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EMBRIOLOGÍA Y ANATOMÍA DE LA CAVIDAD ORAL Y FARINGE

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 1 
 
 
III. CAVIDAD ORAL Y FARINGE 
 
Capítulo 67 
EMBRIOLOGÍA Y ANATOMÍA DE LA 
CAVIDAD ORAL Y FARINGE 
 
B. Molina Montes, L. Montes de Oca Fernández, F. J. Gamboa Mutuberría 
 
Hospital Universitario Príncipe de Asturias. Alcalá de Henares. Madrid 
 
 
 
EMBRILOGÍA DE LA CAVIDAD ORAL Y FARINGE 
 
La característica más típica del desarrollo embriológico de la cabeza y el cuello es la formación de 
los arcos branquiales. Estos arcos aparecen durante la cuarta y la quinta semana del desarrollo 
intrauterino y contribuyen en gran medida al aspecto externo característico del embrión. Los arcos 
faríngeos o branquiales están formados por un núcleo central de tejido mesenquimal, cubierto en su 
lado externo por ectodermo superficial y revestido en su interior por epitelio de origen endodérmico. 
Cada arco está limitado por las correspondientes hendiduras branquiales, por fuera, y bolsas 
faríngeas, por dentro. Cada uno de ellos posee su propia arteria, nervio, elemento muscular y 
elemento esquelético (cartílago o hueso) propio. 
 
Del primer arco branquial o mandibular derivan los músculos de la masticación (temporal, masetero 
y pterigoideos), el vientre anterior del digástrico, el milohioideo, el músculo del martillo y el 
periestafilino externo. De este primer arco también se origina la lengua. Aparece a las 4 semanas en 
forma de dos protuberancias linguales laterales y una prominencia medial. (tubérculo impar). Un 
tercer abultamiento medial, formado por la porción posterior del cuarto arco señala el desarrollo de la 
epiglotis. Por detrás se forma el orificio laríngeo. Las protuberancias linguales laterales se fusionan 
entre sí formando los 2/3 anteriores del cuerpo de la lengua que están separadas del tercio posterior 
por la V lingual o surcoterminal en cuyo vértice encontramos el agujero ciego. La porción posterior 
tiene su origen en el segundo, tercer y parte del cuarto arco faríngeo. La inervación sensitiva de la 
lengua viene dada por el glosofaríngeo. La porción posterior de la lengua y la epiglotis están 
inervadas por el nervio laríngeo superior y los músculos de la lengua están inervados por el N 
hipogloso. La rama cuerda del tímpano del facial da inervación para el gusto a los 2/3 anteriores de la 
lengua. La inervación del resto de los músculos del primer arco llega por la rama mandibular (3ª 
rama) del trigémino. 
 
El segundo arco branquial o hioideo da origen al músculo del estribo, al estilohioideo, al vientre 
posterior del digástrico, al músculo auricular y a los músculos de la expresión facial. Todos estos 
músculos están inervados por el nervio facial, nervio correspondiente al segundo arco. El tejido, 
inicialmente cartilaginoso, del segundo y del tercer arco conformará el hueso hioides. 
 
Del tercer arco branquial derivan el músculo estilofaríngeo y posiblemente los constrictores 
superiores, inervados por el glosofaríngeo, nervio del tercer arco. 
 
Capítulo 67 Embriología y anatomía de la cavidad oral y faringe 
 
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Los músculos del cuarto arco (cricotiroideo, periestafilino interno y constrictores) están inervados 
por la rama laríngea superior del vago, nervio del cuarto arco. Sin embargo los músculos intrínsecos 
de la laringe reciben inervación de la rama laríngea recurrente del vago, que es el nervio del sexto 
arco. 
 
El revestimiento epitelial de la segunda bolsa faríngea forma el primordio de la amígdala palatina y 
entre el tercer y el quinto mes se produce la infiltración gradual de tejido linfático en ella. Una 
porción de la bolsa no desaparece y se encuentra en el adulto constituyendo la fosita tonsilar, 
amigdalina o fosita de Rossenmüller. 
 
