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Revista Mexicana de Investigación Educativa ISSN: 1405-6666 revista@comie.org.mx Consejo Mexicano de Investigación Educativa, A.C. México Guitiérrez Serrano, Norma Georgina Orígenes de la institucionalización de la investigación educativa en México Revista Mexicana de Investigación Educativa, vol. 3, núm. 5, enero-juni, 1998 Consejo Mexicano de Investigación Educativa, A.C. Distrito Federal, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=14000502 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto http://www.redalyc.org/revista.oa?id=140 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=14000502 http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=14000502 http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=140&numero=164 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=14000502 http://www.redalyc.org/revista.oa?id=140 http://www.redalyc.org Revista Mexicana de Investigación Educativa enero-junio 1998, vol. 3, núm. 5, pp. 13-38 INVESTIGACIÓN Orígenes de la institucionalización de la investigación educativa en México Norma Georgina Gutiérrez Serrano* Resumen: El artículo resume parte de una investigación, cuyo interés centra/ consistió en analizarlos procesos de construcción institucional que se desarrollaron en tres centros reconocidos como importantes en la investigación educativa en México: el Centro de Estudios Educativos (CEE), el Departamento de investigaciones Educativas (DIE) del Centro de investigaciones y Estudios Avanzados (CINVESTAV) y la Comisión de Nuevos Métodos de Enseñanza (CNME) de la UNAM, esta última como un antecedente importante del extinto Centro de investigaciones y Servicios Educativos. En este documento se presenta una descripción general del análisis institucional en que se soportó el estudio, los argumentos que fundamentan la ubicación de los orígenes de la investigación educativa en México, una caracterización de ésta como un nuevo tipo de conocimiento sobre lo educativo y una revisión de las estrategias y procesos de construcción institucional que dieron lugar a la conformación organizativa de los tres centros que se analizaron. Abstract: This article summarizes part of an investigation where the central interest is focused in the analysis of institutional construction processes which developed in three renowned centers on educational research in Mexico: the Centro de Estudios Educativos or CEE (Center of Educational Studies), the Departamento de investigaciones Educativas or DIE (Department of Educational Research) of the Centro de investigaciones y Estudios Avanzados or CINVESTAV (Center of Research and Advanced Studies) and the Comisión de Nuevos Métodos de Enseñanza or CNME (Commission of New Methods of Teaching) of UNAM, this last one as a major antecedent of the now closed Centro de investigaciones y Servicios Educativos (Center of Research and Educational Services). This paper offers a general description of the institutional analysis which supported the studies and the arguments which sustain the origins of educational research in Mexico, as well as a characterization of this research in terms of a new type of educational knowledge, and finally a review of the strategies and processes of institutional construction which gave birth to the three centers analyzed by the author Introducción En el presente trabajo se resume parte de una investigación' cuyo objetivo se centró en el estudio de los procesos de construcción institucional en los orígenes de la Investigación Educativa (IE) en México, bajo el supuesto de que el pasado * Investigadora del Centro Regional de investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, CE: gala@servidorunam.mx de un quehacer intelectual pone en juego los procesos actuales de su desarrollo. Esta mirada se orientó a la comprensión de las condiciones de producción del conocimiento en el campo educativo en tres establecimientos académicos que han sido reconocidos como importantes para el desarrollo de este quehacer en México (Malo, 1990): El CEE, la CLAME -como uno de los antecedentes del recientemente desaparecido Centro de Investigaciones y Servicios Educativos (CISE)- de la UNAM y el DIE del CINVESTAV.2 La construcción institucional: una perspectiva analítica de los orígenes de la IE en México Desde hace más de dos décadas la IE se ha convertido en objeto de análisis, por lo que, en México, ya se cuenta con un importante volumen de estudios con temáticas y enfoques distintos. Su revisión permite identificar la situación actual que guarda este ámbito académico, las políticas oficiales que le atañen, la infraestructura en que se apoya y sus posibilidades de desarrollo; una buena parte de estos trabajos consiste en diagnósticos e inventarios que, en ocasiones, se apoyan en la descripción de los antecedentes institucionales de esta práctica; también se trata de reportes de los avances en instituciones de distintas regiones del país; otra interesante línea es la de informes que revisan las temáticas que aborda la IE por épocas e instituciones; y, con menos frecuencia, los que discuten las características conceptuales de este campo de conocimiento. No obstante la variedad de enfoques, se carece de estudios que centren su atención en la gestación y el desarrollo de procesos de institucionalización de establecimientos particulares dedicados a la IE, es decir, aquellos que den cuenta de la definición de objetivos, metas y funciones; de la conformación de equipos de trabajo; del desarrollo de procesos de legitimación del conocimiento que se produce; del ejercicio de la autoridad y los tipos de liderazgo; de las formas de patrocinio y financiamiento; la organización específica del trabajo académico; la gestión de estilos de investigación, el tipo de producción que se impulsa y las formas de circulación del conocimiento producido. Se trata de aspectos que describen la construcción institucional y la organización formal que adquieren dichos establecimientos, lo que también constituye expresión de los ideales, valores, creencias compartidas e intereses que ponen en juego los agentes de la institucionalización de un quehacer intelectual. La presente investigación se ubicó en la perspectiva de los procesos de construcción institucional, considerados como aquellas dinámicas orientadas al establecimiento, consolidación, desarrollo y permanencia de una determinada práctica, no sólo por lo que toca a la uniformidad y estabilidad de una estructura organizativa sino también por aquellos procesos de construcción que refieren aspectos de intercambio (Eisenstadt, 1964) y desarrollo en la institucionalización de un quehacer intelectual. Además de la caracterización de dichos procesos fue necesario integrar otras dos líneas que formaron parte medular del análisis institucional propuesto: una referida a las condiciones sociohistóricas involucradas en la producción