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Curso de capacitación teológica Historia de la iglesia 1 Para terminar con el libro de hechos vemos un breve resumen de los capítulos 26-27-28 que terminan aproximadamente en el año 62-64 DC, este relato no narra la muerte de Pablo, nos deja una imagen de Pablo predicando al Señor en Roma. Después de su arresto, Pablo permaneció más de cinco años en la prisión: por poco tiempo en Jerusalén, luego tres años en Cesárea y, al menos, dos años en Roma. Podemos considerar este peligroso viaje de Cesárea a Roma como el cuarto viaje de Pablo porque, aun en cadenas, Pablo era un misionero que hacía uso de toda oportunidad para predicar el evangelio de Cristo. La causa inmediata del viaje fue su petición, en calidad de ciudadano romano, de que el emperador de Roma lo juzgara. Sus compañeros fueron Lucas y Aristarco, que pudieron haber navegado como sus sirvientes o ayudantes. También iba a bordo un grupo de 22 criminales convictos que los llevaban para Roma a fin de que murieran en los juegos de gladiadores, además de los soldados que los guardaban y la tripulación de la nave. Podemos estar seguros de que en esa larga y peligrosa travesía, todos estos compañeros de viaje del apóstol escucharon el evangelio. Así como en Sidón, Mira y Creta, donde la nave se detuvo, Pablo pudo proclamar a Cristo. Sabemos que convirtió a muchos en la isla de Melita (Malta), donde después de la tormenta se detuvieron tres meses. Al fin Pablo llega a Roma, la ciudad que por muchos años fue la meta de sus esperanzas. Aunque se trataba de un preso en espera del proceso, tenía una casa alquilada donde vivía encadenado a un soldado. Su primer esfuerzo fue, como siempre, alcanzar a los judíos. Por lo tanto, celebró una reunión durante todo un día con ellos. Sin embargo, al comprobar que solo unos pocos estaban dispuestos a aceptar el evangelio, se volvió a los gentiles. Por espacio de dos años su casa fue una iglesia en la que muchos encontraron a Cristo, en especial entre los soldados de la guardia del Pretorio. Sin embargo, su obra mayor en Roma fue escribir cuatro epístolas que se cuentan entre los tesoros de la iglesia: Efesios, Filipenses, Colosenses y Filemón. Hay buena razón para creer que después de estar dos años en la prisión, Pablo fue absuelto y puesto en libertad. Bien podemos considerar los tres o cuatro años de libertad de Pablo como la continuación de su cuarto viaje misionero. Encontramos alusiones o esperanzas de hacer visitas a Colosas y Mileto. Si estaba tan cerca de Éfeso, como lo estaban estos dos lugares, casi podemos estar seguros de que visitó esa ciudad. También visitó la isla de Creta, donde dejó a Tito a cargo de las iglesias; y Nicópolis en el mar Adriático, al norte de Grecia. La tradición declara que en este lugar lo arrestaron y enviaron de nuevo a Roma donde, en el año 68 d.C., sufrió el martirio. A este período pueden pertenecer tres epístolas: Primera de T imoteo, Tito y Segunda de Timoteo, su última carta, escrita desde su prisión en Roma. Ahora entramos a ver el periodo de la iglesia que va del 68 al año 325 D.C. Curso de capacitación teológica Historia de la iglesia 2 A la última generación del primer siglo, del 68 al 100 d.C, la llamamos "la edad sombría", en parte porque las tinieblas de la persecución estaban sobre la iglesia. Pero en especial porque, de todos los períodos de la historia, es del que menos sabemos. Ya no tenemos la clara luz del libro de Hechos para que nos guíe, ni ningún autor de esta época ha llenado el vacío en la historia. Nos gustaría leer acerca de la obra ulterior de los ayudantes de Pablo, tales como Timoteo, Apolos y Tito. Sin embargo, todos estos y los demás amigos de Pablo, al morir este, quedan fuera del registro. Después de la muerte de Pablo, y durante cincuenta años, sobre la Iglesia pende una cortina a través de la cual en vano nos esforzamos por mirar. Cuando al final se levanta alrededor del año 120 d.C, con los registros de los padres primitivos de la iglesia, encontramos una iglesia muy diferente en muchos aspectos a la de los días de San Pedro y San Pablo. La caída de Jerusalén en el año 70 d.C trajo un gran cambio en la relación de cristianos y judíos. Entre las muchas provincias bajo el do-minio de Roma, el único país descontento y desleal era Judea. Los judíos, al interpretar sus escritos proféticos, creían que estaban destinados a conquistar y gobernar al mundo. Al tener esa confiada esperanza, se sometían