De las cuatro hendiduras branquiales ectoblásticas, solamente una permanece en el adulto y origina el 
conducto auditivo externo. En algunos casos persisten vestigios de hendiduras que originan fístulas 
y/o quistes branquiales. En estas circunstancias, el seno cervical en el que confluyen las hendiduras, 
comunica con la luz de la faringe por un pequeño conducto, que suele desembocar en la región 
amigdalina. La fístula indica la rotura de la membrana que separa la segunda hendidura y la segunda 
bolsa faríngea en algún momento del desarrollo. Si existe desembocadura cutánea suele estar en el 
borde anterior del M esternocleidomastoideo. 
 
El primordio de la glándula tiroides aparece en forma de proliferación epitelial hacia la tercera 
semana de vida embrionaria en el agujero ciego de la lengua, para descender posteriormente por la 
región anterior del cuello como divertículo bilobulado, en íntimo contacto con el hueso hioides, hasta 
su localización definitiva en la región anterior de la tráquea, hacia la séptima semana. Durante la 
migración, la glándula sigue unida a la legua por medio del conducto tirogloso. La persistencia en el 
adulto de dicho conducto dará lugar a quistes en la región cervical anterior. También podemos hallar, 
como vestigio del canal faringo-hipofisario que conformará el lóbulo anterior de la hipófisis, el 
llamado divertículo de Rathke. 
 
El esbozo de la lengua aparece en embriones de cuatro semanas en el campo mesobranquial situado 
por delante y por detrás del esbozo tiroideo. La porción situada por delante del esbozo tiroideo se 
corresponde con la part e ventral del primer arco faríngeo, que dará origen a los dos tercios anteriores 
de la lengua. Su inervación sensi-tiva corre a cargo del trigémino, nervio del primer arco. La base de 
la lengua se originará a partir del tercer, cuarto y segundo arco, según la importancia de su proli-
feración. La inervación sensitiva de la raíz lingual depende Princ.-palmente del glosofaríngeo, ner-
vio del tercer arco. En el espesor de la lengua se introducen mio-blastos provenientes de los tres 
primeros somitas occipitales para dar origen a los músculos intrín-secos de la lengua, lo que explica 
su inervación motora por el nervio hipogloso. (Figs. 1 y 2) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura.1. Vista lateral de la región de la cabeza y el cuello 
de un embrión de 4 semanas, que muestra los cartílagos de 
los arcos faríngeos que participan en la formación de los 
huesos de la cara y el cuello 
Figura 2. Dibujo que muestra las estructuras definitivas
formadas por los componentes cartilaginosos de los
diversos arcos faríngeos 
 
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ANATOMÍA DE LA CAVIDAD ORAL 
 
La cavidad oral o boca es el inicio del tubo digestivo. Esta delimitada por delante por los labios, por 
detrás por las papilas circunvaladas de la V lingual, hacia abajo por el suelo de la boca, hacia arriba 
por la unión entre el paladar duro y blando y lateralmente por las mejillas. Los pilares del velo, junto 
con la base de la lengua, forman el istmo de las fauces. Su estructura ósea está constituida por la 
mandíbula, el maxilar superior y el hueso palatino. Los rebordes alveolares del maxilar superior y de 
la mandíbula, junto con los dientes, dividen la cavidad oral en dos porciones: el vestíbulo oral (entre 
labios y mejilla, de una parte, y dientes con rebordes alveolares, de otra) y la cavidad oral 
propiamente dicha, que se extiende desde los rebordes alveolares y los dientes hacia dentro. La boca 
se divide en las siguientes partes:1) labios, mucosa externa; 2) mucosa bucal, que incluye la mucosa 
interna de los labios, la mejilla, áreas retromolares y surcos bucoalveolares superior e inferior 
(vestíbulo bucal); 3) encías superiores; 4) encías inferiores; 5) paladar duro; 6) dos tercios anteriores 
de la lengua (por delante de la V lingual); 7) suelo de la boca. (fig. 3) 
 
 
 
 
Figura 3. Localizaciones anatómicas de la cavidad oral. 
 
