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LIBROS DE TEXTO Suplementación de bovinos en crecimiento en pastoreo Germán David Mendoza Martínez Raúl Ricalde Velasco eA\ UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA ea.. ......~t_· UNIDAD XOCHIMILCO CAPÍTULO TRES El comportamiento de bovinos en pastoreo Generalmente, los animales en pastoreo no logran manifestar su potencial genético debido a limi- taciones nutricionales, y en ocasiones éstas son tan severas que no cubren las necesidades de man- tenimiento y los animales pierden peso (Huerta, 1993). Los bovinos en pastoreo en condiciones tropi- cales y zonas áridas, comúnmente muestran un comportamiento productivo limitado. Paladines y -Leal (1979) reportaron ganancias de peso de 38 kg/cabeza/año en sábanas tropicales. Vera y Seré (1985) hicieron el seguimiento de 20 explotaciones ganaderas en el trópico y encontraron una ganan- cia promedio de 62 kg/cabeza/año. Además de la poca ganancia en estas condiciones, la capacidad de carga es baja; por ejemplo Stonaker (1975) reportó de 0.25 a 0.04 unidades animales/ha, así los reducidos índices de crecimiento combinados con la baja capacidad de carga resultan en una limitada producción por unidad de superficie. Una de las principales causas de la baja produc- tividad en regiones tropicales y en zonas áridas y semiárdias, es una inadecuada nutrición (Sto- naker, 1975; Vera y Seré, 1985) debido a las limi- taciones nutricionales de los forrajes, particular- mente a la insuficiente digestiblididad y reducido contenido de nitrógeno en las especies forrajeras nativas. Las limitaciones pueden ser también de tipo cuantitativo. Las deficiencias cualitativas están dadas por cambios en la digestibilidad y en el contenido de nutrientes específicos como nitrógeno, los cuales resultan en un consumo limitado, mientras que las deficiencias cuantitativas se dan por u na dis- minuida disponibilidad de materia seca total, por baja producción, por carga excesiva o por la poca capacidad de carga, así como por otras característi- cas como la topografía, e! clima y la disponibilidad del agua. Algunos trabajos recientes muestran una re- lación entre las bajas tasas de ganancia de peso de novillos con un consumo limitado de nutrientes digestibles (Schneichel, et al. 1988ab; Álvarez y Lascano, 1987). Los problemas de digestibilidad están asociados con un reducido contenido de proteína y de energía (Paladines y Leal, 1979) que limitan la actividad microbial en el rumen. Los cambios en la digestibilidad dependen de la espe- cie, su estado fenológico y su contenido de ni- trógeno. Los principales efectos de una baja digestibilidad son una disminución del consumo y de la actividad ruminal y, una reducción en la eficiencia de utilización de! alimento (Riquelme, 1986). LA SUPLEMENTACIÓN La producción animal en pastoreo es e! resultado de complejas interacciones entre los componen- tes del ecosistema. Los componentes vivientes 32 Capítulo Tres Clasificación de Deficiencias Minerales Ellrrgía Prolcín;¡ Duración E.'\lacionalcs COllLillW1S <:U;}lllit.llivas Cllalitali"(t'\ FUl'1ilp: 1-1 lIcrla (1993). Vit:lminas Figura 3.1 La clasificación de las deficiencias nutricionales la producción animal, ya que no existe una carga animal óptima, y las necesidades de suplemen- tación van a ser variables (Mendoza, 1992). En el ecosistema dinámico de la producción de forrajes, es importante considerar la relación animal-forraje. El animal afecta. la producción de forraje por diversas causas, como la defoliación, el pisoteo y las excretas. La magnitud de estos efectos dependerá de otros factores como la carga animal, las carac- terísticas del suelo y del clima, así como el sistema de pastoreo. Estos efectos se manifestarán en la cantidad y calidad del forraje y en la composi- ción botánica de la cubierta vegetal. La defoliación puede variar en fTecuencia e intensidad, causando cambios en la composición botánica, la ubicación de reservas de la planta, y afectando el índice de área foliar residual y la producción de materia seca (Riquelme, 1987). El objetivo de la suplementación es proveer aquellos nutrientes que el forraje no aporta en cantidad suficiente. Los forrajes tienen deficiencias cualitativas y cuantitativas, las cuales son estacio- nales y recurrentes. La respuesta a la suplemen- tación es de tipo biológica; sin embagro, el éxito de la suplementación se valorará en términos finan- cieros (Riquelme, 1987). Otros beneficios de la suplementación son la disminución en la mortalidad, aumento en la pro- ducción láctea y en ganancia de peso, ace- leramiento de la pubertad y mejoramiento en el porcentaje de pariciones (Huerta, 1993). Los suplementos pueden clasificarse en tres grupos: energéticos, proteínicos e inorgánicos (minerales). Además, los suplementos pueden (bióticos) comprenden a los animales, las plantas y los microorganismos mientras que los inanimados (abióticos) corresponden al suelo y al clima (condi- ciones atmosféricas). Los programas de suplementación y manejo alimenticio durante la sequía, dependen de varios factores, como la localización geográfica, el tipo de animales en la explotación, así como del manejo particular de cada explotación en términos de carga animal, o bien por el manejo de la pradera (Riquelme 1987; 1989; Huerta, 1993). A partir de la localización geográfica, se tendrá una época de sequía, la cual es definida como el lapso de tiempo con severa restricción de agua, misma que resulta en baja disponibilidad de ali- mento, escasa productividad