de mala gana al 24 yugo de los emperadores romanos. Debe admitirse también que muchos de los procuradores o gobernadores romanos fracasaban por completo en comprender el carácter judío y eran innecesariamente ásperos en su trato. Alrededor de 66 d.C., los judíos se levantaron en abierta rebelión. Nunca tuvieron esperanza de vencer. Pues, ¿qué podía hacer una de las provincias más pequeñas, cuyos hombres no estaban preparados para la guerra, en contra de un imperio de ciento veinte millones de personas con un cuarto de millón de soldados disciplinados y expertos? Además, los judíos mismos estaban divididos en grupos que peleaban y se mataban entre sí tan fieramente como con su enemigo común, Roma. Vespasiano, el principal general romano, condujo un gran ejército a Palestina. Pero Roma lo llamó para que ocupara el trono imperial y dejó la dirección de la guerra a su hijo Tito. Después de un terrible sitio, que se hacía más terrible por el hambre y la lucha civil dentro de los muros, tomaron y destruyeron la ciudad. Mataron a incontables millares de judíos y esclavizaron a otros muchos miles. El Coliseo de Roma se construyó mediante el trabajo forzado de los judíos cautivos. Incluso, multitudes de ellos murieron debido al intenso trabajo. La nación judía, después de una existencia de trece siglos, fue destruida. Su restauración se produjo el 15 de mayo de 1948. Al caer Jerusalén perecieron pocos cristianos o quizás ninguno. De las declaraciones proféticas de Cristo, los cristianos recibieron amonestación, escaparon de la desdichada ciudad y encontraron refugio en Pella, en el valle del Jordán. Pero el gran efecto sobre la iglesia de esta destrucción fue que puso fin para siempre a toda relación entre el judaísmo y el cristianismo. Hasta este momento, el gobierno romano y el pueblo en general consideraba a la iglesia como una rama de la religión judaica. Sin embargo, de ahí en adelante los judíos y los cristianos se separaron. Curso de capacitación teológica Historia de la iglesia 3 Veamos un poco de esta historia: Lo primero que quiero resaltar es que este acontecimiento fue el cumplimiento de una palabra profética dada por Jesús que la encontramos en los evangelios Luc 21:5-6 Mientras algunos le hablaban acerca del templo, cómo estaba adornado de hermosas piedras y ofrendas votivas; dijo: (6) De estas cosas que contempláis, vendrán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea° destruida. Luc 21:20-24 Y cuando veáis a Jerusalem rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción está cerca. (21) Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes, y los que estén en medio de ella, salgan de la región, y los que estén en los campos, no entren en ella. (22) Porque estos son días de venganza,° para que se cumplan todas las cosas que han sido escritas. (23) ¡Ay de las que estén° encintas y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad sobre la tierra, e ira para este pueblo. (24) Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalem será hollada por los gentiles, hasta que se cumplan los tiempos de los gentiles. Estas palabras fueron la advertencia por medio de la cual se salvaron los cristianos de la destrucción de Jerusalén. ¿Como comienza este etapa?. Desde la captura de Jerusalén por Cneo Pompeyo Magno en el año 63 a. C., los romanos ocuparon Judea y la gobernaron, algunas veces, por intermedio de príncipes locales que pusieron en el lugar, tales como Herodes I el Grande o Herodes Agripa I, algunas veces directamente por procuradores que eran a menudo corruptos y quesuscitaban hostilidad en los judíos y recibían apoyo de la importante población helenizada. Según Flavio Josefo, las causas inmediatas de la revuelta, en 66, fueron un sacrificio pagano ante la entrada de la sinagoga de Cesarea Marítima, seguido por el desvío de 17 talentos del tesoro del Templo de Jerusalén, por el procurador Gessius Florus. El acto decisivo que significó la ruptura con Roma fue la decisión de Eleazar ben Hanania, encargado del cuidado del Templo, de no aceptar más el sacrificio cotidiano para el emperador. La revuelta, de la cual Ernest Renan escribe que constituye «un acceso de fiebre que no se puede comparar con lo que aconteció en Francia durante la Revolución y en París en 1871»,tuvo en inicio algún éxito. El asesinato del emperador Nerón en 68 llevó a Vespasiano a lanzarse a la lucha por la dignidad imperial; sin embargo, interrumpió la guerra contra los judíos para ser coronado en