Logo Studenta
¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

BIBLIOTECA DIGITAL
No. 162, 12 OCTUBRE 2020
ALCALDÍA DE MANAGUA
LA ARQUEOLOGÍA DE
G R A N A D A
DR. GEOFFREY MCCAFFERTY
Página | 2
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Página | 1
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Créditos
La revista “LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA” es 
una producción de la Alcaldía del Poder Ciudadano 
de Managua, en ocasión del 528 aniversario de la 
“Resistencia Indígena, Negra y Popular” (1492), 
supervisado por la Dirección de Cultura y Patrimonio 
Histórico, adscrita a la Dirección General de 
Desarrollo Humano. 
Autor: 
Dr. Geoffrey McCafferty. 
Universidad Calgary, Canadá.
Supervisión editorial: 
Dirección de Cultura y Patrimonio Histórico. 
ALMA. 
Fotografías: 
Responsabilidad del autor del libro. 
Foto de portada: 
Ocarina del sitio “El Rayo” y 
excavación del sitio “Tepetate”. Fotos del autor.
Foto de contraportada: 
Dr. Geoffrey en su estudio domiciliar. 
Arte y diseño: 
Octavio Morales Serrano. 
Dirección de Patrimonio ALMA.
Biblioteca Digital No. 162 
12 de Octubre del 2020. 
Managua, Nicaragua. Centroamérica. 
Página | 2
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
ÍNDICE
PRESENTACIÓN ........................................................................................................................................ PÁG.3
LA ARQUEOLOGÍA 
DE GRANADA ............................................................................................................................................ PÁG.4
AYALA ............................................................................................................................................................ Pág.6
SONZAPOTE ............................................................................................................................................... Pág.8
ISLA DEL MUERTO ................................................................................................................................. Pág.15
EL RAYO ..................................................................................................................................................... Pág.18
TEPETATE ................................................................................................................................................. PÁG.28
CULTURA MATERIAL ............................................................................................................................ PÁG.32
OBJETOS CERÁMICOS ...................................................................................................................... PÁG.36
OBJETOS LÍTICOS ................................................................................................................................. PÁG.39
ORNAMENTACIÓN ............................................................................................................................... PÁG.41
CONCLUSIÓN .......................................................................................................................................... Pág.44
AGRADECIMIENTOS ............................................................................................................................. Pág.45
APENDICE 1: ........................................................................................................................................... Pág.46
BIBLIOGRAFIA ......................................................................................................................................... Pág.48
Página | 3
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
PRESENTACIÓN
L
a Alcaldía del Poder Ciudadano de Managua, presenta el trabajo del Dr. Geoffrey McCafferty, sobre 
la arqueología de Granada, como un nuevo aporte de nuestra municipalidad al estudio de nuestras 
raíces indígenas y una colaboración con la municipalidad de Granada, en este aniversario 528 de la 
resistencia indígena, negra y popular en América (1492). 
No hay duda que Granada es una ciudad que marca el inicio de la historia entre las comunidades 
originarias (antes de 1523) y la colonia española (después de 1524), por lo que el estudio de su 
arqueología tanto prehispánica como colonial, significa un importante trabajo que nos ayuda a 
comprender mejor, no solamente la identidad cultural originaria, sino también ese momento crucial de 
mezcla, intercambio, encuentro y encontronazo (como le digo particularmente), que dio como resultado 
nuestra ser e identidad nacional nicaragüense. 
Sirve el presente trabajo del Dr. Geoffrey para completar los estudios sobre la materia arqueológica de 
la región costera del gran lago de Nicaragua y como un útil documento de referencia para los historiadores 
sobre la temática Granadina. 
Agradecemos de forma especial a nuestro colaborador Dr. McCafferty por su generosa oferta de 
publicar este libro en nuestra colección RAÍCES NICARAGÜENSES, y en la serie de libros y revistas 
publicados en nuestra Biblioteca Digital 2020 de la Alcaldía del Poder Ciudadano de Managua. 
 Invitamos a nuestros amigos lectores a disfrutar de este obsequio enmarcado en este 528 
aniversario del inicio de una traumática historia entre europeos y americanos, que dio como resultado 
una prolongada lucha por la vida y la identidad cultural de nuestros pueblos, que todavía hoy en día 
continúa siendo objeto de estudios y de luchas contemporáneas en todo el hemisferio americano. 
Con afecto, nos suscribimos.
Clemente Guido Martínez. 
Director de Cultura y Patrimonio Histórico.
Alcaldía del Poder Ciudadano de Managua.
Biblioteca Digital No. 162. 12 de Octubre 2020. 
Página | 4
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
La arqueología de Granada ha sido foco de interés internacional por más de 150 años, en el siglo 
XIX, exploradores científicos tales como el norteamericano Ephraim Squier y el botanista sueco Carl 
Bovallius visitaron la isla Zapatera y describieron la escultura monumental y la bella cerámica, publicando 
sobre estos y dándole fama a las antigüedades nicaragüenses. Un doctor americano, Earl Flint, basado 
en Granada, coleccionó artefactos arqueológicos para los museos en los Estados Unidos. Varios 
proyectos arqueológicos han investigado el área en años recientes, convirtiendo a Granada en una de las 
regiones más minuciosamente estudiadas en Nicaragua. Este folleto presenta información destacada 
de la arqueología granadina como una introducción a los sitios prominentes y su significado.
La historia de la arqueología de Nicaragua ha evolucionado a través de varias fases: la exploración 
temprana buscaba objetos exóticos, proyectos más científicos clarificaron la secuencia cronológica 
e identificaron los centros de población antiguo. Mas recientemente, las excavaciones intensivas han 
intentado responder la pregunta sobre la evolución cultural de los últimos 2500 años. Esta investigación 
arqueológica está informada, en parte, por fuentes históricas del periodo colonial. La historia cultural 
de Nicaragua ha sido dividida en cuatro grandes periodos temporales: Tempisque (500 BCE – 300 CE), 
Bagaces (300 – 800 CE), Sapoá (800 – 1300 CE), y Ometepe (1300 - 1525 CE) [Apéndice 1: fechas 
de Radiocarbono de Granada]. Desafortunadamente, la invasión europea en los 1500 impactó las 
poblaciones indígenas a través de enfermedades y la esclavitud, con poco de la cultura tradicional 
sobreviviente para proveer analogías etnográficas. 
Por esto, la investigación arqueológica ofrece la mejor oportunidad para revelar las culturas nativas 
de lo que una vez fue el complejo mosaico de los Chibchas, Chorotegas, Maribios y los Nicaraos. Muy 
interesante, mientras la familia de la lengua Chibcha tiene relación con el centro y sur de América, 
los otros grupos lingüísticos están relacionados a México. Fuentes etnohistóricas describen olas 
de migrantes huyendo hacia el sur hacia ElSalvador, el Pacifico de Nicaragua y el noroeste de Costa 
Rica iniciando alrededor del 800 CE. Las investigaciones arqueológicas han buscado evidencia de las 
culturas mesoamericanas, pero con resultados enigmáticos (McCafferty 2015). Por ejemplo, alimentos 
mesoamericanos esenciales tales como el maíz, el pavo y el perro no han sido encontrados en el registro 
arqueológico, sugiriendo que las poblaciones nativas confiaban en alimentos silvestres disponibles 
Locusmente.
Cinco sitios destacados han sido investigados en Granada: Ayala, Sonzapote, El Rayo, Isla del Muerto 
y Tepetate (Fig. 1). Este libro presenta una breve visión general de estos sitios con el fin de proveer al 
lector de una comprensión fundamental de la arqueología de Granada.
LA ARQUEOLOGÍA 
DE GRANADA
Página | 5
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 1: Mapa de la región de la Gran Nicoya mostrando lo sitios mencionados en el texto.
Página | 6
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
La Dra. Silvia Salgado González (Universidad de Costa Rica) dirigió un proyecto de prospección regional 
del área de Granada en la década de 1990, descubriendo en el proceso docenas de sitios de todos los 
periodos (Salgado González 1996a). Comparando el tamaño de los sitios a través del tiempo concluyó 
que la población incrementó, al igual que la complejidad de los asentamientos y asimismo, la organización 
política.
Del periodo Bagaces, el Sitio Ayala cerca de la base del volcán Mombacho, se destacaba como el más 
grande y probablemente como el centro regional de la antigua organización política de Granada (Fig. 2). 
La investigación de Salgado también incluyó excavaciones horizontales de estructuras residenciales 
del periodo Bagaces, una aproximación innovadora para Nicaragua al momento que produjo la primera 
evidencia para las prácticas domesticas (Salgado González 1996b). 
Estudios recientes indican también que el sitio Ayala fue un importante centro de producción de 
vajilla roja, que era entonces intercambiada en el Pacífico de Nicaragua (Fig. 3. Dennett et al 2012). Una 
tipología en particular, el Momta policromo representa el más temprano experimento policromo de la 
región (Fig.4), y tal vez una ‘práctica de constelación’ conectando el Pacífico de Nicaragua con Honduras 
y Costa Rica (Dennett 2016),
Preguntas de investigación de Ayala:
 - ¿Por qué Ayala surgió como un centro regional? ¿Había recursos particulares que lo hacían más 
ventajoso? 
 - ¿Cómo los alfareros de Ayala distribuyeron sus productos a través de tan gran extensión? ¿Con 
mercaderes ambulantes? ¿o por mercados centrales?
AYALA
Página | 7
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 2: La región de Granada durante el periodo Bagaces (en base a Salgado 1996).
Figura 3: Tazón Tola Tricromo, ejemplo del grupo de 
la vajilla roja Granada.
Figura 4: Tazón Momta Policromo de El Rayo.
