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DEL SHEKEL AL CHEQUE. UN RECORRIDO A LA IMAGEN DE 
MARCHENA DESDE UNA PERSPECTIVA NUMISMÁTICA
Javier Gavira Gil 
Historiador y miembro de la Asociación Numismática Española.
«...A mi maestro de la vida en 
general y de la Numismática 
en particular, José Gavira 
Pulido»
M
e parece bastante apropiado, el tema recurrente en estas ya X Jomadas 
de Historia de Marchena: Marchena a través de la imagen, y es que 
queramos o no, con sus pros y sus contras vivimos en un mundo iconófilo, 
en un mundo dominado por la imagen.
De hecho, muchos sólo verán y oirán esta ponencia, a través de los medios 
audiovisuales. Que duda cabe que la imagen, los medios audiovisuales... priman en el 
día a día del siglo XXL Pero hemos de recordar que no es coto de este siglo. El medio 
de transmitir por fuentes iconográficas ha cambiado (Radio, TV, Internet...) pero 
desde los albores de la Humanidad ha estado presente (recordemos como ejemplo 
ilustrativo el mundo iconográfico de la Cueva de Altamira). En ese caso la forma de 
codificar, la forma de representar la imagen de su mundo fue mediante la pintura y el 
grabado. Fue una forma que perduró en el tiempo, pero unida a la rueda de la historia 
y en el período que los institucionalitas denominan Epoca Antigua y los marxistas 
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Javier Gavira Gil
históricos, modo de producción esclavista, comenzaran a surgir las primeras monedas, 
«discos metálicos con imágenes», instrumentos preciosos a través del cual contemplar 
el pasado histórico. Una de las formas codificadas, utilizadas desde entonces de 
forma recurrente, para representar la imagen de un Estado, Imperio, país y como 
veremos incluso localidades, será y sigue siendo: las monedas.
Hoy por hoy, las monedas que tenéis en vuestros bolsillos y los billetes (espero que 
sea en plural) que tengáis en vuestra cartera son materiales iconográficos de cambio, 
con un valor «avalado» por el Banco Central Europeo, institución financiera de la 
UE., que lucha por afianzar una unión económica, política y por ende monetaria. Es 
decir, nuestras actuales monedas y billetes son el numerario de varios países, por 
ahora 12, pero se intenta que sean de todos los que compongan la UE. El Euro, 
pretende ser la unidad de cuenta europea (como de hecho en principio se pensaba 
denominar: ECU)
Estos euros tienen por supuesto su función y su imagen. Imagen, no al azar, 
sino por el contrario muy estudiada para enviamos mediante ellas, mensajes en algunos 
casos subliminales y no tanto en otros. De hecho, los billetes Euros, dan un repaso por 
los estilos arquitectónicos, pero de raíz europeísta (Románico, Gótico, Renacentista, 
Barroco...) y en cuanto a las monedas si el reverso es común( con imágenes del 
mapa de Europa), en el anverso (el cual cada país tuvo libertad para diseñar), los 
españoles, nos encontramos con: la Monarquía (monedas de L y 2 J, la Catedral de 
Santiago (con sus connotaciones de raíz europea) y Miguel de Cervantes, como 
homenaje al escritor universal, pero de paso al castellano; como una de las lenguas 
oficiales de la UE.
Estas son nuestras monedas actuales, las que monopolizan las transacciones 
desde un día de Andalucía de 2002, pero cabe preguntamos: ¿Que otras monedas 
circularon anteriormente por Marchena?, e incluso ¿Hubo monedas made in 
Marchena, osease, acuñadas en Marchena, que podamos calificar, como « monedas 
marcheneras»? .
Ante la primera cuestión, hemos de contestar que Marchena, y l@s 
marchener@s, compraron, vendieron, pagaron...amoldándose totalmente a la época 
que les toco vivir. Los «paleo-marcheneros» realizarían sus trueques, pero poco a 
poco Marchena y su entorno entraría de lleno en los intercambios monetales. Como 
sabemos, la moneda comienza a usarse relativamente tarde, es a fines del S. VII 
a.n.e. en Lidia y Jonia (actual Turquía) y el epicentro se fue expandiendo, debido a la 
talasocracia griega a través del mediterráneo. Se fundarán colonias, en principio 
dependientes de sus ciudades matrices, pero pronto muchas independientes, se 
convertirán en nuevas ciudades- estado, en nuevas polis que para una función 
financiera, económica y de identidad y prestigio histórico-ideológico, comenzaran a 
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Del shekel a/ cheque. Un recorrido a la imagen de Marchena desde tina ...
emitir y acuñar monedas, siendo estas la mejor expresión de fuerza política y espíritu 
artístico, comenzando con ello una carrera de competición en calidad y belleza.
En cuanto a nuestra piel de toro, el punto más antiguo constatado de acuñación es la 
colonia griega de Ampurias (Gerona) que emitirá moneda de plata en el siglo V a.n.e. 
En cuanto al Sur, Gadir «la tacita de plata», comenzó a emitir, pero no en plata, sino 
en Bronce a inicios del S. III.