animal y, en casos extremos, muerte de animales por inanición (Ri- calde el al., 1986). Es importante tener en cuenta que los forrajes presentan variaciones temporales en producción, las cua~es pueden ser entre estaciones o entre años. Estas variaciones afectan la disponibilidad de la materia seca, la composición botánica de la pra- dera, la cantidad y calidad de forraje disponible y, por tanto, la producción animal. Los cambios estacionales en calidad responden a cambios en estados fenológicos, vegetativos y reproductivos, así como a condiciones de estrés por temperatura y/o humedad (Mendoza, 1992). Huerta (1993) ha clasificado las deficiencias de los forrajes en tres grupos, del forraje, de la duración y del nutrimiento restringido (véase Figura 3.1). Sugiere que para conocer si el forraje es deficiente en algún nutrimento, es conveniente conocer el comportamiento de los animales: ganancia de peso, producción de leche, porcentaje de pariciones, mortalidad, 'abortos, retenciones placentarias. En segundo lugar se debe observar a los ani- males y el forraje para detectar signos de deficien- cias. En tercer lugar, analizar el suelo, agua, forraje y tejidos animales (sangre, hueso, hígado). Por último, realizar la suplementación con el nutri- mento deficiente para conocer si la respuesta ani- mal justifica la suplementación. La variación de producción de forrajes entre años puede ser de gran magnitud. Se estima que puede variar de cero a 500% la producción de forrajes. Esta variación tiene sus consecuencias en El comportamiento de bovinos en pastoreo 33 servir como vehículo para proporcionar algunos aditivos como ionóforos y probióticos. La respuesta a la suplementación en pastoreo, dependerá de varios factores, entre los cuales des- tacan la disponibilidad de forraje, el tipo y la cantidad de suplemento, y los efectos asociativos. En condiciones prácticas tenemos que res- ponder varias preguntas: ¿qué suplementar?, ¿cómo suplementar?, ¿cuánto suplementar? Las respuestas no son simples. En teoría necesi- taríamos saber qué consumen, cuánto consumen, la calidad de lo que consumen, y tener una idea de los efectos asociativos positivos o negativos, los cuales van a depender del tipo de suplemento, de la cantidad asignada y de la relación con el forraje. Un criterio querecomienda Huerta (1993) so- bre cuándo suplementar, es el de la ganancia de peso en relación con un valor promedio que ha calculado después de revisar la literatura existente en México. Huerta (1993) considera que el poten- cial de ganancia de peso para bovinos alimentados con forraje en trópicos es de 0.485 kg/d Yen clima templado de 0.684 kg/d. Estos valores se pueden incrementar con una suplementación adecuada. (véase Cuadro 3.1). De acuerdo con Huerta (1993), la deficiencia de energía es la más común en la mayoría de los forrajes. La suplementación energética tiene un efecto sustitutivo, esto significa que hay una susti- tución directamente proporcional a la calidad del forraje disponible y una respuesta inversamente proporcional al nivel de producción con pastoreo exclusivo. En términos generales, se presentan efectos asociativos negativos en la digestibilidad de la fibra cuando el suplemento constituye más del 25% del consumo. La magnitud de este efecto dependerá de la capaciclad amortiguadora del fo- rraje y de la tasa y extensión de degradación del suplemento. La suplementación nitrogenada puede tener efectos aclitivos y sinérgicos, o bien antagónicos. El resultado dependerá del aporte de nitrógeno de- gradable y de la cantidad de proteína de escape. En términos generales, si se le proporciona la cantidad de nitrógeno degradable al forraje, se observa una respuesta inversamente proporcional al contenido de nitrógeno del forraje y una respuesta decreciente hasta 12.5 o 13.0% de pro- teína cruda en la ración total. Si el suplemento nitrogenado es deficiente en nitrógeno degradable es posible que no haya respuesta. Sin embargo, cuando se suplementan en forma conjunta cantidades de nitrógeno degradable (urea o gallinaza) con nitrógeno de escape (harina de sangre, harina de carne), se obtienen los me- jores resultados. Debe tenerse en mente que si este tipo de suplemento se da en cantidades excesivas, la respuesta animal disminuye después de haber alcanzado un punto máximo (Riquelme, 1987). La importancia de suplementar nitrógeno es mayús- cula, ya que se ha estimado que alrededor ele entre 22 y 49% de los forrajes tropicales y 16% de los templados son deficientes en proteína (Huerta, 1993). El animal tiene que cubrir inicialmente sus requerimientos para mantenimiento. Cuando no Cuadro 3.1 Los beneficios de la suplementación proteínica y/o energética en bovinos en crecimiento Suplemento Ganancia de peso (g/d) Respuestaa Tipo y cantidad (kg/día) Testigos Suplementados Energético 1.66 513 626 68 (16) Melaza 1.63 410 531 74 (15) Energético-proteínico 1.50 435 564 86 (25) Melaza-urea 1.86 291 801 274 (49) Proteínico 1.07 26 424 372 (20) .1 Respuesta en gramos de incremento/kg de suplemento. Los valores entre paréllt.esis se refieren al número (le reporles. En el caso de la melaza, al eliminar cuatro reportes que se consideran IllUY elevados en relación con el resto, la respuesta promedio es de Ili g de incremento de peso/kg de melaza. F1I.I'ulf: Huerta, (199;\). 