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falta de reciprocidad; no se implica que haya intención consciente o connotación moral” (1971, p. 36). Asimismo, Axelrod y Hamilton (1981) presentaron el altruismo recíproco como una “estrategia”, eliminando del término cualquier connotación psicológica: las bacterias son tan capaces de conductas “estratégicas” como los humanos. Lo que importa en una estrategia son sus efectos en la eficacia o aptitud biológica, dadas las conductas de los demás jugadores. Así, las conductas sociales se clasifican por su manera de combinar la transferencia o retención de beneficios, y la imposición de costos, como respuestas a las movidas de los oponentes. Diferentes combinaciones exhiben aptitudes diferentes y compiten entre sí. La práctica de enfocarse en los patrones de conducta abstrayendo de los mecanismos próximos alimenta la idea de que un patrón conductual concebido desde sus efectos define la identidad de una estrategia. Eventuales diferencias en los mecanismos sub- yacentes son irrelevantes. Según esto, el altruismo recíproco puede ser el mismo en humanos y en animales no humanos. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que los recursos psicológicos de los interactores determinan diferencias sutiles en los patrones conductuales de cooperación (BROSNAN; DE WAAL, 2002). Así por ejemplo, la reciprocidad como patrón de interacción con retornos diferidos en el tiempo es proba- blemente inexistente en los animales no-humanos, o al menos en los que descuentan el futuro a tasas elevadas. Muchas especies parecen carecer de los recursos psicológicos ne- cesarios para la reciprocidad con retornos diferidos (HAMMERSTEIN, 2003; STEVENS; HAUSER, 2004; DE WAAL, 2000). Una vez que atendemos a los mecanismos próximos, bien puede suceder que un mecanismo próximo flexible y poderoso puede generar distintos patrones de conducta. Los economistas experimentales han enfatizado correctamente que sus experimentos con juegos económicos de un solo período (one shot) revelan una motivación guiada por normas de equidad. Pero de manera acrítica han excluido la presencia de esas mismas motivaciones en la reciprocidad directa e indirecta (GINTIS et al., 2003). Esta exclusión no parece plausible. Si bien la reciprocidad y el castigo, como categorías de la biología evolucionista, no implican ninguna tesis sobre los mecanismos subyacentes, es plausible sostener que, en humanos, un mecanismo normativo es la causa próxima tanto de la reciprocidad como del castigo. Se trataría de un mecanismo general que predispone a la adquisición de reglas de dominio público, a la reciprocidad en su cumplimiento y a castigar su incumplimiento (SRIPADA; STICH, 2006). De acuerdo con esto, tanto la reciprocidad como el castigo sonmanifestaciones conductuales de unmismomecanismo normativo. 5 Cooperación humana: indicios de mecanismos normativos Como expliqué arriba, la reciprocidad fuerte o castigo altruista es una estrategia para explicar la cooperación humana a gran escala, propuesta por grupo de autores que 410 combinan los resultados de la teoría evolucionista de juegos y con el programa empírico de investigación psicológica impulsado por los economistas experimentales (GINTIS et al., 2003). En los modelos teórico-computacionales, las estrategias sociales se definen por sus efectos en la utilidad material de los agentes en interacción, utilidad que luego se traduce en eficacia biológica (éxito reproductivo). Los modelos buscan estrategias cooperativas exitosas, y exitosas son aquellas capaces de invadir una población y de resistirse a ser invadidas después de que la simulación del proceso evolutivo corre un número grande de generaciones. La definición de las estrategias por sus efectos repro- ductivos convierte en periférico el tema de los mecanismos psicológicos. Sin embargo, hay un aspecto de las estrategias modeladas que ha revestido especial importancia para los modelos propuestos y que conecta con los mecanismos psicológicos: las reglas para la atribución de las reputaciones. Las estrategias exitosas tienen todas en cuenta la reputación de sus oponentes, de un modo u otro. Los modeladores se han topado con la necesidad de modelar reglas cada vez más sofisticadas para todas las estrategias. Arriba vimos que, tanto en Darwin como en Trivers, la atribución de reputaciones se conecta con los mecanismos normativos que controlan el comportamiento cooperativo. Cuando aplican normas de cooperación, la atribución de reputaciones se realiza monitoreando el cumplimiento de normas y se vuelve sofisticada. Así, la sofisticación de las reglas de atribución es un indicio de que el comportamiento cooperativo que se quiere modelar es un comportamiento guiado por normas. Pero no es indicio suficiente. Adicionalmente, el cooperador debe estar motivado a castigar conductas que se entienden como violación de normas sociales, sin que pueda obtener beneficios económicos directos de ello. Esta condición altruista es un indicio adicional necesario de control normativo. Creo que los resultados tanto de los modelos teóricos como de la investigación expe- rimental han arrojado evidencia suficiente de que todas las estrategias de reciprocidad: directa, indirecta y fuerte, dependen de una atribución de reputaciones basada en la atribución de intenciones. Intentaré ponerlo de manifiesto en las secciones que siguen. En cuanto a la condición de altruismo psicológico, que presuntamente es privativa de la reciprocidad fuerte, está instanciada también en la reciprocidad directa y en la indirecta. Tanto los defensores de la reciprocidad fuerte como sus críticos (BURNHAM; JOHNSON, 2005) se equivocan al excluir el altruismo psicológico de esas estrategias clásicas: pero como el punto es en extremo controversial, lo reservo para la sección final. 6 La atribución de reputaciones Recordemos en qué consisten las estrategias clásicas de reciprocidad en la teoría evolucionista de juegos, a saber, el altruismo recíproco (también denominado reciproci- dad directa) y la reciprocidad indirecta. La reciprocidad directa es una estrategia para interacciones repetidas entre dos agentes (siempre los mismos). Tit for Tat (TFT) es el patrón básico: “coopera en la primera movida, después copia lo que hizo tu oponente”. 411 Capítulos Ética evolucionista: el enfoque adaptacionista de la cooperación humana Cooperación humana: indicios de mecanismos normativos La atribución de reputaciones