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Resumen: Las circunstancias que rodean a las em - presas actuales hacen que sus recursos humanos sean claves para su superv i v e n c i a . Esto exige des - a rrollar estudios que profundicen en el entendimiento de estos recursos y su gestión. En part i c u l a r, e l eg i m o s las pers p e c t i vas contractual y de recursos para el des - a rrollo de estas investigaciones con el objeto de esta - blecer un enfoque comparativo en los aspectos relati - vos a la gestión de pers o n a l . El principal resultado ob - tenido es la viabilidad de considerar una pers p e c t i va dual que mejorase los estudios aislados en este campo conjugando la optimización de los recurs o s humanos de la empresa con la reducción de los cos - tes que emergen de los acuerdos coopera t i v o s. 1. Introducción La competitividad de las empresas es uno de los principales retos a los que deben enfrentarse los di- rectivos, máxime cuando las circunstancias contex- tuales hacen que la consecución del éxito empre- sarial sea cada vez más compleja. Como conse- cuencia, se hace necesario que éstas optimicen todos los recursos de los que disponen,sobre todo, aquellos que pueden otorgarles una capacidad dis- tintiva. Entre otros, cobran un especial protagonis- mo los recursos humanos y, consecuentemente, las diversas políticas que les afectan. En este ámbito, la tarea no ha sido fácil,pues previamente ha sido ne- cesario sortear las barreras mentales de aquellas empresas que consideraban a las personas una par- tida de costes. La relevancia de estos recursos, está exigiendo a los investigadores de organización de empresas primar estudios dirigidos a conocer mejor a los individuos y a detectar qué mecanismos son los más adecua- dos para gestionar el personal de las empresas. Entre las múltiples perspectivas teóricas que se han utilizado para desarrollar estudios en este campo, cabe destacar las fructíferas aportaciones del enfo- que contractual y del enfoque de recursos. El primero se detiene en los acuerdos contractua- les que vinculan agentes económicos individuales y trata de buscar mecanismos que faciliten su cumpli- miento con los mínimos costes posibles. Por otro lado, el segundo enfoque, opta por la búsqueda de recursos en la empresa que le otorguen ventajas competitivas sostenibles y analiza de qué modo op- timizarles. No obstante, y pese a contar con conte- nidos y planteamientos claramente diferenciados, ambos enfoques muestran un especial interés por el individuo y por las políticas relativas a su direc- ción y gestión. Justamente, el objeto del presente trabajo es ofre- cer un estudio comparativo del planteamiento de cada enfoque en el campo de la gestión de los re- cursos humanos, destacando sus puntos coinciden- tes y divergentes con el fin de buscar la posible complementariedad entre ellos. Si de forma aislada 7 D-O UNA PERSPECTIVA DUAL PARA LA GESTIÓN DE LOS RECURSOS HUMANOS: ¿OPTIMIZAR RECURSOS O REDUCIR COSTES CONTRACTUALES? FRANCISCO MOZO ROMERO Mª PILAR PÉREZ SANTANA DEPARTAMENTO DE ECONOMÍA Y ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS FACULTAD DE CC. EE.Y EE. los resultados conseguidos con cada enfoque avalan su relevancia en este contexto, creemos que un en- foque dual podría ofrecer una perspectiva más completa para estudiar el complejo entramado hu- mano de las organizaciones. El estudio se estructura en cinco secciones. Las dos primeras se dedican a realizar una breve referencia a los elementos fundamentales de cada perspectiva y a su aplicación a los recursos humanos. La terce- ra se detiene en el tratamiento particular de cada enfoque en cinco políticas típicas de gestión de re- cursos humanos: selección, compensación, desarro- llo, control y organización del trabajo. Posterior- mente, se plantea el estudio comparativo de las dos teorías para diversos temas relacionados con el personal de la empresa. La sexta y última sección ofrece algunas reflexiones y conclusiones emanadas del trabajo. 2. Un enfoque contractual para el estudio de los recursos humanos El enfoque contractual1 encuentra sus orígenes en el trabajo pionero de Ronald Coase (1937),sin em- bargo, serán los años setenta los que empiecen a dar forma a esta perspectiva institucionalista a tra- vés de una gran variedad de aportaciones empíri- cas y teóricas -cabe destacar los trabajos de Jensen y Meckling, 1976; Ross, 1973;Williamson, 1975-. Esta perspectiva teórica supone una ru p t u ra con los modelos neoclásicos de empresa para dar paso a modelos centrados en el individuo y donde la empresa no es más que una mera ficción legal que sirve de nexo de contratos entre agentes económicos -como definen Jensen y Meckling, 1 9 7 6 - . En realidad, se trata de un enfoque que de- fiende la cooperación entre individuos como una fo rma de satisfacer las respectivas funciones de u t i l i d a d , expresándose a través de acuerdos con- t ra c t u a l e s . El contexto en el que se van a desarrollar estos contratos se apoya en los pilares de la racionalidad limitada de los agentes, el conflicto