Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
PARASITOLOGÍA CLÍNICA. Dr. Luis Fernando Rojas Terrazas Página 1 GIARDIASIS DEFINICIÓN. Infección intestinal causada por un protozoo flagelado, la Giardia duodenalis, predominante en los niños e inmunosuprimidos y caracterizada por la producción de cuadros agudos y crónicos, de intensidad variable, pudiendo llegar al síndrome de malabsorción intestinal. En el adulto es generalmente asintomática. Sinonimia: Giardia lamblia, Giardia intestinales y Giardia duodenalis. BIOLOGÍA Giardia duodenalis, es un protozoo flagelado de aspecto muy singular a la microscopía de luz: TROFOZOITO.- Es piriforme cuando se observa de frente y lateralmente, semeja una coma o vírgula, con una cara cóncava y otra convexa. Mide entre 10 y 20 pm de largo, por 5 a 15 de ancho y 2 a 4 de espesor. Posee simetría bilateral y su cuerpo aparece dividido en mitades por un engrosamiento citoplasmático compuesto por microtúbulos, el axostilo, que actúa como esqueleto axial En su extremo anterior presenta dos núcleos relativamente grandes y vesiculares, con sendos nucléolos muy visibles en preparaciones teñidas, a diversas alturas de la superficie celular emergen cuatro pares de flagelos que le dan movilidad. La concavidad que forma su cara ventral, en sus dos tercios anteriores, constituye una ventosa o disco suctor, el que permite distinguir la G. duodenalis de otros flagelados, compuesto por dos lóbulos unidos a la altura de los núcleos. Este disco tendría capacidad contráctil, y su citoesqueleto está compuesto de microtúbulos, en que destacan dos de las proteínas que lo conforman: la tubulinay fundamentalmente, la giardina(beta giardina de 29 kDa y alfa giardina 33,8 kDa), y que le permitiría al parásito adosarse al epitelio intestinal del hospedero. Influirían también en su adhesión a la superficie del hospedero, los efectos propulsivos de los flagelos ventrales y las lectinas que se unirían a receptores de los enterocitos. Casi perpendiculares al axostilo, se hallan los cuerpos mediales o parabasalescuya función estricta se desconoce, pero presumiblemente tendrían relación con la formación del disco suctor y que desaparecerían durante la fisión. PARASITOLOGÍA CLÍNICA. Dr. Luis Fernando Rojas Terrazas Página 2 QUISTE.- Son ovalados y miden de 8-12 y de 7- 10 u,m respectivamente; en observación al fresco aparecen como cuerpos muy refringentes, con una membrana quistica de doble pared y en su interior, se aprecian cuatro núcleos y una serie de filamentos que constituyen los restos flagelares y cuerpos parabasales. Se han distinguido, de acuerdo a la morfología de ciertas estructuras microtubulares denominados cuerpos mediales, tres especies de Giardia: - Giardia agilis, descrita en anfibios, - Giardia muris, en roedores, aves y reptiles, y - Giardia duodenalis, observada en el hombre, mamíferos, aves y reptiles. Las diferencias se basan en las secuencias de los ácidos nucleicos del ADN. EL HABITAT Este protozoo vive en el intestino delgado, particularmente su porción proximal; es decir, duodeno y segmentos altos del yeyuno. La forma vegetativa o trofozoíto, mediante la cual el parásito se reproduce por fisión binaria, se le suele encontrar en grandes cantidades en la superficie del epitelio intestinal, generalmente en el tercio basal de las vellosidades, envueltos en el moco que recubre la pared. Tanto los trofozoítos como los quistes salen al exterior con las deposiciones del hospedero, pero mientras la forma vegetativa es lábil y pronto se destruye en el medio ambiente, los quistes son más resistentes y constituyen la forma infectante del parásito. Cuando los quistes son ingeridos por el hombre, sus envolturas se disuelven debido a la acción de los jugos digestivos, dejando en libertad los trofozoítos los cuales se ubican en el duodeno y yeyuno, multiplicándose activamente. El desenquistamiento está adaptado a las condiciones fisiológicas en el estómago e intestino del hombre y de algunos mamíferos. Así, el proceso de desenquistamiento se favorece por la exposición a la alta acidez gástrica, seguida por la brusca elevación del pH, propia del intestino delgado. Cuando las condiciones del medio intestinal le son adversas, la forma vegetativa se enquista y sale al exterior con las heces del hospedero. Una vez allí, los quistes tienen capacidad de infectar por la vía oral a otro mamífero susceptible o de reinfectar al mismo hospedero. EPIDEMIOLOGÍA La giardiasis es una infección cosmopolita y se halla ampliamente distribuida en todas las latitudes y continentes, en especial en climas templados y húmedos. PARASITOLOGÍA CLÍNICA. Dr. Luis Fernando Rojas Terrazas Página 