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La economía circular en América Latina y el Caribe Cambios de paradigma que introduce la economía circular en la generación de conocimiento en América Latina y el Caribe PAULA TURRIÓN BARBERO Centro de Formación de la Cooperación Española en La Antigua Guatemala (CFCE Antigua) No se trata de frenar el desarrollo sino de mantener las opciones de desarrollo abiertas a futuro Directora regional de América Latina, The Nature Conservancy PAULA CABALLERO AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO (AECID) Se autoriza la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, conocido o por conocer, comprendidas la reprografía y el tratamiento informático, siempre que se cite adecuadamente la fuente y los titulares del copyright. Las opiniones expresadas y los argumentos utilizados en este trabajo no reflejan necesariamente el punto de vista oficial de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Centro de Formación de la Cooperación Española en La Antigua Guatemala (CFCE Antigua) Dirección del Centro: Jesús Molina Coordinación del Área de Formación: María Luisa Aumesquet © Paula Turrión Barbero Para cualquier comunicación relacionada con este trabajo diríjase a: paulasturrionbarabero@gmail.com Disponible en: http://intercoonecta.aecid.es/ Diagramación: Felix Rivera y Blanca Alvarez Guatemala, abril de 2023 https://intercoonecta.aecid.es/ Presentación Este documento busca presentar una visión global de la economía circular en América Latina y el Caribe y da claves para trabajar el tema en el ám- bito público mediante herramientas de innovación. Para ello, se elaboró una sistematización de la bibliografía especializada que existe en la región sobre el concepto de economía circu- lar y su aplicación práctica en políticas públicas. La segunda parte de este trabajo incluye un análisis sobre los cambios de paradigma que introduce la economía circular en la generación de conocimiento, valorando el cono- cimiento ancestral que existe en la región y su necesaria vinculación con las nuevas tecnologías de la moderni- dad para transitar hacia la economía circular de una manera endógena que promueva la resiliencia. Indíce 9 Primera parte. Economía Circular 49 Segunda parte. Cambios de paradigma que introducen la economía circular en la gestión del conocimiento 9 ¿Qué es la economía circular? 14 Utilización de recursos y situación climática en América Latina y el Caribe 19 Resumen del informe de brecha de circularidad 2023 39 Beneficios socioeconómicos y ambientales de la economía circular 47 Conclusión: ¿Es posible transitar hacia la economía circular en América Latina y el Caribe? 49 El conocimiento en el Antropoceno 50 El concepto de desarrollo en el acervo hegemónico 23 Estado de la cuestión sobre políticas públicas de economía circular en América Latina y el Caribe 30 ¿Por qué políticas públicas de economía circular? 52 Límites ambientales del concepto de desarrollo 57 Bases teóricas de la economía circular 58 Cambios que provoca la economía circular en la generación de conocimiento 61 Paradigmas para hacer frente a los cambios que introduce la economía circular 64 Recomendaciones de la CEPAL para avanzar en el cambio de paradigma en la región 66 Bibliografía 79 Anexo 1 Indicadores clave de crecimiento y medio ambiente a nivel mundial, según grado de desarrollo de los países (1970-2020) 81 Anexo 2 Principales barreras al desarrollo de emprendimientos circulares por país (2019) Indíce Indíce DE TABLAS Y GRÁFICOS 15 Gráfico 1 Consumo energético por sectores de actividad 16 Gráfico 4 Porcentaje de consumo por fuente de energía y subregiones 15 Gráfico 2 Consumo energético dividido por subregiones 29 Gráfico 5 Resultados de la pregunta “¿En qué grado los siguientes temas son barreras para la economía circular en el país en que reside?” 16 Gráfico 3 Porcentaje de consumo dividido por actividad económica y subregiones 23 Tabla 1 Iniciativas públicas de economía circular en América Latina 27 Tabla 2 Tabla resumen de valoraciones 4-5 para cada pregunta sobre amenazas al avance de la economía circular en América Latina 28 Tabla 3 Agregación de resultados de puntaje 4-5 para todas las preguntas sobre barreras (en porcentajes) 42 Tabla 4 Tipo de desperdicio y sus impactos ambientales 53 Diagrama 1 Límites del espacio de seguridad para el desarrollo humano y procesos ambientales relevantes 54 Gráfico 6 Límites del espacio de seguridad para el desarrollo humano y procesos ambientales relevantes 59 Ilustración 1 Curva de aprendizaje 59 Ilustración 2 Conocimiento circular Siglario ALC BID CADH CEC CEPAL CF CIDH CIEC Consejo DH Corte IDH CTM DESC DIDH ODS ONUDI SC UE US EDA SICA SIDH TIC OSC PNUD PNUMA OG OIT ONU IPBES EBDH IPCC EC NDC OCU GEI América Latina y el Caribe Banco Interamericano de Desarrollo Convención Americana sobre Derechos Humanos Coalición de Economía Circular Comisión Económica para América Latina y el Caribe Centro de Formación Comisión Interamericana de Derechos Humanos Centro de Innovación y Economía Circular Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas Corte Interamericana de Derechos Humanos Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas Derechos económicos, sociales y culturales Derecho internacional de los derechos humanos Objetivos de Desarrollo Sostenible Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial Sociedad civil Unión Europea Administración de Desarrollo Económico de los Estados Unidos (por sus siglas en inglés) Sistema de la Integración Centroamericana Sistema Interamericano de Derechos Humanos Tecnologías de la información y las comunicaciones Organización de la sociedad civil Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente Observación general de los comités de derechos humanos Organización Internacional del Trabajo Organización de las Naciones Unidas Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático o Panel Intergubernamental del Cambio Climático (por sus siglas en inglés) Enfoque basado en derechos humanos Economía circular Contribuciones determinadas a nivel nacional (por sus siglas en inglés) Organización de Consumidores y Usuarios de España Gases de efecto invernadero La e co no m ía c ir cu la r en A m ér ic a La ti n a y el C ar ib e Pa g. 9 Economía circular Primera parte Esta primera parte del proyecto se dedica a investigar el contenido de las políticas públicas de economía circular y su objetivo es servir como base de conocimiento del Labora- torio de Economía Circular que se está llevando a cabo en el Centro de Formación de la Cooperación Española en Antigua Guatemala. Recoge los elementos del concep- to de economía circular, la situa- ción de las políticas públicas en América Latina y el Caribe (ALC), así como las recomendaciones que en la materia han elaborado organismos regionales que traba- jan en esta región. 1. Qué es la economía circular? La economía circular se presenta como alternativa al modelo económico lineal de producción-consumo-desperdicio que rige la economía mundial desde la revolución industrial. Este modelo, junto con las teorías del desarrollo, se deriva del pensamiento que se generó en el período histórico conocido como Ilustración, en el cual se sentaron las bases del pensamiento occidental contemporáneo (Palenzuela Chamorro, 2009). Estos conceptos provienen de un contexto sociohistórico determinado que responde a las lógicas occidentales sobre desarrollo del momento, esto es, la creencia en el crecimiento infinito con recursos finitos.El modelo económico lineal requiere una gran cantidad de recursos y uso de energía y, a la vez, produce una significativa cantidad de residuos. En consecuencia, sus externalidades negativas tienen un gran impacto en el deterioro del medio ambiente y la biodiversidad, poniendo en peligro los límites planetarios. Más del 70% de la superficie terrestre ya se encuentra degradada y la cifra podría elevarse por encima del 90% para 2050 si continúa la tendencia, ya que cada año se degrada una superficie total equivalente a la mitad de la Unión Europea (aproximadamente 4.18 millones de km²) (Gligo et al., 2020). Además, según datos del Foro Económico Mundial, se estima que en la actualidad se necesita una capacidad regenerativa de 1.7 planetas Tierra para reponer los recursos consumidos y absorber la contaminación generada por los sistemas productivos; para 2050 necesitaríamos el equivalente a 3 planetas (Tena, 2022). El deterioro ambiental tiene grandes repercusiones negativas en la producción y el consumo; por ello, este modelo se encuentra obsoleto, de manera que es urgente transitar hacia modelos sostenibles y compatibles con el mantenimiento de la vida en el planeta. 