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Cuentas nacionales Cuentas nacionales a precios constantes PBI por sectores El punto de partida para los datos publicados son las series de cuentas nacionales que en la actualidad calcula el INDEC a precios de 2004 y que fueron presentadas por pri- mera vez en 2016 con la metodología actualmente vigente. Esta versión de las cuentas nacionales presenta datos a partir de 1993, con lo cual, para construir las series que se publi- can, hubo que realizar empalmes con sus versiones anterio- res que permiten arrancar las series en 1875. Teniendo en cuenta esto, la apertura por sectores que se presentó debía ser tal que pudiera obtenerse la misma en todas las fuentes que intervinieran en el em- palme. La apertura seleccionada, basada en los nombres que los sectores poseen en la versión actual de las cuentas nacionales, es la siguiente: ● PBI total a precios de mercado ◗ IVA + impuestos a la importación - servicios de intermediación financiera medidos indi- rectamente (SIFMI) ◗ PBI sin IVA ni impuestos a la importación ■ Productores de bienes ◆ Agricultura, ganadería, caza y silvicultura ❯ Cultivos agrícolas ❯ Cría de animales ❯ Caza, repoblación de animales de caza y servicios conexos; y silvi- cultura, extracción de madera y servicios conexos ❯ Servicios agrícolas y pecuarios, excepto los veterinarios ◆ Pesca ◆ Explotación de minas y canteras ◆ Industrias manufactureras ◆ Electricidad, gas y agua ◆ Construcción Cuentas nacionales Metodología ■ PBI productores de servicios ◆ Comercio al por mayor y menor, y ho teles y restaurantes ◆ Transporte, almacenamiento y comu- nicaciones ❯ Transporte y almacenamiento ❯ Comunicaciones ◆ Intermediación financiera ◆ Actividades inmobiliarias, empresa- riales y de alquiler ◆ Administración pública, defensa y orga nismos extraterritoriales ◆ Otros servicios (incluye enseñanza, servicios sociales y de salud, otros ser- vicios comunitarios sociales y perso- nales, y servicio doméstico) El cálculo del PBI a precios constantes permite co- nocer la evolución de la actividad económica total y sec- torial de un país a lo largo del tiempo, ya que descuenta los efectos de la variación de precios de la evolución del PBI a precios corrientes. De modo más concreto, lo más interesante son las variaciones porcentuales, que indican el ritmo de crecimiento de una economía. En el caso argentino se presenta una distorsión a los efectos de este uso cuando se construye una serie larga de PBI a precios constantes. A partir de la estimación de cuentas nacionales que se hizo con base 1986 (ver BCRA (1993)) hubo una serie de cambios metodológicos que, en parte, apuntaban a “lograr una mejora en la captación de la economía informal, ante el grado creciente de par- ticipación de la misma”. Esto generó que, para 1980, año en que arrancaba la nueva estimación, el PBI a precios corrientes según la nueva metodología fuera un 35% ma- yor que el que surgía de la versión anterior. Esta situación, analizada desde otro punto de vista, implicaba que en el nuevo PBI un 26% podía asignarse a estos cambios me- todológicos. Cabe señalar que idéntica práctica se siguió con la siguiente versión de las cuentas nacionales, que es la actual, pero en esta ocasión el peso de estos ajustes, 236 DOS SIGLOS DE ECONOMÍA ARGENTINA destinados a corregir los subregistros, se elevó ligeramen- te hasta el 28% para el año 1993 (ver Ministerio de Eco- nomía y Obras y Servicios Públicos (1999b)). En consecuencia, más allá de otras diferencias meto- dológicas, no puede compararse el tamaño del PBI a pre- cios constantes que surge de estas versiones de las cuen- tas nacionales con el que surge de versiones anteriores, ya que se produciría un salto no justificable por la realidad económica. Debe notarse que este salto no se debe a que súbitamente la economía se hubiera informalizado, sino al cambio metodológico, esencialmente. De hecho, de acuerdo con estimaciones econométricas de FIEL (2000), la participación de la economía informal en el total de la economía fue elevada durante buena parte del siglo XX y no solo a partir de década del 80. Enfrentados a este dilema y para construir una serie única de PBI, algunos autores optaron por distribuir ese aumento debido a la economía informal, que aparecería como un salto en 1980, a lo largo de varios años (por ejemplo, comenzando en 1960). De este modo, se logra un comportamiento “suave” de la serie en el tiempo que reflejaría una informalización progresiva de la economía. El principal inconveniente de este enfoque es que, como resultado de esa distribución, las tasas de variación de las series de PBI empalmadas difieren de las que fueron publicadas oportunamente y consideradas en su momen- to como magnitud del crecimiento