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1 
 
 
 
Universidad del Museo Social Argentino 
DOCTORADO EN DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES 
 
 
 
 
FRANCO DANI RODRIGUES BELLO 
 
 
 
 
 
 
DERECHOS DE LAS MUJERES victimizados por la violencia doméstica ENTRE 
LOS PAÍSES Y ARGENTINA BRASIL. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2015 
2 
 
FRANCO DANI RODRIGUES BELLO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DERECHOS DE LAS MUJERES victimizados por la violencia doméstica ENTRE 
LOS PAÍSES Y ARGENTINA BRASIL. 
Tese de Doutorado apresentada ao Programa e Pós-
graduação em Ciências Jurídicas e Sociais, pela 
Universidade Del Museo Social Argentino, como 
parte dos requisitos necessários à obtenção do título 
de Doutor em Ciências Jurídicas e Sociais. 
 
Orientadora: DRA. MAIDA, MARIA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Buenos Aires 
Agosto/2015 
 
3 
 
DERECHOS DE LAS MUJERES victimizados por la violencia doméstica ENTRE 
LOS PAÍSES Y ARGENTINA BRASIL. 
 
 
FRANCO DANI RODRIGUES BELLO 
 
DRA. MAIDA, MARIA 
 
 
Tese de Doutorado submetida ao Programa de Pós-graduação em Ciências Jurídicas e Sociais, 
pela Universidade Del Museo Social Argentino - UMSA, como parte dos requisitos 
necessários à obtenção do título de Doutor em Ciências Jurídicas e Sociais. 
 
 
 
Aprovada por: 
 
 
 
 
 __________________________________ 
 Presidente (a), Prof. , Dr(a). 
 
 
 __________________________________ 
 Prof. , Dr(a). 
 
 
 __________________________________ 
 Prof. , Dr(a). 
 
 
 __________________________________ 
 Prof. , Dr(a). 
 
 
 
 
 
 
Buenos Aires 
Agosto/2015 
4 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
GRACIAS 
 
 
Doy gracias a Dios en primer lugar, mi madre Dalzira, mis hijas Danyelli y Gabriela, 
mis maestros y amigos y este maravilloso y acochegante país y la ciudad de Buenos 
Aires que aprendir al amor, y la UMSA que patrocinó este curso. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
RESUMO 
 
DIREITOS DAS MULHERES VITIMADAS PELA VIOLÊNCIA 
DOMÉSTICA ENTRE OS PAÍSES DO BRASIL E ARGENTINA 
 
FRANCO DANI RODRIGUES BELLO 
DRA. MAIDA, MARIA 
Resumo da Tese de Doutorado submetida ao Programa de Pós-graduação em Ciências 
Jurídicas e Sociais, pela Universidade Del Museo Social Argentino - UMSA, como parte dos 
requisitos necessários à obtenção do título de Doutor em Ciências Jurídicas e Sociais. 
 
 Violência contra as mulheres é uma violação clara dos seus direitos humanos. É uma 
violência contra elas simplesmente por serem mulheres; não casos isolados, mas é um 
fenômeno social, presente na sociedade de hoje, independentemente de raça, localização 
geográfica, nível educacional, religião, sistema político ou econômico. Portanto, a escolha do 
tema da violência contra as mulheres como um objeto de estudo é mais do que justificada, 
especialmente no âmbito de um programa de doutorado com foco em direitos humanos e os 
problemas atuais que surgirem em relação. 
 Outro objetivo deste trabalho é ressaltar que para o exercício efetivo dos direitos 
humanos a que todos têm direito e tudo, apenas não é suficiente enquadramento jurídico. Isso 
não é suficiente por si só para proteger as vítimas de abuso. Uma mudança profunda de toda a 
sociedade e compromisso com o resgate e valorização da essência do feminino no mundo 
ocidental em que vivemos são necessários. Se você não aceitar que o paradigma atual é tóxico 
e deve ser mudado, nada vai mudar para as mulheres que estão passando relacionados ao 
abuso de experiências. 
 Para a realização deste trabalho consultou extensa literatura sobre o assunto. 
Também já participou de uma série de conferências, seminários e palestras sobre o tema, 
cujas contribuições também são mostrados na tese. 
 
 
Palavras-chave: Violência doméstica, gênero, agressor, vítima, Indivíduo Social. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Buenos Aires 
Agosto/2015 
6 
 
ABSTRACT 
 
 
WOMEN'S RIGHTS VICTIMIZED BY DOMESTIC VIOLENCE 
AMONGTHE COUNTRIESOF BRAZIL AND ARGENTINA 
 
 
FRANCO DANI RODRIGUES BELLO 
 
DRA. MAIDA, MARIA 
 
Summary of Doctoral Thesis submitted to the Graduate Program in Law and Social Sciences, 
the Museo Social Argentino Del University - UMSA, as part of the requirements for obtaining 
the degree of Doctor of Juridical and Social Sciences. 
 
 Violence against women is a clear violation of their human rights. It is violence 
against them simply because they are women; not isolated cases, but it is a social 
phenomenon, present in society today, regardless of race, geographical location, educational 
level, religion, political or economic system. Therefore, the choice of the theme of violence 
against women as an object of study is more than justified, especially in the context of a PHD 
program focusing on human rights and the current problems arising in connection. 
 Another objective of this paper is to emphasize that for the effective exercise of 
human rights to which everyone is entitled and all, just not enough legal framework. This is 
not enough by itself to protect victims of abuse. A profound change of the whole society and 
commitment to the rescue and recovery of the essence of the feminine in the Western world in 
which we live are needed. If you do not accept that the current paradigm is toxic and must be 
changed, nothing will change for women who are experiencing abuse-related experiences. 
 For this work consulted extensive literature on the subject. I have also attended a 
number of conferences, seminars and lectures on the subject, whose contributions are also 
shown in the thesis. 
 
 
 
 
 
Keywords: Domestic Violence, sex, offender, victim, Social Individual 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Buenos Aires 
Agosto/2015 
7 
 
 RESUMEN 
 
 
DERECHOS DE LA MUJER VÍCTIMAS DE VIOLENCIA 
DOMÉSTICA ENTRE LOS PAÍSES DE BRASIL Y ARGENTINA 
 
 
FRANCO DANI RODRIGUES BELLO 
 
DRA. MAIDA, MARIA 
 
Resumen de la Tesis Doctoral presentada al Programa de Posgrado en Derecho y Ciencias 
Sociales, Universidad Del Museo el Sociales Argentino - UMSA, como parte de los requisitos 
para obtener el grado de Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales. 
 
 La violencia contra las mujeres es una clara vulneración a sus derechos humanos. Es 
una violencia ejercida contra ellas por el solo hecho de ser mujeres; no se trata de casos 
aislados, sino que constituye un fenómeno social, presente en la sociedad actual sin distinción 
de razas, lugar geográfico, nivel cultural, religión, sistema político o económico. Por ello, la 
elección del tema de la violencia contra las mujeres como objeto de estudio está más que 
justificada, especialmente en el marco de un programa de doctorado centrado en los derechos 
humanos y en los problemas actuales que se plantean en relación con ellos. 
 Otro objetivo de este trabajo es poner de relieve que para la efectivavigencia de los 
derechos humanos a los cuales todas y todos tenemos derecho, no basta sólo el marco legal. 
Este no es suficiente por sí solo para proteger a las víctimas contra los malos tratos. Es 
necesario un profundo cambio y compromiso de la sociedad toda para el rescate y la 
revalorización de la esencia de lo femenino en el mundo occidental que nos toca vivir. Si no 
aceptamos que el paradigma vigente es tóxico y debe ser modificado, nada cambiará para las 
mujeres que atraviesen por experiencias relacionadas con los malos tratos. 
 Para la realización de este trabajo se ha consultado la amplia bibliografía existente 
sobre la materia. Asimismo he asistido a un sinnúmero de congresos, seminarios y ponencias 
especializadas sobre el tema, cuyas aportaciones se recogen también en la tesis. 
 
 
 
Palabras clave: violencia doméstica, sexual, delincuente, víctima, Sociales Individual 
 
 
 
 
 
Buenos Aires 
Agosto/2015 
 
8 
 
ÍNDICE 
 
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………11 
CAPITULO I: 
VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES……………………………… 17 
I.1. Estudios de la mujer y relaciones de género en Brasil y Argentina………....17 
I.2. Violencia contra las mujeres argentina.................................................................27 
I.3. . Maria ley Penha……………………………………………………………………..32 
I.4. La violencia contra las mujeres como tipo específico de violencia……….33 
I.4.1. Son género y sexo conceptos intercambiables?........................................40 
I.4.2. Patriarcado, sexismo y violencia………………………………………...45 
I.4.3. Agresividad, conflicto y violencia………………………………………49 
I.4.4. El Modelo Ecológico…………………………………………………....54 
I.4.5. Carácter estructural de la violencia contra las mujeres…………………56 
I.4.6. Mitos y creencias………………………………………………………..58 
I.4.7 Mitos cotidianos acerca de la violencia contra las mujeres………….......58 
I.4.8. El maltrato emocional no es tan importante como la violencia física…..59 
CAPITULO II: 
FORMAS DE VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES…………..……...62 
II.1. Las diversas formas de violencia contra las mujeres……………………..78 
II.2. Mutilación Genital Femenina…………………………………………….85 
II.3. Violencia sexual: diferentes grados de intensidad………………………..90 
II.3.1. Las mujeres víctimas de Violación: Trofeos de guerras………………..93 
II.3.2. La prostitución forzada…………………………………………………95 
II.3.3. Evolución histórica de la prostitución………………………………...100 
II.3.4. La explotación de la prostitución ajena y el tráfico de personas con fines 
de explotación sexual………………………………………………………...104 
II.4. Distintos modelos jurídicos……………………………………………..109 
9 
 