Capítulo 67 Embriología y anatomía de la cavidad oral y faringe 
 
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Los labios son dos pliegues músculomembranosos, con un recubrimientomuco- cutáneo en su parte 
anterior, y por la posterior, una delgada capa mucosa muy rica en glándulas mucosas y salivares 
menores. En el borde libre de ambas caras hay una zona de transición muco-cutánea llamada 
bermellón. La musculatura intrínseca está constituida por el M orbicular de los labios. 
 
Las mejillas tienen una capa cutánea por fuera y una capa mucosa por dentro (mucosa yugal, donde 
desemboca el conducto de Stenon).El espesor es rico en ramas de la A facial, ramificaciones 
terminales del N facial, panículo adiposo (bola de Bichat) y de diversos músculos, siendo el principal 
el bucinador. 
 
El paladar duro constituye el techo de la boca. El reborde alveolar y las apófisis palatinas de ambos 
maxilares, junto con las láminas horizontales de los huesos palatinos forman la estructura ósea del 
paladar que esta cubierto por una mucosa gruesa. En su parte anterior está el agujero palatino, por 
donde discurren la A y N nasopalatinos; en la parte posterolateral están los agujeros palatinos 
mayores, por donde pasa la A palatina mayor o superior (rama de la A. maxilar interna), que hay que 
conservar en la cirugía del paladar. El paladar blando forma parte de la orofaringe. 
 
En la lengua distinguimos la punta, los bordes, el cuerpo y la base (que forma parte de la orofaringe), 
así como el dorso o cara superior y la cara ventral o inferior. El dorso está cubierto por un epitelio 
modificado que presenta papilas filiformes (punta de la lengua), papilas fungiformes (punta y 
bordes), papilas foliáceas (porción posterior y lateral de la lengua) y papilas caliciformes en el dorso 
de la lengua a nivel de la uve lingual. El límite entre el cuerpo de la lengua y la base es el surco 
terminal en forma de uve (V lingual) en el centro de la cual se encuentra el agujero ciego (fig. 4). 
 
 
Figura 4. Subdivisiones de la lengua y distribución de las papilas. 
 
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Hay dos láminas fibrosas que estructuran la lengua: la membrana hioglosa, que se inserta en el 
borde superior del cuerpo del hueso hiodes y se extiende transversalmente hacia arriba hasta la 
mucosa del dorso lingual cerca de la “V”, y el septum lingual que tiene forma de hoz orientada 
sagitalmente y divide, por tanto, en dos mitades la musculatura lingual. Por delante de la porción más 
anterior del septum lingual se encuentra el repliegue mucoso que da lugar al frenillo lingual. La 
disposición de la musculatura lingual permite su extrema movilidad. Hay músculos que discurren 
libremente en el cuerpo de la lengua sin inserción ósea alguna (M transverso, lo M longitudinal 
superior e inferior, M cervical) y músculos que se originan en puntos firmes óseos (M estilogloso, M 
geniogloso, M hiogloso, M palatogloso). (fig. 5 y 6). 
 
 
 
Figura. 5. Músculos linguales 
 
 
 
Figura 6. Visión de los músculos linguales tras sección del músculo hiogloso y m. genihioideo. 
Capítulo 67 Embriología y anatomía de la cavidad oral y faringe 
 
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El suelo de la boca está formado principalmente por el M milohioideo, que se extiende como un 
diafragma en el interior de la arcada mandibular, nace en la denominada línea milohioidea de la 
mandíbula para insertarse en el rafe medio y en el hioides (fig.7). La glándula submaxilar rodea el 
borde posterior del M milohiodeo, estando el cuerpo glandular por fuera del músculo y el lóbulo 
profundo por dentro de él. El N lingual, el N hipogloso y la parte profunda de la glándula que 
contiene el conducto de Wharton discurren externos al M hiogloso y por dentro del M milohioideo. 
El conducto submaxilar (conducto de Wharton) tiene unos 5 cm de longitud, sale de la parte anterior 
del lóbulo profundo, cruza la glándula sublingual que queda externo a él y el M. geniogloso que está 
medial al conducto, desembocando en la parte anterior del suelo de la boca al lado del frenillo 
sublingual. La cara superficial de la glándula entra en relación con la fascia cervical que refuerza su 
celda, y superficial a esta fascia discurre la rama marginal del N facial. Su lesión debilita la 
musculatura del labio inferior de ese lado lo que provoca la deformidad de “boca de raqueta” que se 
acentúa al reír o enseñar los dientes. 
 