económico. Además, el resultado está sujeto a una importante discrecionalidad, que es el período en el cual se realiza esa distribución. Por otro lado, se presentan graves problemas al distribuir el incremento por sectores, ya que hacerlo de modo pro- porcional no reflejaría adecuadamente el distinto grado de informalidad que hay entre los sectores productivos. Con esto en mente, el criterio general que se siguió para los empalmes fue el de que las series resultantes, tanto las de PBI sectoriales como la del PBI total, respetaran las variaciones porcentuales de las series originales. Por lo tanto, partiendo de las series de la base 1993 con la apertura men- cionada anteriormente se procedió a empalmar, mediante variaciones porcentuales, cada una de ellas con las equiva- lentes de versiones anteriores de las cuentas nacionales. De este modo, el crecimiento que surge de las series incluidas en la publicación es el que efectivamente se registró en cada momento del tiempo de acuerdo con las fuentes originales. El costo de este enfoque general para empalmar series es que los niveles que se obtienen para los diversos PBI en los distintos años es más elevado que el surgiría de las fuentes originales, ya que se parte para los empalmes de la serie con base 2004 y 1993, que incluye el ajuste por subregistros que arrancó en la versión de base 1986. Visto desde otro punto de vista, y a los efectos de la comparación histórica de ni- veles, el método elegido equivaldría a asumir un grado de informalidad similar durante todo el período que abarca la publicación, lo cual está bastante en línea con los resultados mencionados de FIEL (2000). Un problema adicional, común a cualquier método de empalme que se utilice, es que, cuanto más lejanos los datos del año base (en este caso, 2004), la estructura de pondera- ciones fija que se utiliza resulta menos representativa, lo que da lugar a que la suma de los PBI sectoriales que resultan del empalme no coincida con el resultado del empalme del PBI total en forma independiente. Esa diferencia queda recogida como “Residuo por empalme”, y se presenta junto con el resultado del empalme de las series que representan al com- ponente de IVA, impuestos a la importación y SIFMI. A modo de referencia, cabe señalar que, de acuerdo con Young (1992), países como Australia, Canadá, Alemania o Inglaterra, a la hora de enfrentar el problema de construir series de PBI de largo plazo utilizan una metodología similar a la explicada. Según la fuente, ante la discrepancia entre el PBI total empalmado y el que surge por suma de los par- ciales empalmados, algunos países optan por corregir el PBI total o los componentes, otros incorporan un “residuo” y otros simplemente permiten que exista esa discrepancia en los datos que publican. A continuación, se señalan procedimientos adicionales a los mencionados que fueron necesarios realizar en algunos sectores para obtener las series publicadas. 1. Agricultura, ganadería, caza y silvicultura Este rubro es un agregado de otros que también se publican y que fueron empalmados en forma independiente hasta la base 1993. En la versión actual base 2004 no se publi- ca la aperturaque se detalla más abajo, solo el total del sector. Participación de la economía informal en el PBI total 1930-1939 29.8% 1940-1949 41,6% 1950-1959 55,2% 1960-1969 50,6% 1970-1979 55,2% Fuente: OJF & Asoc. sobre la base de FIEL (2000) Tabla 1. Estimación econométrica del tamaño de la economía informal 237CUENTAS NACIONALES Por lo tanto, está sujeto al mismo problema ya men- cionado: cuanto más lejanos los datos respecto de 2004, mayor es la diferencia entre la suma de los componentes empalmados y el empalme de este agregado en forma independiente. De todos modos, en línea con el criterio de respetar las variaciones porcentuales de las series ori- ginales, para este agregado se publica el resultado de su empalme en forma independiente y, por lo tanto, salvo para el período 1993-2003, la suma de los parciales no coincide con el total. 1.1. Cultivos agrícolas En la serie de base 1993, este sector incluye el com- ponente “Construcciones agropecuarias”, que en ver- siones anteriores de las cuentas nacionales se publicaba por separado. Por ende, a los efectos del empalme, en las fuentes en que se dispone de datos para el sector agrícola por un lado y construcciones agropecuarias por el otro, se los sumó. Hasta 1988 se dispone de información para los dos sectores. Por lo tanto, para poder empalmar con la serie de base 1993 se utilizó la serie del sector agrícola de fuen- te Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos (1998), la cual no incluye el componente de construccio- nes agropecuarias, ya que este está incluido en un resto que además contiene caza, silvicultura y extracción de madera. Para el período 1950-1970, solo se cuenta con ín- dices de volumen físico, que surgen de BCRA (1975b). En consecuencia, se armó un índice compuesto sobre la base del peso relativo que cada sector tenía en el PBI de 1960, lo que surge de BCRA (1966). 