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III Formas cómica, alegórica, de ruptura y experimentación en textos españoles, latinoamericanos y argentinos Literatura III-Indice-primerasCORREGIDO.indd 1 02/01/2013 03:58:29 p.m. Literatura 3 © EDITORIAL LONGSELLER S.A. Blanco Encalada 2388 (C1428DDL) CABA Argentina (011)4706-1235 / 3647 promocion@longseller.com.ar www.longseller.com.ar Queda hecho el depósito que dispone la ley 11723. Libro de edición argentina. Esta prohibida y penada por la ley la reproducción total o parcial de este libro, en cualquier forma, por medios mecánicos, electrónicos, informáticos, magnéticos, incluso fotocopia y cualquiér otro sistema de almacenamiento de información. Cualquier reproducción sin el previo consentimiento escrito del autor viola los derechos reservados, es ilegal y constituye un delito. Centron, Graciana Literatura III. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Longseller, 2015. - (Enfoques; 0) ISBN 978-987-683-328-8 1. Literatura. I. Título CDD 801 Coordinación editorial Beatriz Grinberg Edición María Virginia de Haro Virginia Pisano Corrección Judith Jamschon Diseño de maqueta Pablo Balcells Diagramación Marcela Rossi Violeta Carrasco Diseño e ilustración de tapa Sebastián Cremonese Documentación fotográfica María Lía Alagia Fotografía Archivo Longseller Colaboración especial Valeria Iglesias Oliverio Girondo, “Espantapájaros”, © Herederos de la sucesión de Oliverio Girondo. Alvaro Yunque, “El Collar”, © Herederos de Alvaro Yunque. Julio Cortázar, “Lejana”, © Herederos de Julio Cortázar. Felisberto Hernández, “Muebles El Canario”, © Herederos de Felisberto Hernández. Agradecemos a la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, presidida por la Sra. María Kodama, por la autorización para la poesía “Calle con almacén rosado”. Literatura III-Indice-primerasCORREGIDO.indd 2 02/01/2013 02:12:09 p.m. E-Book. Literatura 3 Capítulo 1 La literatura y el humor Capítulo 2 La risa y la crítica social CONCENTRADOS EN LA LECTURA 8 Quevedo y los poemas satíricos y burlescos 8 A una nariz 8 Receta para hacer soledades en un día 9 Poderoso caballero es don Dinero 10 El autor 11 CONTExTO hiSTóRiCO, SOCiAL y CULTURAL 13 El contexto literario: el Barroco 14 hERRAmiENTAS DE ANáLiSiS 15 Quevedo y el conceptismo 15 Lectura y análisis de fuentes 16 La dificultad para el lector 17 Las obras burlescas y satíricas 17 Quevedo y la lengua 18 El soneto 19 La métrica, los acentos y la rima 19 Los recursos poéticos 20 OTRAS LECTURAS 21 El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de miguel de Cervantes Saavedra 21 El autor 26 hERRAmiENTAS DE ANáLiSiS 28 La parodia en don Quijote de la mancha 28 Lectura y análisis de fuentes 29 La parodia 30 La novela moderna 31 iNTERTExTUALiDAD 32 Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift 32 El autor 34 Swift y la sátira 35 La crítica social 35 Lectura y análisis de fuentes 36 La literatura y el cine 38 La literatura y las preguntas 38 ACTiviDADES DE iNTEgRACióN 39 “El hombre corcho”, de Roberto Arlt 39 CONCENTRADOS EN LA LECTURA 44 La Nona, de Roberto Cossa 44 El autor 48 CONTExTO hiSTóRiCO, SOCiAL y CULTURAL 50 El contexto literario 50 hERRAmiENTAS DE ANáLiSiS 52 El nuevo grotesco y el grotesco criollo 52 Roberto Cossa y el nuevo grotesco 53 La comicidad de lo grotesco en La Nona 53 Las características del nuevo grotesco y La Nona 54 Lectura y análisis de fuentes 55 El texto dramático y el texto espectacular 56 El esquema actancial 56 OTRAS LECTURAS 58 Fausto. Impresiones del gaucho Anastasio el Pollo en la representación de esta ópera, de Estanislao del Campo 58 El autor 63 hERRAmiENTAS DE ANáLiSiS 64 La poesía gauchesca 64 La creación de un público y de una lengua 64 La gauchesca y el humor. El Fausto criollo 65 Lectura y análisis de fuentes 66 iNTERTExTUALiDAD 67 Esta noche se improvisa la comedia, de Luigi Pirandello 67 El autor 70 Pirandello y el teatro 71 El teatro dentro del teatro 71 Lectura y análisis de fuentes 72 La literatura y el cine 73 La literatura y las preguntas 73 ACTiviDADES DE iNTEgRACióN 74 Desde la lona, de mauricio Kartun 74 Literatura III-Indice-primerasCORREGIDO.indd 3 02/01/2013 02:12:09 p.m. Literatura 54 Índice Literatura 54 Índice CONCENTRADOS EN LA LECTURA 78 Pigmalión, de Augusto monterroso 78 El autor 79 CONTExTO hiSTóRiCO, SOCiAL y CULTURAL 81 El contexto literario 81 hERRAmiENTAS DE ANáLiSiS 83 Augusto monterroso y la nueva fábula 83 Lectura y análisis de fuentes 84 La nueva fábula y la posmodernidad 85 La sátira, la alegoría y la parodia 86 La narración literaria 87 Historia y discurso 87 OTRAS LECTURAS 89 El gato, el lagarto y el grillo, de Tomás de iriarte 89 El burro flautista, de Tomás de iriarte 90 El oso, la mona y el cerdo, de Tomás de iriarte 90 Los dos conejos, de Tomás de iriarte 91 El autor 91 hERRAmiENTAS DE ANáLiSiS 93 Las fábulas tradicionales 93 Lectura y análisis de fuentes 94 iNTERTExTUALiDAD 95 Fábulas fantásticas, de Ambrose Bierce 95 “El lado oscuro del personaje” 95 “Dos médicos” 95 “Una valiosa sugerencia” 96 El autor 96 Ambroise Bierce y su visión del mundo 98 Bierce y el relato breve 98 Lectura y análisis de fuentes 99 La literatura y el cine 100 La literatura y las preguntas 100 ACTiviDADES DE iNTEgRACióN 101 El collar, de álvaro yunque 101 CONCENTRADOS EN LA LECTURA 104 El banquete de Severo Arcángelo, de Leopoldo marechal 104 El autor 107 CONTExTO hiSTóRiCO, SOCiAL y CULTURAL 108 El contexto literario 108 hERRAmiENTAS DE ANáLiSiS 110 Los sentidos ocultos en El banquete de Severo Arcángelo 110 La alegoría 112 Historia de la alegoría 112 Lectura y análisis de fuentes 114 El tiempo en el relato 115 OTRAS LECTURAS 118 La vida es sueño, de Calderón de la Barca 118 El autor 122 hERRAmiENTAS DE ANáLiSiS 123 Una lectura alegórica de La vida es sueño 123 Los autos sacramentales 124 Lectura y análisis de fuentes 125 iNTERTExTUALiDAD 126 La Divina Comedia, de Dante Alighieri 126 El autor 128 Dante y La Divina Comedia 129 La estructura de La Divina Comedia 130 El Dolce stil nuovo 130 Lectura y análisis de fuentes 131 La literatura y el cine 132 La literatura y las preguntas 132 ACTiviDADES DE iNTEgRACióN 133 El poema del Robot, de Leopoldo marechal 133 Capítulo 3 La fábula y la sátira Capítulo 4 La alegoría y el símbolo Literatura III-Indice-primerasCORREGIDO.indd 4 02/01/2013 02:12:09 p.m. Literatura 54 Índice Literatura 54 Índice Capítulo 5 Algunas formas de la vanguardia latinoamericana CONCENTRADOS EN LA LECTURA 136 Espantapájaros, de Oliverio girondo 136 El autor 138 CONTExTO hiSTóRiCO, SOCiAL y CULTURAL 140 El contexto literario 141 hERRAmiENTAS DE ANáLiSiS 142 Las vanguardias 142 girondo y la poesía de vanguardia 142 Lectura y análisis de fuentes 143 Las vanguardias latinoamericanas 144 Lo nuevo en la poesía 144 El movimiento martinfierrista 145 El campo semántico 146 OTRAS LECTURAS 148 II Tiempo Tiempo, de César vallejo 148 VI, de César vallejo 148 LXXVII, de César vallejo 149 Voy a hablar de la esperanza, de César vallejo 149 El autor 150 hERRAmiENTAS DE ANáLiSiS 152 La búsqueda, la ruptura y la experimentación en vallejo 152 Lectura y análisis de fuentes 153 Cesar vallejo y la ideología de lo nuevo 154 La “lengua nacional” y los lenguajes imaginarios 154 iNTERTExTUALiDAD 156 Declaración del 27 de enero de 1925 156 El surrealismo 158 La escritura automática 158 Lectura y análisis de fuentes 159 La literatura y el cine 160 La literatura y las preguntas 160 ACTiviDADES DE iNTEgRACióN 161 Calle con almacén rosado, de Jorge Luis Borges 161 Apéndice: La monografía 196 CONCENTRADOS EN LA LECTURA 164 “Lejana”, de Julio Cortázar 164 El autor 170 CONTExTO hiSTóRiCO, SOCiAL y CULTURAL 171 El contexto literario 172 hERRAmiENTAS DE ANáLiSiS 173 Julio Cortázar y lo fantástico 173 Lectura y análisis de fuentes 174 “Lejana” y Bestiario 175 El cuento según Cortázar 176 La voz ficcional: el narrador 177 La distancia narrativa177 Perspectiva: punto de vista narrativo, voz y focalización 178 OTRAS LECTURAS 180 muebles “El Canario”, de Felisberto hernández 180 El autor 182 hERRAmiENTAS DE ANáLiSiS 183 La narrativa de Felisberto hernández 183 Lectura y análisis de fuentes 184 El viaje y la investigación 185 El tiempo y el espacio 185 La fragmentación de la identidad 186 La lengua y los microrrelatos 186 iNTERTExTUALiDAD 187 “Cuerpo de mujer”, de Ryunosuke Akutagawa 187 El autor 188 Akutagawa y la literatura japonesa 189 Lectura y análisis de fuentes 190 La literatura y el cine 191 La literatura y las preguntas 191 ACTiviDADES DE iNTEgRACióN 192 Museo de la Novela de la Eterna, de macedonio Fernández 192 Capítulo 6 La ruptura y la experimentación Literatura III-Indice-primerasCORREGIDO.indd 5 02/01/2013 02:12:09 p.m. 6 Cómo se usa este libro iNTERTExTUALiDAD Presenta obras relacionadas por intertextuali- dad con las otras obras del capítulo. hERRAmiENTAS DE PRODUCCióN Aborda el análisis y la escritura de textos aca- démicos. OTRAS LECTURAS Presenta otras obras relacionadas con el eje del capítulo. CONCENTRADOS EN LA LECTURA Obras completas o extensos fragmentos que per- miten un amplio conocimiento de la obra. CONTExTO hiSTóRiCO, SOCiAL y CULTURAL Describe las características culturales en el tiem- po y el espacio correspondientes a la obra. La Literatura y las preguntas Expone las pregúntas éticas o políticas que puede generar la temática literaria trabajada en el capítulo. Texto central Desarrolla los contenidos fundamentales, complementando la explicación con fotos e ilustraciones que facilitan la comprensión y la contextualización de los temas. La Literatura y el cine Presenta películas que tienen relación con los temas del capítulo, acompañadas de un breve comentario. CONTExTO LiTERARiO Analiza la situación de la literatura en el mo- mento histórico de la obra. hERRAmiENTAS DE ANáLiSiS