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EDUCACIÓN DE LA SEXUALIDAD 
Y SALUD SEXUAL Y 
REPRODUCTIVA
GUÍA PARA DOCENTES
VENEZUELA 2010
© UNFPA-Fondo de Población de Naciones Unidas, 2010
Versión preliminar
Programa Salud Sexual y Reproductiva 
Fondo de Población de Naciones Unidas, Venezuela
Textos y Coordinación General del Proyecto
Luz Beltrán Molina
Edición, revisión y coordinación de producción: Helena González
Montaje electrónico: Michela Baldi
Publicación con fines docentes, sin valor comercial, realizada con el apoyo de 	
  
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN 7
UNIDAD Nº 1 - INTRODUCCIÓN A LA TEMÁTICA DE LA EDUCACIÓN 
DE LA SEXUALIDAD 9
1. CONTEXTO INTERNACIONAL Y NACIONAL DE LA SALUD 
SEXUAL Y REPRODUCTIVA 9
1.1 Conferencia sobre la Población y el Desarrollo. El Cairo 9
1.2 IV Conferencia Mundial sobre la Mujer: Acción para la Igualdad, 
el Desarrollo y la Paz. Beijing 11
1.3 Declaración Universal de los Derechos Humanos 11
1.4 Derechos sexuales y reproductivos 14
1.5 Marco Legal Venezolano referido a salud sexual y reproductiva 17
2. EDUCACIÓN DE LA SEXUALIDAD 20
 2.1 Sexualidad y Educación en tiempos de cambio 20
 2.2 Enfoques en la Educación de la Sexualidad 20
2.3 ¿Cómo se educa en sexualidad? 24
2.4 Rol del docente en la educación de la sexualidad 27
3. CONCEPTOS CLAVE EN EDUCACIÓN DE LA SEXUALIDAD 33
3.1 Términos Básicos 33
3.2 Perspectiva de género 34
3.3 Construcción de la Identidad de Género 37
UNIDAD Nº 2 - DESARROLLO PSICOSEXUAL 42
1. DESARROLLO PSICOSEXUAL DURANTE LA INFANCIA 42
1. 1 Fases del desarrollo psicosexual infantil 42
2. DESARROLLO PSICOSEXUAL DURANTE LA ADOLESCENCIA 44
2.1 Cambios biológicos, psicológicos y sociales 45
2.2 Finalización de la Adolescencia 45
2.3 Juventud 46
3. TEMAS DE ESPECIAL INTERÉS PARA ADOLESCENTES Y JÓVENES 46
3.1 Masturbación 46
3.2 Homosexualidad 47
3.3 Noviazgo y pareja 47
3.4 Iniciación de la actividad sexual 48
4. SITUACIONES DE RIESGO PARA LOS Y LAS ADOLESCENTES 49
4.1 Violencia en el noviazgo 49
4.2 Abuso sexual 50
4.3 Maternidad y paternidad en la adolescencia 54
4.4 Relación entre asignaciones de género y riesgos 56
5. PREVENCIÓN DE RIESGOS 57
5.1 Factores protectores 57
5.1.1 Familia 57
5.1 2 Educación e Información 60 
5.1.3 Valores 61
5.1 4 Valores y Slud Sexual y Reproductiva 61
5.1.5 Comportamientos de vida sexualmente responsable 62
5.1.6 Toma de decisiones 65
5.1.7 Autoestima 66
5.1.8 Asertividad 67 
5.1.9 Negociación 69 
5.1.10 Proyecto de vida 69
UNIDAD Nº 3 - SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA 71
1. SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA 71
2. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL APARATO REPRODUCTOR MASCULINO 71
3. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL APARATO REPRODUCTOR FEMENINO 72
4. HIGIENE DEL APARATO REPRODUCTIVO 76
5. RESPUESTA SEXUAL HUMANA 76
5.1 Cambios fisiológicos, anatómicos y psicológicos durante la respuesta sexual 77 
5.2 Aspectos psicosociales de la respuesta sexual 78
6. PLANIFICACIÓN FAMILIAR 79
6.1 Métodos anticonceptivos 79
6.2 Beneficios de la Planificación Familiar 89
6.3 Anticoncepción de emergencia (AE) 90
6.4 Participación del hombre en la salud sexual y reproductiva 
en la planificación familiar 90
6.5 Aborto 91
7. INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL ITS 92
Agente causal, medios de transmisión, sintomatología, consecuencias, prevención 
Clamidias 93
Gonorrea 94
Sífilis 94
Virus de Papiloma Humano-VPH 95
Hepatitis B 96
Herpes Genital 96
Tricomoniasis 97
8. VIRUS DE INMUNODEFICIENCIA ADQUIRIDA VIH/SIDA 98 
8.1 Agente causal 98
8.2 Medios de transmisión 99
8.3 Tratamiento de personas Infectadas con el VIH 99
8.4 La transmisión del VIH/SIDA en datos 99
8.5 Relación entre el VIH y otras ITS 100
8.6 Prevención de las ITS y del VIH/SIDA 100
9. VIOLENCIA INTRAFAMILIAR Y DE GÉNERO 100
9.1 Tipos de violencia 100
9.2 Violencia de género 101
9.3 Violencia sexual hacia niños y niñas 102
9.4 Mitos y verdades en torno a la violencia 102 
9.5 Consecuencias de la violencia intrafamiliar y de género 103
9.6 Cómo prevenir la violencia en la familia y hacia la mujer 104
10. PARES PROMOTORES EN EDUCACIÓN DE LA SEXUALIDAD 105
10.1 Concepto de “Pares” 105
10.2 Definición de Educación Inter Pares 105
10.3 Teorías que sustentan la educación Inter Pares 105
10.4 La educación Inter Pares y el VIH/SIDA 106
10.5 El educador Inter Pares 107
10.6 Seguimiento, evaluación y acompañamiento a los Pares Promotores 108
10.7 Ética del Educardor Inter Pares 108
11. BIBLIOGRAFÍA 110
12. NOTAS 114
13. GLOSARIO DE TÉRMINOS 116
14. DISEÑO INSTRUCCIONAL PARA EL TALLER DE DOCENTES 
EN EDUCACIÓN DE LA SEXUALIDAD 121
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
7
INTRODUCCIÓN
El material que se presenta en este volumen constituye un acopio de documentos de probada 
calidad técnica, estructurado como apoyo teórico para las personas que han recibido el 
Taller de Formación en Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva aplicado 
en el marco del Proyecto Promoción de la Salud Sexual y Reproductiva y Prevención de ITS 
incluyendo VPH - VIH y Embarazo Adolescente, auspiciado por el Fondo de Población de las 
Naciones Unidas (UNFPA).
El proyecto es ejecutado por gobiernos locales y cuenta con el apoyo técnico y financiero del 
Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) teniendo como propósito “Disminuir los 
índices de infecciones de transmisión sexual incluyendo el VPH y VIH, así como el embarazo en 
las adolescentes en las localidades seleccionadas”, a través de una estrategia multisectorial 
basada en la activa participación de las escuelas, servicios de salud y las comunidades, con el 
protagonismo de los y las jóvenes y adolescentes, en el rol de PROMOTORES PARA PARES EN 
SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA. 
Para consolidar los objetivos del proyecto se prevé la formación de docentes, equipos de 
salud y líderes de las comunidades como multiplicadores en sus respectivos contextos labo-
rales y como formadores de Pares Promotores en Salud Sexual y Reproductiva, a quienes 
acompañarán y apoyarán en las actividades de promoción e información llevadas adelante en 
sus escuelas y comunidades. 
En el marco del proyecto se asume la Educación de la Sexualidad como un “proceso activo 
y permanente que potencia al individuo para el encuentro libre, pleno y responsable con 
la sexualidad, en correspondencia con sus necesidades y con las demandas del entorno, 
garantizando el protagonismo, la capacidad de elegir los límites personales de la sexualidad 
y el respeto a los de las personas con las cuales se relaciona” (González, Alicia y Castellanos, 
Beatriz 1996). 
La tarea educativa debe sustentarse sobre una ética de respeto a la diversidad, la equidad 
y la libertad responsable, por lo que el educador de la sexualidad debe ofrecer a las y los 
educandos opciones para el desarrollo de la autonomía y la toma de decisiones, antes que 
imponer sus criterios de forma vertical. Debe promover la participación activa de las personas 
como protagonistas de sus propias vidas y de su educación, permitiendo y promoviendo 
procesos interactivos en los que la colaboración y la contradicción estén presentes de manera 
permanente y sean aceptadas como parte de la dinámica educativa. 
