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Diabetes, la asesina silenciosa La diabetes es una enfermedad relacionada con la falta de secreción absoluta (tipo 1) o relativa (tipo 2) de la hormona insulina por el páncreas que se ve reflejada por el aumento de la glucosa en la sangre, su avance silencioso, sin síntomas iniciales en la mayoría de los casos, esconde un peligro vital para múltiples órganos de la persona con diabetes o prediabetes. El número de personas con diabetes ha aumentado de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014. Se estima que en 2012 la diabetes fue la causa directa de 1,5 millones de muertes. Sus complicaciones pueden llegar a producir una invalidez permanente e incluso estos compromisos suelen ser mortales. Los adultos con diabetes tienen un riesgo 2 a 3 veces mayor de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. La neuropatía de los pies combinada con la reducción del flujo sanguíneo incrementan el riesgo de úlceras de los pies, infección y, en última instancia, amputación. La retinopatía diabética es una causa importante de ceguera, el 2,6% de los casos mundiales de ceguera es consecuencia de la diabetes. La diabetes se encuentra entre las principales causas de insuficiencia renal crónica. La mayoría de estas complicaciones, detectadas a tiempo y con un buen manejo pueden frenar la situación. La pérdida visual, es una complicación que se puede prevenir en más de un 95% con revisiones anuales. La diabetes es el asesino más silencioso que hay, ya que solo una minoría presenta síntomas iniciales, la mayoría van ocultas y por tanto, sin un análisis, no se detectan. La prevención y el diagnóstico precoz son indispensables para combatir esta enfermedad, por cada diabético, hay uno oculto que no lo sabe y existen tres prediabéticos por cada diabético. Algunos síntomas que pueden alertar sobre la presencia de la enfermedad son: aumento de la sensación de sed, pérdida de peso, aumento de la cantidad de orina por día y aumento del apetito en forma exagerada. Además se puede presentar visión borrosa y mayor predisposición a las infecciones. Esta enfermedad puede ser diagnosticada mediante el análisis de glicemia (azúcar en la sangre), que suele formar parte de los chequeos habituales que las personas deberían realizar cada año, especialmente si hay antecedentes familiares. Una de las grandes tragedias de la epidemia actual de diabetes viene ligada a la obesidad, puntualmente en la zona abdominal y al ejercicio. Es una enfermedad que, en el 70 % de los casos, puede prevenirse con una alimentación saludable y realizando actividad física de manera rutinaria. No tiene cura, pero si está bien controlada, se puede llevar una vida normal y se tiene mayor chance de no padecer complicaciones. Para ayudar a prevenir la diabetes tipo 2 y sus complicaciones se debe tomar las siguientes recomendaciones: • Consumir una dieta saludable, que evite los carbohidratos y las grasas saturadas en exceso. • Mantenerse activo físicamente, al menos 30 minutos de actividad regular previenen o retrasan su aparición. • Realizar exámenes periódicos para detectar y tratar sus complicaciones. • Alcanzar y mantener un peso corporal saludable. • Evitar el consumo de tabaco, puesto que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Dr. Ricardo Castedo Gutiérrez Jefe del Dpto. de Diabetes-Obesidad Nutrición Clínica Fundación Corazón Sano Santa Cruz de la Sierra-Bolivia
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