Como vemos en la Antigüedad, se tiene en cuenta el valor intrínseco de la 
moneda, de hecho se acuña en Oro, Plata y Bronce (hoy por hoy las ansiadas medallas 
olímpicas, se siguen emitiendo así). Y es que la utilización de metales preciosos tiene 
hondas raíces, y prácticamente se siguió utilizando durante siglos. No es hasta en 
tomo a una gran conmoción capitalista-financiera, durante el primer tercio del siglo 
XX, como fue el famoso crack del 29, cuando comienzan a utilizarse materiales no 
tan lujosos. De hecho es coincidiendo con la Dictadura de Primo de Rivera, cuando 
aparece la primera moneda de Níquel'en España. A partir de entonces los materiales 
nobles irían decayendo, hasta prácticamente desaparecer1 2.
1 Son los famosos 25 céntimos, antecedentes en diseño a los posteriores 25 cts., 50 cts., y 25 pesetas, 
y que desgraciadamente para S. Pancracio no se diseña en valor
2 Recordemos el intento de relanzarlo, como fueron las 100 Pts. de Plata, por parte de Franco, que fue 
un total fracaso, o las más simbólicas que funcionales monedas de plata de 2000 pts, ya con Juan Carlosl
Pero volvamos atrás en el tiempo, y a esas olímpicas monedas, adentrándonos más 
en las circunstancias propiamente marcheneras. El actual término de Marchena se 
vería poco a poco inmiscuido en el ámbito monetal, es a finales del siglo III a.n.e. 
cuando incipientemente van introduciéndose monedas de cecas y origen diverso en 
nuestra comarca, con lo cual se deduce que por aquellas fechas se desarrollaba un 
intercambio monetal y por ende económico y cultural. Aparecen monedas 
fundamentalmente de origen púnico (Gadir, Malaca, Ebuso...) pero también de origen 
griego (Emporiom, Masaba) y de la propia todavía no tan poderosa Roma.
Roma, aunque de forma indirecta tendrá mucho que ver con las primeras 
monedas acuñadas en el término de marchenero. De hecho debido a la competencia 
y choque de dos imperios (el cartaginés y el romano) se tomará la iniciativa por parte 
de los cartagineses de penetrar manu-militari de nuevo en la Península Ibérica. Corre 
el año 237 a.n.e. cuando Amilcar desembarca en Gadir, estamos ante el contexto de 
lo que los historiadores van a denominar la segunda guerra púnica, y... no hay guerras 
sin medios financieros, por ello debido a las necesidades propias (paga a soldados, 
compra de armas, recluta de mercenarios...) se genera una fuerte movilidad económica 
que requerirá, además de la típica moneda de plata cartaginesa, el Shekel y sus
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Javier Gavira Gil
múltiplos3, el desarrollo de submúltiplos (destaquemos w de shekel4 5) y piezas 
fraccionarias de bronce".
3 El peso del shekel era de 7’20 grs. En lo que se refiere a sus múltiplos existían x 1 ’5- x 2 y x 3.
4 En esta moneda aparece, un homenaje a un animal utilizado bélicamente por los cartagineses en sus 
conquistas: El elefante.
5 Variando su peso y tamaño, llegando a su grado más minúsculo a lo que los aficionados denominan 
popularmente «casquitos«, por la aparición en estas monedas de un casco militar.
6 Lo que correspondería aproximadamente a unas 100.000 Tm. de plata.
de shekel Moneda púnica de plata 
con típico caballo y palmera
Numismáticos de reconocido prestigio, calculan que entre 237 hasta 206 a. n. 
e., pudieron acuñarse entre 8 y 16 millones de shekeles6.Para ello no habría una 
única e inmóvil ceca, serían varias y además se daba el caso que en época de guerra, 
y debido a la dificultad y lentitud de transportar el erario, las cecas eran itinerantes, 
siguiendo al ejército y estableciéndose en los campamentos. De hecho el hallazgo de 
monedas Bárcidas coincide plenamente con el camino de invasión y de campamentos: 
Gades, Tesorillo de Sevilla (Cuesta del Rosario), Marchena, Granada,... Cartagena..
Es ahí donde pues enmarcamos las primeras monedas «marcheneras», todas 
las hipótesis de investigación coinciden en observar la importancia de Montemolín y 
la existencia en el asentamiento de una ceca itinerante.
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Del shekel al cheque. Un recorrido a la imagen de Marchena desde una ...
Detengámonos en analizar iconográficamente esas «primeras monedas 
marcheneros»te raíces cartaginesas. En la antigüedad prácticamente toda se envolvía 
de un significado religioso, y así ocurrió con las monedas en que cada ciudad utilizó 
las alegorías y símbolos relativos a la mitología local y divinidades. Como podemos 
observar en las monedas Bárcidas sistemáticamente:
*En cuanto a los anversos, existe un problema y es que son anepigráficas, es 
decir no existen leyendas que identifiquen a los personajes retratados (aunque 
prácticamente casi todos los numismáticos, identifican a divinidades de origen púnico, 
y sobre todo a Melqart (raíz mitológica de Heracles y el futuro Hércules) o retratos 
helenísticos idealizados de sus generales (Amilcar, Asdrúbal, Aníbal)
*En cuanto a los reversos, como apuntamos destacan símbolos relacionados 
con la religiosidad o con la propia guerra. Destaquemos algunos: La figura del caballo 
(alegoría del dios protector Baal); la figura del elefante; la figura de la palmera 
(relacionado alegóricamente con al árbol sagrado del más allá) la figura del casco 
militar, etc
Estas preciosas piezas, símbolos del imperio cartaginés, correrán en paralelo la 
misma suerte que el imperio que representan. Los romanos, triunfadores indiscutibles, 
querían quitar de la faz del orbe, todo lo que recordaba a lo púnico, no eran muy 
amantes de la memoria histórica, estos romanos, llegaron dicen a arrasar Cartago y 
sembrar sus tierras de sal, para esterilizarlas. En cuanto a sus monedas privarían de 
valor legal de cambio las monedas acuñadas por los hispano-cartagineses, las 
requisaron para fundirlas y aprovechar el metal, por ello, cual polvo cósmico, la 
materia púnica no se destruirá, sino que una gran porción formará parte del nuevo 
sistema monetal: El sistema monetal romano.