del conocimiento de la IE y la otra, a los agentes impulsores de este campo. El estudio de estos tres grandes temas se basó en las siguientes posturas teóricometodológicas. Se retomó la perspectiva que aplica Brunner (1985) para analizar las estrategias de construcción institucional de la sociología en Chile, mismas que suelen vincularse con dos enfoques analíticos: por un lado, consideran aspectos de orden organizacional: formas de autoridad y administrativas, división y estilos de trabajo, tipos de patrocinio y recursos financieros; por otro, se toman en cuenta estrategias de orden histórico estructural: legitimación, modos de ejercicio del poder, los actores y sus maneras de movilización y formas de desarrollo del conocimiento involucrado. Brunner identifica y retoma ambos enfoques dentro de su perspectiva 3 y esta misma línea representóuna fructífera opción para el presente trabajo. Para el caso de la IE en México, el enfoque organizacional que se aplicó 4 permitió desarrollar una configuración de la forma básica de funcionamiento académico-administrativo de cada una de las tres instituciones analizadas. Sin embargo, dado que esta postura centra su atención, en lo particular, en las formas que involucran la eficiencia (Perrow, 1990), un estudio que se hubiera limitado a ello dejaría fuera aspectos sociohistóricos -mismos que se mostraron íntimamente ligados a los procesos de construcción institucional entre los que destacan aquellos que son sustento y expresión de los valores sociales de la época- por lo tanto, resultó indispensable recuperar la visión de cada centro de investigaciones como "institución", en tanto entidad fundamentalmente comprometida con determinados valores sociales, que Perrow (1990) identifica como de la comunidad. Así, desde el inicio de la presente investigación fue necesario ampliar la mirada y el rango de análisis hacia las condiciones sociales que mostraron una estrecha relación e, incluso, una fuerte determinación en las formas de construcción institucional de la IE en México (las políticas educativas internacionales y nacionales, los proyectos de reforma del nivel superior, el movimiento social de 1968 o grupos de funcionarios públicos, universitarios y gremiales de influencia en el campo), de tal manera que fuera posible ubicar:5 a) a los agentes 6 (y sus acciones) de la IE en sus inicios, b) el lugar de lo común de la acción de éstos, c) la relevancia del conocimiento educativo en un momento histórico determinado, d) las orientaciones impulsadas en la producción de este conocimiento, y e) las condiciones sociopolíticas de influencia en la conformación de cada proyecto institucional. Considerar este tipo de condiciones sociohistóricas permitió un importante acercamiento a la comprensión sobre qué valores de la época se sustentan en este quehacer intelectual; cómo se identifican, seleccionan y plantean los problemas; qué paradigmas se retoman y cómo se construyen líneas o estilos de investigación; cómo se generan y desarrollan los proyectos y, particularmente, cómo se conforman los equipos de trabajo y se construyen las instituciones que se dedican a ello. El fundamento teórico que permitió ubicar la relevancia de las condiciones sociohistóricas se encontró en los trabajos de Bourdieu (1983, 1984, 1988, 1990, 1995). "Para comprenderlo que recibimos -un corpus, hechos, teorías [...] es entonces necesario hacer la sociología de las condiciones sociales de producción de este objeto" (1990: 107). Particularmente, se encontró apoyo en aquellos trabajos referidos a la constitución de los campos de conocimiento. Para el desarrollo del presente artículo se consideró a la IE como un campo de conocimiento, como lo puede ser el de la filosofía, las artes o la industria (Bourdieu, 1990 y 1995), no necesariamente como uno científico. Por otro lado, se optó por retomar una idea general que establece el autor: la de campo como red o configuración de relaciones (1995: 72). Otra importante línea de indagación se abrió en torno a los testimonios de los involucrados en los inicios de las instituciones que se estudiaron.7 Para su interpretación fue necesaria la aplicación de un enfoque que rescatara la riqueza de la información que se aportó; es decir, que, además de identificar los "ideales intelectuales" propios del campo, permitiera una caracterización sociológica de sus portadores en el ejercicio de la IE en México. Un importante apoyo en este sentido se encontró en los trabajos de análisis generacional desarrollados originalmente por Julián Marías (1970) y con interesantes aplicaciones para el caso de México por Krauze (1983) que permitieron rescatar e interpretar la acción de los agentes en los procesos de institucionalización de la IE en nuestro país. La IE una orientación distinta en la producción de conocimiento en educación En la mayor parte de los estudios que se han desarrollado en México sobre IE la idea más generalizada es considerar que ésta es una práctica reciente en nuestro país (Mingo, 1985: 53; Zetina, 1988: 111), que hasta antes de los setenta sólo "ocupaba un lugar marginal" (DIE, 1987: 21) o bien, que es en esta década cuando tiene lugar su auge y expansión (Arredondo, et al., 1984). Pero esta posición no se asume por completo en el ámbito educativo, otra considera que los orígenes de la IE deben ubicarse en una tradición disciplinar de fuerte arraigo en el conocimiento pedagógico mexicano y en las instituciones educativas encargadas deformar al sector magisterial en el país (Roger Díaz de Cossío; Manuel Pérez Rocha, Entrevistados por la autora en mayo y junio de 1994, respectivamente). En el desarrollo de esta investigación resultó imposible obviar la diferencia. Por ejemplo, entre más se avanzaba en el análisis se encontraban mayores evidencias del intento de los nuevos profesionales en IE por distanciarse de sus colegas los pedagogos y del conocimiento que ellos producían, en una actitud que, según Bourdieu (1995), es la esperada en los momentos de constitución de un campo. Esta diferencia de opinión sobre la ubicación de los orígenes de la IE en México se pudo explicar después de advertir dos tipos de producción del conocimiento sobre lo educativo: uno ligado a la pedagogía como tradición disciplinaré y el otro representado por la IE que se empezó a impulsar a finales de la década de los sesenta y principios de los setenta. De la década de los treinta a finales de los sesenta destaca la contribución de Francisco Larroyo al desarrollo del pensamiento pedagógico mexicano, impulsor de esta tendencia filosófica de corte humanista y filiación neokantiana bajo la cual se consideró que el sentido de la educación era llevar a los hombres a normas comunes de proceder y obrar. En esta línea, la pedagogía se concibe como una "ciencia filosófica" que, primordialmente, debe preocuparse por la esencia y el sentido de la educación, es decir, por el ser y el deber ser