Página | 8
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
El sitio está localizado en el extremo noreste de la isla Zapatera (Fig. 5). Primero fue explorada por 
Bovallius (1886), quien proporcionó dibujos detallados de muchas de las estatuas que incluían su 
ubicación en un mapa de alguno de los pequeños montículos (Fig. 6). Estudios subsecuentes han 
interpretados el significado de la estatuaria (Bruhns 1992; Guido Martínez 2004; Lothrop 1921; Navarro 
Genie 2006), tentativamente conectándolos a los grupos de cultura mexicana de los periodos Sapoá y 
Ometepe. En los 1920 muchas de las estatuas fueron movidas a Granada donde están ahora expuestas 
en el Museo convento San Francisco (Fig. 7a, b). Un programa reciente de la Unión Europea realizó 
réplicas de alguna de las estatuas de Sonzapote y las reemplazó en el sitio.
En el 2013 con financiamiento de la National Geographic Society nuestro equipo arqueológico de la 
Universidad de Calgary colaboró con estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua bajo 
la dirección de Ligia Galeano y Oscar Pavón de Mi Museo (McCaffery et al 2013). El centro del sitio fue 
mapeado, así como varios de los bajos montículos de piedra. Se realizó un inventario de los fragmentos 
de estatuas, petroglifos y los afloramientos de roca madre trabajados. Excavaciones en el montículo 14 
revelaron urnas funerarias que datan del periodo Tempisque/Bagaces proporcionando una fecha para 
la construcción del montículo y la fundación de Sonzapote de alrededor del 300 CE (Fig. 8a, b). Urnas 
funerarias tardías indicaron que el sitio fue revisitado por grupos subsecuentes que probablemente que 
lo reverenciaban como un sitio ritual (Fig. 9).
Los montículos bajos fueron hechos de piedras volcánicas, que son abundantes en la isla (Fig. 10). 
Algunos fueron organizados en grupos de plazas, sugiriendo cierto nivel de planificación del sitio (Fig. 
11). Pocos artefactos fueron asociados con los montículos, así que probablemente no eran estructuras 
residenciales sino un tipo de edificio cívico-ceremonial. Basado en las cerámicas asociadas de la 
excavación del montículo 14, los edificios datan de alrededor del 100 – 300 CE, convirtiendo a este en 
uno de los sitios ejemplares de urbanismo incipiente en Centroamérica. 
Durante el inventario de monumentos numerosos petroglifos, roca madre trabajada y fragmentos 
de estatuas fueron mapeados, alguno de los petroglifos representaban imágenes zoomórficas y 
antropomórficas (Fig. 12a, b) otros mostraban líneas ondulantes (Fig. 13a,b).
Otros tenían alineamientos de agujeros perforados (Fig. 14) Estos pueden proporcionar una pista 
en el método de producción de petroglifos, donde un perforador puede haber producido una serie 
de agujeros, y la superficie rocosa interpuesta puede haber sido removida para crear una línea. Las 
funciones simbólicas de petroglifos están abiertas a interpretación como: marcadores de limites o 
fronteras, signos astronómicos o símbolos rituales.
SONZAPOTE
Página | 9
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Afloramientos de roca madre con agujeros perforados (tallados), típicamente, de unos 20 cm de 
diámetro y hasta 30 cm de profundidad (Fig. 15-16). La interpretación convencional es que estos 
fueron usados para moler. ¿Pero para moler qué? ¿maíz? El alimento básico de otras partes de las 
Américas no ha sido encontrado en el Pacífico de Nicaragua. Otros alimentos potenciales tales como 
la yuca o el cacao pueden haber sido molidos en morteros de piedra, pero son más típicamente molidos 
en un metate plano. La mayoría de esta roca madre modificada expuesta estaba Locusizada cerca de 
riachuelos y muchos de ellos tienen canales tallados en la superficie de la roca como si fueran a drenar 
un líquido (Fig. 17). La proximidad al agua y los desagües implicaban un líquido, tal vez estos eran usados 
para mezclar pigmentos con motivos ceremoniales.
Cuando Bovallius (1886) visitó Sonzapote en los 1880s el notó varias docenas de estatuas, de mayor 
altura que el tamaño natural. En los últimos 100 años muchas han sido removidas de la isla. Nuestra 
prospección del centro del sitio, sin embargo, recobró más de una docena de fragmentos de estatuas 
incluyendo figuras sentadas y de pie, una cabeza desarticulada y varias estatuas zoomórficas (Fig. 18 
a-c). La ubicación de las estatuas en los bordes de los montículos sugiere una función arquitectónica 
como postes que soportaban un techo, (probablemente de paja). Varios estudiosos han intentado 
interpretar las estatuas relacionándolas con deidades precolombinas de los Aztecas o del panteón 
Maya (Guido Martínez 2004, Lothrop 1921, Navarro Genie 2006, ver Bruhns 1992). Las excavaciones 
recientes ahora colocan a los montículos y las estatuas en fechas mucho más tempranas, así que estas 
asociaciones son menos sostenibles. Es imposible hacer más que especular si estas eran gobernantes 
importantes o deidades. Ambos, hombres como mujeres son representados,las figuras generalmente 
presentan un animal en la cabeza y los hombros, tal vez como una referencia al espíritu animal. 
Tentativamente interpretamos estas figuras como matriarcas o patriarcas de un linaje, asociados con 
sus tótems de clan o sus animales espíritus.
Las excavaciones en el montículo 14 produjeron contextos culturales importantes para Sonzapote. 
Siguiendo las exploraciones de Bovallius, el sitio fue visitado en varias ocasiones para registrar y remover 
estatuaria. En la segunda parte del siglo XX, sin embargo, dos proyectos de historia del arte buscaron 
coleccionar evidencia arqueológica. Un estudiante graduado de la universidad de Texas en Austin hizo 
una trinchera en el montículo 6, identificado entonces como el montículo 1 y primero sugirió que el 
rol de las estatuas eran postes arquitectónicos (Castillo Barquero 1989) y Rigoberto Navarro Genie 
excavó para exponer otra estatua (2006). El proyecto arqueológico en el montículo 14 difirió buscando 
evidencia del contexto cultural y de la historia de construcción del montículo. Fue seleccionado por su 
buena preservación, incluyendo la construcción de piedra de sus esquinas y de una posible escalera 
(Fig. 19). Por ejemplo, dos superficies para caminar conectadas al lado oeste del montículo y una urna 
funeraria de tipo Espinoza Rojo era intrusiva en la superficie para caminar. Ya que el tipo Espinoza Rojo es 
diagnóstico del periodo Tempisque tardío, entre el 100 – 300 CE este indica que el piso y el montículo 
mismo antecede a este entierro. Una trinchera de huaqueros ubicado lateral al montículo 14, fue limpiado 
(Fig. 20) indicando que este montículo fue hecho en un solo episodio de construcción individual. 
Excavaciones científicas del montículo 14 revelaron importante información sobre la secuencia de 
construcción y la cronología (Fig. 21). Mientras interpretaciones previas sugerían que estas estatuas 
databan de los últimos siglos antes del contacto europeo, ahora sabemos que ellas datan de alrededor 
de mil años antes y que probablemente están relacionados con los grupos étnicos Chibchas. 
Página | 10
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Los artefactos recuperados de las excavaciones proveen abundante información nueva sobre este 
sitio. Por ejemplo, la cerámica asociada con la superficie para caminar ayuda a proveer una cronología 
relativa de entre el 100 y 300 CE (Fig. 22 a,b). La cerámica de tipo predominante es muy diferente de 
la cerámica de la región, sin embargo, apunta a contactos de intercambio con Costa Rica. La cerámica 
asociada con la ocupación tardía del periodo Sapoá/Ometepe también difiere de expectativas con el 
Castillo Esgrafiado como el tipo más abundante y muy poco de otras cerámicas policromas típicas (Fig. 
23a,b).
La ocupación inicial de Sonzapote parece haber finalizado alrededor del 300 CE, esta fecha es cercana 
al colapso cataclísmico del cono de basalto en el flanco noreste del volcán Mombacho, estimado 
entre el 140- 350 CE (Stansell 2013; Fig. 24). La avalancha de escombros resultó en cantos rodados 
volcánicos que forman la península de Asese y los cientos de pequeñas islas conocidas como isletas. 
La avalancha probablemente creó olas masivas parecidas a un tsunami, que hubieran lavado los sitios 
costeros en las orillas del lago. Ya que Sonzapote está ubicado en una terraza elevada no hubiera sido 
afectado directamente por las olas, sin embargo, la deposición de minerales tóxicos del centro del 
volcán probablemente impactó severamente el ambiente lacustre, envenenando tanto plantas como 
animales, consecuentemente no encontramos evidencia arqueológica de ocupación regional por varios 
cientos de años hasta alrededor del 500 CE en el sitio El Rayo.
Preguntas de investigación de Sonzapote:
 - ¿Cuál era la función del complejo cívico-ceremonial? ¿Asambleas de linaje o rituales religiosos?
 - ¿A quienes representaban las estatuas? ¿Deidades o matriarcas o patriarcas de linajes?
 - ¿Como fue Sonzapote afectada por el colapso del volcán Mombacho? ¿Cuáles fueron los impactos 
ambientales?
 - ¿Había una población residencial en Sonzapote? ¿Adonde? ¿Estaban relacionados a otras poblaciones 
de la región de Granada o estaban más afiliados con grupos de otro lugar?
Figura 5: Mapa de la Isla Zapatera 
(de Bovallius 1886).
Página | 11
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 6: Estatua de 
Sonzapote (en base a 
Bovallius 1886).
Figura 7 a,b: Estatuas de Sonzapote en el Museo 
Antiguo Convento San Francisco. 
Figura 8 a,b: Urna funeraria Espinoza Roja de Sonzapote con detalle de la vasija. Figura 9: Urna funeraria Sacasa Estriada 
de Sonzapote.
Figura 10: Fundación de pared de Piedra del montículo 8, Sonzapote. Figura 11: Mapa de montículos de Sonzapote 
 (por Shawn Morton).
Página | 12
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 12 a,b: Petroglifos antropomorfos y zoomorfos. Figura 13 a,b: Petroglifos con líneas ondulantes
Figura 14: Monumento 2A, petroglifo con agujeros 
perforados.
Figura 15: Monumento 20 con agujeros perforados para molienda.
Figura 16: Monumento 23 con agujeros perforados alineados. Figura 17: Monumento 25 con 
agujeros y desagüe. 