Hasta aquí, el primer hito histórico-numismático relacionado directamente con 
Marchena, el shekel y variantes, monedas hispano-cartaginesas del s. III a.n.e.. 
Queda demostrada su importancia, su origen financiero y bélico y su naturaleza 
coyuntural marchenera.
Pero, tras la entrada de las primeras caligas romanas en el alfoz marchenero, 
¿Que ocurrió?
Por supuesto, que Marchena, se ubicaba en una zona, la que se denominaría 
Bética, punta de lanza de romanización y por lo tanto pronto sería una de las zonas 
más tempranas de Hispania, donde las monedas romanas circularían. Pero, ¿existen, 
al igual que con las monedas hispano-púnicas, unas monedas que podamos calificar, 
cariñosamente como «marcheneros» , es decir acuñadas y difundidas en Marchena 
y/o su término.
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Javier Ga vira Gil
MONTEMOLIN
Y su área de influencia
En cuanto a Marchena, propiamente dicha, no vamos a malgastar más saliva ni 
tinta, para una vez más hacer ver que no fue Colonia, por lo tanto no tenía derecho 
pues a acuñar moneda7.
7Si lo hicieron, sin embargo localidades muy cercanas a Marchena: Astigi, Urso, Carmo....
^Concretamente se hablaba de una moneda de Selpia, localidad ubicada según Livio entre Urso y 
Carmona
9Debe ser posterior al 45 a. c., pues la leyenda es latina.
No obstante, durante cierto tiempo algunos numismáticos y no numismáticos, 
han atribuido al término marchenero8 la acuñación de una moneda, aproximadamente 
hacia el siglo I a.n.e.9, catalogada como CILPE., moneda que se acuñaría en la que 
Rodrigo Caro, llamaría Colonia Martia Romanorum, y de la que tan sólo se conservan 
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Del shekel al cheque. Un recorrido a la imagen de Marchena desde una ...
dos variantes, una en Instituto Valenciano Don Juan de Madrid y otra en H. S. De 
Nueva York.
Pues bien, esa catalogación que comienza ya desde el siglo XVIII, y perdurará 
durante el XIX y la mayor parte del XX, ha sido desmontada a finales del pasado 
siglo. Uno de los pocos estudiosos «a pie de obra», el ursaonense Ortiz Barrera10, en 
su libro nos la desmonta de forma categórica. No sólo numismáticos profesionales 
están de acuerdo en catalogar la moneda como «falsa», no de época o de reproducción, 
sino como una moneda «fantasma», de una colonia también «fantasma». La moneda 
se creó para dar una carga histórica y simbólica a Marchena, ya en su diccionario 
Pascual Madoz", dice: «...Se equivocó Rodrigo Caro diciendo haberse llamado 
en lo antiguo Marchena, colonia Marcia...»(sic)
l0Ortiz Barrera, Antonio: La moneda antigua. Algunas sugerencias para identificar falsificaciones.
Osuna ( Sevilla) 1995.
"Madoz, Pascual: Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico. Tomo XI. Madrid. 1850
Lámina. I. A.
Según Barrera, la F2, una ITUCI, era la materia 
prima para realizar estas monedas «fantasmas» 
Denominadas CILPES( F3-F4)
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Javier Gavira Gil
Por si fuera poco, durante la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos del 
XXI, y aun teniendo en cuenta los adelantos de prospección y detección, ni en las 
42.552 fanegas de tierra que comprende el término municipal, ni fuera de él se ha 
encontrado y descubierto ninguna moneda Cilpe,...»^ es que los fantasmas no 
existen». Se tratan de burdas manipulaciones en cospeles, manipulaciones muy de 
moda en el siglo XVIII, para dar esa carga ideológica.
Hasta aquí Marchena , pues ha sido protagonista de monedas o «supuestas» 
monedas de origen financiero y político-ideológico, pero nos queda un tercer origen, 
un tercer pie, y quizás ,el que veremos más cotidiano: el origen puramente económico 
y mercantil.
Pues bien ,como último hito y deparándonos ciertas sorpresas, Marchena es 
cuna ya en época contemporánea, de monedas y billetes, propiamente marcheneros 
y de origen netamente económico. Son monedas que los numismáticos bautizan como 
de «necesidad», y muchas suelen denominarse vales, entendido como la acepción de 
cheque que da el Diccionario de la Real Academia: «mandato escrito de pago, 
para cobrar cantidad determinada de los fondos que quien lo expide tiene 
disponible en un Banco»(sic)
Hasta Junio de 2004, muchos libros y catálogos de numismática catalogaban 
una moneda acuñada en Marchena durante la guerra civil que se califica como «Real 
Marchenero», a partir de Junio de 2004, tras un artículo en la prestigiosa revista 
Gaceta Numismática12, firmado por el que os habla, a esa moneda, le acompañan 
unos billetes locales, hasta entonces inéditos.