de intereses existente entre ellos y las asimetrías informativas que les separan. Éstos van a condicionar el des- arrollo y buen término de los acuerdos, emergien- do, en ocasiones, conductas oportunistas de alguno de los participantes,antes o después de la firma del contrato –problemas de selección adversa y de riesgo moral-. La aparición de costes contractuales que tratan de atenuar estos comportamientos -de garantía, de control y de formalización- o la intro- ducción de algún tipo de mecanismo que condicio- ne el comportamiento de los individuos –mecanis- mos contractuales y mecanismos informativos2- son alternativas que se barajan para alinear intereses entre ellos o reducir la incertidumbre que envuelve la relación. No obstante, a pesar de las sustanciosas aportacio- nes del enfoque contractual al substrato científico no ha estado exento de revisiones críticas, las cua- les tendrá que considerar si quiere prevalecer como perspectiva de estudio del interior de las or- ganizaciones. Las resumimos en las siguientes: a) centrarse exclusivamente en facetas económicas del individuo olvidando aspectos psicológicos o so- ciológicos, incentivos de naturaleza implícita o inte- reses de tipo altruista o ético (Brickley et al.,1994; Eisenhardt, 1989; Holmstrom y Milgrom,1994; Jen- sen, 1994);b) desarrollar estudios de naturaleza es- tática que no son capaces de explicar el cambio en la empresa o los procesos históricos de la misma (Foss, 1993 y 1994; Santos, 1997); c) no considerar elementos claves en las empresas actuales como los procesos de aprendizaje y de acumulación de co- nocimientos (Ricart y Rosanas,1995;Winter, 1995), el liderazgo (Gomez-Mejía, 1994; Ricart y Rosanas, 1995),las relaciones interpersonales (Gomez-Mejía, 1994), la cultura (Ricart y Rosanas,1995), la innova- ción y la creatividad (Eisenhardt, 1989) y la estrate- gia o el contexto empresarial (Gomez-Mejía,1994). Pese a lo anterior, cabe destacar, entre las múltiples aportaciones de este enfoque al entendimiento de la organización empresarial, las que se refieren a los recursos humanos y a su gestión, ya que se trata de una perspectiva de corte individualista donde lo que priman son los intereses de la persona y los di- versos modos de satisfacerlos. Empezando por ex- plicar la relación de empleo3, desde el punto de vista de intercambio de derechos de propiedad entre empleador y empleado, se señala una amplia gama de herramientas para incentivar al trabajador al cumplimiento de lo estipulado en el contrato, a saber: una retribución que incorpora elementos va- riables, una supervisión del comportamiento o una evaluación de resultados, una promoción a través de mercados internos de trabajo o una reputación soportada por los mercados de capitales o trabajo. 7 0 1 Queremos destacar que siempre que nos refiramos en lo que sigue al enfoque contractual estamos englobando tanto la teoría de agencia como la economía de los costes de transacción,aunque reconocemos que en el caso particular del estudio de los recursoshumanos,es el en- foque de agencia el que posee un mayor poder explicativo en la ma- yoría de los temas. 2 Hemos clasificado los mecanismos de solución a los problemas de agencia en contractuales,si aparecen recogidos en el contenido de los contratos –como la retribución-,e informativos,si se basan en obten- ción de información adicional sobre el agente –como las señales, la criba o los mercados de trabajo y de capitales-. 3 Véase, por ejemplo:Arruñada (1990:73-78);Salas (1987:69);Simon (1986). 7 1 Además, trata de evitar los problemas acarreados por una selección de personal adversa para los in- tereses organizativos o destaca la importancia de considerar como inversión el capital humano, sobre todo, cuando es específico. Por último, se señalan las ventajas e inconvenientes de la producción en equi- po, tan difundida en las empresas, o se plantean los diseños de los puestos de trabajo teniendo presen- te la especialización del individuo y el reparto de los derechos residuales. 3. Un enfoque de recursos para el estudio de los recursos humanos Parece existir un acuerdo generalizado en torno a la consideración del trabajo de We rn e r felt (1984) como iniciador de lo que se ha llamado enfo q u e de recurs o s4. Sin embarg o, tuvieron que tra n s c u- rrir varios años, hasta finales de los ochenta y pri n- cipios de los nove n t a , hasta que aquel ar tículo se- minal comenzó a dar sus frutos como soport e e x p l i c a t i vo de multitud de fenómenos que acon- tecen en las empresas al abri rse nuevas vías de in- ve s t i g a c i ó n . El enfoque de recursos se estructura en torno a conceptos tales como recursos, habilidades, com- petencias, rutinas, capacidades, etcétera, en definiti- va,todo un compendio de elementos disponibles,al menos potencialmente, por las empresas y que son empleados en el desarrollo de sus negocios5. Preci- samente, sobre la dotación que de ellos mantengan, se entiende que descansa el origen de las diferen- cias de rendimiento entre ellas. Una de las premisas básicas de este enfoque es la consideración