Vista previa del material en texto
BIBLIOTECA DIGITAL No. 162, 12 OCTUBRE 2020 ALCALDÍA DE MANAGUA LA ARQUEOLOGÍA DE G R A N A D A DR. GEOFFREY MCCAFFERTY Página | 2 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Página | 1 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Créditos La revista “LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA” es una producción de la Alcaldía del Poder Ciudadano de Managua, en ocasión del 528 aniversario de la “Resistencia Indígena, Negra y Popular” (1492), supervisado por la Dirección de Cultura y Patrimonio Histórico, adscrita a la Dirección General de Desarrollo Humano. Autor: Dr. Geoffrey McCafferty. Universidad Calgary, Canadá. Supervisión editorial: Dirección de Cultura y Patrimonio Histórico. ALMA. Fotografías: Responsabilidad del autor del libro. Foto de portada: Ocarina del sitio “El Rayo” y excavación del sitio “Tepetate”. Fotos del autor. Foto de contraportada: Dr. Geoffrey en su estudio domiciliar. Arte y diseño: Octavio Morales Serrano. Dirección de Patrimonio ALMA. Biblioteca Digital No. 162 12 de Octubre del 2020. Managua, Nicaragua. Centroamérica. Página | 2 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . ÍNDICE PRESENTACIÓN ........................................................................................................................................ PÁG.3 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA ............................................................................................................................................ PÁG.4 AYALA ............................................................................................................................................................ Pág.6 SONZAPOTE ............................................................................................................................................... Pág.8 ISLA DEL MUERTO ................................................................................................................................. Pág.15 EL RAYO ..................................................................................................................................................... Pág.18 TEPETATE ................................................................................................................................................. PÁG.28 CULTURA MATERIAL ............................................................................................................................ PÁG.32 OBJETOS CERÁMICOS ...................................................................................................................... PÁG.36 OBJETOS LÍTICOS ................................................................................................................................. PÁG.39 ORNAMENTACIÓN ............................................................................................................................... PÁG.41 CONCLUSIÓN .......................................................................................................................................... Pág.44 AGRADECIMIENTOS ............................................................................................................................. Pág.45 APENDICE 1: ........................................................................................................................................... Pág.46 BIBLIOGRAFIA ......................................................................................................................................... Pág.48 Página | 3 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . PRESENTACIÓN L a Alcaldía del Poder Ciudadano de Managua, presenta el trabajo del Dr. Geoffrey McCafferty, sobre la arqueología de Granada, como un nuevo aporte de nuestra municipalidad al estudio de nuestras raíces indígenas y una colaboración con la municipalidad de Granada, en este aniversario 528 de la resistencia indígena, negra y popular en América (1492). No hay duda que Granada es una ciudad que marca el inicio de la historia entre las comunidades originarias (antes de 1523) y la colonia española (después de 1524), por lo que el estudio de su arqueología tanto prehispánica como colonial, significa un importante trabajo que nos ayuda a comprender mejor, no solamente la identidad cultural originaria, sino también ese momento crucial de mezcla, intercambio, encuentro y encontronazo (como le digo particularmente), que dio como resultado nuestra ser e identidad nacional nicaragüense. Sirve el presente trabajo del Dr. Geoffrey para completar los estudios sobre la materia arqueológica de la región costera del gran lago de Nicaragua y como un útil documento de referencia para los historiadores sobre la temática Granadina. Agradecemos de forma especial a nuestro colaborador Dr. McCafferty por su generosa oferta de publicar este libro en nuestra colección RAÍCES NICARAGÜENSES, y en la serie de libros y revistas publicados en nuestra Biblioteca Digital 2020 de la Alcaldía del Poder Ciudadano de Managua. Invitamos a nuestros amigos lectores a disfrutar de este obsequio enmarcado en este 528 aniversario del inicio de una traumática historia entre europeos y americanos, que dio como resultado una prolongada lucha por la vida y la identidad cultural de nuestros pueblos, que todavía hoy en día continúa siendo objeto de estudios y de luchas contemporáneas en todo el hemisferio americano. Con afecto, nos suscribimos. Clemente Guido Martínez. Director de Cultura y Patrimonio Histórico. Alcaldía del Poder Ciudadano de Managua. Biblioteca Digital No. 162. 12 de Octubre 2020. Página | 4 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . La arqueología de Granada ha sido foco de interés internacional por más de 150 años, en el siglo XIX, exploradores científicos tales como el norteamericano Ephraim Squier y el botanista sueco Carl Bovallius visitaron la isla Zapatera y describieron la escultura monumental y la bella cerámica, publicando sobre estos y dándole fama a las antigüedades nicaragüenses. Un doctor americano, Earl Flint, basado en Granada, coleccionó artefactos arqueológicos para los museos en los Estados Unidos. Varios proyectos arqueológicos han investigado el área en años recientes, convirtiendo a Granada en una de las regiones más minuciosamente estudiadas en Nicaragua. Este folleto presenta información destacada de la arqueología granadina como una introducción a los sitios prominentes y su significado. La historia de la arqueología de Nicaragua ha evolucionado a través de varias fases: la exploración temprana buscaba objetos exóticos, proyectos más científicos clarificaron la secuencia cronológica e identificaron los centros de población antiguo. Mas recientemente, las excavaciones intensivas han intentado responder la pregunta sobre la evolución cultural de los últimos 2500 años. Esta investigación arqueológica está informada, en parte, por fuentes históricas del periodo colonial. La historia cultural de Nicaragua ha sido dividida en cuatro grandes periodos temporales: Tempisque (500 BCE – 300 CE), Bagaces (300 – 800 CE), Sapoá (800 – 1300 CE), y Ometepe (1300 - 1525 CE) [Apéndice 1: fechas de Radiocarbono de Granada]. Desafortunadamente, la invasión europea en los 1500 impactó las poblaciones indígenas a través de enfermedades y la esclavitud, con poco de la cultura tradicional sobreviviente para proveer analogías etnográficas. Por esto, la investigación arqueológica ofrece la mejor oportunidad para revelar las culturas nativas de lo que una vez fue el complejo mosaico de los Chibchas, Chorotegas, Maribios y los Nicaraos. Muy interesante, mientras la familia de la lengua Chibcha tiene relación con el centro y sur de América, los otros grupos lingüísticos están relacionados a México. Fuentes etnohistóricas describen olas de migrantes huyendo hacia el sur hacia ElSalvador, el Pacifico de Nicaragua y el noroeste de Costa Rica iniciando alrededor del 800 CE. Las investigaciones arqueológicas han buscado evidencia de las culturas mesoamericanas, pero con resultados enigmáticos (McCafferty 2015). Por ejemplo, alimentos mesoamericanos esenciales tales como el maíz, el pavo y el perro no han sido encontrados en el registro arqueológico, sugiriendo que las poblaciones nativas confiaban en alimentos silvestres disponibles Locusmente. Cinco sitios destacados han sido investigados en Granada: Ayala, Sonzapote, El Rayo, Isla del Muerto y Tepetate (Fig. 1). Este libro presenta una breve visión general de estos sitios con el fin de proveer al lector de una comprensión fundamental de la arqueología de Granada. LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA Página | 5 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 1: Mapa de la región de la Gran Nicoya mostrando lo sitios mencionados en el texto. Página | 6 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . La Dra. Silvia Salgado González (Universidad de Costa Rica) dirigió un proyecto de prospección regional del área de Granada en la década de 1990, descubriendo en el proceso docenas de sitios de todos los periodos (Salgado González 1996a). Comparando el tamaño de los sitios a través del tiempo concluyó que la población incrementó, al igual que la complejidad de los asentamientos y asimismo, la organización política. Del periodo Bagaces, el Sitio Ayala cerca de la base del volcán Mombacho, se destacaba como el más grande y probablemente como el centro regional de la antigua organización política de Granada (Fig. 2). La investigación de Salgado también incluyó excavaciones horizontales de estructuras residenciales del periodo Bagaces, una aproximación innovadora para Nicaragua al momento que produjo la primera evidencia para las prácticas domesticas (Salgado