 
 
Figura 7. Suelo de la boca 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Existen tres pares de las 
glándulas salivares ma-
yores (parótidas, sub-
maxilares como las 
descritas anteriormente
y sublinguales) y entre 
700-1000 glándulas sa-
livares menores, loca-
lizadas bajo la mucosa 
de los labios, paladar, 
mejilla, faringe... Se ha 
encontrado tejido glan-
dular aberrante en los 
ganglios linfáticos cer-
vicales, en el oído 
medio y en la man-
díbula. 
 
La glándula sublingual (fig. 8) 
se localiza en los dos tercios 
anteriores del suelo de la 
boca. Sus conductos 
excretores o de Rivinius, en 
número de 5 a 15 por 
glándula, desembocan cerca 
del frenillo lingual. Sus acinis 
producen saliva mucosa. 
 
La mayor de las glándulas 
salivares es la parótida, que 
está situada en la fosa 
retromandibular, rodeada de 
su cápsula, por lo que su 
inflamación aguda, produce 
dolor de tipo tensional. En su 
región caudal, la cápsula 
 
 
Figura 8. Representación esquemática de las glándulas salivares mayores. 
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presenta dehiscencias por las que los tumores parotídeos pueden propagarse hacia la fosa 
pterigomaxilar o al espacio parafaríngeo. 
 
Por delante la parótida llega hasta el borde anterior de la rama ascendente de la mandíbula, por detrás 
limita con el conducto auditivo externo, por arriba con el arco cigomático, y por abajo llega hasta el 
vientre posterior del M digástrico, y el borde anterior del M esternocleidomastoideo. 
 
El conducto excretor o de Stenon, tiene en los adultos unos 6 cm de longitud. Abandona el borde 
anterior de la glándula, discurre superficial al M masetero, atraviesa el M bucinador, y desemboca en 
la cara interna de la mejilla, al lado del segundo molar superior. 
 
El tronco y las ramas del N facial atraviesan la glándula dividiéndola en dos partes (superior y 
profunda). La división del tronco del N facial en una rama superior, temporofrontal, y otra inferior, 
cervical, se produce en la región posterior de la glándula, la rama cigomático-bucal suele salir de la 
rama superior. Estas ramas principales dan ramas menores que se anastomosan entre sí, pero en 
general, la rama frontal y la rama marginal mandibular, que inerva la musculatura del labio inferior 
no suelen recibir anastomosis de las ramas vecinas. 
 
El drenaje linfático de la glándula se dirige hacia los ganglios submaxilares y los ganglios profundos 
yugulares. La inervación procede del N glosofaríngeo, que da fibras desde su ganglio interno que se 
unen al N timpánico de Jacobson, que forma el plexo timpánico y da origen al N petroso menor que 
alcanza el ganglio ótico. Desde el ganglio ótico salen las fibras parasimpáticas posganglionares que 
se unen al N auriculotemporal para alcanzar la parótida. El N auriculotemporal, rama del N 
mandibular, recoge la sensibilidad de la articulación témporomandibular Las fibras simpáticas 
proceden del plexo carotídeo, y tienen fundamentalmente función vasoconstrictora influyendo en 
menor grado en la secreción salivar. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 9 - Carúncula sublingual. 
 
Bajo la punta de la lengua 
encontramos en el suelo de 
la boca y a ambos lados del 
frenillo un pliegue sub-
lingual con las carúnculas 
sublinguales (fig.9). En la 
carúncula y en su inmediata 
vecindad se encuentran los 
conductos excretores de la 
glándula submandibular con 
el conducto submandibular 
o de Wharton y de las 
sublinguales con el con-
ducto sublingual, y el de la 
glándula lingual anterior(glándulas de Blandin-
Nuhns) están a nivel de la 
plica fimbriata, en la cara 
inferior de la lengua. 
 