34 Capítulo Tres es así, el animal empieza a perder peso. Los reque- rimientos de mantenimiento están relacionados con el metabolismo basal, y se pueden ver incre- mentados por estrés térmico y por la actividad voluntaria. Los animales en pastoreo tienen un mayor requerimiento que aquéllos en confi- namiento. Si las necesidades de mantenimiento son cu- biertas, el animal puede mantener su peso, pero si el animal recibe energía en exceso a sus re- querimientos para mantenimiento, podrá destinar la energía y proteína para producción. Los re- querimientos de producción pueden usarse para crecimiento, lactancia y gestación, dependiendo de la etapa fisiológica del animal. Los factores que modifican los requerimientos de energía son el clima, la topografía, la capaci- dad de carga, la distribución de bebederos y la capacidad de consumo. Otros nutrientes que pueden ser limitantes para la producción son la vitamina A, calcio, fós- foro, y algunos minerales traza. La respuesta promedio a la suplementación mineral (véase Cuadro 3.2) es de 45% de incremento en la ganan- cia de peso o 1 840 g/kg de suplemento mineral consumido por el animal, considerando un con- sumo de 75 g/día/animal (Huerta, J993). Vale la pena mencionar que los minerales indicados en el Cuadro 3.2 son los más probables de encontrar deficientes en México. En la región de las Huastecas, el otro mineral que puede ser deficiente en los forrajes es el mag- nesio, para el cual no se tiene información de la respuesta animal a la suplementación. Otro nutriente de vital importancia es el agua. Las necesidades de agua dependen de varios fac- tores como la tasa de recambio, las pérdidas sensi- bles e insensibles, la producción de agua metabólica, la calidad del agua de bebida, y la cantidad y tipo de suplementos. Es importante considerar que la restricción de agua va a resultar en disminución en el consumo de materia seca, en disminución del área efecti- vamente pastoreada y del tiempo de pastoreo efec- tivo. Estos efectos resultan en un aumento en los gastos de energía e incrementan las necesidades de suplementación (Riquelme, 1989). Existen varios sistemas de suplementación. El suplemento se puede ofrecer en corrales, en el agostadero o en potreros de sacrificio. Como las necesidades de suplemento están relacionadas con las etapas fisiológicas es conveniente dividir el hato en grupos. La frecuencia de suplementación va a depender de criterios económicos y prácticos tales como facilidades de transporte y vías de comuni- cación y mano de obra disponible. Debe tenerse en Cuadro 3.2 Un resumen del efecto de la suplementación mineral sobre el crecimiento de bovinos Ganancia de peso (g/día) Incremento en ganancia Tiempo adicional Minerala Sin supo Suplementados de peso (%) (días)b Fósforo (JI) 317 478 51 276 Sodio (9) 282 417 48 299 Cobre (16) - - 25 158 Cobalto (7) 337 517 53 268 Selenio (3) - - 39 222 Mezclas (9) 288 365 27 191 Promedio 306 444 45 264 "los lIúmeros l:nlrl: parélll.l:sis sc rdil:rl:1I alnúmcro dc rl:porl.cs. hclliempo adicional requcrido por los animales ddicienl.cs para pasar de 170 k~ dc peso vivo illicial a 430 kg dc pl:SO vivo lillall:1I relación COII los allimalcs supkmclIl.ados. F1I/'It11'.' Huerta (1993). El comportamiento de bovinos en pastoreo 35 Se han realizado numerosos estudios sobre las variaciones en el contenido de proteína de forrajes tropicales en México (Meléndez el al., 1980); sin embargo, existen pocos estudios sobre la estimación de la degradabilidad del nitrógeno de los forrajes. Una de las metodologías más comúnmente usadas en la estimación de la degradabilidad del La degradabilidad del nitrógeno en los forrajes Varias alternativas para incrementar la pro- ducción de carne en las regiones tropicales han sido estudiadas, destacando algunos trabajos de suplementación nitrogenada a través de bancos de proteína, uso de leguminosas tropicales y suple- mentación nitrogenada (Carulla, 1990). Tergas el al. (1983), han demostrado incrementos del 25 al 30% a través de la suplementación nitrogenada en novillos que tuvieron acceso a P1leraria phaseoloides (Kudzú). Algunos estudios similares han mostrado ven- tajas al suplementar nitrógeno con leguminosas, particularmente en la época de sequía (Schneichel el al., 1988ab; CIAT, 1989. En prensa). A pesar de las ventajas reportadas por los bancos de proteína, existen problemas de manejo y conservación de dichos bancos, lo cual ha limitado su uso extensivo (Tergas, 1986); sin embargo, la respuesta animal sugiere que las deficiencias de nitrógeno son una de las principales limitantes para la producción en el trópico. La suplementación de proteína a forrajes de- ficientes incrementa la digestibilidad al elevar los niveles de amoníaco en el líquido ruminal y como consecuencia se puedeincrementar el consu- mo voluntario (Nolan el al., 1986). Asimismo, se provee una mayor cantidad de proteína metabo- lizable para el animal en el intestino delgado, causado por el incremento en la síntesis de pro- teína microbial (Pisulewski el al., 1981). A pesar de que las deficiencias de nitrógeno se han detectado desde hace varios años en los forra- jes tropicales, éstas no se han estudiado en forma sistemática y los estudios que existen no contem- plan la caracterización de la degradabilidad del nitrógeno en el rumen ni de los requerimientos de proteína metabolizable para bovinos en cre- cimiento en pastoreo. La cantidad y degradabilidad ruminal del ni- trógeno y la digestibilidad de la materia seca están muy relacionadas. Algunos estudios al respecto indican que una concentración de 1.3 g Nll 00 g de materia orgánica digerible (MüD) permiten tener al animal en mantenimiento, mientras que con 2.5 g N/lOO g MüD, se obtiene el consumo máximo, y a mayor consumo