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1 . MUSEO DEL TRAJE 30 junio 2023 - 24 septiembre 2023 Lydia García López Introducción 1. Caminando hacia un prêt-à-porter masculino dentro de la moda nacional 1.1. El surgimiento del Salón Nacional de la Confección 2. Confecciones Regojo y La Camisa Dalí 2.1. Confecciones Regojo, la visionaria saga textil 2.2. Pedro Regojo, Salvador Dalí y el nacimiento de La Camisa Dalí 3. El “Stand Dalí” Catálogo de piezas 3 7 11 19 19 23 31 38 3 Cuando a principios de 1962, Pedro Regojo toma la decisión de expandir el negocio textil familiar abriendo una delegación en Barcelona, muchos pensaron que se trataba de una simple temeridad empresarial. Las camisas Regojo se vendían bastante bien, pero la capital catalana era una “plaza dura” al ser la cuna y el epicentro de la industria textil española. La competencia, sin embargo, no era su principal inquietud. La irrupción de los grandes almacenes en la escena comercial de la época y el aumento del nivel de vida de los españoles ya lo habían convencido de la necesidad de llevar a Confecciones Regojo a otro nivel. Abrir un Departamento de Relaciones Institucionales en la ciudad condal fue solo el primer paso; el siguiente iba a convertirse en un hito dentro de la historia del textil y la publicidad españolas. Convencer al gran Salvador Dalí para que cediera su imagen como reclamo comercial lo cambió todo. El presente proyecto expositivo parte de esta cooperación –de la que nacería la Camisa Dalí–; del impacto que produjo desde su presentación, gracias al “Stand Dalí”, dentro del III Salón Nacional de la Confección, celebrado del 4 al 10 de marzo de 1963, en la ciudad de Barcelona; de la novedosa idea de vincular la f igura y la f irma de Dalí a una prenda y a un tejido, tanto por llevar su mismo nombre, como por ser la imagen/reclamo publicitaria, así como del éxito de la Camisa Dalí y su evolución estética en los siguientes años siguiendo las coordenadas de la evolución de la moda masculina. Para lograr todos estos retos, de forma audaz y pionera, dentro de la industria de la moda española de entonces, se buscó la fuerza de un personaje que con su mera presencia irradiara modernidad, creatividad, fama y estilo. Nadie mejor que Salvador Dalí para bautizar la camisa que consolidaría la empresa Confecciones Regojo, la colocaría como tercer grupo textil a nivel nacional y cuya producción subiría exponencialmente hasta romper la barrera del millón de camisas vendidas en un año en la década de 1970. Por otra parte, el propio artista 4 Anuncio publicitario ¡¡No!! Esta camisa ¡no se plancha! Revista El Ruedo, nº 994, 11 de julio 1963. Colección López-Trabado, Madrid. Derechos de imagen de Salvador Dalí reservados. Fundació Gala-Salvador Dalí, Figueres, 2023 5 iniciaba un tipo de relación con la publicidad que hasta ese momento no había tenido, pero que se fortalecería con los años gracias a su participación en anuncios de productos de toda índole. Para explicar con claridad La Camisa Dalí hemos reunido un abanico representativo de diferentes modelos de la camisa, desde su lanzamiento of icial en 1963 hasta mediados los años setenta. De esta forma podremos visualizar la modernización de la silueta y la estética masculinas dentro del fenómeno del prêt- à-porter como parte de esa nueva ola dominada por los gustos de la juventud. Por otro lado, el soporte documental del proyecto nos permitirá poner en valor los aspectos fundamentales de la colaboración creativa y comercial entre Pedro Regojo, director de Confecciones Regojo, y Salvador Dalí. Siguiendo este hilo podremos contextualizar e ilustrar las claves de esta peculiar unión a través de la presentación de folletos publicitarios de la Camisa Dalí y del Tejido Dalí, así como revistas y periódicos de la época. De igual forma, se exponen una serie de objetos de merchandising que formaron parte de la vanguardista campaña publicitaria que acompañó el lanzamiento de la Camisa Dalí y los posteriores años de vida comercial de esta camisa. Dentro de la España f ranquista de entonces, comenzaba a latir un país desarrollista, ávido de nuevos aires por parte de la juventud, aunque los cambios se produjeran a un ritmo más lento y desigual respecto al resto de Europa; es innegable que un nuevo marco económico se abría y con él se iniciaba un cambio desde el punto de vista de la moda. La masculina, sobre todo, se dejaría influir por la incorporación de las nuevas generaciones a las empresas y of icinas, añadiendo modernidad y f rescura al vestidor, desarrollando un nuevo tipo de sof isticación, más práctica y más cercana a la moda internacional de la época. Lydia García Comisaria de la exposición 6 Programa IV Certamen de la Moda Masculina, Consejo español de sastres, Barcelona, 1963. Colección López- Trabado, Madrid. 