educativo y no subordinar el estudio del hecho educativo a los fines de la economía y el orden social. En este conocimiento se pueden distinguir dos líneas fundamentales: estudios hermenéuticos orientados al análisis de la esencia, tipos, grados y leyes de la educación y trabajos sobre didáctica que pudieran establecer los procedimientos más eficaces en las tareas de formación humana (Pérez Gutiérrez, 1993). El discurso de Larroyo dejó de dominar para la década de los sesenta cuando se empezó a considerar que su concepción mostraba claros signos de agotamiento y de crisis (Díaz Barriga, 1990). La pedagogía como "ciencia filosófica" (Larroyo, 1941 , 1980) fue atacada, precisamente, por su falta de cientificidad. En esos momentos, el racionalismo perdía la batalla frente al discurso académico de los paradigmas funcionalistas que impulsaban al conocimiento disciplinar de la sociología, la economía y la psicología, fuertemente emparentadas con el conocimiento pedagógico.9 Para ese entonces la IE empezó a ganar terreno y reconocimiento en el ámbito académico en general y en el educativo en particular, como un quehacer intelectual que genera un nuevo tipo de producción de conocimiento sobre lo educativo. En un contexto político-económico que impulsa notablemente a la educación y que propicia -casi exige- una articulación de diferentes disciplinas, surge un nuevo discurso académico que permite identificar los orígenes de la IE en México a partir de los años sesenta y setenta. Se trata de la producción de un conocimiento sobre lo educativo que se aleja de las orientaciones filosóficas para favorecer los enfoques socioeconómicos pero que, además, genera el ejercicio de una práctica distinta en la producción. Con la intención de generar una producción científica, la IE recurre a otras disciplinas, incorpora campos teóricos,enfoques, métodos y técnicas de diversos ámbitos de tal manera que se conforma un campo interdisciplinar.10 Lo anterior permite el desarrollo de una característica fundamental de este nuevo quehacer intelectual: la reorientación de la discusión y el estudio hacia cuestiones de carácter macrosocial, con la economía o la sociología, y hacia la búsqueda de soluciones a los problemas educativos más apremiantes de la sociedad. En términos generales, la IE impulsó la gestación de un conocimiento que permitiera la acción e intervención eficiente en los procesos educativos; reconoció la importancia de la acción estatal u oficial para el sector y reclamó su atención para que fuera considerada en la toma de decisiones. Con estas nuevas orientaciones generales se impulsó la institucionalización de la IE como quehacer intelectual, como campo de conocimiento en educación. En los procesos inmersos en la institucionalización de la IE, los tres centros que se estudiaron jugaron un papel fundamental; dieron muestras claras de cómo esta práctica logró abrirse camino, legitimarse y consolidarse en la academia, en el sector magisterial, en la política educativa oficial e incluso en la opinión pública mexicana en una construcción que se podría caracterizar de la siguiente manera: a) Como una práctica profesionalizada y profesionalizante, por tener un reconocimiento como desempeño laboral especializado, por requerir la formación de su miembros en un conocimiento específico, por marcar estilos o formas de vida y contar con criterios establecidos de ingreso y promoción dentro del ámbito académico (los primeros indicios de esta situación pueden ubicarse en los procesos de regularización contractual que se impulsaron en los tres centros). b) Rebasa los límites de un espacio físico, que tiene reconocimiento y estatus dentro de la comunidad académica y la sociedad en general (a este respecto se pueden aludir a las primeras redes académicas y al Primer Congreso Nacional de Investigación Educativa organizado por el COMIE). c) Cuenta con la apertura de un mercado de trabajo y con un ámbito específico de formación escolar especializado (el DIE conforma un programa de estudios de posgrado en educación de gran reconocimiento académico a nivel nacional e internacional; el CEE sigue una política precisa de formación de sus recursos en el extranjero, y la CNME continuó con pasos más modestos, pero también se interesó por formar a su personal con seminarios impartidos, en propia institución, por personalidades en el campo). d) Conforma cuerpos colegiados (en los tres casos se dio un fuerte impulso a estas formas de trabajo lo que, indudablemente, marcó un importante antecedente de este tipo de organización académica). e) Tiene establecidas formas institucionales de distribución del conocimiento que produce (el CEE y la CNME, desde sus inicios, dieron particular énfasis a esta labor; en el DIE esta acción se fue desarrollando posteriormente y de manera paulatina, aunque es necesario reconocer que sus primeros productos -los libros de texto gratuitos- tuvieron garantizadas su edición y distribución). f) Participa en el debate educativo, en la política nacional y la opinión pública (el interés por asuntos educativos de carácter nacional que da origen a cada institución les hace partícipes de este entorno con columnas periodísticas -CEE-, con conferencias de prensa -DIE-, con una constante interlocución con la política oficial -CEE, DIE y CNME - y con acciones dirigidas hacia el sector docente-CNME y DIE-). g) Se ha constituido en un referente en la toma de decisiones para la educación pública nacional (la década de los setenta empieza a dar muestras sistemáticas de esta situación para el caso de las tres instituciones; no sólo por la consideración de los juicios críticos elaborados -sobre todo en el caso del CEE- sino por la incorporación de las propuestas que se generaban en cuanto a la formación docente -CNME- y las de tipo pedagógico desarrolladas – CNME y DIE-). En este trabajo la atención recayó en el análisis de los procesos de construcción institucional que permitieran caracterizar a los centros de investigación como organizaciones dinámicas, en las que tiene lugar el cambio y la transformación y no sólo como entidades acabadas y uniformes. La caracterización de la organización formal de cada centro de investigaciones apareció con claridad desde el inicio del trabajo. En todas las fuentes documentales y testimoniales se describían las formas básicas en las que se soportaba el trabajo académico lo que, en cierta forma, pareció constituirse en elementos primarios que definieron la identidad de cada centro. Sin embargo, en ninguno de los casos se trató de una descripción aislada. -lodos los aspectos relativos a la organización formal se mostraron articulados, a distintos niveles, con relaciones de tipo académico, social y político. La interpretación y análisis de este tipo de articulaciones, fue posible por la integración de los enfoques organizacional e histórico-estructural a la perspectiva de la construcción