La aproximación al tópico de la sexualidad todavía es fuente de ansiedad y temores, no tanto 
por desconocimiento como por la presencia de pautas socioculturales fuertemente arraiga-
das, en las cuales el tema se excluye de las conversaciones familiares, con los hijos y hasta 
con la pareja, por considerarse “inapropiado”, en el mejor de los casos. Por esta razón, en-
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
8
frenar el rol de educador de la sexualidad supone superar las dificultades que la cultura y la 
socialización han impuesto, lo que constituye un proceso sistemático y sistémico, progresivo 
y permanente.
El inicio de este proceso requiere de la identificación de los obstáculos a vencer y de la convic-
ción de la necesidad de un cambio en la visión de la sexualidad y del hecho educativo.
Para el cumplimiento de la labor educativa en el área de la sexualidad,las y los docentes 
formados como MULTIPLICADORES contarán con esta Guía y con un juego de láminas en 
Power Point para apoyar el desarrollo de los temas. 
¡Éxito en la tarea!
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
9
UNIDAD Nº 1
INTRODUCCIÓN A LA TEMÁTICA 
DE LA EDUCACIÓN DE LA SEXUALIDAD 
 
1. CONTEXTO INTERNACION AL DE LA TEMÁTICA DE EDUCACIÓN DE LA 
SEXUALIDAD
1.1 Conferencia sobre la Población y el Desarrollo. El Cairo 
La Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD), realizada en la ciudad 
de El Cairo (Egipto, 1994), constituyó una de las más controversiales de las cuatro (4) confe-
rencias de Población organizadas por las Naciones Unidas. Los puntos de mayor discusión 
estuvieron relacionados con los aspectos reproductivos, siendo los más polémicos los que se 
referían específicamente a:
• Servicios de Salud Reproductiva.
• Maternidad Segura/Maternidad sin riesgo.
• Planificación Familiar/ Regulación de la Fecundidad.
• Servicios de Salud Reproductiva para Adolescentes y Jóvenes.
• El SIDA y el uso de condones.
• El concepto de pluralidad de formas familiares.
Particular atención se dio a los capítulos VII y VIII referidos a Derechos Reproductivos, Salud 
Sexual y Reproductiva, Planificación Familiar y Salud, Morbilidad y Mortalidad, respectivamente. 
La ejecución de las acciones propuestas en el Plan de Acción no son sólo responsabilidad de 
los gobiernos y organizaciones no gubernamentales (ONG), sino también de las acciones que 
tomemos todos y cada uno de los miembros de la comunidad social para aplicarlas.
En la CIPD se dieron los principales lineamientos sobre derechos reproductivos y relaciones 
entre los sexos, los cuales deben tomarse en cuenta en las políticas y planes nacionales en la 
esfera de la salud sexual y reproductiva. Así, la CIPD plantea que la plena atención de la salud 
sexual implica: “la promoción de relaciones de respeto mutuo e igualdad entre hombres y 
mujeres, y particularmente [la atención] a las necesidades de los adolescentes en materia 
de enseñanza y de servicios con objeto de que pueden asumir su sexualidad de modo positi-
vo y responsable” (Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, 1994, p. 42).
Asimismo, dentro del enfoque de la salud sexual y reproductiva se contemplan las relaciones 
entre los sexos y la salud, en lo que la CIPD reconoce: “... la relación de igualdad entre hombres 
y mujeres en la esfera de las relaciones sexuales y la procreación, incluido el pleno respeto a la 
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
10
integridad física del cuerpo humano que exige el respeto mutuo y la voluntad de asumir la res-
ponsabilidad personal y las consecuencias de la conducta sexual” (Conferencia Internacional 
sobre la Población y el Desarrollo, 1994, p. 43).
Es importante señalar que los documentos de la Conferencia conceptualizan la salud repro-
ductiva como: “...un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de mera ausencia 
de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo 
y sus funciones y procesos. La salud reproductiva entraña la capacidad de disfrutar de una 
vida sexual satisfactoria y sin riesgos y de procrear, la libertad para decidir hacerlo o no hacer-
lo, cuándo y con qué frecuencia” (Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, 
1994, p.41).
A partir de esta definición, se identifican como derechos reproductivos: “el reconocimiento del 
derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y responsablemente el número 
de hijos, el espaciamiento de los nacimientos y el intervalo entre éstos y a disponer de la infor-
mación y de los medios para ello y el derecho a alcanzar el nivel más elevado de salud sexual y 
reproductiva. También incluye su derecho a adoptar decisiones relativas a la reproducción sin 
sufrir discriminación, coacciones, ni violencia, de conformidad con lo establecido en los docu-
mentos de derechos humanos” (Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, 
1994, p.42).
En la práctica, estas concepciones de salud sexual y salud reproductiva, así como el ejercicio 
de los derechos, se enfrentan a limitaciones de orden genérico, social, económico y cultural. 
Situación que se agrava en los grupos sociales más expuestos, como la población adolescente. 
Para hacer efectivos esos derechos en todos los sectores de la población, además de los cam-
bios socioeconómicos necesarios, se requieren cambios de actitudes y de patrones de sociali-
zación, principalmente en la infancia y en la adolescencia. 
Precisamente, en este sentido, la Conferencia reconoce a la población adolescente como un 
grupo que presenta características particulares que requieren una atención específica: 
“...debería facilitarse a los adolescentes información y servicios que les ayudarán a compren-
der su sexualidad y a protegerse contra los embarazos no deseados, las enfermedades de 
transmisión sexual y el riesgo subsiguiente de infecundidad. Ello debería combinarse con la 
educación de los hombres jóvenes para que se respeten la libre determinación de las mujeres 
y compartan con ellas la responsabilidad en lo tocante a sexualidad y la procreación” (Confe-
rencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, 1994, p. 51).
Todos estos cambios propuestos deben darse en diferentes niveles, desde las políticas nacio-
nales hasta la actitud de los padres y madres, así como de las familias y demás personas invo-
lucradas en programas o proyectos dirigidos a la población adolescente. Es entonces en este 
marco en el que se torna fundamental el fortalecimiento del protagonismo y de la capacidad 
de toma de decisiones de las y los adolescentes tanto en sus familias como en las instituciones 
que trabajan directamente con esta población. 
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
11
1.2 IV Conferencia Mundial sobre la Mujer: Acción para la Igualdad, el 
Desarrollo y la Paz. Beijing 1995, entre el 4 y 15 de septiembre
Miles de mujeres y hombres de todo el mundo se dieron cita en Beijing donde se calculó una 
asistencia de 5.000 personas procedentes de 189 Estados, para evaluar lo ocurrido en los 
últimos decenios en lo relativo a la condición de las mujeres como sujetos sociales y determi-
nar las medidas que habrían de adoptarse ante la evidencia de que la mujer continúa siendo 
objeto de discriminación en la esfera social, económica, política y cultural. Al unísono, las y 
los representantes de los 189 países reconocieron la importancia de haber llegado a consen-
sos sobre temas que parecían irreconciliables. Ante los compromisos adquiridos en Beijing 
es necesario que se adopten medidas inmediatas y responsables a fin de lograr los objetivos 
propuestos, entre otros: 
• Aprobar una Plataforma de Acción a partir de doce esferas críticas de interés. Estas 
fueron identificadas como obstáculos para el adelanto de la mujer en el mundo y 
permitieron elaborar un documento base que contenía proposiciones y sugerencias 
relativas tanto a los objetivos estratégicos como a las acciones que habrían de adop-
tar los gobiernos, la comunidad internacional, las ONG, el sector privado y las per-
sonas a titulo individual. Ello con el fin de eliminar obstáculos que aún impiden que 
las mujeres participen y se beneficien de un desarrollo pleno y en pie de igualdad en 
todas las esferas de la vida.
• Movilizar a mujeres y hombres tanto a nivel de la formulación de políticas como a 
nivel popular con el fin de lograr los objetivos ya señalados.
• Determinar las medidas de carácter prioritario que habrá de adoptar la comunidad 
internacional, incluido el sistema de Naciones Unidas.
1.3 Declaración Universal de los Derechos Humanos
La Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada el 10 de Diciembre de 1948, 
se funda en la dignidad de la persona, establece principios de convivencia en todas las esferas 
de la vida social y fue ratficada en laConferencia de Derechos Humanos en Teherán 1968, en 
la Conferencia de Población y Desarrollo celebrada en Bucarest en 1974, en la Conferencia de 
Población y Desarrollo reunida en México en 1984, en los Pactos de Derechos Civiles y Políti-
cos, Económicos, Sociales y Culturales de 1996. 
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
12
Artículo 1 Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y 
conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 2 Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de 
raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición 
económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o 
territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un 
territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.
Artículo 3 Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
Artículo 4 Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en 
todas sus formas
Artículo 5 Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Artículo 6 Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica
Artículo 7 Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho 
a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal 
discriminación.