Sus orígenes como veremos son de carácter económico pero indirectamente, 
militar influenciado por la contienda fratricida, que dio como resultado numismático 
que se creara una moneda de necesidad.
Enmarquemos, contextualicemos y acerquémonos a esas monedas y billetes 
que les ocurriría lo de la popular canción:
« De mano en mano va,
y ninguno se la quea»
Tal situación se daría no porque las monedas fueran falsas, sino porque tenían 
un valor limitado en el tiempo, es decir, caducaban (como veremos los billetes el 5 de 
Noviembre de 1938 y las monedas el 30 de octubre de 1944)
Quizás hemos de aclarar que estas «monedas» son una hibridez entre monedas 
propiamente dichas y «fichas». Uno de los requisitos para que utilicemos el nombre 
de «moneda» es la de ser emitidos por un organismo oficial (Estado, organismo 
autónomo, ayuntamiento...)
Sin embargo, si son emitidas por particulares se les suele calificar como «ficha», 
«vale» «bono»...
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Del shekel al cheque. Un recorrido a la imagende Marchena desde una ...
Pues bien la hibridez, viene dada en que si bien la emisión fue iniciativa privada 
(incluso corrieron con todos los gastos) contaron desde el primer momento con el 
amparo y autorización del municipio marchenero e incluso el Depositario es el mismo 
Ayuntamiento.
Otra de las particularidades de la emisión local, fue su grado de influencia. 
Debido a la calidad y distribución de algunos productos de empresas locales que 
participaron en la emisión y a la importante «función urbana exterior» de Marchena 
como distribuidora de bienes y servicios en su «hinterland» (Paradas, Arahal, Puebla 
de Cazalla...) la moneda local de Marchena contó con cierto prestigio y fama.
Hasta aquí, ciertas aclaraciones, pero comencemos a analizar su origen:
La situación extraordinaria de guerra trae consigo el acaparamiento de víveres 
(todavía hoy suele ocurrir) víveres de primera necesidad, pero también se llevó a 
cabo una «teseurización» de las monedas de oro y plata (siempre los metales nobles 
han sido síntomas de garantía para el futuro) y por inercia las de bronce y cobre, lo 
que traería consigo una inmediata «desaparición de la circulación de moneda 
fraccionaria» creando con ello un grave problema, sobre todo al pequeño comercio. 
Pronto, la iniciativa privada intentaría subsanar el gran problema que le suponía la 
devolución de cantidad sobrante en sus transacciones.
Iniciativa improvisada, y en un principio sino «ilegal», podríamos calificarla de 
«alegal», pero por poco tiempo.
Los primeros «vales» marcheneros, se realizaron en formato billete, pero debido 
a la por fin puesta en circulación de papel moneda inferior a 25 Pts. (concretamente 
el gobierno de Burgos en el año 1937 sacó a la calle billetes de 1,2, y 5 Pías.; en 1938 
salen de nuevo de 1 y 5 Pts. y en 1940 una nueva emisión de los mismos faciales) y 
sobre todo al «enorme deterioro» debido a la enorme manipulación que le hacían 
prácticamente inservibles, los mismos comerciantes se deciden a la realización y 
acuñación de vales de «disco metálico con forma monetiforme»^ para lo cual pedirán 
permiso al Ayuntamiento de tumo que aunque observaba que por Marchena circulaban 
algunas nuevas monedas que también y además de las anteriores el Gobierno de 
Burgos emitió, (nada menos que 20 millones de piezas de 25 cts. acuñó en 1937), a 
pesar de todo seguían siendo insuficientes y para más inri aunque por Ley de 20 de 
Enero de 1939 se concedía un plazo de un mes para la recogida de moneda de plata 
«que se le privaría de curso legal» y se canjearía por la nueva moneda; y que además 
todos conocerían el Bando que la máxima autoridad, el General Queipo de Llano dio 
el 17 de Noviembre de 1936, recordando a la población la «obligación» que tenía de 
no acaparar moneda metálica., la plata seguía sin aparecer (aunque todos ya conocían 
l2Gavira Gil, Javier: « La moneda marchenera contemporánea« .Gaceta Numismática, n° 153.Barcelona. 
Junio 2004
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Javier Gavira Gii
las maneras del general, no olvidemos que la mayor parte que atesoró la plata, no 
tenían mucho que temer pues la gran parte que lo hizo eran los mismos que lo apoyaron 
desde los primeros momentos)
El problema por tanto continuaba, de ahí la aparición de estos vales de 25 cts., 
conocidos como «Reales Marcheneros» o por los lugareños como «chanflón».
Antecedentes del «Real Marchenero»: La peseta y los 50 céntimos de 
Marchena. Origen, vida y muerte de unos billetes inéditos
Las primeras noticias directas que tenemos de estos primeros vales, 
denominados «Tiques» nos lo proporciona el Leg. 1265 de la Correspondencia del 
Archivo Municipal de Marchena.
En este legajo como bien apunta y transcribe literalmente en su libro: Barrera 
Coronado13, aparecen dos cartas con fecha 22 y 30 de Septiembre de 1937 dirigidas 
al Gobernador Civil pidiendo autorización para la circulación de «tiques», que por 
cierto según la carta, la alcaldía se había tomado la libertad de ordenar su confección. 