II.5. Mujeres inmigrantes: Víctimas invisibles……………………………....110 
II.6. Mujeres, Violencia y Salud……………………………………………...127 
II.7. Violencia y lenguaje……………………………….……………………138 
II.8. Un contrapunto: Mujeres que luchan por la paz………………………...140 
CAPÍTULO III: 
VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SEXISTA……………………………….....114 
III.1. Maltrato a menores: Víctimas sin voz………………………………….114 
III.2. Son factores positivos de cambio?..........................................................117 
CAPÍTULO IV: 
LA MUJER MALTRATADA……………………………………………...119 
IV.1. Violencia cíclica………………………………………………………..121 
IV.2. Distintos tipos de abuso que soporta la mujer maltratada………….......122 
IV.2.1. Abuso físico………………………………………………………….123 
IV.2.2. Abuso sexual…………………………………………………………125 
IV.2.3. Abuso psicológico……………………………………………………126 
IV.2.4. La violencia económica………………………………………………129 
IV.3. Consecuencias de los malos tratos……………………………………..131 
IV.3.1. Trastorno de estrés postraumático……………………………………132 
IV.4. Relaciones basadas en el dominio y el control…………………………132 
IV.5. Relaciones sin violencia y en igualdad………………………………...134 
CAPÍTULO V: 
MALOS TRATOS..........................................................................................136 
V.1. La separación de lo Público y lo Privado y el problema de la violencia..137 
V.2. La aportación de la victimología………………………………………..143 
V.3. La mujer maltratada como víctima especial…………………………….148 
V.4. Atención a la víctima. De víctima a superviviente……………………...152 
CAPÍTULO VI: 
CORRESPONSABILIDAD Y COMPROMISO SOCIAL: 
10 
 
V.I. ESTRATEGIAS JURÍDICAS Y CAMBIOS 
INSTITUCIONALES…………………………………………………...…..159 
VI.2. Derecho Internacional y violencia contra las mujeres……………….…160 
VI.3. Medidas penales y su evolución histórica. Legislación Española……...176 
VI.4. Algunas sugerencias sobre sistema judicial y violencia contra las 
mujeres………………………………………………………………………..178 
VI.5. Rehabilitación para maltratadores Sí o no?.............................................180 
CAPÍTULO VII: 
PROGRESIÓN PARA UN MUNDO MEJOR …………………………...190 
VII.1. Educación para la paz y en igualdad…………………………………..198 
VII.2. Decálogo………………………………………………………………200 
VII.3. Salir del círculo de la violencia: Resiliencia y apoyo del entorno….....201 
VII.4. Trabajar hoy para un futuro de paz…………………………………....205 
VII.5. Rescate y revalorización social de la esencia de lo femenino…………207 
CONCLUSIONES…………………………………………………………...214 
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………….218 
DOCUMENTOS INTERNACIONALES………………………………….223 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
11 
 
INTRODUCCIÓN 
 
La violencia contra las mujeres es una clara vulneración a sus derechos 
humanos. 
 Es una violencia ejercida contra ellas por el solo hecho de ser mujeres; no se 
trata de casos aislados, sino que constituye un fenómeno social, presente en la 
sociedad actual sin distinción de razas, lugar geográfico, nivel cultural, religión, 
sistema político o económico. 
 Por ello, la elección del tema de la violencia contra las mujeres como objeto 
de estudio está más que justificada, especialmente en el marco de un programa de 
doctorado centrado en los derechos humanos y en los problemas actuales que se 
plantean en relación con ellos. 
El abordaje e investigación de la violencia contra las mujeres suscita todavía 
gran debate en la sociedad, que puede apreciarse en la abundante bibliografía sobre 
el tema. 
Las opiniones están divididas, algunos afirmarán que quizás sea oportunista 
hacerlo en un momento en que se conocen casi a diario denuncias de muerte y 
maltrato de mujeres dentro del ámbito familiar y fuera de él a través de los medios 
de comunicación. 
Desde otras posturas se sostiene que todo aquello que se vive y sufre dentro 
de las cuatro paredes de una casa no debe ser de incumbencia de terceros. 
Ambas actitudes contribuyen a que no se acabe de abordar el fondo de un 
problema social tan concreto y real como las muertes de mujeres, muchas veces 
anunciadas. 
1. OBJETIVOS 
Desde una mirada multidisciplinar se ha enfocado qué significa la violencia 
contra las mujeres y qué consecuencias se evidencian en su salud psicofísica al 
atravesar experiencias asociadas con los malos tratos. 
Las mujeres, sin buscarlo ni desearlo, se convierten en víctimas especiales en 
manos de sus agresores. 
Por tanto se intenta demostrar por qué se trata de víctimas especiales y que 
su atención se debe abordar desde un enfoque multidisciplinar, para que las mujeres 
12 
 
recuperen la autoestima, abandonen el estigma de víctimas y se conviertan en sobre 
vivientes, es decir, que a pesar de las experiencias vividas logren salir del círculo de 
la violencia y sean protagonistas de sus propias vidas sin agresiones ni 
condicionamientos. 
Otro objetivo de este trabajo es poner de relieve que para la efectiva vigencia 
de los derechos humanos a los cuales todas y todos tenemos derecho, no basta sólo 
el marcolegal. 
Este no es suficiente por sí solo para proteger a las víctimas contra los malos 
tratos. 
Es necesario un profundo cambio y compromiso de la sociedad toda para el 
rescate y la revalorización de la esencia de lo femenino en el mundo occidental que 
nos toca vivir. 
Si no aceptamos que el paradigma vigente es tóxico y debe ser modificado, 
nada cambiará para las mujeres que atraviesen por experiencias relacionadas con 
los malos tratos. 
Cierto es que ha habido enormes progresos respecto a la posición jurídica de 
la mujer, pero en lo referente a la violencia ejercida contra ellas, las luces no 
predominan sobre las sombras. 
 Sin un cambio de paradigma, no se erradicarán los malos tratos y difícilmente 
se potenciará el desarrollo de las mujeres a nivel individual y colectivo, y no existirán 
la igualdad, la equidad y la paz, no sólo para nosotros, sino también para las 
generaciones venideras. 
 2. METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN 
Para la realización de este trabajo se ha consultado la amplia bibliografía 
existente sobre la materia. 
 Asimismo he asistido a un sinnúmero de congresos, seminarios y ponencias 
especializadas sobre el tema, cuyas aportaciones se recogen también en la tesis. 
Además del marco teórico, para desarrollar la metodología de investigación 
de este trabajo, se ha tenido en cuenta la experiencia como docente de lengua 
institutos de enseñanza primaria y secundaria; y la experiencia diaria en el ejercicio 
de la profesión desarrollada como abogada en despacho propio y en atención a las 
víctimas y coordinando talleres de autoayuda a mujeres maltratadas. 
13 
 
El trabajo de campo en el tema de la prostitución ha consistido en la 
realización de entrevistas a prostitutas a pie de calle en las Ramblas de Barcelona y 
en las inmediaciones del Puerto de Valencia. 
3. ESTRUCTURA 
Esta tesis se estructura en siete capítulos. 
En el primero, se define el concepto de violencia distinguiéndola de la mera 
agresividad y del conflicto y se articulan la dinámica y la raíz de la violencia contra 
las mujeres, que se manifiesta en la relación de pareja, en el ámbito privado, y 
también fuera de él, en la sociedad en general. 
 La violencia contra las mujeres es ideológica y por eso es tan difícil de 
erradicar. 
No es un fenómeno aislado u ocasional, sino que constituye un fenómeno 
social de tal magnitud que se retroalimenta gracias a su carácter estructural que 
permanece vigente dada la existencia aún de una sociedad patriarcal. 
 La violencia contra las mujeres tiene rasgos distintivos que la hacen diferente 
a cualquier otro tipo de violencia. 
 La violencia está presente a raíz de la diversa forma de socialización que se 
ha impuesto y aceptado para mujeres y varones. 
 Mandatos que se han heredado a través del tiempo y aún están vigentes, 
como los mitos que se han traspasado de generación en generación para justificar la 
violencia contra las mujeres y los nuevos mitos que se aceptan para convalidar y 
justificar la violencia contra ellas presente en la sociedad hoy. 
El segundo capítulo aborda las múltiples formas de violencia contra las 
mujeres en tiempos de paz y también en los conflictos armados. 
 Violencia que sufren por el sólo hecho de ser mujeres como lo son la 
mutilación genital femenina, las mujeres víctimas de violaciones durante los 
conflictos armados, la prostitución forzada y los feminicidios de Ciudad Juárez. 
 Se presta asimismo especial atención a la violencia que padecen las mujeres 
inmigrantes analizando las circunstancias específicas, vinculadas a su condición de 
extranjería, que las hacen especialmente vulnerables, de manera que la violencia de 
que son objeto sería el resultado de una doble discriminación: como mujeres y como 
inmigrantes. 
 Se insiste además en su carácter de víctimas invisibles. 
14 
 