institucional. La construcción de tres instituciones de IE en México En el inicio El Centro de Estudios Educativos constituyó la realización, en 1962, de un proyecto de origen clerical, que buscaba el mejoramiento de la educación en México. La decisión la tomó quien después fuera su primer titular, el sacerdote Pablo Latapí, con el aval de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús. [...] La motivación era hacer una obra de presencia de la Iglesia en medio de la educación para el mejoramiento de [ésta] en México [...], con una inspiración valora¡ cristiana pero, al mismo tiempo, una institución que tuviera su propia autonomía, no sólo jurídica sino real. Una personalidad secular con todas sus letras, que no depenDIEra de la autoridad eclesiástica (Pablo Latapí, entrevistado por la autora, enero/1994). El Centro fue formalmente instalado con un patronato y una asamblea general integrados, básicamente, por empresarios mexicanos. Se trató de una idea original en México, tanto por el respaldo institucional de una orden religiosa y de la iniciativa privada organizada como por el tipo de estudios que produce y por la personalidad jurídica con que se decidió constituirlo (asociación civil). La Comisión de Nuevos Métodos de Enseñanza representó la formalización de reuniones que acontecían entre funcionarios universitarios con diferentes especialidades disciplinares y cargos, para tratar problemas académicos que enfrentaba la UNAM derivados, básicamente, de la masificación de la educación. La decisión de conformar esta Comisión la tomó Javier Barros Sierra, rector de la institución y fue ratificada, en 1 969, por acuerdo del Consejo Universitario. Se estableció como una oficina dependiente de la Secretaría General, cuyo titular, Fernando Solana, fue nombrado presidente exoficio de la CNME. La decisión en torno a la constitución del Departamento de Investigaciones Educativas se ubica en dos funcionarios de la Secretaría de Educación Pública: su titular, Víctor Bravo Ahuja, y el subsecretario de Planeación Educativa, Roger Díaz de Cossío. La idea surgió del trabajo de la Comisión que se integró, en el sexenio del presidente Luis Echeverría, para la reforma de los Libros de Texto Gratuitos, dicha instancia estaba conformada por coordinadores de área disciplinar: Juan Manuel Gutiérrez Vázquez (ciencias naturales), Josefina Vázquez (historia), Raúl Ávila (español) y Carlos Imaz (matemáticas). Quizá el proyecto más feroz que hicimos fue el de modificar todos los libros de texto gratuitos. [...] Ahí se formó un equipo con Juan Manuel, con Carlos Imaz, que eran del CINVESTAV, con Josefina [Vázquez] y con Gloria Bravo Ahuja, del Colegio de México, un muy buen equipo, y con otro concepto de trabajo [...] Yo coordinaba todos los equipos [...] que veían integralmente las cuatro áreas; primero, nos pusimosde acuerdo en que debería haber cuatro áreas básicas, entonces, los equipos se formaron [...] Ese equipo tenía mucha pasión, los cuatro (Díaz de Cossío, entrevistado por la autora, mayo/1994). El DIE se creó por acuerdo del CINVESTAV en septiembre de 1971 (CINVESTAV, 1972: 95). Los tres centros de investigación se conformaron con el respaldo de una institución sólida y de amplio reconocimiento social; la cnme como una dependencia de la unam, el DIE como otro Departamento del CINVESTAV y el cee, a pesar de su constitución como asociación civil, contó con el respaldo de un organismo con fuerte arraigo en México, la Compañía de Jesús. Estas tres instituciones brindaron a cada centro una justificación formal u oficial de su existencia y la posibilidad de allegarse recursos humanos, materiales y financieros; es decir, su adscripción re- presentó un valioso apoyo para el arranque de cada proyecto y parte esencial en su definición general. Los problemas sociales a atender En la sociedad, las instituciones surgen ligadas a problemas concretos, en particular, el ámbito de la IE en México ha estado marcado por incidir en el sector educativo nacional (Galán, et al., 1993). Los centros de investigación analizados también surgieron con la intención de solucionar los problemas que se consideraban como los más apremiantes en esa época. Centro de Estudios Educativos Las carencias y limitaciones del sistema educativo nacional fueron el interés general para el CEE. En 1965, a tres años de su fundación, se especificó una serie de problemas nacionales que trataría de abordar con sus estudios y, de alguna manera, aportar elementos para su solución: - alto porcentaje de analfabetas simples (quienes nunca fueron alfabetizados) y funcionales (quienes recaen en el analfabetismo), estimado en un 67.7% de mexicanos o sea, para 1964, 1 8.5 millones; - más de tres millones de niños en edad escolar fuera de la educación primaria, y deserción de la población de primaria de 75% en la ciudad y 95% en el campo; - 57.3% del total de escuelas primarias impartía menos de cuatro grados; - promedio de escolaridad de la población mexicana de grado y medio; Consejo Mexicano de Investigación Educativa, AC - sólo 67% de los egresados de primaria se inscribían en secundaria; - insuficiencia de la enseñanza técnica, que sólo lograba satisfacer a 17% de la demanda de recursos humanos calificados en esta área; - deserción y reprobación del 75% de las carreras universitarias profesionales; - insuficiencia de recursos económicos destinados al sector educativo, que permitan alcanzar el límite del 4% del Producto Nacional Bruto (CEE, 1965). En los primeros trabajos del CEE se desarrollaron minuciosos análisis sobre las cifras que presentaba el gobierno federal sobre la atención a la demanda educativa. Sus estudios generaron una mirada crítica sobre posibilidades de éxito de las políticas educativas y, por lo tanto, se convirtieron trabajos dignos de consideración en el ámbito educativo oficial. Comisión de Nuevos Métodos de Enseñanza La CNME surgió como una instancia orientada a ajustar los método y técnicas de enseñanza para lograr una mejor respuesta a las demandas derivadas del incremento de la matrícula universitaria, ante la que la UNAM no se encontraba preparada ni en lo académico ni en lo administrativo. El crecimiento de la población escolar era resultado -y sigue, sin duda, siéndolo- por una parte del crecimiento del primer ingreso a cada una de los niveles y, por otra, del aumento constante de los coeficientes de repetición, que a su vez era resultado del grave deterioro que la calidad de la enseñanza había venido sufriendo. No era ese el único indicador de la mala calidad de la enseñanza; la inquietud estudiantil y profesional en esa época, reflejaba los desajustes y problemas de toda la sociedad sino también la insatisfactoria situación universitaria [...) Pero, por encima de todo, el deterioro de la calidad de la enseñanza quedaba demostrado por el aumento de alumnos por profesor; porta falta de producción de material didáctico y por la supervivencia