Desarrolla conceptos de Teoría Literaria. ACTiviDADES DE iNTEgRACióN Comprometen los contenidos vistos en el capítulo Actividades Cada tema se cierra con actividades que promueven la revisión de los contenidos aprendidos y la reflexión acerca de los mismos. Lectura y análisis de fuentes Presenta citas de grandes críticos literarios, referidas al tema de capítulo, con su correspondiente guía de análisis. Literatura III-Indice-primerasCORREGIDO.indd 6 02/01/2013 02:12:10 p.m. La risa carnavalesca es ante todo patrimonio del pueblo; todos ríen, la risa es "general". Mijaíl Bajtín La literatura y el humor Literatura III-Cap 01-terceras.indd 7 02/01/2013 11:22:58 a.m. 8 La literatura y el humor Érase un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa, érase una nariz sayón y escriba, érase un peje espada muy barbado. Era un reloj de sol mal encarado, érase una alquitara pensativa, érase un elefante boca arriba, era Ovidio Nasón más narizado. Érase un espolón de una galera, érase una pirámide de Egipto, las doce Tribus de narices era. Érase un naricísimo infinito, muchísimo nariz, nariz tan fiera que en la cara de Anás fuera delito. A uNA NAriz Durante el siglo xvii, época de profundas crisis económicas y políticas en España, aparecen grandes escritores que con su obra harán que ese siglo sea llamado por la posteridad el Siglo de Oro, por la riqueza de sus obras literarias y de arte. Entre esos autores hubo un madrileño, Francisco de Quevedo, que con ingenio, humor e inteli- gencia “experimentó el vértigo del lenguaje”, como señala el crítico español Lázaro Carreter. A continuación leerán algunos de sus poemas que, al principio, tal vez les resulten difíciles. Léanlos más de una vez y recuerden que se trata de un texto original que tiene más de cuatrocientos años. Quevedo y los poemas satíricos y burlescos Glosario sayón: saya o falda grande. escriba: por un lado, se refiere a la actitud inclinada del que escribe y, por lo tanto, alude al carácter descendente de la nariz; por otro, es una alusión al judaísmo en cuanto que el oficio de escriba se asociaba a la cultura judía, ya que en ella la alfabetización era obligatoria. peje espada: término que juega con dos sentidos, por un lado, se refiere al pez, y, por otro, a hombre astuto. barbado: alude tanto a las agallas del pez como a los pelos de la nariz. reloj de sol mal encarado: por un lado se refiere a la varilla de un reloj de sol y, por otro, a que es un reloj mal orientado, sombrío, junto con la idea de hombre de mal aspecto. Don Francisco de Quevedo y Villegas, Obras completas en verso, Madrid, Aguilar, 1952. Literatura III-Cap 01-terceras.indd 8 02/01/2013 11:22:59 a.m. Literatura 9 Quien quisiere ser culto en solo un día, la jeri (aprenderá) gonza siguiente: fulgores, arrogar, joven, presiente, candor, construye, métrica armonía; poco, mucho, si no, purpuracía, neutralidad, conculca, erige, mente, pulsa, ostenta, librar, adolescente, señas traslada, pira, frustra, arpía; cede, impide, cisuras, petulante, palestra, liba, meta, argento, alterna, si bien disuelve émulo, canoro. Use mucho de líquido y de errante, su poco de nocturno y de caverna, anden listos livor, adunco y poro. Que ya toda Castilla, con sola esta cartilla, se abrasa de poetas babilones, escribiendo sonetos confusiones; y en la Mancha, pastores y gañanes, atestadas de ajos las barrigas, hacen ya cultedades como migas. Don Francisco de Quevedo y Villegas, Obras completas en verso, Madrid, Aguilar, 1952. rECETA pArA hACEr SOLEDADES EN uN DíA alquitara: alambique. Aparato de destilación que se compone de un recipiente para el líquido y de un conducto que arranca del recipiente, y continúa en un serpentín por donde sale el producto destilado. Ovidio nasón: poeta latino, en el poema se juega con el nombre “Nasón” como au- mentativo de “naso”, nariz grande. espolón de una galera: pieza de hierro saliente que se colocaba en la proa de las galeras. doce tribus: las doce tribus de israel, otra vez hace alusión a que a los judíos se les atribuía tener nariz prominente. Anás: alude a un nombre judío, considerando que, en esa época, el estereotipo de judío conllevaba la idea de que tenía nariz grande. pero a su vez elige un nombre que etimoló- gicamente significa 'sin nariz' (A-nás), es decir, como señala Lázaro Carreter, esa nariz era tan pero tan grande que hasta sería excesiva en la cara de alguien que no tuviera nariz. Glosario Soledades: hace referencia al libro Soledades, de Góngora, de quien Quevedo se burla. babilones: torpes, bobos. gañanes: hombres fuertes y rudos. Literatura III-Cap 01-terceras.indd 9 02/01/2013 11:22:59 a.m. 10 La literatura y el humor Madre, yo al oro me humillo; él es mi amante y mi amado, pues de puro enamorado, de continuo anda amarillo; que pues, doblón o sencillo, hace todo cuanto quiero, poderoso caballero es don Dinero. Nace en las indias honrado, donde el mundo le acompaña; viene a morir en España y es en Génova enterrado. Y pues quien le trae al lado es hermoso, aunque sea fiero, poderoso caballero es don Dinero. Es galán y es como un oro, tiene quebrado el color, persona de gran valor, tan cristiano como moro. pues que da y quita el decoro y quebranta cualquier fuero, poderoso caballero es don Dinero. Son sus padres principales, y es de nobles descendiente, porque en las venas de Oriente todas las sangres son reales; y pues es quien hace iguales al rico y al pordiosero, poderoso caballero es don Dinero. ¿A quién no le maravilla ver en su gloria sin tasa que es lo más ruin de su casa doña Blanca de Castilla? Mas pues que su fuerza humilla, al cobarde y al guerrero, poderoso caballero es don Dinero. Sus escudos de armas nobles son siempre tan principales, que sin sus escudos reales no hay escudos de armas dobles; y pues a los mismos nobles da codicia su minero, poderoso caballero es don Dinero. por importar en los tratos y dar tan buenos consejos, en las casas de los viejosgatos le guardan de gatos. Y pues él rompe recatos y ablanda al juez más severo, poderoso caballero es don Dinero. Es tanta su majestad, (aunque son sus duelos hartos), que con estar hecho cuartos, no pierde su calidad; pero, pues da autoridad al gañán y al jornalero, poderoso caballero es don Dinero. Nunca vi damas ingratas a su gusto y afición; que a las caras de un doblón hacen sus caras baratas; y pues hace las bravatas desde una bolsa de cuero, poderoso caballero es don Dinero. Más valen en cualquier tierra (¡mirad si es harto sagaz!), sus escudos en la paz, que rodelas en la guerra. pues al natural destierra y hace propio al forastero, poderoso caballero es don Dinero. pODErOSO CABALLErO ES DON DiNErO Poesías satíricas: Letrillas. II Don Francisco de Quevedo y Villegas, Obras completas en verso, Madrid, Aguilar, 1952. Literatura III-Cap 01-terceras.indd 10 02/01/2013 11:22:59 a.m. Literatura 11 Glosario de continuo anda amarillo: el color amarillo se asociaba al color de los enamorados. doblón: moneda antigua de oro. sencillo: moneda de menor valor que un doblón. nace en las Indias: se refiere al oro proveniente de América. es en Génova enterrado: Génova era la ciudad italiana donde residían los banqueros. tiene quebrado el color: se decía del rostro pálido. fuero: código o norma, ley. todas las sangres son reales: tiene doble sentido porque se refiere a que, por un lado, pertenece a la realeza y, por otro, se refiere a la moneda de plata. Doña Blanca de Castilla: era la esposa de pedro i y la reina de Castilla, pero también hay un juego de palaras con “blanca” que era una moneda de escaso valor. escudos reales: presenta un doble sentido ya que por un lado se refiere al escudo nobiliario y, por otro, a la moneda. tratos: juego de palabras por el doble sentido de la palabra en su acepción de “ne- gocios” pero también en el sentido de “relaciones sexuales”. gatos le guardan de gatos: juego de palabras con doble sentido ya que por un lado se refiere a bolsos en que se guardaba el dinero y, por otro, “gatos” hace referencia a “ladrones”. cuartos: moneda de poco valor. bravatas: descaradas. rodelas: escudo redondo que cubría el pecho. Francisco de Quevedo nació en Madrid el 14 de septiembre de 1580. Fue un notable y agudo escritor de prosa y de poesía. En prosa es- cribió obras ascéticas, filosóficas, críticas, sátiras, novelas y cartas. Sus padres estaban ligados al mundo de la corte ya que su padre era secretario de la princesa María, hija del rey Carlos i, y su madre asistía a la cámara de la reina isabel. Nacido y criado en Madrid, Francisco de Quevedo fue un madrileño fanático. Estudió humani- dades con los Jesuitas y filosofía y lenguas clásicas en Alcalá. Tam- bién estudió teología en Valladolid aunque no llegó a ordenarse. Sin alejarse nunca de las letras, escribiendo poesía en todo momento, Francisco de Quevedo se entrenó en el uso de armas. En 1611 tuvo que huir a Sicilia debido a un incidente en la iglesia de San Martín, donde se batió a duelo con un caballero que, después de ser atravesado por el arma de Quevedo, murió a causa de las heridas. En italia, colaboró con el duque de Osuna. regresó a Madrid pero en 1620 fue desterrado a la Torre de Juan de Abad. A finales de 1639 fue encarcelado debido a un memorial aparecido bajo la servilleta del rey en el que Quevedo denunciaba su política. A pesar de que quemó más de la mitad de su obra poética a pedido de un maes- tro jesuita, Quevedo es uno de los poetas castellanos más prolíficos. Extremado entre lo noble y lo grotesco, su obra refleja la violencia de esta contradicción con la exageración y la hipérbole. Criticó el culteranismo de Góngora y con su obra, en humor y agudeza, fue exponente del conceptismo. Murió en Villanueva de los infantes, el 8 de septiembre de 1645, dos años des- pués de salir en mal estado de salud de la cárcel. El autor Literatura III-Cap 01-terceras.indd 11 02/01/2013 11:22:59 a.m. 12 La literatura y el humor Literatura 1312 La literatura y el humor Lean atentamente cada uno de los poemas dos veces en silencio y luego realicen una lectura en voz alta para apreciar su musicalidad. Luego realicen las actividades: • A una nariz 1. Conversen entre ustedes y determinen de qué se “habla” en el poema. 