7 «El civismo de un pueblo está en consonancia con la forma de expresarse y su manera de vestir. Saber cómo visten las personas es empezar a entender cómo viven». Segismundo de Anta1 Durante el inicio de la década de 1960 en España, respecto a la moda, comienza a percibirse un creciente interés entre los jóvenes en la búsqueda de nuevas formas y propuestas estéticas, un tipo de demanda que los acerca a los diseños que propone la moda confeccionada: líneas novedosas, tejidos y estampados más acordes con aire de los tiempos. El gusto de las nuevas generaciones comenzaba, aunque tímidamente, a alinearse con la vestimenta y el estilo de vida de la juventud europea o americana, f rente a las prerrogativas de la elegancia, la técnica y la distinción, características de la modistería o sastrería –sistema de creación y producción imperante en la sociedad española de entonces–, y dentro de una sociedad f ranquista supeditada a la moral y a la tradición. En el caso de la moda masculina, a priori puede parecer que este avance fuese más lento o menos importante que el que se estaba produciendo en la moda femenina, ya que por sus propias características formales – práctica, conservadora y útil– se alejaba del juego y de la experimentación creativa tan habitual en la moda diseñada para mujeres. Pero no fue así. A lo largo de estos años, bien fuese a través de los certámenes de moda masculina, organizados por el Consejo Español de Sastres, por 1 Extracto del texto de Segismundo de Anta incluido dentro de los textos de presentación del I Salón Nacional de la Confección, Avance de la Moda Masculina (Barcelona, 10-15 de abril, 1961) 8 Programa IV Certamen de la Moda Masculina, Consejo español de sastres, Barcelona, 1963. Colección López-Trabado, Madrid. 9 las publicaciones del Instituto Nacional del Vestir o por las revistas de moda, se le dio especial importancia a la introducción de pequeñas novedades que cambiarían las coordenadas de la moda masculina en nuestro país. El uso de nuevos cuellos, solapas y colores marcaron el paso hacia un carácter renovador en la sastrería, y se comenzó a def inir una silueta masculina más estrecha y moderna, conectada con las mismas inquietudes de la moda masculina internacional. «… La sobriedad es un sello característico del hombre de España. Cosa que nos parece siempre aconsejable, pues no hemos de olvidar nuestra mentalidad y manera de ser. Pero consideramos que ello no es obstáculo en forma alguna, para que estudiemos y asimilemos, las naturales exigencias de un proceso evolutivo en la indumentaria masculina, a tenor de los síntomas de actualidad en el clima internacional». Instituto Nacional del Vestir, noviembre de 1963. A lo largo de esta década y en la siguiente, el prêt-à-porter y la confección masculina fueron ganando peso e importancia tanto en la proliferación de nuevos establecimientos, como en reportajes o artículos donde, f rente al tradicional y consolidado monopolio e interés por la moda femenina, empezaron a tener cabida nuevas editoriales de moda dedicada alos hombres. Sumado a todos estos factores, otro de los impactos que aportó la moda de las f irmas de confección en esta revolución de estilo fue la gestión del tiempo. Frente a los plazos que demandaban las prendas creadas por las casas de costura, de modistería o por las sastrerías, la moda confeccionada permitía que, desde que se entraba en el establecimiento, ya fueran pequeños comercios o grandes almacenes, se pudiera mirar, elegir, probar y comprar todo en el mismo día. La introducción de un nuevo estilo estético se unía a un nuevo modelo de compra. 