de la cátedra a grandes grupos como método casi exclusivo mediante el cual se pretendía cubrir programas enciclopédicos carentes de objetivos claros (CNME, 1971 :2). La producción inicial de la Comisión estuvo muy ligada al diseño e impulso de nuevas formas y métodos de enseñanza. Departamento de Investigaciones Educativas En el caso del DIE, la problemática a atender era mucho más específica y concreta: [...] Mi primera tarea como subsecretario fue crear la Comisión Coordinadora de la Reforma Educativa con muchos grupos de distintos temas, un poco para legitimar todas las reformas que se habían propuesto, o que se debían proponer; entonces, ahí salió la idea de que los libros de texto ya estaban viejos, de que necesitamos una nueva ley; las ideas de cambio básico fueron, de hecho, legitimadas y consultadas a través de esa Comisión, que duró seis meses (Roger Díaz de Cossío, entrevistado por la autora, mayo/ 994). También existía la intención de ampliar las posibilidades de solución a problemas educativos con fundamento en la investigación: Las investigaciones realizadas tienen por objeto establecer principios que permitan una mayor comprensión, control y pronóstico de problemas del sistema educativo nacional y del proceso educativo (CINVESTAV, 1973: 95). De las tres instituciones, el DIE se conforma en torno a la problemática más específica: la reformulación de los Libros de Texto de primaria; este aspecto -sumado, por ejemplo, al alcance nacional de la elaboración del libro de ciencias naturales- permitió abrir amplios cauces para el desarrollo de la investigación en el país. De funciones y objetivos En concordancia con los problemas educativos que les dieron origen, las instituciones definieron así sus finalidades, objetivos y funciones En los estatutos de conformación del CEE se establecieron los siguiente objetivos: a) Contribuir constructivamente, mediante la investigación científica, a que los problemas educativos del país sean solucionados en forma acertada. b) Orientar a la opinión pública en el enjuiciamiento de la realidad educativa del país. c) Ofrecer una colaboración técnica a los responsables, tanto públicos como privados, de la educación nacional. Respecto de sus funciones, el CEE ofrecía: • un criterio independiente de base técnica a la autoridad política, el Estado: • a la opinión pública, información sobre las carencias cuantitativas de la educación y sobre los problemas educativos propiamente dichos (contenidos, planes de estudio, orientación de la enseñanza y formación de maestros); • a los padres de familia y maestros, el Centro esperaba ofrecerles asesoramiento para la mejor organización de su labor pedagógica (CEE, 1965: 9-1O). Estos objetivos y funciones aparecen en diferentes publicaciones del Centro de los años 1965, 1969, 1971 y 1973, lo que muestra un fuerte apego a la línea original del diseño institucional. En el momento de la creación de la se establece como objetivo "contribuir al estudio y mejoramiento de los métodos de enseñanza utilizados en la universidad" (CNME, 1971); éste se definió en dos acuerdos administrativos de la Rectoría de la UNAM; en el primero, del 2 de enero de 1969, en el que se creó la Comisión, se establecieron las siguientes funciones: 1 ) Reunir información sobre los adelantos que en esta materia [métodos educativos] se han logrado dentro y fuera del país. 2) Establecer programas generales para el mejoramiento de los métodos de enseñanza de las diferentes asignaturas que se imparten en la Universidad. 3) Organizar seminarios, mesas redondas y cursillos sobre nuevos métodos de enseñanza para el profesorado de la UNAM, en coordinación con la Dirección General de Profesorado. 4) Establecer un laboratorio parael estudio y diseño de nuevos métodos de enseñanza y la elaboración de materiales didácticos necesarios. 5) Programar e impulsar en coordinación con la Comisión Editorial, la edición y publicación de textos de enseñanza programada (Barros Sierra, 1969). Las primeras funciones en las que la Comisión de Nuevos Métodos de Enseñanza se involucró se relacionaron con modificaciones reglamentarias que ya se habían impulsado en la UNAM (como los generales de exámenes, el de inscripciones y el de estudios técnicos y profesionales) y con otras disposiciones innovadoras en educación superior (Henrique González Casanova, entrevistado por la autora, octubre/1994). En la publicación anual del CINVESTAV (7 972) que informa de la creación del Departamento, en septiembre de 1977 , se establecen como objetivos fundamentales de la institución: 1) Realizar proyectos de investigación científica. 2) Contribuir a la elaboración del material didáctico para los diversos ciclos del sistema educativo nacional. 3) Formar investigadores y profesores especializados en diversos aspectos cualitativos y cuantitativos de la educación, particularmente en la enseñanza de las Ciencias Naturales y Matemáticas. (CINVESTAV, 1972: 95).11 Respecto de las funciones que el Departamento tenía asignadas: Las finalidades de la institución eran las de hacer investigación y desarrollo en educación, o sea, estaba el problema de los libros de texto que era un típico problema de investigación y desarrollo, pero también con una intención de hacer investigación en sociología educativa, psicología educativa, en historia de la educación, en hacer estudios diagnósticos, etcétera (Juan Manuel Gutiérrez Vázquez, entrevistado por la autora, febrero/1994). En la especificidad de los objetivos y funciones de cada centro se distinguen las diferencias en cuanto a la temática y el nivel donde se centra la propuesta (política educativa nacional en el CEE, nuevas formas y métodos de enseñanza universitaria en la CNME y planes y programas de enseñanza para el nivel básico en el DIE); sin embargo, también es posible reconocer que en esta diversidad, las tres instituciones compartieron una mirada sobre la educación y preocupaciones sobre cómo atender la problemática a nivel nacional. Sus productos tenían la intención de incidir en la toma de decisiones y en la confección misma de las políticas; en términos generales, se puede decir que sus trabajos eran de amplio alcance y, fundamentalmente, estaban orientados a la inter- vención. La organización institucional En cada uno de los centros se pueden distinguir dos niveles de su estructura organizativa: uno que atendió al orden global de la institución, en él se definieron las instancias de autoridad que debían responsabilizarse de establecer e impulsar las relaciones externas que permitieran sostener y fortalecer el proyecto; el otro, a la organización interna de la institución con relación a la labor académica. En las formas de gobierno de las tres instituciones se constituyeron cuerpos directivos en los que, además del titular, participaban actores externos. De la Secretaría General de la UNAM, se derivó una estructura de gobierno particular para