2. Debatan entre ustedes cómo es el tono de este poema y justifiquen con citas textuales. 3. identifiquen y subrayen imágenes en la primera estrofa. Luego elijan la que les parezca más descriptiva y justifiquen por qué. 4. Describan la estructura del poema: cuántas estrofas lo componen y cuántos ver- sos tiene cada estrofa. ¿Conocen el nombre que recibe esta clase de poemas? 5. Según Lázaro Carreter, un estudioso de Quevedo, en este poema hay una acumu- lación metafórica respecto de un centro poético. identifiquen cuál es ese objeto central y subrayen las metáforas que se superponen. 6. En cuanto a la construcción del poema, observen qué pasa con cada verso: ¿dependen unos de otros o son independientes? ¿Se instala un mismo objeto o varios en cada verso? 7. En este poema aparecen muchas dilogías, es decir, el uso de una palabra con dos sig- nificados distintos dentro del mismo enunciado, como por ejemplo: peje espada, que alude al pez, por un lado, y a hombre astuto, por otro. Busquen tres ejemplos más. 8. Debatan entre ustedes en qué radica lo cómico de este soneto. • Recetas para hacer Soledades en un día 1. identifiquen el destinatario de este poema. 2. Debatan sobre la connotación de la palabra jerigonza asociada a la poesía de un poeta, Góngora, muy criticado por Quevedo, e interpreten cuál o cuáles pueden ser los sentidos de que aparezca cortada: “jeri (aprenderá) gonza”. 3. Soledades fue un libro de poemas de Góngora, escritor con quien Quevedo man- tuvo una intensa rivalidad literaria. Seleccionen cuál les parece la interpretación más adecuada de la burla que subyace en el poema: i. En este poema, se plantea y se enumera la riqueza de vocabulario del poeta Góngora, poniendo como ejemplo una lista de vocablos utilizados por ese au- tor en su libro titulado Soledades. ii. En este poema, Quevedo critica el estilo del poeta Góngora por el uso rebusca- do y oscuro de palabras exóticas, haciendo una enumeración de una serie de palabras que en ese momento sonaban raras. 4. identifiquen en el poema el recurso de connotación denominado enumeración y debatan entre ustedes qué efecto o efectos provoca en el lector. • Poesía satírica. Letrillas. II 1. ¿A quién está dirigido este poema? 2. ¿Cómo describe el yo lírico su afición al dinero? 3. identifiquen y expliquen qué satiriza Quevedo en la segunda estrofa. 4. Confeccionen una lista en la que incluyan los poderes que tiene don Dinero. 5. Según este poema, debatan qué efecto tiene don Dinero sobre las mujeres. 6. En algunos versos, Quevedo escribe conceptos opuestos. Localícenlos y transcrí- banlos, como por ejemplo, en el verso 16: “es hermoso aunque sea fiero”. a Literatura III-Cap 01-terceras.indd 12 02/01/2013 11:22:59 a.m. Literatura 1312 La literatura y el humor Literatura 13 Durante el siglo xvii, en Europa se desarrolló un movimiento artístico y espiritual en reacción al renacimiento, que consistió en restaurar el va- lor humano exaltando los afectos, las pasiones y la diversidad. Este movimiento, que surgió primero en la arquitectura y en las artes plás- ticas, también abarcó la literatura, y estalló en España con mucha más fuerza que en cualquier otro país europeo. De hecho, este período forma parte del Siglo de Oro español de las letras y el arte. En contraste, fue una época marcada por la crisis, la disminución del poder del imperio es- pañol y las constantes guerras, muchas de ellas ocasionadas por motivos religiosos como conse- cuencia del cisma impuesto por la reforma de Lutero en 1520. Durante este siglo, España se vio involucra- da en la guerra de los Treinta Años, la crisis con holanday la guerra contra Francia. Todos estos conflictos bélicos significaron una importante pérdida de territorios y, por lo tanto, de poderío económico. pero los conflictos no eran solamente exter- nos. Durante este tiempo, la Corona española también debía enfrentar problemas internos. Además de la recesión económica producida por las pérdidas territoriales y los gastos que implicaba sostener un estado de guerra permanente, España tuvo que enfrentar una crisis, la de 1640, que la dividía en dos ideas opuestas de país: un país centralista, por un lado, y uno descentralizado, por el otro. Fueron épocas de grandes cambios sociales en el campo y en la ciudad. Debi- do a los adelantos introducidos en la agricultura, como por ejemplo, la rotación de cultivos, surgió la burguesía agraria de entre aquellos terratenientes que se enriquecieron y que pudieron contratar jornaleros para que cultivaran sus tie- rras. En la ciudad, surgieron además nuevos grupos sociales: los mercaderes, los financistas y los maestros manufactureros. Si bien el absolutismo monárquico continuó siendo el sistema de poder por antonomasia, cada vez se hacía más difícil de sostener. Los reyes eran conside- rados la autoridad absoluta del Estado, pero como representantes y gobernantes debían afianzar su autoridad sobre las instituciones administrativas y judiciales, además de imponerse a la nobleza. Debido a la crisis económica, las monarquías comenzaron a otorgar nuevos títulos de nobleza para generar más ingresos. Si bien este dinero solucionaba problemas económicos, el hecho de que hubiera cada vez más nobles hacía más complicado sostener la autoridad. Todos estos cambios y convulsiones se vieron reflejados en un arte recargado de detalles, minuciosidades, audacia sin límites e imaginación sin frenos, en contraste con el arte renacentista de líneas simples y puras. Niños comiendo melón y uvas, óleo sobre lienzo de Bartolomé Esteban Murillo, actualmente en la Pinacoteca Antigua de Múnich. Literatura III-Cap 01-terceras.indd 13 02/01/2013 11:23:02 a.m. 14 • Identifiquen los acontecimientos históricos que influyeron notoriamente en este período español. • Confeccionen un cuadro en el que consignen los rasgos sobresalientes del Renacimiento en Es- paña, por un lado, y los del Barroco, por otro. A diferencia del renacimiento del siglo xvi, cuando la vitalidad, el optimismo, la exaltación de la naturaleza y el hombre eran los rasgos que predominaban, durante el Barroco del siglo xvii, imperaba un sentimiento de desconfianza hacia el mundo, y una mirada sombría y desengañada de la existencia humana. En este período, en la literatura se perdió la idea de equilibrio y uniformidad renacentista, y se buscó tanto la artificiosidad y la complejidad, como la intención de asombrar, ya fuera en los temas tratados como en las formas de expresarlos. Todo lo que implicaba simpleza o llaneza se dejó de lado en pos de darle lugar al artificio y la dificultad. La literatura barroca se caracterizó por la proliferación de los contrastes, ocupando un rol central los recursos de connotación, sobre todo la metáfora, la antítesis y la paradoja. Algunos de los grandes temas que atravesaron este período se relacionaron con la toma de conciencia de la apariencia engañosa de las cosas, y la brevedad y fugacidad de la vida. Fue un momento en el que se criticó todo lo relacionado con las vanidades de la vida, como la ambición, el orgullo y el dinero. También el tema del amor fue tratado como algo engañoso y contradictorio. En España, esta etapa se conoce como el Siglo de Oro de las artes y las letras por la gran cantidad de obras y artistas que la poblaron. Si bien se produjeron grandes obras literarias en todos los géneros, el teatro fue el más representativo por la posi- bilidad de utilizar gran cantidad de recursos efectistas, tan afines al gusto barroco. La poesía siguió desarrollando muchos de los temas renacentistas, pero abordados con una mayor complicación estilística. La narrativa encontró en la novela picares- ca una forma adecuada para la expresión de los problemas sociales e ideológicos. En la literatura barroca española, se desarrollaron dos corrientes literarias: el culteranismo y el conceptismo. El culteranismo basaba su búsqueda de la belle- za en la intensiva utilización de metáforas e imágenes sensoriales, y en las citas mitológicas. Se trataba de una poesía de gran artificiosidad, con una gran valora- ción de los aspectos sensoriales. Su máximo representante fue Luis de Góngora. El conceptismo, relacionado más con el plano del pensamiento, se basaba en la condensación expresiva y los juegos de palabras, planteando un desafío a la inte- ligencia del lector. Su mayor exponente fue Francisco de Quevedo. En España aparecieron novedosas formas de contar, ya que se incorporaron distintos discursos y diferentes voces sociales en los textos. Además, las historias fueron protagonizadas por antihéroes socialmente marginados. En este nuevo panorama de la literatura, apareció El ingenioso hidalgo don Quijote de la Man- cha, considerada la primera novela moderna. Contexto literario El Barroco Literatura III-Cap 01-terceras.indd 14 02/01/2013 11:23:02 a.m. Literatura 15 Quevedo y el conceptismo Quevedo forma parte de una época en que tanto la demanda popular como la literatura estaban muy interesadas en las cuestiones donde se pusiera en jue- go el ingenio. por eso, durante el siglo xvii, existió una literatura basada en una estructura conceptual que proponía un enigma o problema, con el que se asociaban ciertas preguntas morales que solían interesar mucho, junto con un desarrollo de argumentos y luego una resolución lógica. Esta literatura era muy apreciada por un público ávido de esos planteos tan ingeniosamente trabados. Ese ingenio se desarrolla y se expresa, aparte de con los enigmas, con las