Alejandría. Los combates tuvieron entonces un período de calma que los judíos no aprovecharon para organizarse. https://es.wikipedia.org/wiki/Jerusal%C3%A9n https://es.wikipedia.org/wiki/Cneo_Pompeyo_Magno https://es.wikipedia.org/wiki/Judea https://es.wikipedia.org/wiki/Herodes_I_el_Grande https://es.wikipedia.org/wiki/Herodes_I_el_Grande https://es.wikipedia.org/wiki/Herodes_Agripa_I https://es.wikipedia.org/wiki/Sinagoga https://es.wikipedia.org/wiki/Cesarea_Mar%C3%ADtima https://es.wikipedia.org/wiki/Talento_(moneda) https://es.wikipedia.org/wiki/Segundo_Templo https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Eleazar_ben_Hanania&action=edit&redlink=1 https://es.wikipedia.org/wiki/Ernest_Renan https://es.wikipedia.org/wiki/Francia https://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_francesa https://es.wikipedia.org/wiki/Ner%C3%B3n https://es.wikipedia.org/wiki/Vespasiano https://es.wikipedia.org/wiki/Alejandr%C3%ADa Curso de capacitación teológica Historia de la iglesia 4 Con el ascenso al Imperio asegurado, Vespasiano partió hacia Roma y dejó el comando de las legiones de Judea a su hijo Tito, quien abandonó Cesarea poco tiempo antes del Pésaj de 70, para asediar Jerusalén en busca de dar inicio, según Dion Casio, a las negociaciones. A pesar de que durante la primera guerra judeo-romana, los zelotes tuvieron éxitos iniciales en repeler los asedios romanos y expulsar a gran número de legionarios fuera de Judea; pero, a falta de un buen liderazgo, empezaron a pelear entre ellos. Además, aunque eran hábiles en tácticas de guerrillas y emboscadas contra las legiones romanas, carecieron de disciplina, formación y preparación para las batallas. Al empezar el año 70, Tito junto con tres legiones (V Macedonica, XII Fulminata y XV Apollinaris) rodearon la ciudad por el lado occidental y una cuarta legión (X Fretensis) hizo lo propio por el Monte de los Olivos en el este. Logró ejercer gran presión sobre los suministros de alimentos y agua de los habitantes de la ciudad, al permitir a los peregrinos ingresar en la ciudad para celebrar el Pésaj y, luego, negarles la salida. Después de que varias incursiones judías mataran a algunos soldados romanos, Tito envió a Flavio Josefo, el historiador judío, a negociar con los defensores; esto terminó con los judíos hiriendo al negociador con una flecha y otra incursión fue lanzada poco después. Tito también fue capturado durante este ataque repentino, pero logró escapar. A mediados de mayo, Tito ordenó destruir la recientemente construida Tercera Muralla con un ariete, el cual abrió una brecha en ella y en la Segunda Muralla. Luego, giró su atención a la Fortaleza Antonia, ubicada justo al norte del Monte del Templo. Los romanos fueron entonces arrastrados a la calle en la lucha contra los zelotes, pero se les ordenó retirarse al templo para evitar grandes pérdidas. Flavio Josefo fracasó en otro intento de negociar y los ataques judíos impidieron la construcción de torres de asedio en la Fortaleza Antonia. Los alimentos, el agua y otras provisiones fueron menguando al interior de Jerusalén, pero se consiguió introducir a hurtadillas dichos suministros en la ciudad, burlando a las fuerzas romanas en el proceso. Para poner fin a esta situación, se emitieron órdenes para construir un nuevo muro y también se reinició la construcción de la torre de asedio. Después de varios intentos fallidos de penetrar o escalar las murallas de la Fortaleza Antonia, los romanos lanzaron finalmente un ataque secreto, con el que sorprendieron a los guardias zelotes durmiendo y lograron conquistar la fortaleza. Este era el segundo mayor edificio del perímetro defensivo de la ciudad, después del Monte del Templo, y constituía un excelente punto de partida para asaltar el propio Templo. Los arietes no tuvieron gran éxito, pero en la lucha las paredes se incendiaron cuando un soldado romano lanzó un tizón a una de ellas. Destruir el Templo no estaba entre los objetivos de Tito, posiblemente debido a las grandes ampliaciones llevadas a cabo por Herodes I el Grande unas pocas décadas antes. Lo más probable es que Tito hubiese querido apoderar https://es.wikipedia.org/wiki/Tito https://es.wikipedia.org/wiki/P%C3%A9saj https://es.wikipedia.org/wiki/Dion_Casio https://es.wikipedia.org/wiki/Primera_guerra_judeo-romana https://es.wikipedia.org/wiki/Zelote https://es.wikipedia.org/wiki/Legionario https://es.wikipedia.org/wiki/Judea https://es.wikipedia.org/wiki/Tito