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Ecosistema: Relações e Impactos

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¿Qué es un ecosistema? 
Un ecosistema, en biología, se denomina al engranaje complejo de relaciones que 
hay entre las distintas comunidades de organismos vivos (referidas como 
biocenosis) y el medio ambiente físico en el que viven (llamado hábitat o biotopo). 
En este concepto tienen cabida las relaciones de mutua dependencia entre las 
especies de seres vivos, al igual que el flujo de energía y de materia que ocurre en 
el medio ambiente; procesos que para su estudio son comprendidos como un todo 
estructurado y organizado. 
 
Sin embargo, no se debe confundir el concepto de ecosistema con el de bioma. 
Este último se refiere las distintas áreas o regiones geográficas del planeta Tierra, 
clasificadas según su clima, topografía y también su presencia de vida, a 
diferencia de los ecosistemas, los biomas se consideran unidades geográficas 
homogéneas. Así, un mismo bioma puede contener diversos ecosistemas 
distintos. 
 
Dentro de cada ecosistema tienen lugar las cadenas tróficas o alimenticias, 
también entendidas como ciclos de transmisión de la materia, pues consisten en 
un circuito de alimentación que incluye a productores (vegetales, plantas, 
fitoplancton, etc.) que se nutren del medio ambiente físico, consumidores que se 
alimentan de ellos o de otros consumidores (tanto los herbívoros, como los 
depredadores primarios y secundarios) y por último los descomponedores 
(hongos, bacterias, etc.) que reciclan la materia orgánica residual. 
 
Actualmente muchos ecosistemas se hallan en estado de jaque debido a la 
actividad industrial humana. La contaminación, sobreexplotación, deforestación y 
los efectos del cambio climático implican a menudo extinciones, sobrepoblaciones, 
mutaciones y desplazamientos de la vida de todo tipo, atentando contra la 
biodiversidad y contra el equilibrio natural. 
 
 
 
 
 
 
 
2.2 flujo de energía 
El flujo de energía se refiere a cantidad de energía en forma de alimentos que llega a la comunidad 
por medio de diversos niveles tróficos y la cantidad que sale de ella. Se refiere tanto a la cadena 
alimentaria del pastoreo como a la de los detritos. La entrada en el ecosistema de una cantidad de 
energía mayor que el nivel desarrollado en la naturaleza ocasiona la contaminación y la 
interrupción de los ciclos de los nutrientes. El flujo de energía (en el que intervienen agentes 
biológicos y no biológicos) impulsa los ciclos del carbono, del oxígeno, del nitrógeno y del fósforo. 
Los nutrientes circulan por el sistema impulsados por la acción de la fotosíntesis y vuelven a 
reciclarse gracias a la acción de los descomponedores. Se eliminan o añaden nutrientes 
constantemente; la aportación de más sustancias naturales o materiales sintéticos que los que el 
ecosistema puede procesar altera los ciclos biogeoquímicos. 
 
2.3 biosfera 
La biósfera es la capa del planeta Tierra en donde se desarrolla la vida. La capa 
incluye alturas utilizadas por algunas aves en sus vuelos, de hasta diez kilómetros 
sobre el nivel del mar y las profundidades marinas como la fosa de Puerto Rico de 
más de 8 kilómetros de profundidad. Sin embargo, estos son los extremos, en 
general, la capa de la Tierra con vida es delgada, ya que las capas superiores de la 
atmósfera tienen poco oxígeno y la temperatura es muy baja, mientras que las 
profundidades de los océanos mayores a 1,000 m son oscuras y frías. De hecho, se 
ha dicho que la biósfera es como la cáscara de una manzana en relación a su 
tamaño. 
El desarrollo del término se atribuye al geólogo inglés Eduard Suess (1831-1914) y 
al físico ruso Vladimir I. Vernadsky (1863-1945). La biósfera es una de las cuatro 
capas que rodean la Tierra junto con la litósfera (rocas), hidrósfera (agua), y 
atmósfera (aire) y es la suma de todos los ecosistemas. 
La biósfera es única. Hasta el momento no se ha encontrado existencia de vida en 
ninguna otra parte del universo. La vida en el planeta Tierra depende del Sol. La 
energía proveniente del Sol en forma de luz es capturada por las plantas, algunas 
bacterias y protistas, mediante el maravilloso fenómeno de la fotosíntesis. La 
energía capturada transforma al bióxido de carbono en compuestos orgánicos, 
como los azúcares y se produce oxígeno. La inmensa mayoría de las especies de 
animales, hongos, plantas parásitas y muchas bacterias dependemos directa o 
indirectamente de la fotosíntesis. 
 