Barrera Coronado, en el libro citado nos dice que la respuesta gubernativa no se ha 
encontrado»... bien porque se hizo telefónicamente o bien porque se haría 
personalmente en uno de los muchos viajes que por aquellas fechas se daban a 
la capital para evacuar consultas de carácter oficial... (sic)
13Barrera Coronado, Luis:»/£?¿-/£7£ La moneda de necesidad en la provincia de Sevilla.» Ed: Artis
Traditio. Sevilla. 1989
14E1 nombre textual de dicho Expediente es «Diligencias de emisión de vales para facilitar ¡as operaciones 
de cambio por falta de monedas fraccionarias de a peseta y calderilla»
A partir de aquí el autor, que por cierto no iba muy descaminado en su hipótesis 
como veremos, da por terminada su investigación en el Archivo y se dirige en busca 
de fuentes orales, y directamente nos trae a colación los famosos reales.
Pues bien, sí existe una mayor documentación en el Archivo, claro está que 
comprendo que se viera agobiado de tanto papel, y no fuera «escudriñando» los 
Expedientes Municipales de la época, que son los que a la postre nos resolverán la 
incógnita de la respuesta gubernativa y nos constataran la existencia de estos «billetes 
inéditos», además de aclaradnos el origen de los «Reales».
Vayamos por partes, el tesoro para mí de igual o más valor que si hubiera 
encontrado «un tesorillo» de dichos vales, nos lo va a proporcionar el Leg.1914, 
expediente 64 y en menor medida Leg 21. Exp. 86 de los Expedientes Municipales 
(Carpeta 913 y 914 respectivamente.)
En dichos expedientes podemos encontrar una copia, del acuerdo adoptado 
por la Comisión Gestora, reunida en sesión 8 de Octubre de 1937, que efectivamente 
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Del shekel al cheque. Un recorrido a la imagen de Marchena desde una ...
observa una respuesta positiva y «tácita» del Gobernador Civil (pues el secretario en 
el Gobierno lo autorizó verbalmente y no ha habido «contraorden») para poner en 
circulación vales de Una peseta, actuando de Depositario el gestor: D. Francisco 
Quesada González. Además es curioso que la misma gestora urge a que se pongan 
en circulación en momento oportuno de las faenas de recolección de aceitunas pues 
se precisará más cambio (no olvidemos que Marchena es un pueblo eminentemente 
agrario y de tradición aceitunera)15.
^«Marchena de los olivos» le denominaran algunos cronistas, en la época de esplendor de Al-Andalus
16 Aunque es lacónica la información que se nos da sobre el futuro de posible beneficios, se sobreentiende 
que esa suscripción al Ejercito, consistiría como ya se apuntó en anterior reunión en.«Entrega al Excmo. 
Sr. General Jefe del Ejercito del Sur, osease Queipo de Llano, para que lo destinara al fin patriótico que 
estimase.
l7La imprenta de J. J. Álvarez, era conocida como la Imprenta «del Eco«, apodo que se mantendrá en 
los descendientes de J. J Álvarez, el apodo proviene por ser en dicha Imprenta, donde se imprimía un 
semanario local durante 1932-1934, dicho periódico cuyo director era el propio J. J. Álvarez se llamaba 
«El Eco de Marchena»
Pero el verdadero tesoro documental lo encontramos en un Acta dada en 
Marchena con fecha 10 de Diciembre de 1937 y firmada por industriales de la localidad, 
a los efectos de buscar una solución a la falta de monedas de a peseta y calderilla, por 
la cual se nos informa de la emisión de: «VALES DE UNA PESETA EN NÚMERO 
DE 20.000» y «VALES DE 50 CÉNTIMOS EN NÚMERO IGUAL DE 20.000».
Por todo ello, metafóricamente podemos llamar a este Acta «la Partida de 
Nacimiento» de los «Billetes marcheneros», además la «partida» nos da una mayor 
información sobre las características de los «Billetitos neonatos».
Así, se nos informa que los industriales ingresaran las 30.000 pesetas en un 
Banco de la localidad como Depósito (que no podrán retirar sin el consentimiento de 
la Alcaldía.) y también acuerdan que si existiera beneficios (que efectivamente los 
habrá por intereses y pérdida de vales en el canje) pasaran a «la Suscripción del 
Ejercito»'6.
Los seis industriales firmantes, podríamos llamar «padresputativos», que por 
cierto serían los mismos que los que sufragan los futuros «Reales marcheneros», 
fueron:
Francisco Salvador Gallardo, Juan Martínez Corral, Pedro Fernández de 
Córdoba, Francisco Campos Galindo, Matías García García y Braulio Medel. (más 
tarde hablaremos de ellos), pero acudamos al nacimiento y «parto» ,el lugar de 
«alumbramiento» de dichos billetes fue una Imprenta de la localidad, concretamente 
la Imprenta de Juan. J. Álvarez17, sita en la C/ José Antonio Primo de Rivera, 7, la 
calle no es otra que la actual y céntrica C/ S. Pedro.
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Javier Gavira Gil
El coste de dicha emisión que se repartieron a partes iguales, aunque la factura 
estuviera a nombre de Francisco Salvador Gallardo, ascendió a 818,50 Ptas.
