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ESTUDIO DE LA GENERACIÓN Y MANEJO DE LOS RESIDUOS DE LA 
COMERCIALIZACIÓN DE COCO EN EL MUNICIPIO DE XOXOCOTLA, 
MORELOS. 
 
 
T E S I N A 
 
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE 
ESPECIALISTA EN GESTIÓN INTEGRAL 
DE RESIDUOS 
 
 
P R E S E N T A: 
BIOL. NOHEMÍ EUNICE ARRIETA AGUILAR 
 
DIRECTOR: DR. ALEXIS JOAVANY RODRÍGUEZ SOLÍS 
 
 
 
CUERNAVACA, MORELOS ABRIL DE 2019 
 
ii 
 
Agradecimientos 
 
Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) le agradezco la 
beca recibida durante la especialidad con número de CVU 527190, ya que por medio 
este apoyo me fue posible complementar mi formación académica, crecer como 
estudiante y así mismo como persona. 
Agradezco enormemente al doctor Alexis J. Rodríguez, director de esta tesina, 
por su dedicación y esfuerzo, por brindarme sus aportaciones, experiencia y 
conocimientos para enriquecer este trabajo. A la doctora Laura Ortiz y el maestro 
Julio Lara por sus contribuciones y enseñanzas, y además al Centro de Investigación 
en Biotecnología (CEIB). 
Doy gracias a Dios por haberme permitido concluir esta nueva etapa de mi 
preparación profesional, por concederme poder tener nuevas experiencias, 
aprendizajes, compañeros y maestros. 
A mi hijo Manu, por ser una gran chispa de alegría en mi vida, por ser mi 
fuente de motivación, inspiración y fortaleza. Porque además de ser este periodo un 
momento de aprendizaje académico también para mí lo fue de comprensión 
personal y emocional a tu lado, ya que me enseñas como cada día se pueden superar 
obstáculos, a dar siempre lo mejor de mí, a recibir el día con una sonrisa, a disfrutar 
hasta los más pequeños detalles, olvidar el que dirán… sin duda eres mi mejor 
maestro de vida. 
A Manolo por acompañarme durante este trayecto siendo mi más grande 
apoyo, por sus ánimos y esfuerzo para poder equilibrar las responsabilidades, ya 
que este logro no hubiera sido posible sin el gran trabajo en equipo que hemos 
conformado. 
iii 
 
Agradezco enormemente a mi familia que siempre ha confiado en mí y me 
demuestra día con día su apoyo: a mis papás Nohemí y Gerardo, por brindarme 
siempre lo que consideraron mejor, por ser mi ejemplo a seguir para salir adelante 
ante cualquier adversidad; a mis hermanas Karen y Rocío por estar siempre 
presentes en mi vida con sus porras y entusiasmo, sus consejos y apoyo 
incondicional, a mis abuelitos Bety y Poncho por mantener una enorme fe en mis 
capacidades, demostrando su cariño a pesar de todo; a mi suegra Martina y a mi tía 
Imelda por ayudarme en cada momento para poder atravesar esta etapa a pesar de 
los difíciles obstáculos que se presentaron. A mis cuñados Estefany, Yucet e Iván por 
sus buenos consejos y buena actitud ante la vida. 
A mis maestros y compañeros que estuvieron involucrados en esta etapa y 
que contribuyeron de gran manera a mi formación profesional. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
iv 
 
Resumen 
 
El agua de coco se consume a gran medida como una bebida refrescante, sin 
embargo, como consecuencia de su comercialización se generan residuos orgánicos 
que, por lo general, son considerados “basura”. Estos residuos son susceptibles a ser 
valorizados y aprovechados, por lo que en el presente trabajo se realiza un primer 
acercamiento a la estimación de la generación de cáscara de coco y el manejo que le 
confieren los comerciantes de este fruto en el municipio de Xoxocotla y sus 
alrededores. La investigación fue realizada bajo el método descriptivo, sustentada 
en la búsqueda bibliográfica, con un enfoque cuantitativo apoyado por la aplicación 
de encuestas para la recolección de datos. La aplicación del instrumento reveló que 
los comerciantes mayoristas del municipio de Xoxocotla trasfieren sus residuos a 
terceros, mientras que el 92% de los comerciantes minoristas, que ofrecen el coco en 
11 municipios colindantes con Xoxocotla, disponen de sus residuos a través del 
servicio municipal de recolección, por lo tanto 445 toneladas al año de cáscara de 
coco son enviadas a disposición final junto con los Residuos Sólidos Urbanos (RSU). 
El 58% de los comerciantes minoristas generan aproximadamente 158 kg de residuos 
por semana, lo que equivale a más de 8.2 toneladas de residuos de coco por 
comerciante al año. 
 
Palabras clave: Cáscara de coco, Residuos agroindustriales, Residuos de Manejo 
Especial, Aprovechamiento. 
 
 
 
 
 
v 
 
Abstract 
 
Coconut water is consumed to a great extent as a refreshing drink, however, as a 
consequence of this commercialization, organic waste is generated that, in general, 
is considered as "garbage". These residues are susceptible to be valued and 
harnessed, so this work makes a first approach to the estimation of the generation of 
coconut husk and the management conferred by the merchants of this fruit in the 
municipality of Xoxocotla and surroundings. The research was carried out under the 
descriptive method, based on the bibliographic search, with a quantitative approach 
supported by the application of surveys for data collection. The application of the 
instrument revealed that the wholesale merchants of the municipality of Xoxocotla 
transfer the waste to third parties, while 92% of the retailers, which offer the coconut 
in 11 municipalities near to Xoxocotla, dispose of their waste through the municipal 
service of collection, therefore around 445 tons of coconut husk are sent to final 
disposal along with the Urban Solid Waste. 58% of the retailers generate 
approximately 158 kg of waste per week, which is equivalent to more than 8.2 tons 
of coconut waste per merchant per year. 
 
 
Key words: Coconut husk, agroindustrial waste, Special handling waste, harness.
i 
 
Índice 
I. Marco referencial .............................................................................................................. 1 
I.1. Cocotero ...................................................................................................................... 1 
I.1.1. Características del cocotero ............................................................................... 1 
I.1.2. Variedades de cocotero ...................................................................................... 1 
I.2. Coco ............................................................................................................................. 3 
I.2.1. Producción de coco. ............................................................................................ 3 
I.2.2. Características del fruto coco ............................................................................ 5 
I.3. Cáscara de coco .......................................................................................................... 6 
I.3.1. Características de la fibra de coco ..................................................................... 7 
I.3.2. Tipos de fibra de coco ......................................................................................... 7 
I.3.3. Aplicaciones de la fibra de coco ........................................................................ 8 
I.4. Residuos .................................................................................................................... 11 
I.4.1. Definición de residuo ....................................................................................... 11 
I.4.2. Estrategias para la reducción de residuos ..................................................... 12 
I.4.3. Generación de residuos en Morelos ............................................................... 14 
I.4.4. Residuos de manejo especial. .......................................................................... 15 
I.4.5. Problemática del manejo de los Residuos de Manejo Especial. ................. 16 
II. Planteamiento del problema .......................................................................................17 
III. Estado del arte .............................................................................................................. 20 
IV. Justificación .................................................................................................................. 24 
V. Objetivos ........................................................................................................................ 25 
V.1. Objetivo general ..................................................................................................... 25 
V.2. Objetivos específicos .............................................................................................. 25 
VI. Materiales y métodos .................................................................................................. 26 
VI.1. Delimitación........................................................................................................... 26 
VI.2. Tipo de investigación ........................................................................................... 26 
VI.3. Enfoque de la investigación ................................................................................ 27 
VI.4. Técnicas de recolección de datos empleadas .................................................... 27 
VI.4.1. Revisión de fuentes documentales .............................................................. 27 
VI.4.2. Encuesta ........................................................................................................... 28 
VI.5 Estimación de la generación de residuo ............................................................. 30 
ii 
 
VI.6 Identificación de medidas de manejo del residuo ............................................ 31 
VII. Resultados ................................................................................................................ 33 
VII.1. Resultados obtenidos mediante el instrumento .............................................. 33 
VII.1.1. Comercios mayoristas .................................................................................. 33 
VII.1.2. Comerciantes minoristas ............................................................................. 34 
VII.2. Generación de residuos ...................................................................................... 41 
VII.3. Medias de manejo actual del residuo ............................................................... 44 
VII.4. Alternativas para el aprovechamiento de la cáscara de coco........................ 45 
VIII. Principales hallazgos ................................................................................................ 47 
IX. Conclusiones y recomendaciones.............................................................................. 49 
Trabajos citados .................................................................................................................. 52 
Anexos ................................................................................................................................. 62 
 
 
iii 
 
Índice de figuras 
Figura 1. Países productores de coco ................................................................................ 3 
Figura 2. Partes del coco .................................................................................................... 6 
Figura 3. Aplicaciones de la fibra de coco ........................................................................ 9 
Figura 4 Ubicación del municipio de Xoxocotla. ........................................................ 28 
 
 
Índice de tablas 
Tabla 1. Producción de coco fruta ..................................................................................... 4 
Tabla 2. Empresas que utilizan la cáscara de coco en México .................................... 10 
Tabla 3. Peso promedio de la cáscara de coco por unidades....................................... 31 
Tabla 4. Unidades de fruto coco manejados por comerciante..................................... 42 
 