Página | 13
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 18: a, Monumento 1; b, Monumento 8; c, Monumento 9. Figura 19: Esquina sureste del rasgo arquitectónico 
del Montículo 14.
Figura 20: Trinchera de huaquero expuesta 
en el lado este del Montículo 14.
Figura 21: Estudiantes de arqueología 
excavando el Montículo 14.
Figura 22 a,b: Tiestos de Jobo 
punteado y Sonzapote naranja.
Página | 14
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 23 a,b: Tiestos de Castillo Esgrafiado y Luna policromo.
Figura 24: Vista desde el norte del Volcán Mombacho.
Página | 15
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Al noreste de la costa de la Isla Zapatera esta la Isla El Muerto, famosa por sus grabados de petroglifos 
sobre una losa de roca madre. Nicaragua presenta muchos ejemplos de arte en roca y las islas parecen 
ser particularmente favorecidas para petroglifos y estatuas, ¿por qué? Los arqueólogos especulan 
que estas eran consideradas ritualmente significativas, desafortunadamente datos históricos no 
documentaron que tipos de ceremonias fueron practicadas en esos sitios y la evidencia arqueológica 
es ambigua. El historiador del arte Rigoberto Navarro Genie (1994) y Suzanne Baker (2010) han dedicado 
sus carreras a documentar e interpretar el arte en roca. Para complicar más el estudio de petroglifos, 
son casi imposible de datar, así que no podemos proveer una cronología firme del simbolismo excepto a 
través de la comparación con otras formas de iconografía.
El arte en piedra de la isla El Muerto esta entre los más elaborados en el país. Una losa de roca madre 
en el punto más alto de la isla contiene más de una docena de petroglifos tallados incluyendo humanos 
y animales, así como patrones geométrico complejos (Fig. 25). Numerosos agujeros en la superficie 
son similares en tamaño y profundidad a los modificados en la roca madre de Sonzapote, sugiriendo una 
función similar. Un historiador del arte Japonés Hiro Inomato produjo calcados de estos, haciéndolos 
más fácil de interpretar. Bajando hacia la playa se ubica otra amplia extensión de roca madre contiguo a 
un montículo bajo, los motivos decorativos en esta es un patrón largo ondulante que incorpora motivos 
espirales o florales. 
Entre los petroglifos en el afloramiento superior hay dos figuras humanas (Fig. 26 a,b) una más grande 
y otra más pequeña. La figura más grande tiene una posible voluta de habla emergiendo de su boca.
Otra figura del petroglifo ofrece información sobre el posible fechamiento de las imágenes basadas 
en similitudes estilísticas en el periodo Sapoá con la serpiente emplumada (Fig. 27). El lado izquierdode 
este grabado representa la cabeza de una serpiente de la cual se extiende una larga lengua, en el lado 
opuesto está otra cabeza, en este caso de un ave con el pico abierto en el que hay una cara humana. 
Este pico con cara recuerda imágenes del postclásico maya en Chichen Itzá.
Un petroglifo elongado representa un cocodrilo a la derecha conectado a una figura humana en la 
izquierda (Fig. 28). Este pude representar la metamorfosis de un chamán hacia su espíritu animal. Los 
cocodrilos fueron generalmente asociados con chamanes poderosos en la región centroamericana. Una 
segunda imagen también representa un cocodrilo, pero en este caso hay una tortuga sobre su espalda 
(Fig. 29).
ISLA DEL 
MUERTO
Página | 16
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Varios petroglifos representan figuras antropomórficas con cabellos salvajes y sosteniendo figuras 
más pequeñas, tal vez un bebé en los brazos estirados (Fig. 30, 31). Uno está asociado con un posible 
mono araña a su lado. Tradiciones indígenas asocian viejas chamanes (brujas) con el volcán Masaya; ella 
tiene el cabello suelto y sacrifica victimas al infierno. Los patrones entrecruzados pueden significar 
cuerpos esqueléticos.
Otros petroglifos muestran animales tales como aves, monos y un posible cangrejo (Fig. 32-34). 
Motivos geométricos también existen sugiriendo un patrón cruzado posiblemente relacionado al juego 
patolli del centro de México (Fig. 35).
Otro largo afloramiento está localizado en la parte baja de la isla que está asociado con un montículo 
artificial que fue saqueado en el pasado, este afloramiento también está decorado con petroglifos en 
líneas ondulantes que incluyen espirales y motivos de conchas cortadas (Fig. 36).
Las preguntas de investigación de Isla del Muerto:
 - ¿Cuál era el objetivo de los petroglifos?
 - ¿Quién los talló y cuanto duraron en hacerlos? ¿Qué herramientas fueron usadas?
 - ¿Pueden estas imágenes en los petroglifos estar relacionadas al folklore tradicional aun presente en 
las tradiciones orales?
Figura 25: Estudiantes cerca de petroglifos. Figura 26a: Frotación de petroglifo de figura humana.
Figura 26b: Frotación de 
petroglifo de figura humana.
Figura 27: Petroglifo de la cabeza de 
 la serpiente emplumada.
Página | 17
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 28: Petroglifo de cocodrilo unido a un humano. Figura 29: Petroglifo de cocodrilo y Tortuga 
en su espalda.
Figura 30: Petroglifo de mujer (?) con el 
cabello alborotado y sosteniendo dos figuras 
pequeñas (bebés?) en sus brazos estirados.
Figura 31: Petroglifo de mujer (?) con cabello 
alborotado y sosteniendo una figura pequeña 
(bebé) en una mano, y posiblemente con un 
mono araña a su lado. 
Figura 32: Petroglifo de 
mono araña.
Figura 33: Petroglifo de ave con alas abiertas. Figura 34: Petroglifo de posible cangrejo.
Figura 35: Petroglifo de cruz con borde 
entrelazado.
Figura 36: Petroglifo con líneas ondulantes, 
incluyendo espirales y motivos de conchas, 
del afloramiento del área baja.
Página | 18
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
El Rayo está localizado en el extremo de la península de Asese, una masa de tierra que se proyecta 
fuera del lago Cocibolca al sur de la ciudad de Granada (Fig. 37). La península e isletas asociadas se 
conformaron alrededor del 250 CE cuando la cara/perfil este del volcán Mombacho se rompieran y cayera 
hacia el lago en una avalancha de piedras basálticas (Stansell 2013). Las olas de tsunami resultantes en 
el lago hubieran lavado cualquier sitio en las costas de lago en el área norte, mientras que contaminantes 
minerales de los residuos tóxicos del volcán hubieran probablemente devastado el ecosistema lacustre. 
El sitio arqueológico EL Rayo fue documentado por primera vez en los patrones de asentamiento en la 
prospección de Granada de Salgado González (1996a), posteriormente sufrió daños por la construcción 
de un camino que cortó por parte del sitio y un cementerio precolombino. Investigaciones arqueológicas 
empezaron en el 2009 cuando un equipo de la Universidad de Calgary en colaboración con la UNAN 
Managua y la Universidad de Costa Rica investigaron el cementerio (Locus 1), hicieron pruebas de pala 
para identificar ricos depósitos de material de los periodos Bagaces y Sapoá (Locus 2) y otro cementerio 
(Locus 3). Las excavaciones continuaron hasta el 2016 identificando 7 lugares en total (Fig. 38).
EL Rayo es importante porque ocupa un lapso entre el periodo Bagaces tardío (500 – 800 CE) 
y el periodo Sapoá (800 – 1300 CE), precisamente la transición cuando los migrantes del centro de 
México supuestamente colonizaron el Pacífico de Nicaragua (Fig. 39). Investigando un sitio que ha sido 
ocupado continuamente en este rango de tiempo ofrece arqueológicamente un contraste entre el 
antes y el después de la colonización, así como una examinación detallada del proceso de aculturación 
(McCafferty y Dennett 2013). En el presente, El Rayo es el único sitio conocido en Nicaragua que ofrece 
este potencial.
Ya que el alimento es una de las mejores fuentes de interpretación de cambio étnico/cultural, la 
excelente preservación de restos de plantas y animales provee datos invaluables para inferir la dieta 
antigua, y el análisis de isotopos estables en huesos humanos y animales revelan de hecho los patrones 
de consumo.
Locus 1 fue expuesto como un perfil cuando se construía el camino a través del cementerio hacia la 
punta de la península de Asese. Los restos de urnas funerarias, cerámica, e incluso huesos humanos 
fueron expuestos al lado del camino y los residentes Locuses lo reportaron a los oficiales del proyecto 
de construcción, que recuperó y removió mucho de los objetos precolombinos. Excavaciones en 2009 
limpiaron los elementos expuestos y excavaron desde arriba para exponer y recuperar cuatro grupos 
distintos de urnas funerarias y artefactos asociados (Fig. 40- 41).
Es muy interesante que urnas del periodo Sapoá estaban cerca de la superficie con muchas 
perturbaciones de raíces y relativamente pocos huesos humanos dentro de las vasijas (Fig. 42). Las 
urnas contenían, sin embargo, pequeñas vasijas, incluyendo vasijas miniatura en forma de zapato y otros 
objetos para servir (Fig. 43 – 44). Las urnas fueron emplazadas en superficies preparadas y sostenidas 
para que se mantuvieran rectas como si fueran diseñadas para mantenerse abiertas como parte de un 
ritual mortuorio. Las urnas también contenían docenas de piedras volcánicas.
EL RAYO
Página | 19
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Varios esqueletos humanos fueron localizados detrás de las urnas, uno estaba asociado con un 
cuchillo largo de piedra, similar a aquellos que se encuentran en decapitaciones rituales en los sitios 
de Mesoamérica, tales como Chichén Itzá y el Tajín (Fig.45), otra vasija de hecho contenía un cráneo 
con un cuchillo de piedra en su boca (Fig. 46). Otras urnas estaban asociadas con ornamentación tales 
como orejeras o cuentas de collar. Una urna aparentemente cubierta con una red de pesca basada en el 
número de pesas de red encontradas alrededor de la base de la urna. 