Hasta aquí su nacimiento y circunstancias, pero ¿Cómo eran esos billetes? ¿Qué 
representaban iconográficamente? ¿Qué tamaño tenían?
Afortunadamente, podemos contestar a algunas de estas incógnitas, gracias a 
que no se sabe muy bien porqué, pero algunos se salvaron de la»quema», pues como 
veremos sería la incineración la forma de su «muerteprematura»
El tamaño de los billetes era de 11 x 8 cms, el material cartulina y en cuanto a 
la iconografía nos depara algunas anécdotas.
En cuanto al anverso del billete, acompañando las firmas manuscritas del 
alcaldet8y el depositario18 19, aparecer una orla decorativa que enmarca el billete, un 
escudo de la localidad en el margen superior derecho y en el centro el texto: 
AYUNTAMIENTO DE MARCHENA VALOR DE UNA PESETA. Además 
estampillado va una numeración (la que mostramos es la n° 06235) y también el sello 
con el escudo oficial del Ayuntamiento, lo anecdótico, está en él, pues es ,el mismo 
sello empleado por el depuesto Ayuntamiento democrático, figurando la leyenda de 
«Ayuntamiento Constitucional de Marchena», leyenda que puede traer a equívoco, 
pues a primera vista y sin otra información podríamos creer que se trata de un billete 
de época de la República, y más para colmo, semejándose bastante la firma del 
alcalde «franquista» con la del anterior y legitimo alcalde Luis Arispón20 21.
18E1 alcalde que firma los billetes es Antonio Navarro Sabido, alcalde de Marchena entre 2-3.37 hasta 
26-11-37
19E1 depositario, es un miembro de la comisión gestora presidida por Antonio Navarro, concretamente 
Francisco Quesada
20Luis Arispón Rodríguez fue el alcalde de Marchena, desde el 20 Febrero de 1936 hasta el triunfo del 
golpe de estado en la localidad el 21 de Julio de 1936
21 Lo cursivo no se aprecia, para otros lo que se lee es FAI, aunque fuentes orales consultadas recuerdan 
la pintada de Viva la República en la muralla.
En lo que se refiere al reverso, prácticamente todo el campo del billete está 
ocupado por una fotografía, de un lugar bastante popular en Marchena, es una foto 
que se difundiría como postal en los años 30, y recoge en su imagen la puerta más 
famosa de la muralla de origen almohade que rodea el pueblo, la denominada Puerta 
de Sevilla o Arco de la Rosa.
La anécdota también se da en el reverso, auque de forma mucho más subliminal., 
y es que con la ayuda de una lupa, podríamos observar que en la muralla existe una 
pintada. Pintada que en el billete prácticamente es ilegible, pero que si observamos la 
fotografía original, podemos leer, y he aquí la anécdota, en esta primera peseta local 
franquista, aparece un ¡Viva la República^, que es lo que pone en la pintada.
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Del shekel al cheque. Un recorrido a la imagen de Marchena desde una ...
Pero la vida de estos anecdóticos «billetes» sería corta, la causa el mal estado 
que presentaban debido a la humedad, el «mano a mano»...que deterioraban sin piedad 
nuestros aún «infantiles» billetes. La solución no se hizo esperar, ante el mal estado 
de la criatura los mismos padres y de forma paulatina decidieron ir destruyéndolos y 
retirándolos de la circulación, su desaparición fue por actos, así:
1 .El día 1 de Agosto de 1938, se inutilizaron vales por valor de 16.725 Ptas.
2. E1 día 4 de Octubre de 1938, fueron quemados vales por valor de 8.300 Pías22
3. El 25 de Octubre de 1938, se quemaron vales por un valor de 3.968 Ptas.
4. El día 5 de Noviembre de 1938 (fecha fijada como tope, para poder canjear 
los vales), se recogieron vales por un valor de 200 Ptas.
22 Como curiosidad sabemos que fue ante el gestor, Sebastián Martínez Sanz y que fueron incinerados 
seis mil quinientos vales de una peseta y mil ochocientos de 0,50.
Las cuentas son claras: el valor de los vales no canjeados hasta llegar a las 
30.000 pesetas da como beneficio. 807 pesetas, si a esto le unimos el interés producido 
en el Banco (489,80 Ptas.), y le restamos el coste de la aludida factura, los beneficios 
que generaron los vales, no son otros que 478,30 Ptas.
AYUNTAMIENTO
DE MARCHENA
VALOR Q&/7:
UNA PESETA
EN ESTA' VILLA / ..
En principio, estos cerca de cien duros, deberían de haber ido para el ejercito, 
pero no sería así, pues los referidos industriales tomando en consideración que persistían 
las mismas dificultades en los cambios, acordaron unánimemente, hacer una nueva 
emisión «EN CHAPAS DE METAL AMARILLO», por un valor de 10.000 Ptas.
Las condiciones serían las mismas, el beneficio de los desaparecidos billetes, 
se invertirían en la fabricación de estas «Chapas».
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Javier Gavira Gil
Nuestros primeros vales no morirían en balde, de las cenizas cual ave Fénix, 
resucitarían, eso sí ya no serían «billetes de cartulina», sino auténticas «monedas de 
metal», estamos ante el nacimiento de «Los Reales Marcheneros»
El Real Marchenero (a) Chanflón: Algunas aclaraciones sobre su origen, 
tiempo de circulación y destino final
a) Origen: En cuanto el origen del famoso Real Marchenero, tenemos la primera 
constatación escrita en escrito dirigido al Delegado Gubernativo del 7o Sector (Ecija), 
con fecha 21 de Noviembre de 1938 (III Año Triunfal), como le gustaba llamarlo a los 
«vencedores».
