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Cuartilla

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Cuartilla (papel)
	
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Para otros usos de este término, véase cuartillo.
Una cuartilla es una medida de una hoja o la cuarta parte de un pliego.1 Sus dimensiones exactas son: Un pliego tiene un tamaño de dos folios y un folio de dos cuartillas. Se llamaba cuartilla porque era la cuarta parte de un pliego de papel. La mitad de una cuartilla es una octavilla.
Desde la aparición del sistema DIN Ax, el uso de las cuartillas como tales ha caído en desuso, pero el término sigue presente en el lenguaje. La cuartilla se corresponde aproximadamente con el tamaño DIN A5, que mide 14,8 × 21 cm.
Es frecuente que en un trabajo escrito la extensión se especifique señalando un cierto número de 'cuartillas'. Una cuartilla es aproximadamente una hoja tamaño carta, escrita a máquina (o en procesador de palabras, pues el trabajo en computadora es ahora muchísimo más común), a doble espacio y con un tipo de letra impresa tamaño 'normal' (12 puntos).
Más específicamente, en tipografía suele indicarse la extensión de los textos con base en 'cuartillas'. Cada una, convencionalmente, se define por el contenido de 26 renglones con 65 'golpes' mecanográficos, o caracteres, incluidos los espacios, es decir, unos 1.700 golpes o caracteres. Contendría entre 200 y 250 palabras en español (a un promedio de 7,1 letras por palabra), y entre 200 y 300 palabras en inglés(a un promedio de 6,3 golpes por palabra).
La cuartilla es una hoja tamaño carta escrita en computadora o en máquina de escribir con espacio sencillo y doble, con un tamaño de letra a 12 puntos o el tamaño común de la máquina de escribir. La cantidad de renglones debe ser entre 20 y 23.
Aquí les dejo un ejemplo de cuartilla:
EL DESGARRO MUSCULAR.
Desgarro Muscular en Atletas.
 Diagnóstico y Tratamiento.
Esta es una de las lesiones más comunes en los atletas de alto rendimiento, en la que el daño del músculo puede ser parcial o total. Un desgarro muscular es una lesión claramente identificada, que se produce por la excesiva tensión en la unión de los músculos y los tendones, según se a comprobado en estudios experimentales y clínicos.
Para su tratamiento se han clasificado en tres grados:
(grado I), moderado,  (grado II), severo, (grado III), grave.
Las lesiones de grado I una lesión del 5% del espesor muscular, las leciones de grado II el desgarro parcial o incompleto y las de Grado III la ruptura completa incluyendose las fracturas por avulsión.
Estudios para el diagnóstico.
Son casi obsoletas las radiografías a excepción de la fractura por avulsión y es muy raro pero se puede llegar a ver la miosotis osificante crónica.
Nos ayudan estudios como TAC, Ultrasonido, y actualmente la RMN que nos aportan mucha más información.
Tratamiento.
La respuesta de curación inicia con inflamación, edema y hemorragia. El manejo de dolor e inflamación, el protocolo “rice” por sus siglas en inglés Rest (descanso), Ice (hielo), Compresión, Elevation (elevación), es lo más reconocido. La inmovilización se recomienda por espacio menor a una semana, la movilidad temprana es importante, anti-inflamatorios no esteroideos vía oral es lo más aceptado universalmente, iniciando inmediato al daño y continuar por 3 a 5 días.
URL del artículo: http://www.ejemplode.com/11-escritos/1671-ejemplo_de_una_cuartilla.html
Fuente: Una cuartilla
El comportamiento agresivo
El comportamiento agresivo constituye un problema común para todos los padres y maestros el decidirse a fomentar o a dominar la agresividad de los niños. Aunque el comportamiento agresivo es a veces deseable y a veces no, los adultos cometen habitualmente el error de considerarlo solo bajo su aspecto negativo. Cuando adquiere la forma de la ambición, de la iniciativa, de la empresa y de la autoconfianza, debe ser cultivado y estimulado. Por el contrario se lo fiscalizará cuando se manifieste por medio de la hostilidad, del resentimiento o del odio. Todos los niños experimentan alguna vez sentimientos agresivos. El giro que ellos tomen depende en su mayor parte de la comprensión y de las técnicas disciplinarias que empleen los padres y los maestros.
Es probable que el niño apacible, tranquilo y agradable, que no luche, discuta o hable a destiempo, se gane la aprobación y admiración de sus mayores, pero puede carecer de las cualidades que lo coloquen a la cabeza de su propia generación. 
Con toda probabilidad, el niño charlatán y perseverante que tome con frecuencia la iniciativa sin permiso y que se resista a veces a la autoridad desarrollará una personalidad más poderosa y más dinámica. Aunque los niños que exhiban rasgos agresivos sean mal mirados y censurados por el maestro, son a menudo los integrantes más populares e influyentes del grupo. Muy frecuentemente todo el entusiasmo de estos conductores en potencia es arruinado por la ingerencia de adultos bien intencionados.
Aunque las peleas entre niños no deben ser perdonadas, su eliminación no resultará del simple uso de castigos o de la búsqueda del culpable. El problema debe resolverse indirectamente, estudiando el ambiente de los beligerantes y tratando de descubrir la causa de sus sentimientos hostiles. Algunos niños recurren a la pelea como un medio de sentirse importantes y seguros de sus propios derechos. Otros luchan porque ésta es la manera que ellos han aprendido para competir exitosamente con compañeros de su misma edad.
Numerosos niños tratan de dirimir sus diferencias por la fuerza a causa de los ejemplos que han recibido en el hogar. La lucha y otras formas de hostilidad predominan entre los niños que están bajo la constante sujeción arbitraria de los adultos.
A algunos maestros les resulta difícil enfrentarse con problemas de comportamiento sin utilizar la fuerza. Castigar cualquier acción que consideran una amenaza contra su autoridad. La reacción de un maestro ante el comportamiento agresivo depende mucho de su bienestar físico y del estado emocional del momento. Si sus necesidades de éxito, de reconocimiento y de vida familiar y segura no han sido satisfechas, es probable que llegado el caso demuestre sus propios sentimientos agresivos.
El maestro debe cuidar que su estado mental sea bueno, de modo de poder aceptar sin sobresaltos ni muestras de emoción el comportamiento insolente y agresivo de los alumnos.
Es imposible dominar los instintos violentos de los niños con la simple aplicación de métodos severos de disciplina. En vez de eliminar los sentimientos hostiles, mediante engaños, críticas, sarcasmos y prohibiciones solo se logrará aumentar el antagonismo y hacer más difícil su desarraigo. Hacerlo quedar después de clase, imponerle trabajos adicionales, avergonzarlo, ridiculizarlo ante la clase, exigiéndole una retractación pública e herir su orgullo de cualquier otro modo puede aliviar el propio estado de frustración o de tensión del maestro, pero inevitablemente, agravará el problema del comportamiento del niño. Aunque tales medidas impongan una calma y orden temporarios, probablemente generará más rebeldías y desafíos y podrán en marcha toda una serie d ataques y contraataques entre el maestro y el alumno.
Cuando se tiene una conversación particular con un niño belicoso, no es práctico preguntarle por qué se comporta de ese modo, pues él no lo sabe. Aunque comprende que su comportamiento no merece la aprobación de los demás, también comprende que no puede dejar de hacerlo. El no entiende nada acerca de las causas fundamentales, físicas y emocionales que motivan su acción.
El maestro no debe reprenderlo o sermonearlo, sino mantenerse en un segundo plano, estimulándolo a decir como un relato todo lo que siente, asegurándolo gradualmente a que observe su comportamiento como lo hacen los demás.Por medio de la conversación, el niño se liberará de los sentimientos de ira, hostilidad o culpabilidad y dará inconscientemente al maestro un indicio de sus perturbaciones.
Los niños acostumbrados a ser rechazados y castigados por su comportamiento agresivo, se sorprenderán al encontrar un maestro que comprenda y acepte sus sentimientos. Cuando se les permita por primera vez expresarlos libremente, podrán aparecer como sacando una ventaja indebida de la situación, eliminando diversas emociones acumuladas, incluso algunas ofensas de larga data; pero después de un tiempo en que todos los sentimientos reprimidos hayan sido liberados, sus demostraciones de rebeldía y hostilidad probablemente marquen una sensible disminución.
Es necesario que los niños luchen, a veces para defender sus derechos y para ser aceptados y respetados por sus iguales. La reyerta ocasional entre la gente menuda es normal. Por el contrario las luchas, las disputas y las provocaciones habituales de los niños muy agresivos, constituyen un grave problema de la escuela, que requiere un tratamiento prudente del maestro. A causa que el niño pendenciero es repelente e irritante en su comportamiento, no logra atraerse la simpatía y la paciencia que tanto necesita. Los maestros se inclinan naturalmente a reprenderlos y castigarlos y a perdonar y consolar a sus víctimas. En realidad, él es quien necesita más urgentemente comprensión y ayuda. Los actos de burla y crueldad excesivos son expresiones de privaciones, de tensiones o de problemas de su vida que requieren una investigación y un estudio en vez de un castigo precipitado.
El pendenciero es con frecuencia un estudiante lerdo. Esto no se debe a ninguna relación particular entre la provocación y la torpeza, sino más bien al hecho que los niños de aprendizaje lento que se encuentran atrasados se hacen a menudo pendencieros para disimular su insuficiencia o inferioridad. El camorrista se siente asustado, inferior, inseguro e inadaptado; pero hace un esfuerzo desesperado por aparentar lo contrario. En consecuencia, solo puede ayudárselo haciendo que se sienta seguro, adaptado y apreciado. En la misma categoría del camorrista, se encuentra el niño que atormenta a los demás con burlas maliciosas. En lugar de causar dolores físicos, el burlón lastima los sentimientos de sus compañeros haciéndoles observaciones hirientes, imponiéndoles apodos ofensivos y burlándose de ellos. El enojo en los niños se debe con frecuencia a su incapacidad para dominar las situaciones. El maestro debe impedir, a toda costa, que el comportamiento belicoso se convierta en un hábito.