1 Las teorías del desarrollo surgen en Occidente tras la Segunda Guerra Mundial, en el contexto de la Guerra Fría. Pretenden dar contenido al concepto de desarrollo y establecen, por primera vez, la dicotomía entre desarrollo y subdesarrollo, basándose en el nivel de vida de los países ricos como medidor del bienestar. ¿ La e co no m ía c ir cu la r en A m ér ic a La ti n a y el C ar ib e Pa g. 10 En el contexto de repensar el modelo económico y de desarrollo vigente debido a las externalidades que presenta surgen nuevos conceptos que reformulan la idea de la economía. Entre ellos, la economía circular, que representa una nueva alternativa de desarrollo económico. Al contrario que la economía lineal, que subordina la naturaleza a los intereses económicos, la economía circular subordina el sistema económico y social a la naturaleza y el entorno. Emula la naturaleza, donde no hay residuos, por lo cual se propone reducir los materiales y recursos necesarios para vivir y satisfacer nuestras necesidades. ODS 3 (Salud y bienestar), ODS 4 (Educación de calidad), ODS 5 (Igualdad de género), ODS 6 (Agua limpia y saneamiento), ODS 7 (Energía asequible y no contaminante), ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), ODS 9 (Industria, innovación e infraestructura), ODS a. Concepto y características La Fundación Ellen MacArthur, en su informe Towards a Circular Economy: Business Rationale for an Accelerated Transition, ofrece una definición bastante completa de la economía circular. Según el reporte, la economía circular “es restaurativa y regenerativa por diseño, y busca mantener los productos, componentes y materiales en su utilidad y valor máximos todo el tiempo, distinguiendo entre los ciclos técnicos y los biológicos” (Ellen MacArthur Foundation, 2015). Si se toma en cuenta que el 70% de las emisiones mundiales de GEI se encuentra relacionado con la extracción, manejo y consumo de materias, aplicar la economía circular se vuelve indispensable para frenar la degradación ambiental y el cambio climático. - Apoyo directo: - Apoyo indirecto: Para que la economía se base en los sistemas naturales son necesarias la diversidad, la participación y la cooperación. Además, la economía circular otorga la misma importancia a las tres dimensiones del desarrollo sostenible (social, económica y ambiental), por lo que ninguna prevalece sobre las demás (Martínez y Porcelli, 2018). La economía circular se basa en la desmaterialización y ecoeficiencia de la economía, reconceptualizando todas las fases de esta (Martínez y Porcelli, 2018). En este sentido, se convierte en una nueva filosofía económica que emula los ciclos de la naturaleza, donde no existen residuos, sino todo se regenera y restaura. ODS 1 (Fin de la pobreza), ODS 2 (Hambre cero), ODS 14 (Vida submarina) y ODS 16 (Paz, justicia e instituciones sólidas). La economía circular no solo reduce drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) relacionadas con materiales y comercio, sino que promueve la reducción de otras fallas de la economía, como la pérdida de la biodiversidad, la contaminación, la degradación ambiental y las desigualdades sociales. Por ello, la economía circular fomenta la sostenibilidad y el desarrollo sostenible, y apoya directa o indirectamente los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 10 (Reducción de las desigualdades), ODS 11 (Ciudades y comunidades sostenibles), ODS 12 (Producción y consumo responsable), ODS 13 (Acción por el clima), ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres), ODS 17 (Alianzas para lograr los objetivos). La e co no m ía c ir cu la r en A m ér ic a La ti n a y el C ar ib e Pa g. 11 Incluir la economía y el medio ambiente en el mismo concepto de economía circular es positivo porque configura un marco de soluciones sistémicas de desarrollo económico en las que se abordan las causas de los problemas medioambientales mundiales, fomentando soluciones y ofreciendo grandes oportunidades de desarrollo económico (Tena, 2022). La economía circular, en consecuencia, promueve nuevos modos de diseño, producción y consumo. Se trata de desvincular el desarrollo económico del consumo masivo de recursos finitos (Martínez y Porcelli, 2018); en este sentido, el consumo debe transitar hacia compartir, arrendar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar, manteniendo los materiales en uso durante el mayor tiempo posible. Para que la economía se base en los sistemas naturales son necesarias la diversidad, la participación y la cooperación. Además, la economía circular otorga la misma importancia a las tres dimensiones del desarrollo sostenible (social, económica y ambiental), por lo que ninguna prevalece sobre las demás (Martínez y Porcelli, 2018). - Eliminar residuos y contaminación Para preservar y mejorar el capital natural mediante el control de las reservas finitas y la búsqueda de equilibrio en los flujos de recursos renovables (Martínez y Porcelli, 2018). Esto cuenta con tres pilares principales: - Ecodiseño3: Se refiere a aplicar criterios para minimizar el consumo de materias primas en la producción, alargar la vida útil de los productos, 2 Modelo de desarrollo que pretende potenciar las capacidades internas de las regiones o comunidades locales fortaleciéndolas de adentro hacia afuera; en otras palabras, un modelo de desarrollo que se base en la existencia de la diversidad de cosmovisiones de las diferentes culturas del mundo, potenciándolas y reivindicándolas como base para el desarrollo. 3 Norma internacional sobre ecodiseño ISO 14006:2011, “Directrices para la incorporación de ecodiseño”. Además, la economía circular promueve nuevos patrones de consumo sostenible que implican un cambio de paradigma en la idea de consumo y en el propio concepto de desarrollo, avanzando hacia la promoción del desarrollo endógeno.2 Como objetivo, la economía circular pretende preservar el valor de los materiales y productos durante el mayor tiempo posible, reduciendo al mínimo la producción de residuos y cerrando su ciclo de vida (Comisión Económica para América Latina, CEPAL, 2020). Esto se realiza mediante la restauración y mantenimiento de la utilidad de los productos, componentes y materiales; el cambio de modelo de producción; el ecodiseño de productos y procesos; la creación de nuevos modelos de negocio; la promoción de flujos de recursos y la creación de valor. La economía circular, en consecuencia, tiene tres principios clave: eliminar residuos y contaminación; mantener materiales y productos en uso; y regenerar sistemas naturales. Estos principios conllevan una serie de retos a los que las economías industriales deben hacer frente: incrementar elreciclado de los componentes de la producción y fomentar la eficiencia e innovación en los procesos (Martínez y Porcelli, 2018). Se considera el impacto ambiental durante el diseño del producto. Por ello, se busca diseñar productos que sean fácilmente desensamblados y reutilizados y elegir procesos que utilicen recursos renovables. La e co no m ía c ir cu la r en A m ér ic a La ti n a y el C ar ib e Pa g. 12 - Economía funcional: Busca que los recursos y procesos sean optimizados, dando el mayor rendimiento y evitando que los residuos se pierdan, reconceptualizándolos como materias primas, de manera que duren el mayor tiempo posible. En este modelo, los residuos se convierten en subproductos que pueden ser • Ciclo biológico: Los componentes del ciclo biológico son biodegradables. Por consiguiente, se trata de productos que, por su diseño, se regeneran mediante digestión anaeróbica y mediante la intervención de microorganismos, por lo que se reincorporan, retroalimentando así el sistema (“Ciclos y alcance de la economía circular”, 2022). - Mantener materiales y productos en uso - Regenerar los sistemas naturales Para optimizar los rendimientos de los recursos, distribuyendo productos, componentes y materias con su utilidad máxima en todo momento, tanto en los ciclos técnicos como biológicos (Martínez y Porcelli, 2018). Esto empieza durante el ecodiseño, el cual debe centrarse en fabricar para refabricar, reacondicionar, reciclar e incluso Mediante la promoción de la eficacia de los sistemas, detectando y eliminando del diseño de productos los factores externos negativos (Martínez y Porcelli, 2018). La economía circular tiene las siguientes características fundamentales: - La eliminación y tratamiento de residuos no se enfoca desde el momento en el que se ha generado el residuo: la economía circular lo trabaja desde el diseño. Además, los elementos que anteriormente se consideraban basura para las industrias ahora sirven de “alimento” para otro proceso productivo, promoviendo la simbiosis industrial. - Para que el impulso de la economía circular sea resiliente, es indispensable que se desarrolle con diversidad de visiones y sea renovable, esto es, que se vaya transformando junto a las circunstancias de los diferentes contextos y los actores involucrados. - Pasar del individualismo al pensamiento en forma de sistemas. En la naturaleza, tanto como en el entorno modificado por el ser humano, todo se encuentra interconectado, de manera que se conforman sistemas vinculados entre sí. - Los conceptos de regenerar (ciclo biológico) y restaurar (ciclo técnico) son intrínsecos al concepto de economía circular. Los ciclos de la economía circular son: utilizados en otras fases de producción o pueden ser una materia prima en otro proceso industrial. - Energías renovables y materias primas alternativas: En la fabricación de productos de origen residual. actualizar, manteniendo los componentes técnicos y materiales en circulación. El proceso provoca que los residuos se conviertan en subproductos que pueden ser usados como materias primas, y que se pueda desarrollar productos nuevos con un valor añadido más elevado. Al final de la vida útil de los productos es necesario el reciclaje. • Ciclo técnico: Ciclo que no se regenera de manera natural. Requiere la intervención del ser humano para restaurar y recuperar los materiales, productos o componentes (Martínez y Porcelli, 2018). Para ello, se procede a la reutilización, el reciclaje, la refabricación y la reparación. La e co no m ía c ir cu la r en A m ér ic a La ti n a y el C ar ib e Pa g. 13 - Pasar de consumidor a usuario y de una economía de productos a una economía de servicios. En la economía circular se promueve que los consumidores accedan a productos, no como propietarios sino como usuarios. Por ello, las empresas ofrecen el servicio de sus productos (a modo de alquiler o arrendamiento) para ser retornados a ellas una vez cumplida su función, y luego ser remanufacturados o reparados y comenzar otro ciclo de producción (Martínez y Porcelli, 2018). En este punto, las tecnologías de la información y comunicación (TIC) han promovido nuevos modelos de uso cooperativo, compartido o colaborativo (como aplicaciones de venta de ropa de segunda mano, aplicaciones para compartir coche, grupos de consumo en redes sociales, espacios de cotrabajo o coworking, entre otros). Así, estas tecnologías son gran aliadas de la economía circular. La economía circular supone un cambio hacia un sistema de producción y consumo que emule a la naturaleza, es decir, que subordine el sistema socioeconómico a la naturaleza. Esto implica cambiar la filosofía del diseño y el sistema industrial para convertirlo en regenerativo (ciclo biológico) y restaurador (técnico). Igualmente, es preciso cambiar la filosofía de consumo, de manera que se consuma solo lo necesario y se mantengan los productos en circulación durante el mayor tiempo posible. La Coalición de Economía Circular (CEC) ofrece una serie de pautas a considerar al respecto de qué es la economía circular y cómo trabajarla. En este sentido, es preciso tomar en cuenta lo siguiente: 4 En la naturaleza, un ciclo inverso es la ruta metabólica que siguen algunas bacterias para producir compuestos orgánicos a partir de dióxido de carbono y agua (Peretó et al., 1999). Consiste en un proceso de fijación de carbono (conversión de carbono inorgánico en forma de dióxido de carbono) en compuestos orgánicos realizado por seres vivos. Aplicado al sistema económico, se trata de una variedad de prácticas que fijan carbono en las cadenas de valor mediante sistemas de separación de residuos; sistema de recolección, clasificación y reciclaje; simbiosis industrial y redes logísticas de la cadena de distribución. - Diseño circular. La economía circular requiere materiales, energía y opciones de diseño que apoyen a la naturaleza, lo cual debe tomarse en cuenta desde el principio para eliminar residuos y contaminación, de manera que los productos sean circulares desde el inicio. - Modelos de negocio circulares como norma. Las oportunidades de negocio circular van desde las habilidades tradicionales hasta las nuevas tecnologías industriales. Estos negocios han de funcionar con una alta interdependencia entre actores y se encaminan a crear simbiosis industrial que haga que las cadenas de valor generen residuos cero y cero emisiones netas. Además, la economía circular abre la puerta a la creación de nuevos modelos de negocio que hoy en día aún no existen. - Consumir responsablemente y con 0 km (localmente). De esta manera se fomenta la producción sostenible y el desarrollo de mipymes, promoviendo la economía y el desarrollo a nivel local. - Diseño de sistemas y ciclos inversos4 para mantener los materiales y nutrientes dentro del sistema económico o devolverlos a la tierra, según el ciclo. - Condiciones económicas para aplicar la economía circular a gran escala. Debe haber incentivos económicos, legales y políticos alineados con los beneficios de la economía circular. Por ejemplo, incorporar los principios de la economía circular en las estrategias y políticas de inversión puede crear condiciones necesarias para que la economía circular se convierta en la norma (Coalición de Economía Circular de América Latina y el Caribe, 2022). La econom ía circu lar en A m érica Latin a y el Caribe Pag.14 - Colaboración de una amplia gama de actores para desarrollar una visión compartida de la economía circular. Para que se implemente el enfoque de la economía circular en la producción y consumo hace falta la interacción de una gran cantidad de actores que trabajen temas relacionados con inversión, políticas públicas, finanzas, tecnologías digitales, educación y sensibilización, entre otros. La innovación debe venir de la puesta en común de todosestos sectores en conjunto y, por ello, debe ir acompañada de colaboraciones entre las múltiples partes interesadas o stakeholders. Además, la colaboración entre los sectores público, privado, academia, el tercer sector y la sociedad civil es fundamental para elaborar una América Latina y el Caribe es una de las regiones con mayor diversidad geográfica del mundo; en ella se produce una gran cantidad de las materias primas que se consumen a nivel mundial, con una riqueza de valor incalculable cuya utilización sostenible resulta fundamental. Sin embargo, la región enfrenta tres grandes crisis: lento crecimiento económico, creciente desigualdad y emergencia ambiental. a. Un sistema económico extracción-producción- consumo-desperdicio El sistema económico que predomina en ALC se basa en el modelo lineal de extracción-producción- consumo-desperdicio. La especificidad de este sistema en la región es que es altamente dependiente de la extracción de recursos naturales y las exportaciones de productos básicos. Conforme a los datos aportados por The Circularity Gap Report (2022), este modelo consume, a nivel mundial, 100 millones de toneladas de recursos al año de las cuales se desperdicia más del 90%, pues la tasa de reciclaje es del 8.6%. Por su parte, en ALC se generan 541,000 toneladas de residuos municipales al día, con una tasa de reciclaje de apenas el 4.5%; asimismo, se pierden 220 millones de toneladas de alimentos, que es aproximadamente el 12% de la producción 2. Utilización de recursos y situación climática en América Latina y el Caribe visión compartida de la economía circular y que las prácticas puedan aplicarse a gran escala. La economía circular en ALC ofrece una posibilidad de desarrollo endógeno que resuelva las externalidades negativas de la economía lineal y genere beneficios sociales y ambientales; además, se vuelve indispensable para alinear los límites ecológicos al crecimiento, desmaterializando la economía. Para que esto sea posible, se requiere una serie de cambios relacionados con políticas públicas, regulaciones, finanzas e inversiones públicas, entre otros, que vayan desde la etapa productiva hasta el consumo, pasando por la gestión de residuos, que es el sector que más se está trabajando en la región (CEPAL, 2021). total (Espinola, 2022). Estas cifras, en el escenario económico actual, tienden al aumento. Por ejemplo, para el año 2050 se espera un incremento del 25% en la cantidad de residuos municipales producidos al día.5 Además de generar un alto nivel de contaminación, este modelo expone a la región a las fluctuaciones de los precios de las materias primas, teniendo que enfrentar períodos de mayores picos de crecimiento y recesión, dependiendo de los precios, lo cual provoca una situación de gran inestabilidad económica (CEPAL, 2021). Asimismo, este modelo no ha generado un crecimiento inclusivo, sino que la desigualdad en la región sigue siendo excesivamente alta y la pobreza ha ido en aumento. El incremento de la población en la región y la migración interna del campo a la ciudad exigen que se transite hacia un 5 De este análisis se concluye que trabajar el reciclaje y la reutilización de recursos puede ser un área prioritaria de intervención. La econom ía circu lar en A m érica Latin a y el Caribe Pag.15 modelo que pueda compatibilizar la situación con la sostenibilidad de los ecosistemas (Coalición de Economía Circular de América Latina y el Caribe, 2022). En relación con el uso de carburantes, cabe indicar que la región emplea un 4.6% de la producción mundial que, traducido a cifras de 2019, significa que se consumieron 618 millones de toneladas de petróleo que, en comparación Por su parte, el consumo energético distribuido por subregiones muestra la división que se presenta en el gráfico 2. Gráfico 2. Consumo energético dividido por subregiones Fuente: Sistema de Información Energética de Latinoamérica y el Caribe de la Organización Latinoamericana de Energía (s. f.). Estadística energética e información legal. Fuente: Sistema de Información Energética de Latinoamérica y el Caribe de la Organización Latinoamericana de Energía (s. f.). Estadística energética e información legal. con las cifras de 1973, indican que el total se ha cuadruplicado (Sistema de Información Energética de Latinoamérica y el Caribe de la Organización Latinoamericana de Energía, s. f.). El uso de esta fuente de energía supone más del 50% de la energía empleada, aunque hay una tendencia al alza en el uso de electricidad (18%), gas natural (12%) y fuentes renovables. El consumo energético por sectores de actividad se muestra en el gráfico 1. La econom ía circu lar en A m érica Latin a y el Caribe Pag.16 Por áreas de la actividad económica y subregiones, en ALC el porcentaje de consumo por área presenta la distribución que se muestra en el gráfico 3. Por último, el porcentaje de consumo por fuente de energía dividido por subregiones se muestra en el gráfico 4. Fuente: Sistema de Información Energética de Latinoamérica y el Caribe de la Organización Latinoamericana de Energía (s. f.). Estadística energética e información legal. Fuente: Sistema de Información Energética de Latinoamérica y el Caribe de la Organización Latinoamericana de Energía (s. f.). Estadística energética e información legal. La econom ía circu lar en A m érica Latin a y el Caribe Pag.17 En ALC, los núcleos poblacionales que más crecen son las ciudades, en específico, las ciudades intermedias. Como resultado, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha previsto que, de no cambiar las tendencias, las ciudades de la región consumirán para 2050 entre dos y cuatro veces más recursos de lo que se considera sostenible, tomando en cuenta que en la actualidad ya son responsables de la emisión de tres cuartas partes de las emisiones de GEI que se producen en la región (PNUMA, 2021). Además de la injusticia ambiental, el crecimiento sin control