Artículo 8 Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare 
contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley
Artículo 9 Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
Artículo 10 Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un 
tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de 
cualquier acusación contra ella en materia penal.
Artículo 11 1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe 
su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías 
necesarias para su defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el 
Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la 
comisión del delito.
Artículo 12 Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, 
ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales 
injerencias o ataques.
Artículo 13 1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
Artículo 14 1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes o 
por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
Artículo 15 1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad
. 2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.
Artículo 16 1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de 
raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al 
matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio.
3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad 
y del Estado
Artículo 17 1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
. 2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad
Artículo 18 Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye 
la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, 
individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la 
observancia.
Artículo 19 Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser 
molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin 
limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Declaración Universal de los Derechos Humanos
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
13
Artículo 20 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas
. 2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.
Artículo 21 1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de 
representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.
. 3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante 
elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto 
secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto
Artículo 22 Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el 
esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada 
Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre 
desarrollo de su personalidad.
Artículo 23 1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y 
satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así 
como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, 
por cualesquiera otros medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.
Artículo 24 Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración 
del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Artículo 25 1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y 
el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales 
necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u 
otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de 
matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.
Artículo 26 1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente 
a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria.La instrucción técnica y 
profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de 
los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del 
respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y 
la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las 
actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.
Artículo 27 1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las 
artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por 
razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.
Artículo 28 Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y 
libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.
Artículo 29 1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y 
plenamente su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las 
limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos 
y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar 
general en una sociedad democrática.
3. Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejercidos en oposición a los propósitos y 
principios de las Naciones Unidas.
Artículo 30 Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un 
grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de 
cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.
Declaración Universal de los Derechos Humanos
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
14
1.4 Derechos Sexuales y Reproductivos
 Al establecer un marco “neutral” y general de los Derechos Humanos, se vio la ne-
cesidad de reconocer los Derechos Sexuales y Reproductivos. Las mujeres necesitaban que 
el mundo aceptara que tales derechos comienzan en el entorno individual. La realidad y el 
discurso feminista al interpretar los diferentes instrumentos internacionales con una perspec-
tiva de género hicieron evidentes los vacíos, las exclusiones y las inconsistencias que ponían 
en evidencia que los espacios privados como la familia y el ejercicio de la sexualidad, la re-
producción y el hogar son campos de ejercicio de derechos en los cuales hay que establecer 
límites y controlar los desafueros del poder rompiendo así la dicotomía entre espacio público 
y privado.
Importantes eventos contribuyen a la formulación y reconocimiento de los Derechos Sexuales 
y Reproductivos, entre los que se mencionan:
• Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer 
1979, en la cual se asumió el compromiso de eliminar todo tipo de discriminaciones, 
el derecho a la atención médica durante todo su ciclo vital, en especial el embarazo, 
el parto y el post parto, así como el derecho a decidir libre y espontáneamente el 
número y espaciamiento de los hijos.
• Convención de los Derechos del Niño 1989, donde se proclamaron los siguientes 
principios: el interés Superior del Niño, la no-distinción entre raza, religión, sexo, idio-
ma, por la condición social, actividades, opiniones expresadas o las creencias de sus 
padres, tutores o familiares.
• Conferencia de los Derechos Humanos Viena 1993, donde se declaró que los Derechos 
de la Mujer y de la Niña forman parte integral e inalienable de los Derechos Humanos.
• Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra 
la mujer 1994, la cual consagra el compromiso de garantizar a las mujeres una vida 
libre de toda clase de violencia, en el ámbito público y en el privado, incluyendo el 
sector salud.
Salud reproductiva y derechos sexuales y reproductivos
“Todas las parejas y todos los individuos tienen el derecho básico de decidir libre y responsablemente 
el número y el espaciamiento de sus hijos y de disponer de la información, 
la educación y los medios para hacerlo”. 
Programa de Acción de la CIPD, principio 8
Decidir libre y responsablemente el número y el espaciamiento de sus hijos: este derecho es 
clave de una mejor salud reproductiva para millones de mujeres. Para ejercer ese derecho es 
preciso contar con información, educación y servicios de planificación de la familia, inclusive 
provisión de anticonceptivos, atención prenatal y prevención de enfermedades de transmi-
sión sexual, entre ellas el VIH/SIDA. Pero en muchos lugares, los conocimientos de la gente 
sobre la salud y la sexualidad humanas son demasiado escasos, se deniega a las mujeres la 
libertad de decidir acerca de sus vidas y se espera que las niñas se casen a temprana edad y 
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
15
comiencen a tener hijos cuanto antes, en lugar de asistir a la escuela. Esos factores, y otros, 
ponen en peligro la salud y limitan el potencial de las mujeres y sus familias.
“Los derechos humanos de la mujer incluyen su derecho a tener control sobre las cuestiones 
relativas a su sexualidad, incluida su salud sexual y reproductiva, y decidir libremente respecto 
de esas cuestiones, sin verse sujeta a la coacción, la discriminación y la violencia”, según se 
establece el párrafo 96 de la Plataforma de Acción aprobada en la Cuarta Conferencia Mundial 
sobre la Mujer, Beijing, 1995.
Necesidad urgente de acción
• Cada año, más de 514.000 mujeres –una por minuto– pierden la vida a causa de 
complicaciones del embarazo y el parto y de esas defunciones maternas, 99% ocu-
rren en países en desarrollo, mientras un número 15 veces mayor padecen lesiones 
o infecciones. Cada año, más de 50 millones de complicaciones del embarazo causan 
enfermedad y discapacidad a largo plazo.
• Dado que hay 36,1 millones de personas que están viviendo con el VIH/SIDA y que 
en el año 2000 hubo 5,3 millones de nuevos contagios, se obvia la urgencia de la 
situación. De todas las personas que se contagian con el VIH, la mitad son menores 
de 25 años.
• Cada año, 78.000 mujeres pierden la vida debido a abortos realizados en malas con-
diciones, casi todas ellas en países en desarrollo. Las Naciones Unidas han exhortado 
a los países a reducir el número de embarazos no deseados y considerar que las 
repercusiones sanitarias de los abortos en malas condiciones constituyen un grave 
problema de salud pública.
• Hay 350 millones de parejas que carecen de acceso a una opción entre diversos mé-
todos anticonceptivos seguros y costeables. Estudios realizados en más de 60 países 
en desarrollo indican que más de 100 millones de mujeres que actualmente no es-
tán utilizando un método anticonceptivo quieren aplazar el nacimiento de su hijo 
siguiente o dejar de tener hijos.
• Al menos una de cada tres mujeres ha sido apaleada, obligada a entablar relaciones 
sexuales bajo coacción o maltratada, con frecuencia por alguien que la mujer cono-
ce. Cada año, dos millones de niñas corren riesgo de mutilación genital femenina. 
Cada año, unas 5.000 mujeres y niñas son víctimas de los llamados “asesinatos para 
restaurar la honra”.
• Los refugiados, las personas internamente desplazadas y otras personas atrapadas 
en situaciones de conflicto o emergencia enfrentan especiales amenazas contra sus 
derechos reproductivos, desde sus necesidades de planificación de la familia hasta 
las de obtener tratamiento y asesoramientoen casos de violencia sexual y violación.
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
16
Derechos sexuales y reproductivos
El ejercicio de los Derechos Sexuales y Reproductivos son fundamentales para la vigencia de 
los derechos humanos de las personas. Su definición y el marco normativo que lo respaldan 
se constituyen en la concreción de las más importantes reivindicaciones del movimiento de 
mujeres y de los acuerdos de las conferencias internacionales sobre población y desarrollo.
La recuperación del derecho sobre el cuerpo, la sexualidad y la reproducción como ejercicio 
de libertad y garantía del desarrollo humano coadyuva a la mejora de una calidad de vida de 
las mujeres.
En nuestro país, existe un perfil epidemiológico que muestra la persistencia de problemas que 
afectan principalmente la salud de las mujeres y que es producto de las inequidades de géne-
ro y de la pobreza: mortalidad materna, alta tasa de fecundidad en zonas pobres del país, per-
sistencia de brechas sociales y económicas para que las mujeres accedan a los servicios, entre 
otros. Aunque existen marcos normativos que recogen el ejercicio de los derechos sexuales y 
reproductivos asumidos en los distintos compromisos nacionales e internacionales, aún no se 
han establecido los servicios y estrategias para tal fin.