la CNME. En ella se estableció como órgano de dirección, un consejo asesor que se integró con autoridades de otras dependencias de la institución, además del presidente de la Comisión .12 El CEE se conformó, desde sus inicios, como asociación civil. El gobierno del Centro recayó, principalmente, en cuatro órganos, la asamblea de asociados, el patronato, un consejo directivo y el director. El consejo se conforma por miembros que, en su mayoría, pertenecen a la iniciativa privada mexicana (CEE, 1 965: 10). A pesar de la jerarquía cuádruple, los tres primeros órganos no tienen ningún tipo de injerencia o determinación en los proyectos académicos (Pablo Latapí, entrevistado por la autora, enero/1994). El DIE se estableció como dependencia orgánica del CINVESTAV. Se rigió por el mismo modelo de gobierno que aplica este último en el resto de sus departamentos, mismo que tenía como autoridad máxima a un patronato que, posteriormente, se transformó en junta de gobierno. La siguiente instancia era el director del CINVESTAV quien, a su vez, constituía el superior inmediato y directo de los jefes de cada departamento. En el caso del DIE tampoco se puede identificar una intervención de las autoridades del CINVESTAV sobre su desarrollo académico; sin embargo, el Secretario de Educación Pública jugó un papel más importante al respecto, en virtud de la trascendencia de los contratos asignados por la SEP(muchos de ellos de alcance nacional). La organización de las labores académicas y administrativas fue objeto de una importante determinación formal para el caso del CEE y de la CNME. El primero estableció, desde el inicio, una estructura organizativa precisa, con varias instancias de gobierno, que correspondía con la figura de asociación civil (CEE, 1965: 11). Igual que para el caso de su definición de objetivos y funciones, la CLAME pasó por un proceso de cambios notables con respecto de su organización, mismos que se reflejaron en el diseño de distintos organigramas institucionales.13 De la misma manera que el CINVESTAV, el DIE no contó con ningún organigrama en el que se demostrara la distribución de sus funciones: Nunca hubo un organigrama del DIE, no lo hay en el CINVESTAV. Una de las maravillas del CINVESTAV es que no tiene estatutos, ni reglamentaciones, ni nada de eso. Cuando entró el doctor Ortega, en 1978, empieza a tratar de normar a la institución, entonces fija periodos para los jefes de departamento [...] (María De Ibarrola, entrevistada por la autora, marzo/1994). [...] Todos los intentos [por establecer una estructura organizativa del Departamento] han fracasado y afortunadamente, en cierto sentido, porque así hemos podido trabajar juntos muy diferentes personas, realmente se gestó lo multidisciplinario (Elsie Rockwell, entrevistada por la autora, marzo/1994). Esta sencillez organizativa se fundamentó en las siguientes razones que explican la situación: [...] Los mecanismos administrativos para regular el desarrollo de las investigaciones claramente la cohíben, la coartan, la entorpecen, ¿verdad? Por supuesto que tiene que haber un proyecto, tiene que haber un presupuesto y que, en principio, el jefe del grupo que hace la investigación está comprometido a seguir el proyecto, salvo que realmente tenga una modificación plausible [...] Mi política ha sido reconocer el talento -se equivoca uno a veces, claro- y darle todo el apoyo posible, no estar con auditorías, no solamente [de tipo] administrativo o contables, sino auditorías intelectuales; se le da apoyo a la gente para que su talento florezca (Juan Manuel Gutiérrez Vázquez, entrevistado por la autora, febrero/1994). Además de la organización general y administrativa de cada uno de estos centros de investigación, en los primeros años se intentó una delimitación más precisa de la labor académica. La demarca- ción de áreas o secciones de trabajo pretendió constituirse como otra opción para la integración de los equipos (tabla 1). En los tres centros se trató de hacer una división, con distintos criterios académicos, que esquematizara el desarrollo de las funciones. En el CEE predominó el de campos disciplinarios. Las otras dos instituciones trataron de incorporar divisiones acordes con las temáticas de estudio que empezaban a ser propias de la IE. La organización académica formal que se representó en estos esquemas tuvo diferente nivel de correspondencia con la práctica de cada centro. La producción de la CNME refleja, en parte, el funciona- Tabla 1 Distribución de las áreas de trabajo CNME* DIE TECNOLOGÍA DE LA ENSEÑANZA Objetivos de la enseñanza- aprendizaje, evaluación educativa, métodos y medios CEEPSICOLOGÍA GENERAL Y CURRÍCULUM SISTEMATIZACIÓN DE LA ENSEÑANZA Enseñanza programada, diseño de planes de estudio, enseñanza audiovisual, comunicación escrita TECNOLOGÍA EDUCATIVA PLANIFICACIÓN EDUCATIVA PLANIFICACIÓN EDUCATIVA MATEMÁTICAS, ESTADÍSTICA E INVESTIGACIÓN DE OPERACIONES ESTADÍSTICAS EDUCATIVAS Metodología de la educación SOCIOLOGÍA Y ANTROPOLOGÍA CIENCIAS SOCIALES Y EDUCACIÓN Sociología de la educación, administración, legislación universitaria ECONOMÍA, FINANCIAMIENTO Y PRODUCTIVIDAD DE LA EDUCACIÓN TEORÍA Y FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN METODOLOGÍA, POLÍTICA Y FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN metodología de la educación política de la educación, filosofía de la educación FORMACIÓN DE PROFESORES Fuente: CEE, 7969: 73; CNME, 7976: 4-6; ClNVESTAV, 7972: 8. *En la CNME se conformaron cuatro áreas que agrupaban otros proyectos, el nombre de éstas siempre está en mayúsculas y e/ de los proyectos en minúsculas. La distribución que muestra la tabla de las áreas de trabajo permite identificar relaciones entre temáticas que parecían ser de interés común entre los tres centras. miento de las áreas de trabajo que estaban contenidas en el esquema, 14 lo que permite suponer que los investigadores se integraron a dicha forma. En el caso del CEE se mostró un menor apego a la organización planeada, mientras en el DIE, nunca hubo una incorporación ni de los académicos ni de los proyectos a la distribución formal que se representó en el esquema. En estas dos instituciones todo parece que el intento de esquematización no constituyó un reflejo real de la integración de los investigadores a su labor académica. En ambos casos, su trabajo se aglutinó, básicamente, en torno a los proyectos educativos que se impulsaban, ya fuesen de investigación, desarrollo o docencia. Estos esquemas no reflejan la riqueza del movimiento académico dentro de las organizaciones. En los tres casos se respetaba la dinámica cambiante de las funciones, del conocimiento y flexibilidad para agrupar y separar al personal académico según los inte- reses, tanto del proyecto como de los investigadores (María De Ibarrola, entrevistada por la autora, agosto/1994). Sobre los estilos y ritmos de trabajo Los estilos de trabajo que se mencionan