de las empresas como conjuntos he- terogéneos de recursos (Fernández y Suárez, 1996).Es decir, los recursos se encuentran asimétri- camente distribuidos entre ellas.Además, la calidad de los recursos se entiende variable y, con ella, su capacidad de generación de rentas.En este sentido, aquellas empresas que dispusieran de recursos su- periores estarían en condiciones de obtener una ventaja competitiva sobre otras que no dispusieran de los mismos u otros similares. Mientras que la economía industrial localizaba, esencialmente, el ámbito de la competencia entre las empresas en el mercado de productos finales, el enfoque de recur- sos lo extiende al mercado de factores (Dierickx y Cool, 1989). Por otra parte, el enfoque de recursos presupone la posibilidad de mantenimiento de la heterogenei- dad en el tiempo (Fernández y Suárez, 1996), abriendo la puerta a la generación de ventajas com- petitivas sostenidas sobre la base de los recursos.Es este aspecto, precisamente, el punto de partida de un amplio debate en torno a las características que debería reunir un recurso para constituirse como fuente de ventaja competitiva sostenida para la em- presa que lo posee , o al menos controla, y adquirir la condición de estratégico. La gran variedad de au- tores que han tratado la cuestión han propuesto una serie de requisitos que se pueden agrupar en tres bloques: a) Un recurso estratégico ha de ser valioso6 (Barney, 1991) y, de forma simultánea,capaz de mantener esta condición en el tiempo (Chi, 1994; Grant, 1991); b) La empresa ha de disponer de cierta garantía de exclusividad sobre el recurso, es decir, ha de ser difícil para otras empresas dispo- ner de los servicios del recurso en cuestión,en con- secuencia, el recurso ha de ser difícilmente identifi- cable -este aspecto se ve favorecido por la comple- jidad del recurso en sí y por el fenómeno de la am- bigüedad causal (Lippman y Rumelt, 1982)-; difícil- mente replicable (Amit y Schoemaker, 1993;Barney, 1991; Chi, 1994; Collis, 1994; Fernández y Suárez, 1996; Grant, 1991; Teece, 1986) y difícilmente ad- quirible (Amit y Schoemaker, 1993; Barney, 1991; Dierickx y Cool, 1989; Grant, 1991); y c) un recur- so estratégico ha de permitir a la empresa apro- piarse de las rentas que genera (Grant, 1991). La principal limitación que presenta el enfoque de recursos consiste en la complejidad asociada a su desarrollo, tanto en el ámbito de la investigación académica como, especialmente, en el de la activi- dad directiva. La ausencia de una terminología común en torno a los distintos conceptos clave no hace más que dificultar la comprensión y los estu- dios comparativos de los trabajos sobre esta cues- tión. Igualmente, se debería profundizar en el exa- men de los recursos y configuraciones de los mis- mos que proporcionan ventaja competitiva sosteni- da (Coff, 1997). En este sentido, Amit y Schoema- ker (1993) condicionan la obtención de una venta- ja competitiva sostenida no sólo a la posesión y co- rrecto empleo de un conjunto de recursos estraté- gicos sino, también, a su acomodación con respec- 4 No obstante, es preciso indicar que Penrose con su trabajo de 1959 ya supuso un hito en este sentido al señalar los recursos excedentes generados por la empresa como eje de su crecimiento. 5 Existen multitud de clasificaciones y definiciones sobre los concep- tos mencionados. Véase, por ejemplo, Fernández y Suárez (1996), Grant (1991),Hall (1993),Prahalad y Hamel (1990),Nelson y Winter (1992) o Wernerfelt (1984). 6 El valor de un recurso dependerá,en gran medida,de la posibilidad de obtener de él tanto rentas ricardianas –las obtenidas fruto de la ex- plotación de una posición monopolista en el mercado de factores- como cuasi-rentas –exceso de rendimiento que se obtiene de un re- curso en su mejor utilización en relación con la segunda mejor alter- nativa de empleo- gracias a su incorporación a un proceso productivo de bienes y/o servicios. to a una serie de factores estratégicos sectoriales, determinados por complejas interacciones entre los competidores,clientes,proveedores,etcétera.La labor de la dirección de la empresa consistirá en identificar el conjunto actual de estos factores y, lo que es más complejo aún, los posibles conjuntos que pueden prevalecer en el futuro y que, en cier- to modo, determinan los recursos que podrán sus- tentar la ventaja competitiva en el largo plazo. Ade- más, la propia naturaleza de los recursos estratégi- cos supone un obstáculo para su estudio, pues, como ya se ha mencionado, en ocasiones pueden ser difícilmente identificables incluso para la propia empresa. La relevancia de los recursos humanos en el des- arrollo de los diferentes procesos empresariales ha sido puesta de manifiesto desde perspectivas diver- sas. Sin embargo, el enfoque de recursos destaca entre ellas por contemplarlos como una de las ca- tegorías esenciales dentro del bloque de recursos intangibles y, en consecuencia,llamados a convertir- se en serios candidatos a constituir fuentes de ven- taja competitiva sostenida para la empresa (Wright et al., 1994). De