Los Derechos Sexuales y Reproductivos se encuentran protegidos por la legislación interna-
cional referente a derechos humanos y otros documentos de las Naciones Unidas. Entre los 
principales instrumentos legales internacionales que los apoyan se tienen los siguientes: 
• Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948)
• Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1976)
• Pacto de Derechos Económicos y Sociales (1976)
• Convención Internacional para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación 
Contra la Mujer (1981)
• Convención sobre los Derechos del Niño (1990)
• Declaración y Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Derechos Hu-
manos, Viena (1993)
• Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo, El 
Cairo (1994)
• Programa de Acción de la Conferencia Mundial de la Mujer, Beijing (1995)
La aparición de la infección por VIH y el SIDA condujo a modificaciones importantes en to-
dos los campos humanos. Uno de los cuestionamientos que la infección trajo consigo hace 
referencia a los derechos sexuales de las personas. En parte, ellos surgen a raíz de la intole-
rancia que se presentó ante minorías sexuales tanto por parte de los equipos de salud como 
de la sociedad como un todo. Como consecuencia, se ha planteado que tales derechos son: 
1. Derecho a la vida, derecho fundamental que permite el disfrute de los demás derechos.
2. Derecho a la integridad física, psíquica y social.
3. Libertad respecto de la finalidad del ejercicio de la sexualidad: recreativa, comunicativa y 
reproductiva.
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
17
4. Respeto a las decisiones personales en torno a la preferencia sexual.
5. Respeto a la opción de la reproducción.
6. Elección del estado civil.
7. Libertad de fundar una familia.
8. Libertad de decidir sobre el número de hijos, el espaciamiento entre ellos y la elección de 
los métodos anticonceptivos o proconceptivos.
9. Derecho al reconocimiento y aceptación de sí mismo, como hombre, como mujer y como 
ser sexuado.
10. Derecho a la igualdad de sexo y género.
11. Derecho al fortalecimiento de la autoestima, la autovaloración, y la autonomía para lograr 
la toma de decisiones adecuadas en torno a la sexualidad. 
12. Derecho a la expresión y libre ejercicio de la orientación sexual.
13. Libertad de elegir compañero(a) sexual.
14. Derecho a elegir si se tienen o no relaciones sexuales.
15. Derecho a elegir las actividades sexuales según sus preferencias.
16. Derecho a recibir información clara, oportuna y científica acerca de la sexualidad.
17. Derecho a espacios de comunicación familiar para tratar el tema de la sexualidad.
18. Derecho a la intimidad personal, la vida privada y al buen nombre.
19. Derecho a disponer de opciones con mínimo riesgo.
20. Derecho a disponer de servicios de salud adecuados.
21. Derecho a recibir un trato justo y respetuoso de las autoridades.
22. Derecho a recibir protección ante la amenaza o la violación de los derechos fundamenta-
les, sexuales y reproductivos.
En resumen, los derechos sexuales y reproductivos garantizan la convivencia y la armonía 
sexual entre los hombres y mujeres, entre adultos y menores, logrando con ello que la sexuali-
dad y la reproducción se ejerzan con libertad y respetando la dignidad de las personas, permi-
tiendo al ser humano el disfrute de una sexualidad sana, responsable, segura y con el menor 
riesgo posible.
1.5 Marco Legal Venezolano referido a salud sexual y reproductiva 
En cumplimiento de los compromisos adquiridos en los eventos internacionales, el Estado ve-
nezolano ha aprobado un conjunto de leyes y reglamentos que colocan al país a la vanguardia 
de la normativa legal para la protección de los Derechos Sexuales y Reproductivos. Entre ellos 
destacan los siguientes instrumentos jurídicos:
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
Artículo 76.- La maternidad y la paternidad son protegidas integralmente, sea cual fuere el 
estado civil de la madre o del padre. Las parejas tienen derecho a decidir libre y responsable-
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
18
mente el número de hijos e hijas que deseen concebir y a disponer de la información y de los 
medios que les aseguren el ejercicio de este derecho. El Estado garantizará asistencia y pro-
tección integral a la maternidad, en general a partir del momento de la concepción, durante 
el embarazo, el parto y el puerperio, y asegurará servicios de planificación familiar integral 
basados en valores éticos y científicos.
Artículo 87.- La salud es un derecho social fundamental, responsabilidad intransferible del 
Estado, que lo garantiza como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará 
políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servi-
cios. Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, el deber de promoverla 
y defenderla, cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la ley y de 
conformidad a los tratados y convenios internacionales.
Artículo 88.- Para garantizar el derecho a la salud, el Estado crea, ejerce rectoría y gestiona un 
sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial, descentralizado y participativo, 
integrado al sistema de seguridad social, regido por los principios de gratuidad, universalidad, 
integralidad, equidad, integración social y solidaridad. El sistema público de salud da prioridad 
a la promoción de la salud y prevención de las enfermedades, garantizando el tratamiento 
oportuno y rehabilitación de calidad. Los bienes y servicios de salud pública son propiedad del 
Estado y no podrán ser privatizados.
Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia 
Tiene por objeto garantizar y promover el derecho de las mujeres a una vida libre de violen-
cia, creando condiciones para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las 
mujeres en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos, impulsando cambios en los patro-
nes socioculturales que sostienen la desigualdad de género y las relaciones de poder sobre 
las mujeres, para favorecer la construcción de una sociedad justa democrática, participativa, 
paritaria y protagónica.
En el Artículo 15 identifica 19 formas de violencia de género en contra de las mujeres:
1. Violencia psicológica
2. Acoso u hostigamiento
3. Amenaza
4. Violencia física
5. Violencia doméstica
6. Violencia sexual
7. Acceso carnal violento
8. Prostitución forzada
9. Esclavitud sexual
10. Acoso sexual
11. Violencia laboral
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva19
12. Violencia patrimonial y económica
13. Violencia obstétrica
14. Esterilización forzada
15. Violencia mediática
16. Violencia institucional
17. Violencia simbólica
18. Tráfico de Mujeres, niñas y adolescentes
19. Trata de mujeres, niñas y adolescentes
Ley Orgánica para la Igualdad y Equidad de Género
Declara como propósito establecer las bases normativas para el logro real y efectivo de la 
igualdad entre mujeres y hombres, sobre la base de la justicia como principio rector y la garan-
tía de no discriminación, conforme a lo establecido en la Constitución de la República Boliva-
riana de Venezuela y en los tratados, pactos o convenios internacionales suscritos y ratificados 
válidamente por la República.
Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNA) 
En 1998 se aprueba la Ley Orgánica de Protección al Niño y al Adolescente LOPNA, que esta-
blece en su artículo 50:
Artículo 50: Salud Sexual y Reproductiva. Todos los niños y adolescentes tienen derecho a ser 
informados y educados, de acuerdo a su desarrollo, en salud sexual y reproductiva para una 
conducta sexual y una maternidad y paternidad responsable, sana, voluntaria y sin riesgos 
(…) Los adolescentes mayores de 14 años de edad tienen derecho a solicitar por si mismos y 
a recibir servicios.
El Decreto 1762 del Ministerio de Educación (1996), por su parte, establece la pre-
servación del derecho de las adolescentes embarazadas a proseguir estudios en todos los 
planteles del país.
Ley Orgánica de Educación
Tiene por objeto desarrollar los principios y valores rectores, derechos, garantías y deberes en 
educación, que asume el Estado como función indeclinable y de máximo interés, de acuerdo 
con los principios constitucionales y orientada por valores éticos y humanistas para la trans-
formación social, así como las bases organizativas y de funcionamiento del Sistema educativo 
de la República Bolivariana de Venezuela.
Líneas Estratégicas Curriculares para la Educación de la Sexualidad en el 
Subsistema de Educación Básica
Este nuevo currículo contempla la promoción de estilos de vida saludables y la prevención 
de problemas sociales y de salud pública de los niños, niñas y adolescentes como parte del 
proyecto de cooperación establecido entre el MPPE y UNFPA en junio de 2009. Vale la pena 
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
20
destacar que el UNFPA viene apoyando desde al año 2003 al Ministerio del Poder Popular para 
la Educación (MPPE) en todas las actividades relacionadas con el tema.
Diseño Curricular del Sistema Educativo Bolivariano de Venezuela
El Currículo Nacional Bolivariano (CNB) dicta las bases históricas, pedagógicas, filosóficas, so-
ciales, culturales, psicológicas, políticas, metodológicas, científicas y humanistas con las cua-
les se implementará la formación de los niños, niñas, jóvenes, adultos y adultas de nuestro 
país, en los subsistemas que le competen al Ministerio del Poder Popular para la Educación. 
Se enmarca en un profundo respeto y valoración tanto por la diversidad multicultural y mul-
tiétnica de Venezuela, como por los más altos principios y valores que han moldeado nuestra 
nacionalidad venezolana, como son la libertad, la igualdad, la fraternidad, la justicia, la paz, el 
bien común, la unidad de la América, entre otros, con los cuales se cimentó la independencia 
de Venezuela en 1811 y se fundó nuestra Primera República.