Debajo del estrato de urnas del periodo Sapoá estaba otra capa de entierros, donde los individuos 
estaban sepultados directamente en la tierra (Fig. 47). Estas estaban asociadas con cerámicas 
diagnosticas del periodo Bagaces tardío.
Uno de estos individuos fue enterrado con tres vasijas completas: una olla pequeña con una aplicación 
de una cara de un roedor, otra con el cuerpo modelado de una mujer desnuda, y una botella (Fig. 48a-c). 
La olla pequeña contenía restos esqueléticos de individuos múltiples, ordenados en un patrón de cuatro 
esquinas y el quinto en el centro/tresbolillo (Fig. 48d). 
Otros entierros estaban asociados con ruecas y piedras de moler. La importancia del Locus 1 es la 
continuidad del sitio como un cementerio, pero tambiénel cambio en patrones funerarios entre los 
periodos Bagaces y Sapoá, consistentes con la hipótesis de cambio étnico en el tiempo.
Locus 2 estaba Locusizada al otro lado de la colina de rocas. Fue descubierto cuando se realizaban 
sondeos de pala y se encontraron altas concentraciones de artefactos. Operaciones de excavación 
evidenciaron el muro de una plataforma que probablemente nivelaban una terraza sobre las aguas del 
lago (Fig. 49)., sugiriendo un clima más húmedo y un nivel del lago más alto durante el periodo Bagaces. 
Las altas concentraciones de cerámica y huesos animales indicaron posibles festejos, tal vez en 
relación con rituales funerarios. Existe una clara transición de los depósitos más profundos del periodo 
Bagaces cubiertos por los depósitos Sapoá (Fig. 50). Esto fue demostrado gráficamente, examinando 
los cambios en los estilos cerámicos, de las vajillas de engobe rojo del periodo Bagaces a los policromos 
con engobe blanco del periodo Sapoá (Fig. 51).
De manera importante, policromos transicionales como los tipos Momta y Belo aparecen en los niveles 
tardíos del Bagaces, con similitudes estilísticas al Ulúa policromo de Honduras (Fig. 52a-c; McCafferty 
and Dennett 2013). De hecho, vasijas hondureñas de intercambio están presentes en estos depósitos, 
sugiriendo que, al contrario de la evidencia histórica de colonización por mexicanos del altiplano central, 
la evidencia arqueológica sugiere que el cambio está más alineado a grupos Mayoides de Honduras. Una 
serie de fechas de radiocarbono confirma que la transición ocurrió entre el 700-800 CE (Fig. 53).
Aunque la función primaria del Locus 2 parece haber sido para el festejo ritual, algunos rasgos 
arquitectónicos fueron encontrados, incluyendo una estructura del periodo Bagaces con un muro de 
piedras y piso. Dos entierros también fueron encontrados: un adulto masculino (?) en posición extendida 
y un adulto femenino en posición flexionada (Fig. 54). 
Sondeos de pala adicionales descubrieron el Locus 3, otro cementerio con numerosas urnas funerarias 
del periodo Sapoá. En el 2009 un alineamiento de 10 urnas funerarias fueron encontradas dispuestas en 
orientación norte/sur, Locusizada cerca de un rasgo arquitectónico pequeño que nosotros interpretamos 
como un altar (Fig. 55a,b). Estas urnas, nuevamente, estaban cerca de la superficie y fueron colocadas 
en una grieta para que permanecieran verticales. Pocos artefactos fueron encontrados asociados a las 
urnas, y de nuevo los huesos humanos estaban ubicados afuera de las mismas.
Página | 20
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
En 2015 el equipo regresó al Locus 3 para explorar más el cementerio con una zanja alineada este/
oeste, y encontramos otras cinco urnas (Fig. 56). Basados en esta estrategia de muestreo, es posible 
que el cementerio del Locus 3 pueda haber tenido más de 100 urnas. A pesar de que pocas contenían 
restos humanos, una urna excavada en 2015 contenía los restos casi completos de un adolescente 
joven enterrado sobre un cráneo parcial de un adulto (Fig. 57) – esta práctica de individuos múltiples en 
una sola urna ha sido encontrada en otros sitios, incluyendo Santa Isabel en Rivas.
Un segundo rasgo en el Locus 3 fue localizado justo al sur del cementerio, e incluía dos individuos 
enterrados directamente en la tierra (sin urnas). La cerámica asociada nuevamente indica que estos 
datan al periodo Sapoá, y aun no está claro por qué los depósitos funerarios varían. Una posible 
explicación está en la variedad y riqueza de los bienes funerarios asociados: cascabel de cobre, una 
ocarina completa en la forma de un ave, herramientas textiles y vasijas policromas para beber (Fig. 
58a-c). Estos artefactos hacen de este entierro el más elaborado del periodo Sapoá jamás excavado 
científicamente, así que las practicas funerarias podrían haber variado en base al estatus.
Locus 4 En 2015, los dueños Salablanca le enseñaron a nuestro equipo un alineamiento vertical de 
piedras sobre un montículo bajo. Las excavaciones descubrieron que este era un muro fundacional de dos 
filas de piedra separadas unos 30 cm (Fig. 59). La fundación se extendía por unos 24 m antes de girar en 
esquinas. Remanentes de una fundación paralela fue identificada unos 12 m al sur, dando a la estructura 
dimensiones de 24 x 12 m, y convirtiéndola así en el edificio más grande explorado hasta el momento 
en el Pacífico de Nicaragua. A la mitad del muro norte, había una gran losa plana que probablemente era 
originalmente parte del muro y fue erigida en su lugar subsecuentemente (Fig. 60). El espacio entre los 
dos alineamientos de las losas verticales probablemente daba soporte a troncos de árboles colocados 
como una pared empalizada. Tres capas de pisos secuenciales fueron localizados al interior del edificio.
Relativamente poco artefactos fueron encontrados adentro de la estructura, además de un 
gran fragmento de vasija del tipo Papagayo Policromo (Fig. 61a,b). Pequeños fragmentos fueron 
encontrados afuera de la pared, sugiriendo limpiezas periódicas para mantener el piso limpio. Basado 
en la escasa evidencia cerámica, el edificio del Locus 4 tenía una función cívico-ceremonial, en vez 
de un espacio doméstico. Databa del periodo Sapoá, contemporáneo a los cementerios del Locus 1 
y 3. Es especulativo, pero un edificio cívico-ceremonial asociado con ritos funerarios puede ser una 
casa charnal, donde los muertos son preparados para la siguiente vida quitándoles la carne, cremarlos, 
bañarlos o incinerarlos. Fuentes etnohistóricas no proveen información útil sobre esta práctica, pero la 
gran mayoría de esqueletos encontrados en las urnas son entierros secundarios, lo que significa que 
fueron descarnados antes de ser enterrados antes del entierro.
Locus 5 era un montículo natural con poca evidencia de arquitectura y pocos artefactos. Un fragmento 
de cerámica notable representa una figura humana con una voluta de habla, casi idéntica a las figuras en 
los códices Mixtecas del sur de México (Fig. 62a,b). Relatos etnohistóricos describieron manuscritos 
pictóricos similares a los códices usados en el Pacífico de Nicaragua, y los Chorotegas eran de la misma 
familia lingüística Oto-mangue que los Mixtecas de Oaxaca. Ejemplos tales como este del Locus 5 
proporcionan apoyo importante para la presencia de libros antiguos, e insinúan a la riqueza de la cultura 
nicaragüense (McCafferty 2019).
Locus 6 está ubicado al norte del edificio en el Locus 4. Alineamientos de piedras verticales sugería que 
existía una tumba superficial, pero al momento de la excavación las líneas de piedra se extienden hasta 
el contorno de un edificio pequeño (Fig. 63). Una gran piedra estaba asociada con una concentración 
de guijarros, sugiriendo que esta fue en algún momento un pedestal de base de la piedra vertical como 
Página | 21
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
un monumento (Fig. 64). Excavaciones cuidadosas del piso identificaron agujeros debajo del piso. 
Los pocos fragmentos cerámicos diagnósticos indicaron que este rasgo data del periodo Sapoá. Los 
artefactos dispersos nuevamente sugieren que esta era una estructura cívico-ceremonial más que de 
una función residencial.
Justo al este del Locus 4 había otro alineamiento de piedras verticales, el cual fue designado Locus 
7. Dos cámaras, cada una midiendo aproximadamente 1.5 x 5 m, de nuevo sugiriendo posibles tumbas 
(Fig. 65). Adentro de las piedras verticales había lozas colocadas horizontalmente, como para sellar 
depósitos inferiores. Al remover estas lozas se reveló una capa de pequeños guijarros, y debajo de esta 
había un depósito grueso de limo a una profundidad de 1 m. Este depósito fue prácticamente estéril, sin 
materiales culturales. En la base, sin embargo, habían artefactos únicos: un diente tallado y perforado y 
dos fragmentos de incensarios de filigrana (Fig. 66a,b). Afuera de las cámaras había una concentración 
relativamente alta de fragmentosde orejeras de cerámica y pequeñas navajas/cuchillas líticas.
La hipótesis de que esta era una tumba no está soportada debido a la falta de restos esqueléticos. 
Sin embargo, la recuperación de objetos especializados incrementa la posibilidad que esta era un área 
de resguardo de elementos rituales. El estrato de limo fino debajo de la loza horizontal puede haber sido 
un intento de preservar intencionalmente el conjunto ritual. No se he descubierto un rasgo similar en el 
Pacífico de Nicaragua, por lo tanto, cualquier interpretación es especulativa.
En su conjunto, El Rayo muestra una combinación de entierros y edificios cívico-ceremoniales. Incluso 
la alta densidad de cerámica y restos de alimentos del Locus 2 parecen depósitos especializados 
relacionados a festejos sucesivos. Mientras es posible que contextos residenciales pueden existir 
afuera del centro del sitio, en el presente parece un área exclusivamente ritual relacionada a los 
ancestros y su conmemoración. Que ambos, los Locus 1 y 2 tuvieran depósitos Sapoá sobre depósitos 
Bagaces indica una continuidad de un lapso entre 500-1250 CE, precisamente la transición durante la 
cual los migrantes mesoamericanos se integraron con la población Chibcha nativa. Así tenemos una 
oportunidad de inferir cambio cultural y el Genesis de la etnicidad indígena nicaragüense (McCafferty 
and Dennett 2013).