2.3.1 hidrosfera 
La hidrosfera es la capa de agua que rodea la Tierra. El agua circula continuamente de unos 
lugares a otros, cambiando su estado físico, en una sucesión cíclica de procesos que 
constituyen el denominado ciclo hidrológico, el cual es la causa fundamental de la 
constante transformación de la superficie terrestre. La energía necesaria para que se puedan 
realizar esos cambios de estado del agua y el ciclo hidrológico procede del Sol. En resumen 
es una cubierta dinámica, con continuos movimientos y cambios de estado, que regula el 
clima, participa en el modelado del relieve y hace posible la vida sobre la Tierra. La 
hidrosfera es también responsable de riesgos geológicos externos como inundaciones, 
muchos deslizamientos del terreno, algunas subsidencias del terreno… La hidrosfera se 
formó por la condensación y solidificación del vapor de agua conteniendo en la atmósfera 
primitiva. El agua cubre casi las tres cuartas partes de la superficie de la Tierra. La mayoría 
(97%) es agua salada que forma mares y océanos y, una pequeña parte (3%), se encuentra 
en la atmósfera y sobre los continentes, generalmente en forma de agua dulce. Esta última 
parte se encuentra de mayor a menor cantidad de agua: hielo> agua subterránea> lagos, 
embalses, pantanos, ríos > atmósfera > biosfera (seres vivos). Entre las características de la 
hidrosfera destacamos su composición mineral, salinidad, contenido en oxígeno, variación 
de la temperatura con la profundidad y densidad: 
2.3.2 litosfera 
La litósfera o litosfera es la capa más sólida y superficial del planeta Tierra, o sea, la 
más rígida y externa de todas. Comunica la superficie en la cual vivimos los seres 
humanos con la astenosfera, la siguiente capa en profundidad. Suele considerarse 
como la unión de la corteza terrestre con la capa superior del manto. 
El nombre de la litósfera proviene de las palabras griegas lithos (“piedra”) y sphaíra 
(“esfera”). Esta capa varía en el promedio de su espesor. No es simple determinar 
con exactitud dónde empieza y dónde termina, y por eso podemos hablar de dos 
tipos de litósfera, que son: 
Litósfera continental, conformada por la corteza continental (es decir, los 
continentes) y la región más externa del manto terrestre, en su mayoría está 
compuesta por piedras de tipo granítico, y alcanza alrededor de los 120 km de 
espesor. 
Litósfera oceánica, que es la porción de la corteza terrestre que conforma los 
fondos oceánicos, es mucho más delgada que la continental (apenas 65 km de 
espesor) y está conformada en su mayoría por rocas basálticas. 
 
Por otro lado, la litósfera se encuentra fragmentada en distintos bloques conocidos 
como placas tectónicas o placas litosféricas, sobre las cuales se halla la corteza 
terrestre. Dichas placas pueden desplazarse a razón de unos pocos centímetros al 
año. 
 
Su movimiento se debe a que se encuentran sobre los materiales más viscosos que 
conforman el manto terrestre. Se ocasionan fricciones las unas a las otras, que 
conocemos como sismos. A este mismo fenómeno le debemos la orogénesis 
(formación de montañas y accidentes geográficos) y el magmatismo o vulcanismo. 
 
2.3.3 atmosfera 
Llamamos atmósfera a la bola más o menos homogénea de gases concentrada 
alrededor de un planeta o astro celeste y mantenida en su lugar por acción de la 
gravedad. En algunos planetas, compuestos mayormente por gas, esta capa puede 
ser particularmente densa y profunda. 
La atmósfera terrestre alcanza unos 10.000 km de distancia de la superficiedel 
planeta, y alberga en distintas capas los gases necesarios para preservar la 
temperatura planetaria estable y permitir el desarrollo de la vida. Las corrientes de 
aire presentes en ella se encuentran estrechamente relacionadas con la hidrósfera 
(el conjunto de agua planetaria), y se afectan de manera recíproca. 
Nuestra atmósfera puede dividirse en dos grandes regiones: homósfera (los 100 
km inferiores) y heterósfera (desde los 80 km hasta el borde exterior), de acuerdo a 
la variedad de gases que integran cada una, mucho más variados y homogéneos 
en la primera, y estratificados y diferenciados en la segunda. 
El origen y la evolución de la atmósfera datan desde los inicios mismos del planeta, 
en los que una gruesa capa de gases primigenios permaneció alrededor del 
planeta, constituida más que nada por hidrógeno y helio provenientes del sistema 
solar. 
 