González 1996b). Estudios recientes indican también que el sitio Ayala fue un importante centro de producción de vajilla roja, que era entonces intercambiada en el Pacífico de Nicaragua (Fig. 3. Dennett et al 2012). Una tipología en particular, el Momta policromo representa el más temprano experimento policromo de la región (Fig.4), y tal vez una ‘práctica de constelación’ conectando el Pacífico de Nicaragua con Honduras y Costa Rica (Dennett 2016), Preguntas de investigación de Ayala: - ¿Por qué Ayala surgió como un centro regional? ¿Había recursos particulares que lo hacían más ventajoso? - ¿Cómo los alfareros de Ayala distribuyeron sus productos a través de tan gran extensión? ¿Con mercaderes ambulantes? ¿o por mercados centrales? AYALA Página | 7 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 2: La región de Granada durante el periodo Bagaces (en base a Salgado 1996). Figura 3: Tazón Tola Tricromo, ejemplo del grupo de la vajilla roja Granada. Figura 4: Tazón Momta Policromo de El Rayo. Página | 8 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . El sitio está localizado en el extremo noreste de la isla Zapatera (Fig. 5). Primero fue explorada por Bovallius (1886), quien proporcionó dibujos detallados de muchas de las estatuas que incluían su ubicación en un mapa de alguno de los pequeños montículos (Fig. 6). Estudios subsecuentes han interpretados el significado de la estatuaria (Bruhns 1992; Guido Martínez 2004; Lothrop 1921; Navarro Genie 2006), tentativamente conectándolos a los grupos de cultura mexicana de los periodos Sapoá y Ometepe. En los 1920 muchas de las estatuas fueron movidas a Granada donde están ahora expuestas en el Museo convento San Francisco (Fig. 7a, b). Un programa reciente de la Unión Europea realizó réplicas de alguna de las estatuas de Sonzapote y las reemplazó en el sitio. En el 2013 con financiamiento de la National Geographic Society nuestro equipo arqueológico de la Universidad de Calgary colaboró con estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua bajo la dirección de Ligia Galeano y Oscar Pavón de Mi Museo (McCaffery et al 2013). El centro del sitio fue mapeado, así como varios de los bajos montículos de piedra. Se realizó un inventario de los fragmentos de estatuas, petroglifos y los afloramientos de roca madre trabajados. Excavaciones en el montículo 14 revelaron urnas funerarias que datan del periodo Tempisque/Bagaces proporcionando una fecha para la construcción del montículo y la fundación de Sonzapote de alrededor del 300 CE (Fig. 8a, b). Urnas funerarias tardías indicaron que el sitio fue revisitado por grupos subsecuentes que probablemente que lo reverenciaban como un sitio ritual (Fig. 9). Los montículos bajos fueron hechos de piedras volcánicas, que son abundantes en la isla (Fig. 10). Algunos fueron organizados en grupos de plazas, sugiriendo cierto nivel de planificación del sitio (Fig. 11). Pocos artefactos fueron asociados con los montículos, así que probablemente no eran estructuras residenciales sino un tipo de edificio cívico-ceremonial. Basado en las cerámicas asociadas de la excavación del montículo 14, los edificios datan de alrededor del 100 – 300 CE, convirtiendo a este en uno de los sitios ejemplares de urbanismo incipiente en Centroamérica. Durante el inventario de monumentos numerosos petroglifos, roca madre trabajada y fragmentos de estatuas fueron mapeados, alguno de los petroglifos representaban imágenes zoomórficas y antropomórficas (Fig. 12a, b) otros mostraban líneas ondulantes (Fig. 13a,b). Otros tenían alineamientos de agujeros perforados (Fig. 14) Estos pueden proporcionar una pista en el método de producción de petroglifos, donde un perforador puede haber producido una serie de agujeros, y la superficie rocosa interpuesta puede haber sido removida para crear una línea. Las funciones simbólicas de petroglifos están abiertas a interpretación como: marcadores de limites o fronteras, signos astronómicos o símbolos rituales. SONZAPOTE Página | 9 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Afloramientos de roca madre con agujeros perforados (tallados), típicamente, de unos 20 cm de diámetro y hasta 30 cm de profundidad (Fig. 15-16). La interpretación convencional es que estos fueron usados para moler. ¿Pero para moler qué? ¿maíz? El alimento básico de otras partes de las Américas no ha sido encontrado en el Pacífico de Nicaragua. Otros alimentos potenciales tales como la yuca o el cacao pueden haber sido molidos en morteros de piedra, pero son más típicamente molidos en un metate plano. La mayoría de esta roca madre modificada expuesta estaba Locusizada cerca de riachuelos y muchos de ellos tienen canales tallados en la superficie de la roca como si fueran a drenar un líquido (Fig. 17). La proximidad al agua y los desagües implicaban un líquido, tal vez estos eran usados para mezclar pigmentos con motivos ceremoniales. Cuando Bovallius (1886) visitó Sonzapote en los 1880s el notó varias docenas de estatuas, de mayor altura que el tamaño natural. En los últimos 100 años muchas han sido removidas de la isla. Nuestra prospección del centro del sitio, sin embargo, recobró más de una docena de fragmentos de estatuas incluyendo figuras sentadas y de pie, una cabeza desarticulada y varias estatuas zoomórficas (Fig. 18 a-c). La ubicación de las estatuas en los bordes de los montículos sugiere una función arquitectónica como postes que soportaban un techo, (probablemente de paja). Varios estudiosos han intentado interpretar las estatuas relacionándolas con deidades precolombinas de los Aztecas o del panteón Maya (Guido Martínez 2004, Lothrop 1921, Navarro Genie 2006, ver Bruhns 1992). Las excavaciones recientes ahora colocan a los montículos y las estatuas en fechas mucho más tempranas, así que estas asociaciones son menos sostenibles. Es imposible hacer más que especular si estas eran gobernantes importantes o deidades. Ambos, hombres como mujeres son representados,las figuras generalmente presentan un animal en la cabeza y los hombros, tal vez como una referencia al espíritu animal. Tentativamente interpretamos estas figuras como matriarcas o patriarcas de un linaje, asociados con sus tótems de clan o sus animales espíritus. Las excavaciones en el montículo 14 produjeron contextos culturales importantes para Sonzapote. Siguiendo las exploraciones de Bovallius, el sitio fue visitado en varias ocasiones para registrar y remover estatuaria. En la segunda parte del siglo XX, sin embargo, dos proyectos de historia del arte buscaron coleccionar evidencia arqueológica. Un estudiante graduado de la universidad de Texas en Austin hizo una trinchera en el montículo 6, identificado entonces como el montículo 1 y primero sugirió que el rol de las estatuas eran postes arquitectónicos (Castillo Barquero 1989) y Rigoberto Navarro Genie excavó para exponer otra estatua (2006). El proyecto arqueológico en el montículo 14 difirió buscando evidencia del contexto cultural y de la historia de construcción del montículo. Fue seleccionado por su buena preservación, incluyendo la construcción de piedra de sus esquinas y de una posible escalera (Fig. 19). Por ejemplo, dos superficies para caminar conectadas al lado oeste del montículo y una urna funeraria de tipo Espinoza Rojo era intrusiva en la superficie para caminar. Ya que el tipo Espinoza Rojo es diagnóstico del periodo Tempisque tardío, entre el 100 – 300 CE este indica que el piso y el montículo mismo antecede a este entierro. Una trinchera de huaqueros ubicado lateral al montículo 14, fue limpiado (Fig. 20) indicando que este montículo fue hecho en un solo episodio de construcción individual. Excavaciones científicas del montículo 14 revelaron importante información sobre la secuencia de construcción y la cronología (Fig. 21). Mientras interpretaciones previas sugerían que estas estatuas databan de los últimos siglos antes del contacto europeo, ahora sabemos que ellas datan de alrededor de mil años antes y que probablemente están relacionados con los grupos étnicos Chibchas. Página | 10 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Los artefactos recuperados de las excavaciones proveen abundante información nueva sobre este sitio. Por ejemplo, la cerámica asociada con la superficie para caminar ayuda a proveer una cronología relativa de entre el 100 y 300 CE (Fig. 22 a,b). La cerámica de tipo predominante es muy diferente de la cerámica de la región, sin embargo, apunta a contactos de intercambio con Costa Rica. La cerámica asociada con la ocupación tardía del periodo Sapoá/Ometepe también difiere de expectativas con el Castillo Esgrafiado como el tipo más abundante y muy poco de otras cerámicas policromas típicas (Fig. 23a,b). La ocupación inicial de Sonzapote parece haber finalizado alrededor del 300 CE, esta fecha es cercana al colapso cataclísmico del cono de basalto en el flanco noreste del volcán Mombacho, estimado entre el 140- 350 CE (Stansell 2013; Fig. 24). La avalancha de escombros resultó en cantos rodados volcánicos que forman la península de Asese y los cientos de pequeñas islas conocidas como isletas. La avalancha probablemente creó olas masivas parecidas a un tsunami, que hubieran lavado los sitios costeros en las orillas del lago. Ya que Sonzapote está ubicado en una terraza elevada no hubiera sido afectado directamente por las olas, sin embargo, la deposición de minerales tóxicos del centro del volcán probablemente impactó severamente el ambiente lacustre, envenenando tanto plantas como animales, consecuentemente no encontramos evidencia arqueológica de ocupación regional por varios cientos de años hasta alrededor del 500 CE en el sitio El Rayo. Preguntas de investigación de Sonzapote: - ¿Cuál era la función del complejo cívico-ceremonial? ¿Asambleas