Norma Técnico Administrativa y de Procedimientos para la Atención Integral en 
Salud Sexual y Reproductiva, se presenta en tres tomos editados de manera independien-
te para facilitar la consulta y el manejo cotidiano de estas herramientas, los cuales se titulan: 
• Tomo I Lineamientos Estratégicos para la Promoción y el Desarrollo de la Salud Sexual 
y Reproductiva
• Tomo II Reglamento Técnico Administrativo para la Promoción y el Desarrollo de la 
Salud Sexual y Reproductiva
• Tomo III Manual de Procedimientos para la Promoción y el Desarrollo de la Salud 
Sexual y Reproductiva
Lineamientos estratégicos para la promoción y el desarrollo de la salud integral de 
los y las adolescentes en Venezuela, incluye, además de los lineamientos, el Reglamento 
Técnico Administrativo para la atención de este grupo etario.
2. EDUCACIÓN DE LA SEXUALIDAD
2.1 Sexualidad y Educación en Tiempos de Cambio
Los procesos educativos tienen un papel determinante en la adquisición de competencias1 
indispensables para cuidar la propia salud, tomar decisiones sobre la vida sexual y repro-
ductiva y ejercer derechos, incluido el derecho a hacer uso de los servicios de salud. Estos 
procesos, especialmente cuando parten de las necesidades de aprendizaje de las personas, 
tienen un carácter gradual, sistemático y científico y pueden realizarse en la escuela y a través 
de actividades no formales. Estas modalidades educativas muestran una gran eficacia cuando 
se integran y abarcan diferentes audiencias dentro de una misma cobertura geográfica y se 
acompañan de actividades de información y comunicación social e interpersonal.
Frente a los desafiantes escenarios que se presentan, la humanidad está convocada a pensar en 
una nueva sociedad planetaria, construida bajo el signo de los procesos de globalización econó-
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
21
mica, política, científica, tecnológica y cultural, donde el conocimiento representa un elemento 
clave para promover las transformaciones sociales y productivas en aras del desarrollo sostenible.
En este momento histórico, la educación se convierte en una herramienta estratégica para la 
formación de la nueva ciudadanía del siglo XXI, capaz de afrontar los desafíos de construir un 
mundo mejor y avanzar hacia los ideales de paz, libertad, equidad y justicia, haciendo retroceder 
la pobreza, la exclusión, las incomprensiones, las opresiones y las guerras2. 
En efecto, tal como se reafirmó en la Declaración de Cochabamba3, “sin educación no hay de-
sarrollo humano posible”. Aunque la educación no es suficiente por sí sola para acabar con la 
pobreza, que afecta a 220 millones de personas en América Latina y el Caribe, constituye la 
base indispensable para asegurar la participación de hombres y mujeres en los procesos de 
desarrollo socioeconómico, disfrutar de sus beneficios y mejorar su calidad de vida. 
Problemas y desafíos en el ámbito de la Sexualidad Humana y su Educación
(...) uno de los elementos determinantes en el desarrollo de la personalidad humana y la identi-
dad individual se relaciona con el hecho de ser hombre o ser mujer en una época histórica con-
creta y en los espacios de una cultura particular.
La educación de niños, niñas, adolescentes y jóvenes está llamada a promover nuevas formas 
de comprender, vivir y sentir la sexualidad y la pertenencia a un género, por cuanto éstas no 
pueden ser desvinculadas del proceso integral de formación de la personalidad, ni tampo-
co de los problemas contemporáneos vinculados con el ejercicio de los derechos humanos 
universales como la equidad social y entre los géneros, el acceso a la educación, la salud, la 
participación social, política, productiva y económica, la oportunidad de tener una vida mejor, 
más digna, plena y feliz y de tomar decisiones libres y responsables con respecto a la propia 
existencia y, de forma especial, en el ámbito del comportamiento sexual y reproductivo.Sin 
embargo, es largo el camino por recorrer para convertir la visión en acción, por cuanto subsis-
ten complejas dificultades en esta esfera que dependen estrechamente de variables estructu-
rales, como la pobreza crítica, los elevados índices de analfabetismo y abandono del sistema 
escolar, la insuficiente cobertura y calidad de los servicios de salud sexual y reproductiva, la 
deficiente orientación y educación en materia de sexualidad.
En primer lugar, la equidad entre los géneros constituye hoy un reto de máxima prioridad y, 
aunque se han ganado importantes espacios en los últimos años, no puede olvidarse que 
el accesoa una educación que posibilite la apropiación del conocimiento científico y de las 
tecnologías de punta, se convierte en la llave para multiplicar los niveles de productividad y 
competitividad. El nivel educativo no sólo influye en las posibilidades de integración laboral, 
política y cultural de las mujeres, sino que incide de modo significativo en el ejercicio de sus 
derechos sexuales y reproductivos, en la toma de decisiones autónomas e informadas acerca 
de su sexualidad, la planificación del número de hijos y su espaciamiento, el empleo de méto-
dos anticonceptivos seguros, el uso de los servicios de salud sexual y reproductiva disponibles, 
la edad de inicio de las relaciones sexuales, la selección de la pareja, la prevención de embara-
zos precoces o tardíos, el enfrentamiento de la violencia de género, entre otros.
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
22
Otra problemática que viene e mergiendo con fuerza cada vez mayor es la relacionada con 
las necesidades de los hombres, los adolescentes y los niños en materia de Educación de la 
Sexualidad, incluyendo la salud sexual y reproductiva, con vistas a promover el cambio de las 
actitudes y concepciones culturales profundamente arraigadas respecto a las relaciones en-
tre los géneros y contribuir a la flexibilización de los roles estereotipados. Desde esta óptica, 
entre los acuerdos de Beijing+5 (Nueva York, 2000), se comprueba y recomienda lo siguiente: 
“Los adolescentes siguen careciendo de la educación y los servicios que necesitan para poder 
asumir de manera responsable y positiva su sexualidad y es preciso proporcionarles educa-
ción, información y servicios apropiados, acogedores, accesibles y sin discriminación, a fin de 
abordar concretamente sus necesidades en materia de higiene sexual y salud reproductiva... 
Es preciso formular programas a fin de alentar a los jóvenes varones y posibilitar que adopten 
comportamientos sexuales y reproductivos seguros y responsables y que utilicen eficazmente 
métodos para evitar los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual, 
incluido el VIH/SIDA”4.
Por otra parte, dentro de la red interdependiente de problemas vinculados con la sexualidad 
y los géneros se encuentran la difusión del VIH/SIDA y de las ITS, el incremento de múltiples 
formas de violencia sexual, abusos y violaciones contra niños y niñas, adolescentes y mujeres, 
así como de la explotación sexual comercial y la prostitución infanto-juvenil, y las altas tasas 
de morbilidad y mortalidad materna en los países y sectores de la población más deprimidos 
económicamente. 
El breve recuento de algunos de los problemas de mayor relevancia para nuestra región en 
el ámbito de la sexualidad y la situación de los géneros permite constatar la amplitud de los 
retos educativos afrontados y conduce a la necesaria reflexión, preguntándonos:
¿En qué medida la Educación de la Sexualidad está en condiciones de contribuir a los 
imperativos de la formación de la nueva ciudadanía del siglo XXI? 
Desde esta perspectiva, resulta incuestionable que los enfoques reduccionistas acerca de la 
sexualidad humana y su educación que aún subsisten, no pueden ofrecer las respuestas que 
hoy se requieren. De hecho, el desarrollo de la sexualidad y las relaciones entre ambos géne-
ros ha portado, a lo largo de los siglos, las huellas de la intolerancia ante lo diferente, la re-
presión de las necesidades individuales, la estigmatización del placer, la rígida estereotipación 
del comportamiento del hombre y de la mujer, la discriminación social. Es la historia de una 
Educación Sexual domesticadora por sus fines, cuyos contenidos se divorcian de la vida y de 
las demandas de los individuos y las comunidades, apelando a métodos autoritarios, vertica-
listas y despersonalizadores. 
Resulta entonces necesario resignificar la sexualidad y su educación con vistas a promover la 
formación integral de hombres y mujeres para que puedan entrar por la puerta grande al uni-
verso del mañana, con oportunidades equitativas de satisfacer sus necesidades de aprendiza-
je y de desarrollo pleno de sus potencialidades, para que puedan vivir y trabajar con dignidad, 
participar plenamente en el desarrollo social, mejorar su calidad de vida, tomar decisiones 
libres y fundamentadas y continuar aprendiendo5. 
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
23
La Sexualidad Humana, una dimensión de la personalidad
Ante las nuevas visiones del ser humano, comienzan a derrumbarse las concepciones reduc-
cionistas, biologicistas, culpabilizadoras y represivas de la sexualidad y se abren paso enfo-
ques integrales y humanistas que conciben la sexualidad como una compleja dimensión de 
la personalidad donde confluyen potencialidades y funciones vitales vinculadas con la perte-
nencia a un género, la procreación, el erotismo y el placer, la comunicación interpersonal, el 
amor, entre otras. 