adi- vinanzas, los acrósticos, los jeroglíficos, es decir, en diferentes pasatiempos en donde el ingenio era el protagonista. El conceptismo, con Quevedo a la cabeza, y el culteranismo, cuyo represen- tante es Góngora, no son movimientos opuestos, pese a la dura rivalidad que mantenían sus defensores, sino que forman parte de una sensibilidad estética general que busca la originalidad, y pretende sorprender y admirar al lector. En ambos se rompe con el ideal renacentista de equilibrio entre forma y contenido. El conceptismo se caracteriza por el predominio de asociaciones ingeniosas de palabras o ideas. por esto mismo, en esta literatura se juega con los signifi- cados de las palabras, es decir, los conceptos, y sus relaciones más insospecha- das. Los procedimientos conceptistas más característicos son: la comparación, la antítesis y el contraste, la paradoja, el doble sentido de las palabras, las hi- pérboles, los equívocos, y, en un lugar destacado, la metáfora. por supuesto, todos estos recursos existían antes del Barroco, pero es en esta época que se produjo una densificación de su utilización, generando en el lector múltiples sorpresas y perplejidades. uno de los principios conceptistas se basa en la idea de decir mucho con pocas palabras. por eso los conceptistas desarrollaban y experimentaban la agudeza verbal, relacionada con la utilización de un lenguaje conciso, lleno de contenido. El poeta no va tras el objeto, sino tras su imagen lingüística. En esa búsqueda del lenguaje es en donde el escritor pone de manifiesto sus inge- niosos malabarismos. Algunas de estas pruebas de ingenio son sencillas, como por ejemplo, la inversión de palabras: amor-Roma, o la paronomasia: puerta y puerto; pero también hay otras más complejas, como los juegos de palabras: el galán que me quisiere, / siempre me regalará, / porque de él se me dará / lo mismo que se me diere; o casos como la disociación o el calambur. Los poetas conceptistas escribían y se dirigían hacia un público amplio,no escribían para los eruditos o los lectores cultos. En esta literatura, la dificultad que se plantea no funciona como una pared para la comprensión del lector, sino como un pequeño obstáculo que provoca que el lector se detenga un minuto y luego siga leyendo, con la satisfacción de haber puesto su ingenio en la resolu- ción de la dificultad. Literatura III-Cap 01-terceras.indd 15 02/01/2013 11:23:02 a.m. Literatura 1716 La literatura y el humor Literatura 1716 La literatura y el humor Primer paso para comprender la esencia de un fenómeno llamado conceptismo ha de ser forzosa- mente conocer el significado de esta palabra. ¿Qué es el concepto? Poco más que vaguedades ha dicho la crítica sobre este punto fundamental. El fondo de la cuestión ha sido, en general, eludi- do, sin percibir que, oscura o reflexivamente, el vocablo concepto significaba algo concreto para los escritores sescentistas. Hemos de llegar a Baltasar Gracián, observador excepcional de los recursos formales de su siglo, para obtener una respuesta categórica. La definición de Gracián, contenida en el discurso II de la agudeza y arte de ingenio, ha sido múltiples veces aducida, pero su misma transparencia ha disimulado y ocultado su densidad, su exacto sentido. Recordémosla: “De suerte que se puede definir el concepto: es un acto del entendimiento, que exprime la corres- pondencia que se halla entre los objetos”. Tan concisa explicación enuncia todo un método de encararse con el objeto poético. Anticipemos que puede haber otro. Puede el artista, en efecto asediar su objeto, cercarlo y aislarlo, para su más perfecta aprehensión. Todo se ordena así en torno al tema cantado, concéntricamente, como las ondas alrededor del punto en que el agua fue herida. Tal hicieron, desde el Fray Luis de las odas e himnos, hasta el Cetina de los madrigales, los grandes maestros del quinientos. El artista, lejos de aislar y recluir su objeto, ha de hacerlo entrar en relación con otro u otros objetos. Con un esfuerzo acrobático, ha de ir tejiendo una red de conexiones. La jerarquía tradicional, integrada por un centro poético rodeado de una serie de elementos subordinados, que contribuyen a darnos un conocimiento directo del mismo, se rompe en la estética expuesta por Gracián. Se trata ahora de tender puentes entre ese centro y otros lugares más o menos lejanos, se trata de conocer el objeto, no en sí, no por descripciones que nos conduzcan hacia él, sino por las relaciones que el poeta ha tendido. El escritor nos niega la visión directa de su objeto y nos fuerza a contemplar su imagen en otra u otras cosas. La visión directa ha quedado sustituida por una visión refleja. Situado el lector en una especie de caverna platónica, ve desfilar unas cuantas sombras que le dan testimonio de cuanto el poeta quiere co- municarle. En esta capacidad del escritor para crear relaciones y establecer correspondencias, para engendrar conceptos, consiste la verdadera agudeza codificada por Gracián. Fernando Lázaro Carreter, Estilo barroco y personalidad creadora. Góngora, Quevedo, Lope de Vega, Madrid, Cátedra, 1974. • Indiquen verdadero [V] o falso [F] en los siguientes enunciados y justifiquen con ejemplos: El ingenio fue una de las claves de las obras conceptistas y se expresaba en una rica utiliza- ción de recursos poéticos y de la agudeza verbal. Los poetas conceptistas buscaban el equilibrio entre la forma y el contenido. El público barroco apreciaba los juegos de palabras que desafiaban a la inteligencia. • Identifiquen qué definición de concepto plantea el escritor Gracián, según el artículo de Lázaro Carreter, y explíquenla con sus palabras. • Debatan entre ustedes los sentidos de la siguiente cita: “Se trata ahora de tender puentes entre ese centro y otros lugares más o menos lejanos, se trata de conocer el objeto, no en sí, no por des- cripciones que nos conduzcan hacia él, sino por las relaciones que el poeta ha tendido”. Literatura III-Cap 01-terceras.indd 16 02/01/2013 11:23:02 a.m. Literatura 1716 La literatura y el humor Literatura 1716 La literatura y el humor La dificultad para el lector Las obras burlescas y satíricas Quevedo, como poeta conceptista, establece conexiones, muchas veces extrañas, entre los objetos, proponiendo con esto una evidente dificultad para el lector, ya que el em- pleo de estos recursos conspira contra la simpleza. Ninguno de los poetas conceptistas podría catalogarse de sencillo, pero muchos críticos han señalado que, si bien Quevedo podría considerarse un escritor difícil en sus juegos conceptuales, no es en ninguna medida oscuro. Es decir, exige del lector una lectura atenta, concentrada e inteligente, para comprender y desarticular los juegos y recursos que propone con el lenguaje, pero los sentidos a los que arriba no son complejos. recuerden, por ejemplo, el soneto “A una nariz”, en donde hay cierta dificultad en los recursos del lenguaje, pero la burla que se plantea hace referencia simplemente al tamaño descomunal de una nariz. En su obra, se observan algunos recursos sencillos de la agudeza conceptual o verbal, como las paronomasias, los calambures y los equívocos. Y también hay muchas antítesis. para algunos críticos, la dificultad en Quevedo radica en la hete- rogénea riqueza, y la acumulación e intensificación de recursos formales del con- ceptismo. Dos de los principales recursos utilizados por este autor, y que proponen una mayor complejidad, son la acumulación metafórica, basada en una serie de metáforas vinculadas a un centro poético, y la dilogía, ubicada en el plano de la pa- labra, la cual sirve de nexo que relaciona dos diferentes y contrastados extremos. un ejemplo de acumulación metafórica se evidencia en el soneto “A una na- riz”, en el que cada verso, que funciona de manera independiente de los otros, presenta un objeto distinto relacionado con el objeto central, de manera metafóri- ca. De esta manera, el poema adquiere una estructura radial en la que cada radio lleva al lugar común de todas las metáforas, es decir, en este caso, a la nariz. En Quevedo, la metáfora aparece como un recurso importante y como fuente de conceptos, porque conecta de manera insólita dos signos que denotan objetos dis- tantes y diferentes, y porque exige el ingenio del receptor para ser descifrada. Los poemas de Quevedo y los de sus contemporáneos barrocos fueron pensados como problemas por resolver, como una serie de intrincados conceptos, un juego intelec- tual que exigía necesariamente que el lector entrase en las convenciones del juego. Quevedo fue un escritor muy fecundo que escribió prosa y poesía. Su producción poética es muy variada: escribió poesía amorosa, centrada sobre todo en los pa- decimientos del que ama; poesía metafísica, en la que plantea los grandes temas del Barroco: la fugacidad de la vida, el desengaño; poesía política, en la que apa- rece el problema de España, y denuncia la decadencia y la corrupción; y poesía satírico-burlesca, en la que se manifiesta una fuerte crítica moral y social. En su poesía satírico-burlesca, utiliza todos los recursos propios del concep- tismo, especialmente las hipérboles, los juegos de palabras y las metáforas. Estas últimas toman la forma de metáforas degradantes, como por ejemplo, en el soneto “A una nariz”, en el que la nariz o el narigón se van transformando sucesivamente en alquitar, pez espada, reloj de sol, elefante boca arriba, Ovidio Nasón o espolón Literatura III-Cap 01-terceras.indd 17 02/01/2013 11:23:02 a.m. Literatura 1918 La literatura y el humor Literatura 1918 La literatura y el humor de galera. En este caso, las metáforas se construyen junto a la hipérbole desmesu- rada para poder crear un efecto burlesco. Muchos de sus poemas burlescos no impresionan por su contenido, que suele ser trivial, sino por el uso del lenguaje y sus