TÉCNICAS CORRECTIVAS
Descargar versión PDF Técnicas correctivas
Julio Varela julio@conducta.org
La capacidad del ser humano para aprender es sorprendente. Desafortunadamente, aprendemos no sólo a comportarnos en forma correcta sino que también aprendemos a responder en forma equivocada o incorrecta. La labor del profesor no sólo incluye la formación académica de sus alumnos, sino también la corrección de los comportamientos que socialmente no son adecuados. La mayor parte de esta labor correctiva se refiere al comportamiento que se conoce en general como "disciplina", aunque en términos técnicos podemos referirnos a ella como comportamiento socialmente equivocado ya que casi siempre implica la infracción de alguna regla o norma establecida por la sociedad o la institución particular en la que se desenvuelve. También puede implicar una reacción emocional en el infractor al efectuar tal rompimiento de regla o al ser sorprendido. Las principales técnicas que se conocen para modificar tal comportamiento inadecuado tienen un fundamento teórico, que no abordaremos aquí por razones de espacio.
Las técnicas correctivas en orden a su complejidad y gravedad de efectos se describen enseguida.
a. Refuerzo Diferencial de Otras Conductas (RDO)
Tanatóforo, alumno de 2o. de primaria, se levanta constantemente de su asiento. Su profesor lo sorprende cerca de su lugar y le dice "Muy bien Tanatóforo, así, cerca de tu lugar, podrás desarrollar tu trabajo". Esto lo hace cada vez que lo ve cerca de su lugar o bien cuando se queda viendo el trabajo de otro compañero sin perturbarlo. El profesor le dice "¿Qué tal, te gusta como está quedando el trabajo de tu compañero? Tú también podrías hacerlo". El profesor está poniendo atención a algunas conductas de Tanatóforo que no son precisamente las de estar trabajando sentado en su lugar, pero que de alguna manera pueden animar a Tanatóforo para que se siente en su lugar y se ponga a trabajar. Por esta razón el procedimiento se denomina Refuerzo Diferencial de Otros Comportamientos.
Este procedimiento se puede llevar a cabo haciendo uso de otro recurso. Cuando Tanatóforo está parado el profesor dice “!Qué bien, casi todos los alumnos están sentados y trabajando!” o en forma más directa: “!Bravo, los que están trabajando van a poder salir a tiempo a su recreo!” El efecto de estas expresiones puede ser que Tanatóforo decida ir a sentarse y trabajar. Si así ocurre, el profesor debe poner inmediatamente atención a su alumno y decirle “!Eso es, muy bien. Sentado, podrás terminar tu trabajo a tiempo!”
La gran ventaja de este procedimiento es que no implica el uso de una consecuencia directa. Por esta razón es uno de los más recomendables. La gran desventaja que tiene es precisamente esa: el comportamiento inadecuado no tiene una consecuencia directa. Tanatóforo como cualquier otro alumno puede estar "jugando" para que el profesor le ponga atención a él, andando parado. Si el profesor cree que este es el caso, puede comenzar a usar la técnica siguiente.
b. Extinción
Siempre y cuando el comportamiento inadecuado de Tanatóforo no cause una gran distracción o algún otro problema a sus compañeros, el profesor puede ignorarlo completamente mientras permanezca parado. Este ignorar implica que el profesor actúe como si ese alumno no estuviera presente dentro del salón: no verlo, darle la espalda, sacarle la vuelta en caso de que esté parado frente al profesor, etc. Si Tanatóforo llegara a hablarle al profesor estando parado, éste no debe voltear a verlo, aparentando que no ha oído nada. Simultáneamente el profesor puede aplicar la RDO y decir "Ya saben que yo sólo atiendo a los alumnos que están sentados y trabajando".
Es muy posible que ante tal procedimiento, Tanatóforo hable más alto, insista en que lo atiendan e incluso podría llegar a agredir a un compañero o al profesor para provocar la atención sobre él. Esto puede ser prueba de que el procedimiento está surtiendo efecto, pero el profesor debe cuidar que Tanatóforo no cause daño a otros, a sí mismo o al profesor, y permanecer lo más tranquilo posible. El profesor puede insistir una vez más “Sólo atiendo a quien está sentado trabajando” y agregar “Qué mal se ven los niños que gritan y arrebatan los trabajos de los compañeros que están trabajando”. Mientras lo dice, viendo de reojo a Tanatóforo, se acerca a él y firmemente puede sujetarlo de las manos para evitar que siga agrediendo a los demás, y volviendo a repetir lo que dijo antes, sin mirar directamente a Tanatóforo.
Obviamente estas últimas acciones pueden ser desarrolladas cuando el alumno tiene poca edad. Su uso queda descartado en la primaria mayor y secundaria.
La Extinción como la RDO implica que el comportamiento negativo no obtenga la atención directa del profesor que puede ser estimulante para el alumno. La atención preferentemente debe otorgarse cuando el alumno sea sorprendido actuando correctamente y esto es muy posible que ocurra en otro momento, cuando cambie la situación y/o la actividad programada.
c) Refuerzo Diferencial de Conductas Incompatibles (RDI)
Los problemas de Tanatóforo pueden ser: estar parado, estar hablando mientras otro habla, sentarse incorrectamente, pedir permiso constantemente para salir al baño, no trabajar recostándose en su mesabanco, entre otros. Observando cuidadosamente la conducta de este alumno podemos darnos cuenta de que no todo el tiempo está actuandode esas formas. Es posible que de vez en cuando lo veamos sentado en su lugar, callado mientras otro habla, sentado correctamente en su lugar y, después de un tiempo razonable permanecer en el salón sin pedir permiso para ir al baño. Si así fuera, el profesor puede aprovechar cada una de esas ocasiones para motivar la conducta adecuada que es incompatible con las inadecuadas. Estar sentado es incompatible con estar parado; estar callado es incompatible con estar hablando; etc. De hecho este procedimiento puede ser aplicado conjuntamente con la RDO y la Extinción. En ocasiones los efectos de estas técnicas sencillas son altamente sorprendentes, comparándolos con el poco esfuerzo que requieren por parte del profesor.
d) Tiempo Fuera
El problema de Tanatóforo puede no haberse resuelto después de 8 días de aplicar los procedimientos anteriores e incluso puede haber llegado a cometer algunas otras faltas que son inaceptables dentro del salón como es el ponerse a gritar, "hacer payasadas" delante de los demás compañeros, provocando la risa y atención de éstos. El profesor no puede ni debe permitir que esto siga ocurriendo. De esta manera, si durante la última actividad que está por terminar para pasar a otra, el alumno se estuvo comportando inadecuadamente, el profesor se acerca a él y de manera muy firme, viéndolo a los ojos y poniendo una de sus manos o ambas sobre los hombros del alumno, le dice: "Tanatóforo, perdiste el derecho de participar en la siguiente actividad, sólo pueden participar los que se interesan por la actividad. Párate junto al pizarrón". Tanatóforo trata de alegar, de justificar, de prometer y de cambiar la sanción pero el profesor se mantiene firme, sin alegar, sin aceptar justificaciones, promesas y sin cambiar la sanción. Simplemente le repite una vez más la sanción, señalándole firmemente el pizarrón. Supongamos que Tanatóforo se para y después de 5 minutos, el profesor le pregunta si está dispuesto a incorporarse a la actividad con sus compañeros. Si éste dice que sí, el profesor dice: “Bravo, Tanatóforo quiere trabajar como todos sus compañeros”.
Como se observa en el párrafo anterior, esta técnica implica que durante algún tiempo el alumno esté fuera de la situación en la que se hallaba, habiendo perdido el derecho de estar en ella. La estancia dentro del salón, participando en alguna actividad, debe ser por principio, una situación atractiva para el alumno o en otras palabras, debe ser una posible fuente de múltiples motivaciones como sería aprender y tener oportunidad de pasar a realizar alguna otra actividad altamente atrayente como puede ser el juego con diversos materiales, el recreo o alguna otra clase que les guste mucho a los alumnos.
Las condiciones para poder aplicar el Tiempo Fuera son:
1) Haber aplicado antes, de manera consistente, las técnicas ya descritas.
2) Si el comportamiento es altamente interruptivo para que el profesor y/o los compañeros puedan proseguir con la actividad planeada, puede procederse con ella, aun cuando no se hayan desarrollado las técnicas anteriores.
3) El lapso mínimo que debe durar este Tiempo Fuera es de 5 minutos. Después de este periodo, si el alumno está emocionalmente tranquilo, se le puede invitar a trabajar nuevamente.
4) Una vez aplicado este procedimiento puede aplicarse cuantas veces sea necesario, aumentando en cada ocasión el periodo del Tiempo Fuera si el problema se presenta repetidamente.