Índice de gráficas 
Gráfica 1. Experiencia en el comercio mayorista .......................................................... 33 
Gráfica 2. Destino conferido a la cáscara. ....................................................................... 34 
Gráfica 3 Municipio en donde los minoristas comercializan el coco. ........................ 35 
Gráfica 4 Piezas compradas a la semana ........................................................................ 36 
Gráfica 5. Tiempo que pasar para surtir ......................................................................... 36 
Gráfica. 6 Uso de coco ....................................................................................................... 37 
Gráfica 7. Destino de los residuos de coco. .................................................................... 37 
Gráfica 8. Intervalo de recolección municipal. .............................................................. 38 
Gráfica 9 Existe problema con la recolección municipal. ............................................. 38 
Gráfica 10. Existencia de problemática en la recolección por municipio. ................. 39 
Gráfica 11. Problema de recolección municipal. ........................................................... 40 
Gráfica 12. Conocimiento del aprovechamiento de la cáscara de coco. .................... 40 
iv 
 
Gráfica 13. Forma de aprovechamiento para la cáscara de coco. ............................... 41 
Gráfica 14. Cantidades de coco comercializados por municipio ................................ 43 
1 
 
I. Marco referencial 
I.1. El cocotero 
 
I.1.1. Características del cocotero 
 
El cocotero es uno de los árboles más útiles en el mundo, razón por la cual se le llama 
también árbol de la vida o árbol de los mil usos. Sus partes, desde madera, hojas, 
raíces y frutos son empleados para muy diversos fines por el hombre. Cocos nucifera 
L. pertenece a la familia Arecaceae, que comprende un solo género. Se encuentra 
ampliamente distribuido en islas y zonas costeras entre los trópicos de Cáncer y 
Capricornio, donde representa una importante fuente primaria de alimento, bebida 
y de abrigo (Allen, 2002; Limones & Fernández, 2016). 
 Esta planta requiere de 1,270 a 2,250 mm de lluvia promedio por año, después 
de 5 o 7 años produce sus primeras inflorescencias en el eje de cada hoja la cual 
produce flores masculinas y femeninas por lo que puede reproducirse por sí misma 
o por polinización cruzada (Parrotta, 1993). En las condiciones adecuadas cada 
palma puede llegar a producir un aproximado de 100 semillas por año, acumulando 
cocos en diferentes estados de madurez. El fruto está cubierto de un grueso manto 
fibroso, que le permite caer de la palma sin dañarse. La germinación ocurre en un 
periodo de tres a siete meses, durante el cual permite que la semilla sea transportada. 
La bondad de este producto radica en los muchos usos de todas las partes de la 
palma: alimento, generación de energía y protección (Flores, 2006). 
 
I.1.2. Variedades de cocotero 
 
Existen diferentes teorías del origen y dispersión del cocotero, la más aceptada 
considera que el cocotero fue domesticado en Asia de una especie silvestre “madre” 
2 
 
con similitudes al cocotero actual, pero con un tamaño de fruta muy pequeña, la cual 
ha mejorado sus características gracias a la domesticación y diseminación por el 
hombre, al ser desplazada de un lugar a otro por antiguos viajeros. Debido a esto la 
palma de coco pudo mantener sus posibilidades de desarrollo ante la competencia 
con otras especies vegetales en un estrecho hábitat establecido por las márgenes de 
las costas. Este proceso de supervivencia y crecimiento, favoreció el desarrollo de las 
características y atributos que hoy conocemos de la palma. Los atributos satisfacen 
necesidades del hombre tales como: incremento en el número de frutos (50-100 por 
año), aumento en tamaño del coco (1-2 kg), conchadelgada, mayor cavidad de la 
nuez, mesocarpio ancho (70% del peso), más carne (200-300 g) (Flores, 2006). 
A raíz de la domesticación se obtuvieron variedades de cocotero destinadas a 
la producción de frutos con características para diferentes aprovechamientos. Por lo 
general las variedades de Cocos nucifera L. se dividen de manera práctica en dos 
categorías: cocoteros gigantes o por algunos autores llamadas variedades altas y 
cocoteros enanos. Las variedades gigantes se emplean generalmente para la 
producción de aceite y los frutos para consumo fresco. Su contenido de agua es 
elevado y su sabor poco dulce. Entre sus ventajas destacan el tamaño del fruto y el 
contenido elevado de copra (núcleo de coco al que se le ha quitado la corteza, cortado 
y secado con calor). 
En el mundo existen 77 variedades de cocoteros altos y 17 variedades de 
cocoteros enanos. Las variedades altas más cultivadas son: Gigante de Malasia 
(GML), Gigante de Renell (GRL) de Tahití, Gigante del Oeste Africano (GOA) de 
Costa de Marfil, Alto de Jamaica, Alto de Panamá, Indio de Ceilán, Java Alta, 
Laguna, Alto de Sudán. Las variedades más cultivadas de los cocoteros enanos son 
Amarillo de Malasia (AAM), Verde de Brasil (AVEB), Naranja Enana de la India 
(Sociedad colimense de estudios históricos A.C., 2017). Debido al buen sabor del 
agua y el pequeño tamaño de estos cocos, se emplean fundamentalmente para la 
producción de bebidas envasadas pero la copra es de mala calidad. El producto del 
3 
 
cruce entre las anteriores variedades (híbridos) presenta frutos de tamaño mediano 
o grande, buen sabor y buen rendimiento de copra. El híbrido más cultivado es 
MAPAN VIC 14; un cruce entre Enano de Malasia y Alto de Panamá. Una palma 
que al año produce desde 100 cocos hasta un máximo de 222 dependiendo la 
variedad (las variedades hibridas por lo general son las más productivas) 
(SAGARPA, 2014). 
I.2. Coco 
I.2.1. Producción de coco. 
 
El coco se produce en más de 90 países en el mundo (ver Figura 1), sin embargo el 
91% de la producción se concentra en solo una docena de ellos. Los países asiáticos 
son los que cuentan con la mayor producción, particularmente tres de ellos 
acumulan el 72.2%: Filipinas (29.1%), Indonesia (26.4%) e India (16.7%). Los dos 
únicos países de América que forman parte de este grupo son: Brasil (2.4%) y México 
(1.8%) (Ríos, 2013). 
 
 
Figura 1. Países productores de coco 
Fuente: FAO (2017). 
 
4 
 
El 90% de la producción de coco se emplea en la extracción de copra, mientras 
que el 10% se usa para consumo como fruta. “El cultivo es importante no sólo por el 
alto valor de la copra, estimado en más de 150 mil millones de pesos anuales, sino 
también por el atractivo turístico que ejerce como símbolo del trópico húmedo, por 
el sostén económico que representa para más de 70,000 trabajadores y por las 
numerosas actividades que se realizan en su industrialización, consumo en fresco, 
fabricación de artesanías” (Granados & López, 2002). 
 
I.2.1.1. Producción de coco en México 
 
En México, el cocotero se siembra en 11 estados del país, al sur del Trópico de 
Cáncer, siendo Guerrero el estado líder en producción de acuerdo con los datos de 
2013 (Tabla 1). 
Tabla 1. Producción de coco fruta 
 
Estado 
Superficie Volumen 
cosechado (t) Plantada 
(Ha) 
Producción 
(Ha) 
Guerrero 42,997 41,798 80,813 
Colima 16,399 16,079 90,878 
Tabasco 11,812 10,702 16,860 
Oaxaca 4,592 4,339 6,449 
Quintana Roo 3,870 3,040 4,971 
Sinaloa 3,533 3,481 7,821 
Otros 15,815 14,622 27,500 
Fuente: Ríos-Barrera (2013). 
 
En México hay tres variedades de cocoteros en explotación: el tipo Caribe, Pacífico 
y el enano Malasia. Las primeras dos se encuentran dentro de la categoría de 
cocoteros altos; y el enano Malasia es una variedad que fue introducida a México 
debido a su resistencia al amarillamiento letal, enfermedad bacteriana que afecta a 
diferentes especies de la familia Arecaceae (Granados & López, 2002). 
5 
 
 I.2.2. Características del fruto coco 
 
El fruto del cocotero es un fruto tropical de forma redondeada que mide de 20 a 30 
cm de diámetro, el peso total del fruto puede ser desde 0.65 hasta 2.5 kg (SAGARPA, 
2014). Su estructura se compone de las siguientes capas (Figura 2): 
• Pericarpio: capa externa lignificada compuesta de tejidos fibrosos duros. 
 
• Mesocarpio: capa intermedia que está formada por fibras duras que puede 
medir de 4 a 5 cm de grosor y representa un 35% del total del fruto. Se 
compone por un tejido principal de parénquima, que al principio es 
translúcido y cuando madura el fruto se seca y adquiere un color café, está 
compuesto por numerosas fibras duras y tejido medular, constituido 
principalmente por lignina, celulosa y hemicelulosa, que recorren el fruto en 
sentido longitudinal (Rincón, y otros, 2016). 
 
• Endocarpio: por lo general rodea la semilla, comúnmente también es 
conocido con el nombre de testa o concha de coco. 
 
• Endospermo: la parte comestible de la semilla. El endospermo “está formado 
por una porción carnosa o albuminosa y un jugo lechoso dulce, denominados 
respectivamente como carne y agua de coco. El endospermo carnoso seco se 
utiliza para producir la copra, de la cual se extrae el aceite de coco” (Granados 
& López, 2002). 
 
 
 
 
6 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 2. Partes del coco 
Fuente: Londoño Quintero (2017). 
 