Preguntas de investigación de El Rayo:
 - ¿Hubo una población residente? ¿Adonde?
 - ¿Cómo la nueva población que llegaba, tal vez Chorotega, se integró con los habitantes nativos, quizás 
Chibchas?
 - ¿Fue este un ejemplo de reemplazo de población, o matrimonios mixtos para crear una nueva etnicidad 
híbrida?
 - ¿Qué rol jugaba la memoria social en mantener el significado del cementerio del Locus 1?
 - ¿Cuáles eran las funciones de los edificios en los Locus 4 y 6, y las cajas de piedra en el Locus 7?
Página | 22
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 37: Mapa indicando la ubicación de 
El Rayo en la Península de Asese.
Figura 38: Mapa de El Rayo, indicando la ubicación de los puntos de excavación 
(mapa de Carrie Dennet). 
Figura 39: Mapa de la migración del Centro de México hacia 
Centroamérica (mapa de Larry Steinbrenner).
Figura 40: Excavación del Locus 1 
sobre el corte del camino.
Figura 41: Excavación del Locus 
1 hacia el entierro expuesto en el 
corte del camino.
Figura 42: Locus 1, urna funeraria rasgo 6. Figura 43: Locus 1, pequeñas vasijas 
cerámicas adentro de urnas funerarias.
Página | 23
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 44: Locus 1, excavación de la 
vasija Pataky policromo del interior de 
urna funeraria.
Figura 45: Locus 1, cuchillos de Piedra y 
orejeras asociadas con cráneo aislado, 
rasgo 19.
Figura 46: Locus 1, cráneo aislado en vasija con 
cuchillo de Piedra en la boca, rasgo 3.
Figura 47: Individuo 12 del Locus 1. Figura 48: a, Vasija con cuerpo 
modelado de una mujer desnuda.
Figura 48: b, Botella de 
cerámica.
 Figura 48: c, Pequeña olla con 
 cara de roedor.
 Figura 48: d, Interior de olla con 
restos humanos.
Figura 49: Locus 2 pared de plataforma.
Figura 50: Locus 1, Operación 
1 cambios de capas 
estratigráficos desde el Bagaces 
inferior hasta el Sapoá superior.
Página | 24
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 51: Transición de vajilla rojas del Bagaces (izquierda) 
 a el Sapoá con engobe blanco.
Figura 52: a, Momta.
 Figura 52: b, Belo. Figura 52:c, Tenampúa 
Policromos.Figura 53: Gráfico estratigráfico mostrando las tipologías 
Bagaces y Sapoá con fechas de radiocarbono 14.
Figura 54: Locus 2, esqueleto femenino adulto (Ind. 26).
Página | 25
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 55: a,b: Locus 3, alineamiento de urnas funerarias contiguo a altar de piedras. Figura 56: Locus 3, urna en forma 
de zapato Sacasa Estriado 
(Rasgo 2015-4).
Figura 57: Locus 3, Rasgo 2015-8 
urna funeraria con esqueleto 
adolescente. 
Figura 58a-c: Locus 3, rasgo 32 bienes funerarios.
Figura 59: Locus 4, pared 
fundacional de lajas alineadas 
paralelamente.
Figura 60: Locus 4, pared de fundación 
con losa de Piedra erecta.
Página | 26
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 61: a,b: Papagayo policromo del piso de la estructura del Locus 4.
Figura 62: a, Tiesto Vallejo policromo del Locus 5 con cabeza humana de estilo 
Mixteca; b, escena del código Mixteca Sleden hablando palabras de “pedernal”.
Figura 63: Locus 6, contorno de excavación de un pequeño edificio con piedras alineadas.
Página | 27
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 64: Locus 6, Piedra vertical sobre base de 
piedras al interior de un pequeño edificio.
Figura 65: Caja escondite con doble cámara del 
Locus 7.
Figura 66: a, pendiente de diente tallado; b, cerámica estilo 
enrejado.
Página | 28
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Basado en la prospección regional de Salgado González (1996), el centro político del periodo Sapoá 
cambió a Tepetate, ubicado justo al norte de la ciudad de Granada (Fig. 67). Este sitio fue conocido 
como Xalteva al momento de la invasión española, y fue habitado por miembros de la tribu Chorotega. 
A principios del siglo XX, arqueólogos describieron montículos plataforma cubiertos por piedras lajas 
(Carmack and Salgado 2006).
En 2008, nuestro equipo de la Universidad de Calgary, en colaboración con estudiantes de la UNAN 
y la Universidad de Costa Rica, excavaron el último de estos montículos, otra estructura fundacional y 
también descubrió dos fosas comunes. El montículo 1 medía alrededor de 2 m de altura y unos 20m de 
diámetro (Fig.68). Estaba muy perturbado por saqueos recientes, con numerosos pozos profundos al 
interior del montículo y evidencia que las lajas de la superficie habían sido removidas. A la profundidad 
de alrededor de un 1 m, sin embargo, algunos rasgos arquitectónicos permanecían intactos, incluyendo 
adoquines (piedras de pavimento) y paredes bajas de piedra. Adentro se encontraron restos de una 
cripta rectangular con lajas verticales, probablemente una cámara funeraria (Fig.69), pero el único resto 
esquelético recuperado fue un único diente humano.
Excavaciones al norte del montículo 1 expusieron varias superficies compactas para caminar 
(senderos, caminos) que probablemente representan áreas de actividad. Por ejemplo, numerosos 
fragmentos de moldes de cerámica fueron encontrados, de los que probablemente se manufacturaban 
las figurillas y soportes de vasijas tipo Papagayo (Fig. 70).
Locus 2 fue identificado por pruebas de pala al norte del Montículo 1. Se destacaban una fundación 
de una pared de piedra, asociado a un montículo bajo de 0.5 m de altura (Fig. 71). Este es interpretado 
probablemente como una estructura doméstica, aunque relativamente pocos artefactos fueron 
recuperados.
Un tercer Locus también fue explorado, que destacaba una sección de piedras de pavimento 
(adoquines) de una estructura superficial y dos agrupaciones de entierros. Rasgo 7 era un grupo 
compacto de al menos 10 individuos (Fig. 72), algunos en urnas funerarias y otros extendidos sobre las 
urnas. La condición de los restos esqueléticos era muy pobre, en parte probablemente porque estaban 
muy cerca de la superficie, pero también por la sorpresivamente alta acidez del suelo (Fig. 73). Ambas, 
urnas esféricas y aquellas en formas de zapato fueron usadas en el grupo, y algunas urnas parecen 
haber sido anidadas (Fig. 74). Algunas ofrendas fueron recuperadas: una cuenta de collar de piedra 
verde, una orejera, y algunas vasijas miniaturas (Fig. 75a-c).
Cerámicas y fechas de radiocarbono indican que estos lugares datan al periodo Sapoá, 800-1300 
CE (McCafferty 2010, 2011). La acidez en el suelo limitó la habilidad para distinguir diferentes tipos 
policromos y variedades,dado que casi toda la pintura se había disuelto. No se encontró evidencia del 
periodo Ometepe final justo antes al contacto europeo, en contraste a las expectativas de los registros 
históricos.
TEPETATE
Página | 29
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Preguntas de investigación de Tepetate:
 - ¿Fue este asentamiento encontrado por los españoles en 1522? ¿Adónde esta la ocupación del 
periodo Ometepe/contacto?
 - ¿Que tan extensiva fue la industria de manufactura alfarera?
 - Al asumirse como el centro regional del periodo Sapoá/Ometepe, ¿hay evidencia de diferencias 
políticas y/o de riquezas al compararlas con El Rayo?
 - Como un sitio costero, ¿existe evidencia del tsunami hipotético que resultara del colapso del flanco 
del Mombacho?
Figura 67: Patrones de asentamiento del periodo Sapoá ( en base a Salgado 1996a).
Figura 68: Montículo 1 vista desde el norte.
Página | 30
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 69: Cripta de lajas al interior del montículo 1. Figura 70: Moldes de cerámica para la 
manufactura de figurillas y soportes de vasijas.
Figura 71: Fundación de piedra de pared del Locus 2. Figura 72: Locus 3, Rasgo 7 conjunto de entierros.
Figura 73: Locus 3, Rasgo 7, detalle de cráneo humanos 
pobremente preservado.
Figura 74: Locus 3, Rasgo 7, urnas anidadas.
Página | 31
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 75: a, cuenta de Piedra verde; b, orejera de cerámica; c, vasija miniatura.
Página | 32
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Interpretaciones arqueológicas están basadas generalmente en ambos contextos excavados y en 
la cultura material (artefactos) recuperados de las excavaciones. La cultura material es esencialmente 
‘cultura materializada,’ y provee diversas perspectivas al interior de las ideologías de sus creadores, 
así como a las sociedades antiguas. Esta sección presenta parte de la rica cultura material que se 
ha recuperado de los proyectos arqueológicos en Granada, incluyendo vasijas cerámicas, objetos 
cerámicos, objetos líticos, y ornamentación.
Fragmentos de vasijas cerámicas son los artefactos más abundantes, y en ocasiones vasijas 
completas o casi completas también son encontrados, especialmente en contextos funerarios. Los 
análisis cerámicos generalmente se enfocan en la clasificación tipológica como una manera de organizar 
la gran cantidad de datos. Los tipos cerámicos también son seriados, como una manera de desarrollar 
secuencias cronológicas relativas, de las más tempranas a las más tardías. Análisis más elaborados 
pueden considerar formas morfológicas de las vasijas, o petrografía para caracterizar el contenido 
fundamental de la arcilla. Análisis técnico puede incluir el análisis de activación de neutrones o difracción 
de rayos x; todas estas técnicas se han aplicado a las cerámicas de Granada (McCafferty et al 2017).