También se examina en este capítulo la interrelación que existe entre mujer, 
violencia y salud y el empoderamiento que deben tener las mujeres sobre su propia 
salud. 
Muchas de esas violencias se justifican y legitiman desde la religión o la 
política y vulneran los derechos humanos de las mujeres. 
Por último se describe la importancia de las mujeres que luchan por la paz. 
El tercer capítulo describe otras formas de "violencia sexista", que es aquella 
que tiene sus orígenes en los sentimientos de superioridad. 
En este caso, son los hombres, no todos, los que se consideran superiores, y 
no solo distintos, a las mujeres y sus asimilados. 
 Es la violencia dirigida a niños, víctimas sin voz, y a los/las ancianos/as, 
víctimas olvidadas. 
 En este capítulo se aborda también el fenómeno de la violencia contra los 
padres y la problemática de los/as niños soldados dispersos por el mundo, víctimas 
de conflictos armados. 
Se ha incluido la violencia contra los animales de compañía, de la cual no se 
habla, pero debe ser tenida en cuenta porque puede ser un elemento a considerar 
para la detección precoz de la violencia. 
Es frecuente que un maltratador agreda a las mascotas para aleccionar e 
imponer el terror entre sus víctimas. 
 El capítulo cuarto está focalizado en el Síndrome de la Mujer 
Maltratada. 
En él se analizan las consecuencias que origina el círculo de la violencia 
sobre su salud psicofísica y el menoscabo de su integridad personal. 
Se describen las distintos tipos de abuso que soporta la mujer maltratada: 
abuso físico, psicológico, sexual y económico en la relación de pareja; y la incidencia 
del trastorno de estrés postraumático como consecuencia de los malos tratos. 
Finalmente se hace un paralelo entre las relaciones basadas en la violencia y 
el control y aquellas que se desarrollan sin violencia y en igualdad. 
En el quinto capítulo se hace referencia a la reacción social frente a los malos 
tratos y a las características del modelo social vigente que permite la normalización 
de la violencia por medio del silencio y la indiferencia. 
Se analizan las consecuencias de la separación de lo Público y lo Privado y el 
problema de la violencia. Se aborda la temática de la mujer maltratada como víctima, 
15 
 
haciendo especial hincapié en la condición de mujer maltratada como víctima 
especial. 
 Por último se examina la cuestión de la Atención y reinserción de las 
víctimas/sobrevivientes y la aportación de la Victimología en lo referente a ellas, las 
grandes olvidadas del derecho, hasta la aparición de esta ciencia joven que permite 
instaurar un sistema de justicia capaz de reordenar y equilibrar el bien social. 
En el capítulo sexto se aborda la corresponsabilidad y el compromiso social 
que se debería asumir para realizar los cambios jurídicos e institucionales 
necesarios para revertir el modelo vigente. 
 Se ha querido hacer hincapié en el compromiso que debemos afrontar como 
sociedad, para eliminar de una vez por todas la lacra de los malos tratos contra las 
mujeres. 
Se desarrolla el tema de las estrategias jurídicas y el porqué de la necesidad 
de una regulación legal a nivel nacional e internacional y su evolución normativa, la 
aplicación de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral de Violencia de 
Género, el objeto y principios rectores de la misma y se analizan los tipos agravados 
de la Ley y se presentan algunas sugerencias sobre el sistema judicial y la violencia 
contra las mujeres. 
Se desarrolla el tema de si es o no conveniente la rehabilitación de los 
maltratadores. 
Como se verá, es necesario exigir al Estado que, a través de las normas e 
instituciones, aporte los recursos necesarios en apoyo y reinserción de las víctimas y 
reeducación de los agresores con el fin de impedir en elfuturo posibles víctimas. 
Pero esto sólo se logrará con un compromiso serio y cambios de actitudes 
individuales y colectivas de modo inmediato, a corto y a largo plazo, lo cual nos 
remite al problema de la necesidad de profundos cambios culturales. 
Esta cuestión es la que se aborda en el último capítulo de la tesis. 
En el capítulo séptimo, bajo el rótulo ―Hacia un nuevo paradigma‖ se muestra 
un mensaje esperanzado de cómo se puede y se debe salir del círculo de la 
violencia si dejamos de ser indiferentes y desarrollamos sentimientos de empatía y 
solidaridad como sociedad, coeducando en igualdad y cultura de paz desde la cuna, 
entendiendo por cultura de paz un estilo de vida, un conjunto de valores y de 
comportamientos basados en el respeto a la vida, a las personas y a su dignidad, el 
respeto por los derechos humanos, apostar por la no violencia y propulsar la paz a 
16 
 
través de la educación, la cooperación y el diálogo, sin olvidarnos de que en el 
debate jurídico social deben estar presentes las mujeres. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 ―Informática y nuevas tecnologías de la información y la comunicación‖ www.cnm.gov.ar 
4 Ibid. 
5 Monitor de políticas de TIC y derechos en internet en AL y el Caribe ―Que son la políticas TIC y porque 
deberían importarnos?‖ lac.derechos.apc.org/es.shtml?apc=21867se_1 
6 ¿Sin penetración? Artículo de Eva Giberti www.pagina12 .com. /diario/ contratapa/ 13-98179- 2008- 01-30. Html 
7 Educación Sexual y Prevención de la Violencia. Liliana Pauluzzi Seminario XIV 
8 Datos de Argentina: es.wikipedia.org/wiki/Argentina 
9 Ibid. 
10 Ibid. 
11 Ibid. 
12 Inequidad creciente Luis Ainstein Profesor-Investigador de Fadu – UBA Fuente: Página/12 - 12.01.2009 
13 Pagina 12. Los derechos humanos según el CELS El país. Jueves 8/05/08 
www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-103770-2008-05-08.html 
14 Instituto de Estudios y Formación CTA ―Crecimiento y Distribución 2003-2007‖. Claudio Lozano 
www.institutocta.org.ar 
15 Discurso de Alberto Morlaquetti 18/5/07 www.pelotadetrapo.org.ar 
16 Instituto de Estudios y Formación CTA ―Crecimiento y Distribución 2003-2007‖. Claudio Lozano 
www.institutocta.org.ar 
17 Diario Clarín El país. 6/4/09 Ismael Bermúdez ―Uno de cada 5 argentinos‖ 
18 ―Ya hay tantos argentinos pobres como en 2001‖ Por Oliver Galak. Redactor de La Nación. 10/11/08 
www.lanacion.com.ar 
19 Diario Página 12 11/4/09 Por Pedro Lipcovich Mortalidad Infantil 
20 Desafíos para la igualdad de género en Argentina PNUD 2007- Informe Objetivos de Desarrollo del Milenio 
www.undp.org.ar 
21 Discurso de Alberto Morlaquetti 18/5/07 www.pelotadetrapo.org.ar 
22 Ibid. 
23 Ibid. 
24 La fogata 5/2/09 Pobreza en Argentina por Juan Pablo Peralta 
25 Desafíos para la igualdad de género en Argentina PNUD 2007- Informe Objetivos de Desarrollo del Milenio www.undp.org.ar 
 
17 
 
CAPÍTULO I : 
I. VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES 
INTRODUCCIÓN 
La violencia contra las mujeres es una clara vulneración a sus derechos 
humanos es una violencia ejercida contra ellas por el solo hecho de ser mujeres; no 
se trata de casos aislados, sino que constituye un fenómeno social, presente en la 
sociedad actual sin distinción de razas, lugar geográfico, nivel cultural, religión, 
sistema político o económico. 
Por ello, la elección del tema de la violencia contra las mujeres como objeto 
de estudio está más que justificada, especialmente en el marco de un programa de 
doctorado centrado en los derechos humanos y en los problemas actuales que se 
plantean en relación con ellos. 
El abordaje e investigación de la violencia contra las mujeres suscita todavía 
gran debate en la sociedad, que puede apreciarse en la abundante bibliografía sobre 
el tema. 
Las opiniones están divididas, algunos afirmarán que quizás sea oportunista 
hacerlo en un momento en que se conocen casi a diario denuncias de muerte y 
maltrato de mujeres dentro del ámbito familiar y fuera de él a través de los medios 
de comunicación. 
 Desde otras posturas se sostiene que todo aquello que se vive y sufre dentro 
de las cuatro paredes de una casa no debe ser de incumbencia de terceros. Ambas 
actitudes contribuyen a que no se acabe de abordar el fondo de un problema social 
tan concreto y real como las muertes de mujeres, muchas veces anunciadas. 
I.1. ESTUDIOS DE LA MUJER Y RELACIONES DE GÉNERO EN 
BRASIL Y ARGENTINA. 
El área de ―Estudios e investigaciones sobre la mujer en el Brasil‖, surgió y se 
desarrolló en un escenario político, educativo y científico bastante peculiar, 
confiriéndole marcas específicas que, a veces, causan asombro entre los 
observadores foráneos, principalmente cuando es comparada con las experiencias 
norteamericana y europea (Rosemberg 1993). 
18 
 