Desde esta perspectiva, el hombre y la mujer son seres inconclusos y singulares, cuya perso-
nalidad no está predeterminada al nacer sino que se configura en un proceso dinámico, donde 
desempeñan un papel determinante la actividad desplegada por la persona en su entorno y 
los vínculos establecidos en la comunicación y la interacción con los demás. Ciertamente, el 
ser humano se forma de afuera hacia adentro, ya que la personalidad, como sistema superior 
de organización y regulación de la psiquis y la conducta, se constituye en la medida en que 
la persona se socializa. Así, en el encuentro con la cultura, se desencadenan los procesos de 
individuación y de personalización:
• La sexualidad se integra de forma indisoluble en el ser de una persona total y única; 
no sólo constituye un instrumento de reproducción o de placer, sino que potencia la 
calidad de la convivencia, la intimidad y la comunicación, los afectos y la capacidad de 
ofrecer y recibir amor. 
• El ser humano, como personalidad sexuada, es el sujeto activo de su propia vida 
sexual y reproductiva, cuyos caminos y destinos no están fatalmente prefijados: la 
persona es potencialmente capaz de elegir de forma libre y responsable. 
• El desarrollo evolutivo de la sexualidad a lo largo de la vida personal se inscribe en el 
marco del proceso de formación de la personalidad, de modo que las particularidades 
de esta esfera en la infancia, la adolescencia, la juventud y la adultez no pueden ser 
entendidas al margen de la estructura y el funcionamiento de la totalidad, así como 
tampoco pueden ser educadas sin atender a la dinámica inherente a cada etapa.
• La Educación de la Sexualidad constituye una dimensión de la educación integral. La 
esencia personológica, singular e irrepetible, de la sexualidad representa una fuente 
inagotable de la diversidad humana y de la diversidad educativa.
• Los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos universales e inaliena-
bles, con independencia del género, la edad, la nacionalidad, la cultura, la raza, la 
orientación sexual y la filiación política o religiosa. Todas las personas tienen derecho 
a vivir plenamente la sexualidad según sus propias opciones, a recibir una Educación 
Sexual de calidad y equidad y a acceder a los servicios de salud sexual y reproductiva, 
incluyendo los de planificación familiar, tal como ha sido reafirmado en la Convención 
sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (Nueva 
York, 1979), la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (Cairo, 
1994), la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995), entre otras.
Las problemáticas vinculadas con la sexualidad y los géneros revisten entonces especial re-
levancia en el contexto de la formación de la ciudadanía del siglo XXI, por cuanto no son en 
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
24
modo alguno ajenas al porvenir colectivo, como tampoco pueden ser examinadas al margen 
de los conflictos que afectan a la humanidad en su conjunto, y a cada una de las regiones,naciones y comunidades en particular.
2.2 Enfoques Reduccionistas en la Educación de la Sexualidad
Como nos ha enseñado Freire, el camino de la educación implica siempre un compromiso des-
de lo cosmovisivo y lo ético; implica una elección “entre una educación para la domesticación 
alienada y una educación para la libertad. Educación para el hombre-objeto o educación para 
el hombre-sujeto”6. 
Los enfoques reduccionistas en la esfera de la Educación de la Sexualidad, en cambio, apues-
tan de forma explícita o implícita por la opción del hombre-objeto, por cuanto:
• Reproducen las concepciones y valores basados en la discriminación femenina, el 
sexismo y el encarcelamiento de la sexualidad en rígidos moldes y estereotipos.
• Tienen carácter autoritario, dogmático, formalista, despersonalizador y descontex-
tualizado, al divorciar los aspectos afectivo-valorativos y cognitivos de la educación y 
negar la diversidad individual y el protagonismo de los/las educandos.
• No ofrecen espacios para la comunicación, el cuestionamiento, la reflexión y el com-
promiso.
• Son atomistas y asistemáticos, ignorando la pluralidad de influencias simultáneas y 
permanentes que interactúan sobre la persona en diversos contextos y situaciones.
• Promueven, por consiguiente, personalidades conformistas, acríticas e incapacitadas 
para tomar decisiones en contextos cada vez más cambiantes: no es posible, desde 
tales perspectivas, educar hombres y mujeres para vivir en sociedades auténtica-
mente democráticas, construidas sobre la base del diálogo, la tolerancia, la justicia, 
la equidad y la solidaridad.
Entre estos enfoques pueden identificarse los siguientes:
a. Enfoque represivo-moralizador se caracteriza por una mirada culpabilizadora de la sexua-
lidad y especialmente del placer, asociándola con los más bajos y pecaminosos impulsos 
y solamente justificable en los marcos del matrimonio y la reproducción de la especie. En 
lo pedagógico, este enfoque impone, desde una ética vertical, rígidos e inflexibles pre-
ceptos morales. Es una educación que ordena y castiga, indica y controla; una educación 
que intenta reproducir una determinada cultura de la sexualidad de connotación sexista 
y androcéntrica y convierte a la persona en un ser pasivo ante los retos de la existencia, 
por cuanto enajena su capacidad de elegir libre y responsablemente y lo priva al mismo 
tiempo, de disfrutar de una vida sexual plena y enriquecedora.
b. Enfoque informativo-preventivo se corresponde con la educación academicista y banca-
ria tradicional, con énfasis en la transmisión de datos y hechos básicamente de orden ana-
tómico y fisiológico, dirigidos a prevenir los riesgos de la sexualidad (el embarazo precoz, 
las infecciones de transmisión sexual y el VIH/SIDA, entre otros), y a promover una higiene 
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
25
sexual restringida al cuidado de los órganos genitales, sin apelar a un concepto integral 
de la salud humana y de la salud sexual y reproductiva, en particular. Tales posiciones no 
trascienden el modelo del sujeto pasivo-receptivo: la inculcación de conocimientos y del 
temor se realiza sin promover la problematización, la reflexión y el diálogo constructivo; el 
educando se convierte en un receptáculo de ideas e informaciones carentes de potencial 
autorregulador del comportamiento sexual. Sin embargo, esta es la corriente que mayor 
influencia ha tenido en la región latinoamericana y caribeña, gozando aún de predominio 
en algunos contextos.
c. Enfoque de modelación y modificación del comportamiento constituye una extrapola-
ción al campo de la Educación de la Sexualidad, de los principios y postulados del Con-
ductismo y la Tecnología Educativa. Se fundamenta en la idea del educando como un 
ser reactivo, cuya conducta sexual puede ser moldeada a partir de la organización de 
determinadas contingencias de refuerzo. Es un modelo externalista, encaminado a en-
trenar la formación de comportamientos deseables, sin considerar el carácter integral de 
la sexualidad, donde juegan un papel trascendente las representaciones y concepciones 
construidas por el individuo, sus valores, actitudes, sentimientos y afectos. Al igual que 
en los enfoques anteriores, se obvia la naturaleza activa y constructiva de la persona hu-
mana, privándola de la posibilidad de convertirse en un agente libre y responsable de su 
vida sexual y reproductiva. Ejemplos de este enfoque son el IEC (Información, Educación 
y Comunicación, vigente aún en la Región), y el actual BCC (Behavioral Change Communi-
cation), que comienza a difundirse.
d. Enfoque hedonista, que enfatiza el placer sexual, aislado de los restantes componentes 
de la sexualidad humana y, en especial, de la procreación. Surgió a raíz de la revolución 
sexual de los años sesenta del siglo XX. Se trata de una mirada igualmente reduccionista, 
ya que al intentar la reivindicación del erotismo, tradicionalmente reprimido y ausente, 
lo maximiza al punto en que se identifica sexualidad con sexo, separándolo de los compo-
nentes afectivos.
Para trascender las limitaciones de tales posiciones, se necesita reconceptualizar la Educa-
ción de la Sexualidad a la luz del nuevo ideario educativo. Resulta necesaria la búsqueda de 
enfoques integradores que atiendan a la diversidad de necesidades de aprendizaje de las per-
sonas; visiones que comprendan la sexualidad como expresión de la personalidad y parte 
indisoluble de una educación de calidad a lo largo de la vida, considerando al individuo como 
un sujeto activo, artífice de su propia vida, capaz de elegir las formas de vivir la sexualidad y 
de tomar decisiones conscientes acerca de su comportamiento sexual y reproductivo. 