Capítulo 67 Embriología y anatomía de la cavidad oral y faringe 
 
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El revestimiento de la cavidad oral está formado por el epitelio plano poliestratificado, no 
cornificado, que en determinados puntos (p. ej., a nivel de los alveolos, paladar duro) se engruesa 
considerablemente y se fusiona con el periostio subyacente, formando un mucoperiostio. 
Vascularización 
La A carótida externa irriga a través de la A lingual la lengua, a través de la A sublingual el suelo de 
la boca, a través de la A facial la mejilla y a través de la A faríngea ascendente y de la A palatina 
descendente (rama de la A maxilar interna) el velo del paladar. El retorno venoso discurre por venas 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Inervación 
Lengua. La motora por el N hipogloso; la sensitiva por el N lingual (rama del V par en los dos tercios 
anteriores), así como por el vago (en la porción posterior de la base lingual); sensorial (gustativa) a 
expensas del N glosofaríngeo (para la base lingual) y a través del N lingual del que salen las fibras 
que forman el N cuerda del tímpano que anatómicamente se integra en el N facial, para los bordes y 
punta de la lengua. (fig. 11) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 10. Vascularización linfática cruzada de la lengua 
de idéntica denominación hacia la vena facial
o el plexo venoso pterigoideo y por su
mediación a la vena yugular interna. También
existe una comunicación a través del plexo
pterigoideo con el seno cavernoso. La
vascularización linfática se realiza a través de
ganglios regionales submentales y
submandibulares, así como parotídeos, que
confluyen en los ganglios linfáticos de la
cadena yugular interna. Los vasos linfáticos de
la lengua y del suelo de boca son tanto
homolaterales como cruzados lo que explica la
incidencia de adenopatías metastásicas 
contralaterales. (fig. 10) 
 
 
Fig. 11 - Inervación sensorial y sensitiva de la 
lengua: I, nervio lingual con cuerda del tímpano; 
II, nervio glosofaríngeo; III, nervio vago. 
Suelo de boca. Motora por el nervio milohioideo, rama del N
mandibular (3ª rama del trigémino); sensitiva por el N
trigémino; secretora (glándulas salivales): parasimpático a
través del N cuerda del tímpano y ramas del ganglio
submandibular; simpática (vasos de las glándulas) por el
plexo carotídeo. 
 
Musculatura masticadora. Motora por el nervio mandibular
del trigémino; musculatura de la mejilla (M buccinador) por 
el N facial. 
 
Dientes. Sensitiva para el maxilar superior: N maxilar (2ª 
rama del trigémino); mandíbula por el N mandibular (3ª 
rama del trigémino). 
 
Articulación de la mandíbula. N auriculotemporal (rama del
N mandibular). 
 
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ANATOMIA DE LA FARINGE 
Forma y dimensiones. 
La faringe constituye un punto de encrucijada entre la vía aérea y la digestiva; comunica, por una 
parte, la cavidad bucal con el esófago y por otra, las fosas nasales con la laringe. Se trata de un 
conducto musculomembranoso, abierto por su parte anterior. Tiene en el adulto unos 12-13 cms de 
longitud en estado de reposo, que se extiende desde la base del cráneo hasta el borde inferior de la 
sexta vértebra cervical. Cuando la faringe se contrae durante la deglución, su extremidad inferior se 
eleva y su longitud puede llegar a disminuir hasta 3 cms. 
Configuración externa y relaciones. 
La cara posterior es casi plana y se continúa a cada lado con las caras laterales, con las que forma 
ángulos romos. El espacio retrofaríngeo (entre la aponeurosis prevertebral y la musculatura faríngea) 
está formada por un tejido conjuntivo muy laxo que permite el desplazamiento faríngeo durante la 
deglución y los movimientos del cuello. Las caras laterales se inclinan hacia delante y hacia dentro, 
desde los ángulos de la faringe hasta su límite anterior. En las paredes laterales se pueden distinguir 
desde el punto de vista de sus relaciones, dos partes, una superior o cefálica y otra inferior o cervical, 
separadas entre sí por un plano horizontal tangente al borde inferior del maxilar inferior. La parte 
superior contiene la carótida interna y la externa, la vena yugular interna, los nervios glosofaríngeo, 
vago, espinal e hipogloso, el simpático cervical y la glándula parótida. Por debajo de la mandíbula, 
las caras laterales de la faringe están en relación con la carótida primitiva y la vena yugular interna , 
el nervio vago, y el asa del hipogloso, el cuerpo del la glándula tiroides y sus pedículos vasculares. 
 