La cerámica descubierta en los niveles más tempranos de Sonzapote fueron inusual, difiriendo de la 
cerámica contemporánea conocida del Tempisque tardío/Bagaces temprano de tierra firme. Estaban 
ausente ejemplos del Bocana Inciso Bicromo, Tola Tricromo, o Chávez Blanco sobre Rojo – tipos típicos 
de la región y fase. En cambio, el tipo de cerámica más abundante tenía una superficie naranja bruñida, 
con decoración ocasionalmente incisa o punteada. Esta ha sido clasificado tentativamente, como 
Sonzapote Naranja (Fig. 76a,b). Las vasijas de entierro asociadas con los pisos tempranos y el montículo 
14 fue reconocido como Espinoza Bandas Rojas, un diagnóstico del periodo Tempisque tardío/ Bagaces 
temprano (Fig. 77a,b). Muchos otros fragmentos decorados de los contextos tempranos fueron 
identificados como Jobo Punteado (Fig. 78). 
El tipo cerámico más abundante asociado con la ocupación tardía en Sonzapote fue Castillo Esgrafiado, 
una vajilla de servir monocroma caracterizada por un esgrafiado de líneas finas en una banda alrededor 
del borde (Fig. 79). Este tipo ha sido tradicionalmente identificado como un diagnóstico del periodo 
Ometepe (1350 – 1550 CE), pero investigaciones recientes han demostrado claramente que este tipo 
se originó anterior al periodo Sapoá (McCafferty and Steinbrenner 2005).
La ocupación de El Rayo duró del Bagaces tardío a través periodo Sapoá, y consecuentemente este 
sitio provee la mejor muestra de cultura material cambiante que se ha encontrado en el Pacífico de 
Nicaragua, especialmente la cerámica. Análisis petrográficos y de activación instrumental de neutrones 
realizados por Carrie Dennett (2016), demuestra que Granada fue un centro de manufactura alfarera, 
particularmente del complejo de la Vajilla Roja Granada del periodo Bagaces (Dennett et al 2012). Tipos 
CULTURA 
MATERIAL
Página | 33
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
tales como el Tola Tricromo, Chavez Blanco sobre Rojo, y León Punteado fueron prominentes en el 
ensamble del Bagaces (Fig. 80 a-c).
La función del León Punteado es enigmática ya que típicamente es en la forma de un tazón poco 
profundo con grandes soporte trípodes, y en la superficie interior contiene cientos de agujeros 
intencionales. La hipótesis de que estos pudieran haber servido como superficies abrasivas para 
moler, similar a un molcajete, es anulada por la ausencia absoluta de uso. La cerámica León Punteado 
fue abundante en El Rayo, Locus 2, en parte llevando a la conclusión tentativa que esta era un área 
especializada de festejo. Estudios más avanzados de este tipo pueden incluir análisis microscópicos 
de cualquier resto de alimento que pueda estar preservada en los agujeros.
Una innovación importante en la tecnología cerámica aparece en capas transicionales entre depósitos 
del periodo Bagaces y Sapoá en El Rayo, Locus 2, con la introducción del Momta policromo. Este es el 
policromo más temprano de la secuencia, anticipa la virtual explosión de tipos policromos en periodos 
posteriores. Momta se caracteriza por colores vivos en patrones grandes en el exterior, usualmente 
con dos bandas horizontales rojas al interior de los tazones hemisféricos o cónicos (Fig. 81 a,b). Las 
bandas horizontales rojizas continúan en el subsecuente Papagayo Policromo como una característica 
diagnostica.
Los cementerios del Locus 1y 3 en El Rayo produjeron numerosos vasijas completas o casi completas, 
la mayoría datadas al periodo Sapoá. Estas incluían ambas, vasijas monocromas y policromas. Las 
urnas funerarias eran del tipo Sacasa Estriado, ya sea como vasijas ovoides en forma de zapato u ollas 
esféricas grandes (Fig. 82a,b). las vasijas en forma de zapato están generalmente decoradas con 
diseños aplicados en el ‘dedo grande,’ algunas veces representando una cara, animales o especias 
(McCafferty and McCafferty 2012).
Las urnas miniaturas en forma de zapato fueron generalmente recuperadas del interior de urnas 
funerarias en el Locus 1 y 3 (Fig. 83a,b). Otros monocromos incluyeron ejemplos de ollas Lago Modelado 
miniatura, con acabados de superficies café/negras y caras humanas modeladas (Fig. 84a,b). Una urna 
Sacasa Estriada estaba cubierta con un tazón Castillo Esgrafiado.
Policromos del periodo Sapoá también fueron incluidos en los depósitos del cementerio. Estas eran 
principalmente variedades del tipo Papagayo Policromo, pero también había ejemplos de la variedad 
Vallejo Policromo Lazo y Pataky Policromo (Fig. 85a-e). 
Además de las cerámicas típicas del Pacifico de Nicaragua, muchos tipos foráneos también fueron 
encontrados en El Rayo (Fig. 86a-c). Vajillas de intercambio son excelentes indicadores de la política 
económica antigua, proporcionando más evidencia de la participación de los indígenas nicaragüenses 
en una ‘constelación de prácticas’ internacional (Dennett 2016).
Página | 34
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 76: a, Fragmento de Sonzapote Naranja; 
b, Ejemplos de SonzapoteNaranja 
(Colección Mi Museo).
Figura 77: a, Fragmento de Espinoza Bandas Rojas de urna funeraria; 
 b, Ejemplo de Espinoza Banda Rojas (Colección Mi Museo).
Figura 78: Fragmento de 
Jobo Punteado.
Figura 79: Fragmento de 
Castillo Esgrafiado.
Figura 80: a, Fragmento de Tola 
Tricromo.
 Figura 80: b, Fragmento de 
Chávez Blanco sobre Rojo.
 Figura 80: c, Fragmento de León 
Punteado.
Figura 81: a,b: Ejemplos de Momta policromo.
Figura 82: a, vasija en forma de zapato Sacasa Estriada 
durante excavación; b, vasija en forma de zapato 
Sacasa Estriado con cara (colección Mi Museo).
Figura 83a,b: Vasija miniatura Sacasa Estriada en 
forma de zapato.
Página | 35
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 84a,b: Olla tipo Lago Modelado con caras modeladas. Figura 85: a,b, Variedades de Papagayo policromo.
Figura 85: c, Variedades de Papagayo 
policromo.
Figura 85: d-e, Variedades de Vallejo Policromo.
Figura 86: a, Fragmento de Tenampúa policromo de Honduras; b, Fragmento de Delirio rojo sobre 
crema de El Salvador; c, Fragmento de Galo (?) policromo de Costa Rica.
Página | 36
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
La arcilla es una sustancia ‘plástica’ desde la perspectiva que es fácilmente moldeable en diversas 
maneras, que pueden ser horneadas en formas permanentes. Figurillas modeladas de arcilla son los 
ejemplos más antiguos de objetos cerámicos en el Nuevo Mundo, con figurillas femeninas datadas a 
unos 4000 años atrás. En el Pacífico de Nicaragua, figurillas femeninas huecas con acabados rojizos 
y detalles negro, datan por lo menos al 500 BCE. Estas están usualmente en posiciones sentadas con 
sus manos en las caderas o piernas. Esta postura perdura por los siguientes 2000 años, con cambios 
en los rasgos faciales y elementos decorativos.
Las figurillas femeninas fueron encontradas en depósitos del periodo Bagaces en El Rayo, Locus 
2, y cabezas aisladas son interpretadas como femeninas basadas en asociaciones (Fig. 87a-d). Dos 
cabezas de figurillas incluyen pintura facial.
Durante el periodo Sapoá, las cerámicas al igual que los figurillas fueron decorados con pintura 
policromo. Las figurillas fueron hechas en molde, a diferencia de las modeladas de arcilla de tiempos 
más antiguos, y eran generalmente huecas, como si pudieran ser usadas para recipientes. Moldes de 
figurillas fueron encontrados en Tepetate, con evidencia que este era un centro de manufactura. La 
mayoría de las figurillas del periodo Sapoá eran mujeres, aun en posición sentada, con las manos en las 
caderas o las piernas; algunas figurillas de pie también usan la misma posición de las manos (Fig. 88a-
c). Un ejemplar de un jorobado, probablemente hombre, fue encontrado en El Rayo, Locus 1(Fig. 89a,b).
Con excepción de la figurilla jorobada, todos los fragmentos de figurilla fueron encontrados revueltos 
con desperdicios generales, sugiriendo que probablemente funcionaban en una variedad de contextos. 
En el sitio Santa Isabel del periodo Sapoá, fragmentos de figurillas estaban mezclados con desechos 
domésticos (McCafferty 2008). Por otro lado, colecciones de museo tales como las de Mi Museo tienen 
docenas de figurillas completas, lo que sugiere que las figurillas también fueron incluidas como bienes 
funerarios. El hecho que las figurillas femeninas tengan una historia de uso de 2000 años continuos 
sugiere fuertemente la importancia de las mujeres indígenas como líderes espirituales, tales como 
chamanes.
Las figurillas permiten entrever una perspectiva émica (interna, propia) sobre la belleza estética, 
como sugieren estudios de la ‘arqueología del cuerpo’ (Joyce 2005; McCafferty and McCafferty 2009; 
Reisher and Koo 2004). Siguiendo este enfoque, artistas indígenas hubieran decorado figurillas como 
un ‘canvas’ con peinados típicos, vestimenta, ornamentación, pintura facial y tatuajes. Dado que la 
indumentaria es generalmente una llave visual a las identidades sociales, cuidadosa consideración de 
los estilos de las figurillas puede ser un medio sensible para interpretar el cambo cultural a través del 
espacio y del tiempo.
OBJETOS 
CERÁMICOS 
Página | 37
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Otro tipo de objeto cerámico recuperado en El Rayo fue la rueca (McCafferty and McCafferty 2008). 