Las peculiaridades señaladas en la experiencia brasilera se refieren a: 1) 
privilegiar la investigación en detrimento de la enseñanza; 2) elegir la pos-
graduación, en vez del ciclo de grado, cuando su ámbito es la universidad; 3) 
extender su acción hacia afuera de la universidad. 
Así, la academia ha sido y sigue siendo, apenas uno de los contextos en que 
se ha dado la producción y divulgación de conocimientos sobre la mujer/relaciones 
de género. 
Otros escenarios han sido utilizados por académicas, universitarias e 
intelectuales que, en los partidos políticos, en la Iglesia católica, en los grupos 
feministas e instituciones gubernamentales y no gubernamentales, produjeron 
ensayos, reflexiones e investigaciones sobre la condición femenina, enfocados hacia 
la superación de la subordinación de las mujeres. 
Si en los Estados Unidos, el Women‟s Studies fue el brazo académico del 
feminismo; en Brasil, desde su inicio, los estudios e investigaciones sobre la mujer 
fueron el brazo feminista de mujeres universitarias. 
Es decir, el área de estudios sobre la mujer fue una de las formas específicas 
de reacción de parte de la intelectualidad brasilera, las mujeres, a la dinámica 
política, educativa y científica nacional. 
 Por consiguiente éste es uno de los argumentos que persigo en el presente 
texto los Estudios sobre la Mujer/Relaciones de Género presentan contornos 
semejantes a los estudios e investigaciones en las ciencias humanas en las últimas 
décadas en Brasil y Argentina. 
El gobierno militar, instaurado en el país en 1964, el proceso de 
redemocratización de los años 80 y la búsqueda de una sociedad más equitativa, 
constituye en el escenario político en que se movilizaron intelectuales, científicas y 
académicas feministas dentro y fuera de la academia. 
La expansión de la enseñanza superior en los años 60 (una de las formas de 
control gubernamental de la movilización estudiantil y de buscar la modernización), 
principalmente a través de los cursos en el área de humanidades, amplió las 
19 
 
posibilidades educativas para mujeres de clase media y les abrió nuevas 
experiencias políticas, sociales y profesionales. 
Cuando en 1975 las Naciones Unidas decretó el Año internacional de la mujer 
durante la vigencia del gobierno militar, Brasil ya contaba con un buen número de 
universitarias sensibilizadas por el ideario feminista. 
 El movimiento feminista en el Brasil se formó en el escenario político de la 
dictadura militar: las militantes de los movimientos clandestinos torturadas 
sexualmente en las prisiones de la dictadura; en la lucha por la amnistía; en los 
movimientos contra la violencia del Estado contra el cuerpo de la mujer; en la lucha 
por las igualdades legales; en la lucha por la democracia; contra la pobreza; a favor 
de la mujer sin tierra; etc. 
 No es exagerado afirmar que los grupos de reflexión y las cuestiones de 
sexualidad, tan presentes en el movimientofeminista de la década del 70 en los 
países del Primer Mundo, llegaba al Brasil como tributarios de otras luchas y no 
como el nacimiento de la lucha feminista en el país. 
El Brasil es un país con contradicciones tan profundas que es casi imposible 
la constitución de temas de nuevas luchas que no se constituyan también a partir de 
las mayores. (Pinto 1987). 
Es, por lo tanto, en el contexto de los movimientos sociales emergentes de 
resistencia a la opresión política, social y económica que se constituye el sujeto 
mujer, actor político, actor académico, sujeto y objeto de acciones e investigaciones; 
el movimiento de las mujeres en el Brasil surge con una doble identidad: por un lado 
era parte del movimiento contra la dictadura, ya que muchas de sus militantes 
pertenecían a grupos de resistencia; por otro, se presentaba como un actor social 
nuevo en la lucha por el reconocimiento de la mujer en cuanto a la problemática 
social. (Barsted y Reis 1994). 
El gobierno militar persiguió la modernización del país no sólo a través de la 
ampliación de vacantes en las universidades, sino también del estímulo al posgrado. 
20 
 
Se organizaron en el país, asociaciones de posgrado en las áreas de Ciencias 
Humanas, en especial en la Asociación Nacional de Pos-graduación en Ciencias 
Sociales (ANPOCS) que desempeñó un papel político importante durante y después 
del régimen militar. 
Para entender la constitución y el desarrollo del área de Estudios sobre la 
Mujer/Relaciones de Género, se debe ver el papel desempeñado por la 
intelectualidad brasilera en sus relaciones con el Estado y la sociedad en general. 
En el sutil e instigante libro Los intelectuales y la política en el Brasil, Daniel 
Pécaut (1990) evidencia cómo en el Brasil, a diferencia de lo ocurrido en el resto de 
América Latina y en especial de Argentina, durante la dictadura militar ―el medio 
intelectual en su conjunto continúa siendo un actor político esencial‖ (Pécaut 1990, 
195). 
Para explicar esta particularidad destaca tres factores: la estabilidad relativa y 
la propagación de ciertas instituciones intelectuales —universidades y centros 
autónomos de investigación, como el Centro Brasilero de Análisis y Planeamiento 
(CEBRAP)— que, a pesar de verse debilitadas y sometidas a la vigilancia política, 
continúan su accionar como centros de socialización; la capacidad de intelectuales 
de la oposición de mantener una cierta cohesión funcionando, a veces, como un 
subsistema político; las contradicciones del propio gobierno en relación a los 
intelectuales que reprime. 
 ―Con mano pesada, pero financia generosamente el desarrollo sin 
precedentes de las Ciencias Sociales‖ (Pécaut 1990, 195-196). De este modo, en 
1978, Roberto Schwartz escribía: 
A pesar de la dictadura de la derecha, hay relativa hegemonía cultural de la 
izquierda en el país. Puede verse en las librerías de São Paulo y Río, llenas de 
marxismo, en los estrenos teatrales increíblemente festivos y febriles, a la vez 
amenazadas de invasión policial, en la movilización estudiantil o en las 
proclamaciones del clero avanzado. 
En suma, en los santuarios de la cultura burguesa, la izquierda da el tono. 
(Schwartz 1978, 62) 
21 
 
Las mujeres brasileras, a través del acceso masivo a la universidad a partir de 
los años 60, participaron en la constitución de esta intelectualidad: las humanidades 
y letras constituyen un reducto de mujeres en la universidad y en las agencias 
nacionales de fomento. 
1 Por consiguiente, en el Brasil, el área de Estudios de la Mujer/Relaciones de 
Género fue creada y se expandió, simultáneamente a la creación e 
institucionalización de las humanidades. 
En cierto sentido, estudios de la mujer/género fueron creados y creadores de 
las humanidades/letras, de la misma forma que otros temas recortados en el 
período. 
Ahora bien, el modelo de organización de la graduación y pos-graduación en 
el país, ha privilegiado el recorte disciplinario (y no temático), lo que explica, 
parcialmente, el privilegio de la investigación y no de los cursos sobre la mujer. 
Un curso temático sobre la mujer en la graduación implicaría la adopción de 
un currículo interdisciplinario, modelo de organización apenas conocido en la pos-
graduación. 
Además, en los cursos de ciencias sociales del marxismo (muchas veces de 
su vulgarización), el fuerte énfasis puede explicar el privilegio de la pos-graduación y 
de los centros autónomos de investigación (como la Fundación Carlos Chagas y el 
IUPERJ), como locales de producción y divulgación de conocimientos sobre la 
mujer. 
Esta estrecha relación de los Estudios de la Mujer con el desarrollo de los 
posgrados en humanidades refleja y explica puntos fuertes y débiles del área: su 
expansión y penetración en la universidad; el predominio de las mujeres blancas 
entre las académicas y como tema de investigación; su concentración en las 
regiones sur-sureste, áreas más desarrolladas del país; apoyo de las agencias de 
fomento a través del financiamiento que privilegia pequeños proyectos individuales; 
la aparente dispersión de estudios e investigaciones, cuestiones que serán tratadas 
en el transcurso del texto. 
22 
 
En suma: ―ser intelectual orgánico del movimiento de liberación de las 
mujeres fue una carga pesada por demás‖.3 
A la crítica siguieron algunas exhortaciones: ―necesitamos elaborar nuestros 
conceptos y reafirmar nuestras herramientas. Ver a la mujer en una perspectiva 
relacional‖. ―Recuperar la singularidad. Comprender los dispositivos constituyentes 
de esa nueva individualidad. 
 Relacionar los Estudios de la Mujer con las Ciencias Sociales. Salir del 
ghetto‖.4 Como escribiera Verna Stolcke, en el relatorio para la Fundación Ford: 
hubo un sentimiento dominante de que la investigación sobre la mujer en el Brasil 
llegó al fin de un período. 
Ahora, se hace necesario un paso cualitativo para superar los impasses 
teóricos en un contexto en que aumentaron las solicitudes a las investigadoras 
feministas para elaborar proyectos de acción. (Stolcke 1984, 8) 
Institucionalización de los estudios sobre relaciones de género. La década del 
80 ha sido considerada como el período en que se dio la institucionalización del 
feminismo en sus vertientes militante y académica. 
En la vertiente militante, se percibe un proceso de profesionalización de 
antiguos y nuevos grupos, adoptando un modelo de organización más formal —las 
ONG feministas al servicio del movimiento de mujeres— ampliando el eje temático, 
liberándose de los límites consensuales que garantizaban las manifestaciones 
unitarias de los años 70. Entonces, violencia contra la mujer, sexualidad, mujer 
negra, fueron cuestiones añadidas a la agenda feminista. 
Muchos grupos ampliaron sus actividades incluyendo, al lado de la 
concientización y de la organización de las mujeres, la prestación de servicios: 
apoyo en situación de violencia doméstica, abrigo, examen ginecológico, asesoría. 
Algunos incluyeron también, entre sus objetivos, la realización de investigaciones y 
estudios. Algunas mujeres universitarias pasaron a construir su trabajo en este 
escenario, que puede tolerar, ahora, profesionales y no apenas militantes 
voluntarias. 
23 
 