este modo, la perspectiva del en- foque de recursos dotaría a la función de recursos humanos de un mayor peso específico en la em- presa por ser la responsable de gestionar el con- junto de recursos más proclive a fundamentar este tipo de ventajas (Barney y Wright, 1998;Wright et al., 1994), además de reforzar la idea de considerar el recurso humano como inversión –frente a la postura tradicional que le considera coste-. E v i d e n t e m e n t e, las implicaciones que para la gestión de recursos humanos presenta el enfoque de recur- sos estarían orientadas hacia la puesta en marcha de aquellas prácticas que perm i t i e ran a la empresa dis- poner de una dotación de recursos humanos con las características pertinentes como para constru i r sobre ellos una ventaja competitiva dura d e ra en el f u t u r o. A s í ,c o b rarán especial relevancia las actuacio- nes que se puedanemprender en las áreas de re- clutamiento y selección -como sistema de obten- ción de recursos valiosos del mercado-, c o m p e n s a- ción –como mecanismo de retención y apropiación de rentas–, d e s a rrollo profesional –a través de la fo r- mación y la movilidad- y organización del tra b a j o –mediante equipos de empleados–. 4. La gestión de los recursos humanos desde una doble perspectiva: La contractual y la de recursos La gestión de los recursos humanos es una de las tareas más complejas a las que se tienen que en- frentar las empresas actuales. Dada la multitud de políticas que pueden considerarse bajo este epígra- fe, nos centramos en algunas de las más significati- vas en las empresas y en los trabajos sobre direc- ción de recursos humanos (Ulrich, 1997; Wright y Snell, 1991; Yeung y Berman, 1997): la selección, la compensación,el desarrollo profesional,el control y la estructuración del trabajo. Partiendo de estas cinco políticas típicas, vamos a establecer un estudio comparativo de su tratamien- to desde los dos enfoques del trabajo, con el obje- to de destacar las aportaciones fundamentales de cada uno al entendimiento del fenómeno humano en las organizaciones. Desde el prisma del enfoque contractual se da una interpretación particular a las mencionadas políticas con el objeto de desarrollar acuerdos cooperativos donde se minimicen los costes contractuales y, al mismo tiempo, se reduzcan las conductas de índo- le oportunista.Respecto a la selección del personal, éste se centra en evitar el oportunismo precon- tractual o problema de selección adversa,destacan- do los mecanismos de señales o los de autoselec- ción como alternativas informativas que reducen el problema de la elección de un candidato que no fa- vorece los intereses organizativos (Milgrom y Ro- berts, 1993; Salas, 1987). En lo que se refiere a la compensación del emplea- do, se hace un énfasis especial en la faceta econó- mica del individuo acudiendo a la retribución como una herramienta incentivadora que persigue alinear intereses conflictivos -usando pagas variables o pagas en forma de propiedad- (Arruñada, 1990; Fama, 1991; Milgrom y Roberts, 1993; Parsons, 1986; Pérez, 1997). El desarrollo profesional del empleado es tratado tan sólo parcialmente por este enfoque, al centrar- se en la promoción a través de los mercados inter- nos de trabajo como sistema para incentivar la pro- ductividad del individuo –consiguiendo ascensos aquellos que obtienen mejores resultados relativos- (Baker et al., 1988; Lazear y Rosen, 1981; Milgrom y Roberts,1993),pero olvidando aspectos formativos que deberían complementar ese desarrollo profe- sional. Acerca de los sistemas de control, se plantean como mecanismos altern a t i vos al retri bu t i vo (Pérez, 1997), ya que pueden incentivar al agente al cumplimiento del contrato. Siguiendo a Eisenhardt (1988), el control se puede ejercer bien sobre el comportamiento diario -a través de algún tipo de supervisión-, o bien, enfocarse en los resultados conseguidos en un determinado periodo -vía siste- mas de evaluación del rendimiento7-. Por otro lado, 7 2 7 Véase para profundizar en los sistemas de evaluación y en sus prin- cipales distorsiones, por ejemplo, Baker et al. (1988) y Prendergast y Topel (1993). 7 3 además de este tipo de controles internos, el com- portamiento del individuo puede verse condiciona- do por la disciplina de los mercados externos de trabajo o de capitales -si se quiere mantener una determinada reputación profesional en ellos-. Por último, respecto a cómo se estructura el traba- jo en la empresa, se presta una mayor atención a cuestiones como la producción en equipo o el di- seño de puestos. Respecto al primero, se detienen en los incentivos grupales y en los problemas de “escaqueo” de algún miembro del equipo (Alchian y Demsetz 1972) y, en lo que se refiere al diseño de puestos de trabajo, se considera que la delegación en la toma de decisiones de la empresa debe ba- s a rse en la especialización de cada individuo (Hayek, 1945) que, consecuentemente, exige hacer un reparto de los derechos residuales entre las par- tes contractuales (Fama y Jensen, 1983; Jensen y Meckling,1992) . Bajo la perspectiva