de las ciudades tiene como consecuencia la incapacidad de absorber el crecimiento y supone inequidad social. De todos estos datos, se puede identificar como rasgos de la región que: - El transporte y la industria consumen el 67% de la energía disponible; - Los mayores consumidores de energía son el Cono Sur (50%) y Mesoamérica (26%); - Existe una alta tasa de dependencia de los hidrocarburos (entre el 40% y el 60%); - Las ciudades emiten tres cuartas partes de las emisiones de GEI; - La tasa de reciclaje es mínima (4.5%); - El 12% de los alimentos que se producen se desperdicia. Las consecuencias del modelo económico lineal basado en la extracción de recursos naturales y la exportación de materias primas son, en específico, las siguientes: - Escasa diversificación económica La región es muy sensible a la volatilidad de los precios de los productos básicos. En 2018, el 52% de los países dependía de los productos básicos, incluidas todas las economías del Cono Sur. Por su parte, la región del Caribe es una de las 20 economías más dependientes del turismo del mundo (Coalición de Economía Circular de América Latina y el Caribe, 2022). En conclusión, la región depende en gran medida de un solo sector económico. Además, se trata de sectores lineales, por lo que no generan resiliencia y debilitan la prosperidad futura. - Deforestación Se ha observado un 94% de declive de la biodiversidad de la región, así como un 14% de degradación global del suelo6 (Coalición de Economía Circular de América Latina y el Caribe, 2022). Hacia 2010, el 40% de los bosques de ALC ya había sido completamente deforestado o se encontraba muy degradado (Gligo et al., 2020); además, nueve de los veinticuatro frentes de deforestación global se encuentran en la región, lo cual obedece en particular a la agricultura, ganadería, minería, infraestructura de transporte e incendios. Otro problema en la región es elacceso y propiedad de la tierra y la necesidad de reconocer la contribución de los pueblos indígenas y las comunidades locales a la preservación de los ecosistemas. Por ejemplo, en el Amazonas hay más de 6,000 territorios indígenas y áreas protegidas que abarcan aproximadamente el 50% del territorio, siendo los pueblos indígenas la pieza clave de su conservación (Reyes Haczek, 2022); no obstante, estas zonas se ven amenazadas por la expansión de la actividad agrícola, la desregulación y las concesiones a actividades extractivas. - Residuos urbanos Como se ha indicado, se espera que las ciudades de la región crezcan a un ritmo insostenible y, con ello, el consumo doméstico en áreas urbanas. Se prevé que para 2050 el consumo aumente a 25 toneladas per cápita, cuando lo que se considera sostenible es entre 6 y 8 toneladas per cápita. 6 Véase el cuadro 1.1, “América Latina (8 países): degradación de las tierras y factores relevantes, población y pobreza”, disponible en: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46101/1/S2000555_es.pdf (p. 21). https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46101/1/S2000555_es.pdf La econom ía circu lar en A m érica Latin a y el Caribe Pag.18 En cuanto al tratamiento de residuos urbanos, cabe mencionar que en la actualidad entre el 70 y el 80% de las aguas residuales no se trata y, si se hace, el tratamiento suele realizarse mediante rellenos sanitarios (52%), y únicamente se recicla el 4.5% de los residuos (Coalición de Economía Circular de América Latina y el Caribe, 2022).7 - Aumento de las emisiones de GEI La región emite el 10% de las emisiones mundiales de GEI, cifra que se ha duplicado en veinte años, es decir, se observa una tendencia al alza (Gligo et al., 2020). De estas emisiones, más de la mitad corresponde a la agricultura; cambios en el uso de la tierra y actividades forestales; procesos industriales y la generación de residuos (Coalición de Economía Circular de América Latina y el Caribe, 2022). b. Situación climática de América Latina y el Caribe La región no tiene una incidencia significativa en la emisión de GEI a nivel mundial, pues representa el 10%, en comparación con Occidente, que es responsable de más del 70% de estas emisiones. Sin embargo, ALC está sufriendo los efectos cada vez más graves del cambio climático. Los huracanes, inundaciones y sequías son cada vez más frecuentes y ocasionan grandes pérdidas económicas y sociales. Según datos del Banco Mundial, se estima que más de 17 millones de personas podrían correr el riesgo de perder sus hogares, y casi 6 millones, de caer en la pobreza extrema de aquí a 2030 (Banco Mundial, 2023). Los fenómenos meteorológicos extremos están azotando América Latina y el Caribe, lo que, ligado a la falta de resiliencia en la actividad agrícola, provoca el aumento de las migraciones climáticas en y desde la región. 7 Según datos del Panel Internacional de Recursos del PNUMA. El Panel Intergubernamental del Cambio Climático de las NN. UU. (IPCC, por sus siglas en inglés) ha previsto que fenómenos meteorológicos como ciclones tropicales, tormentas fuertes y tormentas de polvo sean más extremos en la costa este y la costa del golfo de los Estados Unidos, el Caribe y Centroamérica (Reyes Haczek, 2022). Junto a ello, las sequías se verán agravadas por olas de calor y falta de lluvias. El IPCC también ha alertado acerca de que el cambio de las temperaturas en todo el continente americano seguirá aumentando por encima del promedio mundial. Debido a estos fenómenos exacerbados por el cambio climático, los agricultores, en particular los pequeños productores —que son responsables de cerca de la mitad de la producción de alimentos—, están viendo mermada su capacidad de producción. Esta situación pone en riesgo la seguridad alimentaria y supone un aumento de los precios de los alimentos, no solo a nivel local o regional, sino también en el ámbito mundial, dado que la región genera cerca del 25% de la producción agrícola y pesquera del mundo (Reyes Haczek, 2022). Esta falta de resiliencia provocada por los fenómenos climáticos extremos ha impulsado las migraciones climáticas y, a la vez, ha empeorado la situación en la frontera entre México y los Estados Unidos. En conclusión, se puede observar que la región ya ha superado muchos límites planetarios y hay otros que está cerca de superar, por lo que es necesario comenzar a transitar hacia caminos más sostenibles y resilientes. La e co no m ía c ir cu la r en A m ér ic a La ti n a y el C ar ib e Pa g. 19 3. Resumen del Informe de brecha de circularidad 2023 8 Este informe es una iniciativa de Circle Economy, organización de impacto centrada en acelerar la transición hacia la economía circular. En sus informes anuales recoge los principales problemas relacionados con la economía circular y propone soluciones circulares globales. El informe se elabora mediante una técnica para medir la circularidad a nivel internacional, lo que permite establecer una estandarización internacional en materia de economía circular, con lo cual se pueden medir todos los países y regiones por igual. El método que se emplea para medir la circularidad es la medición de los materiales que se reincorporan a la economía global tras el fin de su vida útil. En este último informe, elaborado en 2023, se ha concluido que la economía circular permite satisfacer nuestras necesidades con solo el 70% de los materiales que extraemos y usamos, por lo que se podría frenar el avance de la humanidad en la superación de los límites planetarios. En 2018, la economía global era un 9.1% circular; en 2020, esta cifra se redujo a 8.6%, mientras que en 2023 ha llegado solo al 7.2% debido al aumento de la extracción y uso de recursos. Por consiguiente, vamos en una dirección errónea. Además, el 90% de los materiales desperdiciados no se reutiliza. Con las cifras cada vez más reducidas de circularidad en la economía global, el informe concluye que hay que reducir, a nivel global, la extracción de materiales y su uso en un tercio. En caso contrario, se estima que para 2050 se habrán superado todos los límites planetarios. Por ello, es preciso integrar soluciones circulares como utilizar menos, por más tiempo, reutilizar y limpiar. Además, hay que conseguir aumentar el consumo sostenible y consciente, tomando 8 CGR (2023). The Circularity Gap Report 2023. Disponible en: https://www.circularity-gap.world/2023 en cuenta que el consumo material no siempre supone mejores condiciones de vida para las personas, ya que genera una gran degradación e impacto ambiental. El informe propone soluciones circulares en cuatro sistemas priorizados debido a su carácter esencial para satisfacer necesidades básicas, aunque provoquen el traspaso de diversos límites planetarios (sistema agroalimentario, movilidad y transporte, productos manufacturados y consumibles, y entorno construido). Estas soluciones se pueden favorecer y promover mediante políticas públicas que supongan una discriminación positiva hacia las propuestas circulares, y negativa si se promueve la linealidad. Agroalimentario: La agricultura ocupa más del 50% de la superficie del planeta, es responsable de un tercio de las emisiones globales de GEI y del 70% de la extracción de agua dulce disponible en el mundo. La industria cárnica es el mayor responsable de esta degradación ambiental. Como solución, se propone la producción y nutrición circular mediante: - Alimentación con alimentos saludables y saciantes sustituyendo carnes, pescados y lácteos por cereales, frutas, verduras y frutos secos; - Eliminación del desperdicio evitable mediante la mejora y planificación del transporte y el almacenamiento, o su eliminación del proceso productivo; - Consumi r loca l , es tac iona l y más orgánicamente; - Trabajar la agricultura