I.3. Cáscara de coco 
 
Como se mencionó en el apartado anterior, una de las partes del coco es el 
mesocarpio o cáscara de coco, el cual se compone de fibras a las que se les denomina 
de diferentes formas como son: fibra de coco, estopa de coco o bonote. 
El diámetro medio de las fibras es de aproximadamente 1 mm y en longitud 
llegan a medir entre 15 y 30 cm. Son células individuales alargadas y de extremos 
puntiagudos, con una pared celular secundaria gruesa y un grado de lignificación 
variable. Las fibras y el tejido medular, constituidos principalmente por lignina, 
celulosa y hemicelulosa, le confieren buena capacidad de absorción y retención de 
agua; la composición química de la cáscara de coco varía muy poco, sin embargo, 
depende de la variedad, estado de maduración del fruto y el lugar de cultivo. La 
mayoría de las fibras son células muertas en la madurez y debido a su resistencia a 
la tensión son de gran importancia económica ya que estas tienen la función de ser 
tejido de soporte (Rincón, y otros, 2016). 
El mesocarpio del coco seco esta compuestos de fibras largas y cortas; cada 
coco contiene alrededor de 125 g de fibras secas y aproximadamente 250 g de polvo 
medular (Rincón, y otros, 2016). 
7 
 
I.3.1. Características de la fibra de coco 
 
La fibra de coco es considerada una de las cuatro fibras del futuro, con las que se 
busca sustituir materias primas comunes que se producen a partir de recursos fósiles 
o minerales por productos generados a partir de recursos renovables (FAO, 2017). 
Junto con el abacá y el sisal, la fibra de coco es una de las fibras más duras y de 
longitud más corta, está compuesta por lignina (45%) y por celulosa (43%), razón 
por la cual es muy duradera (entre 4 a 10 años de vida útil) y por su alto contenido 
de lignina presenta una alta resistencia a la tensión que se incrementa con la 
humedad de la fibra (Quintanillas, 2010). 
 
I.3.2. Tipos de fibra de coco 
 
Es importante destacar que se pueden obtener diferentes fibras dependiendo del 
grado de maduración del coco y la variedad de cocotero. Debido a la composición y 
características de las fibras su aprovechamiento no es el mismo. Las fibras se 
clasifican en dos tipos: la fibra marrón y la fibra blanca, y varían con el grado de 
colores, longitud y espesor (Quintanillas, 2010). 
 El rendimiento de fibra varía según el tamaño de los cocos, la madurez, la 
variedad y el método de preparación, pero para cálculos generales puede 
considerarse un promedio de 130kg de fibra por cada 1,000 cáscaras. En cuanto al 
rendimiento según su madurez no existe diferencia apreciable en rendimientos de 
fibra entre frutos de 10 a 12 meses de edad, pero las fibras de los frutos jóvenes son 
más flexibles y de colores más ligeros (Quintero & González, 2006). 
El procesamiento utilizado, define el tipo de fibra obtenido. La fibra marrón 
es usada más comúnmente y se obtiene de los cocos maduros, es usada 
principalmente para hacer tela de embalaje, cepillos, colchones, sillones, felpudos, 
tapices, paneles de aislamiento y empaques. La fibra blanca es más fina, se extrae de 
los cocos verdes inmaduros luego de humedecerlos por un período de hasta 10 
8 
 
meses (Lemache & Pacheco, 2015). En comparación con el lino y el algodón, la fibra 
de coco maduro contiene más lignina, un producto químico leñoso complejo, y 
menos celulosa (FAO, 2017). 
. 
I.3.3. Aplicaciones de la fibra de coco 
 
La fibra de coco posee múltiples aplicaciones dentro de la agricultura, en la industria 
de plantas ornamentales como sustrato, en cordelería, empaques, aglomerados, 
construcción, decoración, artesanías, industria automotriz, textiles, confecciones, 
papel, aseo y otros usos como combustible, aislante térmico y acústico (Navarro, 
2005) (Figura 3). Así mismo tiene potenciales aplicaciones como medio absorbente 
en la eliminación de metales pesados y en la elaboración de medios hidropónicos 
debido a que es una fuente valiosa de minerales, sobre todo de Potasio (K) y Cloro 
(Cl) (Quintanillas, 2010). 
Como sustrato permite una alta germinación, enraizamiento y un óptimo 
desarrollo de las plántulas, además es de fácil manejo en cuanto a transporte y 
almacenamiento, la fibra de coco permite disminuir los costos de transporte y 
almacenamiento, ya que su comercialización se realiza en fardos prensados, los que 
al ser mezclados con agua aumentan considerablemente su volumen total (Muñoz, 
2007). Es previsible que en los próximos años se produzca un aumento en la cantidad 
total de esta fibra como sustrato orgánico debido al incremento de la superficie 
destinada al llamado cultivo sin suelo de algunas especies. Una de las características 
que lo convierten en una buena opción como sustrato es que tiene una elevada 
capacidad de retención de nutrientes (Ramos, 2005). Existen además macetas 
elaboradas a partir de la fibra de coco que permiten plantar directamente en el jardín, 
mediante este producto se estima que se puede evitar que cerca de 100 millones de 
macetas plásticas terminen en la basura (Intriago, 2016). 
La degradación de la fibra de coco con el tiempo no perjudica su efectividad, 
por el contrario, ayuda a la fertilización natural del suelo por lo que es muy utilizado 
9 
 
en la fabricación de geotextiles. La facilidad para producirla y el bajo costo de la fibra 
de coco, además de la facilidad de colocación de la malla, la convierten en una 
opción de desarrollo sostenible en zonas donde es común el uso de muros de 
contención (Quintanillas, 2010). 
Además de lo anterior, tiene otros usos, por ejemplo, en la fabricación de ropa 
fina con resistencia al agua de mar y en general en la elaboración de cepillos, 
cuerdas, alfombras, filtros, relleno de sillones, colchones y almohadas, entre otros 
(Granados & López, 2002). 
Cabe indicar que la industria automotriz también hace un gran uso de fibra 
de coco. En Europa, esta industria tapiza los autos con almohadillas de fibra marrón 
ensambladas con látex de caucho. En Brasil, Mercedes-Benz desde 1994 comenzó a 
utilizar la fibra de coco en la fabricación de cabezales para los camiones (Lemache & 
Pacheco, 2015). 
 
Figura 3. Aplicaciones de la fibra de coco 
Fuente: Elaboración propia. 
 
I.3.3.1. Uso de cáscara de coco en México 
 
Hace unos años los únicos productos derivados del coco que se consumían en 
México eran el aceite, el agua, deshidratados, alimentos y dulces, pero entre los 
10 
 
actores del mercado consumidor, no se conocían productos como azúcar, vino de 
coco, nata de coco, quesos ligeros de coco, tuba embotellada, aplicaciones de fibra y 
generación de carbón activado, entre otros (Flores, 2006). 
Con los años, la industria de la fibra de coco se desarrolló en algunas zonas 
del país, por lo que existen en México empresas enfocadas al aprovechamiento de 
este material y su comercialización, mismas que se listan en la Tabla 2. 
 Tabla 2. Empresas que utilizan la cáscara de coco en México 
Empresa Ubicación Productos/servicios 
Cocoking S.A. de C.V. Tecoman, Colima 
Bio-remediación de suelos, sustrato y 
acondicionamiento de suelos. 
Coirtech Tecoman, Colima Sustrato para cultivos en invernaderos. 
Palmeras, cocos y 
derivados, S. de R. L. 
Tuxpan, Veracruz 
Fibra de coco (fibras largas), polvos y fibras 
cortas para uso agrícola. 
Productos Gráficos 
Ocario 
León, Guanajuato 
Elaboración de etiqueta del pantalón de 
mezclilla de una marca reconocida. 
Cocos y derivados del 
pacifico 
Pachuca de Soto, Hidalgo Derivados del coco. 
Rio Coco Celaya, Guanajuato Sustrato. 
E-MA Orgánicos Chalco, Estado de México 
Macetas, sustrato y filtros para empresas de 
ventilación. 
Tds Invernaderos, S. 
A. de C. V. 
Celaya, Guanajuato 
Colchones, fibra de coco para industria 
automotriz, sustrato para hidroponía y 
viveros. 
Germinaza S.A. de 
C.V. 
Armería, Colima 
Sustrato para germinación y desarrollo de 
planta en invernadero. 
Agrocoir Progreso, Colima Distribuidor de fibra de coco 
Asesores en 
Invernaderos 
Querétaro, Querétaro Venta de Fibra de Coco 
Fuente: Elaboración propia a partir de los trabajos de Guerrero, Castillo, Herrera y 
Pantoja (2015) y MéxicoRed (2017). 
 
Cabe mencionar que en el estado de Guerrero existen asociaciones de 
productores organizadas alrededor del Consejo Nacional del Sistema Producto 
11 
 
Coco, A.C. (CONACOCO), las cuales comercializan la fibra de coco aun en 
presentaciones rudimentarias, gracias a su cercanía con las empresas consumidoras 
del centro del país les permiten ofertar procesos de entrega aceptables a precios 
relativamente bajos (Guerrero, Castillo, Herrera, & Pantoja, 2015). 
Lamentablemente, a pesar del uso diversificado de la cáscara de coco en 
distintas industrias, la realidad es que por lo general en México los grandes 
volúmenes de cáscara generados por el consumo de coco son considerados “basura”, 
por lo que una gran cantidad de materia orgánica (la fibra y la concha de coco) 
terminan siendo dispuesta en rellenos sanitarios junto con los Residuos Sólidos 
Urbanos (RSU), en tiraderos a cielo abierto, acumulada en vías públicas, barrancas 
incluso en algunos casos quemada (Mejía, 2017; Intriago, 2016; Quito, 2016). 
 