Configuración interna 
La cavidad faríngea se divide en tres partes: una superior o nasofaringe, rinofaringe o cavum, que se 
encuentra en relación con las fosas nasales a través de las coanas, una parte media u orofaringe, en 
continuidad con la cavidad oral, que incluye el paladar blando y la base de la lengua (por detrás de la 
“V” lingual) y alberga las amígdalas palatinas, y por último, una parte inferior o hipofaringe que 
rodea la laringe formando los senos piriformes. El cavum está separado de la orofaringe por el plano 
definido por el paladar duro. La orofaringe se separa de la hipofaringe por otro plano que forma el 
hueso hiodes. Los senos piriformes albergan profundamente en la mucosa ramas del N laríngeo 
recurrente (motor) y laríngeo superior en su rama interna (sensitivo). 
 
Musculatura de la faringe 
Los músculos de la faringe se dividen en dos grupos: los constrictores y los elevadores. 
 
Los músculos constrictores (fig. 12) son tres músculos planos y delgados: el superior, el medio y el 
inferior. Se trata de una musculatura estriada con trayecto oblícuo y cada uno se inserta junto a su 
homólogo del lado opuesto en el rafe medio posterior. Se encuentran superpuestos entre sí, de modo 
que el borde superior del constrictor inferior cubre parcialmente al medio y la parte superior de este 
cubre a su vez la parte inferior del superior. La acción de los M. constrictores consiste en estrechar el 
diámetro anteroposterior y transversal de la faringe. El constrictor superior se diferencia en tres 
haces: haz pterigoideo, que nace de la parte inferior del borde posterior y del gancho del ala interna 
 
Capítulo 67 Embriología y anatomía de la cavidad oral y faringe 
 
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Figura 12. Músculos de la faringe, vista lateral. 
 
 
 
 
Figura 13. Segmento faringo-esofágico en el que se aprecia la localización del 
triángulode Killian 
 
 
M. Constrictor Inf. 
M. Cricotiroideo 
Traquea 
Área de Killian - Jamieson 
A. Tiroidea Inf. 
N. Recurrente 
Fibras longitudinales del 
esófago 
 Dehiscencia de Killian 
Triángulo de Laimer - Haeckermann 
M. Cricofaríngeo 
de la apófisis pterigoides, 
haz pterigomaxilar que se 
inserta en el ligamento 
pterigomaxilar que lo separa 
del M. buccinador y haz 
milohioideo que nace de la 
extremidad posterior de la 
línea milohioidea de la 
mandíbula. Las fibras su-
periores del músculo dejan 
un espacio (el seno de 
Morgagni) donde la faringe 
sólo tiene mucosa y una 
fuerte membrana conjuntiva 
(fascia faringobasilar) que 
está atravesada por el 
músculo elevador del velo 
del paladar y la trompa de 
Eustaquio, que desemboca 
en el cavum. Por detrás de 
la trompa está la fosa de 
Rosenmüller. El músculo 
constrictor medio tiene 
forma de abanico (fibras 
ascendentes, transversales y 
descendentes) y se origina 
en las astas mayores y 
menores del hioides, por 
dentro del M. hiogloso. El 
constrictor inferior se 
origina en las caras externas 
del cartílago tiroides y
cricoides. Por debajo del 
constrictor inferior está el 
músculo cricofaríngeo que 
es circular sin que exista un 
rafe medio posterior, lo que 
facilita su función deesfínter (esfínter esofágico 
superior). En la pared 
posterior existe un área de 
debilidad de la capa 
muscular por la que se 
puede herniar la mucosa 
faríngea y desarrolarse así el 
denominado divertículo de 
Zencker (fig. 13). A dicha 
región de menor resistencia 
de la pared faríngea se la 
conoce como triángulo de 
Killian. 
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Este se haya situado entre las fibras oblícuas propulsivas del constrictor inferior y las fibras 
horizontales del músculo cricofaríngeo. Su patogénesis se relaciona con la existencia de 
contracciones anormales del músculo cricofaríngeo que incrementan las presiones durante la 
deglución herniándose la mucosa faríngea y formándose de este modo un divertículo que, según 
crece, va separando la pared posterior del esófago del plano prevertebral. Durante la deglución al 
ascender la laringe se separan aun más, desplazando hacia delante la entrada del tubo esofágico. Las 
fuerzas del bolo se dirigen, no hacia este último, sino hacia el divertículo, dando lugar su dilatación y 
crecimiento. Es por tanto por lo que el tratamiento de esta patología se debe llevar cabo sin dilación, 
independientemente del tamaño del divertículo o los síntomas que lo acompañen, puesto que si las 
fuerzas mecánicas descritas se dejan actuar en el tiempo, lo único que se conseguirá es el crecimiento 
del divertículo 
 