del enfoque de recursos,el foco de análisis toma una dirección distinta al anterior. En particular, se presta una especial atención a aquellas áreas que posibiliten la creación de un capital hu- mano susceptible de crear ventajas competitivas sostenidas para la empresa, tratando de promover las características que confieren al recurso humano el calificativo de estratégico. En lo relativo a las prácticas de reclutamiento y se- lección, aunque puede resultar complejo, si no im- posible, constituir una ventaja competitiva sobre la base de un recurso disponible en el mercado, la contratación de personas con cualidades que facili- ten su posterior desarrollo es determinante para la obtención de una ventaja en el largo plazo. Es más, determinados recursos humanos, como los rasgos personales u otros altamente específicos,deben ser seleccionados en el mercado por la imposibilidad de ser creados en el seno de las empresas (Barajas y Gallardo, 1997). En segundo lugar, las prácticas de compensación configuran los mecanismos que permiten desviar hacia la empresa una porción de las rentas genera- das por la aplicación de conocimientos, habilidades y experiencias poseídas por las personas en el marco de una actividad y, además, retener a aque- llos empleados que portan las cualidades más va- liosas para la empresa (Coff, 1997), disminuyendo, de este modo, el riesgo de su fuga a empresas com- petidoras (Fernández et al., 1998). Por otra parte, en el área de desarrollo profesional y a través de las prácticas formativas y de movilidad, se incide sobre el incremento de la especificidad de los recursos humanos. El mayor valor que adquie- ren en la empresa los recursos humanos específicos facilita su retención y mejora las posibilidades de al- canzar una ventaja competitiva sostenida sobre ellos por su capacidad de generación de rentas en actividades concretas (Barney y Wright, 1998).Ade- más, la prolongación en el tiempo del proceso de desarrollo profesional puede generar unas cualida- des únicas y distintivas difícilmente imitables por otras empresas que se verían obligadas a incurrir en deseconomías por compresión del tiempo (Wright et al., 1994). En último lugar, el modo en que se estructure el tra- bajo no es irrelevante para la consecución de ven- tajas competitivas. Según Barney y Wright (1998), éstas son más propensas a generarse a partir de los equipos más que de los individuos. Esto es así por- que con el trabajo en grupo se acentúan los fenó- menos de complejidad social y ambigüedad causal (Wright et al., 1994). Una red densa de relaciones interpersonales y la dificultad para localizar el ori- gen de la ventaja de una empresa favorece la nego- ciación del reparto de rentas8 y complica la imita- ción por parte de los competidores. A pesar de haberlo incluido como una de las áreas fundamentales de la gestión de recursos humanos, el control, desde el enfoque de recurs o s , p a r e c e quedar relegado a un segundo plano, q u i z á s , por la m ayor importancia que se otorga a la creación de una base de recursos humanos que lleven a la ventaja competitiva sostenida, como trata de justi- ficar Kamoche (1996) al señalar que la acción es consecuencia directa de la posesión de una com- p e t e n c i a . Por el contra ri o, c i e rtos autores (Coff, 1 9 9 7 ; H u s e l i d , 1 9 9 5 ; W right et al., 1994) recono- cen la insuficiencia de contar con recursos huma- nos cualificados para alcanzar una situación de ventaja si, a la ve z , no se genera un conjunto ade- cuado de comport a m i e n t o s . Es conveniente re- c o r d a r, en este punto, que los recursos humanos c o n s t i t u yen un tipo de activo cuyo control no es e x c l u s i vo de la empresa. M i e n t ras que la utilización de otros tipos de recursos poseídos por la em- presa depende de una decisión directiva, la puestaen práctica de unas habilidades o conocimientos han de contar con la voluntad de la persona en que residen, es decir, se requiere motivar al indivi- duo para conseguirl o. 5. Hacia una perspectiva integradora en el estudio de los recursos humanos Con lo anterior queda justificada la relevancia de las dos perspectivas para el estudio de los recursos hu- 8 El poder de negociación de la empresa puede verse reforzado si los empleados no son conscientes de que la ventaja competitiva de la em- presa reside en sus habilidades o experiencias, en caso contrario, po- drían presionar al empresario para conseguir mejores condiciones la- borales. manos de las organizaciones. Tratando de estable- cer un paralelismo entre ellas, nos detenemos a continuación en destacar cuáles son sus puntos coincidentes y divergentes, de forma que puedan resaltarse en qué aspectos pueden ser comple- mentarias, ya que el objeto del trabajo es conseguir un enfoque más amplio para la investigación de re- cursos humanos que el que pueden ofrecer cada uno de forma aislada. Por un lado, ambas perspectivas coinciden en resal- tar la importancia de las personas en la empresa, aunque para ello recurran a justificaciones diferen- tes. Si desde el enfoque contractual tal importancia deriva de la participación del individuo en el diseño y desarrollo de los contratos, desde el enfoque de recursos, se indica la posibilidad de que éstos se constituyan como fuente de ventaja competitiva para la empresa de que forman parte. Los princi- pales puntos de encuentro y desencuentro se resu- men en el cuadro 1. 