https://es.wikipedia.org/wiki/Legi%C3%B3n_romana https://es.wikipedia.org/wiki/Legio_V_Macedonica https://es.wikipedia.org/wiki/Legio_XII_Fulminata https://es.wikipedia.org/wiki/Legio_XV_Apollinaris https://es.wikipedia.org/wiki/Legio_X_Fretensis https://es.wikipedia.org/wiki/Monte_de_los_Olivos https://es.wikipedia.org/wiki/Alimento https://es.wikipedia.org/wiki/Agua https://es.wikipedia.org/wiki/P%C3%A9saj https://es.wikipedia.org/wiki/Flavio_Josefo https://es.wikipedia.org/wiki/Fortaleza_Antonia https://es.wikipedia.org/wiki/Monte_del_Templo https://es.wikipedia.org/wiki/Fortaleza_Antonia https://es.wikipedia.org/wiki/Arietes https://es.wikipedia.org/wiki/Tito https://es.wikipedia.org/wiki/Herodes_I_el_Grande Curso de capacitación teológica Historia de la iglesia 5 de él y transformarlo en un templo dedicado al culto imperial y al panteón romano. A pesar de que Tito no deseaba la quema del Templo, el incendio pronto estuvo fuera de control. El edificio quedó destruido en la fecha conocida como Tisha b'Av, a finales de agosto, y las llamas se propagaron a las zonas residenciales de la ciudad. Las legiones romanas aplastaron rápidamente a la resistencia judía restante. Parte de los judíos que se salvaron escaparon por medio de túneles subterráneos escondidos, mientras que otros se dirigieron a los altos de la ciudad para resistir. Esta defensa detuvo el avance romano debido a que los atacantes tuvieron que construir torres de asedio para asaltar a los que aún se defendían. La ciudad estuvo bajo completo control romano para el 7 de septiembre y los romanos continuaron persiguiendo a los judíos que habían huido de la ciudad. Este acontecimiento marco un punto de inflexión en la historia de la iglesia, ya que Jerusalén dejo de ser el centro mas importante de la cristiandad y este lugar lo ocupo iglesia como las de Efeso y Antioquia donde se refugiaron muchos de los cristianos que huyeron de Jerusalén, tenemos registros que tanto Pablo como Juan estuvieron en Efeso A partir de este punto la iglesia empieza a vivir una gran tensión interna y externa, por el lado interno se comienzan a desarrollar movimientos de error que vamos a ver con mas detalles mas a delante, y por el externo empiezan las persecuciones del imperio Romano. Hasta este punto mas que un obstáculo roma había sido muy beneficiosa para la iglesia que comenzaba pero ahora junto con la proscripción de los judíos después de su revuelta se comenzó a ver con claridad que el cristianismo ya no era un movimiento dentro del judaísmo sino un nuevo movimiento de fe. Las persecuciones fueron construyendo una cosmovisión diferente de la que la iglesia venia teniendo, Pablo hablababien de las autoridades y recomendaba su sujeción ya que el orden Romano era mas una ayuda que un obstáculo para el evangelio, vemos que muchas veces Pablo fue librado de morir gracias a la intervención de los romanos. Al leer el ultimo libro escrito por el apóstol Juan Apocalipsis, vemos como esa visión cambia y se empieza a ver a Roma como lo que en realidad es,una gran enemigo y un instrumento del enemigo para detener el evangelio. La primera persecución. En el año 64 d.C., un gran incendio destruyó gran parte de la ciudad de Roma. Se ha dicho que el fuego lo inició Nerón, el peor de todos los emperadores romanos, pero esto se discute. Es cierto que la opinión pública acusó a Nerón de este crimen. A fin de librarse, Nerón declaró que habían sido los cristianos los que incendiaron la ciudad. De esta manera dio comienzo a una terrible persecución. Torturaron y mataron a miles, entre 23 ellos San Pedro, a quien crucificaron en el año 67 d.C., y San Pablo que https://es.wikipedia.org/wiki/Emperador_romano https://es.wikipedia.org/wiki/Mitolog%C3%ADa_romana https://es.wikipedia.org/wiki/Mitolog%C3%ADa_romana https://es.wikipedia.org/wiki/Tisha_b'Av https://es.wikipedia.org/wiki/Agosto Curso de capacitación teológica Historia de la iglesia 6 murió decapitado en el año 68 d.C. Estas fechas no son muy seguras; los apóstoles pueden haber sufrido el martirio uno o dos años antes. en la noche del 18 de julio del año 64, estalló un enorme incendio en Roma. Al parecer, Nerón se encontraba a la sazón en su residencia de Antium, a unas quince leguas de Roma, y tan pronto como supo lo que sucedía corrió a Roma, donde trató de organizar la lucha contra el incendio El fuego duró seis días y siete noches; y después volvió a encenderse en diversos lugares durante tres días más. Diez de los catorce barrios de