1.2. Caza, silvicultura y extracción de madera Para el período 1980-1988 se utiliza información de CEPAL (1991), que se complementa con el resto mencio- nado en el punto anterior (fuente Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos (1998)) para llegar hasta 1993. Entre 1935 y 1950, BCRA (1996) posee un sector lla- mado “Silvicultura, caza y pesca”, expresado en moneda de 1960. De SAE (1955) se obtuvo el valor de pesca a pre- cios de 1950, el cual, previo paso a moneda del 60 sobre la base de los precios implícitos del sector que aparecen en BCRA (1976), fue restado de la serie de BCRA (1966). El resultado fue el utilizado en el empalme. No se dispone de datos para este sector para los años anteriores a 1935. Si bien el peso del sector no es dema- siado elevado, considerar que su PBI es cero antes de 1935 genera un salto en la serie que no es razonable. En conse- cuencia, se optó por extrapolarlo hacia atrás en base a las variaciones del PBI de cultivos agrícolas. 1.3. Servicios agrícolas y pecuarios, excepto los veterinarios Este sector solo se releva en la versión actual de las cuentas nacionales. Hacia atrás se lo estimó sobre la base de las variaciones del PBI de cultivos agrícolas y del de cría de animales, utilizando como ponderación para cada uno el peso que los servicios agrícolas y pecuarios tenían respectivamente en el año base 1993. 2. Pesca Por no disponer de datos anteriores a 1900 en nin- guna de las fuentes, se supone que el PBI de este sector es nulo. Este supuesto no genera problemas debido al poco peso del sector en el PBI total: Cortés Conde (1994) no lo incluye directamente en sus estimaciones y en CEPAL (1958) es de apenas 0,2% a precios de 1950. 3. Minería Por no disponer de datos anteriores a 1900 en nin- guna de las fuentes, se supone que el PBI de este sector es nulo. Este supuesto no genera problemas debido al poco peso del sector en el PBI total: Cortés Conde (1994) no lo incluye directamente en sus estimaciones y en CEPAL (1958) es de apenas 0,2% a precios de 1950. 4. Electricidad, gas y agua Por no disponer de datos anteriores a 1900, se ex- tendió la estimación hasta 1875 sobre la base de una me- todología similar a la utilizada por CEPAL (1958). El com- ponente de electricidad y gas se sigue con las variaciones de un índice compuesto por las importaciones de carbón de piedra y coque, en el que la ponderación de cada uno surge del valor efectivamente importado en 1950, que es el año base utilizado por CEPAL (1958). El componente de agua se sigue con las variaciones de la serie del consumo total de agua en la Ciudad de Buenos Aires. A su vez, las 238 DOS SIGLOS DE ECONOMÍA ARGENTINA ponderaciones de electricidad y gas, por un lado, y de agua, por el otro, surgen de BCRA (1975). 5. Construcción Por carecer de información en las fuentes originales para el período 1875-1879, hubo que estimar el PBI del sector. Para ello se hizo una estimación separada para el componente de obras públicas y otra para obras privadas. En el primer caso se utilizaron los gastos en obra públi- ca de la Cuenta de Inversión que surge de las Memorias de Hacienda del período. En el segundo caso se mantuvo constante el valor que se estimó para 1880. 6. Comercio al por mayor y menor, y hoteles y restaurantes En la versión actual de las cuentas nacionales se in- forma comercio separado de hoteles y restaurantes. Sin embargo, dado que esta apertura solo podía conseguirse desde 1950, se optó por presentarlos agrupados, como era práctica habitual en las versiones anteriores. 7. Transporte, almacenamiento y comunicaciones Al igual que lo ocurre con el sector agropecuario, este rubro es un agregado de sectores que se incluyen por sepa- rado en la publicación y que fueron empalmados de modo independiente. Consecuentemente, se procedió de modo similar y, por lo tanto, la suma de los componentes no coin- cide con el valor presentado para este agregado. En el caso de comunicaciones no se dispone de fuen- tes originales para los años anteriores a 1900, por lo cual se extrapola la serie hasta 1895 sobre la base de las va- riaciones de los volúmenes manejados por el correo (in- cluyendo correspondencia y telegramas, expedidos y re- cibidos en ambos casos) y desde allí hasta 1875 sobre la base de las variaciones de la serie de ingresos fiscales por correos y telégrafos deflactada por los precios al consumi- dor que se presentan en la publicación. 