10 Cubierta de la revista Señor. La revista del hombre. Barcelona, verano 1961. Colección López-Trabado, Madrid Cubierta de la revista DON, la moda masculina española. Barcelona, nº1, primavera - verano, 1963. Colección López-Trabado, Madrid 11 Finalmente, y en paralelo a esta pujante industria textil, se van a dar importantes pasos hacia una mayor difusión de la moda masculina con la aparición de nuevas publicaciones de moda dirigidas a ese cliente f inal. Ejemplo de ello es la revista Señor, codirigida por Segismundo de Anta2 y Juan Gyenes. Con el subtítulo La revista del hombre, Señor se publicaba con periodicidad trimestral desde el año 1955, y con un sello y unos reportajes más cercanos a la moda y a las tendencias. Otro ejemplo fue la revista Don, surgida en 1963, una publicación que combinaba editoriales de moda masculina con reportajes culturales y que introdujo la impresión en color de todo el ejemplar, para, con esta propuesta de imagen y contenidos, conseguir «gravitar en la órbita de la moda masculina mundial».3 Y, por último, no podemos olvidar Telva, que sale a la luz en noviembre de 1963. A pesar de tener un enfoque netamente femenino, es una revista que se va a convertir en la gran cabecera de moda y estilo de vida, referencia incontestable de la moda española, y que también empieza a incluir noticias y reportajes sobre los cambios en la moda masculina y el interés de ellos en su forma de vestir. Este ambiente de inicios de la década de 1970 propició que, en la primavera de 1961, del 10 al 15 de abril, el Servicio Comercial de las Industrias de la Confección, encuadrado dentro del Sindicato Nacional Textil, llevara a cabo en Barcelona el I Salón Nacional de la Confección. 2 Segismundo de Anta a su vez era director y editor de la revista Alta Costura desde 1943. 3 Frase recogida en el editorial del primer número, primavera-verano 1963. 12 Esta primera feria comercial se centró exclusivamente en la moda masculina, tanto para adultos como para niños: prendas de sport, prendas exteriores de punto, prendas para la lluvia, prendas para el trabajo, fabricantes camiseros, fabricantes pantaloneros o los confeccionistas de líneas de etiqueta para el vestir. A lo largo de esos cinco días y en varios puntos de la ciudad tuvieron lugar convenciones, coloquios y varios desf iles de prestigio. La pasarela se encargó de presentar de forma of icial las nuevas colecciones de las f irmas y empresas que concurrían a este primer salón, con la venta a profesionales y mayoristas, mediadores indispensables para llegar al público f inal que era el hombre de la calle. Catálogo Avance de la moda masculina. I Salón Nacional de la Confección. Barcelona, Servicio comercial de las industrias de la confección. Sindicato Nacional Textil, 1961. Colección López- Trabado, Madrid 13 El éxito de este I Salón Nacional de la Confección se debió, entre otras circunstancias, a que supo conjugar los logros de una pujante industria textil con saber escuchar y recoger tanto las nuevas propuestas de las empresas confeccionistas, como el gusto y los modos de vida de ese cliente moderno que empezaba a despuntar. «… dar a España la oportunidad, tan indispensable hoy, de poder adquirir las prendas de vestir, perfectamente ejecutadas, con dignidad y gusto, dentro de las tendencias de cada momento, y todo ello logrado en las condiciones y el tiempo que el usuario lo necesite».4 Los resultados obtenidos en esta primera edición convencieron a los organizadores de la necesidad de buscar para el siguiente año, 1962, un espacio más grande y def initivo, un lugar que incluyera la moda femenina, que reuniese en un solo espacio a expositores y diseñadores y que permitiese la realización de desf iles. El recinto ferial de la Feria de Muestras de Barcelona fue el lugar elegido. La apertura del III Salón Nacional de la Confección, celebrado del 4 al 10 de marzo de 1963, viene a conf irmar el éxito rotundo de los organizadores. En solo dos años, el evento pasó de ciento doce empresas expositoras a doscientos ochenta y siete, e incrementó la superf icie expositiva hasta los veinticinco mil metros cuadrados. Por los diferentes estands circularon mayormente compradores nacionales, aunque de manera tímida empezó a hacerse sentir la llegada de los internacionales. Este tipo de cliente foráneo iba a ir en aumento en las siguientes ediciones. Será en este III Salón, en el estand 287, donde se presentarán Confecciones Regojo y la Camisa Dalí. Su ubicación, absolutamente estratégica, en 4 José Calasanz Martí, presidente del Servicio Comercial de las Industrias de la Confección. Palabras extraídas dentro del texto de Presentación del catálogo del I Salón Nacional de la Confección. 