Logo Studenta

Ensayo Moda rápida y sosteniblidad- Sofía Hernández

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Moda rápida y sostenibilidad 
Sofía Hernández Rodríguez 
 
Acorde a Jiménez y García (2017) la moda rápida es un modelo de consumo y producción 
que permite conseguir los últimos diseños de ropa casi al instante y lograr que prendas exclusivas 
estén al alcance de muchos. Sin embargo, los productos que se ofrecen suelen ser de baja calidad y 
con periodos de vida cortos, lo que promueve la cultura de desecho, siendo esto un desperdicio de 
recursos. (Gupta y Gentry, 2016). Por otra parte, “la sostenibilidad es la capacidad de satisfacer las 
necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer 
las propias” (Naciones Unidas, 2000). Por lo tanto, el desarrollo sostenible es fundamental en la 
actualidad para garantizar el equilibrio social y ambiental en el mundo. 
En consideración a lo anterior, el presente ensayo busca a través de la revisión de literatura 
y las opiniones de expertos en el tema, responder la siguiente pregunta ¿la moda rápida es un 
impedimento para el desarrollo de la sostenibilidad? El alcance de este ensayo es descriptivo y 
crítico, centrado en el análisis de artículos de investigación y de reportes emitidos por 
organizaciones internacionales en el área medioambiental y de desarrollo sostenible. 
La moda rápida es uno de los mayores impedimentos para el desarrollo de la 
sostenibilidad. La industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo. (Naciones 
Unidas, 2019). Todo empieza desde la producción, extrayéndose grandes cantidades de recursos 
no renovables y generando residuos textiles que terminan desechándose en fuentes hídricas. En 
consecuencia, el estrago ambiental que se provoca es alto; la industria textil produce el 8% de las 
aguas residuales mundiales. (UNEP, 2021. Además, en los países donde se produce la ropa no 
existe un tratamiento para las aguas contaminadas; por ende, las fábricas vierten estos 
contaminantes a ríos y océanos sin ser multadas. Creándose consecuencias nefastas para los 
ecosistemas marinos y las personas que consumen el líquido contaminado. 
Asimismo, las emisiones de dióxido de carbono que se producen por las fábricas de moda 
rápida contribuyen a la polución del aire y consiguiente a esto a la degradación de la capa de 
ozono. La industria de la moda es responsable del 10% de las emisiones de carbono a la atmosfera. 
UNEP, 2019. Esto se debe a la gran demanda de fuentes energéticas para la producción de las 
prendas y su distribución, dejando una gran huella de carbono. Pero, la más grande afectación 
medioambiental que produce la “Fast fashion”, es sin duda alguna el derroche de toneladas de 
agua potable para la fabricación de la ropa. 
Vinculado al punto anterior, según la UNCTAD (2019) la industria de la moda utiliza 
anualmente unos 93.000 millones de metros cúbicos de agua. El derroche extremo del líquido 
valioso no permite que sea viable la sostenibilidad ambiental y reduce la adquisición de este 
recurso por parte de las comunidades. Las mismas que sirven de proletariado para las fábricas de 
moda rápida, siendo explotadas y remuneradas de muy mal manera. 
 
 
 