Las ruecas son usadas con un huso de madera para dar ventaja mecánica (momentum) mientras se gira 
la fibra cruda (como el algodón) para formar en hilo. Estos pequeños objetos son típicamente discos 
redondos con un agujero en el centro a través del cual pasaría el eje del huso (Fig. 90 a-c). Las ruecas 
pueden ser planas, abovedadas o cónicas, con la forma relacionada a la calidad del giro: ruecas anchas y 
planas producen un giro más lento pero más prolongado mientras que, ruecas más altas y delgadas giran 
más rápido pero por un periodo más corto de tiempo.
Ruecas de El Rayo datan del periodo Sapoá. Figurillas femeninas de este periodo de tiempo muestran 
evidencia de textiles como prendas del torso y en los tocados, pero el hilo también hubiera sido usado para 
hamacas y redes de pesca. El hilado y tejido eran tareas estereotípicamente femeninas en sociedades 
precolombinas, y fuentes etnohistóricas sugieren que este era el caso también en Nicaragua. Por eso 
decoraciones incisas en ruecas se consideran relacionadas a ideologías femeninas; en el centro de 
México los diseños de ruecas pueden ser asociados con el complejo de la deidad femenina (McCafferty 
and McCafferty 2019). 
Fragmentos de cerámica trabajado fueron usados como pesas de red, unido a redes de pesca para 
permitirles hundirse en el lago y capturar peces. Fragmentos de vasijas fueron tallados con muescas a 
cada lado para que pudieran ser ligados (Fig. 91). Las pesas de red fueron otra clase de objeto cerámico 
bastante común en Sonzapote, El Rayo y Tepetate. Una urna funeraria en El Rayo, Locus 1 tenía una 
concentración de pesas, como si la red hubiera cubierto la urna.
Figura 87: a-b, Cuerpos de figurillas femeninas del periodo Bagaces.
Página | 38
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 88: a, Figurilla completa del periodo Sapoá; b-c, Cabezas de figurillas policromas.
Figura 89a,b: Figurilla jorobada de El Rayo, Locus 1. Figura 90: a, Formas varias de ruecas.
 
Figura 90: b-c, Vista superior e inferior de ruecas abovedadas.
Figura 91: Pesas de red variadas de 
El Rayo.
Página | 39
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Los nativos del Pacífico de Nicaragua tenían una existencia esencialmente de la ‘edad de piedra’: el 
único metal era en la forma de joya, e incluso este fue muy raro. Sin embargo, objetos de piedra tallada y 
pulida fueron abundantes y diversos. Sílex blancuzco fue por mucho la más común, pero la obsidiana y un 
sílex rojizo moteado también estaban presentes, como resultado de mecanismos de intercambio. Los 
objetos de piedra pulida estaban hechos de basalto de diferentes calidades.
El sílex blancuzco presentaba muchas irregularidades, así que raramente estaba trabajada en objetos 
grandes. Una excepción fue una punta de proyectil grande asociada con un entierro de EL Rayo, Locus 
1 (Fig. 92). Mas típicamente fue encontrada como pequeñas lascas irregulares. Algunos de estos 
muestran evidencia de haber sido utilizados para cortar. En el sitio contemporáneo de Santa Isabel, el 
sílex blancuzco fue tallado en pequeñas navajillas, conocidas como ‘raspaditas’ (Debert and Sheriff 
2007), que fueron colocados en planchas de madera como tablas para rallar un bulbo, tal como yuca, 
pero estos fueron muy escasos en Granada.
La mayoría de las herramientas grandes fueron hechas de sílex rojizo. Estos incluyeron cuchillos 
bifaciales y hachas (Fig. 93a-c). La fuente de este sílex rojizo se rumora que está en el norte de Nicaragua, 
pero este no ha sido confirmado. A pesar de las inclusiones moteadas, la piedra parece no tenermuchas 
impurezas así que es más apta para herramientas de piedra tallada más grandes.
Como se observa en la discusión de El Rayo, Locus 1, los cuchillos bifaciales fueron encontrados 
en asociación a cráneos aislados en el cementerio, generalmente junto a urnas funerarias. Cuchillos 
similares son representados en escenas de decapitación en Chichen Itzá y el Tajín en Mesoamérica 
(Fig. 94). Esto sería consistente con una tradición de caza de cabezas entre los nativos del periodo 
Sapoá (McCafferty and McCafferty 2012b). Por otro lado, las puntas de proyectil (con la excepción 
mencionada anteriormente) son extremadamente raras así que es difícil creer que la guerra fuera una 
parte importante de la sociedad.
Un último tipo de objeto tallada fue hecho de obsidiana, el vidrio volcánico negro de la cual la fuente 
más cercana es Honduras. La obsidiana produce bordes cortantes de muy fina calidad, especialmente 
como navajas prismáticas tomadas de grandes núcleos preparados (Fig. 95a,b). debido a la distancia y el 
valor implícito, la obsidiana fue escasa en el área de Granada. Como el posible centro regional, Tepetate, 
tenía una mayor frecuencia, aproximadamente el 5% de toda la piedra tallada, mientras en El Rayo era 
solo alrededor del 1% del total.
Herramientas líticas también fueron hechas de basalto de diferentes calidades. Basalto de grano fino, 
o andesita, fue usado para hacer choppers (cortadores) toscos (Fig. 96), posiblemente para cultivar la 
tierra o cortar árboles.
OBJETOS 
LÍTICOS
Página | 40
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Basaltos más gruesos fueron usados para piedras de moler. Las superficies de molienda en 
Sonzapote y El Rayo eran morteros en la roca madre natural, pero losas de molienda – metates- fueron 
encontrados ocasionalmente. Las manos de moler fueron más comunes (Fig. 97). La cabeza de un ave 
tallada en basalto de El Rayo, Locus 2, era parte de un metate decorado similar a esos encontrados 
desde Honduras hasta Costa Rica (Fig. 98), generalmente como bienes funerarios, pero probablemente 
originalmente usados como un ‘trono’.
Figura 92: Punta de 
proyectil de sílex 
blancuzco.
Figura 93: a, cuchillo bifaz de sílex rojizo; b, dibujo de cuchillo bifaz; 
c, hacha bifaz de sílex rojizo.
Figura 94: Escena de decapitación del 
juego de pelota en el Tajín.
Figura 95: a, fragmento de navaja prismática de obsidiana; 
 b, Dibujo de núcleo de navaja de obsidiana.
Figura 96: Basalto de grano fino/ 
chopper de andesita.
Figura 97: Mano de basalto Figura 98: Cabeza de ave 
tallada en metate decorado
Página | 41
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Uno de los objetivos fundamentales de la investigación arqueológica es identificar identidades 
sociales en el tiempo y el espacio. Consecuentemente, las secuencias cerámicas son usadas para 
delimitar fases temporales y medir así procesos evolutivos culturales. Pero las identidades sociales 
son caracterizadas más sensitivamente por atributos estilísticos: diseños cerámicos, practicas 
mortuorias, planificación arquitectónica y ornamentación. Fuentes etnohistóricas sugieren un cambio 
dramático en etnicidad en el Pacífico de Nicaragua, entre ellos supuestos grupos autóctonos Chibchas 
quienes ocuparon el área en los periodos Tempisque y Bagaces, y grupo migrantes Chorotega y Nicarao 
de México quienes empezaron a llegar en el periodo Sapoá. Los estilos cerámicos innovadores y 
patrones mortuorios indican diferencias significativas durante esta transición. La ornamentación 
ofrece una perspectiva aún más sensible para distinguir identidades sociales tales como género, edad, 
etnicidad y estatus (entre otros). La evidencia arqueológica de ornamentación incluye cuentas de collar, 
pendientes, y orejeras, hechos de materiales como arcilla, piedras verdes, concha y hueso.
Cuentas de collar fueron encontradas en Sonzapote, El Rayo y Tepetate. Una urna en forma de zapato 
en Sonzapote contenía seis cuentas de collar de piedras verdes (Fig. 99); hay que notar que las piedras 
verdes son generalmente reconocidas como ‘jade social’ aunque el jade verdadero no es conocido en 
Centroamérica. El verde, sin embargo, estaba asociado simbólicamente con la fuerza de la vida, y por eso 
la piedra verde era común en rituales funerarios como un medio de regeneración. Evidencia de talleres 
para piedras verdes fue encontrado en Santa Isabel, donde piezas de piedra verde fueron recuperados 
en el proceso de manufactura y un posible artesano lapidario fue enterrado con un perforador fino y 
piezas de piedra verde sin terminar en su boca (McCafferty 2008).
Una concentración de pequeñas cuentas de arcilla también fue encontrada en El Rayo, Locus 
1, asociada con pequeños tazones policromos y un grupo de urnas funerarias (Fig. 100). Estas 
probablemente representan los restos de un collar depositado como una ofrenda funeraria.
Además de las cuentas de collar, pendientes también fueron hechos de dientes perforados. Los más 
elaborados de estos fue encontrado en la caja escondida del Locus 7 en El Rayo (revisar arriba). Otros 
dientes perforados fueron encontrados con entierros del Locus 1 y 3 (Fig. 101a,b).
Un elaborado pendiente de hueso de El Rayo, Locus 2, representa una figura esquelética, con posibles 
características de insecto (Fig. 102). El tema puede ser el de la transformación entre los estados del 
ser, aunque esto es claramente especulativo.
Un último pendiente fue hecho de arcilla horneada. Era aproximadamente rectangular y un poco 
curveado, con agujeros en cada esquina (Fig. 103). Aunque especulativo, este puede haber sido una 
cubierta púbica, suspendido sobre genitales femeninos. Un objeto similar fue encontrado en Santa 
Isabel en el Pacífico de Nicaragua.
ORNAMENTACIÓN 
Página | 42
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Una última clase de ornamentación es la orejera. Estos son, típicamente, en forma de discos, con un 
borde cóncavo, y puede ser hecho de arcilla o vertebra de pescado (Fig. 104a,b). En El Rayo, Locus 1, 
rasgo 19 incluía dos orejeras grandes hechos de arcilla delgada y midiendo 5 cm de diámetro (Fig. 105a). 
El rasgo también contenía tres cuchillos de sílex bifaciales y también un cráneo pobremente preservado. 
Otro entierro en el Locus 1 contenía una orejera con un patrón floral (Fig. 105b). Otra orejera decorada 
fue encontrada en el grupo funerario de Tepetate, Locus 3.