14 la esquina f rente a la sala de actos donde tenían lugar los desf iles de prestigio, era uno de los lugares que concentraba más paso de clientes profesionales, público visitante y medios de comunicación, lo que ayudaba al éxito de su lanzamiento of icial. Se iniciaba así un camino marcado por un éxito nunca antes conocido dentro de la confección española y el protagonismo de una colaboración publicitaria sin precedentes en la historia de la industria textil nacional. Catálogo Instituto Nacional del Vestir, noviembre 1963. Colección López-Trabado, Madrid 15 Plano encartado dentro del Catálogo del III Salón Nacional de la Confeccion, 1963. Colección López-Trabado, Madrid. Se observa la ubicación del stand Dalí junto a la pasarela 16 Catálogo III Salón Nacional de la Confección. Avance de la Moda. Barcelona, Servicio comercial de las industrias de la confección, 1963. Colección López-Trabado, Madrid 17 Programa de los desfi les comerciales en el III Salón Nacional de la Confección, Barcelona, 1963. Colección López-Trabado, Madrid Invitación/Pase de acceso al III Salón Nacional de la Confección (anverso y reverso), Barcelona, 1963. Colección López-Trabado, Madrid 18 Caja para la Camisa Dalí, Confecciones Regojo, Redondela, hacia 1963-75. Colección López-Trabado, Madrid 19 Hablar de Confecciones Regojo es hablar de la empresa de confección textil gallega más importante antes de la llegada de Inditex. Si bien es cierto que desde los años treinta se establece de forma def initiva en Redondela –pueblo vecino de Vigo, localidad portuaria e industrial y la ciudad más poblada de Galicia–, la cuna de esta proeza empresarial hemos de buscarla en los albores de 1911, en Fermoselle, un pequeño pueblo de Zamora, provincia colindante con Galicia y Portugal. Este dato no es baladí, ya que el primer miembro que guiará el éxito de la saga familiar, José Regojo Rodríguez, comenzará dedicándose a la venta ambulante de tejidos, bordados y encajes por toda esta geograf ía hasta su asentamiento f inal. La capacidad de trabajo, unida a una gran visión comercial, será una de las características que compartirán las sucesivas generaciones de la familia Regojo y que posibilitarán que la empresa pueda crecer y expandirse gracias a la confección primero de camisas y uniformes militares, durante la Guerra Civil y, posteriormente, de todas aquellas prendas que la sociedad empieza a demandar en los años cuarenta y cincuenta: sábanas, blusas, confección infantil, tejidos a otras empresas del sector. Todo esto sin abandonar nunca su producto estrella, lacamisa de caballero. Año tras año, la empresa crecerá sin conocer límites, empujados por la propia demanda de la sociedad de entonces, muy falta de una oferta variada de prendas textiles a precios razonables. «Durante la década de los años 50 y 60 las camisas Regojo se convirtieron en una prenda muy popular entre la clase trabajadora por su económico precio, 20 Tratado Polyhedra, Hugo Adriano Graziotti, 1962. Derechos de imagen de Salvador Dalí reservados. Fundació Gala- Salvador Dalí, Figueres, 2023 21 especialmente los modelos Gales y Wilson que se realizaban en la fábrica de Redondela y en media docena de talleres textiles de la comarca».1 Parte de la fórmula del éxito es que todos los procesos de producción tenían lugar en la fábrica, con excepción de las hilaturas, que se hacían en otra empresa perteneciente al grupo Regojo con sede en Zamora. Con ello se cerraba el círculo del proceso de creación y de la fabricación de las colecciones dentro del emporio textil familiar. «Confecciones Regojo acaba siendo el eje de la económico de la comarca, pues no solo daba sustento a miles de trabajadores, hombres y mujeres, sino que además animaba al resto de industrias y actividades comerciales, desde la plaza de abastos hasta las numerosas sucursales bancarias que surgieron en la localidad».2 Sirva de ejemplo para ilustrar esta proeza textil que en el máximo apogeo de éxito y ventas que conoció el Grupo Regojo, los años que van desde el f inal de la década de 1960 a principios de la de 1970 «La empresa tenía más de 1.000 empleados, se fabricaban más de 5.000 camisas diarias, 30.000 metros de tela para otras empresas del ramo, como Confecciones Goa3 o Ezpeleta y se exportaban 30.000 camisas mensuales a Alemania, un mercado muy exigente».4 Pero, ¿cuál fue el acelerador que posibilitaría que esta empresa de confección textil pasara, prácticamente en tres generaciones, de la venta ambulante de tejidos entre Portugal y Galicia a convertirse en el grupo textil camisero líder en el sector? Una nueva camisa masculina. La Camisa Dalí. 1 Documental O imperio textil, de Fernando Collazo Carreira (2008). 2 Íbidem. 3 Confecciones Goa fue la primera empresa de confección de Amancio Ortega y germen futuro de Zara, nota de la autora. 4 Declaraciones de Pedro Regojo recogidas en el documental O imperio textil. 