Es muy importante resaltar que el profesor es quien debe tener la autoridad y control para que el alumno se incorpore a la actividad, ante el señalamiento expreso. Por esto, si antes de que transcurran los cinco minutos, el alumno decide o pide incorporarse a la actividad, el profesor, vendo el reloj, le dice “No, aun no”. Terminados los cinco minutos, el profesor pregunta: “¿Quieres integrarte ahora? Ya pasaron los cinco minutos”.
e) Castigo
Hemos visto que las técnicas anteriores implican no poner atención al alumno o bien, retirarlo de una situación a la que le damos valor positivo o la consideramos como requisito para poder tener acceso a otra actividad más agradable para los alumnos. Tanatóforo puede ser un alumno que requiera una técnica más rigurosa: la presentación de una consecuencia negativa directa. Comúnmente a esto se le conoce como castigo. Tal consecuencia puede ser el enviar una nota escrita a sus padres, comentando el mal comportamiento del alumno, asignar una calificación baja en disciplina, dejarlo sin derecho al recreo, detenerlo durante algún tiempo breve después del toque de salida, etc.
El castigo físico está terminantemente prohibido. Su uso puede ser causa de despido inmediato, aun cuando existiera la autorización de los padres de familia respectivos. La única situación que puede llegar a justificar su uso es ante la inminencia de un daño físico muy grave para el alumno, lo cual es altamente improbable dentro de una escuela. Si llegara a ocurrir, el profesor debe informar inmediatamente a la dirección escolar para llamar a los padres de familia a fin de que se entere a los mismos.
Los efectos del castigo físico son muy contradictorios y en caso de que llegara a usarse, eso corresponde exclusivamente a los padres de familia, fuera de la escuela. El profesor no puede permitir que un padre golpee a su hijo dentro de la escuela. El castigo físico constante e indiscriminado puede afectar el desarrollo emocional y social del alumno, generando sentimientos de inferioridad, timidez, aislamiento social, tendencias vengativas y de abuso físico o verbal con hermanos o compañeros menores, inseguridad, tendencia al autoritarismo y probablemente la principal desventaja es que por medio del castigo se puede aprender a tratar de solucionar los problemas propios usando la violencia física.
Tradicionalmente, el castigo físico era un arma poderosa en las casas y en las escuelas. En la actualidad algunos padres de familia comentan que gracias a esto, ellos pudieron seguir adelante. Esto puede ser cierto pero debemos tomar en cuenta que la tendencia de la educación liberal trajo consigo un relajamiento en los patrones de educación, al igual que un anhelo de que los niños gozaran de derechos casi iguales o idénticos a los del adulto. Se eliminó radicalmente el castigo físico, la población de las escuelas creció desconmesuradamente, las madres de familia se dedicaron cada vez más a trabajar y a delegar su papel formativo a otras personas, etc. Hoy en día, parece haber un regreso a los "viejos cánones" y con ello al castigo físico. El sueño de que “todos somos iguales y por tanto tomamos las decisiones entre todos” ha tenido ya efectos muy lamentables. Ante la falta de autoridad o en el mejor de los casos, ante la “autoridad compartida por todos”, ahora se nota un retorno pero de cualquier forma, los resultados de la investigación relativa al castigo son elocuentes: son más los efectos negativos que positivos, cuando se usa frecuentemente y en forma irracional. El castigo físico no aparece en el diccionario de los buenos profesores.
De cualquier forma, el uso del castigo físico de manera constante es indicio de una falta grave de control emocional por parte de quien lo usa de esa manera o bien, es signo de una profunda deficiencia cultural.
f) Saciedad
Algunos alumnos pueden incurrir con cierta frecuencia en algunas faltas: a) pararse de su asiento sin razón; b) hablan, chiflan o hacen ruidos mientras se trabaja o se está exponiendo; c) trabajan demasiado lento; d) se salen insistentemente del tema que se está revisando; e) piden con gran frecuencia ir al baño; f) entran a clase masticando chicle; etc. Además de las técnicas correctivas revisadas, el profesor puede emplear en estos casos la técnica de la saciedad. Ante los casos anteriores:
a) Una vez que el alumno que se para constantemente se va a sentar, se le pide que permanezca de pie junto a sus asiento, durante el resto de la actividad.
b) El profesor suspende la exposición y pide al alumno que está haciendo ruidos, chiflando o hablando para que pase al frentedel grupo y hable, chifle o haga ruidos ante todos al menos durante un minuto continuo.
c) Al alumno que es demasiado lento se le pide que durante toda la mañana realice un solo trabajo, el que está haciendo en ese momento. Que no se apure, que lo tome con calma. Un solo trabajo, sin poder pasar al siguiente aunque haya terminado.
d) Antes de que el alumno que se sale del tema, haga una pregunta, cada dos minutos el profesor le cuestiona si tiene alguna pregunta que no esté relacionada al tema que se está exponiendo. En caso de que sí lo haga, el profesor sólo escucha la pregunta, pero no la responde y continúa con la actividad.
e) Cada cinco minutos el profesor envía al baño al alumno que insiste frecuentemente en salir. Preferentemente el profesor le dice que vaya al baño, procurando en cada ocasión interrumpir lo que esté haciendo el alumno.
Esta técnica denominada Saciedad, consiste no sólo en permitir que el alumno se comporte en forma inadecuada, sino que ahora se le “impulsa” a que la haga repetidamente, hasta que se canse. En otras palabras, muchas veces los profesores queremos controlar el problema evitando que ocurra. Esta técnica implica lo contrario: darle facilidades para que ocurra en forma exagerada y así, buscar que el alumno pierda interés en dicha actividad.
Esta técnica como todas las anteriores tiene que ser aplicada cuidadosamente por los efectos colaterales nocivos que puede tener. Así, hay que tener presente los siguientes aspectos:
1. No debe ser empleada en forma de burla o cualquier otra actitud negativa. Esto puede generar resentimientos fuertes en el alumno y con ello el profesor pierde la oportunidad de contribuir en su formación.
2. La conducta a saciar no debe representar daño físico o moral inminente para el alumno o alguna otra persona. Por ejemplo no se puede considerar esta técnica en caso de agresión física, si ello implica el saciarse de pegar a un compañero. Sin embargo puede ser empleada si le pide que siga pegando al aire o a un objeto, sin que exista riesgo de daño severo.
PROCEDIMIENTO GENERAL
La aplicación de una de las técnicas correctivas, sea cual sea, debe hacerse observando las siguientes reglas generales.
1. Ante un comportamiento inadecuado se debe proceder a presentar una consecuencia que no sea positiva para quien se comporta incorrectamente
¿Cómo y cuándo se deben presentar esas consecuencias negativas? ¿Cuáles son éstas? Las formas tradicionales de corregir implican gritar, regañar durante largos periodos, golpear o castigar al niño de alguna forma, pero debemos conocer cuáles son los resultados de cada uno de esas correcciones para evitar problemas mayores.
2. La corrección siempre debe iniciarse mediante la aplicación de las técnicas más sencillas y de manera inmediata
Ante la comisión de una falta, la maestra debe hacer el señalamiento de manera inmediata: “Julio, no debes pararte por que no terminarás tu trabajo”.
3. Una vez iniciado el procedimiento de corrección mediante alguna de las técnicas, ésta debe mantenerse durante algún tiempo razonable antes de descartarla.
Un efecto conocido es que cuando se llega a aplicar una técnica sistemáticamente, el comportamiento inadecuado tiende a incrementarse, pero finalmente se reduce. Por esto, un error común es que cuando el profesor observa que el problema no sólo no mejora sino que empeora, cambia o retira el procedimiento que estaba llevando a cabo. Esto es poco recomendable ya que de hecho, será más difícil controlar el problema después del cambio de técnica.
4. Cualquier técnica correctiva debe ser aplicada con el objetivo de corregir el comportamiento inadecuado. Nunca debe confundirse con una especie de venganza o revancha por parte del profesor hacia el alumno.
Es muy importante que siempre que el profesor aplique alguna de las técnicas descritas, lo haga sin estar alterado emocionalmente. Ante todo el profesor no debe perder la paciencia, debe aprender a estar tranquilo ante las situaciones difíciles. Las sanciones aplicadas cuando se está alterado emocionalmente, suelen ser injustas (exageradas). Las técnicas deben ser aplicadas con un claro sentido formativo y de manera muy firme. El alumno no debe tener duda alguna respecto a que el profesor es quién tiene y ejerce la autoridad moral.
5. Las sanciones deben aplicarse mediante una explicación de la regla y de la infracción a que se hace merecedor.
Tradicionalmente cuando un padre de familia o profesor aplica una sanción, ésta es acompañada de un largo "sermón". A veces el niño trata de alegar, de justificar, minimizar el hecho, de eludir su responsabilidad y culpar a otros. Si el profesor además de regañar, entra a discutir tales alegatos, justificaciones, etc., se está arriesgando a “perder la cabeza", a gritarle al alumno o a sancionar de manera injusta, esto es, desmedidamente. En este punto, el profesor está incurriendo a su vez en una falta hacia el alumno. Es altamente difícil que un alumno escuche y entienda las razones que se le dan precisamente cuando se le está sancionando en forma agresiva, violenta o alterada. Los regaños no tienen sentido. Las sanciones deben aplicarse, no platicarse.
Sin embargo, sí hay que tener cuidado de escuchar al alumno. Siempre cabe la posibilidad de que estemos interpretando erróneamente su comportamiento. Si después de escucharlo con atención, aun consideramos que se debe aplicar la sanción, debemos proceder con ella. En caso contrario, debemos pedir una disculpa. Cuando el comportamiento inadecuado ocurre de manera patente ante la presencia del profesor, podemos escuchar, pero debemos aplicar la sanción.