8. Intermediación financiera En versiones anteriores de las cuentas nacionales, este sector se presentaba englobado junto con el de Acti- vidades Inmobiliarias. Sin embargo, dado que la informa- ción histórica está disponible, en la publicación se mantie- ne el criterio actual y se lo presenta por separado. Como tampoco en esta serie se dispone de fuentes originales anteriores a 1900, para extenderla se utilizan los depósitos totales que se presentan en la publicación deflactados por precios al consumidor, lo que permite ha- cer llegar la serie hasta 1891. Entre ese año y 1875 se dis- pone también de los préstamos totales, con lo cual para ese período se extiende la serie sobre la base de la suma de depósitos y préstamos deflactados. Si bien más simpli- ficada, esta metodología es similar a la que se aplica en la versión actual del PBI a precios constantes de este sector. 9. Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler En la versión de las cuentas nacionales de base 2004 y 1993 este sector incluye los servicios a empresas. Entre 1970 y 1993 se dispone de información que permite in- cluir a estos servicios en este sector. Sin embargo, para años anteriores las diversas fuentes aclaran que estos ser- vicios se incluyen en el rubro “Servicios comunales, so- ciales y personales”, sin poder contar con una serie que permita individualizarlos para sacarlos de allí. Por lo tanto, hasta 1970 las series que se utilizan para el empalme solo incluyen los componentes inmobiliario y de alquiler. De todos modos, el peso de los servicios empresariales es su- mamente pequeño, con lo cual no es un problema graveno disponer de toda la información necesaria. Para extender esta serie hacia períodos anteriores a 1900 se realizó una interpolación sobre la base de datos censales acerca la cantidad de casas en la Ciudad de Bue- nos Aires para los años 1869, 1887, 1895 y 1904. 10. Administración pública, defensa y organismos extraterritoriales Este sector se presentaba en versiones anteriores a 1993 de las cuentas nacionales dentro del rubro general “Servicios comunales, sociales y personales”. No obstan- te, se dispone de información suficiente como para pre- sentarlo por separado. Un bache de información se da entre 1988 y 1992, el cual se salva utilizando la variación en el empleo público (dividido en nación, provincias y municipios). Esto se co- rresponde con la metodología usada en las estimaciones del sector que se poseen para otros períodos. 239CUENTAS NACIONALES Otro bache se da en los años anteriores a 1882. Para completar la serie se utiliza la variación del gasto de la Administración Pública Nacional que se publica en el capí- tulo de Sector Público, pero ajustado por inflación. 11. Otros servicios Para este sector se presentan los mismos baches que en el anterior. Como ambos forman parte del rubro general “Ser- vicios comunales, sociales y personales” que informa Mi- nisterio de Economía y Obras y Servicios Públicos (1998), los datos del período 1998-1992 se estiman por diferencia entre este rubro y “Administración pública, defensa y or- ganismos extraterritoriales”. A su vez, en los datos del siglo XIX se utilizan las variaciones del PBI de administración pública, defensa y organismos extraterritoriales, ya que no se poseen estima- ciones de fuentes originales. Oferta y demanda global Entre 1900 y 2018 se siguió el mismo criterio que con el PBI total y por sectores: partiendo de las series con base 2004, se empalmó hacia atrás con las series equiva- lentes de versiones anteriores de las cuentas nacionales mediante variaciones. Tal como se explicó previamente, esto genera que en los años anteriores a 2004 la suma de los datos parciales empalmados no coincida con el empalme del total. En los datos publicados esa diferencia queda incluida en el ítem “Consumo privado, variación de existencias y discrepancia estadística”, ya que este fue calculado por diferencia entre el PBI total empalmado y la suma del resto de los componentes empalmados. En el caso del consumo público fue necesario hacer una elaboración adicional a la mencionada debido a que la fuente original, CEPAL (1958), solo presenta promedios quinquenales. Para ello, se utilizó el PBI de Servicios del Go- bierno, que también presenta la fuente original, pero con frecuencia anual, y se anualizó la serie quinquenal. El pro- cedimiento queda validado por el hecho de que las varia- ciones de los promedios quinquenales de la serie anual son prácticamente iguales a las de la serie quinquenal original. A su vez, entre 1875 y 1899 no se dispone de fuentes originales con estimaciones del PBI del lado de la deman- da agregada, pero sí se dispone del PBI total, tal como se explicó en la sección anterior. Por lo tanto, se procedió a estimar por diversos métodos los distintos componentes de la demanda agregada. Finalmente, entre 1810 y 1874 no se dispone de ningún tipo de estimación para el PBI, ni total, ni por sectores, ni por demanda agregada. En consecuencia, se procedió a estimar el PBI y su apertura del lado de la de- manda agregada. A continuación, se explica brevemente la metodo- logía que se siguió para realizar las distintas estimaciones del siglo XIX recién mencionadas. 