22 Anuncio publicitario del Tejido Dalí, en el catálogo V Salón Nacional de la Confección, Servicio comercial de las industrias de la confección, Barcelona, 1965. Colección López- Trabado, Madrid 23 Dentro de la coyuntura internacional, a comienzo de la década de 1960, se produce el boom de la introducción generalizada de las f ibras de poliéster, especialmente para tejidos destinados a la moda para la confección. El poliéster, descubierto en 1941, en un momento en que escaseaban materias primas como el algodón debido a la II Guerra Mundial, se presentó entonces como una buena solución para la fabricación de prendas para la población y especialmente para las tropas militares. Este hecho allanó el camino dentro de la industria química textil, que continuó experimentando posibles nuevas propiedades y usos, y propició en los años sesenta la proliferación de los tejidos sintéticos. Estos podían ser 100% poliéster o contener además otras f ibras textiles en diferentes proporciones, como en este caso, algodón. Las nuevas patentes aportaban, entre otras propiedades, ligereza, mayor resistencia a rozaduras y manchas y, sobre todo, ayudaba a evitar la formación de arrugas. Si lo valoramos con los estándares de la época, el poliéster era un tejido innovador que facilitaba el cuidado de la prenda ya que se secaba rápido y apenas se tenía que planchar; perfecto para el ama de casa y perfecto para todos aquellos jóvenes que se incorporaban a la vida laboral. Resumiendo: perfecto para esa clase media que comenzaba a crecer en la España de los sesenta. Confecciones Regojo supo ver en ese nuevo segmento de mercado sus próximos clientes a conquistar y para ello se lanzaron a conseguir la exclusiva de una de estas patentes que les permitiera incorporar a su 24 Anuncio publicitario Camisa Dalí crea la moda 1966, en Selecciones Reader´s Digest, Madrid, 1965. Colección López- Trabado, Madrid 25 diversif icada oferta textil, un nuevo modelo de camisa, acorde a estos nuevos tiempos. El otro elemento para lograr este éxito sin parangón fue una innovadora y ambiciosa campaña de marketing y publicidad: asociar esta camisa a una de las personalidades públicas más conocidas del mundo, Salvador Dalí. En 1962, Pedro Regojo Otero, en ese momento joven gerente de la empresa aún liderada por su padre, recién salido de la universidad, con ganas de trabajar y dotado de esa agudeza comercial familiar, le comentó al periodista de La Vanguardia, y amigo personal, José Antonio Irurozqui, la necesidad que tenía de buscar un personaje célebre para poder llegar al máximo número de clientes potenciales, pensando no solo en el mercado nacional, sino también en el éxito de futuras exportaciones. Irurozqui le propone a Salvador Dalí, al que conoce personalmente. Se of rece a mediar entre ambos y conseguir una cita con el artista para que Pedro Regojo le pueda presentar el proyecto. El encuentro se produce poco después en casa del artista en Portlligat. Esa primera impresión resulta muy positiva, ya que ambos se caen muy bien y lo que nace como un acuerdo comercial derivará en una amistad que va a mantenerse a lo largo de los años. El camino de esta relación empresarial quedaba trazado, como detalló Irurozqui en La Vanguardia el 6 de septiembre de 1962. Mediante el contrato, Dalí autorizaba el uso de su apellido –y, en palabras de Rita Regojo, “su logotipo”, la imagen de su icónica f irma– tanto para bautizar el nuevo tejido con el que se confeccionaba la camisa, como la propia camisa; ambos se denominarán a partir de ese momento respectivamente Tejido Dalí y Camisa Dalí. Además, el propio Dalí iba a aparecer en esta innovadora campaña publicitaria, con lo que reforzaba el mensaje que se buscaba difundir, el de una camisa con un tejido novedoso y un estilo moderno. 26 Artículo «Ha nacido el Tejido Dalí», en La Vanguardia, 6 de septiembre, 1962. Colección López-Trabado, Madrid. Derechos de imagen de Salvador Dalí reservados. Fundació Gala-Salvador Dalí, Figueres, 2023 Anuncio publicitario Para ud. también una camisa de tejido Dalí, en La Vanguardia, 28 de febrero 1963. Colección López- Trabado, Madrid. Derechos de imagen de Salvador Dalí reservados. Fundació Gala- Salvador Dalí, Figueres, 2023 27 «El Tejido Dalí se presentó el 25 de octubre de 1962 en El Corte Inglés de Plaza Cataluña, en Barcelona, al cabo de pocos días de haberse inaugurado estos almacenes en la capital catalana. Según Pedro Regojo los directivos de El Corte Inglés le habían pedido, que con motivo de la inauguración sondeara a Dalí sobre la posibilidad de montar un show en el transcurso del cual el artista rompiera un escaparate – como ya había hecho en 1939 en los almacenes Bonwit Teller de Nueva York. Dalí accedió a cambio de cinco