a continuación delinean una imagen general de la organización natural o espontánea que prevaleció en los hechos, más allá de los intentos por dar una organización técnica preestablecida de la institución. La rigurosidad, un fuerte compromiso personal, inversión considerable de tiempo, la discusión colectiva, el trabajo colegiado, la apertura de espacios para la expresión y la participación institucional marcaron el ritmo y las dinámicas internas de trabajo (los siguientes fragmentos corresponden a entrevistas realizadas por la autora). [...] Comenzamos [Pablo Latapí, Manuel Ulloa y Carlos Muñoz Izquierdo] con ese primer trabajo [una ponencia para un congreso de industriales en México]. Trabajamos en la noche, una noche no dormimos, como lo hicimos muchas otras veces, para terminar un trabajo como no se había hecho antes en México [...]Amigos míos, me decían "es que no podemos competir contigo, tú te dedicas sábados y domingos a esto" -"pues sí." Siempre he sido muy organizado, entonces exigía mucho método y, sobre todo, daba mucha atención a la formación de la gente. Primero, cada proyecto se programaba con sus tiempos y todo y, luego, se revisaba en su ejecución. Además de ese proceso había, religiosamente cada semana, una reunión de dos horas que era de información, de crítica de proyectos, como reunión de investigación [...] (Pablo Latapí, enero/1994). [...] Había reuniones de formación, donde la discusión era profunda entre los tres. Nos íbamos a Cuernavaca, a un hotel chiquitito, ahí nos quedábamos todo el sábado, con objeto de reflexionar, de formarnos. Era tan chiquito eso, que todos los días nos veíamos, nos decíamos cosas y surgían intereses y cosas por el estilo (Carlos Muñoz Izquierdo, mayo/1994). El CEE, a diferencia del DIE, es un centro que sí se maneja como institución colegiada. En el sentido de que se toman colegiadamente las decisiones: la orientación, fundamental, de qué proyectos se llevan a cabo, de quién los lleva a cabo, los trabajos son fundamentalmente en equipo, de quienes se incorporan a los equipos. Las decisiones académicas se toman en forma colegiada, eso no quiere decir que era una organización horizontal, para nada, era bastante vertical [...] Se revisaban avances de todos los proyectos en algunas reuniones, creo que eran una vez al mes. Se disertaba uno, incluso se traían comentaristas de fuera. Todo mundo estaba en todo, sabía qué estaba haciendo el otro, podía uno opinar, más bien, tenías que asumir colectivamente las decisiones [...] (Sylvia Schmelkes, marzo/1996). [...] Dejo que cada quien diga qué sabe hacer, qué le interesa hacer, qué quiere hacer, qué necesita, recordándoles que lo que no puede hacer una persona, difícilmente lo pueden hacer dos. Que cada quien asumiera su condición de profesional, de profesional universitario, de profesor universitario [ ...] Manuel Pérez Rocha, ingeniero afortunadamente, tenía una mente de ingeniero y no sólo de diseñador porque, en un momento dado, surge a que haga algo y, entonces, surge el programa de planeación de la educación [de Sistematización de la Enseñanza]. Con esos elementos que se tenían, Manuel -que era el Secretario- empieza a reunirse y cada quien, en una especie de lo que se suele llamar tormenta de cerebros [...], empieza a [dar] ideas y se empieza a formar un proyecte (Henrique González Casanova, octubre/ 1994). Nos aproximábamos a lo que considerábamos que era la literatura novedosa que, ciertamente, estaba muy cargada por el lado del conductismo. Muy rápidamente -porque éste fue un trabajo en un contacto muy directo con muchas escuelas y facultades de la universidad- comenzamos a recibir críticas fuertes; creo que, también con relativa rapidez, comenzó a rectificarse y a enriquecerse la perspectiva con la que se actuaba, que básicamente consistía en: estar atentos en las novedades, en el tema, dar cursos, formular manuales. Se Dieron muchos cursos que, precisamente, fue lo que nos sirvió mucho para confrontar esos planteamientos con las posiciones de las escuelas y las facultades. [...] Quienes nos ayudaron mucho fueron los profesores de ciencias sociales, que iban y nos ponían parejos, pero sirvió mucho. No obstante, sí había un trabajo muy participativo y muy colegial, sí había una interrelación entre todos [...] (Manuel Pérez Rocha, junio/1994). [Trabajábamos] en un cubículo grande todos los miembros del departamento, que éramos como cinco o seis, con una sola secretaria [...] había una mesa grande donde permanentemente estábamos discutiendo, eran análisis de lo que hacíamos, debates de para dónde llevar la educación, reflexiones sobre la educación en otros lados, comunicación de otras experiencias. Era muy agradable porque el trabajo era muy creativo: diseñar el currículum de la primaria de seis años y empezar a diseñar las lecciones [...] Éramos muy libres en términos de a qué hora y dónde lo hacíamos pero, había un compromiso muy fuerte. Prácticamente, el ritmo al que estuvimos trabajando fue sacando un libro cada dos o tres meses. Eran libros que tenían once revisiones cada lección, aparte de la experimentación, revisión de estilo, revisión de especialista, todo eso. Entonces, tú date cuenta, por ejemplo, si yo sacaba la tercera parte de los libros, tenía que hacer ocho o diez lecciones de un libro en ese tiempo; prácticamente, era trabajar día y noche. Cuando no estaba en una escuela a experimentar, estaba consultando libros, pensando ideas, hablando con gente y, bueno, cada versión de la lección nos reuníamos todo el equipo y lo volvíamos a revisar y volvíamos a analizar y a reflexionary si está bien o no está bien y pa' dónde va (Antonia Candela, A. mayo/1994). [...] Entonces le hacíamos de todo, a todo tipo de cosas, yo me metí en un momento en un proyectito, casi entrando, no me acuerdo cuándo fue, pero tenía el Departamento un proyectito de educación popular, cosa que es uno de los detalles de la historia del DIE que nunca se recuerda, pero éste era en Santo Domingo, atrás de la UNAM, donde había miles de gentes sin escuela, entonces se empezó a hacer un trabajito de escuela con los maestros que estaban en el equipo de Juan Manuel y, a la vez, ahí se probaban cosas del libro de texto de ciencias naturales [...] eso se fue convirtiendo en una escuela a través de gestiones ala SEP [...], muchos de los mismos maestros que estuvieron con Juan Manuel quedaron en la escuela, entonces en todo ese trámite y transición, estuve también muy metida, incluso un verano me la pase ahí, trabajando con niños, como alfabetización y en investigación [...] Por otra parte, se habían hecho los libros de texto, para esto ya también me había metido [...], por bocona, creo que critiqué algunas cosas; entonces, Juan Manuel me puso a hacer algunas de las lecciones y en el último jalón de los libros de texto estábamos metidos todos, para sacar eso (Elsie Rockwell, marzo/1994). Comentarios finales Dado que