Hacia una Educación Sexual alternativa, participativa y desarrolladora
A partir del cuestionamiento de estas concepciones como válidas para dar respuesta a la for-
mación del hombre y la mujer del siglo XXI, se asume un enfoque renovado de la Educación 
de la Sexualidad, entendida como:
“el proceso activo y permanente que potencia al individuo para el encuentro libre, pleno y 
responsable con la sexualidad, en correspondencia con sus necesidades y con las demandas 
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
26
del entorno, garantizando el protagonismo, la capacidad de elegir los límites personales de la 
sexualidad y el respeto a los de las personas con las cuales se relaciona”7.
Desde esta visión, la Educación Sexual tiene un carácter alternativo y participativo, por cuanto 
se sustenta en el respeto a la diversidad, la equidad y la libertad responsable8, ofreciendo a 
las y los educandos opciones para vivir la sexualidad sin imponerlas de forma vertical y favo-
reciendo el desarrollo de la autonomía y la toma de decisiones. En igual medida promueve la 
genuina participación de las personas como protagonistas de sus propias vidas y de su edu-
cación, en los marcos de un proceso interactivo, colaborativo, contradictorio y permanente. 
Al mismo tiempo, en esta concepción se atribuye a la educación el papel de promotora del 
desarrollo de la personalidad. En efecto, la educación parte de los conocimientos, actitudes y 
valores que posee la persona pero su función no es la adaptación sino crear desarrollo, o sea, 
orientar y estimular el progreso permanente hacia niveles potenciales que superen las metas 
previamente logradas. Precisamente, las necesidades básicas de aprendizaje en la esfera de la 
sexualidad han de ser diagnosticadas y establecidas en correspondencia con zonas de desa-
rrollo potencial de cada persona, entendidas como “la distancia entre el nivel real de desarro-
llo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de 
desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un 
adulto o en colaboración con otro compañero más capaz”9.
Este punto de vista acerca de la educación desarrolladora fundamenta una concepción amplia 
y flexible de las necesidadesbásicas de aprendizaje, que no pueden ser consideradas como 
un techo al cual se arriba: “Lo básico de la necesidad se refiere a su carácter generador de 
otra necesidad, por lo cual las necesidades de aprendizaje son infinitas. La satisfacción de una 
de ellas posibilita el planteamiento de otras de índole cada vez más compleja, lo que implica 
aprender a aprender”10.
Por tanto, una educación desarrolladora de la sexualidad es aquella que conduce el desa-
rrollo de la personalidad hacia progresivos niveles superiores, respetando las necesidades y 
opciones individuales y ofreciendo las posibilidades para que la persona sea partícipe de su 
mejoramiento y despliegue todas sus potencialidades. 
Desde estos fundamentos, es interesante examinar las vías y posibilidades para la integración 
de la Educación de la Sexualidad en el contexto de la educación formal, para lo cual es impres-
cindible una redimensión de la escuela como espacio por excelencia de procesos educativos a 
través de las diversas situaciones de enseñanza-aprendizaje.
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
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2.3 ¿Cómo se da Educación de la Sexualidad?
El carácter desarrollador de los aprendizajes escolares, incluyendo los aprendizajes para la 
vida sexual y reproductiva, se relaciona con tres criterios básicos11: 
a. Promover el desarrollo integral de la personalidad, garantizando la unidad de lo cognitivo 
y lo afectivo. 
b. Estimular el tránsito progresivo de la dependencia a la independencia y la autorregulación 
del comportamiento. 
c. Potenciar la capacidad para aprender a aprender y la necesidad de una auto educación 
permanente.
Existen al menos dos maneras de hacerlo: una es la que utilizamos en la vida cotidiana, a veces 
sin siquiera percatarnos; y otra más estructurada, sistematizada y con objetivos específicos. 
Son, respectivamente, la educación informal y la educación formal.
La educación informal se imparte desde el nacimiento, las personas reciben información cons-
tante o, mejor dicho, una formación sobre sexualidad. Establecen cómo se comportan hom-
bres y mujeres, qué se espera de ellos, que algunas partes del cuerpo sean privadas y que 
haya temas de los que no se habla ni se pregunta. Esto es la educación “informal”, “espontá-
nea”, que se recibe de los padres, de los medios de comunicación, incluso de los docentes en 
su actuación y no en los conceptos establecidos en el currículo formal. Ésta es, probablemen-
te, la que más huella deja.
A partir del momento en el que se anuncia el sexo del bebé, es decir, de que quien recibe al 
bebé en el parto dice “es un niño” o “es una niña”, se inicia la educación de la sexualidad. Se 
trata de una manera a los hombres y de otra a las mujeres, y se empiezan a marcar diferencias 
sustanciales entre ambos sexos, aunque en realidad no sean inherentes ni a uno ni a otro. Las 
diferencias se observan no sólo en la forma como se carga al recién nacido según sea niño 
o niña, el color con el que se los viste y los objetos con que se los rodea, sino incluso en las 
expectativas de los padres y del resto de la comunidad; todo tiene que ver en la formación de 
la sexualidad.
En cuanto a las expectativas de los padres respecto del sexo del bebé, es posible que esperen 
con ansiedad que sea una niña y contrariamente a esto nazca un niño, o viceversa; esto re-
percute en la percepción y en la aceptación que tiene la persona de sí misma y del sexo al que 
pertenece. “¿Cómo puede ser bueno ser hombre si mis padres se desilusionaron al saber que 
yo lo era?”. El hijo que percibe esto puede esforzarse por tomar actitudes del sexo que sus pa-
dres deseaban que tuviera para sentirse aceptado e integrado a la familia. Puede tratar de dar 
satisfacción a esas expectativas rechazando su propio sexo. Para evitar esto, conviene tener 
presente que antes de ser hombre o mujer se es persona, y que esto es lo más importante.
Comunicamos muchas cosas aun sin darnos cuenta. Cuando un niño pequeño pregunta a 
sus padres de dónde vienen los bebés, y recibe por respuesta un largo silencio, una mirada 
nerviosa y por último un “vete a jugar”, el mensaje que capta es que no debe hablar de esos 
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
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temas. La idea implícita es que el origen del ser humano, incluido el suyo, es algo malo. El niño 
también aprende de su entorno a tener vergüenza de su cuerpo y a que hay partes de éste 
que supuestamente son “sucias”. Incluso si se evita directamente el tema de la sexualidad, 
los niños perciben en la comunicación no verbal –o “comunicación silenciosa”– actitudes de 
tensión e incomodidad de los padres (y de los adultos en general) o por el contrario, de natu-
ralidad y aceptación.
La comunicación no verbal es lo que no se dice con palabras, sino que se expresa con ges-
tos, actitudes y hasta silencios. Estas expresiones pueden tener mayor influencia que lo 
que se dice mediante el habla.
Existe cierta curiosidad sexual en la infancia y es parte del desarrollo normal de todos los 
individuos. Se quiere aprender sobre el cuerpo, descubrirlo y sentirlo, así como entender por 
qué existen diferencias. Por ejemplo, los niños suelen explorar su cuerpo de manera natural, 
frente a lo cual los adultos a veces reaccionan negativamente diciendo cosas como: “¡No te 
toques ahí, cochino!”. El comentario implica que los genitales y el placer que pueden producir 
son vergonzosos, sucios y negativos. De pequeños aprendemos cuáles son nuestros ojos y 
nuestros brazos, el tronco o la cabeza, pero muy rara vez nos enseñan que tenemos vulva o 
pene, y cuando lo hacen, dan a estas partes nombres a veces “graciosos” o despectivos, pero 
no el que les corresponde.
¿Por qué los genitales tienen otros nombres y las orejas no? La impresión que esto da es que 
de los genitales no se debe hablar y que dan vergüenza. Poco a poco se aprende que la sexua-
lidad debe vivirse con vergüenza y culpa, en lugar de aceptarla como parte de uno mismo. 
Para que esto último fuera posible, habría que empezar por aceptar el propio cuerpo; pero 
no es tan sencillo, pues los mensajes que se envían al respecto son en general muy contra-
dictorios. Por un lado se niega la sexualidad, y por el otro se la incita. Dice Marianne Walters 
en un libro escrito en 1991, que las madres suelen darles dobles mensajes a sus hijas en los 
que el aspecto sexual casi siempre está implícito: “Una madre quiere que su hija sea franca, 
abierta y sincera, pero sabe que tiene que aprender a practicar artimañas y engaños leves, y 
a mostrarse esquiva; que sea dueña de sí misma pero que se permita tener otro dueño. Quiere 
fomentar la confianza de la hija en sí misma, pero también quiere que la hija esté consciente 
de la necesidad de atraer; debe ser privada y discreta, pero tener muchos amigos y admira-
dores. Debe vestirse con corrección, pero quedar seductora... Y debe aprender a conquistar 
subrepticiamente al hombre por el que desea ser conquistada”. Y esto, aunque con contenidos 
y expectativas distintos para ambos, se puede aplicar a hombres y mujeres.