de linaje o rituales religiosos? - ¿A quienes representaban las estatuas? ¿Deidades o matriarcas o patriarcas de linajes? - ¿Como fue Sonzapote afectada por el colapso del volcán Mombacho? ¿Cuáles fueron los impactos ambientales? - ¿Había una población residencial en Sonzapote? ¿Adonde? ¿Estaban relacionados a otras poblaciones de la región de Granada o estaban más afiliados con grupos de otro lugar? Figura 5: Mapa de la Isla Zapatera (de Bovallius 1886). Página | 11 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 6: Estatua de Sonzapote (en base a Bovallius 1886). Figura 7 a,b: Estatuas de Sonzapote en el Museo Antiguo Convento San Francisco. Figura 8 a,b: Urna funeraria Espinoza Roja de Sonzapote con detalle de la vasija. Figura 9: Urna funeraria Sacasa Estriada de Sonzapote. Figura 10: Fundación de pared de Piedra del montículo 8, Sonzapote. Figura 11: Mapa de montículos de Sonzapote (por Shawn Morton). Página | 12 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 12 a,b: Petroglifos antropomorfos y zoomorfos. Figura 13 a,b: Petroglifos con líneas ondulantes Figura 14: Monumento 2A, petroglifo con agujeros perforados. Figura 15: Monumento 20 con agujeros perforados para molienda. Figura 16: Monumento 23 con agujeros perforados alineados. Figura 17: Monumento 25 con agujeros y desagüe. Página | 13 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 18: a, Monumento 1; b, Monumento 8; c, Monumento 9. Figura 19: Esquina sureste del rasgo arquitectónico del Montículo 14. Figura 20: Trinchera de huaquero expuesta en el lado este del Montículo 14. Figura 21: Estudiantes de arqueología excavando el Montículo 14. Figura 22 a,b: Tiestos de Jobo punteado y Sonzapote naranja. Página | 14 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 23 a,b: Tiestos de Castillo Esgrafiado y Luna policromo. Figura 24: Vista desde el norte del Volcán Mombacho. Página | 15 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Al noreste de la costa de la Isla Zapatera esta la Isla El Muerto, famosa por sus grabados de petroglifos sobre una losa de roca madre. Nicaragua presenta muchos ejemplos de arte en roca y las islas parecen ser particularmente favorecidas para petroglifos y estatuas, ¿por qué? Los arqueólogos especulan que estas eran consideradas ritualmente significativas, desafortunadamente datos históricos no documentaron que tipos de ceremonias fueron practicadas en esos sitios y la evidencia arqueológica es ambigua. El historiador del arte Rigoberto Navarro Genie (1994) y Suzanne Baker (2010) han dedicado sus carreras a documentar e interpretar el arte en roca. Para complicar más el estudio de petroglifos, son casi imposible de datar, así que no podemos proveer una cronología firme del simbolismo excepto a través de la comparación con otras formas de iconografía. El arte en piedra de la isla El Muerto esta entre los más elaborados en el país. Una losa de roca madre en el punto más alto de la isla contiene más de una docena de petroglifos tallados incluyendo humanos y animales, así como patrones geométrico complejos (Fig. 25). Numerosos agujeros en la superficie son similares en tamaño y profundidad a los modificados en la roca madre de Sonzapote, sugiriendo una función similar. Un historiador del arte Japonés Hiro Inomato produjo calcados de estos, haciéndolos más fácil de interpretar. Bajando hacia la playa se ubica otra amplia extensión de roca madre contiguo a un montículo bajo, los motivos decorativos en esta es un patrón largo ondulante que incorpora motivos espirales o florales. Entre los petroglifos en el afloramiento superior hay dos figuras humanas (Fig. 26 a,b) una más grande y otra más pequeña. La figura más grande tiene una posible voluta de habla emergiendo de su boca. Otra figura del petroglifo ofrece información sobre el posible fechamiento de las imágenes basadas en similitudes estilísticas en el periodo Sapoá con la serpiente emplumada (Fig. 27). El lado izquierdode este grabado representa la cabeza de una serpiente de la cual se extiende una larga lengua, en el lado opuesto está otra cabeza, en este caso de un ave con el pico abierto en el que hay una cara humana. Este pico con cara recuerda imágenes del postclásico maya en Chichen Itzá. Un petroglifo elongado representa un cocodrilo a la derecha conectado a una figura humana en la izquierda (Fig. 28). Este pude representar la metamorfosis de un chamán hacia su espíritu animal. Los cocodrilos fueron generalmente asociados con chamanes poderosos en la región centroamericana. Una segunda imagen también representa un cocodrilo, pero en este caso hay una tortuga sobre su espalda (Fig. 29). ISLA DEL MUERTO Página | 16 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Varios petroglifos representan figuras antropomórficas con cabellos salvajes y sosteniendo figuras más pequeñas, tal vez un bebé en los brazos estirados (Fig. 30, 31). Uno está asociado con un posible mono araña a su lado. Tradiciones indígenas asocian viejas chamanes (brujas) con el volcán Masaya; ella tiene el cabello suelto y sacrifica victimas al infierno. Los patrones entrecruzados pueden significar cuerpos esqueléticos. Otros petroglifos muestran animales tales como aves, monos y un posible cangrejo (Fig. 32-34). Motivos geométricos también existen sugiriendo un patrón cruzado posiblemente relacionado al juego patolli del centro de México (Fig. 35). Otro largo afloramiento está localizado en la parte baja de la isla que está asociado con un montículo artificial que fue saqueado en el pasado, este afloramiento también está decorado con petroglifos en líneas ondulantes que incluyen espirales y motivos de conchas cortadas (Fig. 36). Las preguntas de investigación de Isla del Muerto: - ¿Cuál era el objetivo de los petroglifos? - ¿Quién los talló y cuanto duraron en hacerlos? ¿Qué herramientas fueron usadas? - ¿Pueden estas imágenes en los petroglifos estar relacionadas al folklore tradicional aun presente en las tradiciones orales? Figura 25: Estudiantes cerca de petroglifos. Figura 26a: Frotación de petroglifo de figura humana. Figura 26b: Frotación de petroglifo de figura humana. Figura 27: Petroglifo de la cabeza de la serpiente emplumada. Página | 17 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 28: Petroglifo de cocodrilo unido a un humano. Figura 29: Petroglifo de cocodrilo y Tortuga en su espalda. Figura 30: Petroglifo de mujer (?) con el cabello alborotado y sosteniendo dos figuras pequeñas (bebés?) en sus brazos estirados. Figura 31: Petroglifo de mujer (?) con cabello alborotado y sosteniendo una figura pequeña (bebé) en una mano, y posiblemente con un mono araña a su lado. Figura 32: Petroglifo de mono araña. Figura 33: Petroglifo de ave con alas abiertas. Figura 34: Petroglifo de posible cangrejo. Figura 35: Petroglifo de cruz con borde entrelazado. Figura 36: Petroglifo con líneas ondulantes, incluyendo espirales y motivos de conchas, del afloramiento del área baja. Página | 18 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . El Rayo está localizado en el extremo de la península de Asese, una masa de tierra que se proyecta fuera del lago Cocibolca al sur de la ciudad de Granada (Fig. 37). La península e isletas asociadas se conformaron alrededor del 250 CE cuando la cara/perfil este del volcán Mombacho se rompieran y cayera hacia el lago en una avalancha de piedras basálticas (Stansell 2013). Las olas de tsunami resultantes en el lago hubieran lavado cualquier sitio en las costas de lago en el área norte, mientras que contaminantes minerales de los residuos tóxicos del volcán hubieran probablemente devastado el ecosistema lacustre. El sitio arqueológico EL Rayo fue documentado por primera vez en los patrones de asentamiento en la prospección de Granada de Salgado González (1996a), posteriormente sufrió daños por la construcción de un camino que cortó por parte del sitio y un cementerio precolombino. Investigaciones arqueológicas empezaron en el 2009 cuando un equipo de la Universidad de Calgary en colaboración con la UNAN Managua y la Universidad de Costa Rica investigaron el cementerio (Locus 1), hicieron pruebas de pala para identificar ricos depósitos de material de los periodos Bagaces y Sapoá (Locus 2) y otro cementerio (Locus 3). Las excavaciones continuaron hasta el 2016 identificando 7 lugares en total (Fig. 38). EL Rayo es importante porque ocupa un lapso entre el periodo Bagaces tardío (500 – 800 CE) y el periodo Sapoá (800 – 1300 CE), precisamente la transición cuando los migrantes del centro de México supuestamente colonizaron el Pacífico de Nicaragua (Fig. 39). Investigando un sitio que ha sido ocupado continuamente en este rango de tiempo ofrece arqueológicamente un contraste entre el antes y el después de la colonización, así como una examinación detallada del proceso de aculturación (McCafferty y Dennett 2013). En el presente, El Rayo es el único sitio conocido en Nicaragua que ofrece este potencial. Ya que el alimento es una de las mejores fuentes de interpretación de cambio étnico/cultural, la excelente preservación de restos de plantas y animales provee datos invaluables para inferir la dieta antigua, y el análisis de isotopos estables en huesos humanos y animales revelan de hecho los patrones de consumo. Locus 1 fue expuesto como un perfil cuando se construía el camino a través del cementerio hacia la punta de la península de Asese. Los restos de urnas funerarias, cerámica, e incluso huesos humanos fueron expuestos al lado del camino y los residentes Locuses lo reportaron a los oficiales del proyecto de construcción, que recuperó y removió mucho de los objetos precolombinos. Excavaciones en 2009 limpiaron los elementos expuestos y excavaron desde arriba para exponer y recuperar cuatro grupos distintos de urnas