regenerativa,la agroecología y la permacultura. https://www.circularity-gap.world/2023 La e co no m ía c ir cu la r en A m ér ic a La ti n a y el C ar ib e Pa g. 20 Movilidad y transporte: El transporte consume una gran cantidad de materiales y combustibles fósiles. El informe propone: - Estilos de vida y carreteras sin automóviles o con menos turismos, buscando transportes más eficientes y promoviendo el teletrabajo para evitar movilizaciones; - Invertir e incentivar el transporte público de calidad; - Repensar los combustibles y los viajes aéreos; - Electrificar los vehículos, buscando el 100% de electrificación en el transporte público y al menos un 50% en el privado. Productos manufacturados y consumibles: Los impactos del sistema industrial provienen de la escala producción-consumo y los procesos de producción. Esto supone usar productos que modifican el sistema terrestre y emiten aproximadamente un tercio de las emisiones globales de GEI. En este sentido, se plantea: - Cambiar la moda rápida por textiles sostenibles y locales; - Comprar solo lo que se necesite o se vaya a consumir; - Prolongar la vida útil de la maquinaria, equipos y bienes mediante modelos circulares; - Simbiosis industrial y eficiencia pueden ahorrar cantidades importantes de material y emisiones. Entorno construido: Es responsable del 40% de las emisiones globales de GEI. Para frenar esta tendencia, es necesario transitar hacia: - Eficiencia energética desde el ecodiseño; - Aprovechar lo que ya existe, esto es, reutilizar y renovar; - Priorizar enfoques y productos circulares; - Reutilizar los residuos y maximizar el reciclaje para evitar el uso de materiales vírgenes. Estas propuestas son comunes para todos los países del mundo y suponen la base hacia la cual es preciso transitar. Sin embargo, cada región requiere diferentes soluciones circulares en relación con los desafíos y oportunidades que enfrenta; en este sentido, cabe subrayar que no hay soluciones únicas y efectivas para todo el mundo, sino que estas deben adaptarse a las diversas realidades existentes. El informe también establece una serie de recomendaciones divididas por tipo de país, determinando así las soluciones más optimas. En este sentido, se diferencian tres tipos de países: • Construidos: Países poco industrializados, los cuales albergan a la mayor parte de la población mundial, pero utilizan menos de una décima parte de los materiales disponibles en el mundo. Su desarrollo debe promoverse con el apoyo de los países en cambio. • Crecimiento: Países que se están industrializando y creciendo rápidamente. Se debe promover el desarrollo eficiente y el aumento de los estándares de vida. • Cambio: Países más contaminantes que deben reducir la extracción y uso de materiales. La e co no m ía c ir cu la r en A m ér ic a La ti n a y el C ar ib e Pa g. 21 América Latina y el Caribe es una región que se puede catalogar como de países en crecimiento. En este sentido, las recomendaciones son: • Sistema agroalimentario: Ђ Buscar alternativas proteicas de bajo impacto Ђ Reducir el consumo de carne con guías dietéticas Ђ Consumir localmente Ђ Buscar la soberanía y la seguridad alimentaria • Construir un entorno circular: Ђ Eficiencia energética Ђ Priorizar enfoques y materiales circulares Ђ Reusar el desperdicio Ђ Buscar estrategias constructivas que absorban carbono y consigan una huella de carbono negativa • Productos circulares: Ђ Aumentar la vida útil de las máquinas, equipos y productos Ђ Comprar solo lo que se necesite Ђ Fomentar textiles sostenibles • Movilidad y transporte: Se proponen las mismas soluciones que a nivel mundial (ver página 17). El informe concluye con recomendaciones globales de próximos pasos de cara a promover las “R” de la economía circular: Reducir: Pasar de la ef iciencia a la suf iciencia, resiliencia y adaptabilidad. Se trata de buscar la transformación eficiente de materiales en beneficios sociales; alejarse del sobreconsumo hacia sistemas que apoyen la prosperidad humana, reduzcan desechos y contaminación, y utilizar materiales de forma eficiente. - Recomendaciones para formuladores de políticas públicas o policy makers: Priorizar el bienestar humano como el indicador principal de progreso económico e incorporar indicadores en el proceso de políticas públicas; asimismo, establecer objetivos de reducción de la huella de carbono basados en el consumo, de manera que se logre producir y consumir dentro de los límites planetarios. - Recomendaciones para líderes y lideresas de negocios o business leaders: Explorar estrategias económicas basadas en la suficiencia que amplíen el valor añadido; transformar las operaciones para optimizar la eficiencia de los recursos, y expandir la capacidad para reparar y remanufacturar los bienes en uso. R La e co no m ía c ir cu la r en A m ér ic a La ti n a y el C ar ib e Pa g. 22 Regenerar: Pasar de la extracción a la regeneración. Ello supone respetar y apoyar la regeneración de sistemas reduciendo la polución, protegiendo ecosistemas, construyendo la salud de los suelos y fortaleciendo la biodiversidad. - Recomendaciones para formuladores de políticas públicas o policy makers: Promover iniciativas financieras basadas en la inclusión de impactos ambientales en el coste de bienes y servicios; por ejemplo, el modelo Ex’Tax,9 que promueve el traspaso de la carga fiscal hacia la contaminación y el uso de recursos. - Recomendaciones para líderes y lideresas de negocios o business leaders: Avanzar hacia energías renovables, alejarse de prácticas que agoten los ecosistemas y restaurar modelos de negocio para fortalecer la capacidad regenerativa de las personas y del planeta. 9 Véase https://ex-tax.com/ Redistribuir: Se refiere a acumular, distribuir o redistribuir recursos más equitativamente. Existe suficiente riqueza y materiales en el mundo como para que cada ser humano en el planeta cuente con una buena calidad de vida. Sin embargo, el desafío es asegurar que podamos distribuir el acceso de materiales a todos. Esto requiere redistribuir la riqueza, fomentar nuevos estilos de vida (del vivir bien al buen vivir), incentivar el uso de mejores tecnologías y promover el traspaso tecnológico e intercambio de conocimientos, y avanzar hacia la innovación social. - Recomendaciones para formuladores de políticas públicas o policy makers: Invertir en servicios públicos de transporte, parques, reservas naturales, hogares, salud y servicios sociales. - Recomendaciones para líderes y lideresas de negocios o business leaders: Transitar hacia modelos de negocios basados en servicios, gestionar el flujo de bienes y materiales con la producción circular, y uti l izar tecnologías digitales para promocionar y garantizar la circularidad. R R https://ex-tax.com/ La econom ía circu lar en A m érica Latin a y el Caribe Pag.23 4. Estado de la cuestión sobre políticas públicas de economía circular en América Latina y el Caribe a. Iniciativas públicas en economía circular en América Latina y el Caribe América Latina y el Caribe presenta un panorama desigual en cuanto a iniciativas públicas de economía circular. La región aglutinada en torno al Sistema de la Integración Centroamericana (SICA)10 está empezando prácticamente de cero en economía circular, sobre todo con ayuda de cooperación europea o por políticas empresariales de responsabilidad social corporativa. No obstante, dentro del SICA existen países con una transición más avanzada —como Costa Rica o Panamá— que ya poseen instrumentos básicos de políticas públicas de economía circular. Por otra parte, en el sur del continente prácticamente todos los países cuentan con hojas de ruta, estrategias nacionales u otros instrumentos básicos de economíacircular. Destacan Chile, Uruguay, Colombia, Ecuador y Perú como los países más avanzados en la transición hacia la economía circular, pues están desarrollando o planificando hojas de ruta hacia este derrotero. Además, Chile y Uruguay han incorporado la economía circular en sus contribuciones determinadas a nivel nacional, como eje transversal para cumplir el Acuerdo de París (Reyes, 2022). A manera de ejemplo sobre la desigual situación de las iniciativas públicas, la tabla 1 presenta la cantidad de políticas públicas de economía circular que había en cada país en 2019. 10 Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana. Tabla 1 . Iniciativas públicas de economía circular en América Latina Fuente: Centro de Innovación y Economía Circular (CIEC, 2019) La econom ía circu lar en A m érica Latin a y el Caribe Pag.24 En cualquier caso, las propuestas, políticas y medidas implementadas hasta el momento —aunque sin restarles importancia— han sido insuficientes, pues se manifiestan como medidas paliativas, pero sin proponer un cambio estructural que aborde el problema de fondo y promueva soluciones encaminadas a transitar hacia un modelo económico ambiental (Gligo et al., 2020). Por ello, resulta de especial relevancia seguir impulsando políticas públicas en materia de economía circular en toda ALC. Por su parte, a nivel regional no existe un consenso sobre el concepto de economía circular, ni se cuenta instrumentos para su implementación. La única regulación internacional existente en materia de economía circular es la legislación de la Unión Europea (UE).11 El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha elaborado una hoja de ruta para la acción climática en ALC (2021-2025) en la que incluye el tema de la economía circular como elemento a trabajar. Más allá de este documento, no existen instrumentos regionales específicos en la materia. La propuesta de la Coalición de Economía Circular (CEC) al respecto de elaborar un Circularity Gap Report12 para América Latina y el Caribe es el primer paso para trabajar la economía circular a nivel regional, ya que el informe presenta un marco habilitante que permite a los actores trabajar de manera conjunta con las misma métricas y herramientas. Este informe pretende recolectar datos y presentar una primera línea de base regional de economía circular, con el fin de medir avances. 