la ciudad fueron devorados por las llamas. En medio de todos sus sufrimientos, el pueblo exigía que se descubriera al culpable, y no faltaban quienes se inclinaban a pensar que el propio emperador había hecho incendiar la ciudad para poder reconstruirla a su gusto, como un gran monumento a su persona. El historiador Tácito, que probablemente se encontraba entonces en Roma, cuenta varios de los rumores que circulaban, y él mismo parece dar a entender que su opinión era que el incendio había comenzado accidentalmente en un almacén de aceite. Pero cada vez más las sospechas recaían sobre el emperador. El historiador Tácito, que parece creer que el fuego fue un accidente, y que por tanto la acusación hecha contra los cristianos era falsa, nos cuenta lo sucedido: “A pesar de todos los esfuerzos humanos, de la liberalidad del emperador y de los sacrificios ofrecidos a los dioses, nada bastaba para apartar las sospechas ni para destruir la creencia de que el fuego había sido ordenado. Por lo tanto, para destruir ese rumor, Nerón hizo aparecer como culpables a los cristianos, una gente a quienes todos odian por sus abominaciones, y los castigó con muy refinada crueldad. Cristo, de quien toman su nombre, fue ejecutado por Poncio Pilato durante el reinado de Tiberio. Detenida por un instante, esta dañina superstición apareció de nuevo, no sólo en Judea, donde estaba la raíz del mal, sino también en Roma, ese lugar donde se dan cita y encuentran seguidores todas las cosas atroces y abominables que llegan desde todos los rincones del mundo. Por lo tanto, primero fueron arrestados los que confesaron [ser cristianos], y sobre la base de las pruebas que ellos dieron fue condenada una gran multitud, aunque no se les condenó tanto por el incendio como por su odio a la raza humana” (Anales, 15. 44). Estas palabras de Tácito son valiosísimas, pues constituyen uno de los más antiguos testimonios que han llegado hasta nuestros días del modo en que los paganos veían a los cristianos. Al leer estas líneas, resulta claro que Tácito no creía que los cristianos fueran verdaderamente culpables de haber incendiado a Roma. Aún más, la “refinada crueldad” de Nerón no recibe su aprobación. En el año 81 Domiciano sucedió al emperador Tito. Al principio, su reino fue tan benigno hacia la nueva fe como lo habían sido los reinos de sus Curso de capacitación teológica Historia de la iglesia 7 antecesores. Pero hacia el final de su reino se desató de nuevo la persecución. No sabemos a ciencia cierta por qué Domiciano persiguió a los cristianos. Sí sabemos que Domiciano amaba y respetaba las viejas tradiciones romanas, y que buena parte de su política imperial consistió en restaurar esas tradiciones. Por lo tanto, era de esperarse que se opusiera al cristianismo, que en algunas regiones del Imperio había ganado muchísimos adeptos, y que en todo caso se oponía tenazmente a la antigua religión romana. Además, ahora que ya no existía el Templo de Jerusalén, Domiciano decidió que todos los judíos debían enviar a las arcas imperiales la ofrenda anual que antes mandaban a Jerusalén. Cuando algunos judíos se negaron a hacerlo o mandaron el dinero al mismo tiempo que dejaban ver bien claro que Roma no había ocupado el lugar de Jerusalén, Domiciano empezó a perseguirles y a exigir el pago de la ofrenda. Puesto que todavía no estaba del todo claro en qué consistía la relación del judaísmo con el cristianismo, los funcionarios imperiales empezaron a presionar a todos los que practicaban “costumbres judías”. Así se desató una nueva persecución que parece haber ido dirigida, no sólo contra los cristianos, sino también contra los judíos. Como en el caso de Nerón, no parece que la persecución haya sido igualmente severa en todo el Imperio. De hecho, es sólo de Roma y de Asia Menor que tenemos noticias fidedignas acerca de la persecución. En Roma el emperador hizo ejecutar a su pariente Flavio Clemente y a su esposa Flavia Domitila. Se les acusó de “ateísmo” y de “costumbres judías”. Puesto que los cristianos adoraban a un Dios invisible, por lo general los paganos les acusaban de ser ateos. Por tanto, es muy probable que Flavio Clemente y su esposa hayan muerto por ser cristianos. Estos son los únicos dos mártires romanos bajo Domiciano que conocemos por nombre. Pero varios escritores antiguos afirman que fueron muchos, y una carta escrita por la iglesia de Roma a la de Corinto poco después de la persecución se refiere a “los males y pruebas inesperados