Otro escenario de institucionalización del movimiento de mujeres en la década 
del 80 fue el Estado. 
En 1982, con la victoria de las oposiciones en las primeras elecciones 
estatales libres después del golpe militar y el fin del bipartidismo privilegiado durante 
la dictadura, se iniciaron discusiones y negociaciones para la participación de los 
movimientos sociales organizados en el gobierno democrático recién electo.La participación de intelectuales, también de oposición, en ciertos escalones 
de la administración pública brasilera tuvo lugar asimismo durante los gobiernos 
militares: 
No es exagerado afirmar que la mayoría de los cuadros medios de los 
organismos estatales y paraestatales en funciones de planeamiento y 
similares estaban formados por „intelectuales críticos‟. (Sorj 1984, 6). 
En el movimiento de mujeres, participar de la política fue el dilema de los años 
80. el período post-dictadura abrió algunas vertientes al movimiento de mujeres 
actuando en los movimientos sociales: entrar para el legislativo, para el ejecutivo. 
 La decisión tuvo una cuña, antes que nada, partidaria. 
 Las mujeres optaron por cada una de las vertientes, bien movidas por las 
directrices de sus grupos, bien por opciones personales. (Blay 1988) 
No sólo las mujeres descubrieron la ―gran política‖, como también ―las 
izquierdas‖ descubrieron la ―cuestión de las mujeres‖ (Shumaher y Vargas 1993, 
352). 
De este modo, en 1983, fue creado en São Paulo el Consejo Estatal de la 
Condición Femenina. 
Esta decisión fue precedida de una intensa discusión entre feministas. Se 
temía a la burocracia estatal vis á vis el movimiento autónomo y la deglución de las 
reales necesidades de las mujeres por la ideología partidaria (Ardaillon 1989). 
Las consejeras representaron tanto los movimientos de la sociedad civil como 
las Secretarías de Estado. Académicas en el sentido estricto, esto es, profesoras 
24 
 
universitarias e investigadoras, compusieron el Consejo, junto con otras mujeres (del 
movimiento autónomo, de sindicatos y de partidos políticos) en cuanto 
representantes de la sociedad civil por su vinculación a grupos militantes. 
 Su programa de acción —que propone formular una política global para la 
mujer en el ámbito del Estado de São Paulo, mirando el establecimiento de la 
igualdad social entre los sexos-preveía también la promoción de estudios, debates e 
investigaciones sobre la condición de la mujer. 
Este frente de actuación de las feministas evidencia, también, una interacción 
estrecha entre militancia y academia, mas ahora en el plano institucional. Las 
académicas feministas no sólo integraron los Consejos, sino que también 
fomentaron la producción y divulgación de conocimientos. 
Actuando a través de equipos que se especializaron en temas originados por 
la agenda feminista (trabajo, salud, jardines maternales, violencia, educación), las 
campañas y propuestas de los Consejos se apoyaron en los conocimientos ya 
acumulados sobre las condiciones de vida de las mujeres y suscitaron nuevos 
estudios e investigaciones. 
Encomendaron investigaciones a grupos externos, constituyeron equipos 
internos para investigar nuevos temas, organizaron seminarios, charlas, encuentros, 
publicaron libros y folletos, convocaron académicas para deponer en las comisiones 
de la Asamblea Nacional constituyente donde se debatían las propuestas de las 
mujeres para la nueva constitución (promulgada en 1988), proyecto que movilizó a la 
nación después de la apertura política. 
En 1987, el Consejo Nacional desarrolló acciones más estrictamente ligadas a 
las prácticas tradicionales de los Women‟s Studies: lanzó un ―programa de apoyo a 
tesis sobre la cuestión de la mujer‖ y la campaña nacional ―discutiendo en la escuela 
el papel de la mujer en la sociedad‖, que se configuró con una intervención anti 
sexista en el currículo escolar de primaria y secundaria del sistema público de 
enseñanza. 
Evaluaciones de ambas iniciativas insistieron en la necesidad de que las 
experiencias continuasen. 
25 
 
 No obstante el empuje del Consejo Nacional, ya al final del gobierno del 
Presidente Sarney (1987), se retiró este escenario del palco feminista. 
Respecto al CNDM, no consiguió ―mantener su posición de puesto avanzado 
del movimiento feminista, tornándose más en un conjunto de cargos a disposición 
del gobierno federal‖ (Pinto 1992, 144). 
 Los Estudios de la Mujer/Relaciones de Género conocieron un proceso 
continuo de crecimiento e institucionalización en las universidades y en los centros 
de investigación durante toda la década del 80 e inicio de los años 90. 
La expansión, si no se configura como espectacular, ha sido continuada y 
notable a través de varios indicadores. 
 Hay evidencias del aumento del número de tesis defendidas, de provisión de 
cursos de posgrado y también en el ciclo de grado (Costa et al 1985; Barroso 1987; 
Saffioti 1990). 
Prácticamente todas las asociaciones profesionales y de posgrado en 
Ciencias Sociales y Letras contaron con por lo menos un grupo de trabajo sobre 
mujer/género. 
 ―Estos grupos se han configurado como principales responsables por la 
introducción del concepto de género en la corriente principal de las Ciencias 
Humanas‖ (Costa 1994, 406), teniendo en cuenta su articulación con el campo 
disciplinario que los alberga (educación, demografía, letras, antropología, historia, 
etc.) y su vocación interdisciplinaria (los grupos de trabajo son temáticos, como por 
ejemplo: la mujer en la fuerza de trabajo; familia).5 
Al mismo tiempo, otras disciplinas y nuevos temas ganaron relevancia, 
perturbando el monopolio de la sociología. 
Psicología, historia, derecho, demografía, ecología, literatura entraron en 
escena buscando comprender la construcción de la identidad de género, develar 
prácticas de resistencia en lo cotidiano de nuestras antepasadas, identificar una 
26 
 
escritura femenina, tratar el tema del aborto (su incidencia, por ejemplo) extendiendo 
el diálogo más allá del binomio marxismo-trabajo. 
Los cursos de posgrado perdieron el carácter generalista de los primeros 
tiempos y se volvieron hacia cuestiones específicas en el interior de las disciplinas o 
con enfoque interdisciplinario; ―nacionalismo y sexualidad en el Brasil‖, ―mujer, 
sexualidad y trabajo‖, ―la transversalidad del género en las Ciencias Sociales‖, son 
algunos ejemplos recientes. 
En 1993, se creó un programa de doctorado específico (el único en el país), 
en la Universidad de Campinas. 
Hay algunas evidencias de que la temática mujer/género se viene infiltrando 
en la universidad, no siendo monopolio de algunas pocas especialistas, o de núcleos 
de investigación/estudios específicos. 
El análisis de disertaciones/tesis defendidas en las Universidad de São Paulo 
(Blay 1990) evidencia que han sido acogidos/as por profesores/as no siempre 
reconocidos/as como ―mujerólogas/as‖.6 
Por otro lado, el análisis de currículum de académicas relevantes7 evidencia 
que su actuación no es exclusiva en el área de Estudios de la Mujer/Relaciones de 
Género (Rosemberg 1993). 
La expansión del área recorrió las brechas provocadas por la propia 
institucionalización de las humanidades en la universidad brasilera, oportunidades 
adoptadas por académicas, muchas de ellas ya iniciadas en la temática y 
disponiendo de un currículum competitivo. 
La diversidad de enfoques dificulta la construcción de un balance teórico 
global para el área. 
 El balance posible es genérico: una preocupación creciente, pero no 
unánime, con la construcción social de los géneros. 
El pasaje del concepto de sexo (los estudios sobre la mujer) al de género no 
gana unanimidades ni ocurre sin dificultades, ―pues podría llevar a un mayor realce 
27 
 
del poder explicativo de la dimensión simbólica, en detrimento de la estructural, bien 
como a oscurecer una perspectiva políticamente transformadora, que siempre fue la 
marca de los Estudios de la Mujer‖ (Costa y Bruschini 1992, 8). 
Para algunas, el pasaje para estudios/investigaciones sobre género es más 
tolerada, académicamentemás aceptable: ―para la academia es mucho más fácil 
asimilar los estudios de género que el feminismo, siempre identificado por los 
sectores más resistentes con la militancia y no con la ciencia‖ (Costa y Sardenberg 
1994, 389). 
Aquí, el foco del debate gira en torno de la perspectiva transformadora, 
políticamente comprometida, que siempre marcó al área de estudios sobre la mujer. 
Lo que está en juego es la oportunidad y posibilidad de integración entre una 
perspectiva política feminista y un concepto relacional, que, como en otros lugares 
(Izquierdo 1994) se viene caracterizando, también por uso abusivo o inadecuado. 
Si el concepto de género permitió romper con el cerco del ghetto, para 
algunas tuvo efecto perverso de tornar a las mujeres invisibles (Costa y Sardenberg 
1994). 
En el plano metodológico se observa una convivencia auspiciosa entre 
metodologías cualitativas y cuantitativas (Bruschini 1992), perdiéndose en el rencor 
y el temor de uso de datos macro-estructurales que vienen, gradualmente, 
incorporando aspectos relativos a las relaciones de género. 
Académicas feministas están participando de la discusión con el Instituto 
Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE), notándose mejoría de la calidad de la 
información en la perspectiva del género 
I.2. VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES ARGENTINA 
A partir de los años 1990 Argentina ingresó en el mercado de las tecnologías 
de la información y la comunicación (TIC) de manera masiva, producto del desarrollo 
tecnológico a nivel mundial y a la globalización como proceso irrefrenable y sin 
precedentes en la historia de la humanidad. Internet, cuyo uso era exclusivo de la 
28 
 