3 En la población rural de América Latina, calculada en 108 millones de habitantes carentes de infraestructura básica y económica, se calcula que unos 16 millones (15 %), presentan esta infección protozoaria. Es una parasitosis de clara prevalencia en niños. Se ha demostrado que la infección por este protozoo afecta al 45% de los niños. Estas cifras, sin embargo, de acuerdo al nivel socioeconómico descienden en los estratos altos de la población y se incrementan notoriamente en las guarderías a las que asisten niños de los estratos poblacionales más desposeídos. Cada vez existe mayores evidencias que en estos recintos existe una transmisión persona a persona de la infección. Factores de alto riesgo son también la deficiente disposición de excretas y un nivel educacional e intelectual deficiente de la madre. Como los quistes de la G. duodenalis, constituyen las formas infectantes y son eliminados con las heces, del destino de éstas dependerá el grado de difusión de la protozoonosis en la naturaleza. Se ha inculpado al agua de bebida de la transmisión de la infección; el quiste es viable por un período de dos meses en agua fría y es resistente en agua potable. Las malas condiciones de saneamiento ambiental (la calidad de medios de eliminación de basuras y excretas, la pululación de moscas, los grados de contaminación fecal del agua de bebida y riego, con la subsiguiente contaminación de alimentos), constituyen los principales factores de mantención y diseminación de la giardiasis. A ellos debe sumarse el grado de educación sanitaria de la población y en particular los hábitos de limpieza. Por las características de su difusión, la giardiasis en ocasiones es de tipo familiar, con niños que presentan síntomas y padres infectados, pero asintomáticos. Si se producen frecuentes reinfecciones en los niños, a pesar de un adecuado tratamiento y de la educación para la salud necesaria, es recomendable investigar la infección en el manipulador de alimentos y en el resto de los miembros de la familia. La tendencia a la alimentación artificial de los lactantes y el descuido de la higiene en la preparación de biberones, constituye un factor importante que favorece la dispersión de esta parasitosis. Otro mecanismo de transmisión, es el contacto ano-boca practicado por personas con hábitos homosexuales. En estos individuos, la giardiasis es significativamente superior en relación a la población general. Hasta hace unos pocos años, se planteaba que G. duodenalis era una infección exclusiva del hombre; sin embargo, estudios practicados recientemente han demostrado que éste no es el único hospedero. Aparentemente, una gran variedad de mamíferos menores, entre los que destacan el castor, el gato y el perro, han sido infectados con quistes de G. duodenalis de origen humano. Con estos antecedentes cabe afirmar que, si los estudios de biología molecular así lo demuestran, la G. duodenalis del hombre puede infectara otros animales que actuarían como reservorios de la infección. PARASITOLOGÍA CLÍNICA. Dr. Luis Fernando Rojas Terrazas Página 4 La existencia de estos reservorios explicaría la presencia de la infección en áreas ubicadas lejos de la actividad del hombre o provocada por medio del agua no contaminada con heces humanas. Los animales a los que se responsabiliza más frecuentemente de infección humana son los castores y los gatos, aunque existen controversias en tal sentido. Es por ello que la giardiasis es considerada por muchos investigadores como una zoonosis. En suma, los factores epidemiológicos más importantes en la giardiasis son similares a los de la amibiasis, salvo la marcada prevalencia de la infección por G. duodenalis en niños. PATOLOGÍA Producido por G. duodenalis es variable, oscilando desde los pacientes que presentan alteraciones mínimas de la mucosa intestinal, a aquéllos que cursan con alteración parcial moderada de las vellosidades del intestino delgado. En este último caso, se produce un serio deterioro de la absorción con la subsiguiente repercusión en el estado nutritivo. Pareciera existir una relación directa entre la magnitud del daño microscópico del intestino y la Sintomatología. Sí la infección es asintomática: el daño histológico es mínimo En casos severos con malabsorción: se observa a la microscopia óptica, una configuración anormal de las vellosidades intestinales y bajo microscopia electrónica, se describen alteraciones del enterocitotanto a nivel de las microvellosidades como del citoplasma. Las microvellosidades, aparecen achatadas, engrosadas, especialmente a distal, o emergiendo unas de otras. En el citoplasma, se presentan alteraciones evidentes que se manifiestan