voluntario, mayor producción animal (Riquelme, 1987). Un principio elemental de la nutrición de ru- miantes en pastoreo es que exista una cantidad mínima de nitrógeno degradable para que los icroorganismos del rumen puedan utilizar al áximo la pared celular del forraje y de este lodo obtener la mayor cantidad de energía del orraje (Klopfenstein el al., 1991). La suplementadón del nitrógeno cuenta que habrá competencia entre animales y que lo puede repercutir en la utilización del suplemento. También es importante tener presente que en ciertas ronas existen algunos alimentos alterna- ti, o como árboles, arbustos y cactáceas. Empero, es necesario conocer el valor nutricional, la acepta- bilidad la posible toxicidad de la mayoría de esos recu o. Es recomendable suplementar antes, du- ranle después de la sequía. Antes de la sequía debemo evaluar la condición del agostadero en término del número de animales que se pueden mantener, y evaluar la condición de los animales. recomendable almacenar cierta cantidad de alimentos y disponer de bebederos. Durante la sequía, es necesario hacer un anális' objetivo de los siguientes puntos: condición de lo animales, disponibilidad de alimento, dis- ponibilidad en efectivo, disponibilidad de agua y duración probable de la sequía. Con base en dicho análisi debemos tomar ciertas decisiones de manejo como el número de animales en la pradera y lo cambios pertinentes en el calendario repro- ducti o. De pués de la sequía, se debe hacer otro análisis y e aluación objetiva sobre el impacto de las es- trategias sobre la producción y economía de la empresa, lo cual nos dictaminará si debemos con- tinuar o modificar las estrategias. 6 Capítulo Tres nitrógeno, es la técnica in situ de Mehrez y 0rskov (1977). Sin embargo, esta metodología no consi- dera ninguna corrección por la fracción de N ligado a la fibra detergente ácido (N-FDA) ni a la adherencia microbial. El INRA (19S9) ha publicado valores de degradabilidad para muchos forrajes y alimentos; sin embargo, al no considerar la adherencia microbial podemos considerar que los valores de degradabilidad del N han sido subes- timados. La caracterización de la fracción microbiana adherida es importante, ya que permite corregir la proporción de proteína remanente después de la incubación ruminal con lo que se mejora el estudio de la cinética de la desaparición de ni- trógeno en el rumen (Gutiérrez, 19S9). Mendoza et al. (1993) realizaron estudios para determinar la degradabilidad ruminal del ni- trógeno de los pastos estrella (PE), gigante (PG) y de la leguminosa Kudzú (LK), en muestras colec- tadas en el estado de Tabasco. Los resultados de degradación ruminal (en porcentajes), basándose en la determinación del N residual fueron: PE 1.97c, PG 20.6Sb y LK 49.0Sa. Posteriormente se determinó la degradabildad ajustando el residual por el N ligado a fibra deter- gente ácido (N-FDA), y los resultados fueron: PE 2.03c, PG 24.59b YLK 49.1 Oa. Finalmente se estimó la adherencia microbial (g N/kg MS residual) en los forrajes para obtener los siguientes valores de adherencia microbial: PE 12.2c, PG 14.59b Y LK 19.1Oa. La degradabilidad del nitrógeno DRN, corregida por N-FDA y por adherencia microbial fue: PE 46.02a, PG 59.30a y LK 59.S2a (P.05). Para comprobar que es necesario estimar la fracción microbial, se hizo un análisis de regresión entre las diferentes estimaciones y se encontró que la pendiente de la regresión de la degradabilidad ajustada por contaminación bacteriana fue dife- rente de uno y el intercepto diferente de cero, lo cual indica que los valores obtenidos no son con- fiables al no corregir por N-FDA con adherencia microbial. La estimación de la degradabilidad ru- minal del N in situ en forrajes, debe considerar la adherencia microbial y el N en FDA. Algunos estudios realizados con forrajes de clima templado han mostrado que la proteína es extensamente degradada en el rumen (Beever y Sidclons, 1986; Satter et al., 19S9). En raciones exclusivas de forrajes, la degradación de la pro- teína en el rumen se incrementa debido a la reduci- da tasa de pasaje en el ru men y el elevado pH (0rskov, 19S2). En general existe poca información sobre la degradabilidad de forrajes tropicales y es posible que en los estudios de Mendoza et al. (1993), la degradabilidad se haya reduddo artificialmente por las condiciones de secado de las muestras, o bien porque el tiempo de incubación seleccionado (16 h, 0.06/h) no correspondía a una tasa de pasaje representativa de los forrajes t.ropicales. A pesar de que los métodos in situ han de- most.rado ser simples y útiles en el estudio de la degradación de alimentos en el rumen (0rskov, 19S5), los resultados muestran la importancia de det.erminar la contaminación microbial para no subestimar la degradabilidad del (Gutiérrez, 19S9) y para obtener una mejor estimación de la proteína de escape y degradable. El grado de adherencia no es un aspect.o total- mente ent.endido ya que ést.a va a variar con el tipo de bacterias, las caract.erísticas del sustrato y el tiempo de incubación (Latham et al., 1975). Se han reportado problemas de contaminación microbial al incubar forr~esde clima templado (Barrio et al., 19S6). La estimación del N microbial debe ser consi- derada para mejorar la estimación de la cinética de digestión en el rumen (Gutiérrez, 19S9). La con- taminación microbial puede ser poco significativa en granos y pastas de oleaginosas (Nocek, 19S5), pero puede causar grandes errores en forrajes de bajo contenido de proteína (Varvikko y Lindberg, 