funerarias y artefactos asociados (Fig. 40- 41). Es muy interesante que urnas del periodo Sapoá estaban cerca de la superficie con muchas perturbaciones de raíces y relativamente pocos huesos humanos dentro de las vasijas (Fig. 42). Las urnas contenían, sin embargo, pequeñas vasijas, incluyendo vasijas miniatura en forma de zapato y otros objetos para servir (Fig. 43 – 44). Las urnas fueron emplazadas en superficies preparadas y sostenidas para que se mantuvieran rectas como si fueran diseñadas para mantenerse abiertas como parte de un ritual mortuorio. Las urnas también contenían docenas de piedras volcánicas. EL RAYO Página | 19 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Varios esqueletos humanos fueron localizados detrás de las urnas, uno estaba asociado con un cuchillo largo de piedra, similar a aquellos que se encuentran en decapitaciones rituales en los sitios de Mesoamérica, tales como Chichén Itzá y el Tajín (Fig.45), otra vasija de hecho contenía un cráneo con un cuchillo de piedra en su boca (Fig. 46). Otras urnas estaban asociadas con ornamentación tales como orejeras o cuentas de collar. Una urna aparentemente cubierta con una red de pesca basada en el número de pesas de red encontradas alrededor de la base de la urna. Debajo del estrato de urnas del periodo Sapoá estaba otra capa de entierros, donde los individuos estaban sepultados directamente en la tierra (Fig. 47). Estas estaban asociadas con cerámicas diagnosticas del periodo Bagaces tardío. Uno de estos individuos fue enterrado con tres vasijas completas: una olla pequeña con una aplicación de una cara de un roedor, otra con el cuerpo modelado de una mujer desnuda, y una botella (Fig. 48a-c). La olla pequeña contenía restos esqueléticos de individuos múltiples, ordenados en un patrón de cuatro esquinas y el quinto en el centro/tresbolillo (Fig. 48d). Otros entierros estaban asociados con ruecas y piedras de moler. La importancia del Locus 1 es la continuidad del sitio como un cementerio, pero tambiénel cambio en patrones funerarios entre los periodos Bagaces y Sapoá, consistentes con la hipótesis de cambio étnico en el tiempo. Locus 2 estaba Locusizada al otro lado de la colina de rocas. Fue descubierto cuando se realizaban sondeos de pala y se encontraron altas concentraciones de artefactos. Operaciones de excavación evidenciaron el muro de una plataforma que probablemente nivelaban una terraza sobre las aguas del lago (Fig. 49)., sugiriendo un clima más húmedo y un nivel del lago más alto durante el periodo Bagaces. Las altas concentraciones de cerámica y huesos animales indicaron posibles festejos, tal vez en relación con rituales funerarios. Existe una clara transición de los depósitos más profundos del periodo Bagaces cubiertos por los depósitos Sapoá (Fig. 50). Esto fue demostrado gráficamente, examinando los cambios en los estilos cerámicos, de las vajillas de engobe rojo del periodo Bagaces a los policromos con engobe blanco del periodo Sapoá (Fig. 51). De manera importante, policromos transicionales como los tipos Momta y Belo aparecen en los niveles tardíos del Bagaces, con similitudes estilísticas al Ulúa policromo de Honduras (Fig. 52a-c; McCafferty and Dennett 2013). De hecho, vasijas hondureñas de intercambio están presentes en estos depósitos, sugiriendo que, al contrario de la evidencia histórica de colonización por mexicanos del altiplano central, la evidencia arqueológica sugiere que el cambio está más alineado a grupos Mayoides de Honduras. Una serie de fechas de radiocarbono confirma que la transición ocurrió entre el 700-800 CE (Fig. 53). Aunque la función primaria del Locus 2 parece haber sido para el festejo ritual, algunos rasgos arquitectónicos fueron encontrados, incluyendo una estructura del periodo Bagaces con un muro de piedras y piso. Dos entierros también fueron encontrados: un adulto masculino (?) en posición extendida y un adulto femenino en posición flexionada (Fig. 54). Sondeos de pala adicionales descubrieron el Locus 3, otro cementerio con numerosas urnas funerarias del periodo Sapoá. En el 2009 un alineamiento de 10 urnas funerarias fueron encontradas dispuestas en orientación norte/sur, Locusizada cerca de un rasgo arquitectónico pequeño que nosotros interpretamos como un altar (Fig. 55a,b). Estas urnas, nuevamente, estaban cerca de la superficie y fueron colocadas en una grieta para que permanecieran verticales. Pocos artefactos fueron encontrados asociados a las urnas, y de nuevo los huesos humanos estaban ubicados afuera de las mismas. Página | 20 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . En 2015 el equipo regresó al Locus 3 para explorar más el cementerio con una zanja alineada este/ oeste, y encontramos otras cinco urnas (Fig. 56). Basados en esta estrategia de muestreo, es posible que el cementerio del Locus 3 pueda haber tenido más de 100 urnas. A pesar de que pocas contenían restos humanos, una urna excavada en 2015 contenía los restos casi completos de un adolescente joven enterrado sobre un cráneo parcial de un adulto (Fig. 57) – esta práctica de individuos múltiples en una sola urna ha sido encontrada en otros sitios, incluyendo Santa Isabel en Rivas. Un segundo rasgo en el Locus 3 fue localizado justo al sur del cementerio, e incluía dos individuos enterrados directamente en la tierra (sin urnas). La cerámica asociada nuevamente indica que estos datan al periodo Sapoá, y aun no está claro por qué los depósitos funerarios varían. Una posible explicación está en la variedad y riqueza de los bienes funerarios asociados: cascabel de cobre, una ocarina completa en la forma de un ave, herramientas textiles y vasijas policromas para beber (Fig. 58a-c). Estos artefactos hacen de este entierro el más elaborado del periodo Sapoá jamás excavado científicamente, así que las practicas funerarias podrían haber variado en base al estatus. Locus 4 En 2015, los dueños Salablanca le enseñaron a nuestro equipo un alineamiento vertical de piedras sobre un montículo bajo. Las excavaciones descubrieron que este era un muro fundacional de dos filas de piedra separadas unos 30 cm (Fig. 59). La fundación se extendía por unos 24 m antes de girar en esquinas. Remanentes de una fundación paralela fue identificada unos 12 m al sur, dando a la estructura dimensiones de 24 x 12 m, y convirtiéndola así en el edificio más grande explorado hasta el momento en el Pacífico de Nicaragua. A la mitad del muro norte, había una gran losa plana que probablemente era originalmente parte del muro y fue erigida en su lugar subsecuentemente (Fig. 60). El espacio entre los dos alineamientos de las losas verticales probablemente daba soporte a troncos de árboles colocados como una pared empalizada. Tres capas de pisos secuenciales fueron localizados al interior del edificio. Relativamente poco artefactos fueron encontrados adentro de la estructura, además de un gran fragmento de vasija del tipo Papagayo Policromo (Fig. 61a,b). Pequeños fragmentos fueron encontrados afuera de la pared, sugiriendo limpiezas periódicas para mantener el piso limpio. Basado en la escasa evidencia cerámica, el edificio del Locus 4 tenía una función cívico-ceremonial, en vez de un espacio doméstico. Databa del periodo Sapoá, contemporáneo a los cementerios del Locus 1 y 3. Es especulativo, pero un edificio cívico-ceremonial asociado con ritos funerarios puede ser una casa charnal, donde los muertos son preparados para la siguiente vida quitándoles la carne, cremarlos, bañarlos o incinerarlos. Fuentes etnohistóricas no proveen información útil sobre esta práctica, pero la gran mayoría de esqueletos encontrados en las urnas son entierros secundarios, lo que significa que fueron descarnados antes de ser enterrados antes del entierro. Locus 5 era un montículo natural con poca evidencia de arquitectura y pocos artefactos. Un fragmento de cerámica notable representa una figura humana con una voluta de habla, casi idéntica a las figuras en los códices Mixtecas del sur de México (Fig. 62a,b). Relatos etnohistóricos describieron manuscritos pictóricos similares a los códices usados en el Pacífico de Nicaragua, y los Chorotegas eran de la misma familia lingüística Oto-mangue que los Mixtecas de Oaxaca. Ejemplos tales como este del Locus 5 proporcionan apoyo importante para la presencia de libros antiguos, e insinúan a la riqueza de la cultura nicaragüense (McCafferty 2019). Locus 6 está ubicado al norte del edificio en el Locus 4. Alineamientos de piedras verticales sugería que existía una tumba superficial, pero al momento de la excavación las líneas de piedra se extienden hasta el contorno de un edificio pequeño (Fig. 63). Una gran piedra estaba asociada con una concentración de guijarros, sugiriendo que esta fue en algún momento un pedestal de base de la piedra vertical como Página | 21 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . un monumento (Fig. 64). Excavaciones cuidadosas del piso identificaron agujeros debajo del piso. Los pocos fragmentos cerámicos diagnósticos indicaron que este rasgo data del periodo Sapoá. Los artefactos dispersos nuevamente sugieren que esta era una estructura cívico-ceremonial más que de una función residencial. Justo al este del Locus 4 había otro alineamiento de piedras verticales, el cual fue designado Locus 7. Dos cámaras, cada una midiendo aproximadamente 1.5 x 5 m, de nuevo sugiriendo posibles tumbas (Fig. 65). Adentro de las piedras verticales había lozas colocadas horizontalmente, como para sellar depósitos inferiores. Al remover estas lozas se reveló una capa de pequeños guijarros, y debajo de esta había un depósito grueso de limo a una profundidad de 1 m. Este depósito fue prácticamente estéril, sin materiales culturales. En la base, sin embargo, habían artefactos únicos: un diente