1. Consumo público Partiendo desde 1900 se extendió la serie mediante las variaciones del PBI del gobierno publicado por Cortés Conde (1994), llegando así hasta 1882. Para años anteriores a 1882 se utilizó la variación del gasto de la Administración Pública Nacional que se publica en el capítulo de Sector Público, pero ajustado por inflación consumidor. De todos modos, por falta de información hay huecos en los datos de este período. 2. Inversión bruta interna 2.1. Total Entre 1875 y 1899 se la estimó sobre la base de las variaciones de la suma de la inversión en construcción y en equipo durable. Entre 1854 y 1874 se utilizó la siguientes ecuación econométrica: Variable Coefficient Std. Error t-Statistic Prob. C 0,007493 0,019681 0,380704 0,7057 @PCH(IMPO) 0,888892 0,100858 8,813339 0,0000 D1905 0,584459 0,122340 4,777347 0,0000 D1916 -0,302037 0,123453 -2,446584 0,0194 D1920 0,542325 0,126358 4,291984 0,0001 R-squared 0,798228 Mean dependent var 0,056541 Adjusted R-squared 0,775809 S.D. dependent var 0,254577 S.E. of regression 0,120539 Akaike info criterion -1,279834 Sum squared resid 0,523069 Schwarz criterion -1,070862 Log likelihood 31,23660 F-statistic 35,60480 Durbin-Watson stat 1,814323 Prob(F-statistic) 0,000000 Dependent Variable: @PCH(IBI) Method: Least Squares Date: 05/27/05 Time: 16:23 Sample: 1900 1940 Included observations: 41 240 DOS SIGLOS DE ECONOMÍA ARGENTINA La misma está especificada en variaciones porcen- tuales (@PCH) y las variables explicativas son las importa- ciones en moneda constante (IMPO) y tres dummies, una para el año 1905, otra para 1916 y otra para 1920. Se incluyó a la serie de importaciones como variable explicativa, ya que históricamente la inversión argentina recayó en buena proporción sobre bienes importados. A los efectos prácticos hubo que recurrir a esta serie, ya que es de las pocas para las que se tiene un número significa- tivo de observaciones durante el siglo XIX. Claramente la calidad de la ecuación dista de ser óptima, como lo evidencia su elevado error estándar (+/- 0,120539) en relación con la media de la variable endó- gena (0,056541) o el moderado valor del R2 ajustado (0,775809). De todos modos, es razonablemente acepta- ble, sobre todo en el contexto de este trabajo, en el que es muy poca la información que se posee para el siglo XIX. Debe recordarse que el objetivo último de esta ecua- ción es estimar los datos de inversión desde años más cer- canos en el tiempo hacia años más lejanos. Esto genera una restricción importante a la hora de realizar una es- timación econométrica ya que se hace imposible utilizar una especificación dinámica general, en la que se inclu- yan varios rezagos de las distintas variables incluidas. A modo de ejemplo, si se incluyera el primer rezago de la variable endógena, algo muy común en ecuaciones que involucran series de tiempo, estimar la inversión del año 1874 requeriría conocer la inversión 1873, que es un va- lor desconocido en el presente contexto. El trabajar con variaciones porcentuales resuelve este problema ya que, en el contexto del ejemplo mencionado, conociendo la variación porcentual de la inversión y las importaciones en 1875 y el valor de la inversión en 1875 se puede estimar el valor de la inversión en 1874. 00 05 10 15 20 25 30 35 40 0,3 0,2 0,1 0,0 -0,1 -0,2 1,0 0,5 0,0 -0,5 Residual Actuual Fitted Adicionalmente, esta especificación de la ecua- ción permite, con una ligera modificación, resolver otro problema que se presenta de cara al objetivo buscado: la serie de importaciones, que es la variable explicativa más importante de la ecuación y sobre la que se basa la estimación en el siglo XIX, presenta numerosos baches. Así, el dato de importaciones inmediato anterior a 1854 es 1839. En este caso, para poder estimar la inversión en 1839 simplemente se utilizó el coeficiente que acompaña a la variación porcentual de las importaciones, que no es otra cosa que la elasticidad entre la inversión y las impor- taciones, y se lo aplicó a la variación porcentual que las im- portaciones mostraron entre 1839 y 1854. Idéntico pro- cedimiento hubo que realizar para estimar la inversión de los años 1825, 1829 y 1837, dado que solo se dispone de las importaciones para esos años. Es claro que, como consecuencia del procedimien-to de estimación utilizado, la serie de inversión presenta los mismos baches que la de importaciones en el período 1810-1874. Por