En el escrito se reitera la coyuntura y se vuelve a pedir permiso, como ocurrió 
con los billetes, ya retirados, por parte de la Alcaldía y por iniciativa de los mismos 
industriales (esta vez, eso sí mucho más previsores, lo que harán no es imprimir, sino 
que su intención es la de acuñar: UNA EMISIÓN DE PESETAS DIEZ MIL Y EN 
FRACCIÓN DE 0,25 EN VALES REPRESENTADOS EN CHAPAS DE METAL 
AMARILLO, con las mismas garantías que los anteriores vales).
Pero aclaremos algunas cuestiones, en primer lugar aunque uno de los mayores 
promotores del famoso real fue el industrial Francisco Salvador Gallardo (más conocido 
como Curro Salvador), industrial que como bien dice Ortiz Coronado en el libro 
citado, promocionó y difundió bastante el Real por la comarca, debido a que el industrial 
tenía una fábrica de gaseosas muy apreciada, este no fue el único sino que le 
acompañaron los mismos industriales que se embarcaron en los anteriores «billetes» 
y que son los mismos industriales que firman el Acta con fecha 5 de Enero de 1939, 
haciéndonos constar que adquirieron 500 kilos de metal amarillo en discos23.
23Aquí si acierta plenamente Barrera Coronado, al hablarnos del origen militar de dichos discos de 
metal (Antonio Pliego, fontanero que se encarga de la acuñación le dice que los discos se trajeron de 
una fábrica militar de Sevilla,) al parecer procedían de fulminantes de proyectiles
24Efectivamente, con fecha 3-1-1939 existe un recibí de José Henares de 346,25 Ptas. por el troquelado 
de 34.628 monedas
En la misma acta se nos informa que han sido troquelados y puestos en 
circulación 34.628 piezas24 por valor cada una de 25 cts., representando en total 
8.657 pesetas. Como depósito se ingresó tal cantidad en la Caja de Ahorros de la 
Diputación Provincial, cantidad que no se podía retirar sin la autorización expresa de 
la Alcaldía, una vez se acordara por la comisión firmante la retirada de la circulación 
de los discos troquelados (esta información nos constata que todos eran conscientes 
del valor efímero y coyuntural de dichos reales).
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Del shekel al cheque.Un recorrido a la imagen de Marchena desde una ...
Además dicha acta nos informa que en la misma entidad financiera, queda 
depositada una caja precintada con los discos sobrantes no troquelados, que pesaban 
107 Kilos25 26 (por si debieran troquelarlos debido a que las necesidades lo impusieran) 
Por último nos deja claro que los beneficios obtenidos tras el canje y posterior 
inutilización de los discos, (beneficios de los que no se canjearan y del interés que 
deje la entidad financiera será ingresado en la « suscripción a favor de nuestro 
Glorioso Ejército»( sic)
25Enigmático resulta el caso de la famosa caja precintada, pues más tarde se constata que ha estado no 
en la Caja, sino en la jefatura de Orden Publico, por cierto poco orden en éste depósito público, cuando 
llegue el momento de retirar la caja, faltaran TRES KILOS
26Efectivamente, nulos y sin ningún valor de cambio, aunque las necesidades apremiaban y la inteligencia 
popular los utilizará para, soldar útiles domésticos de latón, reutilizarlos como fichas,...
Aunque como veremos más tarde su destino final, sería otro bien distinto.
b) : Tiempo de Circulación: Todos tenían claro que la emisión era provisional, 
que los vales «caducarían», como efectivamente ocurrió, pero ¿hasta cuando circularon 
oficialmente los famosos reales marcheneros?
Es un secretario accidental del Ayuntamiento el que nos certifica con fecha 18-12- 
1943, que en la sesión del ayuntamiento de 10-12-43, la alcaldía,»... debido a que 
han desaparecido las causas que dieron lugar a la emisión de vales fraccionarios 
en discos de metal de 25 cts. ... por existir ya sufcien tes monedas fraccionarias 
emitidas por el Estado para las operaciones de cambio, es hora de retirar de la 
circulación los mencionados discos» (sic)
En la misma sesión se autoriza a la retirada del importe existente en la caja de 
Ahorros, para poder canjear los reales. Además, se informa que la operación de 
canje y por tanto del valor de dichos vales, tiene un plazo de 20 días, una vez retirado 
el dinero, y que pasado dicho periodo quedarían nulos y sin ningún valor de cambio ''
Todo se desarrollará según lo previsto y se notifica a Francisco Salvador Gallardo, 
el acuerdo anterior con fecha 5 de Enero de 1943.