comunidad científica, pasó a ser un recurso de fácil acceso al menos para un sector 
de la población.3 
Es innegable el aporte que estos instrumentos han proporcionado al 
desarrollo humano y a la sociedad de la información, en cuanto a la posibilidad de 
interconexión en un espacio más amplio, con mayor cantidad de personas y 
situaciones, en un corto tiempo y con un costo económico inferior.4 
Para quienes tienen acceso a las TIC, la posibilidad de inclusión en un 
universo más basto es un hecho innegable que modifica sustancialmente las 
relaciones sociales y las representaciones que como varones y mujeres construimos 
a lo largo de la historia. 
 El Programa de Apoyo a las Redes de Mujeres (PARM) de la Asociación para 
el Progreso de las Comunicaciones (APC) habla de las TIC en términos de tres 
categorías vinculadas entre sí: la tecnología de la información que utiliza 
computadoras; las tecnologías de la telecomunicación tales como el teléfono/fax y 
las transmisiones por radio y televisión, así como las tecnologías de red, que van 
desde internet hasta los teléfonos móviles; la telefonía de voz sobre un protocolo de 
internet, y las conexiones satelitales a través de la que se puede ejercer violencia 
simbólica mediante imágenes y lenguaje sexista. 
 Mientras el mundo avanza en su desarrollo tecnológico, la humanidad en 
materia de derechos humanos pareciera retroceder cuando escuchamos historias 
hechas noticia como éstas: 
Tiene doce años pero, cuando la atacaron, tenía diez. Ahora tiene un hijo 
engendrado por quien, según los jueces, no es violador sino un sujeto que 
cometió „abuso deshonesto con acceso carnal agravado‟ (…) Es un ex 
comisario de 73 años de edad. Merced al ADN del bebé no pudo negar el 
delito, pero aclaró que no había penetrado a la púber. 
 ¿Que es la violencia contra la mujer (VCM) sino una violación a los derechos 
humanos? 
Es imposible nombrar las múltiples formas en que la violencia afecta a 
mujeres y niñas en Argentina y el papel preponderante que tienen las TIC en su 
fortalecimiento para erradicarla, sin antes mencionar la violencia que 
sistemáticamente coloca a mujeres, niñas y varones pobres en condiciones de 
29 
 
desigualdad y desvalimiento, permitiendo a los aliados del poder económico lucrar 
con la venta de sus cuerpos, como si éstos y éstas no fueran seres humanos. 
¿En qué medida las nuevas TIC profundizan la brecha histórica existente 
entre unos/as que se enriquecen y otros/as que no podrán jamás dejar de ser 
pobres? 
 En algunos lugares del país son mínimos los recursos tecnológicos de los 
que se dispone; poblaciones enteras ubicadas en zonas rurales e incluso en las 
mismas ciudades urbanizadas se ven al margen de servicios que las sociedades 
urbanizadas consideran imprescindibles para vivir. 
 Los procesos de exclusión que miles de mujeres y niñas padecen en 
Argentina, como vulneración de sus derechos fundamentales, representa la primera 
y mayor violencia. 
Son pocas las organizaciones de mujeres en el país que tienen en sus manos 
este recurso para afianzar sus redes, en su lucha por erradicar la VCM, y sólo 
algunas tienen conciencia del impacto que las TIC podrían significar para su 
fortalecimiento. 
 La legislación reconoce que la VCM es cualquier acto o amenaza de agresión 
física, sexual, psicológica o económica en contra de una mujer y tiene su origen en 
las relaciones de poder desiguales entre varones y mujeres que la cultura patriarcal 
ha sostenido a lo largo del tiempo.7 
Las TIC pueden tanto reforzar esta cultura como convertirse en un 
instrumento que facilite la deconstrucción de los mitos y estereotipos de género. 
Estas páginas pretenden explorar qué relaciones existen entre las TIC y las 
diversas formas que adopta la VCM en Argentina, visualizar los esfuerzos que ya se 
están realizando para erradicarla, y ver en qué medida las TIC resultan un 
instrumento emancipatorio para las mujeres. 
 Se espera que resulte de utilidad en especial para las mujeres que sufren 
violencia, para las OSC, el movimiento de mujeres de Argentina y para quienes 
tienen la obligación desde el Estado de prevenirla, asistir a las víctimas y sancionarla 
cuando se produce. 
30 
 
El presente informe ha sido elaborado gracias al testimonio de mujeres que 
trabajan en distintos puntos del país en la prevención y asistencia de la VCM, 
profesionales, activistas, militantes feministas y el sondeo en grupos de mujeres que 
están intentando salir de este infierno. 
 El relevamiento de datos referidos a TIC es realizado tomando fuentes 
secundarias, y en una entrevista con una miembro de APC. 
Se han utilizado también búsquedas en internet, cuyos datos figuran en 
referencias al final del trabajo. Se sugiere a quienes pueda serle de utilidad, recurrir 
a la mayor variedad de fuentes de información posible para profundizar el tema. 
Situación de la VCM en Argentina La VCM sucede en todas las clases 
sociales, pero la precarización de las condiciones de vida agrava las situaciones. 
La brecha entre el mundo desarrollado y el mundo en desarrollo en cuanto al 
acceso a las TIC es resultado de diversos factores: infraestructura, carencia de 
recursos, analfabetismo y bajos niveles de educación. 
¿Una cultura con valores patriarcales reforzada por las TIC? 
 Gracias a la lucha del movimiento de mujeres y de las feministas, se 
observan avances en cuanto a la equidad e igualdad de trato y oportunidades para 
varones y mujeres, en todas las esferas de la vida y en el país se cuenta con una 
legislación y un compromiso por parte de algunos sectores del Estado en torno a 
estos temas. 
 Sin embargo y pese a los Uno de los temas más controvertidos y tolerados 
por el público en general es el de la imagen de la mujer publicitada, tanto en la 
televisión como mediante las nuevas TIC. 
El uso del cuerpo de la mujer continúa sosteniendo simbolizaciones derivadas 
de la diferencia sexual, para colocar a las mujeres como objeto de consumo, 
justificando de este modola violencia simbólica ejercida por la cultura machista y 
patriarcal aún vigente en el país.33 
 En la reciente legislación vigente con carácter de Ley Nacional, se define a la 
violencia simbólica como aquella que ―a través de patrones estereotipados, 
31 
 
mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad 
y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la 
mujer en la sociedad‖. 
 De igual modo conceptualiza la violencia mediática como 
aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes 
estereotipadas a través de cualquier medio masivo de 
comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación 
de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o 
atente contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de 
mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas, 
legitimando la desigualdad de trato o construyendo patrones socioculturales 
reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las 
mujeres. 
El monopolio de los medios de comunicación en el país dificulta la apertura de 
canales que sensibilicen a la opinión pública sobre estos temas. 
Se advierte una naturalización del sexismo y la violencia que exhiben los 
medios, donde el público lejos de reaccionar, consume pasivamente otorgando 
rating a ciertos programas televisivos. 
Tanto el sistema médico, las fuerzas de seguridad, fiscales y jueces 
conservan prejuicios y estereotipos de género en el tratamiento de la VCM. 
 Las justicia tanto en sus discursos, interpretación de la ley y sus fallos sigue 
inclinando la balanza del bien hacia los varones y la del mal hacia las mujeres. 
La violencia de género aún no existe como materia en las universidades, ni la 
perspectiva de género como formación en la curricular de los niveles primario y 
secundario. 
En cuanto a la mirada que las mujeres tienen sobre sí mismas se advierte que 
el patriarcado sigue primando como pauta social. 
Existe un desconocimiento generalizado sobre los mecanismos que desata 
una relación violenta y se sigue culpabilizando a la mujer cuando ésta no logra salir 
del círculo. 
Las organizaciones de mujeres tanto a nivel popular como en espacios 
académicos o en sectores medios y altos que se dedican a trabajar en el tema, 
32 
 
realizan numerosos esfuerzos de concientización mediante talleres, capacitaciones, 
difusión, y campañas.34 
En Argentina las mujeres tienen menor acceso a los recursos y escaso control 
sobre las decisiones que afectan sus vidas; tienen menos probabilidades de estar 
alfabetizadas y de capacitarse en carreras de ingeniería y programación de sistemas 
que los hombres; esto tiene que ver con prácticas culturales patriarcales aún 
vigentes.35 
Esfuerzos realizados, sigue en aumento la VCM en el país y los dispositivos 
con los que se cuenta no alcanzan para su tratamiento adecuado. 
 Las desigualdades entre varones y mujeres que aún persisten en la vida real, 
no sólo se replican sino se refuerzan a través de las TIC, encontrándose las mujeres 
del lado negativo de la brecha digital, con acceso y control limitado sobre las TIC. 
I.3. MARIA LEY PENHA 
 Ley 11.340 / 06, que entró en vigor el 22 de septiembre fue nombrado 
después de Maria da Penha Maia Fernandes, de 61 años. 
El caso de la bioquímica Ceará, víctima del marido celoso, se convirtió en un 
símbolo en la lucha para eliminar la violencia contra las mujeres en Brasil. Maria da 
Penha fue alcanzado el 29 de mayo de 1983, un disparo en la columna que la dejó 
parapléjica. 
El atacante Marcos Antonio Heredia Viveros fue arrestado sólo 19 años más 
tarde y sirvió menos de dos años en la cárcel. Hoy en día es libre. (Gobbi 2007). 
En Brasil, la creación de la ley 11.340 "Maria da Penha" (BRASIL, 2006) 
causó cambios significativos en el fenómeno de la violencia doméstica. 
Este cambio se debe al hecho de que la ley conceptualiza las diversas formas 
de violencia en el hogar y trae un castigo para el delincuente. 
 El programa se dio cuenta del cambio en la actitud de los hombres después 
de la ley promulgada y publicada en la prensa. 
33 
 