 
 
 
2.3.4 ciclo biogeoquímicos (C H O N P) 
El término Ciclo Biogeoquímico deriva del movimiento cíclico de los elementos que 
forman los organismos biológicos y el ambiente geológico en donde interviene un 
cambio químico. 
Pero mientras que el flujo de energía en el ecosistema es abierto, puesto que al 
ser utilizada en el seno de los niveles tróficos para el mantenimiento de las 
funciones vitales de los seres vivos se degrada y disipa en forma de calor, no 
sigue un ciclo y fluye en una sola dirección. El flujo de materia es cerrado ya que 
los nutrientes se reciclan. La energía solar que permanentemente incide sobre la 
corteza terrestre, permite mantener el ciclo de dichos nutrientes y el 
mantenimiento del ecosistema. 
 
Por tanto estos ciclos biogeoquímicos son activados directa o indirectamente por 
la energía que proviene del sol. 
 
Se refiere en resumen al estudio del intercambio de sustancias químicas entre 
formas bióticas y abióticas. La materia circula desde los seres vivos hacia el 
ambiente abiótico, y viceversa. Esa circulación constituye los ciclos 
biogeoquímicos, que son los movimientos de agua, de carbono, oxígeno, 
nitrógeno, fósforo, azufre y otros elementos que en forma permanente se conectan 
con los componentes bióticos y abióticos de la Tierra. Las sustancias utilizadas por 
los seres vivos no se "pierden" aunque pueden llegar a sitios donde resultan 
inaccesibles para los organismos por un largo período. Sin embargo, casi siempre 
la materia se reutiliza y a menudo circula varias veces, tanto dentro de los 
ecosistemas como fuera de ellos. Nuestro planeta actúa como un sistema cerrado 
donde la cantidad de materia existente permanece constante, pero sufre 
permanentes cambios en su estado químico dando lugar a la producción de 
compuestos simples y complejos. Es por ello que los ciclos de los elementos 
químicos gobiernan la vida sobre la Tierra, partiendo desde un estado elemental 
para formar componentes inorgánicos, luego orgánicos y regresar a su estado 
elemental. 
 
En las cadenas alimentarias, los productores utilizan la materia inorgánica y la 
convierten en orgánica, que será la fuente alimenticia para todos los 
consumidores. La importancia de los descomponedores radica en la conversión 
que hacen de la materia orgánica en inorgánica, actuando sobre los restos 
depositados en la tierra y las aguas. Esos compuestos inorgánicos quedan a 
disposición de los distintos productores que inician nuevamente el ciclo. Los ciclos 
biogeoquímicos más importantes corresponden al agua, oxígeno, carbono y 
nitrógeno. Gracias a estos ciclos es posible que los elementos principales 
(carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre) estén disponibles para 
ser usados una y otra vez por otros organismos. 
 
 
TIPOS DE CICLOS BIOGEOQUÍMICOS 
 
 Los ciclos biogeoquímicos pueden ser gaseosos, sedimentarios y mixtos. 
 
CICLOS GASEOSOS Los elementos casi siempre se distribuyen tanto en la 
atmósfera como en el agua y de ahí a los organismos, y así sucesivamente. Los 
elementos que cumplen ciclos gaseosos son el carbono, el oxígeno y el nitrógeno. 
La transformación de elementos de un estado a otro es relativamente rápida. 
 
CICLOS SEDIMENTARIOS Son aquellos donde los elementos permanecen 
formando parte de la tierra, ya sea en las rocas o en el fondo marino, y de ahí a 
los organismos. En estos, la transformación y recuperación de estos elementos es 
mucho más lenta. Ejemplos de ciclos sedimentarios son el del fósforo y el del 
azufre. 
 
CICLOS MIXTOS El ciclo del agua es una combinación de los ciclos gaseoso y 
sedimentario, ya que esa sustancia permanece tanto en la atmósfera como en la 
corteza terrestre. Los ciclos biogeoquímicos más importantes corresponden al 
agua, oxígeno, carbono y nitrógeno. 
 
2.3.5 BIODIVERSIDAD 
La biodiversidad refiere a la pluralidad de seres vivos, más precisamente 
microorganismos, plantas y animales, que interactúan entre sí. Se estima que la 
variedad de especies que habitan el planeta Tierra supera los treinta millones. 
Esta enorme cantidad de especies son el producto de la evolución, donde los 
seres vivos se relacionan de manera armoniosa con el medio en el que se 
encuentra presente. 
 
La biodiversidad adquiere una gran importancia ya que la dependencia de los 
seres vivos entre sí es elemental para su subsistencia. La vinculación de los seres 
vivos no solo es con su hábitat, sino que también hacia otros individuos de la 
misma u otras especies. En caso de la desaparición de una especie en particular 
pone en riesgo la existencia de muchas otras, incluyendo la nuestra. 
 
2.4 ESTRATEGIAS DE SUSTENTIBILIDAD PARA EL MANEJO DE RECURSOS 
NATURALES

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