Justamente 4 años sería la vida oficial de los famosos reales (desde 5-1-1939 
hasta 5-1-1943). Pero debido a los trámites burocráticos de rigor, Francisco Salvador 
no retirará el importe hasta el día 10 de Octubre de 1944, por lo que sabemos que 
circularon hasta 10 días más tarde, límite del canje, que se efectuaría en casa del 
mismo «Curro Salvador», en la C/ San Sebastián, 4, casa de canje hasta la «fecha 
oficial de defunción» el 30 de Octubre de 1944.
c) Liquidación y destino final: La liquidación definitiva realizada entre los 
comerciantes responsables de la acuñación y el Ayuntamiento se realiza el 15 de 
Noviembre de 1944, a las 13 horas. A ella acuden por una parte el Alcalde (en esa 
fecha es Manuel Calderón Rodríguez) y los industriales «padres putativos» del real 
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Javier Gavira Gil
marchenero, acudieron todos y no sólo Curro Salvador, el acta pues la firma el citado 
alcalde y, por supuesto, Curro Salvador, pero también:
1. Braulio Medel y Medel (industrial Marchenero, dedicado al sector textil)
2. Francisco Campos Galindo (industrial dedicado al mismo sector)
3. Juan Martínez Corral (dedicado también al comercio textil)
4. Pedro Fernández de Córdoba( industrial que contaba con ferretería)
5. Matías García García (al igual que el anterior, también dedicado a ferretería 
y expendurería de gasolina)
Como observamos verdaderamente eran individuos que tenían comercios que 
serían utilizados por los marcheneros-as y habitantes de la zona, pues eran de vital 
necesidad: alimentarse, vestirse y todo lo relacionado con la ferretería material 
indispensable en la época (para infraestructura, para el ganado y labores agrícolas, 
etc.)
En el acta de comparecencia, se realiza la liquidación y nos da datos curiosos, 
como que el interés del importe depositado en la Caja de Ahorros fue de 913,28 
pesetas y lo más importante que al final, no fueron canjeados 5.361 «discos»27, lo cual 
deducidos gastos de emisión da un superávit de 3.188,78 pesetas.
‘Estas 5361 piezas son las que en definitiva, pueden formar parte de colecciones numismáticas y ser 
verdaderas ( ni una más ni una menos) aunque hemos de tener en cuenta la hipótesis de que hubieran 
podido hacer fraude con los tres kilos nunca encontrados
Como el lector recordará, se había acordado ingresar los beneficios en la 
suscripción Pro-Ejército, pero el destino final será bien distinto, en vez de dedicarse al 
Ejército, para coadyuvar a la « Cruzada española de liberación» (sic)y» defender 
la patria», como la guerra había terminado, a propuesta del alcalde y aceptada 
unánimemente por todos, se acordó dedicar los beneficios a una entidad, donde sus 
miembros activos iban al frente uniformados, pero para defender unos colores locales 
deportivos: todo fue al MARCHENA BALOMPIÉ,
Curiosidades y caprichos de Clío, por cierto los 107 Kilos sobrantes que el 
perito municipal certificará, informando que son de latón, lisos por ambas caras y 
diámetro de 4,5 cms., se acordó venderlos y dedicar el importe de la venta a «obras 
de carácter benéfico».
La materia prima sobrante de los reales se vendió en concursillo a un precio de 
15 pesetas Kilo, se estipulo un mínimo de trece pesetas, para los 104 kilos (tres se 
perdieron sin dejar rastro) El comprador fue un herrero local: Sánchez Hidalgo.
Nuestros antepasados más próximos actuarían de igual forma que nuestros 
antepasados más remotos, los reales marcheneros, al igual que los primeros shekeles, 
se reciclarían .Su nuevo uso sería muy diverso y esos discos metálicos que tenían en 
un principio un fin militar y lesivo se utilizarían como remaches, como fichas de 
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Del shekel al cheque. Un recorrido a la imagen de Marchena desde una ...
intercambio de auxilio social (por valor de un puchero), para soldar y reparar piezas 
de latón, tan usuales en la época, o incluso con fines terapéuticos, como era el caso 
de prevenir chinchones. Este fue el final de los reales marcheneros, funcionales y 
utilizados antes de su nacimiento, durante su vida e incluso tras su muerte. En este 
caso la imaginación popular, pudo más que la imagen.
¡Continuad utilizándola! Si una imagen vale más que mil palabras, la imaginación vale 
más que mil imágenes.
Real Marchenero (1939-44)Real Marchenero, utilizado 
como vale por «un puchero» 
por Auxilio Social.
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Javier Gavira Gil
FUENTES:
Bibliográficas:
-Barrera Coronado, Luis: 1936-1939. La moneda de necesidad en la provincia de 
Sevilla. Ed: Artis Traditio. S.A., Madrid 1989.
-Gavira Gil, Javier: La moneda marchenera Contemporánea. Gaceta Numismática. 
n° 153. Madrid. 2004
-Gil Farrés, Octavio: Historia de la moneda española. Madrid. 1976.
-Madoz, Pascual: Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico. Tomo XI. 
Madrid. 1850
-Ortiz Barrera: La moneda antigua. Algunas sugerencias para identificar falsificaciones. 
Osuna (Sevilla). 1995
-Villaronga, Leandre: Numismática de Hispania.( Iniciación a su estudio) Barcelona. 
1979
-VVAA. Montemolín. Una página de la historia de Marchena. Ed: Ayuntamiento de 
Marchena. Marchena.( Sevilla) 2003.
Archivísticas:
ARCHIVO MUNICIPAL DE MARCHENA:
Expedientes Municipales (913-914)
Registro de Correspondencia (años 1936-44)
Internet:
www. todocoleccion. net 
www.numisane.org
248
http://www.numisane.org

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