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Archaea Luis Estrada La vida en la Tierra, en sus etapas primigenias, propició la formación de muchos tipos de protocélulas que no parecen encajar en las explicaciones ahora disponibles. El estudio de los organismos extremófilos (Extremophiles) que sobreviven sintetizando novedosas moléculas en condiciones hasta ahora consideradas adversas a la existencia de vida (temperaturas altísimas o bajísimas, ambientes cargados de sustancias tóxicas, lugares sólidos y otros medios extraños) promete muchas sorpresas futuras. Estas no se limitan al origen de la vida en la Tierra y a las posibilidades de vida en otros planetas. La genética molecular todavía no tiene explicaciones satisfactorias acerca de la formación de las proteínas producidas en esas protocélulas y menos de su relación (y posible evolución) con las de los microbios actuales. Parece que tales protocélulas fueron muy activas en el intercambio de información genética (lo cual plantea otros problemas) y que la acción de la selección natural fue muy radical. La idea de que las células actuales proceden de una inicial parece cada vez más lejana mientras que la adición a la clasificación de los organismos vivos de otro reino (o superreino) parece más natural (Archaea, ¿las arcanas?). Referencias: Chapelle, F. H. A hydrogen-based subsurface microbial community dominated by methanogens. Nature, 415, 312 - 315, (2002). Huber, H. et al. A new phylum of Archaea represented by a nanosized hyperthermophilic symbiont. Nature, 417, 63 - 67, (2002). Dan Ferber. Early Life Gets More Complicated ScienceNOW, 21 June 2002.