Otra forma intrusiva de ornamentación era el tapón labial de un solo lado, o labret (Fig. 106) encontrada 
en El Rayo. Los reportes etnohistóricos, escritos por Oviedo, a inicios del siglo XVI describe labrets 
como una forma característica de ornamentación de los Chorotega.
La promesa de usar ornamentación para distinguir identidades sociales esta obstaculizada debido a 
que los restos esqueléticos están muy mal preservados, por lo que ha sido imposible identificar el sexo 
biológico, de manera que no se pueden hacer interpretaciones. Además, solo el sitio de Santa Isabel 
cerca de San Jorge (a unos 80 km al sur de Granada) ha sido excavado extensivamente para proveer 
una base de datos comparativos (McCafferty 2008; McCafferty and McCafferty 2009). Santa Isabel 
ofrece contrastes interesantes, sin embargo, tal como una abundancia de tiestos perforados que 
probablemente fueron usados como pendientes (Fig. 107); pendientes similares están casi ausentes 
en Granada. Santa Isabel también destacaba numerosas piezas de joyería de materiales más exóticos, 
tales como concha, piedras verdes, y hueso tallado. También fue un centro de manufactura, con ejemplo 
de materia prima en el proceso de producción. Basado en estos datos, los habitantes de Santa Isabel 
expresaron su identidad personal en maneras diferentes a los de Granada, aun cuando Santa Isabel es 
contemporánea a El Rayo y Tepetate, y presumiblemente del mismo grupo étnico Chorotega, en base a 
los estilos cerámicos y prácticas mortuorias. 
Preguntas de investigaciónde la cultura material
 - ¿Porque los alfareros de Granada cambiaron sus estilos cerámicos durante la transición del Bagaces 
al Sapoá, de las vajillas rojas a vajillas engobe blanco?
 - ¿Qué implica el dramático incremento de formas de vasijas sobre las prácticas de consumos de 
alimentos?
 - ¿Cómo se distribuían los objetos en Granada? ¿Existía un sistema de mercado?
 - El registro arqueológico incluye objetos duraderos; ¿Qué hace falta? ¿Qué perecederos pueden haber 
existido?, y ¿existen métodos para recuperar esa evidencia?
Página | 43
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Figura 99: Cuentas de piedra 
verde de Sonzapote
Figura 100: Cuentas 
de arcilla de El Rayo, 
Locus 1 entierro
Figura 101: a,b: Pendiente de diente de javalina
Fig. 102: a,b: Pendiente de hueso Figura 103: Cubierta púbica de 
cerámica (?).
Figura 104: a, Orejera cerámica; 
b, orejera de vertebra de pescado.
Figura 105: a, Orejera grande de cerámica de El Rayo, Locus 1; 
b, Orejera floral de El Rayo, Locus 1.
Figura 106: Labret de 
un solo lado de arcilla 
negra.
Figura 107: Pendiente 
perforado de 
tiesto de cerámica 
trabajado de Santa 
Isabel.
Página | 44
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Granada ha sido el foco de investigación arqueológica por 150 años, y como resultado es tal vez la 
región mejor conocida en términos de fama internacional. También ha jugado un rol prominente en la 
interpretación de cambio cultural en el Pacífico de Nicaragua. Basado en la prospección regional de Silvia 
Salgado González, ahora sabemos que la complejidad social estaba iniciando en Granada durante el 
periodo Tempisque, especialmente en el sitio Ayala. En ese momento, Granada también era un centro de 
producción alfarera e intercambio. Esta producción continuó hasta el siguiente periodo Sapoá, cuando 
Papagayo Policromo se estaba produciendo para amplia distribución (McCafferty and Dennett 2017). 
De hecho, los Momta y Bela policromos manufacturados en Granada aparentan haber sido ampliamente 
influyentes ya que comparten características estilísticas con Ulúa y Tenampúa Policromos de Honduras 
y Galo Policromo de Costa Rica.
Granada se mantiene como un área central para la investigación arqueológica y la educación. Es 
el hogar de dos importantes museos de material arqueológico: Mi Museo y el Antiguo Convento San 
Francisco. Mi Museo guarda una colección de más de 7000 objetos cerámicos (y otros) representando 
la colección personal del fallecido Peder Kolind (Fig. 108). El museo destaca textos instructivos sobre 
la prehistoria de Nicaragua, y también sobre investigaciones e interpretaciones recientes. Además, el 
museo ofrece conferencias sobre descubrimientos y talleres ocasionales. El Antiguo Convento San 
Francisco se caracteriza por exhibiciones contemporáneas y arqueológicas. Es mejor conocido por su 
galería de estatuas de piedra, muchas del sitio Sonzapote.
La Granada histórica ha sido por mucho tiempo un centro cultural para Nicaragua. También es la ciudad 
más antigua en las Américas (en tierra firme) y en el 2024 estará celebrando su 500 aniversario (quinto 
centenario). La evidencia arqueológica ahora demuestra que la región de Granada ha sido un centro de 
evolución cultural por lo menos unos 2000 años antes de la invasión europea. Con investigaciones 
continuas esperamos nuevos descubrimientos para darle mayor claridad a esta historia.
CONCLUSIÓN
Figura 108: Mi Museo
Página | 45
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
AGRADECIMIENTOS
A como todas las cosas en mi carrera profesional, este libro no hubiera sido posible sin el apoyo 
constante – intelectual y emocional – de mi maravillosa esposa, Sharisse. Ella fue un componente 
fundamental de todos los aspectos de esta investigación, y varios de nuestros artículos y presentaciones 
como coautores demuestran cuan entrelazados es este programa de investigación a largo plazo.
Dr. John Hoopes quien me introdujo a la arqueología de la Gran Nicoya en 1988, con el reto de colaborar 
en un ensayo para la sociedad de Arqueología Americana sobre la migración mexicana a Centroamérica. 
Ese proyecto cimentó las bases de mi propia investigación arqueológica iniciando en el 2000 cuando, 
después de años de insistencia de Silvia Salgado, finalmente inicié excavaciones en Santa Isabel en las 
costas del Lago Cocibolca. Gracias Silvia, por tu persistencia y tu apoyo constante.
Muchos amigos y estudiantes han impulsado esta investigación. Jorga Zambrana y sus estudiantes 
de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (especialmente Bosco Moroney y Oscar Pavón) 
han llevado experiencia esencial al campo y perspectivas Locuses. Mas de 100 estudiantes de la 
Universidad de Calgary que también han participado, incluyendo estudiantes de grado (Adam Banfer, 
Carrie Dennett, Elisa Fernández, Natasha Leullier-Snedeker, Jessica Manion, Ana Morales, Shaelyn Rice, 
Larry Steinbrenner, and Brett Watson). Adicionalmente, estudiantes de Costa Rica, El Salvador, y México 
han contribuido, haciendo de este una verdadera colaboración internacional.
Todas las investigaciones de campo fueron conducidas con permiso del Instituto Nicaragüense de 
Cultura. El financiamiento fue proporcionado por Canadian Social Sciences and Humanities Research 
Council, the National Geographic/Waite Society, the University of Calgary, y Mi Museo.
Mi Museo en Granada (Nicaragua) ha sido la casa del proyecto lejos de casa desde el 2008. Peder 
Kolind proporcionó en – amable apoyo de muchas maneras – vivienda, transporte, espacio de laboratorio, 
acceso a la extensa colección de Mi Museo, y una oportunidad para presentar resultados de los proyectos 
a audiencias populares y académicas. 
¡Gracias a todos! Mi esperanza es que esta colección de datos e interpretaciones guiará a mas 
investigación. Las preguntas de investigación propuestas al final de cada sección están destinados a 
generar nuevas ideas, hipótesis, y correcciones a esas interpretaciones sugeridas aquí.
¡Participen!
Página | 46
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Dataciones de Radiocarbono
Muestra # Convencional Rango 1-sigma Rango 2-sigma
Ayala (Gr-2)
El sitio Ayala está localizado cerca de la base del Volcán Mombacho en el Departamento de Granada. Fue 
identificado por Silvia Salgado durante su prospección regional, y luego excavado revelando ocupaciones 
del periodo Bagaces y Sapoá (Salgado 1996:437)
Beta-66956 840+60BP AD1070-1080 AD 1030-1270
Beta-66957 810+60BP AD1160-1280 AD1040-1300
EL Rayo (Gr-39) 
EL Rayo esta localizado en la península de Asese en e Lago de Nicaragua, en el Departamento de Granada. 
Las excavaciones encontraron depósitos del periodo Bagaces y Sapoá.
Beta-265450 1230+40 BP AD710-870 AD 680-890
Beta-265451 1220+60 BP AD 690-890 AD 660-970
Beta-265453 1030+50 BP AD 980-1030 AD 900-1140
Beta-265454 1430+40 BP AD 600-650 AD 560-660
Beta-265459 960+40 BP AD 1020-1150 AD 1010-1170
Beta-265462 1360+40 BP AD 650-670 AD 620-690
Beta-265463 1220+40 BP AD 720-880 AD 680-890
La cultura material asociada con estas dataciones, cerámicas especialmente, indican que la transición 
entre los periodos Bagaces y Sapoá de hecho ocurrió alrededor del 800 AD. La cultura material entre 
estos dos periodos cambió dramáticamente, sugiriendo un reemplazo de población, o por lo menos un 
significativo cambio cultural. Fragmentos de cerámica policroma importada de los niveles tardíos del 
periodo Bagaces sugiere posibles influencias del Valle de Ulúa del este de Honduras.
APENDICE 1: 
Página | 47
LA ARQUEOLOGÍA DE GRANADA, 
D r . G e o f f r e y M c C a f f e r t y .
Muestra # Convencional Rango 1-Sigma Rango 2-sigma
San Francisco
Localizado en Granda (Wyckoff 1976)
WSU-? 747+135 Ad1150-1400 AD 1020-1440
Tepetate (Gr-10)
Tepetate está ubicado en el sector norte de la actual Granada, donde ha sido impactado severamente 
por el