tallado y perforado y dos fragmentos de incensarios de filigrana (Fig. 66a,b). Afuera de las cámaras había una concentración relativamente alta de fragmentosde orejeras de cerámica y pequeñas navajas/cuchillas líticas. La hipótesis de que esta era una tumba no está soportada debido a la falta de restos esqueléticos. Sin embargo, la recuperación de objetos especializados incrementa la posibilidad que esta era un área de resguardo de elementos rituales. El estrato de limo fino debajo de la loza horizontal puede haber sido un intento de preservar intencionalmente el conjunto ritual. No se he descubierto un rasgo similar en el Pacífico de Nicaragua, por lo tanto, cualquier interpretación es especulativa. En su conjunto, El Rayo muestra una combinación de entierros y edificios cívico-ceremoniales. Incluso la alta densidad de cerámica y restos de alimentos del Locus 2 parecen depósitos especializados relacionados a festejos sucesivos. Mientras es posible que contextos residenciales pueden existir afuera del centro del sitio, en el presente parece un área exclusivamente ritual relacionada a los ancestros y su conmemoración. Que ambos, los Locus 1 y 2 tuvieran depósitos Sapoá sobre depósitos Bagaces indica una continuidad de un lapso entre 500-1250 CE, precisamente la transición durante la cual los migrantes mesoamericanos se integraron con la población Chibcha nativa. Así tenemos una oportunidad de inferir cambio cultural y el Genesis de la etnicidad indígena nicaragüense (McCafferty and Dennett 2013). Preguntas de investigación de El Rayo: - ¿Hubo una población residente? ¿Adonde? - ¿Cómo la nueva población que llegaba, tal vez Chorotega, se integró con los habitantes nativos, quizás Chibchas? - ¿Fue este un ejemplo de reemplazo de población, o matrimonios mixtos para crear una nueva etnicidad híbrida? - ¿Qué rol jugaba la memoria social en mantener el significado del cementerio del Locus 1? - ¿Cuáles eran las funciones de los edificios en los Locus 4 y 6, y las cajas de piedra en el Locus 7? Página | 22 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 37: Mapa indicando la ubicación de El Rayo en la Península de Asese. Figura 38: Mapa de El Rayo, indicando la ubicación de los puntos de excavación (mapa de Carrie Dennet). Figura 39: Mapa de la migración del Centro de México hacia Centroamérica (mapa de Larry Steinbrenner). Figura 40: Excavación del Locus 1 sobre el corte del camino. Figura 41: Excavación del Locus 1 hacia el entierro expuesto en el corte del camino. Figura 42: Locus 1, urna funeraria rasgo 6. Figura 43: Locus 1, pequeñas vasijas cerámicas adentro de urnas funerarias. Página | 23 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 44: Locus 1, excavación de la vasija Pataky policromo del interior de urna funeraria. Figura 45: Locus 1, cuchillos de Piedra y orejeras asociadas con cráneo aislado, rasgo 19. Figura 46: Locus 1, cráneo aislado en vasija con cuchillo de Piedra en la boca, rasgo 3. Figura 47: Individuo 12 del Locus 1. Figura 48: a, Vasija con cuerpo modelado de una mujer desnuda. Figura 48: b, Botella de cerámica. Figura 48: c, Pequeña olla con cara de roedor. Figura 48: d, Interior de olla con restos humanos. Figura 49: Locus 2 pared de plataforma. Figura 50: Locus 1, Operación 1 cambios de capas estratigráficos desde el Bagaces inferior hasta el Sapoá superior. Página | 24 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 51: Transición de vajilla rojas del Bagaces (izquierda) a el Sapoá con engobe blanco. Figura 52: a, Momta. Figura 52: b, Belo. Figura 52:c, Tenampúa Policromos.Figura 53: Gráfico estratigráfico mostrando las tipologías Bagaces y Sapoá con fechas de radiocarbono 14. Figura 54: Locus 2, esqueleto femenino adulto (Ind. 26). Página | 25 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 55: a,b: Locus 3, alineamiento de urnas funerarias contiguo a altar de piedras. Figura 56: Locus 3, urna en forma de zapato Sacasa Estriado (Rasgo 2015-4). Figura 57: Locus 3, Rasgo 2015-8 urna funeraria con esqueleto adolescente. Figura 58a-c: Locus 3, rasgo 32 bienes funerarios. Figura 59: Locus 4, pared fundacional de lajas alineadas paralelamente. Figura 60: Locus 4, pared de fundación con losa de Piedra erecta. Página | 26 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 61: a,b: Papagayo policromo del piso de la estructura del Locus 4. Figura 62: a, Tiesto Vallejo policromo del Locus 5 con cabeza humana de estilo Mixteca; b, escena del código Mixteca Sleden hablando palabras de “pedernal”. Figura 63: Locus 6, contorno de excavación de un pequeño edificio con piedras alineadas. Página | 27 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 64: Locus 6, Piedra vertical sobre base de piedras al interior de un pequeño edificio. Figura 65: Caja escondite con doble cámara del Locus 7. Figura 66: a, pendiente de diente tallado; b, cerámica estilo enrejado. Página | 28 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Basado en la prospección regional de Salgado González (1996), el centro político del periodo Sapoá cambió a Tepetate, ubicado justo al norte de la ciudad de Granada (Fig. 67). Este sitio fue conocido como Xalteva al momento de la invasión española, y fue habitado por miembros de la tribu Chorotega. A principios del siglo XX, arqueólogos describieron montículos plataforma cubiertos por piedras lajas (Carmack and Salgado 2006). En 2008, nuestro equipo de la Universidad de Calgary, en colaboración con estudiantes de la UNAN y la Universidad de Costa Rica, excavaron el último de estos montículos, otra estructura fundacional y también descubrió dos fosas comunes. El montículo 1 medía alrededor de 2 m de altura y unos 20m de diámetro (Fig.68). Estaba muy perturbado por saqueos recientes, con numerosos pozos profundos al interior del montículo y evidencia que las lajas de la superficie habían sido removidas. A la profundidad de alrededor de un 1 m, sin embargo, algunos rasgos arquitectónicos permanecían intactos, incluyendo adoquines (piedras de pavimento) y paredes bajas de piedra. Adentro se encontraron restos de una cripta rectangular con lajas verticales, probablemente una cámara funeraria (Fig.69), pero el único resto esquelético recuperado fue un único diente humano. Excavaciones al norte del montículo 1 expusieron varias superficies compactas para caminar (senderos, caminos) que probablemente representan áreas de actividad. Por ejemplo, numerosos fragmentos de moldes de cerámica fueron encontrados, de los que probablemente se manufacturaban las figurillas y soportes de vasijas tipo Papagayo (Fig. 70). Locus 2 fue identificado por pruebas de pala al norte del Montículo 1. Se destacaban una fundación de una pared de piedra, asociado a un montículo bajo de 0.5 m de altura (Fig. 71). Este es interpretado probablemente como una estructura doméstica, aunque relativamente pocos artefactos fueron recuperados. Un tercer Locus también fue explorado, que destacaba una sección de piedras de pavimento (adoquines) de una estructura superficial y dos agrupaciones de entierros. Rasgo 7 era un grupo compacto de al menos 10 individuos (Fig. 72), algunos en urnas funerarias y otros extendidos sobre las urnas. La condición de los restos esqueléticos era muy pobre, en parte probablemente porque estaban muy cerca de la superficie, pero también por la sorpresivamente alta acidez del suelo (Fig. 73). Ambas, urnas esféricas y aquellas en formas de zapato fueron usadas en el grupo, y algunas urnas parecen haber sido anidadas (Fig. 74). Algunas ofrendas fueron recuperadas: una cuenta de collar de piedra verde, una orejera, y algunas vasijas miniaturas (Fig. 75a-c). Cerámicas y fechas de radiocarbono indican que estos lugares datan al periodo Sapoá, 800-1300 CE (McCafferty 2010, 2011). La acidez en el suelo limitó la habilidad para distinguir diferentes tipos policromos y variedades,dado que casi toda la pintura se había disuelto. No se encontró evidencia del periodo Ometepe final justo antes al contacto europeo, en contraste a las expectativas de los registros históricos. TEPETATE Página | 29 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Preguntas de investigación de Tepetate: - ¿Fue este asentamiento encontrado por los españoles en 1522? ¿Adónde esta la ocupación del periodo Ometepe/contacto? - ¿Que tan extensiva fue la industria de manufactura alfarera? - Al asumirse como el centro regional del periodo Sapoá/Ometepe, ¿hay evidencia de diferencias políticas y/o de riquezas al compararlas con El Rayo? - Como un sitio costero, ¿existe evidencia del tsunami hipotético que resultara del colapso del flanco del Mombacho? Figura 67: Patrones de asentamiento del periodo Sapoá ( en base a Salgado 1996a). Figura 68: Montículo 1 vista desde el norte. Página | 30 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 69: Cripta de lajas al interior del montículo 1. Figura 70: Moldes de cerámica para la manufactura de figurillas y soportes de vasijas. Figura 71: Fundación de piedra de pared del Locus 2. Figura 72: Locus 3, Rasgo 7 conjunto de entierros. Figura 73: Locus 3, Rasgo 7, detalle de cráneo humanos pobremente preservado. Figura 74: Locus 3, Rasgo 7, urnas anidadas. Página | 31 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 75: a, cuenta de Piedra verde; b, orejera de cerámica; c, vasija miniatura. Página | 32 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Interpretaciones arqueológicas están basadas generalmente en ambos contextos excavados y en la cultura material (artefactos) recuperados de las excavaciones. La cultura material es esencialmente ‘cultura materializada,’ y provee diversas perspectivas al interior de las ideologías de sus creadores, así como a las sociedades antiguas. Esta sección presenta parte de la rica cultura material que se ha