A veces, sin percatarnos, desde nuestra perspectiva de adultos forzamos a los niños a tener 
ciertas actitudes o les atribuimos motivaciones sexuales, lo cual interfiere en su desarrollo 
normal y natural. En otras ocasiones es el miedo de los adultos a aceptar su propia vida sexual 
lo que los lleva a reprimir y evadir la existencia de una sexualidad infantil que merece aten-
ción. Ahora bien, así como se puede negar la existencia de la sexualidad infantil, también 
podemos responder con naturalidad a las preguntas de los niños y enseñarles a aceptar su 
cuerpo, enviándoles mensajes que les den otra perspectiva de sí mismos y de su sexualidad.
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
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Educación de la sexualidad en diferentes momentos evolutivos de niños, niñas y 
adolescentes 
Durante la infancia se aprende informalmente acerca de la sexualidad: a través de mensajes 
verbales y no verbales, porimitación o a partir de la experiencia.
En la adolescencia la educación informal es el medio principal de aprendizaje sobre la sexua-
lidad. La mayor parte de la información que reciben los jóvenes acerca de los cambios corpo-
rales que están viviendo, así como de la respuesta sexual y de las relaciones interpersonales y 
sexuales, proviene de sus compañeros o de su grupo de amigos. Todos estos mensajes suelen 
acompañarse de mitos y datos falsos tomados como verdaderos que sirven de base a com-
portamientos actuales y futuros; incluso muchos años después estas creencias permanecen 
muy arraigadas. Por ejemplo, durante la adolescencia un hombre pudo haber aprendido en-
tre sus amigos que con un pene más grande se tienen mayores posibilidades de satisfacer a 
una mujer. Al crecer, es posible que conscientemente sepa que no es verdad y sin embargo 
esto puede seguirlo inquietando y, en el fondo, albergar la duda de que sea realmente cierto. 
Como éste, puede haber muchos otros casos relacionados con los múltiples mitos que se 
manejan cotidianamente y que, en lugar de aclararse, se refuerzan con diversos comentarios, 
bromas y actitudes.
Los padres, con quienes los adolescentes podrían dialogar al respecto, y que de hecho en 
algunas ocasiones serían la fuente idónea para dar respuesta a sus dudas, no siempre están 
dispuestos a hablar del tema. Esto puede deberse a distintas razones, como la falta de tiempo, 
de información, o sus propias inhibiciones. 
La educación de la sexualidad impartida por los padres tiende a ser restringida. El padre habla 
poco con sus hijas porque cree que esa labor le corresponde a la madre; ésta, a su vez, espe-
ra que el padre hable con los hijos, pero finalmente, ninguno de los dos habla realmente a 
fondo con ellos. En general, la comunicación de los hijos, sea cual sea su sexo, suele ser más 
amplia con la madre que con el padre. Para las hijas existe cierta ventaja porque como ellas 
menstrúan, la ocasión para hablar del tema se presenta naturalmente. No obstante, la infor-
mación que se les da se limita a los aspectos biológicos y de autocuidado y se dejan de lado 
los componentes emocionales y las dudas específicas que podrían inquietar a la adolescente. 
Los mensajes tienden a ser muy generales y pocas veces se presentan conversaciones sobre 
aspectos específicos que aclaren sus múltiples dudas. Para los padres resulta mucho más di-
fícil, por ejemplo, abordar las inquietudes de sus hijos sobre la transmisión del virus del SIDA 
o sobre las prácticas sexuales protegidas, que comentar la seropositividad de algún personaje 
famoso. Esto cuesta más trabajo, porque son temas que nos atañen personalmente; en ellos 
intervienen aspectos íntimos e implica que los padres acepten abiertamente la posibilidad de 
que sus hijos tengan ya algún tipo de actividad sexual.
Superar las dificultades para hablar de sexualidad requiere esfuerzos. Poco a poco se 
puede ir cambiando el estilo de comunicación sobre el tema, pero para esto es necesa-
rio estar consciente de los obstáculos que hay que vencer y también de la necesidad del 
cambio.
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
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En ocasiones, cuando los padres se sienten incapaces de abordar cierto tema que, sin embar-
go, les parece necesario que sus hijos conozcan, conviene que dejen claro ante sus hijos que 
les resulta imposible hacerlo. Ahora bien, como el padre o la madre reconocen la necesidad 
de tratarlo, puede proponer que otras personas cercanas, como un orientador u otro parien-
te, los ayuden. Sin duda, esto tiene mejores efectos que evadir el asunto, o reprimir a los hijos 
cuando hacen preguntas sobre sexualidad.
Los docentes, por su parte, suelen pensar que la tarea de orientar a los alumnos en cuestiones 
sexuales no es responsabilidad suya, por tratarse de cosas íntimas; por esta razón las dejan de 
lado y no hablan de ellas. 
El docente a veces se pregunta si realmente es su labor orientar en ese aspecto o si se estará 
metiendo en un terreno que no le corresponde. Los padres esperan que en la escuela se les 
dé orientación a sus hijos, y si los profesores dan por sentado que esa tarea corresponde a los 
progenitores, el resultado final es simplemente la ausencia de educación de la sexualidad. La 
situación descrita provoca que el recurso más buscado por los jóvenes y adolescentes sean las 
charlas entre amigos y la experiencia personal directa, opciones que propician la difusión de 
mitos, tabúes e información poco confiable.
Sin embargo, está claro que la educación de la sexualidad es una tarea que también debe asu-
mir el docente, complementaria con la adquirida en el seno de la familia.
La educación de la sexualidad impartida en la escuela responde a una planificación de obje-
tivos y temas, pero los principios de respeto, de facilitador de la comunicación, usados en el 
hogar, siguen vigentes. 
En la escuela, el proceso educativo se orienta hacia la adquisición de competencias en:
SABER: más allá de conocimientos anatómicos, fisiológicos de ITS, contraceptivos...
HACER SABER: técnicas de comunicación, saber ESCUCHAR, sin desestabilizarse frente a 
las reacciones agresivas, apáticas o dolorosas.
SABER SER Y ESTAR: lo que implica una cierta serenidad frente a la propia sexualidad, 
emociones, miedos, opiniones, valores...
RESPETAR y SER TOLERANTE con otras normas familiares, culturales...
El/la educador/a debe invitar a reflexionar sobre las consecuencias de un comportamiento 
que será favorable o no al desarrollo de la persona.
2.4 Rol del docente en la educación de la sexualidad 
La escuela es testigo voluntario o involuntario del desarrollo de situaciones relacionadas con 
la sexualidad en todas las edades de los alumnos y que suelen crear conflictos en la comuni-
dad educativa. Pero muchas veces, los maestros y los directivos no saben cómo encararlas. 
Por otro lado, la realidad también nos muestra que el tema de la sexualidad es encarado siem-
pre por los adultos, consciente o inconscientemente, voluntaria o involuntariamente, en cada 
gesto, en cada palabra, en cada actitud ante las cuestiones sexuales surgidas. 
Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva
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Los docentes, quieran o no, positiva o negativamente, educan sexualmente. Así mismo lo ha-
cen los padres, los amigos, los medios de comunicación, la sociedad toda. Ésta es la Educación 
Sexual Informal o Socialización Sexual. 
Muchas veces, ante las propuestas profesionales de encarar la prevención de las problemá-
ticas sexuales con acciones específicas de Educación Sexual en las escuelas, surgen diversas 
alternativas de respuestas de sus directivos: 
• Las negativas manifiestas porque consideran que se fomentaría el libertinaje, la prác-
tica desordenada e irresponsable de la sexualidad. 
• Las negativas que nunca llegan a explicitarse. 
• Las aceptaciones que tardan en implementarse o no se implementan nunca (por mo-
tivos económicos, porque los docentes no quieren ocupar su tiempo libre en capaci-
tación o porque no se encuentra el tiempo dentro del horario escolar). 
• Las discusiones permanentes en los niveles de decisión acerca de realizar o no la 
actividad. 
• La aceptación solamente de una charla informativa biológica, dirigida a los alumnos, 
en la que los docentes muchas veces no participan. 
La Educación Sexual adecuada y eficaz de los adultos debería ser permanente, ya que serán 
ellos quienes trabajen permanentemente con los chicos y les transmitirán sus ideas y senti-
mientos, quieran o no. Es imprescindible que los docentes se capaciten para poder compren-
der y abordar los temas sexuales cotidianos. 
El objetivo principal de la Educación Sexual es lograr que cada persona integre de un modo 
armónico y positivo su dimensión sexual dentro del conjunto de su personalidad y de sus re-
laciones, y que ésta sea un factor de crecimiento, maduración y bienestar. En este sentido la 
educación apunta a la prevención de la enfermedad y promoción de la salud. 
Los objetivos

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