y seguidos que han venido sobre nosotros” (I Clemente 1). De la persecución en Asia Menor sí sabemos más, gracias al Apocalipsis, que fue escrito en medio de esa dura prueba. Juan, el autor del Apocalipsis, había sido deportado a la isla de Patmos, y por tanto sabemos que no todos los cristianos eran condenados a muerte. Pero sí hay muchas otras pruebas de que fueron muchos los que sufrieron y murieron en tal ocasión LA PERSECUCIÓN EN EL SIGLO SEGUNDO “Estoy empezando a ser discípulo... El fuego y la cruz, muchedumbres de fieras, huesos quebrados [...] todo he de aceptarlo, con tal que yo alcance a Jesucristo.” (Ignacio de Antioquía) Junto con esta etapa pos apostólica, vemos el surgir de los que se llamaron los padres apostólicos, ellos fueron la generación que siguió a los apostoles, algunos fueron discípulos directos como por ejemplo Policarpo de Esmirna que fue discípulo de Juan y otros fueron lideres de la iglesia mas importantes. La lista tiene variaciones pero los mas consensuados son: Curso de capacitación teológica Historia de la iglesia 8 Bernabe Policarpo de Esmirna Clemente de Roma Ignacio de Antioquia Ireneo de Lyon Hermas de Roma. Durante todo el siglo primero, al mismo tiempo que abundan las noticias de mártires, escasean los detalles acerca de su martirio, y especialmente acerca de las actitudes de las autoridades civiles hacia el cristianismo. Con el correr de los años, tales noticias se van haciendo cada vez más abundantes, y ya el siglo segundo va ofreciéndonos algunas. Estas noticias aparecen sobre todo bajo la forma de las llamadas “actas de los mártires”, que consisten en descripciones más o menos detalladas de las condiciones bajo las que se produjeron los martirios,del arresto, encarcelamiento y juicio del mártir o mártires en cuestión, y por último de su muerte. En algunos casos tales “actas” incluyen tantos detalles fidedignos acerca del proceso legal, que parecen haber sido copiadas —en parte al menos— de las actas oficiales de los tribunales. Hay otros en que quien escribe el acta nos dice que estuvo presente en el juicio y el suplicio. Por último, el siglo segundo comienza a ofrecernos algunos atisbos de la actitud de los paganos ante los cristianos, y muy especialmente de la actitud de los gobernantes. En este sentido, resulta interesantísima la correspondencia entre Plinio el Joven y el emperador Trajano. LA CORRESPONDENCIA ENTRE PLINIO Y TRAJANO Plinio Segundo el Joven había sido nombrado gobernador de la región de Bitinia —es decir, la costa norte de lo que hoy es Turquía— en el año 111. Todo lo que sabemos de Plinio por otras fuentes parece indicar que era un hombre justo, fiel cumplidor de las leyes, y respetuoso de las tradiciones y las autoridades romanas. En Bitinia, sin embargo, se le presentó un problema que le tenía perplejo. Alguien le hizo llegar una acusación anónima en la que se incluía una larga lista de cristianos. Plinio no había asistido jamás a un juicio contra los cristianos, y por tanto carecía de experiencia en la cuestión. Al mismo tiempo, el recién nombrado gobernador sabía que había leyes imperiales contra los cristianos, y por tanto empezó a hacer pesquisas. Al parecer, el número de los cristianos en Bitinia era notable, pues en su carta a Trajano Plinio “le dice que los templos paganos estaban prácticamente abandonados y que no se encontraban compradores para la carne sacrificada a los ídolos. Además, le dice Plinio al Emperador, “el contagio de esta superstición ha penetrado, no sólo en las ciudades, sino también en los pueblos y los campos”. En todo caso, Plinio hizo traer ante sí a los acusados, y comenzó así un proceso mediante el cual el gobernador se fue enterando poco a poco de las creencias y las prácticas de los cristianos. Curso de capacitación teológica Historia de la iglesia 9 Hubo muchos que negaban ser cristianos, y otros que decían que, aunque lo habían sido anteriormente, ya no lo eran. Plinio sencillamente requirió de ellos que invocaran a los dioses, que adoraran al emperador ofreciendo vino e incienso ante su estatua, y que maldijeran a Cristo. Quienes seguían sus instrucciones en este sentido, eran puestos en libertad, pues según Plinio le dice a Trajano, “es imposible obligar a los verdaderos cristianos a hacer estas cosas”. Empero los cristianos que persistían en su fe le planteaban a Plinio un problema mucho más difícil. Aun antes de recibir la acusación anónima, Plinio se había visto obligado a presidir sobre el juicio