7 4 Cuadro 1: Estudio comparativo del individuo desde un enfoque contractual y un enfoque de recursos ASPECTOS ENFOQUE ENFOQUE INDIVIDUALES CONTRACTUAL DE RECURSOS Papel del individuo Participación en la elaboración Posible fuente de ventaja y diseño de los contratos competitiva para la empresa Reconoce la dificultad para conocer las Señala la dificultad para conocer Racionalidad limitada contingencias exante a la firma todas las alternativas del contrato y el valor de los recursos Especificidad Como base para una relación Por el interés de retener contractual a largo plazo el capital humano Reputación Es considerada como un mecanismo No trata de disciplina externa Calidad del recurso No trata Capacidad de generación humano de rentas Relaciones No las considera, sólo en el caso Son claves para crear interpersonales de actividades de influencia la complejidad social Fuente: Elaboración propia Junto con el papel clave que se entiende desempe- ñan las personas en las empresas, se asume, en ambos casos, su racionalidad limitada. Tal restricción se manifiesta a la hora de confeccionar contratos o tomar decisiones en torno a los recursos, por ejemplo, por la imposibilidad de eliminar completa- mente la incertidumbre, complejidad y conflictos in- traorganizacionales.La incapacidad de los individuos para reunir, procesar y emplear toda la información relevante en relación con la toma de decisiones impide la consecución de objetivos de maximiza- ción de la utilidad y obliga a plantearlos en función de niveles de satisfacción. P r e c i s a m e n t e, la racionalidad limitada da lugar al si- guiente punto en común de ambos enfo q u e s . Las li- mitaciones cognoscitivas humanas abren la puerta a la posibilidad de que dos personas no posean idén- ticos stocks de conocimientos (Conner y Pra h a l a d , 1 9 9 6 ) . La e s p e c i f i c i d a d hace referencia al grado en que tales conocimientos disponen de un ámbito li- mitado de aplicación. El beneficio mutuo que fluye de la especificidad supone un incentivo para establ e c e r relaciones contractuales a largo plazo o, desde la p e rspectiva de recurs o s , una razón para retener en la empresa el capital humano que puede sustentar una ventaja competitiva. Queda claro, en cualquier c a s o, que la especificidad de los recursos humanos no es un aspecto irrelevante para ambas pers p e c t i- vas por la dependencia bilateral –relación de inter- cambio idiosincrásica (Williamson et al., 1983)- que se crea en torno a ella (Williamson, 1 9 9 1 ) . Sin embargo, la coincidencia en aspectos clave rela- tivos al individuo no supone, necesariamente, la complementariedad entre ambos enfoques. Esta habrá que buscarla en aquellas cuestiones que tra- tadas de forma insuficiente por uno de ellos son abordadas en profundidad por el otro. Este es el caso de aspectos tales como la reputación, la cali - dad de los recursos humanos y las relaciones inter- personales. El enfoque contractual considera a la reputación como un mecanismo de disciplina externa capaz de limitar los comportamientos oportunistas de los agentes. En cierto modo, puede entenderse como el resumen de la información sobre el comporta- miento pasado de un agente –reflejado normal- mente en los mercados de trabajo y de capitales- que, en caso de estar disponible, se tendrá en cuen- ta en el diseño de futuros contratos. Por esta razón, se puede esperar que, con ciertas condiciones, un individuo no desarrolle conductas desviadas para no ver perjudicada su riqueza en posibles renego- ciaciones de su contrato, ya sea en la empresa ac- tual o en otras empresas. Desde la perspectiva de recursos, sin embargo, se trata la cuestión de la calidad de los recursos huma - nos o, lo que es lo mismo, su capacidad de genera- ción rentas.El hecho, ya indicado, de que las perso- nas no disponen de idénticos stocks de conoci- miento permite suponer que su capacidad de ge- nerar rentas en aplicaciones concretas será diferen- te. Es más, cabe esperar una escasez de recursos humanos de alta calidad. Las conclusiones a las que se llega desde el enfoque de recursos son dos: se reafirma la posibilidad de constituir una ventaja competitiva sobre los recursos humanos y se de- manda una mejora continua de la calidad y cantidad del stock de conocimiento (Hall, 1993). En último lugar, la relevancia de las relaciones inter- personales es destacada por el enfoque de recur- sos. La complejidad social y ambigüedad causal que crean las redes sociales facilitan el bloqueo en su in- terior de conocimientos que pudieran ser útiles a los competidores. En este sentido, estas relaciones estarían facilitando la consecución de ventajas com- petitivas para la empresa. Por otro lado, en lo relativo al tratamiento de las políticas de recursos humanos por las distintas perspectivas, ya mencionado en el epígrafe anterior, a modo de resumen señalamos algunos de los prin- cipales puntos de coincidencia y divergencia,refleja- dos en el cuadro 2. En el capítulo de coincidencias podemos destacar el énfasis dedicado a tres herramientas fundamentales para gestionar el personal de las empresas en nues- tros días: los sistemas de información y comunica- ción, los programas de promoción profesional y la estructuración del trabajo en equipo. 