Los músculos elevadores son tres a cada lado: el faringoestafilino (también llamado palatofaríngeo) , 
el estilofaríngeo y el salpingofaríngeo. El músculo faringoestafilino forma parte de los músculos del 
velo del paladar. Presenta un haz principal o palatino, que nace en la cara superior de la aponeurosis 
palatina, y de dos haces accesorios: el pterigoideo, insertado en el ala interna de la apófisis 
pterigoidea, y el tubárico que se inserta en el borde inferior del cartílago tubárico. Los tres haces se 
unen y descienden por el pilar posterior del velo del paladar. El músculo estilofaríngeo se inserta en 
el lado interno de la base de la apófisis estiloides , da fibras que terminan en la cápsula amigdalina, 
pasa por dentro del constrictor medio, insertándose en la aponeurosis lateral de la hipofaringe 
contribuyendo a formar el repliegue faringoepiglótico. Su acción consiste en elevar la faringe y la 
laringe. El salpingofaringeo va desde el cartílago de la trompa de Eustaquio a la pared de la faringe. 
Su acción consiste en dilatar y elevar la faringe. 
Estructura del velo del paladar 
El paladar blando forma parte de la orofaringe. En él se diferencian tres estructuras: una capa 
mucosa, que reviste las caras superior e inferior del velo y contornea su borde libre, una lámina 
fibrosa o aponeurosis palatina, y una serie de músculos. La aponeurosis palatina es una membrana 
fibrosa en continuidad con la bóveda palatina ósea y ocupa la mitad anterior del velo del paladar, del 
cual constituye el armazón esquelético. La musculatura del velo del paladar (fig. 14) está formada 
por cinco músculos pares y simétricos: palatoestafilino (retractor de la úvula), palatogloso (pilar 
anterior amigdalino), palatofaríngeo (pilar posterior amigdalino), periestafilino interno o elevador del 
velo y periestafilino externo o tensor del velo. En su movimiento, el velo del paladar, asciende hasta 
contactar con la pared posterior faríngea y así aísla el cavum del resto de la faringe. La contracción 
del periestafilino externo produce la apertura de la trompa de Eustaquio. La contración del 
periestafilino interno dilata el istmo de la trompa aunque estreche su ostium. 
Amígdalas 
La amígdala faríngea (vegetaciones o adenoides) constituyen tejido linfoide submucoso en el techo y 
en la pared posterior del cavum. El volumen de este tejido suele disminuir mucho en la pubertad. La 
abertura de la trompa de Eustaquio en la faringe constituye un relieve cartilaginoso cubierto de 
mucosa (orificio tubárico), situado inmediatamente por encima del paladar blando, en la pared lateral 
del cavum, y tiene forma de herradura abierta hacia abajo, de modo que su rama anterior queda 
incompleta. 
Capítulo 67 Embriología y anatomía de la cavidad oral y faringe 
 
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Figura 14. Músculos del velo del paladar. Los músculos constrictores de la faringe están rechazados hacia 
afuera, en ambos lados. 
 