último, cabe señalar que para poder estimar la inversión entre 1854 y 1863 sobre la base de la ecuación comentada, hubo que estimar previamente la serie de im- portaciones de ese período, ya que los datos reales de impor taciones pasan de 1839 a 1864, año a partir del cual arranca la serie en forma continua. Para realizar esta estimación se utilizaron datos de exportaciones del Reino Unido hacia la Argentina que publica Ferns (1966). Dado que en años posteriores pero cercanos las importaciones provenientes del Reino Unido eran aproximadamente el 42% del total, se supuso que esa misma proporción se mantuvo entre 1854 y 1863. Claramente, es una estima- ción muy simple y provisional solo justificada por el obje- tivo de extender un poco más la serie de inversión, de allí que no se incluyera la misma en la serie de importaciones que se presenta en el capítulo de sector externo. 2.2. En construcción Para años anteriores a 1900 se siguió la serie con las variaciones del PBI de la construcción, llegándose así hasta 1875. 2.3. En equipo durable Dada la misma limitación que en el caso de la inver- sión en construcción, se continuó la serie con las variacio- nes de un índice de cantidades de importaciones de bienes Cuadro 1 241CUENTAS NACIONALES de capital, que surge de deflactar la serie correspondiente expresada en dólares, que se presenta en la publicación, por el índice de precios de importación, que también se presenta en la publicación. Con esta metodología puede llevarse la serie hasta 1876, ya que es hasta ese año que se dispone de la apertura de las importaciones por tipo de bien. El dato del año 1875 se calculó con la variación del índice de cantidades de las importaciones totales. 2.4 Otras construcciones, otros activos fijos Estos rubros no existían en las bases anteriores y no se cuenta con información que permita inferirlos; por lo tanto, solo se presentan para el período publicado con base 2004, esto es, 2004-2018. 3. Exportaciones Entre 1900 y 1935 ocurre lo mismo que con la serie de consumo público y se procedió del mismo modo para lograr datos anuales, solo que utilizando como base para anualizar a la serie de exportaciones en dólares de 1950 que publica CEPAL. Para los años anteriores 1900 se extendió la serie con las variaciones del índice de cantidades exportadas que se publica en el capítulo sobre Comercio Exterior, llegando así hasta 1810. 4. Importaciones De 1900 hacia atrás se extendió la serie mediante las variaciones del índice de cantidades importadas que se publica en el capítulo sobre Comercio Exterior, llegando así hasta 1825, aunque con huecos. Entre 1854 y 1863 se hizo una estimación en base a las exportaciones del Reino Unido a la Argentina, previa conversión de los datos a pre- cios de 1993 en base al índice de precios al consumidor que se incluye en esta publicación. 5. Consumo privado Como entre 1875 y 1900 se tiene la estimación del PBI total que surge por suma de PBI sectoriales, se utili- za esa estimación y se obtiene como residuo la suma del consumo privado y la variación de existencias, al igual que se hace con los datos del siglo XX en adelante. Para los años anteriores a 1875 se asumió que el consumo privado evoluciona como la serie de población incluida en esta publicación. 6. PBI En los años 1825, 1829, 1837, 1839, 1857-1859, 1862 y 1864-1874, para los que se dispone de estimacio- nes de todos los componentes de la demanda agregada, el PBI total surge simplemente de la suma del consumo (privado y público), la inversión y las exportaciones netas (exportaciones – importaciones). El resto de los años fue estimado sobre la base de variaciones porcentuales de algunos de los componentes de demanda agregada, en función de su disponibilidad, aplicados a algún año de referencia. El criterio general fue estimar la mayor cantidad de años posibles sobre la base de la mayor cantidad posible de componentes de demanda. Esto lleva a que en algunos casos pueda utilizarse un con- junto de componentes de demanda agregada para estimar el PBI de un año (por ejemplo, el del año 1850 en base al de 1857) y otro distinto para estimar los años intermedios. Dada la falta de datos de consumo público, los datos de 1854-1856, 1860-1861 y 1863 se estimaron sobre la base de la variación anual de la suma de consumo priva- do, inversión y exportaciones netas aplicada al año inme- diato posterior a cada uno de los años mencionados. Ante la ausencia de datos de importaciones, y por ende de inversión, el PBI de 1850 se estimó, partiendo del de 1857, sobre la base de la variación de la suma de con- sumo privado, consumo público y exportaciones. Se tomó como base al año 1857 ya que, si bien se poseen datos de consumo privado y exportaciones de modo continuo, los datos de consumo público