I.4. Residuos 
 
I.4.1. Definición de residuo 
 
Como se ha mencionado, existen regiones en donde la industria del coco se 
encuentra desarrollada y por lo tanto tiene un aprovechamiento óptimo de la 
cáscara, sin embargo, existen otras regiones en donde, en contraste, se derivan del 
coco una gran cantidad de residuos provenientes principalmente del mesocarpio. 
Esta industria aprovecha solo el 17% del fruto, y así como el caso del cocotero existen 
muchas otras que generan una gran proporción de residuos, como por ejemplo, la 
industria cervecera que solo emplea el 8% de los nutrientes del grano, mientras que 
la industria de aceite de palma utiliza únicamente un 9%, en la industria del café 
solo el 9.5% del peso del fruto es aprovechado para la elaboración de la bebida 
quedando un 90.5% como residuo y en cuanto a la producción de papel solo el 30% 
de la materia prima es aprovechada (Cury & cols, 2017). 
12 
 
La Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos (LGPGIR) 
define residuo como “material o producto cuyo propietario o poseedor desecha y 
que se encuentra en estado sólido o semisólido, o es un líquido o gas contenido en 
recipientes o depósitos, y que puede ser susceptiblede ser valorizado o requiere 
sujetarse a tratamiento o disposición final” (DOF, 2003, pág. 6). 
 
I.4.2. Estrategias para la reducción de residuos 
 
Los patrones de consumo y estilos de vida de la sociedad actual han incrementado 
los volúmenes de residuos, y a pesar del conocimiento sobre los impactos negativos 
que conllevan y sus posibles soluciones comúnmente se les confina a disposición 
final directamente sin considerarse si estas cantidades podrían reducirse a través de 
la implementación de ciertas acciones como por ejemplo reutilización, reciclaje o 
valorización. 
Una vez generado un residuo, la mejor manera de evitar su impacto negativo 
sobre el ambiente es volver a utilizarlo, reintegrándolo de esta manera en el ciclo 
económico, el material residual pierde su condición estricta de residuo, y pasa a 
convertirse en un subproducto susceptible de aprovechamiento. Al buscar una 
oportunidad de aprovechamiento de los residuos, se hace necesaria su 
caracterización para conocer su composición, la calidad de sus componentes y la 
cantidad que se genera, con esto se pueden definir las tecnologías más apropiadas 
para su aprovechamiento y su posterior tratamiento (Saval, 2012). 
Se entiende por reciclaje el aprovechamiento total o parcial de los residuos 
para su reutilización, la reutilización consiste en el aprovechamiento parcial o total 
de un residuo para su nueva utilización en un proceso distinto. Por su parte, la 
recuperación consiste en la extracción de sustancias o recursos valiosos contenidos 
en los subproductos y en el aprovechamiento de la energía que puedan contener 
para su utilización en otro proceso (Cardona, 2007). 
13 
 
En cuanto a los residuos orgánicos existen estrategias para reducir las 
elevadas cantidades generadas, ya que poseen un gran valor en nutrientes, potencial 
energético y debido a su composición son ideales para su empleo en los sectores 
agrícola y biotecnológico; además de que los municipios no cuentan con planes de 
manejo que permitan minimizar y valorizar este tipo de residuos y muchas veces 
son confinados de manera inadecuada en tiraderos a cielo abierto constituyendo 
grandes impactos ambientales (Consejería Jurídica del Poder Ejecutivo del Estado 
de Morelos, 2017) y en ocasiones se presenta, la opción más económica, la quema 
descontrolada del material (Chávez & Rodríguez, 2016). 
Los residuos orgánicos pueden ser reciclados o recuperados para reutilizar 
las fibras de celulosa, o para recuperar los nutrientes y la energía contenida en ellos. 
Pueden ser utilizados como sustratos para el mantenimiento de los cultivos, 
entendiendo este término como el que corresponde a un material sólido, distinto del 
suelo, natural o sintético, mineral u orgánico, que colocado en un contenedor en 
forma pura o mezclado permite el anclaje del sistema radicular, desempeñando el 
papel de soporte de la planta y que puede participar en mayor o menor medida en 
la nutrición de la planta (Navarro, 1995). 
Por otra parte, la recuperación puede hacerse de acuerdo a dos principios 
generales, el tratamiento biológico y el térmico. El tratamiento biológico más 
frecuentemente utilizado es el compostaje que es un proceso para la conversión de 
los residuos orgánicos a un material húmico conocido como composta y que se 
utiliza como un producto mejorador de suelo ya que posee propiedades físico-
químicas muy beneficiosas para los suelos y la producción (Tchobanoglous, 1994). 
Existen una amplia variedad de tecnologías para el compostaje, ya que puede 
llevarse a cabo tanto en domicilios o jardines privados, así como en grandes plantas 
muy tecnificadas (Isza, 2009). Además de colaborar con el ahorro ambiental que 
representa retener los residuos orgánicos en los hogares, los poseedores se ven 
beneficiados con la producción de un material de gran utilidad en jardinería y 
huertos urbanos o familiares (Lanfranco & Palancar, 2013). 
14 
 
Por otra parte, por medio de tratamiento térmico es posible mediante la 
incineración, la obtención de ceniza, gases, partículas y calor, los cuales pueden ser 
empleados para producir energía eléctrica. Otro de los tratamientos térmicos es la 
gasificación que representa la oxidación parcial de los residuos orgánicos con un 
agente gasificante (aire, oxígeno o vapor de agua) a altas temperaturas (800-900ºC), 
dando lugar a un gas combustible (FAO, 2017). La pirolisis es un proceso 
termoquímico que también convierte la materia orgánica en combustible útil, con un 
alto rendimiento, mediante calentamiento a temperatura moderadamente alta (350-
650ºC) y en ausencia de oxígeno. Por su capacidad de tratamiento, es el método más 
eficaz para competir con las fuentes de combustibles no renovables, pero representa 
un gasto energético y monetario (Urien, 2013). 
 
I.4.3. Generación de residuos en Morelos 
 
Al igual que el resto del país el estado de Morelos se enfrenta a un incremento 
significativo en la generación de residuos por parte de la población, las industrias y 
las actividades productivas. En el estado se generan 1,939.95 t/día, lo que equivale 
a 1.10 kilos por persona al día en promedio (Morelos poder ejectutivo, 2015). Del 
total de residuos que se generan en la entidad, son captados por los ayuntamientos 
1,552 t/día de residuos, lo que representa el 80% de lo generado, los cuales son 
dispuestos en 4 rellenos sanitarios (Cuautla, Mazatepec, Yecapixtla y Jojutla) 
(Consejería Jurídica del Poder Ejecutivo del Estado de Morelos, 2017), el resto de los 
residuos se depositan en las barrancas, ríos, tramos carreteros, calles, avenidas y 
lotes baldíos (Domínguez, 2012). 
La problemática actual de los residuos en el estado se identificó por medio 
del diagnóstico realizado en 2015 en donde se obtuvieron entre otras conclusiones: 
que no existe un programa sistematizado e instalado para la separación y 
valorización de los residuos, ni la infraestructura necesaria para valorizarlos; 
tampoco se aprovecha el potencial de reciclaje conforme a la composición de los 
15 
 
residuos o su potencial energético, además de que no se promueve la minimización, 
la reducción, el reúso y el reciclaje de los residuos en las distintas fases del manejo 
de residuos sólidos urbanos (Consejería Jurídica del Poder Ejecutivo del Estado de 
Morelos, 2017). 
 
I.4.4. Residuos de manejo especial. 
 
Dentro de la clasificación que hace la Ley General para la Prevención y Gestión 
integral de los Residuos (LGPGIR) se encuentran los Residuos Sólidos Urbanos 
(RSU), los Residuos de Manejo Especial (RME) y los Residuos Peligrosos (RP). 
Los residuos de Manejo Especial se definen como “aquellos generados en los 
procesos productivos, que no reúnen las características para ser considerados como 
peligrosos o como residuos sólidos urbanos, o que son producidos por grandes 
generadores de residuos sólidos urbanos” (DOF, 2003). Cabe mencionar que en el 
transporte, almacenaje, conservación, comercialización y trasformación de frutas se 
producen una cantidad importante de residuos, proveniente de la materia orgánica 
no consumible de dichos productos, sin embargo, es importante destacar que la 
tendencia actual es de no considerar estos productos como residuos, sino 
promoverlos como subproductos (Solé & Flotats, 2014). 
“Los residuos de las tiendas departamentales o centros comerciales, 
incluyendo tiendas de autoservicio, centrales de abasto, mercados públicos y 
ambulantes que se generen en una cantidad mayor a 10 toneladas al año por residuo 
o su equivalente” (DOF, 2013) están sujetos a presentar planes de manejo de acuerdo 
con el listado de residuos de Manejo Especial que determina la NOM-161-
SEMARNAT-2011. Se estima que en el año 2015 se generaron poco menos de un 
millón de toneladas, de las cuales 640 mil toneladas corresponden a residuos 
orgánicos (SAGARPA, 2015). En cuanto a los residuos que se generan en las 
diferentes etapasy procesos de la industria del coco son por lo general residuos 
orgánicos provenientes del mesocarpio y el endocarpio del fruto. 
16 
 
La LGPGIR clasifica a los generadores de RME en dos categorías: grandes 
generadores, aquellos que realizan una actividad en la que generan una cantidad 
igual o superior a diez toneladas en peso bruto total de residuos al año y en 
pequeños generadores, aquellos que realizan una actividad en la que generan una 
cantidad mayor a 400 kilogramos y menor a 10 toneladas en peso bruto total de 
residuos al año (Congreso de la Unión, 2003). 
 
I.4.5. Problemática del manejo de los Residuos de Manejo Especial. 
 