recuperado de los proyectos arqueológicos en Granada, incluyendo vasijas cerámicas, objetos cerámicos, objetos líticos, y ornamentación. Fragmentos de vasijas cerámicas son los artefactos más abundantes, y en ocasiones vasijas completas o casi completas también son encontrados, especialmente en contextos funerarios. Los análisis cerámicos generalmente se enfocan en la clasificación tipológica como una manera de organizar la gran cantidad de datos. Los tipos cerámicos también son seriados, como una manera de desarrollar secuencias cronológicas relativas, de las más tempranas a las más tardías. Análisis más elaborados pueden considerar formas morfológicas de las vasijas, o petrografía para caracterizar el contenido fundamental de la arcilla. Análisis técnico puede incluir el análisis de activación de neutrones o difracción de rayos x; todas estas técnicas se han aplicado a las cerámicas de Granada (McCafferty et al 2017). La cerámica descubierta en los niveles más tempranos de Sonzapote fueron inusual, difiriendo de la cerámica contemporánea conocida del Tempisque tardío/Bagaces temprano de tierra firme. Estaban ausente ejemplos del Bocana Inciso Bicromo, Tola Tricromo, o Chávez Blanco sobre Rojo – tipos típicos de la región y fase. En cambio, el tipo de cerámica más abundante tenía una superficie naranja bruñida, con decoración ocasionalmente incisa o punteada. Esta ha sido clasificado tentativamente, como Sonzapote Naranja (Fig. 76a,b). Las vasijas de entierro asociadas con los pisos tempranos y el montículo 14 fue reconocido como Espinoza Bandas Rojas, un diagnóstico del periodo Tempisque tardío/ Bagaces temprano (Fig. 77a,b). Muchos otros fragmentos decorados de los contextos tempranos fueron identificados como Jobo Punteado (Fig. 78). El tipo cerámico más abundante asociado con la ocupación tardía en Sonzapote fue Castillo Esgrafiado, una vajilla de servir monocroma caracterizada por un esgrafiado de líneas finas en una banda alrededor del borde (Fig. 79). Este tipo ha sido tradicionalmente identificado como un diagnóstico del periodo Ometepe (1350 – 1550 CE), pero investigaciones recientes han demostrado claramente que este tipo se originó anterior al periodo Sapoá (McCafferty and Steinbrenner 2005). La ocupación de El Rayo duró del Bagaces tardío a través periodo Sapoá, y consecuentemente este sitio provee la mejor muestra de cultura material cambiante que se ha encontrado en el Pacífico de Nicaragua, especialmente la cerámica. Análisis petrográficos y de activación instrumental de neutrones realizados por Carrie Dennett (2016), demuestra que Granada fue un centro de manufactura alfarera, particularmente del complejo de la Vajilla Roja Granada del periodo Bagaces (Dennett et al 2012). Tipos CULTURA MATERIAL Página | 33 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . tales como el Tola Tricromo, Chavez Blanco sobre Rojo, y León Punteado fueron prominentes en el ensamble del Bagaces (Fig. 80 a-c). La función del León Punteado es enigmática ya que típicamente es en la forma de un tazón poco profundo con grandes soporte trípodes, y en la superficie interior contiene cientos de agujeros intencionales. La hipótesis de que estos pudieran haber servido como superficies abrasivas para moler, similar a un molcajete, es anulada por la ausencia absoluta de uso. La cerámica León Punteado fue abundante en El Rayo, Locus 2, en parte llevando a la conclusión tentativa que esta era un área especializada de festejo. Estudios más avanzados de este tipo pueden incluir análisis microscópicos de cualquier resto de alimento que pueda estar preservada en los agujeros. Una innovación importante en la tecnología cerámica aparece en capas transicionales entre depósitos del periodo Bagaces y Sapoá en El Rayo, Locus 2, con la introducción del Momta policromo. Este es el policromo más temprano de la secuencia, anticipa la virtual explosión de tipos policromos en periodos posteriores. Momta se caracteriza por colores vivos en patrones grandes en el exterior, usualmente con dos bandas horizontales rojas al interior de los tazones hemisféricos o cónicos (Fig. 81 a,b). Las bandas horizontales rojizas continúan en el subsecuente Papagayo Policromo como una característica diagnostica. Los cementerios del Locus 1y 3 en El Rayo produjeron numerosos vasijas completas o casi completas, la mayoría datadas al periodo Sapoá. Estas incluían ambas, vasijas monocromas y policromas. Las urnas funerarias eran del tipo Sacasa Estriado, ya sea como vasijas ovoides en forma de zapato u ollas esféricas grandes (Fig. 82a,b). las vasijas en forma de zapato están generalmente decoradas con diseños aplicados en el ‘dedo grande,’ algunas veces representando una cara, animales o especias (McCafferty and McCafferty 2012). Las urnas miniaturas en forma de zapato fueron generalmente recuperadas del interior de urnas funerarias en el Locus 1 y 3 (Fig. 83a,b). Otros monocromos incluyeron ejemplos de ollas Lago Modelado miniatura, con acabados de superficies café/negras y caras humanas modeladas (Fig. 84a,b). Una urna Sacasa Estriada estaba cubierta con un tazón Castillo Esgrafiado. Policromos del periodo Sapoá también fueron incluidos en los depósitos del cementerio. Estas eran principalmente variedades del tipo Papagayo Policromo, pero también había ejemplos de la variedad Vallejo Policromo Lazo y Pataky Policromo (Fig. 85a-e). Además de las cerámicas típicas del Pacifico de Nicaragua, muchos tipos foráneos también fueron encontrados en El Rayo (Fig. 86a-c). Vajillas de intercambio son excelentes indicadores de la política económica antigua, proporcionando más evidencia de la participación de los indígenas nicaragüenses en una ‘constelación de prácticas’ internacional (Dennett 2016). Página | 34 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 76: a, Fragmento de Sonzapote Naranja; b, Ejemplos de SonzapoteNaranja (Colección Mi Museo). Figura 77: a, Fragmento de Espinoza Bandas Rojas de urna funeraria; b, Ejemplo de Espinoza Banda Rojas (Colección Mi Museo). Figura 78: Fragmento de Jobo Punteado. Figura 79: Fragmento de Castillo Esgrafiado. Figura 80: a, Fragmento de Tola Tricromo. Figura 80: b, Fragmento de Chávez Blanco sobre Rojo. Figura 80: c, Fragmento de León Punteado. Figura 81: a,b: Ejemplos de Momta policromo. Figura 82: a, vasija en forma de zapato Sacasa Estriada durante excavación; b, vasija en forma de zapato Sacasa Estriado con cara (colección Mi Museo). Figura 83a,b: Vasija miniatura Sacasa Estriada en forma de zapato. Página | 35 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 84a,b: Olla tipo Lago Modelado con caras modeladas. Figura 85: a,b, Variedades de Papagayo policromo. Figura 85: c, Variedades de Papagayo policromo. Figura 85: d-e, Variedades de Vallejo Policromo. Figura 86: a, Fragmento de Tenampúa policromo de Honduras; b, Fragmento de Delirio rojo sobre crema de El Salvador; c, Fragmento de Galo (?) policromo de Costa Rica. Página | 36 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . La arcilla es una sustancia ‘plástica’ desde la perspectiva que es fácilmente moldeable en diversas maneras, que pueden ser horneadas en formas permanentes. Figurillas modeladas de arcilla son los ejemplos más antiguos de objetos cerámicos en el Nuevo Mundo, con figurillas femeninas datadas a unos 4000 años atrás. En el Pacífico de Nicaragua, figurillas femeninas huecas con acabados rojizos y detalles negro, datan por lo menos al 500 BCE. Estas están usualmente en posiciones sentadas con sus manos en las caderas o piernas. Esta postura perdura por los siguientes 2000 años, con cambios en los rasgos faciales y elementos decorativos. Las figurillas femeninas fueron encontradas en depósitos del periodo Bagaces en El Rayo, Locus 2, y cabezas aisladas son interpretadas como femeninas basadas en asociaciones (Fig. 87a-d). Dos cabezas de figurillas incluyen pintura facial. Durante el periodo Sapoá, las cerámicas al igual que los figurillas fueron decorados con pintura policromo. Las figurillas fueron hechas en molde, a diferencia de las modeladas de arcilla de tiempos más antiguos, y eran generalmente huecas, como si pudieran ser usadas para recipientes. Moldes de figurillas fueron encontrados en Tepetate, con evidencia que este era un centro de manufactura. La mayoría de las figurillas del periodo Sapoá eran mujeres, aun en posición sentada, con las manos en las caderas o las piernas; algunas figurillas de pie también usan la misma posición de las manos (Fig. 88a- c). Un ejemplar de un jorobado, probablemente hombre, fue encontrado en El Rayo, Locus 1(Fig. 89a,b). Con excepción de la figurilla jorobada, todos los fragmentos de figurilla fueron encontrados revueltos con desperdicios generales, sugiriendo que probablemente funcionaban en una variedad de contextos. En el sitio Santa Isabel del periodo Sapoá, fragmentos de figurillas estaban mezclados con desechos domésticos (McCafferty 2008). Por otro lado, colecciones de museo tales como las de Mi Museo tienen docenas de figurillas completas, lo que sugiere que las figurillas también fueron incluidas como bienes funerarios. El hecho que las figurillas femeninas tengan una historia de uso de 2000 años continuos sugiere fuertemente la importancia de las mujeres indígenas como líderes espirituales, tales como chamanes. Las figurillas permiten entrever una perspectiva émica (interna, propia) sobre la belleza estética, como sugieren estudios de la ‘arqueología del cuerpo’ (Joyce 2005; McCafferty and McCafferty 2009; Reisher and Koo 2004). Siguiendo este enfoque, artistas indígenas hubieran decorado figurillas como un ‘canvas’ con peinados típicos, vestimenta, ornamentación, pintura facial y tatuajes. Dado que la indumentaria es generalmente una llave visual a las identidades sociales, cuidadosa