el presente trabajo es un resumen de una investigación más amplia, nuestro propósito se centró en ofrecer una visión general de los procesos de construcción institucional inmersos en los tres centros estudiados, identificar una vinculación estrecha entre la conformación y organización de cada uno y las relaciones de tipo social, político y académico. En este sentido es que se puede enfatizar en los siguientes rasgos de dichos procesos: • Los tres centros son proyectos novedosos en su idea original, en su orientación académica y en su figura jurídica (como asociación civil en el caso del CEE; como dependencia universitaria especializada en nuevos métodos de enseñanza y al servicio de la Secretaría General de la UNAM, pero con una estructura propia en el caso de la CNME; y como organización académica impulsada en su conformación por la SEP, pero autónoma de su estructura central y con adscripción a una institución científica, en el caso del DIE). • Todos contaron con un fuerte respaldo institucional que, de diferentes maneras, daba credibilidad y viabilidad al proyecto. • Si bien cada proyecto académico-organizativo representaba los valores de la institución que le respaldó, para cada uno de ellos fue importante mantenerse con independencia y autonomía académica interna. • En cada centro, de distinta forma, la orientación académica de los proyectos atendía a la política educativa nacional: para responder a demandas específicas (libros de texto en el DIE), elaborar jui- cios críticos sobre la educación oficial (los estudios técnicos del CEE), y atender la masificación de la matrícula universitaria, producto de políticas sexenales, aunque con una mayor distancia de los programas y juicios específicos (las propuestas desarrolladas por la CNME en torno a métodos de enseñanza y planes de estudio). • En los tres centros la propuesta de investigación se ubicó en la interdisciplinariedad, como una posibilidad de dar solución y alternativas a los problemas del sector educativo. • La producción académica se orientó a la intervención en la acción educativa. • Los centros mostraron preocupación por una configuración formal de su organización; sin embargo, para los tres casos, en la práctica ésta se ajustó al desarrollo de proyectos académicos específicos. • En los tres centros se reconoció la importancia de respetar el espacio para el ejercicio del investigador y de impulsar la vida académica colegiada. Estos comentarios reconocen un espacio de común encuentro respecto de los procesos de construcción institucional de los tres centros analizados lo que, de alguna forma, también representa o refleja rasgos constitutivos de la IE en los orígenes de su institucionalización.15 Muchos de ellos no han perdido su vigencia: en este quehacer siguen participando, más que en los inicios, diversos enfoques disciplinares; la IE, como ámbito de conocimiento, mantiene una especial tensión con las políticas educativas imperantes; sigue siendo considerable la elaboración de propuestas orientadas a la intervención en el sector. En este sentido, el estudio de los orígenes de la institucionalización de la IE en México permitió confirmar el supuesto de que el pasado de un quehacer intelectual pone en juego los procesos actuales de su desarrollo. Notas 1 Gutiérrez Serrano, Norma Georgina (1997). Orígenes de la institucionalización de la Investigación Educativa en México. Tesis de maestría, DIE - CINVESTAV. 2 Para el estudio de cada uno de estos centros se consideró como límite temporal, el periodo de dirección de sus primeros líderes institucionales, lapso durante el que se logra consolidar el proyecto: de 1962 a 1970, para el caso del CEE; de 1969 a 1976, para el de la CNME y de 1971 a 1980, para el DIE. 3 Brunner (1988) presenta su posición en torno al uso combinado de los enfoques organizacional e institucional, como una importante posibilidad analítica para conceptualizar a la educación superior en América Latina como un sistema complejo. 4 La aplicación de este enfoque tuvo un importante soporte en la línea organizacional que desarrolla Burton Clark (1992) en el estudio de los sistemas de educación superior. 5 La inclusión de otras líneas de indagación está de acuerdo con el enfoque histórico-estructural respecto de la consideración de determinantes externos que influyen en la conformación de las instituciones (Brunner, 1988). 6 Bourdieu define la noción de agente en estrecha relación con la de campo. "[...] estos agentes son socialmente constituidos como activos y actuantes en el campo, debido a que poseen las características necesarias para ser eficientes en dicho campo, para producir efectos en él" (1995: 71). 7 Estos testimonios tuvieron la particularidad de entrelazar la información sobre los orígenes y la forma de constitución de sus respectivas instituciones con datos biográficos. 8 Término utilizado en el siguiente sentido: "[...] una tradición disciplinar asumida por un grupo de individuos que compartiendo ciertas ambiciones explicativas tienen en común, además de unos conceptos, unas técnicas y procedimientos explicativos, unos problemas teóricos y sus aplicaciones empíricas" (Brunner, 1988: 32). 9 Interesantes reflexiones en este sentido se presentan en Casarini (1997: 5573). 10 La sociología, la economía, la psicología, e incluso ciertas disciplinas de las ciencias naturales (con la experimentación), aportan sus propios métodos de investigación. 11 Es interesante señalar que los objetivos uno y tres son los que se identifican con la línea académica que sigue el CINVESTAV y que es el apego del DIE a éstos lo que, en buena parte, explica su permanencia dentro de dicho organismo. 12 Esta estructura de gobierno fue heredada por el Centro de Investigaciones y Servicios Educativos y, en lo general, se mantiene hasta la actualidad. 13 La organización más simple sobre la que se encontró información data del año de 1973. La estructura consistía en cinco unidades: dirección, coordinación y control, producción de la investigación, servicios de apoyo y apoyo externo (CNME, 1973a). 14 En 1972, una investigadora de la Comisión consideraba que los principales trabajos recaían en las áreas de: información y documentación, enseñanza programada, enseñanza audiovisual y sistematización de la enseñanza, que se representaban en los organigramas citados (De Ibarrola, 1972: 93). 15 Con el reconocimiento de un espacio de común encuentro en los procesos de construcción institucional de los centros estudiados, no se pretendió negar la especificidad, ladiferencia de cada proyecto institucional. Por razones de espacio, este documento enfatiza sobre lo que comparten cada uno y lo que de ellos permite explicar la institucionalización de la IE, más allá de un espacio físico delimitado. Referencias bibliográficas Arredondo, Martiniano; Salvador Martínez; Araceli Mingo; Teresa Wuest (1984). 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