19S5), como los presentados en este estudio. Los valores de digestibilidad negativa son una indica- ción de la magnitud de la adherencia microbial. Algunos estudios han demostrado que la adherencia microbial en forrajes en el cálculo de proteína de escape en aquéllos suelen ser mayores. En relación con los valores de adherencia micro- bial, observados en este estudio (promedio 15.54 g N/kg MS), son valores mayores a los reportados por Negi et al. (19SS) en fibra y celulosa libres de N a 12 h de incubación y a los de Varvikko y Lindgberg (19S5), cuyos valores estaban en el rango de 2.35 y 12.25 g N/kg MS en diversos granos y forrajes. De acuerdo con Gu tiérrez (1 9S9) existe poca información sobre adherencia microbial El comportamiento de bovinos en pastoreo 37 y estima que en estudios de 12 h de incubación la adherencia microbial representa de tres a cuatro g N/kg MS residual. La mayor contaminación de los forrajes tropi- cales podría estar relacionada con varios factores como su bajo contenido de que magnifica la proporción de la adherencia (Mathers y Aitchin- son, 1981), a su menor digestibilidad comparada con forrajes de clima templado (Van Soest, 1982), o bien a características de los componentes de la pared celular (Akin y Amos, 1975; Akin YBarton, 1983). Porotro lado, es necesario estudiar diver- sos marcadores microbiales para comprobar estos valores, o bien tratar de eliminar las bacterias adheridas con metil-celulosa (Kudo el al., 1987), ya que los detergentes no han dado resultados satis- factorios (Britton, 1991; comunicación personal) y la lisosima no degrada la pared celular de bacterias adherentes importantes como Rurninoccocu5 albus (Morris y Cale, 1987). La técnica de regresión para comparar resul- tados de una variable estimada con distintos méto- dos ha sido utilizada (Carulla, 1990; Mendoza, 1991). Si la prueba de la pendiente = 1 fuera significativa, esto indicaría. que se estimarían los valores de degradabilidad en el mismo orden biológico si existieran diferencias entre las medias; si la prueba del intercepto = O resultara significa- tiva no habría sub o sobre estimación de valores (Drapper y Smith, 1981). Los estudios de degradación de en forrajes tropicales deben continuarse para poder estable- cer programas adecuados de suplementación de N degradable para maximizar el uso de la materia orgánica de los forrajes, por ejemplo, con un con- tenido de inicial de 1.07%, con 46% de degra- dabilidad y una digestibilidad de la materia orgánica de 45% (Meléndez el al., 1980), po- dríamos estimar que el pasto estrella tiene 1.18 g de N degradable por 100 g de MO. Este valor estaría limitando la digestión del forraje si consi- deramos que se requieren de 13.4 a 18.7 g de N degradable en rumen por cada 100 g de materia orgánica digestible (Miller, 1980; Van Soest el al., 1982; Tamminga, 1983). Esto concuerda con otras aproximaciones ya ue se estima que para forrajes con menos de 70 g le proteína cruda/kg de materia seca, el consumo del forraje y la digestión son limitados (Doyle, 1987). La estirilación de la degradabilidad del N es importante si consideramos que los forrajes tropi- cales presentan variaciones cauntitativas y cualita- tivas durante distintas épocas del año. La estimación adecuada de la degradabilidad va acompañada de la estimación de la proteína de escape, pasante o sobrepasante, y permitiría es- tablecer programas de suplementación con N de escape. Se ha demostrado que en los animales alimentados con forraje, la proteína microbial re- sulta ser insuficiente para obtener la máxima tasa de crecimiento (0rskow y Howell, 1986). En la estimación de la degradabilidad ruminal del N in 5ilu en forr~es tropicales debe consi- derarse la estimación de la adherencia microbial y el N en FDAI. Si no se consideran ambos factores de corrección se puede subestimar la degradabili- dad del N Y obtener valores biológicamente no significativos. El metabolismo del nitrógeno en el rumen La característica única anatómica y estructural del tracto gastrointestinal de los rumiantes, ha permi- tido que estas especies se desarrollen en una re- lación simbiótica con los microorganismos del rumen. También les permite utilizar carbohidratos estructurales de las paredes celulares de las plantas que no son digeridas por las enzimas presentes en los tejidos de mamíferos. La proteína dietaria con- sumida por los rumiantes es degradada por los microorganismos ruminales produciendo amoníaco. El crecimiento de la población bacteria- na depende del suministro de cantidades ade- cuadas de nitrógeno degradable en el rumen y carbohidratos (Hungate, 1966). El amoníaco es la principal fuente para síntesis de proteína microbiana en el rumen (Nolan y Leng, 1972) Y proviene de la proteína y del ni- trógeno no proteínico ( NP) de los forr~es. A nivel ruminal existe un recicl~ede nitrógeno entre los microorganismos ruminales y a nivel animal puede ser reciclado vía saliva o directamente hacia el rumen vía sanguínea (Doyle, 1987). Se estima que la fermentación de los forrajes e limitada principalmente por amoníaco y azufre (Nolan el al., 1986). Wallace (1979) demostró que 38 Capítulo Tres la acti idad el tamaño de la población microbiana ruminal se incrementa cuando se suplementa con urea. in embargo, cuando el N es suplementado en exceso, este se absorbe fácilmente por la pared ruminal (Huntington, 1986) o se convierte en urea en el hígado y posteriormente es excretado en orina o reciclado por la saliva o por la sangre al lumen ruminal. El exceso de N también puede