consideración de los estilos de las figurillas puede ser un medio sensible para interpretar el cambo cultural a través del espacio y del tiempo. OBJETOS CERÁMICOS Página | 37 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Otro tipo de objeto cerámico recuperado en El Rayo fue la rueca (McCafferty and McCafferty 2008). Las ruecas son usadas con un huso de madera para dar ventaja mecánica (momentum) mientras se gira la fibra cruda (como el algodón) para formar en hilo. Estos pequeños objetos son típicamente discos redondos con un agujero en el centro a través del cual pasaría el eje del huso (Fig. 90 a-c). Las ruecas pueden ser planas, abovedadas o cónicas, con la forma relacionada a la calidad del giro: ruecas anchas y planas producen un giro más lento pero más prolongado mientras que, ruecas más altas y delgadas giran más rápido pero por un periodo más corto de tiempo. Ruecas de El Rayo datan del periodo Sapoá. Figurillas femeninas de este periodo de tiempo muestran evidencia de textiles como prendas del torso y en los tocados, pero el hilo también hubiera sido usado para hamacas y redes de pesca. El hilado y tejido eran tareas estereotípicamente femeninas en sociedades precolombinas, y fuentes etnohistóricas sugieren que este era el caso también en Nicaragua. Por eso decoraciones incisas en ruecas se consideran relacionadas a ideologías femeninas; en el centro de México los diseños de ruecas pueden ser asociados con el complejo de la deidad femenina (McCafferty and McCafferty 2019). Fragmentos de cerámica trabajado fueron usados como pesas de red, unido a redes de pesca para permitirles hundirse en el lago y capturar peces. Fragmentos de vasijas fueron tallados con muescas a cada lado para que pudieran ser ligados (Fig. 91). Las pesas de red fueron otra clase de objeto cerámico bastante común en Sonzapote, El Rayo y Tepetate. Una urna funeraria en El Rayo, Locus 1 tenía una concentración de pesas, como si la red hubiera cubierto la urna. Figura 87: a-b, Cuerpos de figurillas femeninas del periodo Bagaces. Página | 38 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 88: a, Figurilla completa del periodo Sapoá; b-c, Cabezas de figurillas policromas. Figura 89a,b: Figurilla jorobada de El Rayo, Locus 1. Figura 90: a, Formas varias de ruecas. Figura 90: b-c, Vista superior e inferior de ruecas abovedadas. Figura 91: Pesas de red variadas de El Rayo. Página | 39 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Los nativos del Pacífico de Nicaragua tenían una existencia esencialmente de la ‘edad de piedra’: el único metal era en la forma de joya, e incluso este fue muy raro. Sin embargo, objetos de piedra tallada y pulida fueron abundantes y diversos. Sílex blancuzco fue por mucho la más común, pero la obsidiana y un sílex rojizo moteado también estaban presentes, como resultado de mecanismos de intercambio. Los objetos de piedra pulida estaban hechos de basalto de diferentes calidades. El sílex blancuzco presentaba muchas irregularidades, así que raramente estaba trabajada en objetos grandes. Una excepción fue una punta de proyectil grande asociada con un entierro de EL Rayo, Locus 1 (Fig. 92). Mas típicamente fue encontrada como pequeñas lascas irregulares. Algunos de estos muestran evidencia de haber sido utilizados para cortar. En el sitio contemporáneo de Santa Isabel, el sílex blancuzco fue tallado en pequeñas navajillas, conocidas como ‘raspaditas’ (Debert and Sheriff 2007), que fueron colocados en planchas de madera como tablas para rallar un bulbo, tal como yuca, pero estos fueron muy escasos en Granada. La mayoría de las herramientas grandes fueron hechas de sílex rojizo. Estos incluyeron cuchillos bifaciales y hachas (Fig. 93a-c). La fuente de este sílex rojizo se rumora que está en el norte de Nicaragua, pero este no ha sido confirmado. A pesar de las inclusiones moteadas, la piedra parece no tenermuchas impurezas así que es más apta para herramientas de piedra tallada más grandes. Como se observa en la discusión de El Rayo, Locus 1, los cuchillos bifaciales fueron encontrados en asociación a cráneos aislados en el cementerio, generalmente junto a urnas funerarias. Cuchillos similares son representados en escenas de decapitación en Chichen Itzá y el Tajín en Mesoamérica (Fig. 94). Esto sería consistente con una tradición de caza de cabezas entre los nativos del periodo Sapoá (McCafferty and McCafferty 2012b). Por otro lado, las puntas de proyectil (con la excepción mencionada anteriormente) son extremadamente raras así que es difícil creer que la guerra fuera una parte importante de la sociedad. Un último tipo de objeto tallada fue hecho de obsidiana, el vidrio volcánico negro de la cual la fuente más cercana es Honduras. La obsidiana produce bordes cortantes de muy fina calidad, especialmente como navajas prismáticas tomadas de grandes núcleos preparados (Fig. 95a,b). debido a la distancia y el valor implícito, la obsidiana fue escasa en el área de Granada. Como el posible centro regional, Tepetate, tenía una mayor frecuencia, aproximadamente el 5% de toda la piedra tallada, mientras en El Rayo era solo alrededor del 1% del total. Herramientas líticas también fueron hechas de basalto de diferentes calidades. Basalto de grano fino, o andesita, fue usado para hacer choppers (cortadores) toscos (Fig. 96), posiblemente para cultivar la tierra o cortar árboles. OBJETOS LÍTICOS Página | 40 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Basaltos más gruesos fueron usados para piedras de moler. Las superficies de molienda en Sonzapote y El Rayo eran morteros en la roca madre natural, pero losas de molienda – metates- fueron encontrados ocasionalmente. Las manos de moler fueron más comunes (Fig. 97). La cabeza de un ave tallada en basalto de El Rayo, Locus 2, era parte de un metate decorado similar a esos encontrados desde Honduras hasta Costa Rica (Fig. 98), generalmente como bienes funerarios, pero probablemente originalmente usados como un ‘trono’. Figura 92: Punta de proyectil de sílex blancuzco. Figura 93: a, cuchillo bifaz de sílex rojizo; b, dibujo de cuchillo bifaz; c, hacha bifaz de sílex rojizo. Figura 94: Escena de decapitación del juego de pelota en el Tajín. Figura 95: a, fragmento de navaja prismática de obsidiana; b, Dibujo de núcleo de navaja de obsidiana. Figura 96: Basalto de grano fino/ chopper de andesita. Figura 97: Mano de basalto Figura 98: Cabeza de ave tallada en metate decorado Página | 41 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Uno de los objetivos fundamentales de la investigación arqueológica es identificar identidades sociales en el tiempo y el espacio. Consecuentemente, las secuencias cerámicas son usadas para delimitar fases temporales y medir así procesos evolutivos culturales. Pero las identidades sociales son caracterizadas más sensitivamente por atributos estilísticos: diseños cerámicos, practicas mortuorias, planificación arquitectónica y ornamentación. Fuentes etnohistóricas sugieren un cambio dramático en etnicidad en el Pacífico de Nicaragua, entre ellos supuestos grupos autóctonos Chibchas quienes ocuparon el área en los periodos Tempisque y Bagaces, y grupo migrantes Chorotega y Nicarao de México quienes empezaron a llegar en el periodo Sapoá. Los estilos cerámicos innovadores y patrones mortuorios indican diferencias significativas durante esta transición. La ornamentación ofrece una perspectiva aún más sensible para distinguir identidades sociales tales como género, edad, etnicidad y estatus (entre otros). La evidencia arqueológica de ornamentación incluye cuentas de collar, pendientes, y orejeras, hechos de materiales como arcilla, piedras verdes, concha y hueso. Cuentas de collar fueron encontradas en Sonzapote, El Rayo y Tepetate. Una urna en forma de zapato en Sonzapote contenía seis cuentas de collar de piedras verdes (Fig. 99); hay que notar que las piedras verdes son generalmente reconocidas como ‘jade social’ aunque el jade verdadero no es conocido en Centroamérica. El verde, sin embargo, estaba asociado simbólicamente con la fuerza de la vida, y por eso la piedra verde era común en rituales funerarios como un medio de regeneración. Evidencia de talleres para piedras verdes fue encontrado en Santa Isabel, donde piezas de piedra verde fueron recuperados en el proceso de manufactura y un posible artesano lapidario fue enterrado con un perforador fino y piezas de piedra verde sin terminar en su boca (McCafferty 2008). Una concentración de pequeñas cuentas de arcilla también fue encontrada en El Rayo, Locus 1, asociada con pequeños tazones policromos y un grupo de urnas funerarias (Fig. 100). Estas probablemente representan los restos de un collar depositado como una ofrenda funeraria. Además de las cuentas de collar, pendientes también fueron hechos de dientes perforados. Los más elaborados de estos fue encontrado en la caja escondida del Locus 7 en El Rayo (revisar arriba). Otros dientes perforados fueron encontrados con entierros del Locus 1 y 3 (Fig. 101a,b). Un elaborado pendiente de hueso de El Rayo, Locus 2, representa una figura esquelética, con posibles características de insecto (Fig. 102). El tema puede ser el de la transformación entre los estados del ser, aunque esto es claramente especulativo. Un último pendiente fue hecho de arcilla horneada. Era aproximadamente rectangular y un poco curveado, con agujeros en cada esquina (Fig. 103). Aunque especulativo, este puede haber sido una cubierta púbica, suspendido sobre genitales femeninos. Un objeto similar fue encontrado en Santa Isabel en el Pacífico de Nicaragua. ORNAMENTACIÓN Página | 42 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Una última clase de ornamentación es la orejera. Estos son, típicamente, en forma de discos, con un borde