 
Ahora bien, son las empresas y minoristas de moda rápida quienes en realidad se favorecen 
de la precariedad salarial que tienen muchos de sus trabajadores. Obligándolos a laborar en lugares 
deplorables, sin ventilación y sin las herramientas adecuadas para su protección, todo esto con el 
fin de reducir los costos y obtener mayor ganancia. En consecuencia, los trabajadores deben 
inhalar de forma constante el polvo que se desprende de la tela, produciéndoles enfermedades 
peligrosas a largo plazo. Además, de tener problemas físicos por la frecuencia con que repiten los 
mismos movimientos (Bick et al., 2018, pág. 2). 
Sin embargo, diferentes empresas de moda rápida en los últimos años empezaron a 
implementar nuevos métodos para reducir su impacto ambiental y mejorar la calidad de vida de 
sus trabajadores. Entre las innovaciones que se implementan se encuentra la moda lenta, lo 
contrario a la moda rápida. Según Kate Fletcher (2007) la moda lenta no se enfoca en el tiempo, si 
no, más bien en la calidad, donde los diseñadores y consumidores son conscientes del impacto 
social y medioambiental que tenga el producto. Este enfoque brinda una manera más sostenible de 
poder estar a la moda, mientras no se desperdician los recursos que son limitados y se garantiza el 
respeto a los derechos laborales. Otra alternativa que utilizan grandes marcas de moda rápida es la 
creación de etiquetas diferenciadoras para reconocer que tipo de ropa se fabricó con materiales 
reciclables y productos orgánicos, permitiéndole al consumidor conocer el proceso de donde 
provino su ropa. 
Retomando el punto anterior, la moda rápida a pesar de estar evolucionando para poder ser 
un poco más amigable con el medio ambiente, no sigue pilares importantes de la sostenibilidad. 
Emplear una gran cantidad de recursos limitados solo para producir un producto y solo satisfacer 
las necesidades de algunos, sin tener en cuenta las futuras, vuelve el panorama sombrío para esta 
industria. 
En conclusión, a través del análisis de los artículos y los reportes de organizaciones 
gubernamentales propuestos en este ensayo, se puede evidenciar que la moda rápida es un 
impedimento para el desarrollo de la sostenibilidad. Se demuestra por (i) la continua tendencia de 
malgastar los recursos limitados y (ii) la falta de conciencia por los derechos laborales; (iii) que 
vuelven a la “fast fashion” un modelo insostenible que afecta al medio ambiente y la integridad de 
los trabajadores. 
La moda rápida es una problemática que necesita soluciones innovadoras y urgente, por lo 
que son muchos los artículos publicados donde se encuentran recomendaciones a los compradores 
y a las fábricas que se siguen dedicando a este modelo de producción. Los consumidores deben ser 
conscientes y preguntarse antes de comprar alguna prenda a muy bajo costo, el proceso por el cual 
tuvo qué pasar para poder llegar a su posesión y, además, cuestionar e incentivar a las empresas de 
moda para que vendan productos de moda lenta o libre de materiales tóxicos para el medio 
ambiente. 
 
 
 
 
 
Referencias 
Jiménez Cisneros, J. Y García Escamilla., N. I. (2017). La moda rápida y su impacto 
ambiental. Blog, responsabilidad social, Universidad de las Américas puebla. Consultado en: 
https://contexto.udlap.mx/la-moda-rapida-y-su-impacto-ambiental/ 
Programa de las naciones unidas para el medio ambiente, UNEP (2021). Noticias UNEP 
Consultado en: https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/reportajes/la-moda-rapida-esta-
pisando-el-freno 
Naciones Unidas. (2019). El costo ambiental de estar a la moda. Noticias ONU. Consultado 
en: https://news.un.org/es/story/2019/04/1454161 
Gupta, S. Y Gentry, J. (2016). The behavioral responses to perceived scarcity – the case of 
fast fashion. The International Review of Retail https://doi.org/10.1080/09593969.2016.1147476 
Bick, R., Halsey, E. & Ekenga, C.C. (2018) The global environmental injustice of fast 
fashion. Environ Health 92. https://doi.org/10.1186/s12940-018-0433-7 
Brooks, A. Fletcher, K. Robert A. Francis, Rigby, E. Roberts, T. Fashion, Sustainability, 
and the Anthropocene. (2017). Utopian Studies 1 November 2017; 28 (3): 482–
504. https://doi.org/10.5325/utopianstudies.28.3.0482 
 Naciones Unidas. (2000). Conferencias, medio ambiente y desarrollo sostenible. Noticias 
ONU. Consultado en: https://www.un.org/es/conferences/environment/newyork2000 
Conferencia de las Naciones Unidas sobre comercio y desarrollo, UNCTAD. (2019). 
Informe sobre el comercio y desarrollo 2019. Consultado en: 
https://unctad.org/es/system/files/official-document/tdr2019overview_es.pdf 
 
 
 
 
https://contexto.udlap.mx/la-moda-rapida-y-su-impacto-ambiental/
https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/reportajes/la-moda-rapida-esta-pisando-el-frenohttps://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/reportajes/la-moda-rapida-esta-pisando-el-freno
https://news.un.org/es/story/2019/04/1454161
https://doi.org/10.1080/09593969.2016.1147476
https://doi.org/10.1186/s12940-018-0433-7
https://doi.org/10.5325/utopianstudies.28.3.0482
https://www.un.org/es/conferences/environment/newyork2000
https://unctad.org/es/system/files/official-document/tdr2019overview_es.pdf