alterar el metabolismo de los carbohidratos (Leonard et al., 1977) por los costos de la síntesis de urea. Algunos estudios han establecido que es nece- sario obtener concentraciones de 5 mg/l 00 mi de N-NH3 (Peterson, 1987). Otros estudios indican que se requiere de 13.4 a 18.7 g de nitrógeno degradable en rumen por cada 100 g de materia orgánica digestible (Miller, 1980; Van Soest et al., 1982; Tamminga, 1983). Petersan indicó que la su- plementación de NNP es más efectiva cuando la concentración ruminal de - H3 es del orden de 2 mg/l 00 mi o menos. La suplementación de nitrógeno degradable a raciones con bajo contenido de N, resulta en incre- mentos de digestibilidad de la materia orgánica y consecuentemente en la cantidad de energía que consume el animal (Hinnant y Kothman, 1987). Esto significa que para obtener un máximo aprovechamiento de la energía de los forrajes es necesario considerar el aporte de N del forraje y en casos de deficiencia, suplementarlo. Los rumiantes tienen capacidad para compen- sar las deficiencias de N a través del reciclaje del mismo (Hennessy y Nolan, 1988). Sin embargo, a pesar de estos mecanismos, Nolan et al. (1986) estimaron que en animales alimentados con forra- jes deficientes en N, considerados aquellos con menos de 20 g N/kg de materia orgánica digestible, la concentración de N amoniacal no es suficiente para soportar la máxima actividad fermentativa o producción de proteína microbial. En forma general se estima que con forrajes con menos de 70 g de proteína cruda/kg materia seca, el consumo y la digestión es limitada en los rumiantes (Doyle, 1987). Es importante señalar que los forrajes nativos en los trópicos y algunos otros forrajes pueden presentar deficiencias de N durante distintas épocas del año. Los requerimientos de azufre para la síntesis de aminoácidos sulfurados (Buttery y Lewis, 1982) debe considerarse cuando se suplemente el N con nitrógeno no proteínico. Harrison y McAllan (1980) sugieren que se proporcione una relación de azufre-nitrógeno degradable en rumen de uno a 20. A pesar de que los microorganismos ruminales tienen requerimientos de ácidos grasos ramifi- cados, péptidos (Cotta y Hespell, 1986; Wallace y Cotta, 1988) y otros aminoácidos (Peterson, 1987), los requerimientos de N amoniacal han sido re- conocidos como los más importantes (Adamu et al., 1988). Es necesario que en México se estudie la degradabilidad del de los forrajes para poder identificar aquellas situaciones donde el N-NH3 esté limitando la actividad microbial. Los requerimientos de proteína metabolizable La proteína que llega al intestino se compone de proteína microbiana, proteína dietaria no de- gradada (pasante, sobrepasante, o de escape) y cantidades limitadas de nitrógeno endógeno. El requerimiento de proteína va a depender de varios factores como edad, sexo, genotipo, nivel de pro- ducción, alimentación previa, entre otros (Droui- llard, 1989). La síntesis ele proteína microbiana va a elepen- eler ele la energía elel forraje y del degradable, por lo que la contribución ele proteína microbiana al animal presenta graneles variaciones ele acuerdo con la dieta (Polan, 1988); sin embargo, a través de la suplementación de N elegraelable y de proteína de escape, es posible manipular la cantidad de proteína metabolizable que llega al duodeno y así optimar el crecimiento del animal. Se estima que los requerimientos de proteína del animal están entre 300 y 400 mg de aminoáci- dos netos por kg ele peso metabólico (0rskov y Hovell, 1986) y que no pueden ser cubiertos por la síntesisde proteína microbiana. 0rskov y Hovell (1986) estimaron que en animales alimentados a mantenimiento, la proteína microbiana es insuficiente para cubrir los requerimientos de mantenimiento por lo que se requiere de proteína no degradable en la ración. Además ele estas limi- tantes, estos mismos autores enfatizaron que la proteína de los forrajes es casi completamente degradada en el rumen, resultando en limitado El comportamiento de bovinos en pastoreo 39 crecimiento debido a la deficiencia de proteína para el animal. La degradación de proteína de los forrajes es elevada y puede exceder el 70% (Beever y Siddons, 1986; Satter el al., 1989). Con raciones exclusivas de forraje, la degradación de la proteína en el rumen se incrementa debido a la reducida tasa de pasaje en el rumen y el elevado pH (0rskov, 1982). Por lo tanto, una alternativa para condiciones ele producción, donde la proteína es limitante, es la suplementación con fuentes de proteína de baja degradabilidad ruminal, como harina ele pescado. de carne o de sangre (Gutiérrez, 1989). Estas de- ben ir acompaüadas de una suplementación de compuestos nitrogenaelos degradable como la urea, para obtener la mayor actividad de los mi- croogranismos ruminales (Klopfenstein el al., 1985). Las proteín'as de escape Una proteína de escape (pasante, sobrepasante) es aquélla que pasa intacta del rumen al tracto poste- rior. La proteína digestible es la porción de la proteína ele escape que es hidrolizada enzimáti- camente )' absorbida como aminoácidos en el in- testino (Leng, 1989). La proteína no elegraelada en el rumen repre- senta la fracción que es potencialmente disponible para el animal en el intestino delgado y puede contribuir en forma significativa a cubrir los re- querimientos de proteína metabolizable en ru- miantes. La respuesta a la suplementación de proteína no degraelable se presenta solamente cuando la proteína metabolizable es el primer nu- triente limitan te, y cuando las necesidades