Para el estado de Morelos son escasos los datos de generación, composición, costos, 
inversión en cuanto a los RME. Existen en la entidad 18 empresas autorizadas para 
prestar servicios de manejo de RME, principalmente para transporte, acopio y 
almacenamiento. Solo se tiene reportado que para el 2008 se dio el manejo de 
tratamiento y/o disposición final a 562,384.82 toneladas de residuos de manejo 
especial al año, lo que equivale a que en el Estado se manejan diariamente un 
aproximado de 1,540.78 toneladas por empresas autorizadas, sin embargo, estas no 
equivalen a la generación total. La composición porcentual de los RME manejados 
en el estado durante el periodo 2008-2009, resultado de los reportes que realiza cada 
empresa autorizada, es la siguiente: 0.95% de residuos orgánicos, 10% plástico, .18% 
vidrio, 13% papel, 23% metal, 53% otros (Cortinas, 2018). 
Algunos de los Residuos de Manejo Especial puede recuperarse, ya sea como 
materia prima para procesos de manufactura o aprovechamiento energético, sin 
embargo en la actualidad sólo un pequeño porcentaje de los mismos se recupera y 
aprovecha (DOF, 2013). 
La falta de separación de residuos desde la fuente, de recolección 
diferenciada, y planes de manejo para los residuos considerados de Manejo Especial 
provocan desaprovechamiento de su potencial y reducción de su posibilidad de ser 
reintegrados a la cadena productiva y una elevada cantidad de residuos enviados a 
disposición final. 
17 
 
II. Planteamiento del problema 
 
Como se mencionó anteriormente los grandes volúmenes de residuos representan 
un grave problema en la actualidad. Existen diversas agroindustrias que generan 
residuos orgánicos a partir de los cuales se podrían generar nuevos subproductos, 
reutilizando el residuo como materia prima en otros procesos; es por ello que, en 
todo el mundo, diversos investigadores se están enfocando a encontrar formas 
alternativas para utilizar dichos residuos agrícolas e industriales, estrategias que 
impactaría positivamente en la reducción de la contaminación ambiental 
(Madakson, 2012). 
Una de las agroindustrias donde los investigadores han centrado su atención 
es la del coco, cuya demanda mundial se incrementó en un 500% tan solo en los 
últimos 10 años (Burton, 2017), al considerarlo un “súper alimento”, pero también 
por la diversificación de sus usos en la elaboración de alimentos, bebidas, cosméticos 
y tratamientos de belleza, en el control de peso e incluso en biocombustibles (Gro 
Intelligence, 2016). Lo lamentable es que este sector productivo, tras utilizar el coco 
genera residuos que solo son reutilizados en un 17% (Valadez-Carmona & cols, 
2016). 
De acuerdo con la Food and Agriculture Organization of the United Nations 
(FAO), en el mundo se producen 60,511,756 toneladas anuales de coco; de éstas, el 
75.3% provienen de Indonesia, Filipinas e India (FAO, 2017) quienes ya cuentan con 
una industria desarrollada que aprovecha no solo la carne sino todos sus 
componentes a través de la elaboración de subproductos, esta acción le otorga un 
alto valor agregado (Parque Científico Tecnológico de Yucatán, 2015). 
En el octavo lugar se encuentra México con una producción anual de 
1’064,400 toneladas representando el 1.8% de la producción mundial (FAO, 2017). Si 
bien este dato puede verse menor, no lo es si se toma en cuenta la tendencia 
generalizada al incremento de la demanda que, para el caso mexicano es del 5.6% 
18 
 
anual desde el año 2013 (SAGARPA, 2017) y con ello el aumento de residuos y su 
poca reutilización, provocando mayor contaminación en la nación. 
 Este incremento llevó a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo 
Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) a desarrollar una estrategia para 
maximizar el aprovechamiento del cocotero a través de la Planeación Agrícola 
Nacional 2017-2030 (2017) y del Programa de Productividad y Competitividad 
Alimentaria Componente de Desarrollo Productivo del Sur-Sureste (2016), y en ellos 
se incluyó el estado de Morelos como una de las siete regiones estratégicas, no por 
su volumen de producción sino por el elevado consumo tanto doméstico, comercial 
e industrial, y por el impulso que se desea hacer a la entidad como productor de 
biodiesel derivado del aceite de coco proveniente de entidades vecinas 
(CONCAMIN, 2017). 
De forma histórica, el estado de Morelos es visitado por sus balnearios y un 
sector que se ve favorecido por los turistas es el comercio al por menor de coco y 
agua de coco, siendo el municipio de Xoxocotla uno de los principales centros de 
abastecimiento del fruto. Estos negocios generan un volumen amplio de residuos a 
los que no se les da un buen manejo, en principio porque es costumbre el utilizar el 
mismo fruto para ofrecer el agua de coco mediante el uso de popotes o también 
mediante bolsas plásticas, posteriormente al ya no hacer uso de la cáscara son 
desechados, dejándolos en las orillas de las carreteras o mezclándolos con el resto 
de los Residuos Sólidos Urbanos que son llevados a distintos sitios de disposición 
final; lo anterior constituye un problema que ha sido desatendido sobre todo si se 
considera el potencial de reúso que tienen los residuos en cuestión. 
Dicho lo anterior es relevante ampliar el conocimiento de la situación del 
manejo del coco y sus subproductos en la región, conocer y tener estrategias para la 
reducción del residuo que se obtiene del fruto, ya que su manejo inadecuado puede 
provocar un aumento de la generación y disposición final de residuos orgánicos, así 
como el desaprovechamiento de un recurso que puede ser recuperado y empleado 
como materia prima para diversas industrias, por lo tanto en la presente 
19 
 
investigación se plantearon las siguientes preguntas: ¿Qué cantidad de cáscara de 
coco se genera de la venta de coco en la región? ¿Cuáles son las medidas de manejo 
que se le confieren? ¿Qué alternativas existen para su aprovechamiento? 
 
 
 
 
20 
 
III. Estado del arte 
 
Para la elaboración del Estado del Arte se realizó una revisión de trabajos que 
exponen las múltiples aplicaciones que se le otorgan al residuo proveniente del fruto 
del coco (fibra de coco). Se contempló el hecho de que hasta ahora existe una muy 
amplia variedad y cantidad de trabajos enfocados a la aplicación de la fibra de coco 
en ingeniería, construcción, agricultura, entre otros. Debido al auge ocasionado por 
su multifuncionalidad se han visto disminuidas las investigaciones enfocadas a 
establecer una relación entre su beneficio medioambiental y buenas prácticas de 
manejo y se han incrementado las propuestas relacionadas a conformar negocios a 
partir de ella. Por lo anterior y para poder tener un panorama más claro de lo que 
hasta ahora se ha realizado en cuanto al tema del aprovechamiento de la fibra de 
coco y con ello la reducción de residuos se tienen las siguientes atribuciones: 
Agopyan, Savastano, John , y Cincotto (2005) realizaron en la ciudad de Sao 
Paulo una investigación bibliográfica para compilar trabajos sobre el desarrollo de 
materiales para construcción reforzados con fibras naturales, concluyendo que la 
fibra de coco es un material ideal para reemplazar el asbesto. Siguiendo con este 
hallazgo, Castañeda, Argüello,y Vecchi (2010) elaboraron un análisis del 
comportamiento de un techo térmico construido con base en materiales de desecho: 
fibra de coco, PET y aserrín, comparándolo con el comportamiento de un techo de 
placa losa y otro de concreto armado, concluyendo que por su baja densidad y 
volumen los materiales de desecho logran amortiguar el paso del calor radiante 
como consecuencia del funcionamiento de estos como aislantes térmicos. 
 En cuanto a las propiedades de la fibra de coco como absorbente de sonidos 
Zulkifli, Zulkarnain, y Jailani (2010) realizaron pruebas de absorción de sonido de 
acuerdo a las normas internacionales para el coeficiente de absorción de ruido para 
sustituir forros de tela de algodón ampliamente utilizados en la industria 
automotriz, los datos del experimento demostraron que la fibra de coco tiene buenas 
21 
 
propiedades acústicas a bajas y altas frecuencias y puede ser un reemplazo 
alternativo de productos comerciales sintéticos, de manera ecológica y económica. 
Por otro lado existen diferencias entre las aplicaciones de la fibra de coco 
dependiendo su estado de maduración, la más usada es la fibra marrón pero 
también se ha incursionado, pero en menor proporción, en la investigación sobre 
las aplicaciones de la fibra blanca del coco o coco verde, tal es el caso del trabajo 
realizado por Hussain, Pandurangadu y Palanikuamr (2011) en el cual se compara 
la fibra de coco blanca con otras fibras naturales como la del plátano, algodón, el 
sisal y el yute que han atraído la atención de científicos y tecnólogos para su 
aplicación en bienes de consumo por su bajo costo. Se realizó un compuesto con un 
polímero de HDPE (Ply-Etileno de alta densidad, por sus siglas en inglés) reforzado 
con fibra de coco verde y se determinaron las propiedades mecánicas: resistencia a 
la tracción (TS), resistencia a la flexión (FS) y resistencia al impacto (IS) y 
comprobaron que las propiedades mecánicas del compuesto están altamente 
influenciadas por la longitud de la fibra utilizada, ya que al aumentar la longitud de 
la fibra hasta 6 mm la resistencia al impacto del material aumenta, así como la 
resistencia a la tracción del material compuesto aumenta con el incremento de la 
fracción de volumen de fibra de coco verde hasta 40%. 
Sandoval, Zapata, Celis, Quezada, y Capulín (2013) determinaron que al 
adicionar el sustrato de fibra de coco en una mezcla, para conocer su efecto sobre 
parámetros físico-hídricos del suelo y su eficiencia en el uso del agua, observaron 
que este permite un mejoramiento en las características físico-hídricas del suelo 
degradado, además de que se descartaron mediante pruebas con lechuga efectos 
tóxicos entre las dosis aplicadas de fibra de coco. 
En cuanto a los residuos del coco, también se debe considerar que el 
endocarpio o concha de coco que representa el 12% del peso del fruto coco cuenta 
con una amplia gama de aplicaciones, además es el elemento que mayormente está 
vinculado tanto al sector artesanal como al industrial, como por ejemplo para la 
elaboración de carbón activado. Debido a que en los países latinoamericanos se 
22 
 