1. Contenido de las iniciativas En materia de contenido de políticas públicas en economía circular, se trabaja en la región desde que se ha producido un residuo, como fase última de la producción industrial y agrícola. Esto es, se está trabajando principalmente el sector del reciclaje y el tratamiento de residuos. Sin embargo, son pocos los esfuerzos que se están llevando a cabo en relación con la producción sin desperdicios y el consumo de cercanía para reducir los residuos y las emisiones de GEI. Es decir, se observa una ausencia de iniciativas públicas en materia de economía circular en los procesos de producción y consumo. Además, suelen elaborarse o presentarse políticas reactivas, esto es, aquellas que trabajan en la reducción de los efectos negativos que generan los procesos de producción y consumo, por lo que responden a posteriori, cuando ya se ha originado un daño o un problema ambiental (Gligo et al., 2020). Los países pioneros en trabajar políticas públicas desde un punto de vista que se aleje del mero reciclaje y la gestión de residuos son Chile, Ecuador y Colombia. En estos países también se realizan esfuerzos desde la perspectiva de la producción, pero falta la parte del consumo responsable y circular, tomando en cuenta que en las iniciativas públicas de economía circular es necesario incluir a la ciudadanía ya que, como consumidoras, las personas constituyen actores clave implicados en el cambio. 11 Véanse el Pacto Verde Europeo y el Plan de acción para una economía circular en Europa, disponibles en: https://www.consilium.europa.eu/es/policies/green-deal/ y https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/ temas/economia-circular/comision-europea/ 12 Informe de brecha de circularidad que mide los estados actuales de circularidad mediante los aportes de los sectores público y privado, academia y oenegés; véase en: https://www.circularity-gap.world/ https://www.consilium.europa.eu/es/policies/green-deal/ https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/economia-circular/comision-europea/ https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/economia-circular/comision-europea/ https://www.circularity-gap.world/ La econom ía circu lar en A m érica Latin a y el Caribe Pag.25 Existen casos de buenas prácticas relacionadas con medidas económicas en materia de gestión ambiental en la región, tales como sistemas de transacciones de carbono, impuestos verdes que han supuesto una modificación de las formas de uso, gravámenes para crear fondos para la conservación y medidas que reorientan el uso de la tierra o el destino de las aguas (Giglo et al., 2020). Además, la incorporación de las nuevas tecnologías y avances científicos ha supuesto la disminución de los efectos ambientales en varios procesos productivos —en especial en la agricultura y la minería— y ha promovido una mayor eficiencia en el uso de recursos. Por otra parte, las organizaciones de la sociedad civil (OSC) de distintos países de la región están denunciando que hay países13 que se deshacen de residuos —sobre todo de residuos no reciclables—, enviándolos a países cercanos que no poseen regulación y control relacionados con la gestión de residuos, como es el caso de la región SICA. Esta situación se ha agravado desde que China ha impuesto restricciones a la importación de residuos sólidos, pues se ha documentado que esta decisión está afectando la cantidad de residuos que llegan a ALC, especialmente a México, El Salvador y Ecuador, países en los cuales ha aumentado la recepción de residuos (Rueda, 2022). Por esta situación, resulta prioritario regular la importación de residuos. En este sentido, además de la legislación aduanera, los acuerdos comerciales son una oportunidad para incluir principios y criterios que puedan, posteriormente, integrarse en las políticas nacionales, regionales y locales (CEPAL, 2022). 2. Recomendaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) Las tres grandes áreas industriales que constituyen una prioridad para la economía circular en ALC son el sector minero y extractivo; la gestión de residuos y el reciclaje; y la bioeconomía (Schröder et al., 2020). La aplicación de prácticas de economía circular en estos sectores resulta fundamental para reducir el impacto ambiental y los riesgos sociales. Además, mejora la competitividad a la vez que disminuye la demanda de materias primas debido a la producción sin residuos, la reutilización de productos y recuperación de materias, y las tecnologías del reciclaje. Igualmente, se reduce la cantidad de residuos que llegan a los vertederos o que se incineran. Por su parte, la bioeconomía es esencial para poner freno a los riesgos sociales, ya que fomenta la resiliencia y la sostenibilidad de los sistemas alimentarios y agrícolas de la región. La CEPAL ha detectado que la información sobre los flujos de recursos en las cadenas de valor constituye un área muy incipiente en la región. Debido a que la información sobre las cadenas es sumamente escasa y se carece de bases de datos consolidadas (pues pocas empresas publican datos sobre sus flujos de recursos consumidos), el desarrollo de sistemas de información con el uso de metodologías estandarizadas puede ofrecer oportunidades para los actores implicados en las cadenas (CEPAL, 2022). Estos sistemas de información dan seguridad y certidumbre al sector privado y fomentan el desarrollo económico. 13 En el caso de la región,se refiere principalmente a los Estados Unidos, pero también a países europeos y asiáticos. La econom ía circu lar en A m érica Latin a y el Caribe Pag.26 Es igualmente relevante la evaluación de impacto ambiental, ámbito en el cual varios países de la región han avanzado; no obstante, estas evaluaciones no se centran en la planificación estratégica, ni en planes de ordenamiento territorial. Además, se observa una falta de recursos, de marcos legales, y de capacidad científica y técnica para evaluar (Gligo et al., 2020). En este sentido, la CEPAL recomienda trabajar en sistemas de medición de la economía circular relacionados con la reducción de emisiones, incorporación de recursos renovables, reducción de pérdidas materiales, aumento de la durabilidad, flujo de materiales, análisis del ciclo de vida y medición de la huella ecológica. Para avanzar en las políticas de economía circular en la región, la CEPAL aconseja que se produzca articulación y cooperación entre los actores implicados, con el fin de que se alineen las políticas públicas en los diversos niveles (regionales, nacionales e internacionales) (CEPAL, 2022). En otras palabras, se requiere estandarizar las políticas para conseguir un proceso de transformación productiva resiliente a largo plazo. En este sentido, resulta esencial aplicar el enfoque de clústeres;14 además, en la elaboración de estas políticas estandarizadas es necesario pensar en el largo plazo pues, en general, se privilegia el corto plazo (Gligo et al., 2020). Relacionado con lo anterior, cabe mencionar que la economía circular abarca una gran variedad de sectores e instituciones; no obstante, en la región el tema se está interpretando como un modelo de sostenibilidad medioambiental, por lo cual se ha dejado la actuación únicamente en manos de los ministerios de medio ambiente. Esto supone dejar fuera del estudio y de las políticas públicas las causas que producen el cambio climático y las consecuencias sociales de ello. Incluso, en los casos en los que se trabaja desde diferentes ministerios gubernamentales, sus actuaciones se llevan a cabo de manera independiente y con programas propios, con lo cual se corre el riesgo de que la agenda de la economía circular enfrente retos y obstáculos importantes porque no existe articulación (Schröder et al., 2020). El enfoque multisectorial de la economía circular es un desafío importante en la región, y aplicar la cooperación interministerial o crear organismos supraministeriales (instituciones horizontales) puede facilitar la coherencia entre las políticas públicas de economía circular y crear estrategias coherentes en el largo plazo. Además, podría incidir en que las estrategias no se circunscriban a ministerios, sino que incluyan a todas las instituciones públicas. En este sentido, es necesario afrontar la economía circular como un elemento transversal en todas las instituciones y ministerios públicos, pues el sistema económico y la forma de producir son las verdaderas causas del cambio climático. Por ello, es especialmente importante brindar capacitación a los ministerios e instituciones de economía e industria, en aras de trabajar la economía circular en colaboración con entidades homólogas de medio ambiente (Bocanegra, 2022). En conclusión, las políticas públicas de economía circular en la región deben abarcar las áreas de minería y extracción; la gestión de residuos y el reciclaje; la bioeconomía circular; la producción con menos residuos y el consumo de cercanía; la regulación y control de la compra de residuos no reciclables; la información sobre flujos de recursos de las cadenas de valor; la cooperación intersectorial y la estandarización de las políticas públicas. 