Debe existir información
Disciplina, autoridad y malestar en la escuela
A partir de la modernidad, la infancia se constituye escolarmente, mediante una relación de poder instituida en un ámbito, la escuela, que se crea para brindar un tratamiento adecuado a los niños. Narodoswky (1994) El ideario de la pedagogía moderna se proponía homogeneizar a la población y brindar igualdad de oportunidades a todos, pero estos ideales resultan difíciles de cumplir porque el sistema social produce desigualdades que la escuela no salva. Las críticas y descontentos referidos a la educación son frecuentes en la actualidad, también dentro de las escuelas el malestar de docentes y alumnos ocupa buena parte de la actividad educativa y puede entenderse como síntoma del contexto socio-histórico actual y también como una característica propia del funcionamiento institucional.
El modelo de la globalización de la economía y de los valores tiene como consecuencia la marginalidad y exclusión de un número importante de personas, haciendo evidente una dolorosa desigualdad. Al respecto Duschatzky y Corea (2002) optan por el concepto de "expulsión social" para hacer visible el acto de expulsar, como un movimiento que produce el sistema, que en su dialéctica precisa de integrados y expulsados. El neoliberalismo tiene sus efectos en la educación, al respecto Da Silva (1995) advierte cómo se vale de un discurso proveniente del campo empresarial al que es difícil no adherir como: la búsqueda de la excelencia, la eficiencia, y la calidad de la educación. Paralelamente se descalifica al sistema educacional público, culpabilizando a los docentes que pasan a ser los responsables, quedando de ese modo el poder económico político absuelto de su responsabilidad.
Las escuelas, sobre todo aquellas a las que concurren niños de los sectores más desfavorecidos, reciben múltiples demandas que ponen en cuestión el para qué de su función. Las prácticas docentes están social e históricamente construidas, no son individuales ni aisladas, por lo tanto es necesario que maestros y profesores analicen su proceder y puedan desnaturalizar el saber cotidiano. Según McLaren (1990), mediante la reflexión autocrítica estarían mejor preparados para elegir, teniendo en cuenta en qué grado son liberadores u opresivos.
El malestar en la escuela
En El malestar en la cultura1 Freud plantea que una de las características de la organizaciónde la sociedad humana es ser productora de malestar. La civilización se apoya en la renuncia pulsional que supone la no satisfacción, la postergación o la represión de las pulsiones. Siguiendo esa idea, Ulloa (1995) habla del "síndrome de violentación institucional", pues considera que para pertenecer a una institución es necesario dejar de lado o limitar los propios deseos para instituir un proyecto común.
Las escuelas, como toda institución, son generadoras de malestar, pensarlas sin conflictos es ilusorio, los alumnos y docentes van con ideales, ilusiones e intereses que muchas veces son incompatibles. El docente va a enseñar pero no siempre el alumno va a aprender, muchas veces dicen: "Vengo a la escuela porque me mandan", "Lo más lindo de la escuela es el recreo", "Me gusta la escuela porque me encuentro con mis amigos"
Los años escolares suelen concebirse como pasaje para acceder a la sociedad de los adultos, tanto que muchos niños y adolescentes se ven restringidos casi exclusivamente al rol de alumnos. La maquinaria escolar tiende a establecer una exageración de ese rol observando, registrando, calificando y estigmatizando: "no puede", "no sabe", "no obedece", "es indisciplinado", "tiene mala conducta".
Más allá de diversas cuestiones relacionadas con condiciones de trabajo y escaso salario, para los docentes uno de los motivos de malestar se refiere al comportamiento de los alumnos: "Es difícil motivarlos para el aprendizaje". "Se tratan muy mal entre compañeros, se agreden física y verbalmente". "Faltan el respeto no reconocen la autoridad".
La representación de niños y adolescentes ávidos de aprender todo lo que les enseñan y proceden sin molestar, sin "problemas de conducta", conforman un ideal que la realidad desmiente.
En muchas ocasiones los docentes se sienten impotentes y desamparados, considerando que su tarea no está respaldada, ya sea desde el propio sistema educativo o por falta de acompañamiento de la familia de los alumnos. Sienten que deben soportar en soledad la relación con padres y alumnos que presentan problemas, percibiéndose sobrecargados en múltiples tareas y exigencias. Otra tensión se produce cuando los docentes ponen el acento en el aspecto instructivo de educar y pretenden ajustarse estrictamente a contenidos curriculares, sin tener en cuenta a sus alumnos reales. Se provoca un abismo entre lo que creen que deben enseñar y lo que realmente pueden llevar a cabo, desconociendo lo importante del aspecto formativo de su función.
El malestar en el docente puede producir actitudes de aislamiento que, cuando es excesivo, ocasiona efectos nocivos, uno de los cuales es la pérdida de "funcionalidad" (Ulloa, 1995). Otro es la dificultad de formar equipos de trabajo que genera una superposición (todos hacen lo mismo), desaprovechándose los esfuerzos.
La transformación en un funcionario implica que el docente torne su trabajo en rutinario, repetitivo, falto de creatividad y deseo. Esta actitud repercute en los alumnos con diversos efectos. Entre el que se destaca, según (Souto 2000), la "ficción pedagógica" consistente en un como sí: como sí se transmitieran conocimientos por parte del docente y un como sí se aprendiera por parte de los alumnos. El docente puede quedar atrapado en el malestar si sostiene como ideal cumplir con todo lo que se le demanda, pero también podría tener un aspecto transformador si lo conduce a interrogarse sobre su deseo, su función y sus prácticas.
Autoridad y disciplina
Hace unos años estaba garantizado que el lugar del docente era el del saber y el poder, ahora, muchas veces, la autoridad del docente no es reconocida por los alumnos.
La autoridad y el poder están estrechamente relacionados, siendo ambos componentes de las relaciones de individuos y grupos. Para Bourdieu y Passeron la acción pedagógica se vale de relaciones de fuerza para imponer representaciones que se hallan al servicio de la clase dominante, constituyendo una forma de violencia simbólica. La autoridad pedagógica se presenta como un derecho de imposición legítimo de quien educa, por lo que está necesariamente implicada en la acción pedagógica. Foucault (1975) denominó a la escuela junto con las fábricas, hospitales y cárceles instituciones de secuestro, atribuyéndoles un tipo de poder donde la disciplina se considera fundamental. En ellas, además de órdenes, se toma el derecho de enjuiciar, castigar o recompensar a sus miembros, siendo algunos aceptados y otros expulsados. La vigilancia, el control y la corrección son característicos de las relaciones de poder que existen en esas instituciones.
Hasta hace unos años podría decirse que padres y docentes personificaban para el alumno la autoridad conferida por la sociedad. Últimamente, tanto docentes como padres plantean que sus alumnos o hijos no los respetan, manifestando su impotencia para transmitir las enseñanzas y directivas correspondientes. A veces, algunos docentes temen caer en posiciones autoritarias confundiendo autoritarismo con autoridad. Sin embargo el autoritarismo se manifiesta como defecto en el ejercicio del poder, pues se basa en un poder arbitrario donde alguien se erige en el lugar de la Ley. El docente autoritario sitúa su práctica en el eje dominación-omnipotencia, es decir, intenta dirigir esperando solo sumisión y obediencia, desconociendo al alumno en su alteridad. Uno de los recursos más utilizado por un docente autoritario suele ser la intimidación que puede generar tanto, miedo a la sanción disciplinaria, a repetir de grado, como por el contrario, generar ira, desobediencias o actos de violencia.
También el que "deja hacer", porque no se puede constituir como autoridad es promotor de situaciones de desorden, apatía y violencia. El exceso de permisividad cuando no se toma en cuenta una ley que organice lugares, marque diferencias, pueda llevar a naturalizar cualquier situación. Tanto la posición laissez faire como la autoritaria obstaculizan la constitución de un sujeto autónomo y responsable.
La puesta de límites para favorecer el aprendizaje pasa a ocupar un lugar central, que deriva en excesos e insuficiencias y conduce a la cuestión de la disciplina. La palabra disciplina tiene un doble significado estrechamente vinculado a lo educativo. Hace referencia tanto a las áreas del conocimiento, como a las reglas que mantienen el orden y la obediencia. Un aspecto positivo de esta acepción relaciona la disciplina con una forma de autodominio, que permite a un sujeto conducirse de tal manera que alcance sus metas a pesar de los obstáculos. Alude al esfuerzo, al trabajo, a la constancia que son necesarios asumir, para apropiarse de los conocimientos. En su aspecto negativo la disciplina se orienta más a enseñar a obedecer que a ayudar a reflexionar. Tanto en la familia como en la escuela la prohibición, la censura y el castigo suelen ser los métodos pedagógicos privilegiados.
Ante una situación en la que el docente decida sancionar, sería importante diferenciar entre un mero castigo y una acción que pudiera tener una finalidad educativa. La urgencia en tomar una medida disciplinaria, la creencia en el castigo ejemplificador, puede tener efectos indeseados. ¿Por qué no tomarse un poco de tiempo para evaluar la situación? Dar lugar a la duda aceptando la incertidumbre que provocan las situaciones complejas posibilita también reflexionar, con otros, sobre diferentes alternativas de solución.
El año anterior hubo 36 casos, en el 2015 van sieteLas denuncias por acoso escolar son uno de los temas que ha proliferado más en los diferentes consejos de protección a los niños, niñas y adolescentes; en virtud de esta realidad, se ha generado cierta  preocupación por el incremento en los casos de abuso proveniente del docente.
El acoso del docente al estudiante se da cuando, de una manera u otra, el profesional violenta algunos de los derechos de los chamos; ya sea para reprimirlo o para humillarlo, en cualquiera de los dos casos se trata de una falta grave a la ética de los profesores, y muchos desconocen las implicacioneslegales que esto detenta.
En este sentido, la presidenta del Consejo Municipal de Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Cmdnna) del municipio Guaicaipuro, Yelitza González, explicó que el pedagogo debe abordar una serie de procedimientos para cuidarse y manejar de la forma más responsable un caso complicado.