por un gran número de vacuolas, traduciendo el daño celular. El enterocito dañado es eliminado al lumen intestinal, con lo que se acelera el recambio celular y la repoblación con células predominantemente inmaduras desde el punto de vista enzimático y de transporte. Estos hechos conducirían a un síndrome de malabsorción que afecta a lípidos, hidratos de carbono y aminoácidos. Clínicamente, se observa una alteración en las pruebas de absorción intestinal del caroteno, D-xilosa, vitamma A, vitamina B12, ácido fótico y alfaaminonitrógeno, asociándose además a malabsorción de hierro. El daño del enterocito explica la disminución de la actividad triplica, quimiotríptica, lipásica y fosfolipásica en pacientes con giardiasis, que mejora después del tratamiento específico. En estos pacientes, se ha descrito una disminución de las disacaridasasyeyunales (lactasa, sacarasa y maltasa), reversibles después de un adecuado tratamiento, lo que conduciría a un mejor aprovechamiento de la energía generada por los alimentos. Existen estudios en relación a la prevalencia de infección en diferentes grupos sanguíneos. Se ha demostrado que los pacientes con grupo sanguíneo A son más susceptibles a la infección. No es un mecanismo aislado el que explica el daño producido por el parásito, sino la acción conjunta de varios de ellos. Clásicamente, se aceptaba que la G. duodenalis no PARASITOLOGÍA CLÍNICA. Dr. Luis Fernando Rojas Terrazas Página 5 penetraba la barrera epitelial; sin embargo, se han encontrado trofozoitos de G. duodenalis en el corion de la mucosa del intestino de niños infectados, a los cuales se les practicó biopsias duodenales. En el último tiempo se han incrementado los conocimientos de la relación de la respuesta inmune frente a la infección por G. duodenalis y la calidad antigénica de este protozoo. Se sabía que algunas personas se infectaban sin llegar a enfermar, en tanto que otras lo hacían de un modo muy severo. Más aún, de los pacientes que enfermaban, algunos curaban espontáneamente, en tanto que otros tendían a la cronicidad. El hecho de ser una infección sintomática en los niños y poco sintomática en los adultos procedentes de un mismo ambiente contaminado, parecía indicar que existiría una experiencia previa en la infancia que protegería a los adultos. SINTOMATOLOGÍA Se ha postulado que la aparición de síntomas en la giardiasis depende: - Del número de parásitos y de la calidad antigénica de la cepa parasitaria - De factores dependientes del hospedero, como la acidez gástrica, la motilidad intestinal y la calidad de la respuesta inmune. Del equilibrio entre los factores del parásito y del hospedero, resultará el mayor o menor daño histológico y por consiguiente, la intensidad de la sintomatología. Un número importante de personas infectadas con G. duodenalis no presentan síntomas. Habitualmente, la aparición de éstos ocurre en niños. Se ha precisado que el período prepatente de la giardiasis es de 6 a 15 días, con un promedio de 9. Fase aguda Es frecuente observar náuseas, vómitos, diarrea acuosa, dolor abdominal epigástrico, meteorismo y anorexia marcada. Esta fase dura de 3 a 4 días y si no media tratamiento específico., Fase crónica De duración variable, aparece un cuadro diarreico con cuatro a cinco evacuaciones diarias, pastosas, de mal olor, en la que se reconocen alimentos ingeridos (lientería); la anorexia y los dolores abdominales persisten y se agrega importante baja de peso. Los síntomas remiten y reaparecen en tiempos variables de un individuo a otro. El cuadro puede permanecer así, por un lapso indefinido, si no media tratamiento específico o remite espontáneamente. PARASITOLOGÍA CLÍNICA. Dr. Luis Fernando Rojas Terrazas Página 6 En pacientes con hipogammaglobulinemia y en menores de dos años, masivamente infectados por G. duodenalis, se puede desarrollar un síndrome de malabsorción intestinal, en que se observan evacuaciones frecuentes de heces con elevado contenido en grasas y progresivo compromiso del estado general, situación que se ha observado más frecuentemente, siendo una de las causas más frecuentes de detención del progreso ponderal y de diarrea crónica. Esta situación es reversible una vez erradicada la parasitosis. Recientemente, se ha comunicado asociación de giardiasis con urticaria y artralgias. En resumen, entre los infectados por G. duodenalis se observan dos grupos bien definidos: uno asintomático y otro con sintomatología: El grupo asintomático, está integrado por niños bien nutridos y que presentan respuesta inmune adecuada y por adultos, los que albergan escasos parásitos en el intestino y/o tal vez, poco virulentos. El grupo sintomático, se