millones de pesetas. Evidentemente, los directivos lo descartaron».5 El éxito a partir de entonces desbordó las previsiones más optimistas y catapultó Confecciones Regojo a la cima de la industria textil. En los siguientes años y hasta mediados de la primera década de los setenta, fue la camisa más vendida y deseada por varias generaciones: «Si ahora todo el mundo quiere un Ipad, hubo un tiempo en que todo el mundo quería una Camisa Dalí, porque era ir a la última, ser el más moderno del pueblo».6 La evolución de la Camisa Dalí desde la clásica camisa blanca, que era el producto estrella de la marca, hasta diseños más atrevidos acordes a los nuevos criterios estéticos de la juventud, posibilitó que, en 1969, no solo la Camisa Dalí se anunciase por televisión, sino que se confeccionaran en eseaño cuarenta y cuatro modelos diferentes, que oscilaban entre las trescientas veinticinco y las quinientas pesetas; un arco de precios superior al resto de las prendas que se comercializaban bajo la marca Regojo. La guinda f inal para conseguir más publicidad y una difusión comercial sin precedentes fue elegir el Salón Nacional de la Confección como enclave, 5 Libro Dalí y Barcelona, de Ricard Mas, publicado por el Ayuntamiento de Barcelona (2017) 6 Declaraciones de Fernando Collazo Carreira, director del documental O imperio textil. 28 Tríptico publicitario Regojo - Dalí, entregado en el Stand Dalí durante III Salón Nacional de la Confección, 1963. Colección López-Trabado, Madrid. Derechos de imagen de Salvador Dalí reservados. Fundació Gala-Salvador Dalí, Figueres, 2023 29 pues concentraba a profesionales del sector con visitantes y prensa, para la “puesta de largo” def initiva de la Camisa Dalí. Seis meses más tarde de la f irma del contrato entre Confecciones Regojo y Salvador Dalí, la Camisa Dalí se presentaba en el III Salón de la Confección, con su propio estand. 30 Anuncio publicitario Unos Bigotes… Una Camisa Dalí, en La Vanguardia, 3 de marzo, 1963. Colección López-Trabado, Madrid. Derechos de imagen de Salvador Dalí reservados. Fundació Gala-Salvador Dalí, Figueres, 2023 31 La relación creativa que mantuvo Dalí con otras disciplinas, más allá de la pintura, fue tan abundante como extensa y prolíf ica fue su trayectoria. Este tipo de vínculo nació, a la par que su carrera profesional, a f inales de la primera década del siglo XX, y facilitó desde el principio la coexistencia de un arte en mayúsculas con el interés en la creación de productos culturales más cercanos al público general, en consonancia con el espíritu de modernidad de la época, gracias, en mayor medida, a los avances técnicos y a los nuevos referentes culturales propiciados por el boom del cine, el jazz, el periodismo, el auge de los deportes, entre otros.1 Un ejemplo de ello lo encontramos en el Museo del Traje, con una visionaria declaración del propio Dalí recogida en el texto de sala del área Moda Cosmopolita y que anticipa el boom de la moda y la cultura de masas: «Modernidad no quiere decir telas pintadas de Sonia Delaunay, no quiere decir Metrópolis de Fritz Lang. Quiere decir: jersey de hockey de anónima manufactura inglesa, quiere decir película de risa, también anónima, de reputación escasa». En def initiva, es la proclamación de la necesidad de crear un arte nuevo acorde con su época y espíritu. Estas proclamas quedarán recogidas en 1928 con la publicación del Manifest Groc (Manif iesto amarillo) f irmado junto a Lluís Muntanyà y Sebastià Gasch. Desde esa fecha hasta el lanzamiento comercial de la Camisa Dalí en 1963 y del estand que llevará su nombre y su consecuente impacto mediático, 1 Catálogo de la exposición Dalí, cultura de masas, 2004. 32 son muchas las aportaciones de Dalí en el campo de la moda sin abandonar sus postulados del surrealismo. En 1937 colabora, junto a Elsa Schiaparelli, en diseños de estampación de telas, sombreros o vestidos. Dos años más tarde, en 1939, los almacenes neoyorkinos Bonwit Teller le encargan la decoración de dos escaparates. En las siguientes décadas son abundantes sus trabajos de colaboración en este sector, destacando sus ilustraciones para la revista americana Vogue, sus diseños de estampación para varias f irmas textiles o colaboraciones con otros modistos como Adrian.2 Sin embargo, la novedad que aporta la unión de Confecciones Regojo con Dalí es la vinculación publicitaria de la imagen del artista, de su apellido y de su f irma a un tejido y a una camisa. Nunca antes la f igura y el rostro de Salvador Dalí se habían vinculado a un producto comercial de