de com- puestos nitrogenados degradables han sido cubiertos (Gutiérrez, 1989). Este concepto es im- portante en la planeación de experimentos para evaluar la proteína de escape (Klopfenstein, 1988). El ganado en crecimiento, así como en lac- tación, tiene el mayor requerimiento de proteína metabolizable y por lo tanto de proteína no de- gradable (Klopfenstein, 1988). Existe escasa infor- mación acerca de la respuesta de suplementación con proteína de escape en México. Sin embargo, hay algu nas referencias con forrajes de baja calidad que podrían ser comparados con algunos forrajes tropicales o los de zonas áridas y semi-áridas. Brandt y Kolpfenstein (1986) encontraron que corderos alimentados con alote de maíz suplemen- tados con NNP perdieron peso, mientras que al suministrar 50% elel N con N no degraclable y 50% con NNP los animales tuvieron un balance positivo de energía. Roth et al. (1986) realizaron dos ensayos con bovinos en crecimiento alimentados con subpro- ductos del maíz suplementados con urea o con proteína no degradable en el rumen. Los novillos alimentados con proteína de escape tuvieron una mayor ganancia de peso (0.40 1IS. 0.24 kg/ani- mal/día) que aquéllos que recibían urea. Fernán- dez-Rivera et al. (1989) estudiaron la respuesta a distintos niveles de suplemtación con proteína de escape a becerros en crecimiento pastoreando en residuos de maíz. Todos los tratamientos fueron suplementados con urea para cubrir los re- querimientos de degradable. La máxima respuesta se obtuvo con 163 g/animal/día de pro- teína de escape utilizando un suplemento basado en gluten de maíz y harina de sangre. Es importante conocer las características de la estructura de las proteínas que se pueden utilizar como suplementos de escape o proteína pasante. Por ejemplo, proteínas como enlaces cruzados de hidrógeno y sulfuro son inherentemente resisten- tes a la degradación por las enzimas bacteriale ( RC, 1985). La proporción de las proteínas que escapan a la fermentación se altera por procesos de calentamiento (Chalupa, 1975; Cclale, 1987). Muchos otros productos como pastas de oleagi- nosas y subproductos de origen animal son someti- dos a diversos grados de calor durante su proceso, incrementando su resistencia microbial a la de- gradación ruminal y potencialmente también a las enzimas de los mamíferos. La formación de pro- ductos de la reacción Maillard es la principal causa por la reducción en la susceptibilidad de de- gradación de proteína al calentar forrajes o pastas de oleaginosas. El sistema de proteína metabolizable La proteína metabolizable es la proteína dige tibie de escape más la proteína digestible de los microor- ganismos que llegan al intestino delgado (Len bustamante.jesus Resaltado 40 Capítulo Tres Fucnte: Lcng, 19H9. donde: DlGF = 0.98 * ce + FDN * DPC I 000 g de Proleína degradable en el rumen CO"CH, 600 g AGV 30 g Proteína microbial (l5!J g microbios) 146 g H., 30 g( H,- 5t5 g AGV CO, CH, 13R g Proteína microhial (310 g microbios) JODO g de Carbohidratos fermentables como fihra Figura 3.2 La degradación de carbohidratos ferment.ables, proteína en el rumen con la producción de AGV y la proteína microbial las paredes celulares y contenidos celulares. La pared celular o fracción llamada fibra detergente neutro (NDF) tiene una fracción potencialmente digestible y una fracción indigestible, las cuales pueden ser estimadas incubando los forrajes por más de 72 horas en el rumen. La fracción de FDN potencialmente digestible está en función de la degradación enzimática o tasa de digestión y por su tiempo de permanencia en el rumen (Waldo el al., 1972). La digestibilidad de las paredes celulares (DPC) se puede calcular con la ecuación derivada por Allen y Mertens (1988): DPC = kd/(kd + kp) kd = tasa de digestión de FD ,%/h kp = tasa de pasaje de la FD ,%/ h Los contenidos celulares (CC) tienen una di- gestibilidad del 98% (Van Soest, 1982); por lo tanto, la digestibilidad del forraje (DIGF, %) se puede calcular con la siguiente ecuación: La digestibilidad del forraje La digestibilidad del forraje está muy relacionada con su estructura y con la actividad de los microor- ganismos del rumen. Van Soest (1982) desarrolló la metodología de fraccionamiento del forraje en 1989). Burroughs et al. (1974) desarrolló un istema para expresar las necesidades de rumian- tes en crecimiento y lactación que integrara la disponibilidad de nitrógeno y energía en el rumen, así como la proteína de escape. En este sistema la utilización del N degradable en el rumen está en función de la energía de la dieta. El potencial de fermentación de urea (PFU) de un alimento se describe como la cantidad adicional de urea (o su equivalente), que podría ser utilizado para síntesis de proteína microbial basados en la energía de la ración. La suma de la proteína no- degradable en el rumen (escape, pasante) y la proteína microbial se considera la proteína meta- bolizable. La energía de un alimento proviene de los carbohidratos fermentables que son degradados por los microorganismos ruminales, produciendo ácidos grasos volátiles (AGV), y microorganismos que utilizan la energía (ATP) para su crecimiento (véase Figura 3.2). Este sistema tiene una aplicación práctica im- portante para optimar la utilización de los diversos ingredientes de la ración, y se han desarrollado varios sistemas similares que están a discusión ac- tualmente (NRC, 1985). En el caso específico de animales en cre- cimiento, algunos estudios con modelos de simu- lación sobre crecimiento, basados en el sistema