caracteriza por infecciones con elevado número de parásitos, y en él es frecuente encontrar niños menores de seis meses, con algún grado de desnutrición o con deficiente respuesta inmune. La mayoría de los pacientes sintomáticos presenta un síndrome diarreico recidivante, tal como se describió anteriormente, y una pequeña proporción desarrollan un severo cuadro de malabsorción. DIAGNÓSTICO Se debe sospechar el diagnóstico frente a pacientes con: Una disminución notoria del apetito Peso estacionario Dolor abdominal predominantemente epigástrico si se trata de niños Diarrea crónica recidivante o intermitente, con deposiciones esteatorreicas. MÉTODOS COPROPARASITOLOGICOS METODO DIRECTO Se confirma con el examen parasitológico seriado de deposiciones, en donde se encuentran quistes de G. duodenalis. METODO DE CONCENTRACIÓN Se pueden utilizar diferentes técnicas de concentración, tales como el método de Telemann, SAF, PAF o PVA. Estos métodos tienen un 96 % de rendimiento si se procesan tres muestras de pacientes eliminadores de quistes. PARASITOLOGÍA CLÍNICA. Dr. Luis Fernando Rojas Terrazas Página 7BIOPSIA Y LÍQUIDO DUODENAL Sin embargo, existe un grupo de niños que no los eliminan en sus deposiciones. En ellos, se ha recurrido al estudio del jugo duodenal e, incluso, a la biopsia e impronta con 100% de rendimiento. METODOS SEROLÓGICOS Recientemente se está utilizando la serología como otro elemento diagnóstico, la que según la técnica empleada, ha demostrado un rendimiento que oscila entre el 81 % y un 96% (RIFI, ELISA, RHA y CIEF). TRATAMIENTO Se dispone en la actualidad de diversos fármacos eficaces. El mecanismo de acción principal aparentemente es la alteración de los potenciales de oxidorreducción de las membranas del parásito y la acción sobre los microtúbulos del citoesqueleto, impidiendo la adherencia del protozoo y la incorporación de timidina. Los medicamentos de elección en la giardiasis son los derivados nitroimidazólicos. De ellos cabe destacar el metronidazol en dosis de 30 mg/kg/día, administrado por vía oral dividido cada 8 ó 12 horas, por 7-10 días, con una dosis máxima de 1 g. La nitroimidazina oral, en dosis de 20 mg/kg/día dividida en 2 a 3 dosis por 5 días; el omidazol y tinidazol que tienen un 96% de rendimiento en una dosis única de 50 mg/kg/día, existiendo una dosis máxima de 2 g . Con el empleo de los derivados nitroimidazólicos, no es recomendable la ingestión de alcohol durante el tratamiento por tener un efecto antabuse y se ha demostrado teratogenicidad en ratas. Actuarían sobre la formación de tubulina y giardina del citoesqueleto del protozoo. Recientemente se ha demostrado la eficacia del albendazol oral en dosis de 10 mg/kg/día por tiempos que oscilan entre 1 y 5 días. La dosis máxima recomendable de este medicamento son 15 mg/kg/ día. Sus principales cualidades son la de producir la erradicación de la parasitosis en el 90-96 % de los vasos, y además, la de tener una relativa buena tolerancia. Asociado al empleo de estos medicamentos se la descrito mutagenicidad en bacterias y carcinogelicidad en ratas, pero a pesar de su vasto uso en medicina, estos efectos no han sido corroborados en e1 hombre. Los nitroimidazólicos no se deben prescribir durante el embarazo, al igual que el albendazol, e1 cual tampoco es recomendable en niños menores de dos años. Otros buenos fármacos de amplio uso en niños menores, son los derivados no absorbibles del nitro Eúrano, la fürazolidona, que se emplea en forma oral a razón de 10 mg/kg/dia repartidos cada 8 a 12 horas, por 7 a 10 días, teniendo una dosis máxima de 400 mg/ dia, los cuales presentan cualidades parecidas a los nitroimidazólicos y son bien tolerados. Se ha empleado con éxito en esta parasitosis también la quinacrina y la paromomicina. En caso de PARASITOLOGÍA CLÍNICA. Dr. Luis Fernando Rojas Terrazas Página 8 reinfecciones, debe contemplarse los siguientes aspectos: reinfección por mala manipulación de alimentos, educación sanitaria insuficiente, resistencia parasitaria al fármaco o deficiente respuesta inmune del hospedero. PREVENCIÓN Se dirige a evitar la diseminación en la naturaleza de los quistes de G. duodenalis, lo que depende del grado de saneamiento ambiental, la adecuada disposición de excretas, la existencia de agua potable y en lo posible el tratamiento de aguas servidas, el control de basuras y de insectos que actúan como vectores mecánicos. Además se debe mejorar el grado de educación sanitaria de la población, inculcando maneras de evitar la infección y la reinfección por este tipo de parásito y, en especial, las prácticas de correcta higiene personal y de la manipulación de alimentos.
Compartir