de otros cristianos que habían sido delatados. En tales casos, les había ofrecido tres oportunidades de renunciar a su fe, al mismo tiempo que les amenazaba. A los que persistían, el gobernador les había condenado a morir, no ya por el crimen de ser cristianos, sino por su obstinación y desobediencia ante el representante del emperador. Ahora, con la larga lista de personas acusadas de ser cristianas, Plinio se vio forzado a investigar el asunto con más detenimiento. ¿En qué consistía en verdad el crimen de los cristianos? A fin de encontrar respuesta a esta pregunta, Plinio interrogó a los acusados, tanto a los que persistían en su fe como a los que la negaban. Tanto de unos como de otros, el gobernador escuchó el mismo testimonio: su crimen consistía en reunirse para cantar antifonalmente himnos “a Cristo como a Dios”, para hacer votos de no cometer robos, adulterios u otros pecados, y para una comida en la que no se hacía cosa alguna contraria a la ley y las buenas costumbres. Puesto que algún tiempo antes, siguiendo las órdenes del emperador, Plinio había prohibido las reuniones secretas, los cristianos ya no se reunían como lo habían hecho antes. Perplejo ante tales informes, Plinio hizo torturar a dos esclavas que eran ministros de la iglesia; pero ambas mujeres confirmaron lo que los demás cristianos le habían dicho. Todo esto le planteaba al gobernador un difícil problema de justicia y jurisprudencia: ¿debía castigarse a los cristianos sólo por llevar ese nombre, o era necesario probarles algún crimen? Intentos Universales de Exterminio.— Las condiciones políticas jugaron un gran papel en los dos esfuerzos del gobierno romano por destruir el cristianismo. Las persecuciones más severas que se han dirigido contra los cristianos surgieron de los intentos de restaurar la antigua gloria del Imperio Romano. La “edad de oro” del imperio se había experimentado bajo Augusto (31 a. de J.C.—14 d. de J.C.). Varios parientes lo sucedieron en su oficio, pero no pudieron igualar sus realizaciones, y este método de asegurar un emperador fue discontinuado con la muerte de Nerón en el 68. Vespasiano se apoderó del trono como el comandante militar más fuerte que era en el 69, y sus dos hijos gobernaron después de él hasta el 96. El senador romano Nerva fue elegido por sus colegas senadores, e introdujo un nuevo método de sucesión imperial, no por sangre ni por elección, sino por selección personal. Cada uno de los cinco emperadores que siguieron a Nerva escogieron a su propio sucesor. Después de la muerte de Cómodo en 192, el Curso de capacitación teológica Historia de la iglesia 10 ejército romano nombró su sucesor y continuó nombrando los emperadores por cerca de un siglo. Aunque las razones de la violenta declinación del Imperio Romano después de la muerte de Marco Aurelio (161-80) no son claras, un factor contribuyente muy importante fue la caída desde la cumbre —la debilidad de la dirección imperial. Casi todos los emperadores militares aseguraron el trono por mediode la violencia, y a su vez fueron víctimas de la violencia. La corrupción interna y los agresores externos se combinaron para arrancar los cimientos del imperio. El cristianismo entró a este cuadro porque se pensó, por ser una novedad, que de alguna manera había contribuido a la declinación general de la gloria de Roma. Los paganos religiosos le atribuían todos sus males —calamidades naturales, impuestos elevados, invasiones bárbaras— a la ira de los dioses paganos por haber permitido que el cristianismo continuara. Algunos teóricos políticos, influidos por estas actitudes, se preguntaban si la exterminación del cristianismo ayudaría a restaurar la gloria de Roma que había existido antes que el movimiento cristiano empezara. Estas ideas fueron discutidas ampliamente el año 248, cuando el Imperio Romano celebró el milésimo aniversario de la fundación de la ciudad de Roma. El nuevo emperador, Decio (249-51), decidió intentar el avivamiento de la antigua gloria del imperio, y, entre otras cosas, determinó destruir el cristianismo y restaurar la adoración al espíritu del gobierno romano. El año 250 se preparó un edicto demandando que todo cristiano negara su fe o se sujetara a penalidades extremas, incluyendo la muerte. Su sucesor, Valeriano (253-60), continuó el esfuerzo. Muchos cristianos fueron matados, muchos fueron torturados, muchos comprometidos. La continua declinación del imperio, a pesar de los esfuerzos por exterminar el cristianismo, contribuyó