recursos. Es en estos poemas en don- de se aprecia aúnmás la enorme capacidad y creación léxica de Quevedo. La poesía de Quevedo presenta un hondo pesimismo y una visión desolada del hombre y del mundo, unida a la percepción de decadencia de España. Esta visión también aparece en sus sátiras junto con la idea del desengaño, solo que se muestra en relación con la literatura y su rivalidad con Góngora, su “enemigo” literario, o con la corrupción general de costumbres de su tiempo, el dinero, los médicos, etcétera. Sus sátiras contienen un profundo sentido crítico, y son una inteligente y fiel expresión de la época y del país que vivió. Quevedo utiliza el español de su tiempo y trabaja con todas las posibilidades que el idioma vigente le suministra. para los críticos, la obra de Quevedo sintetiza la visión española del mundo condensada en la lengua. En la poesía de Quevedo se observa la capacidad de acumular y condensar sentidos, es decir, en los términos que utiliza o en los recursos elegidos hay una alusión a múltiples sentidos. Los críticos coinciden en que Quevedo dominaba de una manera absoluta la lengua en todos sus registros, y conocía los recursos retóricos a la perfección. Eso se ve en los juegos de palabras que crea, los equívocos, las deformaciones grotescas, las paradojas, las antítesis, las hipérboles, las paronomasias y las dilogías. uno de los rasgos característicos del uso de la lengua en los poemas satíricos bur- lescos, por ejemplo, es la parodia de palabras y expresiones vigentes en la lengua de ese momento. También la invención de palabras o neologismos, con los que busca con- densar en una sola palabra una idea que, en general, se formularía con un grupo de palabras, como por ejemplo, el neologismo quintainfamia, en el que en un solo vocablo se refiere a la idea de “quintaescencia de la infamia”. En otros casos, agrega prefijos (archi- o proto-) que denotan preeminencia o superioridad; y parodiando palabras exis- tentes en la lengua, como por ejemplo: archiduque, protomédico, él inventa: archidiablo, archigato o protocornudo, protomiseria, resaltando la oposición interna de los términos. Otro rasgo del uso de la lengua en su poesía es la intensidad afectiva, que se manifiesta en el uso de oraciones interrogativas, exclamativas y apelativas; en llamadas directas al lector, y en el uso de aumentativos y diminutivos. Quevedo y la lengua • Investiguen qué son las paronomasias, los calambures y los equívocos, y escriban en la carpeta una definición para cada uno. Ejemplifiquen con versos de los poemas leídos. • Expliquen con sus palabras las razones que justifican clasificar a “Letrillas. II” como un poema satírico. • Identifiquen neologismos en los tres poemas leídos y confeccionen una lista con ellos. Debatan entre ustedes qué cambios o transformaciones se produjeron en cada palabra, y escriban sus con- clusiones en la carpeta. Literatura III-Cap 01-terceras.indd 18 02/01/2013 11:23:02 a.m. Literatura 1918 La literatura y el humor Literatura 1918 La literatura y el humor El soneto La métrica, los acentos y la rima El soneto es una forma poética tradicional que tiene una estructura de catorce versos de once sílabas o endecasílabos, con rima consonante. Los versos se distribuyen en cuatro estrofas: las dos primeras son cuartetos, o estrofas de cuatro versos cada una, y las dos últimas son dos tercetos, de tres versos cada una. Si bien los dos cuartetos deben respetar un mismo esquema de rima, la rima de los tercetos se puede distribuir en forma libre. Si bien la organización del contenido de un soneto no es siempre la misma, en general suelen presentar el siguiente esquema: el primer cuarteto plantea el tema del soneto, y el segundo cuarteto lo desarrolla; el primer terceto expresa algún sen- timiento relacionado con el tema o reflexiona sobre este, y el último terceto es una conclusión que, de alguna manera, otorga sentido al resto del poema. Como todo poema tradicional, las características del soneto se relacionan con los siguientes aspectos: • La subjetividad: es la presencia de la voz del sujeto, yo lírico o yo poético. En los poemas, las marcas de la primera persona gramatical, junto con todas las expre- siones valorativas que aparecen, dan cuenta de la interioridad del emisor poético. • La musicalidad: está dada por el ritmo que, a su vez, está conformado por la métrica, la rima y los acentos. • Los procedimientos de la connotación: tales como la metáfora, la personi- ficación, la antítesis, la hipérbole, entre otros. La musicalidad de los poemas está dada por el ritmo que, a su vez, está formado por la cantidad de sílabas de cada verso o métrica, los acentos y la rima. En las formas poéticas tradicionales, como el soneto, tanto la métrica como la rima son regulares, es decir, mantienen la misma forma a lo largo del poema. La métrica se relaciona con la cantidad de sílabas de cada verso, y para contar las sílabas de cada verso, se siguen las siguientes pautas: • se separan en sílabas todas las palabras de un mismo verso y luego se suman; • pero si una palabra termina en vocal y la siguiente se inicia también con vo- cal, ambas se unen en una sola sílaba y forman una sinalefa; • también puede suceder que, por una necesidad de hacer regular la métrica del poema, se separe la vocal final de una palabra, de la vocal inicial de la siguiente; es el caso del hiato. para la medición de sílabas es necesario aplicar las siguientes reglas: — Si un verso termina en palabra grave, su métrica no se modifica; — Si termina en palabra aguda o en palabra monosílaba, se agrega una sílaba; — Si el verso termina en palabra esdrújula, se resta una sílaba. El acento interno se relaciona con los acentos que recaen en las palabras que forman un verso. Si cada determinados sonidos o sílabas se produce uno más acen- tuado, y cada tantos otros, una pausa, se está produciendo ritmo. La rima es la co- incidencia total o parcial de sonidos finales de los versos, a partir de la última vocal Literatura III-Cap 01-terceras.indd 19 02/01/2013 11:23:02 a.m. Literatura 2120 La literatura y el humor acentuada inclusive. No es esencial para que exista el ritmo, pero sirve para desta- carlo. La rima puede ser consonante (coinciden los sonidos de vocales y consonan- tes), asonante (coinciden solamente las vocales) o libre (los versos no riman entre sí, es decir, no hay coincidencia de sonidos). La rima se representa con las primeras letras del abecedario, en imprenta mayúscula. por ejemplo, la rima de un soneto clásico podría ser: ABBA ABBA CDC DCD (la misma letra señala coincidencia). Los recursos poéticos Los recursos poéticos, o también llamados figuras retóricas o recursos de connotación, son procedimientos que se utilizan para transformar el lenguaje habitual o cotidiano agregándole otros sentidos o sentidos figurados. Las figuras retóricas provocan determi- nados efectos, y se expresan en los distintos planos o niveles del lenguaje. Algunas de las figuras retóricas o recursos más utilizados en la poesía barroca son los siguientes: • En el plano semántico: La metáfora consiste en la sustitución de una palabra por otra, vinculadas am- bas por cierta relación de semejanza, es decir, es el reemplazo de un concepto por otro al que se lo relaciona por su significado. En algunos casos, la metáfora es- tablece una comparación entre dos términos, de los cuales uno está ausente. por ejemplo: érase un elefante boca arriba. La hipérbole implica una exageración y surge del establecimiento de una equipara- ción desproporcionada, ya sea por la magnificación o por la minimización de un concep- to. Durante el Barroco fue un recurso que funcionó como base de textos que exageraban aspectos físicos, sociales y morales, con intenciones satíricas y burlescas. En general suele usarse como un recurso burlesco. por ejemplo: érase un naricísimo infinito. La antítesis es un recurso de carácter lógico que introduceen el discurso palabras o frases contrarias, establece una relación por contraste con la intención de destacar una idea. por ejemplo: ayer naciste y morirás mañana. Para tan breve ser ¿quién te dio vida? • En el plano sintáctico: El paralelismo es una construcción sintáctica similar que se repite. por ejemplo: Éra- se un hombre a una nariz pegado / érase una nariz superlativa… y versos siguientes. • Analicen la métrica y la rima del soneto “A una nariz” y del poema “Receta para hacer Soledades en un día”. • Identifiquen y subrayen tres metáforas en “Receta para hacer Soledades en un día”, y tres en “Letrillas. II”. Debatan entre ustedes el plano connotativo de dichos recursos y escriban sus interpretaciones en la carpeta. • Identifiquen los paralelismos en “Letrillas. II” y expliquen oralmente los sentidos de ese recurso en el poema. • Reflexionen entre ustedes qué recursos poéticos predominan en “A una nariz”, justifiquen con citas textuales y expliquen qué efecto provoca en el lector. • Identifiquen una hipérbole en “Receta para hacer…” y una antítesis en “Letrillas. II”. • Debatan entre ustedes qué recurso poético es: atestadas de ajos las barrigas, discutan sus sentidos y escriban sus conclusiones en la carpeta. Literatura III-Cap 01-terceras.indd 20 02/01/2013 11:23:02 a.m. Literatura 2120 La literatura y el humor Literatura 21 A continuación, leerán el tercer capítulo de la primera novela moderna escrita en el siglo xvii: Don Quijote de la Mancha, en el que su ilustre y desequilibra- do protagonista solicita a un simple posadero (a quien don Quijote ve como un importante noble en su castillo) que lo ordene caballero para, de esta manera, poder salir al mundo en busca de aventuras y “deshacer agravios, enderezar entuertos y enmendar sinrazones”. Así, fatigado deste pensamiento, abrevió su venteril y limitada cena; la cual acaba- da, llamó al ventero y, encerrándose