observa que existe un importante mercado a quien ofrecerle este producto, en 
Colombia, Orozco (2013) evaluó técnica, comercial y económicamente la pre-
factibilidad para la creación de una planta de carbón activado a base de concha de 
coco en Tumaco; concluyendo que es un negocio riesgoso para ser implementado en 
Colombia debido a que en parte las condiciones políticas y fiscales en el país pueden 
llegar a encarecer los costos operacionales y disminuyen la competitividad de las 
compañías; debido a los procesos y trámites en relación a impuestos de 
funcionamiento, del espacio, uso del suelo, entre otros. 
Guerrero, Castillo, Herrera y Pantoja (2015) realizaron en Tabasco un 
diagnóstico sobre el consumo de subproductos del coco, específicamente del jabón 
y la fibra de coco, y procedieron con un análisis sobre aspectos comerciales para 
estimar el volumen en toneladas determinando las características físicas y 
comerciales que requieran los clientes potenciales para establecer si existe una 
posible demanda de la fibra de coco como materia prima para la elaboración de 
productos y determinar el perfil de las empresas que lo requieren. Se detectaron 193 
empresas a nivel nacional con potencial de consumo de jabón de coco en los giros 
de limpiadores, cosméticos y dentífricos; y 487 empresas con potencial de consumo 
de la fibra del coco en giros como industrias cementeras, textiles y de fertilizantes 
naturales. 
Una solución integral y sostenible al reutilizar la fibra de coco es la propuesta 
por Intriago (2016) que determinó por medio de encuestas la pre-factibilidad de la 
elaboración de un abono orgánico hecho del residuo de la fruta de coco, generando 
nuevas fuentes de ingreso, reduciendo el desempleo y el subempleo. La 
investigación realizada por Quito (2016) en Ecuador puso en evidencia que es viable 
el aprovechamiento de la cáscara de coco como recurso renovable para elaborar 
módulos estructurales y carbón activado a partir de la fibra de la cáscara del coco, y 
muestra la capacidad de obtener productos provenientes de la fibra del coco de 
demanda internacional, lo cual da oportunidad y perspectiva de desarrollo de un 
negocio local, especializado en el tratamiento de estos residuos sólidos. 
23 
 
De la misma manera Lodoño (2017) propone dar un nuevo uso a la fibra de 
coco a través de una línea de empaques biodegradables, para lo cual determino las 
propiedades y posibilidades productivas de la fibra de coco y el bambú laminado, y 
en consecuencia, demostró un sistema sustentable en el ciclo de vida de estos, 
concluyendo que la fibra de coco es un material ideal para proteger ya que presenta 
excelentes propiedades de resistencia a impactos. 
En la reciente investigación realizada por Pineda Burgos y Navarrete 
Rivadeneira (2017) les fue posible obtener celulosa micro cristalina a partir de fibra 
de coco como materia prima, sin embargo la pureza obtenida fue del 73.8%, lo cual 
significa que no se obtuvo una pureza adecuada para ser utiliza como aditivo 
alimenticio pero abre la posibilidad de que se realicen nuevos estudios para 
determinar su utilidad de acuerdo con las propiedades que presenta en otros 
campos industriales. 
Así mismo Tenorio (2017) se enfocó en analizar la falta de explotación y de 
valor agregado de los productos derivados del coco dándole una perspectiva de 
exportación, obtuvo que era debido a que los pequeños artesanos carecían de 
información respecto a los procesos que se deben realizar y del financiamiento para 
impulsar las alternativas del mercado de manera competente y con recursos 
naturales que sean sostenibles, como lo es la cáscara de coco, generando así 
oportunidades de negocios. 
 
 
 
 
 
24 
 
IV. Justificación 
 
Las industrias que se encuentran involucradas en la producción, transformación y 
comercialización de coco a nivel mundial, obtienen gran cantidad de residuos y 
algunas veces subproductos. La generación de residuos como los provenientes del 
coco, componen uno de los problemas principales de la contaminación; la gran 
cantidad de residuos orgánicos, que al llegar a sitio de disposición final son los 
causantes de generación de gases y lixiviados. 
En los países productores, el coco es un fruto que forma parte de la dieta de 
muchas personas por sus altas propiedades alimenticias y bajo contenido de calorías 
(Andino & Bustos, 2012), el agua de coco se consume como una bebida refrescante, 
por lo tanto el creciente interés del consumidor por este producto ha ampliado 
considerablemente sus oportunidades de mercado (Rosa, 2007). Sin embargo como 
consecuencia, el consumo de cocos genera grandes volúmenes de residuos orgánicos 
que, por lo general, son considerados “basura”, lo que provoca en muchos casos 
riesgos sanitarios,generación de lixiviados y emisión de gases a la atmosfera, por lo 
tanto es importante su disminución. Los residuos orgánicos que generan los 
comerciantes del fruto podrían ser susceptibles de valorizarse y aprovecharse 
debido a su composición; estos materiales tienen la posibilidad de reutilizarse o 
reciclarse del flujo de la basura y que de esta manera se disminuya el volumen y la 
cantidad de los residuos orgánicos que son enviados a disposición final, lo cual 
resulta de beneficio para el ambiente (Maldonado, 2006). 
Por lo tanto esta investigación busca determinar la cantidad de cáscara de 
coco se genera a partir de los comercios mayoristas en el municipio de Xoxocotla e 
identificar las principales prácticas para el manejo de los residuos generados de la 
venta de coco, para proponer alternativas para el aprovechamiento o reutilización 
de la cáscara, esto con la intención de minimizar las consecuencias negativas de su 
consumo y tener un aprovechamiento óptimo del residuo. 
25 
 
V. Objetivos 
 
V.1. Objetivo general 
 
Estimar la generación de cáscara de coco como residuo de la comercialización del 
coco e identificar el manejo actual del mismo, para proponer alternativas para su 
aprovechamiento en el municipio de Xoxocotla, Morelos. 
 
V.2. Objetivos específicos 
 
• Determinar la cantidad aproximada de cáscara de coco que se genera a partir 
del comercio del municipio de Xoxocotla, Morelos. 
 
• Identificar las medidas de manejo del residuo del comercio de coco en 
Xoxocotla, Morelos. 
 
• Delimitar las alternativas más viables para el aprovechamiento de la cáscara 
de coco que se genera a partir de la venta al mayoreo en Xoxocotla, Morelos. 
 
26 
 
VI. Materiales y métodos 
 
VI.1. Delimitación 
 
Para realizar esta investigación se optó por llevarla a cabo en el estado de Morelos 
específicamente en Xoxocotla, municipio indígena de reciente conformación 
(Periódico Oficial Tierra y Libertad, 2017), anteriormente localidad del municipio de 
Puente de Ixtla ubicado al sur del estado, debido a que es uno de los dos puntos más 
importantes de venta al mayoreo del fruto coco en la entidad. La zona sur del estado 
de Morelos se caracteriza por tener un clima cálido además de importantes cauces 
naturales de agua y balnearios por lo cual es un sitio de fuerte afluencia turística, 
situación ideal para la venta del fruto coco por los comerciantes intermediarios de 
coco, que generan grandes cantidades de residuos por desinformación. 
 
VI.2. Tipo de investigación 
 
Como primer acercamiento se realizó una investigación documental, la revisión de 
la literatura se efectuó mediante la consulta de bibliografía y otros materiales de 
utilidad para los propósitos de la investigación, recopilando información relevante 
y necesaria. 
Esta investigación se realizó en torno al alcance descriptivo, ya que mediante 
este método se miden y se evalúan aspectos, dimensiones o componentes de un 
fenómeno a investigar (Sampieri, Fernandez, & Baptista, 2003). Mediante la revisión 
bibliográfica se determinó que efectivamente existen antecedentes de las 
aplicaciones de la cáscara de coco en distintas áreas, pero debido a la ausencia de 
datos específicos de la entidad con respecto a este residuo fue necesario estimar 
datos de generación del residuo actualmente y las condiciones de manejo que se le 
confiere. 
27 
 
 Además, la investigación es no experimental ya que “se realiza sin manipular 
deliberadamente variables, porque observa fenómenos tal y como se dan en su 
contexto natural, para después analizarlos” (Balestrini, 1998). 
 
VI.3. Enfoque de la investigación 
 
Se optó por realizar una investigación cuantitativa; ya que permite establecer 
patrones de comportamiento y probar teorías mediante la recolección de datos, con 
base en la medición numérica y el análisis estadístico (Sampieri, Fernández, & 
Baptista, 2006). 
 
VI.4. Técnicas de recolección de datos empleadas 
 
Para la obtención de datos se procedió a realizar las siguientes técnicas: 
 
VI.4.1. Revisión de fuentes documentales 
 
Se revisaron distintas fuentes documentales como son libros, artículos de 
publicaciones, documentos oficiales, artículos periodísticos y páginas de internet 
para estructurar el marco referencial de esta investigación, asimismo se consultaron 
bases de datos como las de la Organización de las Naciones Unidas para la 
Alimentación y la Agricultura (FAO), del Instituto Nacional de Estadística y 
Geografía (INEGI), del Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte 
(SCIAN) y del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE), 
para obtener datos cuantitativos sobre los comercios al por mayor y por menor de 
coco presentes en la entidad, por medio de los cuales se corroboró la escases de 
datos. 
 