14 El enfoque de clústeres concibe que al trabajar de manera colectiva se genera más eficiencia de la que se podría conseguir de manera individual gracias a la cooperación, ya que esta cooperación posibilita el desarrollo de soluciones innovadoras (Camacho Vera et al., 2017). La econom ía circu lar en A m érica Latin a y el Caribe Pag.27 b. Barreras para la economía circular en América Latina y el Caribe • Barreras estructurales y culturales En el documento La tragedia ambiental de América Latina y el Caribe (Gligo et al., 2020), publicado por la CEPAL, se identifican tres barreras principales para la elaboración de políticas ambientales en la región, incluyendo igualmente a los tres sectores clave para promover la transición (público, privado y sociedad civil): - Ineficiencia del aparato burocrático público - Falta de compromiso de los sectores empresariales - Insuficiente conciencia ambiental de la población En el mismo sentido, la Fundación Konrad Adenauer ha detectado las principales amenazas a la economía circular en ALC desde el punto de vista de la percepción de la población regional: - Situación político económica de los países - Corrupción - Falta de estandarización internacional - Ecoimpostura o lavado de imagen verde (greenwashing) - Consumo inconsciente - Disminución de la cooperación internacional15 En la tabla 2 se representa el nivel de amenazas percibidas al avance de la economía circular en ALC: 15 Los organismos regionales que trabajan economía circular en ALC entienden que la transición a la economía circular debe ser resiliente y alejarse de la dependencia de la cooperación internacional, sin embargo, se plantea la reducción de la incidencia de esta cooperación como una barrera en la transición de la región hacía la economía circular. Tabla 2. Tabla resumen: Valoraciones 4-5 para cada pregunta de amenazas al avance de la economía circular en América Latina y el Caribe (en porcentajes) Fuente: Fundación Konrad Adenauer La econom ía circu lar en A m érica Latin a y el Caribe Pag.28 Además, el estudio Principales barreras al desarrollo de emprendimientos circulares por países 2019 concluye con la estadística en la que aparecen las principales barreras vinculadas con el nivel de importancia que le da la región, tal como se observa en la tabla 3. En particular, cabe destacar lo siguiente: - Falta de participación del sector privado por desconocer el valor que la economía circular puede producir a nivel empresarial (esto es, utilización eficaz de recursos y generación de valor a partir de residuos) (Henríquez-Aravena et al., 2021). En este sentido, hay que cocrear políticas públicas en estrecha colaboración con el sector privado; asimismo, la administración pública tiene el papel de apoyar a las empresas de la región en su transición hacia la economía circular. - Ausencia de definición y visión general y consensuada a nivel regional sobre un concepto de economía circular que pueda servir como marco de referencia de cara a la formulación de políticas públicas. Igualmente, hay escaso conocimiento sobre el concepto de economía circular. En la consulta realizada por el Centro de Innovación y Economía Circular (CIEC) de la KAS, que se incluye a continuación, se concluye que el 78% de los encuestados entiende que el desconocimiento del concepto y las prácticas de economía circular en su país constituyen una barrera para los avances en el tema (Henríquez- Aravena et al., 2021). Tabla 3. Agregación de resultados de puntaje 4-5 para todas las preguntas sobre barreras (en porcentajes) Fuente: Fundación Konrad Adenauer La econom ía circu lar en A m érica Latin a y el Caribe Pag.29 Gráfico 5. Resultados de la pregunta “¿En qué grado los siguientes temas son barreras para la economía circular en el país en que reside?” (bajo conocimiento del concepto y práctica de la economía circular en el país, en porcentajes) Fuente: Fundación Konrad Adenauer • Barreras políticas y legales para el desarrollo de emprendimientos: Un estudio realizado por el CIEC en 2019 analiza las barreras legales por país. De este análisis puede concluirse que las principalesbarreras (por número de países que las padecen a la vez) son: - Falta de financiación pública y privada. En la actualidad, el financiamiento de la economía circular en la región está limitado principalmente a la provisión de financiamiento internacional para el desarrollo dirigido a las actividades de gestión de los residuos y reciclaje, elementos que figuran en el nivel más bajo de la jerarquía de valorización asociada con la economía circular (Schröder et al., 2020). Además, para que la transición hacia la economía circular sea posible, resulta importante atraer inversiones nacionales y extranjeras que vayan más allá del sector de gestión de residuos. - Falta de apoyo y fomento estatal, por ausencia de impulsos proactivos e incentivos económicos y normativos, así como ausencia de normativa y escasa capacidad de implementación. - Déficit de capital humano capacitado - Dificultad de acceso a nuevas tecnologías y nuevos conocimientos La consulta que se realizó como parte del informe “Transitando hacia la economía circular: Oportunidades y pasos para América Latina (2021)“ permitió descubrir otras barreras para la economía circular. Se destaca la excesiva dependencia de la cooperación para el fomento de la transición. Es positivo que la institución que mayor relevancia ha tenido para impulsar la economía circular en la región es la cooperación internacional, al contrario de las empresas y gobiernos, que se ven como agentes de poco cambio. Sin embargo, para que haya un proceso de transición a la economía circular resiliente, son los actores de la región quienes deben liderar la transición. Por ello, las políticas públicas deben revertir la situación de dependencia de los actores internacionales de cooperación. Por último, existe una barrera que indirectamente perjudica la economía circular: la situación de los defensores ambientales y de la tierra. Según datos de la BBC, más de mil setecientos defensores y defensoras ambientales han sido asesinados en la última década, y aproximadamente el 70% de estas muertes ha ocurrido en ALC (Martins, 2022). Estos defensores desempeñan un papel esencial en la economía circular, pues denuncian y hacen pública la situación de partida a la que este modelo económico pretende hacer frente. La e co no m ía c ir cu la r en A m ér ic a La ti n a y el C ar ib e Pa g. 30 5. Por qué políticas públicas de economía circular? La economía circular en la región ofrece una posibilidad de desarrollo endógeno que resuelva las externalidades negativas de la economía lineal y genere beneficios sociales y ambientales. Además, se vuelve indispensable para alinear los límites ecológicos con el crecimiento de la región, desmaterializando la economía. Para que esto sea posible, es necesario una serie de cambios que tienen que ver con políticas públicas, regulaciones, finanzas e inversiones públicas, entre otros, que aborden desde la etapa productiva hasta el consumo, pasando por la gestión de residuos, que es el área que más se está trabajando en la región (CEPAL, 2021). La administración pública es el actor que debe encargarse de alinear los incentivos de los sectores privado y académico con el objetivo de generar conocimiento aplicado en materia de economía circular y elaborar instrumentos que fomenten la transición (Fundación Konrad Adenauer et al., s. f.). Las iniciativas públicas promueven e incentivan la investigación, generan condiciones de negocio con impacto positivo en el medio ambiente, pueden suscitar la inclusión de nuevas tecnologías en las cadenas de valor o promover acciones que transiten hacia caminos de desarrollo más sostenibles. La Unión Europea y China son los líderes mundiales en la transición hacia la circularidad y sus estrategias circulares influyen en el resto del mundo (Albaladejo et al., 2021). Europa es la región que más ha avanzado en la materialización de la economía circular y la producción sostenible en marcos normativos, en especial, el Pacto Verde Europeo, que incluye un plan de acción de economía circular que se centra en las TIC y las tecnologías digitales, baterías y vehículos, envases y plásticos, construcción y edificios, y la cadena agroalimentaria (Fundación Konrad Adenauer et al., s. f.). Igualmente, China adoptó la Ley de Promoción de la Economía Circular en 2008 (Larrea, 2020). Además, la UE y China han estrechado lazos de cooperación para avanzar con mayor firmeza en la transición hacia la circularidad (Fundación Konrad Adenauer et al., s. f.). En ALC se cuenta con ejemplos de empresas que están avanzando en diseñar sus procesos bajo la ecoeficiencia y la economía circular, pero la región tiene un nivel mucho menor de desarrollo normativo en economía circular en comparación con la UE y China (Fundación Konrad Adenauer et al., s. f.). A nivel global, el desafío climático no tiene precedentes, de manera que es necesario acelerar la transición hacia modelos más circulares de producción y consumo. Esta aceleración debe estar regulada mediante la implicación del sector público en la elaboración de un marco sobre el cual transitar (Tena, 2022). ¿ La e co no m ía c ir cu la r en A m ér ic a La ti n a y el C ar ib e Pa g. 31 a. Las obligaciones de los Estados en materia de economía circular como elemento de protección del derecho a un medio ambiente sano En el derecho internacional de los derechos humanos (DIDH) se incluye la transición a la economía circular como un elemento clave para defender el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible. El relator especial sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionados con el disfrute a un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible,16 en colaboración con el relator especial sobre las implicaciones para los derechos humanos de la gestión y eliminación