con él en la caballeriza, se hincó de rodillas ante él, diciéndole: —No me levantaré jamás de donde estoy, valeroso caballero, fasta que la vuestra cortesía me otorgue un don que pedirle quiero, el cual redundará en alabanza vues- tra y en pro del género humano. El ventero, que vio a su huésped a sus pies y oyó semejantes razones, estaba con- fuso mirándole, sin saber qué hacerse ni decirle, y porfiaba con él que se levantase, y jamás quiso, hasta que le hubo de decir que él le otorgaba el don que le pedía. —No esperaba yo menos de la gran magnificencia vuestra, señor mío —respondió don Quijote—, y así os digo que el don que os he pedido y de vuestra liberalidad me ha sido otorgado es que mañana en aquel día me habéis de armar caballero, y esta noche en la capilla deste vuestro castillo velaré las armas, y mañana, como tengo dicho, se cumplirá lo que tanto deseo, para poder como se debe ir por todas las cuatro partes del mundo buscando las aventuras, en pro de los menesterosos, como está a cargo de la caballería y de los caballeros andantes, como yo soy, cuyo deseo a seme- jantes fazañas es inclinado. El ventero, que, como está dicho, era un poco socarrón y ya tenía algunos barrun- tos de la falta de juicio de su huésped , acabó de creerlo cuando acabó de oírle seme- jantes razones y, por tener que reír aquella noche, determinó de seguirle el humor; y, así, le dijo que andaba muy acertado en lo que deseaba y pedía y que tal prosupuesto era propio y natural de los caballeros tan principales como él parecía y como su ga- llarda presencia mostraba; y que él ansimesmo, en los años de su mocedad, se había dado a aquel honroso ejercicio, andando por diversas partes del mundo, buscando sus aventuras, sin que hubiese dejado los percheles de Málaga, islas de riarán, Com- pás de Sevilla, Azoguejo de Segovia, la Olivera de Valencia, rondilla de Granada, playa de Sanlúcar, potro de Córdoba y las Ventillas de Toledo y otras diversas partes, CApíTuLO iii: DONDE SE CUENtA LA GRACIOSA MANERA QUE tUvO DON QUIjOtE EN ARMARSE CABALLERO El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha Literatura III-Cap 01-terceras.indd 21 02/01/2013 11:23:02 a.m. 22 La literatura y el humor donde había ejercitado la ligereza de sus pies, sutileza de sus manos, haciendo mu- chos tuertos, recuestando muchas viudas, deshaciendo algunas doncellas y enga- ñando a algunos pupilos y, finalmente, dándose a conocer por cuantas audiencias y tribunales hay casi en toda España; y que, a lo último, se había venido a recoger a aquel su castillo, donde vivía con su hacienda y con las ajenas, recogiendo en él a todos los caballeros andantes, de cualquiera calidad y condición que fuesen, solo por la mucha afición que les tenía y porque partiesen con él de sus haberes, en pago de su buen deseo. Díjole también que en aquel su castillo no había capilla alguna donde poder velar las armas, porque estaba derribada para hacerla de nuevo, pero que en caso de nece- sidad él sabía que se podían velar dondequiera y que aquella noche las podría velar en un patio del castillo, que a la mañana, siendo Dios servido, se harían las debidas ceremonias de manera que él quedase armado caballero, y tan caballero, que no pu- diese ser más en el mundo. preguntole si traía dineros; respondió don Quijote que no traía blanca, porque él nun- ca había leído en las historias de los caballeros andantes que ninguno los hubiese traído. A esto dijo el ventero que se engañaba: que, puesto caso que en las historias no se escribía, por haberles parecido a los autores dellas que no era menester escrebir una cosa tan clara y tan necesaria de traerse como eran dineros y camisas limpias, no por eso se había de creer que no los trujeron, y, así, tuviese por cierto y averigua- do que todos los caballeros andantes, de que tantos libros están llenos y atestados, llevaban bien herradas las bolsas, por lo que pudiese sucederles, y que asimismo llevaban camisas y una arqueta pequeña llena de ungüentos para curar las heridas que recebían, porque no todas veces en los campos y desiertos donde se combatían y salían heridos había quien los curase, si ya no era que tenían algún sabio encan- tador por amigo, que luego los socorría, trayendo por el aire en alguna nube alguna doncella o enano con alguna redoma de agua de tal virtud, que en gustando alguna gota della luego al punto quedaban sanos de sus llagas y heridas, como si mal al- guno hubiesen tenido; mas que, en tanto que esto no hubiese, tuvieron los pasados caballeros por cosa acertada que sus escuderos fuesen proveídos de dineros y de otras cosas necesarias, como eran hilas y ungüentos para curarse; y cuando sucedía que los tales caballeros no tenían escuderos –que eran pocas y raras veces–, ellos mesmos lo llevaban todo en unas alforjas muy sutiles, que casi no se parecían, a las ancas del caballo, como que era otra cosa de más importancia, porque, no siendo por ocasión semejante, esto de llevar alforjas no fue muy admitido entre los caballe- ros andantes; y por esto le daba por consejo, pues aun se lo podía mandar como a su ahijado, que tan presto lo había de ser, que no caminase de allí adelante sin dineros y sin las prevenciones referidas, y que vería cuán bien se hallaba con ellas, cuando menos se pensase. prometiole don Quijote de hacer lo que se le aconsejaba, con toda puntualidad, y, así, se dio luego orden como velase las armas en un corral grande que a un lado de la venta estaba, y recogiéndolas don Quijote todas, las puso sobre una pila que junto Literatura III-Cap 01-terceras.indd 22 02/01/2013 11:23:02 a.m. Literatura 23 a un pozo estaba y, embrazando su adarga, asió de su lanza, y con gentil continente, se comenzó a pasear delante de la pila; y cuando comenzó el paseo, comenzaba a cerrar la noche. Contó el ventero a todos cuantos estaban en la venta la locura de su huésped, la vela de las armas y la armazón de caballería que esperaba. Admiráronse de tan extraño género de locuray fuéronselo a mirar desde lejos, y vieron que con sosega- do ademán unas veces se paseaba; otras, arrimado a su lanza, ponía los ojos en las armas, sin quitarlos, por un buen espacio, dellas. Acabó de cerrar la noche, pero con tanta claridad de la luna, que podía competir con el que se la prestaba, de manera que cuanto el novel caballero hacía era bien visto de todos. Antojósele en esto a uno de los arrieros que estaban en la venta ir a dar agua a su recua, y fue menester quitar las armas de don Quijote, que estaban sobre la pila; el cual, viéndole llegar, en voz alta le dijo: —¡Oh tú, quienquiera que seas, atrevido caballero, que llegas a tocar las armas del más valeroso andante que jamás se ciñó espada! Mira lo que haces, y no las to- ques, si no quieres dejar la vida en pago de tu atrevimiento. No se curó el arriero destas razones (y fuera mejor que se curara, porque fuera curarse en salud); antes, trabando de las correas, las arrojó gran trecho de sí. Lo cual visto por don Quijote, alzó los ojos al cielo y, puesto el pensamiento (a lo que pareció) en su señora Dulcinea, dijo: —Acorredme, señora mía, en esta primera afrenta que a este vuestro avasallado pecho se le ofrece; no me desfallezca en este primero trance vuestro favor y amparo. Y diciendo estas y otras semejantes razones, soltando la adarga, alzó la lanza a dos manos y dio con ella tan gran golpe al arriero en la cabeza, que le derribó en el suelo tan maltrecho, que, si segundara con otro, no tuviera necesidad de maestro que le curara. hecho esto, recogió sus armas y tornó a pasearse con el mismo reposo que primero. Desde allí a poco, sin saberse lo que había pasado (porque aún estaba aturdido el arriero), llegó otro con la mesma intención de dar agua a sus mulos y, lle- gando a quitar las armas para desembarazar la pila, sin hablar don Quijote palabra y sin pedir favor a nadie soltó otra vez la adarga y alzó otra vez la lanza y, sin hacerla pedazos, hizo más de tres la cabeza del segundo arriero, porque se la abrió por cua- tro. Al ruido acudió toda la gente de la venta, y entre ellos el ventero. Viendo esto don Quijote, embrazó su adarga y, puesta mano a su espada, dijo: —¡Oh señora de la fermosura, esfuerzo y vigor del debilitado corazón mío! Ahora es tiempo que vuelvas los ojos de tu grandeza a este tu cautivo caballero, que tamaña aventura está atendiendo. Con esto cobró, a su parecer, tanto ánimo, que si le acometieran todos los arrieros del mundo, no volviera el pie atrás. Los compañeros de los heridos, que tales los vie- ron, comenzaron desde lejos a llover piedras sobre don Quijote, el cual lo mejor que podía se reparaba con su adarga y no se osaba apartar de la pila, por no desamparar las armas. El ventero daba voces que le dejasen, porque ya les había dicho como era loco, y que por loco se libraría, aunque los matase a todos. También don Quijote las Literatura III-Cap 01-terceras.indd 23 02/01/2013 11:23:02 a.m. 24 La literatura y el humor daba, mayores, llamándolos de alevosos y traidores, y que el señor del castillo era un follón y mal nacido caballero, pues de tal manera consentía que se tratasen los an- dantes caballeros; y que si él hubiera recebido la orden de caballería, que él le diera a entender su alevosía: —pero de vosotros, soez y baja canalla, no hago caso alguno: tirad, llegad, venid y ofendedme en cuanto pudiéredes, que vosotros veréis el pago que lleváis de vues- tra sandez y demasía. Decía esto con tanto brío y denuedo, que infundió un terrible temor en los que le acometían; y así por esto como por las persuasiones del ventero, le dejaron de tirar, y él dejó retirar a los heridos y tornó a la vela de sus armas con la misma quietud y sosiego que primero. No le parecieron bien al ventero las burlas de su huésped, y determinó abreviar y darle la negra orden de caballería luego, antes que otra