forma tan evidente; eran sus diseños, sus creaciones dalinianas, pero no su propia imagen. En términos contemporáneos, gracias a esta unión, podríamos decir que Dalí desempeña las funciones típicas de un influencer, es decir, su imagen ayuda a visibilizar e impulsar las ventas de Confecciones Regojo y de la Camisa Dalí. Esto en sí mismo es relevante, ya que se conocen sus colaboraciones en anuncios como el de los chocolates f ranceses Lanvin, o el famoso anuncio para Estados Unidos del antiácido Alka Seltzer; trabajos realizados, sin excepción, en fechas posteriores a su colaboración publicitaria con Confecciones Regojo. En la línea de esta innovadora campaña de marketing, lejos del prototipo de estand de feria comercial y en busca del máximo impacto comercial y mediático, Confecciones Regojo presentaron la Camisa Dalí en su propio espacio, el “Stand Dalí”. 2 Ibídem. 33 Durante las semanas previas a la celebración del III Salón Nacional de la Confección, los anuncios en prensa con la imagen de Salvador Dalí publicitaban desde la ubicación del estand hasta la presentación de las características y ventajas, tanto del Tejido Dalí como de la propia Camisa Dalí. Si el gran público conocía previamente esta camisa y dónde se encontraba el estand, había más posibilidades de tener éxito f rente a su competencia, como así fue. Con el número 287, el estand recibía a los visitantes con una gran foto de Dalí, envuelto en un desplegable de texto e imágenes peculiares, más cercano al mundo creativo del artista que al diseño de un estand comercial de una feria textil. La lámina muestra a Salvador Dalí en el centro y, a su alrededor, a partir de una lograda sensación de movimiento, las hojas desplegadas del Tratado Polyhedra de Ugo Adriano Grazziotti, pintor, escultor y matemático italiano. Grazzioti publicó en 1962, el mismo año en que se f irma el acuerdo comercial entre Confecciones Regojo y Dalí, un estudio sobre los poliedros y la belleza de la geometría. ¿Cuál es el sentido de la aparición de este contenido matemático-geométrico dentro de la foto que preside el “Stand Dalí”? La evidencia de que Dalí estudió e investigó las matemáticas y la geometría dentro de su proceso creativo, especialmente desde f inales de los años cuarenta, como queda recogido en su libro Cincuenta secretos mágicos para pintar (1948),3 donde ahonda en el estudio de los poliedros como uno de los elementos que le ayudan a proporcionar belleza y tridimensionalidad a sus obras, podría explicar más adelante la inclusión del Tratado Polyhedra de Graziotti, como parte de sus propias obsesiones en una especie de ars poética de la geometría. 3 Referencia bibliográfi ca aportada a este artículo gracias a la colaboración de Montse Aguer i Teixidor, directora de los Museos Dalí. 34 Anuncio publicitario Está ya en Barcelona la camisa con Tejido Dalí, en La Vanguardia, 1963. Derechos de imagen de Salvador Dalí reservados. Fundació Gala-Salvador Dalí, Figueres, 2023 35 Podemos lanzar la hipótesis de que Dalí jugó con la idea de integrar la imagen de este tratado dentro de la campaña publicitaria de la Camisa Dalí, gracias a la semblanza gráf ica de la molécula del poliéster, que adopta forma poligonal, con las imágenes de Polyhedra y sus poliedros, aunque racionalmente no estuvieran vinculadas entre sí. Otro ejemplo que demuestra que este tipo de influencia estaba ocupando parte de su proceso creativo es la integración de ese mismo Tratado Polyhedra durante la fase de elaboración previa de Retrato de mi hermano muerto,4 una de sus obras más personales y en la que estaba trabajando casi de manera simultánea en el momento de la cooperación publicitaria con la empresa gallega. Es reseñable que este tratado no aparecerá solo en el “Stand Dalí”, lo veremos también en diferentes anuncios de promoción de la camisa. De vital importancia serán los reportajes publicados por Irurozqui, periodista de La Vanguardia, para reseguir esta colaboración. En concreto, el que aparece publicado el 10 de marzo de 1963 constituye toda una pormenorizada descripción del estand: «Junto a la Sala de Exhibiciones y en su planta baja nos ha llamadopoderosamente la atención un “stand” en el que campea a gran tamaño una fotograf ía del pintor Salvador Dalí. Dicha foto tiene una abertura en su centro en la que se ha instalado una moviola o pequeña pantalla cinematográf ica».5 4 Parte de este proceso puede apreciarse en un reportaje para el Nodo que aparece incluido en esta exposición y en el que podemos observar a Dalí en su taller trabajando en dicha obra. 5 Artículo escrito por el periodista Irurozqui, publicado en La Vanguardia el 10 de marzo de 1963. 