En cifras
Relató que durante el 2014 tuvieron 36 denuncias contra docentes que humillaban y maltrataban a los estudiantes, acotó que en lo que va de 2015, se han registrado siete casos.
“Las acusaciones son bastante comunes, las recibimos de representantes y de los adolescentes por su propia cuenta, se nos presentan ensañamiento y acosos; e iniciamos la apertura de los procedimientos. Inclusive, han manifestado casos donde los  agredidos son niños con necesidades especiales”.
Detalló que no solo hay gritos y humillaciones, sino que, algunos profesores, llegan a utilizar el maltrato físico como recurso para controlar a los estudiantes más complicados.
“Hay muchos docentes que pellizcan, patean sillas y gritan, eso es antiético, antiprofesional, en esos casos les mandamos un exhorto”.
Medidas a tomar
         Ya una vez que un docente incurre en el maltrato a un estudiante, hay ciertos procedimientos que se aplican con el mismo, dependiendo directamente de la gravedad de la falta.
         Explicó que una vez se recibe la denuncia en el consejo se realiza un exhorto al profesor, este deberá comparecer ante los defensores de los niños y participar en algunos talleres y actividades, entre las cuales destaca la concientización sobre este tipo de abuso entre sus estudiantes mediante diferentes estrategias didácticas.
“Hacemos talleres para el fortalecimiento de la ética en los docentes, ellos tienen que estar bien preparados ante cualquier situación de este tipo que se les pueda presentar en las aulas de clases”
Sostuvo que estas jornadas son producto de una labor en conjunto con el Distrito Educativo, y que se realiza en todas las parroquias del municipio Guaicaipuro.
         La vocera aprovechó la oportunidad para informar sobre una próxima jornada de capacitación que se realizará con los docentes de Tácata. “Esto será el próximo 11 de febrero, estaremos fortaleciendo varias áreas”.
Lo que sí se puede hacer
          ¿Qué hacer cuando se tiene a un estudiante complicado? No se puede olvidar que los chamos así como tienen sus derechos también tienen deberes, por lo que no quedan exentos de las medidas correctivas.
González detalló que, en primera instancia, el profesor debe levantar un acta y citar al representante, si los inconvenientes persisten se sigue practicando la estrategia; cuando se llega a la tercera acta se debe notificar al consejo, llevar las actas y ahí se tomarán las medidas pertinentes según el caso.
“Esta es la otra cara de la moneda, los adolescentes tienen sus deberes y también tenemos los procedimientos para eso, los docentes deben acudir a nosotros cuando la situación vaya agarrando más cuerpo, tomamos las medidas disciplinarias y las integramos a nuestra escuela”.
Los valores vienen de la casa
La representante del consejo recalcó que no toda la culpa es del docente, que los estudiantes deben tener sus valores inculcados desde el hogar.
“Un chamo con valores debe tener un comportamiento correcto y eso viene desde el hogar, este es el deber ser”.
Concluyó diciendo que: “El docente nunca debe medir su fuerza con la del estudiante, en tal caso, se debe hablar con autoridad sin gritar ni humillar; no se debe reprender delante de otros estudiantes”./ecg
El maltrato infantil físico o psicológico es una grave lacra que ocurre en la mayoría de las escuelas venezolanasya que los concejos municipales de proteccion y garantias de los niños,niñas y adolescentes no supervisan dichas instituciones educativas, lamentablemente por que no se puede ir o accionar contra los funcionarios que trabajan para el Estado venezolano y los defensores escolares no son ocupadas por personas de vocacion si no por personeros politicos que meten a trabajar para pagar cuotas politicas, la fundación pro defensa del derecho a la educación las cifras de quejas que se maneja en maltratos infantil por educadores en las escuelas es alarmante y preocupante, pero mas preocupante es el silencio de padres y representantes que callan por miedo y no denuncian por que no hay garantía que se sancione al maestro que maltrato, y los otro factores que influyen en la situación del silencio es lo difícil que es conseguir el cupo en otra escuela publica para que el niño estudie, esto sumado a la situación económicas de los padres que son personas de escasos recursos, los cuales por su apariencia de humildad y pobreza serán maltratados, marginados y menos tomados en cuenta a los entes que acudan, a continuación le relataremos casos ocurridos en escuelas en BNA, y esta misma situación se repite en muchas escuelas en Venezuela, obviaremos los nombres de los niños para proteger la identidad de el niño y cumplir con el derecho a la confidencialidad y el derecho a la seguridad fisica y psiquica que tiene todo niño, usted que nos lee saque sus propias conclusiones
:En la escuela DR. JULIO CAMEJO de BNA EDO ANZOATEGUI – VENEZUELA la maestra ARACELIS TALAVERA del 5to grado maltrato un niño el año pasado, y este año le volvió tocar el mismo niño que nuevamente maltrato, en los primeros días de octubre 2009, esta maestra lo golpeo propinándole una cachetada a el niño, que al llegar a su casa , llego bajo una crisis de llanto, los familiares ante esta situación se apersonaron en la escuela, y se reunieron con la sub. Directora y la maestra maltratadora, la cual de manera descarada le manifestó que si lo golpeo por que ella se sentía estresada, y la sub. directora en apoyo a la maestra regaño al niño por que lo que te haga la maestra tienes que perdonarla por que te golpeo por que estaba estresada y a los padres losrecomendó que eso se debía quedar dentro de la institución sin comentarios,para mantener el codigo del silencio por que si no el niño podría quedar sin escuela, esta situación tan grave llevo a familiares que acudieran a fundafana que es una institución que esta encargada supuestamente de velar por los derechos de los niños, en esa institución les manifestaron que ese caso era de defensoria educativa, por que la maltratadora es una maestra, lo cual se trasladaron a defensoria educativa municipal, que queda dentro de las instalaciones de un liceo JUAN BAUTISTA BIDEAUX en BNA, la madre del niño desesperada acudió al día siguiente a dicha supuesta defensoria educativa, y fue atendida por la defensora MARINA CHIQUE, lo cual le manifestó a la señora que hacia la denuncia del maltrato del niño, yo no creo eso de la maestra que es mi amiga y vecina donde vivo, lo que puedo hacer por usted es que yo hable con ella, y dejamos las cosas así pero sin denuncia. EN VENEZUELA LA LOPNNA en su artículo 275 dice: quien estando obligado por ley a denunciar un hecho del que haya, sido victima un niño o adolescente, no lo hiciere inmediatamente, será penado con prisión de tres meses a un año. Pero la ley solo se cumple cuando el denunciante tiene posibilidades económicas o influencias políticas, lamentablemente para esta humilde señora que omitimos el nombre para proteger la identidad del niño, llora desconsolada, por que su hijo lo mas seguro es que no podrá asistir a la escuela, y ella no esta en posibilidad de pagar un colegio privado, el equipo de pro defensa del derecho a la educación denuncia este tipos de situaciones que pasan a menudos en las escuelas venezolanas, igual situacion ocurrio en la Escuela MANUEL FARIAS LUCES en BNA , cuya directora es la profesora RICARDA SANCHEZ, donde la maestra SONIA CENTENO le ponía como tarea a una niña que hiciera como plana: “soy una burra, burra” , esto produjo un maltrato psicológico grave en esta inocente que hoy en día sufre las consecuencias , igual situacion paso en la Escuela CONSUELO NAVAS, de Barcelona cuya directora es la profesora GREGORIA LUSINCHI sobrina del expresidente de la RepublicaDE LA REPUBLICA DE VENEZUELA EL SEÑOR JAIME LUSINCHI, la maestra de nombre GLADIS JIMENEZ PUYO CON UN LAPIZ EN LA MANO AL NIÑO, lesionandolo, ni la zona educativa y menos la directora hicieron nada en contra de dicha maestra el equipo prodefensa del derecho a la educacion en venezuela , opto por conseguirle al niño un cupo en otra escuela, cosas como estas y hasta abusos sexuales en contra de estudiantes  como lo ocurrido en el Liceo MIGUEL OTERO SILVA , que  que una alumna tubo un hijo del profesor que imparte la materia de matematica el cual no  fue sancionado por ser familiar de un diputado de la revolucion por denunciar  estos caso es  que atacan la ONG por el derecho a la educacion dirigida por el señor jose urbano , y que ha sido objetos de amenazas por la profesora providencias limas que si no calla de lo que ocurren en las escuelas su equipo juridico lo enviara a la carcel y el profesor y diputado iran aguilera aliadado y presuntamente protector de los que desangran la infancia en anzoategui, persigue  a los mienbros de nuestra ONG y ordena   cerrar los  espacios de programas de radios  que denuncian tales situaciones para que  LOS SIN VOZ NO SEAN ESCUCHADOS
SIN JUSTICIA SOCIAL Y SIN DERECHOS HUMANOS NO HAY REVOLUCION
ENVIENOS SU CASO O DENUNCIA PARA PUBLICARLO
POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS
Cómo ayudar a las víctimas del maltrato
por Neyla Castillo
 
Cómo ayudar a las víctimas del maltrato
La mejor manera de ayudar a detener el maltrato del niño/a es:
· Identificando los casos de maltrato.
· Realizando intervenciones en las situaciones detectadas, a través del gabinete o de docentes sensibles y capacitados.
· Derivando y/o denunciando los casos de maltrato a los organismos pertinentes.
 Aquí proponemos algunas líneas de trabajo que la escuela puede desarrollar con los niños y sus familias:
· Realizar tareas de sensibilización y capacitación.
· Realizar talleres reflexivos.