desgracia sucediese. Y, así, llegándose a él, se desculpó de la insolencia que aquella gente baja con él había usado, sin que él supiese cosa alguna, pero que bien castigados quedaban de su atre- vimiento. Díjole como ya le había dicho que en aquel castillo no había capilla, y para lo que restaba de hacer tampoco era necesaria, que todo el toque de quedar armado caballero consistía en la pescozada y en el espaldarazo, según él tenía noticia del ceremonial de la orden, y que aquello en mitad de un campo se podía hacer, y que ya había cumplido con lo que tocaba al velar de las armas, que con solas dos horas de vela se cumplía, cuanto más que él había estado más de cuatro. Todo se lo creyó don Quijote, que él estaba allí pronto para obedecerle y que con- cluyese con la mayor brevedad que pudiese, porque, si fuese otra vez acometido y se viese armado caballero, no pensaba dejar persona viva en el castillo, eceto aquellas que él le mandase, a quien por su respeto dejaría. Advertido y medroso desto el cas- tellano, trujo luego un libro donde asentaba la paja y cebada que daba a los arrieros, y con un cabo de vela que le traía un muchacho, y con las dos ya dichas doncellas, se vino adonde don Quijote estaba, al cual mandó hincar de rodillas; y, leyendo en su manual, como que decía alguna devota oración, en mitad de la leyenda alzó la mano y diole sobre el cuello un buen golpe, y tras él, con su mesma espada, un gentil espaldarazo, siempre murmurando entre dientes, como que rezaba. hecho esto, mandó a una de aquellas damas que le ciñese la espada, la cual lo hizo con mucha desenvoltura y discreción, porque no fue menester poca para no reventar de risa a cada punto de las ceremonias; pero las proezas que ya habían visto del novel caballero les tenía la risa a raya. Al ceñirle la espada dijo la buena señora: —Dios haga a vuestra merced muy venturoso caballero y le dé ventura en lides. Don Quijote le preguntó cómo se llamaba, porque él supiese de allí adelante a quién quedaba obligado por la merced recebida, porque pensaba darle alguna parte de la honra que alcanzase por el valor de su brazo. Ella respondió con mucha humil- dad que se llamaba la Tolosa, y que era hija de un remendón natural de Toledo, que vivía a las tendillas de Sancho Bienaya, y que dondequiera que ella estuviese le ser- viría y le tendría por señor. Don Quijote le replicó que, por su amor, le hiciese merced Literatura III-Cap 01-terceras.indd 24 02/01/2013 11:23:02 a.m. Literatura 25 que de allí adelante se pusiese don y se llamase “doña Tolosa”. Ella se lo prometió, y la otra le calzó la espuela, con la cual le pasó casi el mismo coloquio que con la de la espada. preguntole su nombre, y dijo que se llamaba la Molinera y que era hija de un honrado molinero de Antequera; a la cual también rogó don Quijote que se pusiese don y se llamase “doña Molinera”, ofreciéndole nuevos servicios y mercedes. hechas, pues, de galope y aprisa las hasta allí nunca vistas ceremonias, no vio la hora don Quijote de verse a caballo y salir buscando las aventuras, y, ensillando luego a rocinante, subió en él y, abrazando a su huésped, le dijo cosas tan estrañas, agradeciéndole la merced de haberle armado caballero, que no es posible acertar a referirlas. El ventero, por verle ya fuera de la venta, con no menos retóricas, aunque con más breves palabras, respondió a las suyas y, sin pedirle la costa de la posada, le dejó ir a la buen hora. Miguel de Cervantes Saavedra, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, tomo i, Buenos Aires, Losada, 1945. (Fragmento). Gustave Doré (1833-1888) realizó numerosos grabados en la década de 1860, con los que ilustró la obra de Cervantes. Literatura III-Cap 01-terceras.indd 25 02/01/2013 11:23:03 a.m. 26 La literatura y el humor El autor Miguel de Cervantes nació en Alcalá de henares, España, en 1547. Es- tudió humanidades en Madrid. Fue soldado, poeta, novelista y dra- maturgo. Como soldado fue a combatir a italia contra los turcos y fue herido en la batalla deLepanto, quedándole inutilizada para siempre la mano izquierda, por lo que fue apodado “el manco de Lepanto”. En su regreso a España, su galera fue atacada por unos piratas berberiscos y estuvo prisionero durante cinco años en Argel. intentó fugarse varias veces, pero recién recuperó la libertad cuando pagaron un rescate en efectivo. regresó a su patria endeudado, pobre y sin trabajo. Vivió en Madrid, se casó, se trasladó a Sevilla, trabajó como recaudador de pro- visiones para la Armada invencible y como recaudador de impuestos. Durante esos años intentó conseguir, sin lograrlo, un empleo en las indias y empezó a publicar sus textos literarios. Su primera novela, La Galatea, se editó en 1585. Tuvo problemas con la justicia y fue encarcelado; allí escribió la primera parte del Quijote, que se publicó en 1605 con el título El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, con un importante éxito. Luego se instaló en Madrid, en donde escribió la Segunda parte de su obra magistral, El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, a la edad de 66 años. De esta manera, quedó consagrado como uno de los más grandes escritores de narrativa de la historia universal y como el creador de la primera novela moderna. Murió en Madrid, en 1616. Glosario venteril y limitada cena: se refiere a una cena poco abundante de la posada. ventero: posadero. liberalidad: generosidad. menesterosos: necesitados. socarrón: astuto, disimulado. barruntos: presentimientos. prosupuesto: (término desusado) presupuesto. gallarda: valiente. tuertos: agravios, ofensas. blanca: dinero. bien herradas las bolsas: bolsas bien provistas de dinero. redoma: vasija. escuderos: hombre de servicio que llevaba el escudo al caballero cuando este no lo usaba. venta: posada. embrazando su adarga: metiendo el brazo por la embrazadura de un escudo para cubrir y proteger el cuerpo; tomando su escudo. recua: conjunto de animales de carga. no se curó el arriero destas razones: el arriero no prestó atención a esas razones. para desembarazar la pila: quitar el montón de armas. denuedo: esfuerzo, valor, brío. pescozada y espaldarazo: golpes dados en el pescuezo o la cabeza, y en la es- palda, respectivamente. Literatura III-Cap 01-terceras.indd 26 02/01/2013 11:23:03 a.m. Literatura 27 • Lean con atención el fragmento, y, si es necesario, reléanlo para responder a las siguientes consignas: 1. ¿Dónde y cuándo transcurren los hechos de este tercer capítulo? identifiquen y describan los rasgos sociales, económicos y culturales de la sociedad que se presenta en el capítulo. Escriban sus conclusiones en la carpeta. 2. realicen una lista con los personajes secundarios que aparecen en este tercer capítulo y caractericen a cada uno. 3. Determinen a qué se refiere el posadero cuando dice que él también de joven “había ejercitado la ligereza de sus pies, sutileza de sus manos, haciendo mu- chos tuertos, recuestando muchas viudas, deshaciendo algunas doncellas y engañando a algunos pupilos y, finalmente, dándose a conocer por cuantas audiencias y tribunales hay casi en toda España”, y debatan entre ustedes las semejanzas o diferencias que tiene con don Quijote. 4. identifiquen cuál es el objetivo o deseo del Quijote en este capítulo, quiénes lo ayudan a cumplirlo y quiénes se oponen. 5. Debatan entre ustedes cuáles son las razones, valores o motivos que impulsan a don Quijote a cumplir ese deseo. 6. identifiquen y expliquen cada uno de los requisitos que tiene que cumplir todo caballero desde la perspectiva del hidalgo. 7. Expliquen las razones que llevan al posadero a aceptar la propuesta del Quijo- te en un primer momento. 8. identifiquen cuál es el recurso poético que aparece en la siguiente frase y ex- pliquen sus sentidos: “Acabó de cerrar la noche, pero con tanta claridad de la luna, que podía competir con el que se la prestaba”. 9. reflexionen entre ustedes acerca de la siguiente cita: “La obra se presenta como en conflicto entre realidad y sueño, con un contrapunto entre un grotes- co caballero y un admirado imitador de las gestas de Amadís, entre una Man- cha vulgar y polvorienta y un espacio fantástico en el que todas las aventuras son posibles”. Confeccionen un cuadro que presente el contraste mencionado. Sigan el ejemplo. Mundo de la realidad Mundo de la fantasía / sueño Venta o posada Castillo… 10. Subrayen, en el capítulo leído, las dos veces que don Quijote hace alusión a Dulcinea y la invoca, y debatan entre ustedes el registro que utiliza el perso- naje en esos casos. ¿Es el mismo que emplea el posadero, o las “doncellas”? Escriban sus conclusiones en la carpeta. 11. Expliquen la siguiente cita, analizando la posición del narrador: “y, ensillan- do luego a rocinante, subió en él y, abrazando a su huésped, le dijo cosas tan estrañas, agradeciéndole la merced de haberle armado caballero, que no es posible acertar a referirlas”. 