 Muchas mujeres informaron que la violencia disminuyó como consecuencia 
de la ley, se creó el "miedo" en los hombres. 
I.4. LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES COMO TIPO ESPECÍFICO DE 
VIOLENCIA 
La violencia contra las mujeres está presente en los más diversos ámbitos, 
reviste múltiples formas con distintos grados de intensidad y supone, como toda 
violencia, la violación a los derechos humanos. 
Es la más extendida, oculta e impune y constituye no sólo un problema 
privado, sino público. 
 Es probablemente la violación de los derechos humanos más habitual y que 
afecta a un mayor número de personas. Millones de mujeres y niñas en el mundo 
son víctimas de violencia por razón de su sexo. 
 En la familia y en la comunidad, en tiempos de guerra y de paz. 
―Gran parte de la violencia contra las mujeres la cometen una amplia gama de 
personas y entidades, como la pareja y otros miembros de la familia; los conocidos 
ocasionales y extraños; las instituciones del barrio y la comunidad; las bandas 
delictivas, como así también las organizaciones y las empresas comerciales‖. 
 Dicha violencia es la manifestación de las relaciones de poder históricamente 
desiguales entre mujeres y varones que se refleja tanto en el ámbito privado, como 
en el doméstico y el público, su consecuencia es la vulneración y negación de 
derechos fundamentales de las mujeres y niñas que habitan este planeta. 
La violencia contra las mujeres está presente en todas las sociedades del 
mundo, sea cual sea su sistema político o económico. 
 No sabe de culturas, clases sociales ni etnias. Este tipo de violencia tiene dos 
caras: es particular y también universal porque a lo largo de la geografía mundial y 
de las distintas culturas persiste por doquier la violencia contra las mujeres, ambas 
pertenecen a una misma realidad. 
Este escándalo cotidiano se manifiesta de diferentes maneras y tiene lugar en 
múltiples espacios, pero tiene una raíz común: la 
1 Asamblea General de las Naciones Unidas, Estudio a fondo sobre todas las 
formas de violencia contra la mujer, Informe del Secretario General, 6 de julio de 
2006, A/61/122/Add.1, pág. 85. 
Discriminación universal que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo. 
34 
 
No existe una causa única que explique la violencia contra las mujeres, así lo 
han explicado las investigaciones realizadas desde el feminismo, la criminología, los 
derechos humanos, la sociología, la salud pública. 
Se llega a la conclusión de que es la conjunción de diversos factores 
específicos, de las desigualdades de poder en los distintos ámbitos: individual, 
grupal, nacional y mundial. 
Un factor causal importante son las desigualdades económicas, que crean o 
exacerban las condiciones propicias para que se desarrolle la violencia contra las 
mujeres. 
A causa de ello muchas mujeres, en distintos países, son discriminadas en 
determinadas esferas tales como el acceso a empleos, los ingresos y el acceso a 
otros recursos económicos. 
Sin independencia económica se reduce la capacidad de las mujeres para 
actuar y tomar decisiones incrementando su vulnerabilidad para sufrir violencia. 
Pueden sufrir explotación económica dentro de la relación de pareja o la familia. 
Es de destacar que la violencia contra las mujeres funciona como medio de 
control para mantener la autoridad de los varones y para castigar a la mujer por 
transgredir las normas sociales que rigen los roles de familia o la sexualidad 
femenina. 
 La violencia no sólo es individual,sino que se refuerza a través del control y 
la punición, y las normas de género vigentes. Además, la violencia contra las 
mujeres surge cuando los varones perciben que se desafía su masculinidad. 
Gracias al trabajo de base de las organizaciones y movimientos de mujeres a 
nivel mundial, la cuestión de la violencia contra las mujeres adquirió prominencia. 
 La incansable lucha de las mujeres para obtener la igualdad y el 
reconocimiento de sus derechos hace posible que la violencia contra ellas se 
visibilice y se reconozca que la misma no sólo es el resultado de conductas violentas 
individuales, sino que es la consecuencia de relaciones estructurales de desigualdad 
entre los dos sexos profundamente arraigadas en la sociedad. 
La negación de los derechos humanos de las mujeres crea las condiciones 
para que perviva la violencia contra ellas. 
De ahí que la promoción y protección de dichos derechos y el esfuerzo por 
lograr la igualdad sustantiva entre las mujeres y los varones sean fundamentales 
para la prevención de la violencia contra las primeras. 
35 
 
Teniendo en cuenta la subordinación de las mujeres, es posible determinar 
los factores causales específicos de la violencia, entre ellos los factores causales 
estructurales. 
 Los desequilibrios estructurales de poder y la desigualdad entre los dos 
sexos son a la vez el contexto y las causas de la violencia contra las mujeres. 
Las causas que originan la violencia contra las mujeres están presentes a 
nivel individual cuando la resolución de los conflictos en la pareja o en la familia se 
convierte en violencia. 
Las doctrinas jurídicas sobre la privacidad del hogar han invisibilizado y 
ocultado la violencia desatada dentro de ese ámbito y con frecuencia han justificado 
la abstención de la intervención estatal para adoptar medidas cuando se cometen 
actos de violencia contra las mujeres dentro de la familia. 
 El respeto por la privacidad del hogar posibilita dejar impunes los actos de 
violencia contra las mujeres cometidos por miembros de la familia. 
Asamblea General de las Naciones Unidas, Estudio a fondo sobre todas las 
formas de violencia contra la mujer, op. cit., pág.15. 
Impunidad que se hace extensiva también a los actos violentos cometidos 
contra las trabajadoras domésticas. 
Sin duda alguna, es frecuente que amparándose en factores culturales, como 
usos y costumbres, e invocando tradiciones o valores religiosos se justifique la 
violencia contra las mujeres y se limiten sus derechos humanos, sobre todo cuando 
se politiza la cultura en forma de ―fundamentalismos‖ religiosos que constituyen un 
gran desafío para asegurar que las mujeres no sufran la vulneración de sus 
derechos fundamentales.6 
Son variados los medios por los cuales la cultura sustenta la violencia contra 
las mujeres, piénsese los trastornos alimenticios vinculados a normas culturales 
aunque no se indiquen como tales (anorexia y bulimia). 
En el ámbito público se toleran los acosos en el lugar de trabajo y abusos, 
torturas y violaciones contra mujeres en los conflictos armados. 
 Así como en determinados contextos culturales se impone, por ejemplo, la 
castidad forzada a las mujeres, en otros, la sexualidad femenina se convierte en 
mercancía en los distintos medios de comunicación y la publicidad. 
 Sin embargo, la cultura no ocupa estamentos estancos, sino que se modifica 
a través de los distintos períodos históricos, acontecimientos políticos y sociales. 
36 
 
Es notable como los líderes masculinos aceptan avances tecnológicos, pero 
se resisten aún a aceptar los cambios que mejoren la condición de las mujeres a 
nivel mundial. 
Las distintas formas de violencia ejercidas contra las mujeres pueden 
vincularse o reforzarse mutuamente. 
En la pareja y la familia, la violencia se ejerce a través del control masculino 
de la riqueza y la autoridad para adoptar decisiones dentro de la familia; desatan 
también la violencia una historia de conflictos conyugales no resueltos, “otras formas 
de violencia menos visibles, pero no menos eficaces se ponen en práctica en la 
familia cotidianamente a través de la desigualdad en la distribución del dinero, del 
poder, de las responsabilidades domésticas, de las opciones de realización 
personal”. 
A nivel mundial se constatan inequidades que favorecen la violencia contra 
las mujeres, como lo son las desigualdades en la distribución de la riqueza y la 
existencia de privilegios sociales o la explotación de mujeres en trabajos poco 
regulados. 
Las mujeres emigrantes están expuestas, en numerosos países, a la 
discriminación por razón de raza y origen étnico o nacional, y se ven imposibilitadas 
o limitadas para acceder a los servicios sociales. 
 En tanto las mujeres indocumentadas o carentes de la condición de 
inmigrantes legales corren el riesgo aún mayor de sufrir violencia de género y tienen 
dificultad para obtener protección y reparación. Se trata del fenómeno de la ―doble 
discriminación‖. 
A nivel nacional e internacional el uso de la fuerza para resolver controversias 
políticas o económicas, genera la violencia contra las mujeres, tal es el caso de las 
violaciones en los conflictos armados. 
La violación de mujeres se convierte en un instrumento de guerra, en algunos 
casos se ha utilizado como medio para la depuración étnica, controlando la 
sexualidad y la reproducción de las mujeres. 
A nivel mundial cada vez son más los vínculos entre la violencia y el SIDA y 
se demuestra que las mujeres infectadas con el virus tienen. 
Toda vez que se ejerce violencia contra las mujeres, se violan sus derechos 
humanos, se les impide gozar de sus derechos y libertades fundamentales, como lo 
son el derecho a la libertad, habida cuenta del valor cardinal que la libertad personal 
37 
 