 
28 
 
VI.4.2. Encuesta 
 
La segunda técnica empleada fue la realización de dos encuestas donde se exploran 
variables sociodemográficas de los comerciantes como edad y sexo, además de 
variables relacionadas con la venta del fruto, manejo de la cáscara del coco y respecto 
al conocimiento relacionado a la utilización de este insumo. La primera de ellas 
dirigida a comerciantes mayoristas de coco, para conocer la cantidad potencial de 
fruto que se maneja en la entidad; y la segunda encuesta dirigida a los compradores 
que acuden a esos negocios a adquirir el producto, para poder determinar el flujo de 
los residuos y el destino final que le confiere cada uno de ellos. 
 Para la 1ª encuesta se consideró un universo de cinco comercios mayoristas 
localizados en el municipio de nueva conformación Xoxocotla (Figura 4). Los 
lugares elegidos responden a ser el total de comercios que ofrecen el coco por 
mayoreo en el municipio con un establecimiento fijo, y que surten del fruto a la 
población en general y también a comerciantes minoristas de diferentes regiones del 
estado. 
 
 
Figura 4 Ubicación del municipio de Xoxocotla. 
 
29 
 
Cabe indicar que el instrumento de recolección de datos (Anexo 1) se 
conforma de 19 preguntas abiertas y cerradas. 
 Se siguió el procedimiento indicado para su aplicación realizando una prueba 
piloto para la validación del instrumento. Tras ello se procedió a corregir las 
inconsistencias para imprimir el cuestionario definitivo. La aplicación se realizó en 
las instalaciones de cada uno de los negocios en cuestión, ubicados en la carretera 
Alpuyeca-Jojutla en el municipio de Xoxocotla1. 
 Se utilizó la técnica “cara a cara”; es decir: “la información se obtiene 
mediante un encuentro directo y personal entre el entrevistador y el entrevistado. El 
entrevistador va a plantear directamente las preguntas al entrevistado basándose en 
un cuestionario que irá cumplimentando con las respuestas del entrevistado” 
(Hernández, Cantín, López, & Rodríguez, 2010, pág. 10); con esta técnica se evita la 
influencia de terceras personas y generalmente se obtiene un alto porcentaje de 
respuestas. 
 Una vez obtenida la información se procedió a descargar el software 
denominado Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) (IBM, 1989), útil para 
realizar la captura y análisis de los datos, crear tablas y gráficas. Ahí se logró obtener 
una matriz de datos y se les aplicó estadística descriptiva, específicamente para 
obtener las frecuencias, porcentajes y dispersión de las variables cuantitativas. 
 Para la 2ª encuesta se consideró un universo indefinido de compradores de 
coco (comerciantes minoristas) que acuden a los comercios mencionadas en 
apartados anteriores. Se procedió entonces a determinar una muestra (n) empleando 
la fórmula de universo infinito (Aguilar, 2005) que se observa a continuación y 
tomando en cuenta un nivel de confianza (Z) de 90; 50% de probabilidad positiva 
(p) y 50% de negativa (q) a que el fenómeno ocurra, respectivamente; y un 9% de 
error de estimación máximo aceptado (e):1 Los nombres de los comercios se mantienen en secrecía por cuestiones de seguridad de los negocios. 
30 
 
𝑛 = 
𝑍2 ∗ 𝑝 ∗ 𝑞
𝑒2 
Dónde: 
n: es la muestra 
Z: El nivel de confianza 
p: Probabilidad positiva de que el evento ocurra 
q: Probabilidad negativa de que el evento ocurra (q=1-p) 
e: error 
 
Al despejar la fórmula se obtuvo una muestra de 84 compradores de coco. Para la 
aplicación de la encuesta se eligió un tipo de muestreo no probabilístico a 
conveniencia, se dividieron los cuestionarios proporcionalmente entre los cinco 
comercios mayoristas (83.3%) y se encuestó a los compradores conforme fueron 
apareciendo. El cuestionario para este grupo (Anexo 2) se conforma también de 
preguntas abiertas y preguntas cerradas, con un total de 20 ítems. 
 Como en la otra encuesta también se siguió el procedimiento indicado para 
su aplicación realizando una prueba piloto para la validación del instrumento. Tras 
ello se procedió a corregir las inconsistencias para imprimir el cuestionario 
definitivo. La aplicación se ejecutó con la técnica “cara a cara”. 
 Una vez obtenida la información se procedió a capturar la información 
obtenida en el software Statistical Package for the Social Sciences (SPSS). Ahí se logró 
obtener una matriz de datos y análisis de los mismos, crear tablas y gráficas; se les 
aplicó estadística descriptiva, específicamente para la obtención de frecuencias, 
porcentajes y dispersión de las variables. 
 
VI.5 Estimación de la generación de residuo 
 
Mediante datos del 2012 del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, 
Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, 
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y otros autores se determinó 
31 
 
un promedio del peso por unidad de fruto y el porcentaje del residuo del mesocarpio 
de coco por unidad de fruto, obteniendo que por unidad, el peso estandarizado es 
de 2.4 kg y el peso del residuo equivale al 44% del peso total del fruto (Anexo 3). Por 
lo tanto se procedió a estimar mediante la siguiente fórmula el peso aproximado de 
la cáscara de coco como residuo del comercio de coco, mediante la información 
obtenida por medio de la encuesta. 
 
𝑃𝑒𝑠𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑟𝑒𝑠𝑖𝑑𝑢𝑜 𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑐𝑜 = (𝑛ú𝑚𝑒𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑢𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑𝑒𝑠 × 2.4) × 0.44 
 
Al aplicar la fórmula se obtienen los siguientes pesos dependiendo las unidades de 
fruto manejadas por semana, mes y año (Tabla 3). 
 
Tabla 3. Peso promedio de la cáscara de coco por unidades. 
Semana Año 
Unidades de 
coco 
Peso del 
residuo* 
Unidades de 
coco 
Peso del 
residuo 
50 53 2,600 2,756 
100 105 5,200 5,460 
150 158 7,800 8,216 
200 211 10,400 10,972 
1,000 1,056 52,000 54,912 
2,000 2,112 104,000 109,824 
3,000 3,168 156,000 164,736 
4,000 4,224 208,000 219,648 
*El peso del material residual corresponde al mesocarpio y se expresan en kg 
 
VI.6 Identificación de medidas de manejo del residuo 
 
Además por medio del instrumento se captó información relevante en cuanto a la 
generación y disposición que cada comerciante provee a la cáscara, mediante estos 
32 
 
datos se analizó el manejo que es llevado a cabo y también en qué casos la cáscara 
tiene un destino de aprovechamiento o en su caso cual es el tipo de disposición final. 
Por medio de los datos analizados se pudo conocer las condiciones actuales 
de manejo y proponer una alternativa que sea viable para reducir impactos causados 
por su mala disposición y manejo, y además promover su aprovechamiento. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
33 
 
VII. Resultados 
 
VII.1. Resultados obtenidos mediante el instrumento 
Al aplicar las encuestas se encontró la siguiente información: 
 
VII.1.1. Comercios mayoristas 
De los cinco comercios mayoristas ubicados en el municipio de Xoxocotla se aplicó 
la encuesta al 100%, del total de los encuestados 4 (80%) son mujeres a cargo del 
negocio mayorista. El mínimo de edad del grupo encuestado fue de 28 años y el 
máximo de 63 años. El total de los encuestados afirmó conocer el origen de 
procedencia del fruto, que coincidió en ser las costas del estado de Guerrero. Así 
mismo la cantidad de frutos ingresados a la semana por comerciante fue para el 
100% de los encuestados de 3,000 cocos o más, surtiéndose del fruto dos veces a la 
semana. 
Los comerciantes que afirmaron tener un tiempo de 10 años o menos de 
experiencia dentro del negocio de comercio de coco al mayoreo fueron dos, mientras 
que los tres comerciantes restantes afirmaron tener más de 10 años de experiencia 
en la entidad (Gráfica 1). 
 
Gráfica 1. Experiencia en el comercio mayorista 
34 
 
De los cinco negocios mayoristas encuestados, cuatro presentan recolección privada 
del residuo al que se le confiere distintos destinos, tres comerciantes mayoristas 
cuentan con recolección privada gratuita con la finalidad de elaborar composta a 
partir del residuo y un comerciante mayorista almacena la cáscara resultante de la 
venta durante la semana para posteriormente entregarla a un recolector privado con 
el fin de usar el residuo como carbón para hornos de tabiques y una empresa de 
fabricación de cartón. Mientras tanto uno de los comerciantes seca la cáscara al sol 
durante 10 días y posteriormente es empleada como carbón en negocios familiares 
de elaboración de tortillas (Gráfica 2). 
El 100% de los comerciantes mayoristas tienen conocimiento de formas de 
aprovechar la cáscara de coco que resulta de sus negocios, mencionando la 
elaboración de composta, carbón, artesanías y nuevos materiales. 
 
Gráfica 2. Destino conferido a la cáscara. 
 
VII.1.2. Comerciantes minoristas 
 
En cuanto a los comerciantes minoristas que acuden a los negocios de venta al 
mayoreo en el municipio de Xoxocotla como muestra representativa fueron 
encuestados un total de 85 comerciantes. Esta población tenía una edad media de 38 
años, su mediana fue de 37 años y la moda de 41 años. Los valores máximo y mínimo 
35 
 
de la edad fueron 64 y 27 años respectivamente. Con relación al sexo de los 
encuestados, 68 fueron hombres (79 %) y 17 fueron mujeres (21 %). 
El 50 % de los encuestados declararon que tenían 5 años o menos dedicados 
al comercio de coco, 43% tenían de 5 años a 10 años de experiencia, el 5% de 10 a 15 
años de experiencia mientras que el 2% no respondió. Los compradores de coco que 
acuden a los comerciantes mayoristas del municipio de Xoxocotla son provenientes 
u ofrecen el fruto en 11 diferentes municipios aledaños a esta localidad debido a su 
ubicación geográfica; la población encuestada señaló que ofrecen el fruto en los 
municipios de Jojutla (29.8%), Cuernavaca (23.8%), Xochitepec (12.8%), Puente de 
Ixtla (11.6%), Tlaquiltenango (5.8%), Jiutepec (3.5%), Temixco (3.5%), Tlaltizapan 
(2.3%), Xoxocotla (2.3%), Zacatepec (2.3%) y Mazatepec (1.2%) (Gráfica 3). 
 