· Desarrollar acciones de difusión y sensibilización entre los niños, las familias y la comunidad acerca de los derechos del niño.
· Articular con la currícula, actividades dirigidas a revisar el problema críticamente.
· Estimular la confianza y la autoestima de los niños/as.
· Para desarrollar con éxito la función preventiva, la escuela como institución debe ser capaz de revisar sus propias actitudes hacia el control de las conductas de los niños y adolescentes.
· Ofrecer a los alumnos el espacio y las oportunidades para experimentar formas no violentas de resolución de los conflictos. Llevar a cabo asambleas, consejos de aula y todo medio que estimule la participación democrática en la vida escolar.
Que hacer cuando un niño dice que ha sido maltratado
 Para actuar con absoluta responsabilidad, seriedad y compromiso es fundamental el inhibir cualquier impulso de intervención antes de recibir asesoramiento por profesionales o docentes capacitados.
· Creer siempre en lo que el niño/a manifiesta
· Contribuir a atenuar el sentimiento de culpabilidad que los menores sienten ante el abuso o maltrato.
· Buscar siempre el asesoramiento de profesionales o docentes capacitados tanto para abordar el tema como para decidir los pasos a seguir.
· Realizar la comunicación del hecho a los organismos pertinentes a la brevedad posible, si esta decisión surgiera del asesoramiento.
Pasos a seguir:
1) Identificación: Las autoridades escolares deben transformarse en participantes activos en la prevención del abuso infantil en cualquiera de sus formas. Es por ello que todos aquellos actores involucrados mas directamente con el cuidado y tutela del niño (docentes comunes y de escuelas especiales, personal de guarderías o jardines de infantes, personal de salud, institutos de rehabilitación para niños con discapacidades físicas, asistentes sociales de organismos oficiales, entre otros) deben recibir capacitación adecuada para cumplir con su obligación de desarrollar tareas de prevención, identificación y comunicación o denuncia del maltrato infantil en cualquiera de sus formas.
 Según lo establece el Artículo 30.-
Derecho a un nivel de vida adecuado.
 Todos los niños y adolescentes tienen derecho a un nivel de vida adecuado que asegure su desarrollo integral. Este derecho comprende, entre otros, el disfrute de:
a) Alimentación nutritiva y balanceada, en calidad y cantidad que satisfaga las normas de la dietética, la higiene y la salud.
b) Vestido apropiado al clima y que proteja la salud.
c) Vivienda digna, segura, higiénica y salubre, con acceso a los servicios públicos esenciales.
Parágrafo Primero: Los padres, representantes o responsables tienen la obligación principal de garantizar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, el disfrute pleno y efectivo de este derecho. El Estado, a través de políticas públicas, debe asegurar condiciones que permitan a los padres cumplir con esta responsabilidad, inclusive mediante asistencia material y programas de apoyo directo a los niños, adolescentes y sus familias.
Parágrafo Segundo: Las políticas del Estado dirigidas a crear las condiciones necesarias para lograr el disfrute del derecho a un nivel de vida adecuado, deben atender al contenido y límites del mismo, establecidos expresamente en esta disposición.
Parágrafo Tercero: Los niños y adolescentes que se encuentren disfrutando de este derecho no podrán ser privados de él, ilegal o arbitrariamente.
2) Denuncia o Comunicación: El siguiente paso ante la sospecha o evidencia de un incidente de maltrato es su comunicación o denuncia ante los organismos oficiales pertinentes.
 La misma puede ser verbal o escrita, con o sin patrocinio legal. En el caso de hacer una denuncia escrita, existe una planilla especial, de carácter reservado para presentar ante el Juzgado Penal.
 Los datos con que se contara de aquel que se sospechara que cometió el delito.
3) Evaluación inicial e investigación: Una vez hecha la denuncia o comunicación, la Ley Orgánica de Protección al Niño y al Adolescente está automáticamente involucrado en su seguimiento.
 Según la L. O. P. N. A., en su Artículo 32.- Derecho a la integridad personal.
 Todos los niños y adolescentes tienen derecho a la integridad personal. Este derecho comprende la integridad física, síquica y moral.
Parágrafo Primero: Los niños y adolescentes no pueden ser sometidos a torturas, ni a otras penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Parágrafo Segundo: El Estado, la familia y la sociedad deben proteger a todos los niños y adolescentes contra cualquier forma de explotación, maltrato, torturas, abusos o negligencias que afecten su integridad personal. El Estado debe garantizar programas gratuitos de asistencia y atención integral a los niños y adolescentes que hayan sufrido lesiones a su integridad personal.
Artículo 33.- Derecho a ser protegidos contra abuso y explotación sexual.
 Todos los niños y adolescentes tienen derecho a ser protegidos contra cualquier forma de abuso y explotación sexual. El Estado debe garantizar programas permanentes y gratuitos de asistencia y atención integral a los niños y adolescentes que hayan sido víctimas de abuso o explotación sexual.
 En la misma se deberá consignar mínimamente: Nombre, edad, sexo y dirección de la/el niña/o objeto de maltrato.
.
 De esta manera al tomar conocimiento de los hechos que motivaron la denuncia, podrá ordenar la exclusión del autor del maltrato, de la vivienda donde habita el grupo familiar, prohibiendo el acceso de éste al domicilio del damnificado, como a los lugares de trabajo o estudio y decretar provisoriamente alimentos, tenencia y derecho de comunicación con los hijos.
Barreras a la Denuncia
 Uno de los principales obstáculos para realizar la denuncia son los sentimientos personales del eventual denunciante. Muchos no se quieren " meter en problemas ", otros sencillamente tienen temor de hacer la denuncia y estas barreras se acrecientan si el involucrado como acusador es un conocido, un familiar o un compañero de trabajo.Algunos creen que la denuncia no sirve para nada, o aun más, que esta puede volverse en contra del niño a quien supuestamente se quiere proteger; otros opinan que pueden ayudar más si ellos mismos se acercan al niño y su familia. En muchos casos los propios médicos, enfermeras, asistentes sociales, agentes sanitarios, psicólogos o docentes en general desconocen su obligación legal de realizar la denuncia ante la confirmación o sospecha de maltrato infantil.
 Relacionadas con la misma; problemas con la familia denunciada, que rechaza y desmiente las sospechas; miedo a "inmiscuirse" en la privacidad de una familia e interferir o perjudicar aun más la relación entre padres e hijos; falta de compromiso de la escuela o directamente desaprobación de las autoridades a este tipo de denuncias. Los maestros deben estar más y mejor informados sobre el maltrato infantil en todas sus formas, y las autoridades de los establecimientos escolares, así como la comunidad en su conjunto, deben apoyar a aquellos que denuncian la sospecha del maltrato. Son las autoridades escolares las que deben transformarse en participantes activos en la prevención del abuso infantil en cualquiera de sus formas.
Dónde acudir
 Sólo cuando se tenga sospecha de que un niño/a está siendo objeto de cualquier tipo de maltrato se debe de actuar y plantear una serie de cuestiones.
 En primer lugar esa sospecha estará fundamentada en algunos indicadores tanto del niño como de las personas responsables de su cuidado.
 Para comunicar la situación de maltrato puedes utilizar tres vías:
· Vía judicial: dirigiéndote a cualquier juzgado, comisaría o al fiscal de menores, donde será preciso la identificación del denunciante
· Vía administrativa: dirigiéndote a los servicios sociales de tu Comunidad Autónoma. También puedes ponerte en contacto con los servicios sociales de tu zona, ellos pueden iniciar la investigación y si lo creen necesario lo comunicarán al Servicio correspondiente de la Comunidad Autónoma.
· Vía asociaciones: en la que puedes reservar tu identidad ya que es la propia asociación la que denuncia el caso a los servicios sociales correspondientes y realiza un seguimiento de la intervención de los organismos públicos con respecto al caso.
Comunicación o denuncia
¿Quiénes pueden realizarla?
 Todos podemos denunciar hasta la sospecha de un maltrato infantil, pero a su vez a quienes están por ley obligados a hacerlo. Puede, aunque no es lo más frecuente, ser la misma víctima quien realice la denuncia, aún siendo menor de 14 años. Puede hacerlo cualquier persona que tuviera conocimiento del hecho. Comunicar el hecho o su sospecha es un acto de colaboración para lograr que se administre justicia, la cual tiene como fin último hacer efectivo un derecho.
 El maltrato a un niño está penalizado por la ley; y el comunicarlo a la autoridades, como decíamos, un derecho para el ciudadano común y una obligación para los empleados públicos en general y maestros, docentes, médicos, enfermeras, asistentes sociales, en particular, por las características de su trabajo.
Según el: Artículo 91.- Deber y derecho de denunciar amenazas y violaciones de los derechos y garantías de los niños y adolescentes.
 Todas las personas tienen derecho de denunciar ante las autoridadescompetentes los casos de amenazas o violaciones a los derechos o garantías de los niños y adolescentes.
 Los trabajadores de los servicios y centros de salud, de las escuelas, planteles e institutos de educación, de las entidades de atención y de las Defensorías del Niño y del Adolescente, tienen el deber de denunciar los casos de amenaza o violación de derechos y garantías de los niños y adolescentes de que tengan conocimiento, mientras prestan tales servicios. Antes de proceder a la denuncia, estas personas deben comunicar toda la información que tengan a su disposición sobre el caso a los padres, representantes o responsables, salvo cuando sean éstos los que amenacen o violen los derechos a la vida, integridad y salud del niño o adolescente. En estos casos, los padres deben ser informados en las cuarenta y ocho horas siguientes a la denuncia.
