo 1 32 Locuaz--- 33 Unánime--- 34 Enmienda-- 35 Inminente--- 36 Dilación--- Ptaje. Directo 45 Ptaje. Escalar 13 Nota: Protocolo de registro tomado de Wechsler, D. (2010). WISC IV, Escala de inteligencia para niños de Wechsler –IV. Manual técnico y de interpretación. Adaptación Argentina. Normas Buenos Aires. Buenos Aires: Paidós. Ítem 13. Obedecer Seguir las órdenes de alguien Ítem 18. Obligar Sentir que alguien te da órdenes Ítem 31. Aflicción. Alguien forzado a hacer algo Comentarios Se destaca en las definiciones dadas la recurrencia de un concepto, el de sentirse obligado o forzado a aceptar indicaciones de otra persona y la angustia (aflicción) que ello genera en la niña. Aquí se presenta otra faceta de cómo afronta situaciones. A modo de hipótesis se podría decir que la presencia de figuras dominantes, a las cuales se debe obedecer, van produciendo un desvalimiento, 23 inseguridad para afrontar por si sola situaciones de vida (Véase Respuestas del Subtest de Comprensión). Tabla N° Tabla comparativa de respuestas Caso Josefina y Caso Pablo, ambos 10 años. Subtest Comprensión Items Josefina.Respuestas Inferencias Pablo.Respuestas Inferencias 5¿Qué deberías hacer si de la casa de tu vecino sale humo por la ventana? Ayudarlos, o avisarle a mi mamá o a mi papá, no se manejar el matafuegos. Si fuera grande lo haría. Dependencia solidaridad No le llevaría el apunte. Se puede estar incendiando y no es mi casa. egocentrismo 9. ¿Qué se debe hacer si un chico o una chica mucho más pequeño que tú comienza a pelear contigo? Avisarle a alguien para que no se peleador. (¿) A mi mamá, a la señorita. dependencia Nada. Lo tengo que frenar. Agarrarle los brazos y pisarle los pies para que no te de patadas. Agresividad encubierta SÍNTESIS Este trabajo tuvo como objetivo analizar la articulación en una sola matriz de factores afectivos y cognitivos cuando se evalúa la inteligencia infanto juvenil. Se argumentó que la evaluación de la inteligencia es una tarea eminentemente clínica; emplea puntajes de un test de carácter cuantitativo que cobran sentido articulados con datos cualitativos, tales como la observación clínica en la situación de examen, los datos proporcionados por la familia del niño / adolescente, los proporcionados por el maestro o profesor y los datos aportados por otros informantes clave. 24 Se ha realizado un análisis cualitativo de tres tipos de datos, el comportamiento del niño / adolescente en la situación de evaluación con la Escala WISC IV, las variables de personalidad del Psicólogo y el contenido de las respuestas a los Subtests en los que la práctica ha puesto de manifiesto la posibilidad de que se produzca el mecanismo de proyección. Con relación al Psicólogo evaluador se plantearon dos condiciones esenciales: un interés genuino por el niño, acompañado de la intención de generar un vínculo y un conocimiento de sus propias fortalezas y puntos débiles desde el punto de vista de su personalidad. Con relación al niño / adolescente se hizo referencia a diversos estilos de afrontamiento que implican la puesta en juego de dimensiones emocionales. Así, se detalló una orientación pasiva, como la reserva; activas, como la cordialidad, iniciativa, confianza, falta de límites en el comportamiento, impulsividad. Igualmente se detallaron otros tipos de comportamientos, tales como la aceptación de normas, aceptación de las propias limitaciones, reacción al éxito y al fracaso. El eje de estos análisis ha consistido, tal como lo plantean Glasser y Zimmerman, en diferenciar un comportamiento saludable y esperable, de otro con indicios disfuncionales. Para ello es preciso tener en cuenta la intensidad de dicho comportamiento, la frecuencia y la duración de los mismos, conceptos asociados a los aportes de la psicopatología del desarrollo (Jiménez Hernández, 1995). Por ejemplo, una actitud de reserva y cautela inicial ante una situación nueva, es esperable. Si dicha reserva y distancia emocional se mantiene a lo largo de la evaluación, puede tratarse de una defensa que protege al niño de los riesgos a los que él considera estaría expuesto si se implicara afectivamente en la situación y con el evaluador. Se ha mostrado con datos empíricos cómo la articulación clínica de ambos tipos de variables - comportamiento y contenidos – enriquece considerablemente el análisis psicométrico de la inteligencia. Las habilidades cognitivas no operan en el vacío, sino que se imbrican con complejas variables emocionales que dan como resultado la singularidad de cada niño o adolescente. 25 Finalmente cabe advertir que no abundan las investigaciones sobre este tema. Gran parte de las observaciones vertidas en este trabajo son fruto de la experiencia clínica en el campo de la evaluación psicológica, con el respaldo de la Psicología del Desarrollo y de la Psicopatología Infanto juvenil. Se hace necesario encarar investigaciones sistemáticas de las diversas variables aquí presentadas. Ello haría posible dar respuesta al interrogantede cómo se constituyen los modos de interacción saludables que impidan llegar a estilos disfuncionales como la agresividad o el retraimiento. En el estado actual de conocimiento del tema, las interpretaciones deben ser cautelosas y han de estar en manos de un Psicólogo especializado en evaluación, con una sólida formación clínica e intenso entrenamiento. REFERENCIAS Caballo, V. (2007). Manual de evaluación y entrenamiento de las habilidades sociales (7 a. ed.). Madrid: Siglo XIX. Freud, S. (1973). “Tótem y Tabú”. Obras Completas. Madrid: Biblioteca Nueva, Tomo II. Garaigordobil Landazabal, M. (2008). Assessment of the effects of a cooperative play programmed for children aged 10-11 years on social adaptation and on the perception that parents, teachers and peers have of children´s prosocial behaviors. Infancia y Aprendizaje: Journal for the Study of Education and Development, 31(3), 303-318. Glasser, A. J. y Zimmerman, I. L. (1977). Interpretación clínica de la Escala de Inteligencia de Wechsler para niños, WISC. Madrid: TEA Jiménez Hernández, M. (1995). Psicopatología Infantil. Málaga: Aljibe. Matarazzo, J. (1994) Prefacio a Wechsler, D. Test de inteligencia para niños, WISC-III. Buenos Aires: Paidós. Monjas Casares, M. (2004). Ni sumisas ni dominantes. Los estilos de relación interpersonal en la infancia y en la adolescencia. España: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Spearman, Ch. (1927). The abilities of man. New York: Macmillan. Terman (1916). The measurement of intelligence. Boston: Houghton Mifflin. Wechsler, D. (1939). Wechsler-Bellevue Adult Intelligence Scale. Baltimore: Williams and Witkins. Wechsler, D. (1939). The measurement of Adult Intelligence. Baltimore: Williams and Witkins. (trad. cast.: La medida de la inteligencia del adulto. Buenos Aires.: Huáscar, 1973) Wechsler, D. (2010). WISC IV, Escala de inteligencia para niños de Wechsler –IV. Manual técnico y de interpretación. Adaptación Argentina. Normas Buenos Aires. Buenos Aires: Paidós. 26 Zamagani, S. (1996). Economics of altruism. Alderhot, E. Elgar.
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