7 5 Cuadro 2: Estudio comparativo de las políticas de gestión de recursos humanos desde el enfoque contractual y el enfoque de recursos ASPECTOS ENFOQUE ENFOQUE DE G.R.H. CONTRACTUAL DE RECURSOS Transmisión Con el fin de reducir la asimetría Como base del aprendizaje de información informativa colectivo Promoción y movilidad Incentivo para mejorar posiciones Facilitan la transferencia en los mercados internos de conocimiento y el clima de aprendizaje Equipos de trabajo Considera los incentivos grupales Generan ambigüedad causal y los problemas del “gorrón” y complejidad social Retribución Se propone como herramienta de Se propone como mecanismo de incentivación, fundamentalmente a través retención del personal y de de la composición retributiva reparto de las rentas generadas Procesos de aprendizaje No trata Son necesarios para desarrollar y formación; innovación recursos y capacidades y creatividad Control Lo destaca como mecanismo de incentivos -basado en resultados No trata expresamente vs. basado en comportamiento- Fuente: Elaboración propia La primera de ellas es uno de los elementos claves para conseguir un buen funcionamientointerno de las organizaciones,lo que hace que ambas perspec- tivas pongan una especial atención a la transmisión de información entre individuos. En el caso contrac- tual, ésta es necesaria para reducir lo máximo posi- ble la asimetría informativa que distancia a los agen- tes participantes en el acuerdo contractual, ya sea antes o después de la firma del contrato. Por su parte , el enfoque de recursos pretende generar en la organización climas de aprendizaje colectivo que lleven a una generación constante de ideas y cono- cimientos, para lo cual es condición necesaria que los individuos que aprenden estén dispuestos a transmitir a los demás esos conocimientos y expe- riencias adquiridas. La segunda herramienta mencionada se detiene en el desarrollo de los empleados dentro de la em- presa, a tr avés de ofrecerles promoción y movilidad profesional. En ambos enfoques esta política de per- sonal es tratada como un elemento incentivador del individuo hacia los objetivos organizativos, aun- que el de recursos lo menciona,además, como una vía adecuada para transmitir conocimientos y aprendizajes. Por último, las dos perspectivas consideran relevan- te detenerse en una forma particular de organizar el trabajo, muy frecuente en las empresas, basada en los equipos de producción. No obstante, luego cada una se centra en algunos aspectos particulares de este modo de trabajar. Así, mientras el contrac- tual se preocupa de los incentivos grupales o de los problemas del “gorrón” –siguiendo la filosofía inicia- da sobre este particular en el trabajo de Alchian y Demsetz (1972)-, el de recursos utiliza estas for- maciones como fuente de ventaja competitiva, ya que favorecen tanto la creación de complejidad so- cial –basada en las relaciones interpersonales entre ellos- como de ambigüedad causal –ya que se difi- culta enormemente a los competidores la tarea de identificación de los recursos que generan ventajas competitivas-. En el otro lado de la balanza tenemos aspectos de personal que distancian las perspectivas del estudio y que, sin embargo, son políticas fundamentales,por no decir imprescindibles,en las estrategias de direc- ción de recursos humanos actuales. Nos referimos a las políticas retributivas, de formación y de con- trol. Respecto a la retribución tenemos que destacar que es el enfoque contractual el que ofrece un análisis más profundo de la misma. Esta perspectiva la se- ñala como uno de los principales mecanismos in- centivadores de los empleados, a través del uso fundamentalmente de pagas vinculadas al rendi- miento –variables a corto plazo, variables a largo plazo, participaciones en la propiedad de la empre- sa o similares- que permitan alinear objetivos diver- gentes y, además, resolver el problema de apropia- bilidad de rentas. Por su parte, el de recursos aun- que señale esta política como un elemento para re- tener el personal valioso en la empresa no se de- tiene en cómo diseñarla para que sea efectiva. Ocurre lo contrario en el caso de la política forma - tiva. En este caso, es mayor la capacidad explicativa del enfoque de recursos ya que se centra en la ge- neración de procesos que desarrollen recursos y capacidades que puedan otorgar a la empresa ven- tajas competitivas sostenidas, para ello, es funda- mental que los individuos reciban continua forma- ción –ya sea fuera o dentro de la empresa- que fa- vorezca su reciclaje y el clima innovador ya men- cionado. Por último, en lo relativo al control de los empleados es el enfoque contractual el que lo estudia como mecanismo de incentivación alternativo al retributi- vo. En concreto, propone dos sistemas extremos para influir en la actuación de los individuos:uno ba- sado en el control del comportamiento y, otro, ba- sado en la evaluación de los resultados finales ob- tenidos, siendo más apropiado una u otra opción según el tipo de empleado que se trate de motivar. 