 Denunciar es solicitar ayuda para proteger al niño o adolescente vulnerado. El denunciante no tiene que probar el maltrato, ni cómo o cuándo sucedió el mismo. El denunciante no tiene por qué investigar; una vez hecha la comunicación, será la justicia quien lo haga.
 En los casos en que el delito fuera cometido por uno de los padres, tutor o guardador la denuncia puede hacerla el padre que no ha atentado contra el hijo, un pariente o cualquier persona que haya tomado conocimiento del episodio.
Riesgos para quien recurre a la justicia
 No existe Ninguno, el denunciante no es parte del eventual juicio penal que surgiera de su comunicación, por lo tanto con la denuncia no contrae ningún compromiso que lo ligue a un posible proceso.
 Solo podrá ser acusado de delito de calumnia si la denuncia fuera hecha con mala fe, o a sabiendas que se está imputando a un inocente. Si alguien presencia o se entera de un eventual maltrato o presume que existen razones para pensar que el mismo ha sido cometido, puede o debe según el caso denunciarlo. Aún, si luego de las investigaciones se concluye que el maltrato no existió, el denunciante no ha incurrido en el delito de calumnia, dado que el mismo actuó de buena fe.
Para hacer efectiva una denuncia, la Ley sólo requiere la "sospecha razonable" que se ha producido el maltrato o abuso. Ocultar un hecho y en especial el maltrato a niños, implica encubrir un daño irreversible o una posible muerte.
 El Código procesal Penal establece las atribuciones y obligaciones que tienen los jueces, el Ministerio Fiscal y los funcionarios de la policía o de las fuerzas de seguridad cuando reciben una denuncia. Si estos no realizan las diligencias que les impone la Ley pueden ser acusados de violar los deberes de funcionario público. El mismo Código dispone sanciones a los funcionarios de la policía que violen las disposiciones legales u omitan o retarden la ejecución de un acto propio de sus funciones.
Donde denunciar
 Existen varias vías hacia donde podemos canalizar una denuncia. En todos ellos debería haber personal capacitado para recepcionar este tipo de denuncias. Puede recurrirse a:
· Juez de Paz.
· Asesoría de Menores.
· Comisarías.
· Fiscalía.
· Juez civil de turno.
· Asociación contra la violencia familiar.
· Los Consejos de Derechos del Niño y del Adolescente.
· Los Consejos de Protección del Niño y del Adolescente.
· Las entidades de atención.
· La Defensoría del Niño y del Adolescente.
· El Instituto Nacional del Menor.
 En cada uno de estos organismos hay personal capacitado para recepcionar este tipo de denuncias. Luego de formalizada la misma y dependiendo del organismo que lo haga, se debe dar participación a asesoría del menor o inclusive a la justicia penal si se tratara de un delito como abuso sexual, violación o maltrato con lesiones graves. Todo lo anterior se realizará sin perjuicio de llevar adelante en lo inmediato otras acciones con el objeto de proteger y amparar al niño/a.
Pasos que el Estado toma luego de efectivizada la denuncia
 Una vez hecha la denuncia o comunicación, el Juzgado Penal está automáticamente involucrado en su seguimiento.
 De la misma manera en que el Juez requerirá un diagnóstico de la familia. , tomara los conocimientos de los hechos que motivan la denuncia, podrá ordenar la exclusión del autor del maltrato, de la vivienda donde habita el grupo familiar, prohibiendo el acceso de este al hogar del damnificado, como a otros lugares de trabajo o estudio y decretar provisoriamente alimentos, tenencia y derecho de comunicación con los hijos.
 Según el Artículo 126.- Tipos.
 Una vez comprobada la amenaza o violación a que se refiere el artículo anterior, la autoridad competente puede aplicar las siguientes medidas de protección:
a. Inclusión del niño o adolescentey su familia, en forma conjunta o separada, según el caso, en uno o varios de los programas a que se refiere el artículo 124 de esta Ley.
b. Orden de matrícula obligatoria o permanencia, según sea el caso, en escuelas, planteles o institutos de educación.
c. Cuidado en el propio hogar del niño o adolescente, orientando y apoyando a los padres, representantes o responsables en el cumplimiento de sus obligaciones, conjuntamente con el seguimiento temporal de la familia y del niño o adolescente, a través de un programa.
d. Declaración de los padres, representantes o responsables, según sea el caso, reconociendo responsabilidad en relación al niño o adolescente.
e. orden de tratamiento médico, psicológico o psiquiátrico, ambulatorio o en régimen de internación en centro de salud, al niño o al adolescente que así lo requiera o a sus padres o representantes, en forma individual o conjunta, según sea el caso.
f. Intimación a los padres, representantes, responsables o funcionarios de identificación a objeto de que procesen y regularicen, con estipulación de un plazo para ello, la falta de presentación e inscripción ante el Registro del Estado Civil o las ausencias o deficiencias que presenten los documentos de identidad de niños y adolescentes, según sea el caso.
g. Separación de la persona que maltrate a un niño o adolescente de su entorno.
h. Abrigo.
i. Colocación familiar o en entidad de atención.
j. Adopción.
 Independientemente del organismo oficial donde se realice la comunicación (Juez de Paz, destacamentos policiales, asesoría de menores, fiscalía o juzgado de turno) los dos pasos siguientes a determinar son:
· Evaluar si la denuncia de maltrato contiene la información mínima requerida por el organismo oficial para considerarla como tal.
· Definir el tipo y urgencia de la respuesta oficial, teniendo en cuenta el análisis de la información obtenida y el riesgo de daño para el niño. En caso que se presumiera un riesgo inminente la respuesta oficial puede ser inmediata o en un plazo menor a las 24 horas.
Qué se entiende por maltrato de un adulto a un estudiante?
Son aquellas agresiones realizadas por un algún miembro de la comunidad escolar (directivo, docente o asistente de la educación) en contra de un/a estudiante, que atentan contra su dignidad o que arriesgan su integridad física y/o síquica. Tales como; coscorrones, tirones de oreja, bofetadas, gritos, burlas, amenazas, insultos, descalificaciones, entre otras.
2. ¿Considera la Ley de Violencia Escolar este tipo de agresiones?
Si, la Ley de Violencia Escolar, recientemente promulgada, considera especialmente graves los hechos de violencia ya sea física o sicológica, que cometan adultos a alumnos miembros de la comunidad educativa.
Además, cualquiera de estas conductas abusivas atenta contra el Art. 28 Nº2 de la Convención sobre los Derechos del Niño, el Art. 5º inc. 2º de la Constitución Política de Chile y el Art. 6º letra d) del DFL 2 de Subvenciones. En ellos se establece:
- La Convención obliga a que la disciplina escolar se debe administrar de modo compatible con la dignidad del niño.
- Es deber de los órganos del Estado respetar y promover los derechos garantizados en los tratados internacionales vigentes.
- Desde esta perspectiva los Reglamentos Internos no pueden establecer sanciones que vayan en contra de lo señalado en la Convención.
3. ¿Qué pueden hacer los estudiantes y apoderados frente a este tipo de situaciones?
Lo primero es informar de la situación al profesor Jefe u orientador. Si a ese nivel no es posible resolver la situación, se debe solicitar entrevista con el/a director/a, de tal manera de ponerlo/a en antecede y pedirle su intervención.
En caso de tratarse se abusos o maltratos reiterados y que además afecten a otros niños del mismo curso y/o de otros cursos, los padres pueden organizarse para presentar una denuncia formal al/a director/a y si es necesario al sostenedor, de tal manera que se realice una investigación del caso y se tomen las medidas necesarias para proteger a los/as alumnos/as de conductas abusivas.
4. ¿Pueden los adultos de la escuela ser sancionados por este tipo de conductas?
El Reglamento de Convivencia no establece sanciones para los docentes. Las sanciones están definidas en su contrato de trabajo y en el estatuto docente, según sea la falta. Sin embargo, el reglamento de convivencia debe establecer procedimientos para resguardar los derechos de los alumnos, debe definir a quién recurrir y qué hacer frente a una situación de maltrato, discriminación, y/o problemas en el ámbito pedagógico, entre otras situaciones.
5. ¿Cuándo sanciona la Ley de Violencia Escolar a los establecimientos por este tipo de casos?
La ley sanciona a los establecimientos cuando sus autoridades, habiendo conocido de un hecho de maltrato, no hayan adoptado las medidas, correctivas, pedagógicas o disciplinarias que correspondían, de acuerdo a su reglamento interno. Si realizada la denuncia se logra determinar que las autoridades no actuaron conforme a estos criterios, se inicia un procedimiento por parte del Ministerio de Educación que puede concluir con una sanción contra el establecimiento.
6. ¿Cómo denunciar?
Ante este tipo de situaciones debe ingresar su reclamo directamente en la página web http://denuncias.supereduc.cl/ o bien en cualquier Oficina Regional de Atención de Denuncias de la Superintendencia de Educación Escolar.
QUÉ HACER CUANDO UN NIÑO NOS DICE QUE HA SIDO ABUSADO O MALTRATADO?
Para actuar con absoluta responsabilidad, seriedad y compromiso es fundamental el inhibir cualquier impulso de intervención antes de recibir asesoramiento por profesionales o docentes capacitados.
· Creer siempre en lo que el niño/a manifiesta.
1. Contribuir a atenuar en sentimiento de culpabilidad que los menores sienten ante el abuso o maltrato.
1. Buscar siempre el asesoramiento de profesionales o docentes capacitados tanto para abordar el tema como para decidir los pasos a seguir.
1. Realizar la comunicación del hecho a los organismos pertinentes a la brevedad posible, si esta decisión surgiera del asesoramiento.