saltan de 1850 a 1857. Por el mismo motivo el dato de 1834 tuvo que estimarse sobre la base del de 1837. A partir del dato de 1850, se extendió la serie hasta 1840 sobre la base de las variaciones anuales de la suma mencionada, e idéntico procedimiento se utilizó para los datos de los años 1810-1824, 1826-1828, 1830- 1833 y 1838, partiendo del año inmediato posterior a cada uno de ellos. Los años remanentes (1835-1836 y 1851-1853) tuvieron que ser estimados solo sobre la base de la va- riación anual de la suma de consumo privado y exporta- ciones, aplicada al año inmediato posterior a cada uno de los años mencionados. Cuentas nacionales a precios corrientes y en dólares Tres son los usos principales del cálculo de las cuen- tas nacionales a precios corrientes: 242 DOS SIGLOS DE ECONOMÍA ARGENTINA 1. Medir el tamaño de una economía en un mo- mento determinado del tiempo para, por ejem- plo, compararlo con el de otras economías en ese mismo momento, previa conversión a una moneda común y, generalmente, ajuste por el tamaño de la población. 2. Usarlo como base de indicadores que se miden como proporción del PBI como, por ejemplo, deuda pública / PBI. 3. Conocer la composición sectorial del PBI para ver la importancia relativa de cada sector pro- ductivo o componente de demanda agregada. A los efectos de los dos primeros usos, las cuentas na- cionales de la Argentina presentan inconvenientes, sobre todo cuando se consideran períodos de tiempo largos como los de esta publicación, debido a las dispares metodologías utilizadas en sus distintas versiones. Por ejemplo, esto se tra- duce en que, al momento de estimar el PBI de un determina- do sector, en las metodologías más modernas suele incluirse más componentes que en las antiguas, lo que de por sí da lugar a un PBI más elevado (incluso ajustado por inflación) entre las distintas metodologías, pero simplemente por con- siderar productos que antes no se tenían en cuenta. Lo anterior es un problema compartido con otros países, pero en el caso de la Argentina debe añadirse como elemento distintivo la revisión (mencionada en otro apartado) que se empezó a hacer a partir del cálculo con base 1986 y por la que se incorporó en el PBI una esti- mación de la economía informal. Esto hace que, incluso luego de ajustar por inflación, se produzca un salto en el PBI que informan las fuentes originales a partir de 1980, lo cual distorsiona artificialmente las comparaciones que puedan realizarse sobre esta base, dando como resultado un aumento anormal del tamaño de la economía y, por ende, una caída de los ratios sobre PBI. A la luz de estas dificultades, se resolvió utilizar las series originales de PBI a precios corrientes solo para co- nocer la composición porcentual de la demanda agrega- da y la composición por sector de actividad económica, que es lo que se mencionó previamente como tercer uso de las cuentas nacionales a precios corrientes. A los efec- tos de este uso es claro que los cambios metodológicos influyen, perosu efecto es más moderado. De todos modos, y para poder obtener los dos usos que las fuentes originales no permiten, en la tabla de PBI en dólares también se presenta una estimación del PBI total a precios corrientes que surge de aplicar la variación del deflactor del PBI (informado en otra sección) al cálculo a precios constantes que se presentó en la publicación, que a su vez proviene de empalmar por variaciones las distin- tas series oficiales partiendo de la correspondiente de base 2004. Tal como ya se explicó, esto implica suponer, a lo largo de todo el período que abarca la publicación, un nivel de informalidad similar al incorporado en las cuentas nacionales con base 1993. Asimismo, se presenta esta serie expresada en dóla- res corrientes y en dólares y en pesos constantes, a nivel total y per cápita, de modo de facilitar las comparaciones internacionales. Para obtener la serie en dólares constan- tes se utilizó la metodología explicada en el capítulo de economía internacional. No se presentan los datos equivalentes para los PBI sectoriales o los componentes de demanda agregada ya que, como se señaló, su finalidad a precios corrientes es, en la mayoría de los casos, la de conocer su peso dentro del PBI total, lo que puede lograrse sin mayores inconve- nientes con las fuentes originales. A continuación, se realizan algunas aclaraciones res- pecto de los datos publicados: ● Como se mencionó anteriormente, no en to- das las versiones de las cuentas nacionales se dispone de la misma apertura sectorial. En ge- neral, este problema afecta a algunos sectores en particular, que, dependiendo de la versión, se publican abiertos o cerrados, esquema que se repitió en las tablas publicadas cuando fue necesario. Los sectores en cuestión son: agro- pecuario y pesca; transporte, almacenamiento y comunicaciones; intermediación financiera y vivienda; y administración pública y servicios so- ciales, comunales y personales. ● Entre 1980 y 1987 la fuente que se utilizó para la gran mayoría de los datos del período (Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos (1998)) no presenta la apertura del consumo total en pri- vado + variación de existencias y público. Esta se obtuvo de CEPAL (1991b), pero como el dato de consumo no coincide exactamente con el monto que informa Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos (1998), se aplicó a este último valor la composición porcentual que surge de CEPAL (1991b). ● En las tablas publicadas el concepto “Resto” va variando en su composición según la versión de 243CUENTAS NACIONALES las cuentas nacionales, pero, en general, recoge uno o ambos de los siguientes dos ítems: ■ Impuestos o impuestos netos de sub- sidios: este componente refleja la dife- rencia entre los precios de mercado y los precios a costos de factores en las me- todologías más antiguas o entre precios de mercado y precios al productor de las cuentas nacionales con base 1993. ■ Servicios financieros medidos indirec- tamente ◗ Entre 1970 y 1979 inclusive el cálculo de los PBI sectoriales se realiza a precios de mercado con lo cual no hay ningún resto. ◗ Entre 1980 y 1992 inclusive los PBI sectoriales incluyen el IVA, por lo tanto, en el resto solo están los impuestos a la importación y los ser- vicios financieros medidos indirectamente. ◗ En la última base 2004 incluye: impuestos a los productos netos de subsidios, derechos de importación e Impuesto al Valor Agregado. ● Para años anteriores a 1935 no se dispone de fuentes originales para el PBI corriente por sec- tores, de ahí que no se incluya una composición porcentual para esos años. ● Para la apertura de “Agricultura, caza, silvicul- tura y pesca” del período 1988-1992, se partió de los datos a precios corrientes que presenta CEPAL (1991b) para 1987 y se extendió la serie en base a las variaciones reales que surgen de MEyOSP (1998) y las variaciones de deflactores que se estimaron especialmente. Para estos últi- mos se utilizaron los siguientes índices de pre- cios según el subsector: ◗ Agrícola: índice de precios mayoristas (base 1981=100) de cultivos agrícolas. ◗ Pecuario: índice de precios mayoristas (base 1981=100) de productos pecuarios. ◗ Caza: índice de precios mayoristas (base 1981=100) de productos pecuarios. ◗ Silvicultura y extracción de madera: índice de precios mayoristas (base 1981=100) de madera trabajada y sin trabajar. ◗ Construcciones agropecuarias: índice de costo de la construcción (base 1980=100). ◗ Pesca: índice de precios mayoristas (base 1981=100) de pesca. A modo de control, se comparó el valor del PBI de “Agricultura, caza, silvicultura y pesca” que surgía de sumar los subsectores estimados con el que informa MEyOSP (1998): la diferencia entre ambos es menor a +/- 5%, lo que valida el procedimiento utilizado. La participación que cada subsector tiene en la suma se aplicó luego al valor que surge de la fuente MEyOSP (1998) para obtener los datos publicados. ● Con la apertura de “Transporte, almacenamien- to y comunicaciones” y la de “Intermediación financiera y actividades inmobiliarias” del perío- do 1988-1992, se procedió igual que con la de “Agricultura, caza, silvicultura y pesca”, pero los resultados no fueron tan favorables, ya que la diferencia entre la estimación y el dato real era demasiado grande; por lo tanto, no se publica- ron datos para este período. Precios implícitos Dado que la fórmula de los índices de precios implí- citos requiere disponer del PBI corriente y del constante, el cálculo de estos solo puede comenzar en 1935, que es el momento en que se posee información de ambas estima- ciones del PBI. Para obtener cada serie de precios implícitos se rea- lizó un empalme por variaciones de las correspondientes series que surgen de cada fuente original, tal como se hizo con el PBI a precios constantes. Sin embargo, la apertura por sector de actividad y por componente de demanda es menor que en aquel caso, debido a la falta de información a precios corrientes. De todos modos, se hizo una estimación para el índice de precios implícitos del PBI total correspondiente al perío- do 1810-1934. Se extendió la serie desde 1935 hasta 1913 en base a un promedio ponderado de las variaciones de los índices de precios consumidor y mayorista de esta publica- ción, dando una ponderación de 50% a cada componente. De 1913 hasta 1810 la extensión se realizó solo sobre la base de las variaciones de los precios al consumidor, ya que no se dispone de información para los precios mayoristas.
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