ambientalmente racionales de sustancias y desechos peligrosos,17 presentó un informe el 12 de enero de 2022 sobre el medio ambiente no tóxico como elemento sustantivo del derecho a un medio ambiente sano, destacando las obligaciones de los Estados, las responsabilidades de las empresas y las buenas prácticas encaminadas a asegurar un medio ambiente no tóxico mediante la prevención de la contaminación, la eliminación de sustancias tóxicas y el saneamiento de las zonas contaminadas. Dicha resolución parte del hecho de que existe una toxificación de las personas y del plantea que provoca injusticias ambientales y zonas de sacrificio18 y, con base en ello, se resumen los casos de buenas prácticas como ejemplo a seguir y se elabora una serie de conclusiones y recomendaciones para los titulares de obligaciones en materia de derechos humanos, esto es, los Estados. Se reconoce el Pacto Verde Europeo para lograr una economía circular como una política regional ambiciosa y ejemplo a seguir para reducir a cero la contaminación y conseguir un medio ambiente no tóxico para las generaciones futuras (párr. 81, Informe 49/53 Consejo DH). En el caso de ALC, se admiten como buenas prácticas los compromisos adquiridos mediante el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe (o Acuerdo de Escazú), cuyos Estados parte se recomienda ampliar, así como avanzar en su cumplimiento (párr. 25, Informe 49/53 Consejo DH). Por su parte, las zonas de sacrificio analizadas en ALC son:19 Quintero-Puchuncaví (Chile), La Oroya (Perú), las islas de Guadalupe y Martinica (Francia), y varios vertederos del Caribe, destacando Parkietenbos, en Aruba (Países Bajos), Riverton (Jamaica) y Truitier (Haití) (párr. 39-42, Informe 49/53 Consejo DH). Lo más relevante de este informe es que incluye a la economía circular como elemento promotor de la transición hacia un futuro sostenible, con bajas emisionesde carbono y sin contaminación, reconociendo la existencia de los conocimientos y el ingenio necesarios en la sociedad para hacer posible la transición (párr. 88, Informe 49/53 Consejo DH). De esta manera, se reconoce de manera implícita, en un documento de las NN.UU., la necesidad de avanzar en la economía circular. Y, considerando que 193 países del mundo forman parte de este organismo internacional, resulta viable considerar a la economía circular como una obligación general en materia de derechos humanos para todos los Estados. 16 David R. Boyd, cuyo mandato se prorrogó por 3 años en marzo de 2021. 17 Marcos A. Orellana. 18 Lugares extremadamente contaminados donde grupos vulnerables y marginados soportan de manera desproporcionada las consecuencias de la exposición a la contaminación y las sustancias peligrosas, en lo que respecta a la salud, los derechos humanos y el medio ambiente (Informe 49/53 Consejo DH). 19 En los párrafos 87-88 del informe se argumentan los motivos concretos por los que estas zonas se consideran como zonas de sacrifico. El documento se encuentra disponible en el siguiente enlace: https://www.ohchr.org/es/documents/thematic-reports/ahrc4953-right-clean-healthy-and-sustainable-environment-non-toxic https://www.ohchr.org/es/documents/thematic-reports/ahrc4953-right-clean-healthy-and-sustainable-environment-non-toxic La e co no m ía c ir cu la r en A m ér ic a La ti n a y el C ar ib e Pa g. 32 El informe emite recomendaciones a los Estados para avanzar en la transición a la economía circular y cumplir con sus obligaciones asociadas con el logro de un medio ambiente no tóxico (párr. 89.d. apartados i-iv, Informe 49/53 Consejo DH), entre ellas las siguientes: - Medidas que exijan a las “empresas que rediseñen sus productos para que puedan ser reparados, reutilizados, reciclados o compostados de forma segura”. - Elaborar medidas regulatorias basadas en el mercado, entre ellas las leyes de responsabilidad extendida del productor (leyes REP) en las que se incluyan los costos que tienen la contaminación y la presencia de sustancias tóxicas en la salud y el medio ambiente. En este sentido, se debe considerar la prohibición cuando los riesgos para la salud o el medio ambiente son elevados. - Contemplar el retiro de subvenciones públicas a las actividades y productos que generan contaminación y emiten o vierten sustancias tóxicas, dirigiendo dichas subvenciones hacia el apoyo a productos no tóxicos y sostenibles. - “Invertir en innovación para encontrar alternativas seguras, acelerar la eliminación de productos químicos peligrosos, avanzar en la química verde y sostenible y estimular el saneamiento verde”. Del mismo modo, el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) incluye una resolución sobre el alcance y obligaciones interamericanas de derechos humanos en materia de emergencia climática (res. 3/21 de la CIDH). A pesar de que en este sistema de protección de los derechos humanos no se incluye explícitamente a la economía circular como elemento clave para la protección del derecho a un medio ambiente sano, sí se recoge una serie de obligaciones para los Estados parte que permiten vislumbrar una transición hacia la economía circular. Así, como elementos del deber de prevenir y de precaución que tienen los Estados, se exige lo siguiente: - Inclusión de políticas y acciones de mitigación del cambio climático. - Proteger y avanzar en el derecho a la participación de la sociedad civil, derecho de información y acceso a la justicia en materia de emergencia climática. Específicamente, cumplir y ampliar la adhesión al Acuerdo de Escazú, que se centra en la rectificación de las injusticias que genera el cambio climático y en garantizar a todas las personas el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible. - Cooperación entre Estados y entre diferentes niveles administrativos de buena fe. - Reducción de los GEI y aplicar el EBDH en la legislación relacionada con la emergencia climática, con el fin de avanzar sin dejar a nadie atrás. Esto implica tomar en cuenta estrategias de discriminación positiva hacia los grupos vulnerables que sufran en mayor medida los efectos del cambio climático. - E laborac ión de po l í t i cas púb l icas medioambientales desde una perspectiva participativa. Todas estas medidas requieren la incorporación de la economía circular en las políticas públicas de los Estados parte del SIDH. La e co no m ía c ir cu la r en A m ér ic a La ti n a y el C ar ib e Pa g. 33 b. Conclusiones de la COP2720 El PNUMA ha señalado que con las políticas climáticas globales actuales no es suficiente para evitar llegar al punto de no retorno, sino que, al contrario, las temperaturas podrían subir y llegar a alcanzar, para finales del siglo, hasta 2.8 °C más con respeto a los niveles preindustriales21 (Tena, 2022). Incluso si lograran cumplirse todos los compromisos asumidos por los países en sus contribuciones nacionales determinadas, en la actualidad únicamente podría reducirse las emisiones globales entre un 5 y un 10% para 2030 (Tena, 2022). El ecosistema que se ha creado alrededor de la COP27 ha ratificado lo anterior. En este sentido, las OSC han exigido que se aumente la ambición de las contribuciones nacionales determinadas para que se consiga evitar superar el límite de aumento de las temperaturas (1.5 °C), pues con los propósitos de las contribuciones actuales estamos abocados a superar este límite. En línea con lo anterior, la región SICA, en su declaración ante la COP27, pidió más ambición en las contribuciones nacionales determinadas, sobre todo por parte de los países más industrializados, con miras a cumplir el Acuerdo de París, que exige la reducción de las emisiones en un 50%; también demandó la inclusión de un acuerdo de daños y pérdidas.22 Además, solicitó más apoyo técnico y flujos financieros basados en la equidad, la transición justa y la adaptación al cambio climático, así como fortalecer los sistemas a nivel regional. Por otra parte, la región resaltó la importancia del conocimiento ancestral existente en la región para promover la resiliencia, y estableció la agricultura y ganadería circular y la bioeconomía como puntos clave a trabajar. c. Aspectos clave de las políticas públicas en economía circular En este apartado se presentan elementos que las y los formuladores de políticas públicas deben tomar en cuenta al trabajar en economía circular. Antes de comenzar, es importante destacar los puntos clave de la COP27 que pueden influir en ALC en el ámbito de la economía circular. Entre los compromisos a los que se ha llegado en el período de soluciones de la COP27 se incluyen tres que pueden dar paso a posibles soluciones al respecto de la economía circular. En primer lugar, el Acuerdo de Daños y Pérdidas (promovido por la región de América Latina y el Caribe), que incluye un programa de adaptación encaminado a que los países altamente industrializados que contribuyen en mayor medida al cambio climático trabajen en asistencia técnica hacia los países que más sufren los impactos de la degradación ambiental de forma directa. En segundo lugar, se ha discutido el artículo 2.1 del Acuerdo de París relativo al cambio de los flujos financieros hacia bajas emisiones de GEI y desarrollo resiliente del clima. En este sentido, se ha acordado que los flujos financieros se centren en la equidad y que la financiación fluya hacia una transición justa y hacia la adaptación al cambio climático. En último lugar, se ha acordado realizar un programa quinquenal para establecer soluciones tecnológicas en países en desarrollo. Pese a que estas tres soluciones no incluyan explícitamente la economía circular, su aplicación abre la puerta a la transición hacia ella, ya que la economía lineal es incompatible con estos propósitos acordados