PASOS A SEGUIR:
 IDENTIFICACIÓN
 DENUNCIA O COMUNICACIÓN
 EVALUACIÓN INICIAL E INVESTIGACIÓN
 IDENTIFICACIÓN: Las autoridades escolares deben transformarse en participantes activos en la prevención del abuso infantil en cualquiera de sus formas. Es por ello que todos aquellos actores involucrados más directamente con el cuidado y tutela del niño (docentes comunes y de escuelas especiales, personal de guarderías o jardines de infantes, personal de salud, institutos de rehabilitación para niños con discapacidades físicas, asistentes sociales de organismos oficiales, etc.) deben recibir capacitación adecuada para cumplir con su obligación de desarrollar tareas de prevención, identificación y comunicación o denuncia del maltrato infantil en cualquiera de sus formas.
 DENUNCIA O COMUNICACIÓN: El siguiente paso ante la sospecha o evidencia de un incidente de maltrato es su comunicación o denuncia ante los organismos oficiales pertinentes.
Según lo establecen los artículos del 10 al 20 de la Ley Provincial 3040, la misma puede ser verbal o escrita, con o sin patrocinio legal. En el caso de hacer una denuncia escrita, existe una planilla especial de carácter reservado para presentar ante el Juzgado Penal.
3) EVALUACIÓN INICIAL E INVESTIGACIÓN: Una vez hecha la denuncia o
comunicación, el Juzgado Civil está automáticamente involucrado en su
seguimiento.
La ley 24.417, en su artículo 4to. plantea que el juez, al tomar conocimiento
De los hechos que motivaron la denuncia, podrá ordenar la exclusión del
autor del maltrato, de la vivienda donde habita el grupo familiar,
prohibiendo el acceso de éste al domicilio del damnificado, como a los
lugares de trabajo o estudio y decretar provisoriamente alimentos,
tenencia y derecho de comunicación con los hijos.
MALTRATO INFANTIL QUE OCURRE EN EL COLEGIO
Es extremadamente perturbador para un docente el tomar conocimiento o simplemente sospechar que un colegapuede estar maltratando a un alumno.
A pesar de ello esto puede ocurrir y en estos casos el niño maltratado requiere una protección especial. No olvidar que el niño/a está hablando de un hecho que lo perturba, le genera culpa e involucra a alguien que tiene poder sobre él.
Cuando “la escuela” sospecha que uno de los suyos es un abusador, más aún en los casos en que se trata de un empleado de larga trayectoria, una respuesta puede ser que se niegue o ignore los sucedido.
INTERROGATORIO EN EL COLEGIO: QUÉ HACER Y QUÉ NO HACER
QUÉ HACER:
. Antes de cualquier intervención se deberá solicitar el asesoramiento
de profesionales y/o docentes capacitados en el abordaje de ésta
problemática.
1. Asegurarse que quien interrogue sea alguien en quien el niño confíe.
1. Asegurarse que el docente que lleve a cabo el interrogatorio sea el más capacitado para esta tarea.
1. Asegurarse que el interrogatorio se haga en un lugar tranquilo y privado.
1. Sentarse al lado del niño, no enfrente de él.
1. Decirle al niño que esta conversación es privada y muy personal pero por tratarse de un problema serio el colegio deberá denunciar lo ocurrido a la justicia.
1. Realizar las preguntas y mantener una conversación en el lenguaje más comprensible al alumno.
1. Si algún término o palabra no se entiende, pedir al alumno que trate de clarificarlo.
1. Si de las respuestas surgiera que se deberán cumplimentarse otras instancias, explicarlo claramente.
QUÉ NO HACER:
1. Manifestar que hablaran del “problema”, “la falta”.
1. Descalificar o criticar las palabras que usa el niño en el relato de lo sucedido.
1. Sugerir las respuestas.
1. Presionar si es que no responde a algunas preguntas.
1. Dejar translucir que nos impresionamos por lo sucedido, por su conducta, o la de sus padres.
1. Presionar o forzar al niño para que se quite sus ropas.
1. Realizar el interrogatorio con otros docentes.
1. Dejar al niño sólo en compañía de un extraño.
¿CÓMO PUEDE AYUDAR LA ESCUELA EN ESTA TAREA DE PREVENCIÓN?
La escuela puede intervenir antes y después de ocurrido el maltrato.
Antes: Mediante tareas de prevención primaria dirigidas a padres y alumnos con el propósito de evitar el maltrato, promoviendo y difundiendo valores y conductas que contrarresten la cultura de la violencia.
Buscando la reflexión entre docentes sobre las propias ideas, acciones y estructuras relacionadas al maltrato infantil que permitan descubrir y superar estereotipos o actitudes rígidas sobre la temática del maltrato.
Después: Capacitándose para identificar los casos de maltrato, abordar esta problemática y evaluar la mejor derivación o denuncia a los organismos pertinentes.
Líneas de trabajo que la escuela puede desarrollar con los niños y sus familias:
1. Realizar tareas de sensibilización y capacitación sobre las necesidades evolutivas de los niños.
1. Realizar talleres reflexivos con los padres sobre los mecanismos de control y resolución de conflictos en la educación infantil.
1. Desarrollar acciones de difusión y sensibilización entre los niños, las familias y la comunidad acerca de los derechos especiales que asisten a la infancia.
1. Sensibilizar a la población en general y particularmente a los padres y madres, sobre las consecuencias asociadas al castigo físico y proporcionar pautas de educación positivas.
1. Articular con la currícula, actividades dirigidas a revisar críticamente la aceptación de la violencia, la discriminación y los modelos estereotipados sobre la crianza de los hijos.
1. Estimular por todos los medios, la confianza y la autoestima de los niños/as.
1. Para desarrollar con éxito la función preventiva, la escuela como institución debe ser capaz de revisar sus propias actitudes hacia el control de las conductas de los niños y adolescentes.
1. Ofrecer a los alumnos el espacio y las oportunidades para experimentar formas no violentas de resolución de los conflictos. Las asambleas, los consejos del aula y todo medio que estimule la participación democrática en la vida escolar, puede ser un buen recurso.
1. Campañas de difusión y educación a todos aquellos que trabajan con niños o sus familias, que expliquen la firme relación entre el alcoholismo y el maltrato infantil.
1. Cursos de capacitación interdisciplinarios, entre los técnicos y profesionales que puedan reconocer y asesorar sobre las mejores alternativas para su abordaje.
¿CÓMO PROTEGER AL NIÑO MALTRATADO?
En algún momento de su carrera casi todos los maestros con experiencia han estado en contacto con niños o niñas que han padecido algunas de las formas de maltrato infantil. Los daños que el maltrato produce no siempre son iguales ya que dependerá de la persistencia en el tiempo, de la severidad del maltrato, de las características sociológicas del niño/a, entre otros factores. Advertir la existencia de una amenaza real hacia un niño no es sencillo. Si bien el maltrato no siempre deja lesiones físicas fácilmente visibles, siempre deja marcas en la conducta que nos dan indicios para sospechar que un niño/a está sufriendo maltrato.
LA PROTECCIÓN DEL MENOR:
Los niños se encuentran amparados bajo las Leyes Provinciales 3040 y 3097 y la Ley Nacional Nro. 24417, ésta última está basada en la filosofía de reconocimiento y protección de los derechos humanos de los componentes de la familia y cumple con cuatro finalidades esenciales:
 Abre un nuevo camino judicial para que se conozcan los hechos de violencia posibilitando que los episodios mantenidos en el secreto de la privacidad del hogar se trasladen al ámbito público.
 Incorpora con mayor fuerza la idea del maltrato familiar como un comportamiento de reprobación social, al margen de su posibilidad de convertirse en un delito.
 Otorga a los afectados el derecho de obtener medidas protectoras destinadas a garantizar derechos constitucionales como el derecho a la vida, a la libertad y a la integridad psicofísica.
 Crea un espacio judicial dirigido a expulsar el cambio en la dinámica familiar mediante la asistencia del ofensor o su familia a programas terapéuticos y educativos.
Existen también programas destinados a tal fin:
En 1989 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre los derechos del Niño, la que hasta la fecha ha sido ratificada por más de 160 países, aprobada por nuestro país mediante la Ley Nacional 23849 y recientemente incorporada a nuestra Constitución Nacional.
El artículo 19 de dicha Convención estipula que los países “tomarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas adecuadas para proteger al niño de toda forma de violencia física o mental, de traumatismos o de maltratos, de descuidos o tratamiento negligente, de maltrato o explotación, en especial del abuso sexual, mientras se encuentre al cuidado de sus padres, del guardián legal o de cualquier otra persona que esté al cuidado del niño”.
La Primera Cumbre Mundial a favor de la Infancia se realizó en septiembre de 1990, en la sede de las Naciones Unidas. En ella los presidentes de más de 70 países acordaron comprometerse en la lucha contra el hambre, la pobreza, la enfermedad, la explotación, el descuido y el analfabetismo, flagelos que sufren de igual manera los niños de los países desarrollados y los de países en vías de desarrollo.
El Programa Nacional de los Derechos del niño/a y el adolescente, dependiente del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, enfatiza que “se deberán disminuir o eliminar los factores de riesgo que afectan a las familias y predisponen a la existencia del maltrato infantil. Esta tarea debe ser emprendida interdisciplinaria e interinstitucionalmente. Pero dado que los factores culturales son fundamentales en la constitución del problema, la escuela puede cumplir una importante función en la promoción y transmición de nuevos valores y actitudes dirigidos a contrarrestarlos”.
Por su parte, UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), en su Data Social de Políticas para la niñez y la adolescencia, plantea que “para dinamizar y coordinar las iniciativas de la sociedad civil, organizaciones