36 Anuncio El Tejido Dalí en el III Salón Nacional de la Confección, en La Vanguardia, 10 de marzo, 1963. Colección López- Trabado, Madrid. Derechos de imagen de Salvador Dalí reservados. Fundació Gala- Salvador Dalí, Figueres, 2023 37 «Un Stand en el que se reúnen la originalidad, el genio del pintor y la dinámica actuales».6 «… la Camisa Dalí se exhibe en este “Stand” que llama al público por el hechizo dinamizante del pintor de Cadaqués… La proyección de una película nos da la exacta medida del genio daliniano en vivas expresiones de gestos y ademanes, en su manera de posar ante las cámaras y de manejar el soberbio bastón… Las luces intermitentes dan idea cabal de la sorpresa y la admiración que suscita esta muestra del Tejido Dalí entre el público visitante».7 «Así, en una desproporción de abajo arriba, con el bastón sujetándole el genio y rodeado de poliedros y piedras geométricas, Salvador Dalí mira espantado al mundo circundante precisamente en el momento en que concibe la fórmula del Tejido Dalí». 8 El éxito fue inmediato, las cif ras de ventas se dispararon. Los más de diez años que duró el contrato entre Confecciones Regojo y Salvador Dalí les proporcionó grandes benef icios a ambos, y una sólida amistad. Sesenta años han transcurrido desde ese exitoso e innovador lanzamiento en 1963. Esta exposición quiere rendir homenaje a esta proeza textil, profesional y humana. 6 Ibídem. 7 Ibídem. 8 Ibídem. 38 Caja para Camisa Dalí y Camisa Dalí. Confecciones Regojo, 1963. Colección López-Trabado, Madrid 39 Anuncios publicitarios La camisa distinta porque es perfecta Revista El Ruedo, 13 de junio 1963 y ¡No se plancha! ¡No se plancha! Revista El Ruedo, 3 de septiembre 1963. Colección López-Trabado, Madrid Hoja de control de calidad de la Camisa Dalí, Confecciones Regojo, Redondela, 1963. Colección López-Trabado, Madrid 40 Caja para la Camisa Dalí, Confecciones Regojo, Redondela, hacia 1975-77. Colección López-Trabado, Madrid Camisa Dalí, Confecciones Regojo, hacia 1970-75. Colección López-Trabado, Madrid 41 Dos versiones de la Camisa Dalí. Modelo Ciudad, Confecciones Regojo, 1967-69. Colección López-Trabado, Madrid 42 Camisa Dalí. Modelo Antonio, Confecciones Regojo, 1973-1975. Colección López-Trabado, Madrid 43 Camisa Dalí, Confecciones Regojo, hacia 1973-75. Colección López-Trabado, Madrid Camisa Dalí, Confecciones Regojo, hacia 1973-75. Colección López-Trabado, Madrid 44 Disco promocional 100 Melodías para una Camisa Dalí (anverso y reverso), Confecciones Regojo y EDIGSA, 1965-68 Cenicero promocional «Tejido Dalí, Genial. Exclusiva Regojo», Confecciones Regojo y Cerámica Pontesa, 1963-65. Colección López- Trabado, Madrid. Derechos de imagen de Salvador Dalí reservados. Fundació Gala-Salvador Dalí, Figueres, 2023 45 Calendario promocional Camisa Dalí, Confecciones Regojo y Heraclio Fournier, 1968. Colección López- Trabado, Madrid Disco promocional 100 Melodías para una Camisa Dalí, Confecciones Regojo y EDIGSA, 1968. Colección López-Trabado, Madrid 46 Anuncio Hay todo un mundo de expertos en torno a una DALÍ de lujo, en La Vanguardia, 7 de diciembre, 1976 La Camisa Dalí ORGANIZAN Ministerio de Cultura y Deporte Museo del Traje COMISARIADO Lydia García López COORDINACIÓN María del Mar Belver García DISEÑO MUSEOGRÁFICO Y GRÁFICO Trem Studio PRODUCCIÓN Y MONTAJE SGR Exposiciones DOCUMENTACIÓN, RESTAURACIÓN Y COMUNICACIÓN Equipo técnico del Museo del Traje TRANSPORTE InteArt, S. L. ASEGURADORA Hiscox, S.A COLABORAN Colección López-Trabado Filmoteca Española Fundació Gala – Dalí. Centre d’Estudis Dalinians TEXTOS Lydia García López IMÁGENES Colección López-Trabado Fundació Gala-Salvador Dalí CORRECCIÓN DE TEXTOS Ana Guerrero Melguizo IMPRESIÓN Atramento Impresión S.L. GESTIÓN DE REPRODUCCIONES Y DIGITALIZACIÓN Equipo técnico del Museo del Traje FOTOGRAFÍAS Francisco Javier Maza Domingo Derechos de imagen de Salvador Dalí reservados. Fundació Gala-Salvador Dalí, Figueres, 2023 Acceso a la bibliograf ía con un lector de código BIDI o QR © De esta edición: Museo del Traje, Madrid. Ministerio de Cultura y Deporte. © De los textos y las fotograf ías: sus autores/as. NIPO digital: 822-23-012-0 50 Síguenos en: www.museodeltraje.es Av. Juan de Herrera, 2. 28040 Madrid Laborables, de martes a sábado: 9:30 - 19:00 h Domingos y festivos: 10:00 - 15:00 h Cerrado: todos los lunes del año, 1 y 6 de enero, 1 de mayo y 24, 25 y 31 de diciembre Taquilla: cierra 30 min antes del cierre del Museo