Gráfica 3 Municipio en donde los minoristas comercializan el coco. 
El 15% de los encuestados comercializa a la semana entre 50 y 100 unidades 
de coco, el 50% refieren que el número de cocos que comercializa son entre 100 y 150 
unidades a la semana, el 16% comercializa de 150 a 200 cocos y un 4% más de 200 
unidades a la semana (Gráfica 4). 
36 
 
 
Gráfica 4 Piezas compradas a la semana 
 
Los comerciantes que acuden a surtirse del fruto una vez a la semana son 74 (88%) 
y los comerciantes que acuden a los comercios mayoristas dos veces por semana son 
11 (12%) (Gráfica 5). 
 
 
Gráfica 5. Tiempo que pasar para surtir 
Los encuestados sugieren que los meses de mayor venta del fruto son abril (36%) y 
mayo (63%). El uso comercial que le confieren al coco es principalmente su venta 
como fruto, lo que se refiere a la venta del agua y pulpa (62%), mientras que en 
menor medida se emplean para la elaboración de leche de coco (36%) y la 
elaboración de aceite (2%) (Gráfica. 6). 
37 
 
 
Gráfica. 6 Uso de coco 
 
En cuanto al destino quele confiere cada uno de los comerciantes minoristas a la 
cáscara de coco resultante de la venta el 92% tienen recolección por medio del 
camión recolector municipal, lo que equivale a un aproximado mínimo de 8,554 kg 
de residuo de coco a la semana, el 7% presenta recolección privada (599 kg a la 
semana) y el 1% quema su cáscara (85.5 kg de cáscara ala semana) (Gráfica 7). 
 
 
Gráfica 7. Destino de los residuos de coco. 
 
38 
 
Dependiendo el municipio los residuos son recolectados por el camión recolector 
municipal cada determinado tiempo, de acuerdo a los datos recabados el 34% de 
ellos son recolectados dos veces por semana, el 59% son recogidos tres veces por 
semana y en un 7% de los casos son recolectados diariamente (Gráfica 8). 
 
Gráfica 8. Intervalo de recolección municipal. 
 
De acuerdo al instrumento se sabe que de los comerciantes minoristas que tienen 
recolección por parte del municipio, un 62% de ellos presentan un problema al 
momento de la recolección municipal, mientras que el 38% aseguraron no tener 
problemas (Gráfica 9). 
 
 
Gráfica 9 Existe problema con la recolección municipal. 
 
39 
 
Al analizar los resultados de municipios donde ofrecen el coco y la problemática de 
recolección se obtuvo que los comerciantes que expresan no tener problemas de 
recolección de la cáscara provenían del municipio de Cuernavaca (Gráfica 10). 
 
 
Gráfica 10. Existencia de problemática en la recolección por municipio. 
 
Se cuestionó además de las causas por las cuales se presentaba la problemática de la 
recolección de la cáscara de cada encuestado y se obtuvo que en un 45.83% el peso 
del cáscara representa una traba para los trabajadores del servicio municipal, el 
22.92% mencionó que la cantidad en exceso de cáscara es una limitante, el 16.67% 
mencionó que el personal no quiere llevársela y el 14.58% mencionó que el cobro por 
llevársela es excesivo (Gráfica 11). 
40 
 
 
 
Gráfica 11. Problema de recolección municipal. 
 
Además por medio de la encuesta se obtuvo información en relación al conocimiento 
de los comerciantes del aprovechamiento que puede tener la cáscara de coco, a lo 
cual un 79% afirmó tener conocimiento de algún tipo de aprovechamiento de la 
cáscara, mientras que el 21% desconoce sobre alguna forma de aprovechamiento 
para la cáscara de coco (Gráfica 12). 
 
 
Gráfica 12. Conocimiento del aprovechamiento de la cáscara de coco. 
 
De los comerciantes que mencionaron conocer alguna forma de aprovechamiento 
del cáscara de coco, el 30.9% mencionó la elaboración de carbón, el 26.5% el uso de 
la cáscara como sustrato, el 17.6% conocen tanto el uso de la cáscara como carbón 
como también su uso como sustrato, el 8.8% manifestó conocer su uso 
41 
 
específicamente como sustrato para orquídeas y cactus, el 7.4% nombró su uso como 
remedio medicinal, un 4.4% mencionó su uso para composta mientras que otro 4.4% 
refirió su uso como materia prima para hacer colchones y tapetes (Gráfica 13). 
 
 
Gráfica 13. Forma de aprovechamiento para la cáscara de coco. 
 
VII.2. Generación de residuos 
 
Gracias la aplicación del instrumento se obtuvieron datos necesarios para 
determinar la cantidad aproximada de cáscara de coco que se genera en el municipio 
de Xoxocotla, Morelos, cumpliendo de esta manera con el primer objetivo específico 
de la investigación. 
 De acuerdo a la información obtenida mediante el instrumento, la 
generación de residuo para este grupo de comerciantes (85) se estima que es entre 
489 a 708 toneladas al año. Además, se obtuvieron las cantidades aproximadas de 
cocos por cada comerciante ( 
Tabla 4) y gracias a esta aproximación se puede estimar la generación de cáscara de 
coco como residuo de la venta al menudeo por medio de la fórmula mencionada con 
anterioridad. 
 
42 
 
 
Tabla 4. Unidades de fruto coco manejados por comerciante 
Unidades de coco por semana Comerciantes Porcentaje (%) 
50-100 15 17 
100-150 50 59 
150-200 16 19 
200-más 4 5 
 
El 17% de los comerciantes manejan a la semana un estimado mínimo de 52.8 kg y 
un máximo de 105.6 kg de cáscara como residuo de su venta a la semana (2,756 a 
5,460 de residuo al año). El 59% de los comerciantes manejan entre 100 y 150 cocos a 
la semana, lo que equivale a un mínimo de 105.6 kg de residuos y un máximo de 
158.4 kg de residuos generados (entre 5,460 y 8,216). El 19% de comerciantes 
manejan 158.4 kg de residuos como mínimo y 211.2 kg como máximo a la semana 
(hasta 10,972 kg al año). Mientras que solo un 5% de comerciantes manejan más de 
200 cocos a la semana lo cual sugiere que la generación de residuos para este grupo 
es mayor a 211.2 kg a la semana y por lo tanto excede al año una generación de 10,972 
kg. 
 Gracias a la gráfica 14 se puede observar las cantidades de coco que se 
comercializan a los 11 municipios aledaños a Xoxocotla por lo tanto se demuestra la 
dispersión de residuos que se generan, presentando la mayor concentración en 
Jojutla y Cuernavaca. 
43 
 
 
Gráfica 14. Cantidades de coco comercializados por municipio 
Los comerciantes de coco que generan como residuo cáscara de coco en 
cantidades mayores a 10 toneladas al año son los que adquieren más de 200 cocos a 
la semana que representan un aproximado de 23.5% del total, por lo cual es 
conveniente elaborar un Plan de Manejo con el cual se puede minimizar la 
generación de residuo y maximizar su valorización, y de esta manera tener 
beneficios ambientales, económicos y sociales. Por lo tanto lograr su implementación 
estimularía al aumento de la cantidad de cáscara aprovechada, y como consecuencia 
se disminuye la carga sobre los recursos naturales y sobre la vida útil de los sitios de 
disposición final donde se disponen actualmente (DOF, 2013). 
Inclusive es importante proponer una alternativa para su aprovechamiento 
aun a pequeña escala ya que este insumo puede representar ingresos extras para este 
grupo de personas contrarrestando así su envió a disposición final. 
 
44 
 
 
VII.3. Medias de manejo actual del residuo 
 
Además, se obtuvo información respecto al destino conferido a la cáscara de coco, 
de la cual se aprecia que para los comerciantes de coco mayoristas la cáscara no 
representa un problema mayor como residuo ya que en su caso es aprovechado por 
terceros o incluso en uno de los negocios es utilizado como carbón para negocio 
familiar, por lo tanto en su caso es considerado insumo, subproducto o materia 
prima. Sin embargo, a pesar de que actualmente los comerciantes mayoristas o 
terceras personas le otorgan un uso a la cáscara, es de considerar el hecho de que las 
medidas de aprovechamiento que actualmente se llevan a cabo son rusticas y no 
cumplen ningún parámetro o medida que mitigue los posibles daños al ambiente 
por la quema inadecuada, ya que para hacer un correcto proceso para la elaboración 
de carbón es necesario aplicar un pretratamiento al residuo y adquirir hornos 
especializados. Por lo tanto es más conveniente dar un manejo alterno, pero al 
mismo tiempo viable y redituable. 
Por otra parte, al analizar el manejo otorgado por el grupo de comerciantes 
minoristas a la cáscara es un problema mayor ya que es segregada a diferentes 
municipios en donde se combina con los RSU en la recolección municipal 
provocando complicaciones tanto para los comerciantes como para las personas a 
cargo del servicio de recolección. En un 92% de los casos la cáscara de coco es 
enviada a disposición final (445 t/año), lo cual representa una elevada cantidad de 
materia orgánica aprovechable que es desperdiciada. 
El tipo de disposición final depende de cada municipio, ya que en el caso de 
Zacatepec, Mazatepec y Puente de Ixtla la dependencia a cargo del servicio de 
recolección es la Dirección de Ecología, mientras que para el resto de los municipios 
involucrados (Cuernavaca, Jiutepec, Jojutla, Temixco, Tlaltizapan, Tlaquiltenango y