6. Conclusiones Hoy en día, nadie cuestiona el protagonismo que han tomado los recursos humanos en las organiza- ciones empresariales. Este hecho ha generado mul- titud de investigaciones con un mismo afán: cono- cer en profundidad el lado humano de las empre- sas. Sin embargo, la complejidad de abordar el es- tudio de los individuos ha supuesto una gran diver- sidad de enfoques y perspectivas. Entre ellas, en este trabajo hemos querido destacar el plantea- miento del enfoque contractual y del enfoque de recursos sobre la gestión de recursos humanos, pero no como perspectivas enfrentadas sino, más bien, como visiones complementarias que persigan estudios más globales en esta materia. El enfoque contractual, por un lado, se centra en el individuo y en sus acuerdos cooperativos con otros agentes, de los cuales destacamos los de naturaleza laboral. El principal objetivo, bajo este planteamien- to, será conseguir el buen desarrollo y término de estos contratos minimizando la aparición de costes. Así, desde la función de personal, se preocupan de desarrollar procesos de selección de personal no adversos para la empresa o mecanismos de incen- tivación del empleado -vía retribución variable indi- vidual o grupal, supervisión, evaluación de resulta- dos individuales o grupales, disciplina de los merca- dos o promoción interna-. Por su parte, el enfoque de recursos se detiene 7 6 también en el individuo pero, esta vez, como posi- ble fuente de ventajas competitivas sostenibles, ya que puede reunir con cierta frecuencia las condi- ciones que le convierten en estratégico -valor, ex- clusividad y apropiabilidad- y, consecuentemente, susceptible de generar rentas para la empresa. En este caso, la gestión del personal estará dirigida a captar a los mejores recursos del mercado y rete- ner a los más valiosos en la empresa -vía retribu- ción, promoción o trabajo en equipo-. Si nos detenemos en el contraste pormenorizado del tratamiento que ambas perspectivas dedican a los elementos claves de la gestión del personal, sus puntos de coincidencia nos hacen pensar en que sus bases conceptuales, aunque distintas, no son contradictorias -se apoyan en pilares como el indi- viduo, la racionalidad limitada o la especificidad del recurso- y prestan especial atención a cuestiones tales como la transmisión de la información o la producción en equipo. Por otro lado, si cabe más importante , sus puntos divergentes señalan qué as- pectos de personal son tratados insuficientemente por una de ellas y no por la otra, luego considerar- las conjuntamente podría ser una opción muy fruc- tífera para las investigaciones en recursos humanos. Así, el de recursos se centrará en los procesos de creación y acumulación de capital humano valioso para la empresa –basado en procesos de aprendi- zaje individual y colectivo-, mientras que el contrac- tual promoverá el empleo de mecanismos de in- centivación que motiven a los empleados a aplicar este capital en pro de los objetivos de quienes les contrataron. A pesar de que ambas perspectivas conjuntamente abarcan un amplio espectro de aspectos de gestión de recursos humanos, todavía quedan lagunas que desde este enfoque dual no consiguen una adecua- da explicación –por ejemplo, cuestiones relativas al liderazgo o a facetas altruistas del individuo-. Esto nos conduce a pensar que para el estudio de los re- cursos humanos en las organizaciones se debería optar por enfoques abiertos, multidisciplinares y eclécticos, en cualquier caso distantes de visiones de la realidad exclusivas de una perspectiva teórica. En definitiva, con este trabajo hemos pretendido lanzar un puente que empiece a aproximar enfo- ques distanciados para el estudio de la gestión de recursos humanos, en particular, el contractual y el de recursos. Sin embargo, será necesario seguir desarrollando nuevos trabajos,tanto teóricos como empíricos, que vayan superando las limitaciones de cada uno y consolidando de forma paulatina esta perspectiva de naturaleza dual.Esto no supone una ru p t u ra con los avances conseguidos en este campo en el pasado, sino más bien, asumir proce- sos de aprendizaje continuadosde los resultados obtenidos en investigaciones previas que permitan ir configurando el fundamento científico de los re- cursos humanos de las organizaciones. Bibliografía ALCHIAN, A. y DEMSETZ, H. (1972): “Production, In- formation Costs and Economic Organization”. The A m e rican Economic Rev i ew, p á g s . 7 7 7 - 795.Versión en castellano en Putterman, L. y Kroszner, R.(1986): La Naturaleza Económica de la Empresa. 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