12. Debatan entre todos en qué radica el humor del capítulo leído. Justifiquen con citas del fragmento. a Literatura III-Cap 01-terceras.indd 27 02/01/2013 11:23:03 a.m. Literatura 2928 La literatura y el humor Literatura 2928 La literatura y el humor La parodia en Don Quijote de la Mancha En El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha se cuentan, a modo de parodia, las aventuras de un viejo y empobrecido hidalgo que durante años lee sin parar cientos de novelas de caballería y, como consecuencia de esto, termina enloqueciendo y creyendo en la existencia de ese mundo de fantasía. Este convencimiento lo lleva a salir al mundo convertido en caballero andante, en una época en la que los caba- lleros ya eran solo relatos de un pasado heroico. para poder realizar sus elevados objetivos de defender el bien y la justicia, y luchar contra los enemigos de la caballería, en primer lugar, el protagonista debe elegir un nombre a la altura de las circunstancias: don Quijote de la Mancha, y luego imagina una dama destinataria de sus hazañas. Con su nuevo nombre y ese amor ideal, ya está en condiciones de partir, primero junto a su caballo roci- nante, y más adelante, con su escudero Sancho panza sale a vivir numerosas aventuras. La historia que se cuenta en el Quijote, íntimamente ligada a las novelas de caballería, deja planteado el contraste y la oposición existentes entre la dura realidad empobrecida y en crisis que atraviesa el hidalgo y toda España, y el delirio del protagonista de pretender vivir la realidad de un mundo ca- balleresco. El personaje de don Quijote cree posible resucitar la vida caballeresca de otras épocas, y recuperar y poner en vigencia los ideales medievales de justicia en medio de una realidad decadente y en crisis. para algunos críticos literarios, la caballería forma- ba parte exclusivamente de la imaginación, ya que nunca existió en la realidad histórica de esa era, pero que sirvió en su momento para que los lectores de sus historias huyeran de una realidad en crisis que les tocaba vivir. De esta manera, ese mundo de fantasía, en donde la sociedad estaba regida por el honor, el orden, la justicia y la existencia de caballeros heroicos, funcionaba como refugio. La lite- ratura caballeresca era declaradamente no realista; se presentaba como un mundo en el que triunfaba siempre la justicia, y el mal y el delito eran castigados. Como contraste de esa construcción de relato maravilloso, en el Quijote que- da plasmada cierta observación y descripción de las relaciones sociales desde una perspectiva realista. Aparecen descripciones detalladas, tanto de los lugares por donde pasa el Quijote como de los personajes con los que se encuentra. Además, la forma de hablar de los personajes da cuenta de cierto tratamiento realista del len- guaje. Como se manifiesta, por ejemplo, en el contraste entre el lenguaje utilizado por don Quijote, imitando el lenguaje de las novelas de caballería, y la forma de hablar del posadero que aparece enel capítulo tercero. Literatura III-Cap 01-terceras.indd 28 02/01/2013 11:23:03 a.m. Literatura 2928 La literatura y el humor Literatura 2928 La literatura y el humor Así, pues, de buenas a primeras nos hallamos en una anónima aldea de la Mancha, lugar de vivir monótono y apacible, donde jamás ocurre nada extraordinario. En ella habita, como en todas las aldeas castellanas, un hidalgo de mediana condición, solo ocupado en cazar y en administrar sus bienes, el cual “los ratos que estaba ocioso –que eran los más del año– se daba a leer libros de caballerías”. Para adquirirlos había malvendido algunas de sus tierras; y, sumido en su lectura, llegó a olvidarse de la caza e incluso de la administración de su hacienda, de suerte que “se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio”. La locura lleva a este hidalgo manchego a dos conclusiones falsas: 1. Que todo cuanto había leído en aquellos fabulosos y disparatados libros de caballe- rías era verdad histórica y fiel narración de hechos que en realidad ocurrieron y de hazañas que llevaron a término auténticos caballeros en tiempo antiguo. 2. Que en su época (principios del siglo xvii) era posible resucitar la vida caballeresca de antaño y la fabulosa de los libros de caballerías en defensa de los ideales medieva- les de justicia y equidad. Y como consecuencia de estas dos conclusiones, el hidalgo manchego decide convertirse en caballero andante y salir por el mundo en busca de aventuras. Fijémonos bien en que la locura de don Quijote no es consecuencia de nin- gún desengaño ni de ningún desdén amoroso, ni puede tener su punto de arranque en ningún lance de armas ni de amor, ya que el hidalgo vivía tranquilo y sosegado en su lugar de la Mancha. Ello diferencia fundamentalmente la locura de don Quijote de la del Orlando furioso de Ariosto, producto de los desdenes de Angélica la Bella. Lo esencial de la locura de don Quijote es que nace en los libros, frente a la letra impresa. Se trata de una enfermedad mental producida por la literatura, concretamente por un género literario: los libros de caballerías. Martín de Riquer, Aproximación al Quijote, Barcelona, Salvat, 1971. • Identifiquen con qué otras historias se relaciona lo que se cuenta en El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha y justifiquen la respuesta. • De la lista siguiente, determinen con qué tipologías y géneros literarios se asocia El ingenioso hidal- go… y expliquen sus elecciones. Subrayen las opciones elegidas: la literatura maravillosa - la parodia - la sátira - la literatura realista - la literatura fantástica - el grotesco. • Determinen con verdadero [V] o falso [F] los siguientes enunciados y justifiquen sus elecciones de aquellos que hayan señalado como verdaderos: En esta novela, el protagonista, que es un caballero, vive una aventura heroica. En la novela del Quijote, se plantea un fuerte contraste entre la realidad de crisis y pobreza que envuelve al Hidalgo y el mundo de fantasía creado por este. En esta novela, se evidencian rasgos realistas. • Sinteticen, en la carpeta, cuáles son las dos conclusiones falsas a las que arriba el Quijote, según el texto de Martín de Riquer. Literatura III-Cap 01-terceras.indd 29 02/01/2013 11:23:03 a.m. Literatura 3130 La literatura y el humor Literatura 3130 La literatura y el humor La parodia El concepto de parodia es muy amplio y la teoría literaria lo ha tra- bajado exhaustivamente durante los últimos años. una definición aproximada y frecuente podría ser que la parodia es una burla de otro texto, en general serio y por supuesto anterior, o una transfor- mación lúdica de un texto previo. Según la Poética de Aristóteles, la parodia implicaba una cierta burla de la epopeya o de cualquier género serio, por medio de la disociación y modificación, ya fuera de su espíritu, de su tema heroico transformado en uno vulgar, o de su estilo. Es decir, había un enfrentamiento temático o estilís- tico de lo serio y “elevado” con lo burlesco y lo “vulgar”. para algunos críticos, la parodia siempre acompañó a un texto serio, como si fuera un otro yo que invierte su sentido. Además, la parodia funciona como confrontación, subversión, desvelamiento y denuncia en relación con el texto con el que se enfrenta. La opo- sición entre esos dos textos implica un desafío hacia la autoridad de lo establecido, pero en clave de humor, debido a su carácter bur- lesco. También algunos teóricos sostienen que no hay parodia sin homenaje, ya que lo irreverente se cumple en la medida que previamente hubo un reconocimiento respetuoso de un texto que funciona como objeto de la parodia. para que la acción burlesca de la parodia surta efecto, es necesario que el lec- tor reconozca el texto que es parodiado y se ubique del lado del texto paródico. por ejemplo, en la novela del Quijote, se presenta una parodia de los libros de caballería, tanto en lo que concierne a lo temático como al estilo y a la estructura. En relación con el estilo, es una parodia por la apropiación del estilo arcaizante típico de las novelas de caballería, estilo que se manifiesta en la forma de hablar del hidalgo o en las descripciones, como por ejemplo, cuando el Quijote invoca a su amada: “Aco- rredme, señora mía, en esta primera afrenta que a este vuestro avasallado pecho se le ofrece; no me desfallezca en este primero trance vuestro favor y amparo”. La forma de hablar del protagonista imitaba el lenguaje arcaizante de las novelas de caballería. La parodia también se evidencia en la estructura: la novela del Quijote se orga- niza en episodios que cuentan las aventuras del caballero. Esas andanzas trans- curren espacialmente en una España empobrecida y en crisis, pero que el Quijote idealiza. En este punto, hay una oposición y tensión permanentes entre la realidad y la fantasía. Además, los hechos imaginados por el protagonista ocurren en un tiempo fabuloso y no en el tiempo real, del que sí dan cuenta los otros personajes. Como muchos de los episodios quijotescos son imitaciones paródicas del Amadís de Gaula, famosa novela de caballería medieval muy popular en la época de Cervan- tes, es importante señalar que en las novelas de caballería se producía un resurgi- miento de las aventuras heroicas y galantes, en las que se exaltaba el sacrificio por un ideal y el honor personal. También sus autores agregaban elementos mágicos, sobre- naturales y fantásticos para acrecentar la excepcionalidad de las aventuras. Todos estos elementos luego van a ser parodiados en la gran novela de Cervantes. Portada original del libro im- preso en 1533. Literatura III-Cap 01-terceras.indd 30 02/01/2013 11:23:04 a.m. Literatura 3130 La literatura y el humor Literatura 3130 La literatura y el humor La novela moderna una definición general del término novela se asocia a la idea de que toda novela es un texto que pertenece al género narrativo de ficción, que está escrito en prosa y que es lo suficientemente extensa como para ocupar un volumen independiente. para el teórico ruso Mijaíl Bajtín, la novela moderna se constituye como la representación de diferentes lenguajes, es decir, es consciente de que solamente se puede hablar de los otros a partir de la representación de sus lenguajes. por eso se reconoce a partir de la pluralidad de voces y conciencias independientes e inconfundibles que aparecen en ella, es decir, es netamente polifónica. En la novela moderna, conviven diferentes géneros discursivos; pueden aparecer tanto cartas, como recortes de diarios, poemas, recetas, etcétera. Además puede basar- se en formas de otros tipos de novelas, como en el caso del Quijote, en donde se recono- cen las marcas de la novela de caballería, la pastoril y la picaresca. En la medida en que los diferentes géneros aparecen