tiene en un Estado de derecho, el derecho a la vida y la seguridad personal. Cuando 
los derechos humanos de las mujeres son vulnerados se les impide alcanzar el más 
alto nivel posible de salud física y mental, así como también tener 
Asamblea General de las Naciones Unidas, Estudio a fondo sobre todas las 
formas de violencia contra la mujer, op. cit., págs. 39-40. 
Acceso a la educación, al trabajo y a la vivienda, y a la participación en la vida 
pública. Si existe violencia se perpetúa la subordinación de las mujeres y conlleva la 
distribución desigual del poder entre las mujeres y los varones. 
A consecuencia de la violencia contra las mujeres, éstas ven resentida su 
salud y su bienestar, situación que acarrea un costo humano y económico. 
 La violencia contra las mujeres no sólo afecta la salud física y mental sino 
que puede provocar adicción a las drogas y al alcohol en las mujeres que la 
padecen, además pueden presentar disfunciones sexuales, intentos de suicidio, 
estrés postraumático y trastornos del sistema nervioso central. 
La depresión es una de las consecuencias más comunes de la violencia 
sexual y física contra las mujeres. 
Tanto la depresión, como el intento de suicidio se vinculan estrechamente con 
la violencia dentro de la pareja. 
 El mismo riesgo de suicidio se da en niñas que han sufrido acoso sexual o 
han sido violadas. 
Las consecuencias psicológicas de la violencia contra las mujeres pueden ser 
tan graves como los efectos físicos. 
La consecuencia más grave de la violencia contra las mujeres es la muerte. 
La violencia dentro de la pareja es la forma más común de la violencia contra 
las mujeres a nivel mundial y comprende una amplia gama de actos sexual, 
psicológica y físicamente coercitivos practicados contra las mujeres adultas y las 
adolescentes, por una pareja actual o ex pareja, sin el consentimiento de las 
mismas. 
Laviolencia física entraña el uso intencional de la fuerza física o el uso de un 
arma para lesionar o dañar a una mujer. 
Por violencia sexual se entiende el contacto sexual abusivo u obligar a las 
mujeres a realizar actos sexuales no consentidos y la tentativa o consumación de 
actos sexuales a mujeres incapacitadas, enfermas bajo presión o bajo los efectos de 
38 
 
la drogas o del alcohol. La violencia psicológica consiste en humillar o avergonzar a 
las mujeres, aislarlas y controlarlas10. 
Asamblea General de las Naciones Unidas, Estudio a fondo sobre todas las 
formas de violencia contra la mujer, op. cit., pág. 44. 
 ―En el estudio multipaís sobre la violencia doméstica se comprobó que entre 
el 20 y el 75% de las mujeres habían experimentado uno o más actos de abuso 
emocional […] en una violencia contra la mujer ha recibido menos atención en las 
investigaciones sobre la violencia dentro de la pareja. 
 Su medición es más difícil, pues los comportamientos concretos varían según 
los distintos escenarios. 
La violencia económica entraña negar a las mujeres el acceso a los recursos 
básicos, impedir que trabaje o apoderarse de sus bienes propios. 
 La violencia masculina dentro de la pareja tiene una correlación significativa 
con los roles de género rígidos que asocian la masculinidad con la dominación, la 
rudeza y la autoridad de los hombres en el hogar.11 
La violencia contra las mujeres y la violencia doméstica y familiar, son 
fenómenos que se entrecruzan, pero de ningún modo deben confundirse. 
Se puede distinguir aquí dos tipos de violencia la familiar y la doméstica, 
ambas tienen en común el lugar donde se ejerce, pero se diferencian porque en la 
primera, agresor y agredidos/as están unidos por vínculos de parentesco, en cambio 
la doméstica es ejercida sobre cualquier persona que conviva con el agresor, sea 
pareja o menores cuya guarda y custodia detente, personas a su cargo, sean 
mayores, discapacitados sobre los que ejerza curatela y/o personal doméstico. 
Existe también violencia en relaciones afectivas sin convivencia. 
Podemos aseverar que la violencia contra las mujeres es específica y distinta 
a cualquier otro tipo de violencia ocasional, porque es ideológica e instrumental, es 
el medio que se utiliza para aleccionar a las mujeres cuando éstas transgreden las 
normas culturales vigentes. 
Comportamiento asociado a la minusvaloración de ‗lo femenino‘ ‖12. La 
violencia es el reflejo de la sumisión y a la vez un eficaz instrumento que la sustenta. 
No sólo se atenta contra la integridad física o psíquica de las mujeres cuando 
se las agrede, sino que se atenta también contra su dignidad y su libertad. 
39 
 
La violencia contra las mujeres en la pareja es repetida, cíclica, consciente y 
selectiva. Esto es lo que denota la gravedad. Estos rasgos son los que la diferencian 
de otro tipo de violencia. Al ser repetida rompe con la resistencia de la víctima. 
Al ser cíclica se convierte en perversa porque la víctima, en los periodos de 
―luna de miel‖ cuando la violencia cesa, vuelve a confiar en el agresor, pero éste 
conscientemente continuará ejerciendo sobre ella una violencia injustificada, 
desproporcionada y excesiva, sin olvidarnos que la violencia será extensiva a los 
hijos, si los hubiere, y a las mascotas y objetos y bienes de la víctima. 
El reconocimiento de que la violencia contra las mujeres es una cuestión de 
derechos humanos exige que todas las esferas a nível estatal e internacional aúnen 
sus esfuerzos para desarrollar políticas de prevención y eliminación de la violencia 
contra ellas, ya que ésta impide que las mujeres contribuyan al desarrollo, y se 
beneficien de él porque se limitan su capacidad de acción, en particular en los 
sectores de la justicia penal, la salud, el desarrollo y la consolidación de la paz y de 
la seguridad. 
Se constata que a pesar del enorme progreso alcanzado en los marcos 
legales nacionales, regionales e internacionales, millones de mujeres del mundo 
afirman haber sufrido algún tipo de violencia en sus vidas, usualmente a manos de 
su pareja. 
Sin duda la violencia sexual más brutal, dirigida sistemáticamente contra las 
mujeres, es una práctica común en los conflictos de esta era. 
Por todo lo expuesto, cuando nos referimos a la violencia contra las mujeres, 
por tal se entiende aquella que sufren las mismas por razón de su sexo. 
Así se desprende del art. 1 de la Declaración sobre la Eliminación de la 
Violencia contra la Mujeres de 1993, la cual define la violencia contra las mujeres 
como ―todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o 
pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para 
la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria 
de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada‖. 
Obsérvese que en esta definición de violencia contra las mujeres se alude a 
su pertenencia al sexo femenino, en cambio el término género ha sido acuñado en el 
lenguaje internacional a partir de la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres, 
auspiciada por la ONU en 1995 en Pekín, y desde esa fecha se ha generalizado en 
el ámbito institucional y político y en los medios de comunicación. 
40 
 
En efecto, en la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres se introdujo por 
primera vez el concepto de género para caracterizar las violencia contra las mujeres 
que se define del siguiente modo: ―todo acto de violencia basado en el género que 
tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las 
amenazas, la coerción o privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la 
vida privada o pública…‖ Ambas denominaciones se refieren a una misma realidad. 
ONU MUJERES, Informe 2011-2012. El progreso de las mujeres en el mundo. 
En busca de la justicia, pág. 18. Disponible en: 
http://progress.unwomen.org/pdfs/SP-Report-Progress. 
I.3.1 Son género y sexo conceptos intercambiables? 
El uso del término ―género‖ para referirse a la violencia contra las mujeres ha 
suscitado dudas y debates. 
La Real Academia Española se manifestó al respecto y desaconsejó el uso de 
la expresión violencia de género14. 
La expresión violencia de género es la traducción del inglés ―gender-basad 
violence‖ o ―gender violence‖, difundida a raíz de la Conferencia celebrada en Pekín 
en 1995 bajo los auspicios de la ONU, la cual cuando se refiere a la violencia contra 
las mujeres introduce por primera vez el concepto de violencia de género, definiendo 
así su tradicional situación de sometimiento al varón en las sociedades de estructura 
patriarcal. 
Hay que empezar por nombrar el problema con palabras que lo definan con 
claridad. 
La expresión ―Violencia de género‖, tan de boga en estos días y tan cara a la 
prensa oral o escrita, a políticos, instituciones y a ciertas feministas, no a todas, 
enmascara la realidad. 
 En la lengua inglesa se documenta desde antiguo un uso traslaticio de 
gender como sinónimo de sexo, sin duda nacido del empeño puritano en evitar este 
vocablo. 
 En la lengua castellana no tiene desde el punto de vista gramatical el mismo 
significado. 
Ya que el género corresponde al conjunto de cosas, de seres, a las palabras, 
pero no a las personas. Los varones y las mujeres no tienen género, tienen sexo. 
La utilización del término género sería un error de traducción y consecuencia 
de una influencia desmedida de la lengua anglosajona que ha desatado un conflicto. 
41 
 
La Real Academia Española señaló que la palabra género tiene en español 
los sentidos generales de ―conjunto de seres establecido en función de 
características

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