a cesar la persecución activa, después de la muerte de Valeriano. Un esfuerzo de persecución similar se hizo bajo el emperador Diocleciano (284-305). Con el deseo de detener la evidente decadencia del gobierno romano, y pensando que la restauración de la antigua adoración oficial traería unidad y fuerza política, Diocleciano expidió una serie de edictos, empezando el 303, que ordenaba que las iglesias cristianas fueran destruidas, todos los obispos y presbíteros puestos presos, y que todos los cristianos escogieran entre negar a Cristo o sufrir la muerte. Otra vez el fuego de la persecución costó la vida de muchos cristianos y obligó a otros a transigir. Resultados de la Persecución Física.— En general, los períodos de persecución afectaron grandemente la naturalezadel cristianismo. Se desarrollaron anormalidades que son comunes en las minorías reprimidas o en los movimientos subterráneos. Por otra parte, la situación hizo que muchos centraran su devoción religiosa en las reliquias de mártires pasados y alabaran la eficacia mágica de los vehículos de la adoración; además, algunos se volvieron fanáticos en su deseo del martirio y los sufrimientos ascéticos.Después de cada persecución surgió un serio problema respecto a lo que debía hacerse con los que habían negado a Cristo o de alguna manera Curso de capacitación teológica Historia de la iglesia 11 habían transigido con el poder romano. Aun más: la persona del obispo adquirió un prestigio y santidad inusitados durante esta experiencia. Los obispos se habían convertido para el gobierno romano en el símbolo del movimiento cristiano y eran buscados particularmente. Muchos obispos que murieron por la fe realzaron el oficio de obispo como el punto cumbre de la fidelidad cristiana. LA DECLINACIÓN DE LA OPOSICIÓN IMPERIAL Los factores políticos finalmente dieron fin a la larga lucha del cristianismo contra el gobierno romano. El emperador Diocleciano determinó establecer un sistema de sucesión imperial que asegurara un liderato capaz para el imperio, y que al mismo tiempo impidiera que ocurrieran revoluciones cuando el trono del emperador estuviera vacío. Consecuentemente, designó a Maximiano como co-emperador y, además, nombró dos gobernadores subordinados con el título de “César” —Constancio Cloro en occidente y Galeno en el oriente. Su teoría proponía que siempre que muriera un emperador, el co-emperador se convertiría inmediatamente en soberano, previniendo así los esfuerzos de apoderarse del oficio por la violencia. Uno de los Césares subordinados sería elevado teóricamente al puesto de co- emperador, y se nombraría un nuevo César. El sistema parecía bueno a toda prueba. Sin embargo, en 305, cuando Diocleciano se retiró, los diversos ejércitos nombraron a su césar para que fuera no sólo co-emperador, sino emperador único. Las consideraciones militares determinaron una vez más quién debía gobernar como emperador. La Elevación de Constantino. El soldado que finalmente conquistó a todos sus rivales y se convirtió también en único gobernador del imperio fue Constantino, hijo de Constancio Cloro del occidente. La madre de Constantino había sido cristiana, y su padre había visto con tolerancia a los cristianos, negándose a darle fuerza al edicto de Diocleciano sobre la persecución. Copiando la actitud de su padre, Constantino, después de suceder a su padre como gobernador del occidente, gustosamente se unió con los gobernadores orientales Calerio y Licinio en un edicto de 311 que daba tolerancia limitada a los cristianos. El año siguiente Constantino peleó una batalla crucial con Majencio y dijo haber tenido una visión en los cielos que lo hizo adoptar la fe cristiana y obtener la victoria. En 313 Constantino y el emperador Licinio de oriente emitieron el Edicto de Milán, concediendo completa tolerancia alcristianismo. En 323 Constantino derrotó a Licinio en batalla y se convirtió en el único gobernante. Constantino y el Cristianismo. La decisión de Constantino de adoptar el cristianismo fue más política que religiosa. El Imperio Romano estaba declinando rápidamente. Su necesidad Curso de capacitación teológica Historia de la iglesia 12 más grande era una fuerte unidad interna que pudiera producir lealtad interior y rechazar los ataques internos. Constantino se propuso obtener esta unidad haciendo del cristianismo el cemento del imperio. Esto proveería un doble lazo para la ciudadanía — lealtad política reforzada y fortalecida por la unidad religiosa.