 
Las amígdalas palatinas se encuentran entre los pilares anterior y posterior del paladar blando, 
formados por los músculos palatogloso y palatofaríngeo respectivamente. Están cubiertas por mucosa 
que típicamente se invagina en el grosor de la amígdala, lo que forma criptas con invaginaciones, las 
cuales son típicas de la amígdala palatina. La irrigación de la amígdala palatina depende de la 
carótida externa, a través de numerosas ramitas de las arterias facial, lingual, palatina ascendente, 
faríngea ascendente y palatina menor. Las venas drenan en la vena palatina que es afluente de la vena 
lingual. Los linfáticos drenan en los ganglios yúgulo-digástricos. 
 
La amígdala lingual está formada por ganglios irregulares de tejido linfoide en la base de la lengua. 
 
Las formaciones linfoides descritas junto con una serie de folículos diseminados en los espacios 
comprendidos entre las amígdalas, forman el anillo linfático de Waldeyer. 
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Irrigación e inervación de la faringe y del velo del paladar. 
ARTERIAS 
La faríngea ascendente, rama de la carótida externa, da ramas a las paredes lateral y posterior de la 
parte superior de la faringe. 
La palatina ascendente, rama de la facial, da a la región amigdalina una rama constante llamada A 
tonsilar. Termina después en la parte externa del velo del paladar y en la pares lateral de la faringe. 
La palatina ascendente procede de la maxilar interna y se dirige al velo del paladar por el conducto 
palatino posterior. 
La A dorsal de la lengua da algunas ramas al pilar anterior del velo. 
Las A pterigopalatina y vidiana se ramifican en la bóveda de la faringe. 
La A tiroidea inferior proporciona un ramo faríngeo a la parte inferior de la faringe. 
VENAS 
Las venas forman dos plexos, uno submucoso y otro periférico o perifaríngeo. Las venas del plexo 
submucoso de la cara dorsal del velo del paladar drenan en las venas de las fosas nasales y, por su 
intermedio, en los plexos pterigoideos. Las venas del plexo submucoso de la cara inferior del velo se 
vierten en las venas de la base de la lengua. El plexo submucoso de las paredes lateral y posterior de 
la faringe drena hacia el plexo perifaríngeo. El plexo perifaríngeo es una red venosa con amplias 
mallas. La sangre que contiene sigue por los troncos colectores laterales hacia las V yugulares 
internas. 
LINFÁTICOS 
Los linfáticos de la faringe nacen de dos redes, una mucosa y otra muscular. Algunos colectores de 
las redes linfáticas de la rinofaringe y de la cara superior del velo del paladar drenan hacia los 
ganglios retrofaríngeos y por otro lado hacia los ganglios de la cadena yugular interna. Los colectores 
de las porciones bucal y laríngea de la faringe, de la cara inferior del velo del paladar y de los pilares, 
van a los ganglios de la cadena yugular interna. Los linfáticos de la amígdala palatina drenan casi 
únicamente en los ganglios subdigástricos de esta cadena. 
NERVIOS 
¾ Nervios sensitivos. Los nervios sensitivos del velo del paladar proceden de los nervios palatinos 
anterior, medio y posterior, ramas del maxilar superior. Los de la amígdala y los pilares del velo 
proceden del plexo tonsilar, constituido por ramas del glosofaríngeo. Los ramos sensitivos de las 
paredes lateral y posterior de la faringe proceden del plexo faríngeo, que procede de los ramos 
faríngeos del glosofaríngeo, del neumogástrico y del gran simpático.¾ Nervios motores: El M periestafilino externo recibe un ramo del N maxilar inferior. Todos los 
demás músculos del velo del paladar y de la faringe están inervados por el neumogástrico y el plexo 
faríngeo. Los músculos periestafilino interno y palatoestafilino reciben su inervación motriz del 
neumogástrico y del espinal. El estilofaríngeo recibe además un ramo del glosofaríngeo. El 
constrictor inferior de la faringe recibe además pequeñas fibras del N recurrente. 
 
Capítulo 67 Embriología y anatomía de la cavidad oral y faringe 
 
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