cóncavo, y puede ser hecho de arcilla o vertebra de pescado (Fig. 104a,b). En El Rayo, Locus 1, rasgo 19 incluía dos orejeras grandes hechos de arcilla delgada y midiendo 5 cm de diámetro (Fig. 105a). El rasgo también contenía tres cuchillos de sílex bifaciales y también un cráneo pobremente preservado. Otro entierro en el Locus 1 contenía una orejera con un patrón floral (Fig. 105b). Otra orejera decorada fue encontrada en el grupo funerario de Tepetate, Locus 3. Otra forma intrusiva de ornamentación era el tapón labial de un solo lado, o labret (Fig. 106) encontrada en El Rayo. Los reportes etnohistóricos, escritos por Oviedo, a inicios del siglo XVI describe labrets como una forma característica de ornamentación de los Chorotega. La promesa de usar ornamentación para distinguir identidades sociales esta obstaculizada debido a que los restos esqueléticos están muy mal preservados, por lo que ha sido imposible identificar el sexo biológico, de manera que no se pueden hacer interpretaciones. Además, solo el sitio de Santa Isabel cerca de San Jorge (a unos 80 km al sur de Granada) ha sido excavado extensivamente para proveer una base de datos comparativos (McCafferty 2008; McCafferty and McCafferty 2009). Santa Isabel ofrece contrastes interesantes, sin embargo, tal como una abundancia de tiestos perforados que probablemente fueron usados como pendientes (Fig. 107); pendientes similares están casi ausentes en Granada. Santa Isabel también destacaba numerosas piezas de joyería de materiales más exóticos, tales como concha, piedras verdes, y hueso tallado. También fue un centro de manufactura, con ejemplo de materia prima en el proceso de producción. Basado en estos datos, los habitantes de Santa Isabel expresaron su identidad personal en maneras diferentes a los de Granada, aun cuando Santa Isabel es contemporánea a El Rayo y Tepetate, y presumiblemente del mismo grupo étnico Chorotega, en base a los estilos cerámicos y prácticas mortuorias. Preguntas de investigaciónde la cultura material - ¿Porque los alfareros de Granada cambiaron sus estilos cerámicos durante la transición del Bagaces al Sapoá, de las vajillas rojas a vajillas engobe blanco? - ¿Qué implica el dramático incremento de formas de vasijas sobre las prácticas de consumos de alimentos? - ¿Cómo se distribuían los objetos en Granada? ¿Existía un sistema de mercado? - El registro arqueológico incluye objetos duraderos; ¿Qué hace falta? ¿Qué perecederos pueden haber existido?, y ¿existen métodos para recuperar esa evidencia? Página | 43 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Figura 99: Cuentas de piedra verde de Sonzapote Figura 100: Cuentas de arcilla de El Rayo, Locus 1 entierro Figura 101: a,b: Pendiente de diente de javalina Fig. 102: a,b: Pendiente de hueso Figura 103: Cubierta púbica de cerámica (?). Figura 104: a, Orejera cerámica; b, orejera de vertebra de pescado. Figura 105: a, Orejera grande de cerámica de El Rayo, Locus 1; b, Orejera floral de El Rayo, Locus 1. Figura 106: Labret de un solo lado de arcilla negra. Figura 107: Pendiente perforado de tiesto de cerámica trabajado de Santa Isabel. Página | 44 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Granada ha sido el foco de investigación arqueológica por 150 años, y como resultado es tal vez la región mejor conocida en términos de fama internacional. También ha jugado un rol prominente en la interpretación de cambio cultural en el Pacífico de Nicaragua. Basado en la prospección regional de Silvia Salgado González, ahora sabemos que la complejidad social estaba iniciando en Granada durante el periodo Tempisque, especialmente en el sitio Ayala. En ese momento, Granada también era un centro de producción alfarera e intercambio. Esta producción continuó hasta el siguiente periodo Sapoá, cuando Papagayo Policromo se estaba produciendo para amplia distribución (McCafferty and Dennett 2017). De hecho, los Momta y Bela policromos manufacturados en Granada aparentan haber sido ampliamente influyentes ya que comparten características estilísticas con Ulúa y Tenampúa Policromos de Honduras y Galo Policromo de Costa Rica. Granada se mantiene como un área central para la investigación arqueológica y la educación. Es el hogar de dos importantes museos de material arqueológico: Mi Museo y el Antiguo Convento San Francisco. Mi Museo guarda una colección de más de 7000 objetos cerámicos (y otros) representando la colección personal del fallecido Peder Kolind (Fig. 108). El museo destaca textos instructivos sobre la prehistoria de Nicaragua, y también sobre investigaciones e interpretaciones recientes. Además, el museo ofrece conferencias sobre descubrimientos y talleres ocasionales. El Antiguo Convento San Francisco se caracteriza por exhibiciones contemporáneas y arqueológicas. Es mejor conocido por su galería de estatuas de piedra, muchas del sitio Sonzapote. La Granada histórica ha sido por mucho tiempo un centro cultural para Nicaragua. También es la ciudad más antigua en las Américas (en tierra firme) y en el 2024 estará celebrando su 500 aniversario (quinto centenario). La evidencia arqueológica ahora demuestra que la región de Granada ha sido un centro de evolución cultural por lo menos unos 2000 años antes de la invasión europea. Con investigaciones continuas esperamos nuevos descubrimientos para darle mayor claridad a esta historia. CONCLUSIÓN Figura 108: Mi Museo Página | 45 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . AGRADECIMIENTOS A como todas las cosas en mi carrera profesional, este libro no hubiera sido posible sin el apoyo constante – intelectual y emocional – de mi maravillosa esposa, Sharisse. Ella fue un componente fundamental de todos los aspectos de esta investigación, y varios de nuestros artículos y presentaciones como coautores demuestran cuan entrelazados es este programa de investigación a largo plazo. Dr. John Hoopes quien me introdujo a la arqueología de la Gran Nicoya en 1988, con el reto de colaborar en un ensayo para la sociedad de Arqueología Americana sobre la migración mexicana a Centroamérica. Ese proyecto cimentó las bases de mi propia investigación arqueológica iniciando en el 2000 cuando, después de años de insistencia de Silvia Salgado, finalmente inicié excavaciones en Santa Isabel en las costas del Lago Cocibolca. Gracias Silvia, por tu persistencia y tu apoyo constante. Muchos amigos y estudiantes han impulsado esta investigación. Jorga Zambrana y sus estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (especialmente Bosco Moroney y Oscar Pavón) han llevado experiencia esencial al campo y perspectivas Locuses. Mas de 100 estudiantes de la Universidad de Calgary que también han participado, incluyendo estudiantes de grado (Adam Banfer, Carrie Dennett, Elisa Fernández, Natasha Leullier-Snedeker, Jessica Manion, Ana Morales, Shaelyn Rice, Larry Steinbrenner, and Brett Watson). Adicionalmente, estudiantes de Costa Rica, El Salvador, y México han contribuido, haciendo de este una verdadera colaboración internacional. Todas las investigaciones de campo fueron conducidas con permiso del Instituto Nicaragüense de Cultura. El financiamiento fue proporcionado por Canadian Social Sciences and Humanities Research Council, the National Geographic/Waite Society, the University of Calgary, y Mi Museo. Mi Museo en Granada (Nicaragua) ha sido la casa del proyecto lejos de casa desde el 2008. Peder Kolind proporcionó en – amable apoyo de muchas maneras – vivienda, transporte, espacio de laboratorio, acceso a la extensa colección de Mi Museo, y una oportunidad para presentar resultados de los proyectos a audiencias populares y académicas. ¡Gracias a todos! Mi esperanza es que esta colección de datos e interpretaciones guiará a mas investigación. Las preguntas de investigación propuestas al final de cada sección están destinados a generar nuevas ideas, hipótesis, y correcciones a esas interpretaciones sugeridas aquí. ¡Participen! Página | 46 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Dataciones de Radiocarbono Muestra # Convencional Rango 1-sigma Rango 2-sigma Ayala (Gr-2) El sitio Ayala está localizado cerca de la base del Volcán Mombacho en el Departamento de Granada. Fue identificado por Silvia Salgado durante su prospección regional, y luego excavado revelando ocupaciones del periodo Bagaces y Sapoá (Salgado 1996:437) Beta-66956 840+60BP AD1070-1080 AD 1030-1270 Beta-66957 810+60BP AD1160-1280 AD1040-1300 EL Rayo (Gr-39) EL Rayo esta localizado en la península de Asese en e Lago de Nicaragua, en el Departamento de Granada. Las excavaciones encontraron depósitos del periodo Bagaces y Sapoá. Beta-265450 1230+40 BP AD710-870 AD 680-890 Beta-265451 1220+60 BP AD 690-890 AD 660-970 Beta-265453 1030+50 BP AD 980-1030 AD 900-1140 Beta-265454 1430+40 BP AD 600-650 AD 560-660 Beta-265459 960+40 BP AD 1020-1150 AD 1010-1170 Beta-265462 1360+40 BP AD 650-670 AD 620-690 Beta-265463 1220+40 BP AD 720-880 AD 680-890 La cultura material asociada con estas dataciones, cerámicas especialmente, indican que la transición entre los periodos Bagaces y Sapoá de hecho ocurrió alrededor del 800 AD. La cultura material entre estos dos periodos cambió dramáticamente, sugiriendo un reemplazo de población, o por lo menos un significativo cambio cultural. Fragmentos de cerámica policroma importada de los niveles tardíos del periodo Bagaces sugiere posibles influencias del Valle de Ulúa del este de Honduras. APENDICE 1: Página | 47 LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y . Muestra # Convencional Rango 1-Sigma Rango 2-sigma San Francisco Localizado en Granda (Wyckoff 1976) WSU-? 747+135 Ad1150-1400 AD 1020-1440 Tepetate (Gr-10) Tepetate está ubicado en el sector norte de la actual Granada, donde ha sido impactado severamente por el