de proteína metabolizable de Burroughs el al. (1974), quienes han demostrado que es factible predecir la respuesta animal a la suplementación de pro- teína (Fernández-Rivera el al., 1989a). Algunas aplicaciones del sistema se presentan eneste libro detalladamente y en el Cuadro 3.3 se presentan algunos valores de degradabilidad y energía de algunos alimentos. La Figura 3.2 se refiere a la degradación de carbohidratos fermen- tables y proteína en el rumen con la producción de ácidos grasos volátiles (AGV; 70% acetato, 20% propionato, 10% butirato) y la proteína microbial. El comportamiento de bovinos en pastoreo Cuadro 3.3 La información sobre la degradabilidad de algunos alimentos (con base seca) usados en la alimentación de rumiantes con especial énfasis en el Sistema de Proteína Metabolizable 41 Alimento Proteína cruda, Proteína degradable, TND,% %dela MS %de la MS 1. Granos Cebada 12.0 8.8 83 Maíz 10.0 6.3 90 Sorgo 8.0 6.3 90 Triticale 16.5 10.4 84 Trigo 12.3 7.7 89 II. Subproductos energéticos Melaza de caña 5.8 5.8 72 Pulido de arroz 14.5 5.9 70 Salvado de trigo 17.1 10.7 70 III. Proteínicos Harina ele sangre 89.8 20.7 65 Gluten ele maíz 21.5 14.7 77 Harinolina 45.8 21.9 78 Harina ele pluma 91.3 45.6 70 Harina de carne y hueso 53.8 22.7 71 Pollinaza 24.5 7.5 66 Gallinaza 28.0 14.0 52 Soya integral 41.7 26.9 91 Pasta de soya 45.0 30.1 85 Pasta ele girasol 25.9 16.7 44 Urea 280 280 O IV. Forrajes Alfalfa deshidratada 16.3 10.0 59 Alfalfa deshidratada 21.8 7.9 62 Rastrojo de maíz 5.0 2.5 45 PéUa de avena 4.4 2.0 50 EnsiléUe de maíz 8.0 4.8 70 Fllmlp; AdapLado ele KlopkllSICill y SLock (1991) 42 donde: Capítulo Tres Gkd = 1.02 - 0.0103 * G CC FO OPC contenidos celulares del forraje (%) = fibra detergente neutro del forraje (%) digestibilidad de la FON (%) donde: G = % de grano en la ración. La tasa de pasaje (kp, %/h) está directamente relacionada con el nivel de consumo. Basándonos en la información recopilada por Owens y Goetsch (1986) podemos describir el efecto del consumo en la tasa de pasaje con la siguiente ecuación de regresión: kp = 0.98 + 1.43 * 1 donde: 1 = consumo, como porcentaje del peso vivo Es muy importante conocer aquellos factores que modifican la tasa de digestión y de pasaje, ya que se pueden alterar estas tasas y, por lo tanto, el consumo de energía del animal en pastoreo. El nivel de grano o de concentrado, así como la suplementación de nitrógeno degradable en el rumen, pueden modificar la tasa de digestión de la fibra. Basados en la información sobre la suplemen- tación de maíz en la cinética de la digestión de la fibra (Klopfenstein y Owen, 1988), estimamos un factor de ajuste (Gkd) para estimar los efectos asociativos negativos del almidón en la digestión de la fibra: De acuerdo con la pendiente de la ecuación, la suplementación de grano rech,lce la digestión de la fibra y esto se debe a que existe una reducción en el pH ruminal, lo cual deprime la actividad enzimática y el crecimiento de microorganimo celulolíticos. En términos prácticos, no e re- comienda suplementar con grano más del 25% del total del consumo de materia seca. Este valor no puede considerarse como un punto fijo, ya que de la tasa de degradación de los granos puede ser muy variable (Mendoza y Ricalde, 1993). Los efectos de la suplementación con ni- trógeno o proteína degradable en el rumen fueron estimados de los trabajos de Wallace (1979) para raciones con proteína menor a 6%, con el factor de ajuste kd: kel = 0.1 * pe donde: PC = proteína cruda de la ración Esta ecuaClon inclica que si los forrajes son limitantes en proteína, la respuest'a en términos de digestibilidad es importante y se incrementaría notablemente la digestión de las paredes celulares. CAPÍTULO CUATRO La estimación del crecimiento en pastoreo El presente capítulo contiene ecuaciones útiles para predecir el comportamiento de bovinos en pastoreo con base en el consumo de proteína me- tabolizable y de energía. EL ANÁLISIS DEL FORRAJE Y LOS SUPLEMENTOS Para poder estimar la respuesta de un bovino en crecimiento, es necesario conocer la composición del forraje y de los suplementos, y es recomendable recurrir al laboratorio o a tablas de composición para conocer los siguientes nutrimentos: • Materia seca (MS) • Cenizas • Fibra detergente neutro (FDN) • Proteína cruda (PC) • Proteína degradable (DEG) como porcentaje de la proteína cruda. • Proteína soluble • Digestibilidad in viLm de la MS (DIVMS) • Digestibilidad in vitro de la materia orgánica (DIVMO) Con esta información se puede estimar el valor energético de los forrajes y establecer el tipo de suplementación necesaria para obtener la máxima digestión de la fibra del forraje y el consumo. Para predecir el contenido energético de los alimentos con base en el análisis del laboratorio, se puede utilizar la relación que existe entre la diges- tibilidad y el total de nutrientes digeridos (TND) ajustado por el contenido mineral (Fernández- Rivera eL al., 1989) y con las relaciones descritas por el NRC (1984). TND (%) == DIVMS * 0.92 o TND (%) == DIVMO EM (McaVkg MS) == 3.62 * (TNDIl 00) ENm == 1.37 EM - 0.138 EM2+ 0.0105 EM,I - 1.12 ENg == 1.42 EM - 0.174 EM2 + 0.0122 EM:I- 1.65 EL CONSUMO DE MATERIA SECA La determinación del consumo de un animal en pastoreo es difícil de calcular, ya que se requiere del uso de marcadores internos y externos, y ge- neralmente se realiza en investigaciones. El con- sumo en pastoreo es limitado y regulado por múltiples factores entre los que se encuentran la disponibilidad de forraje, la digestibilidad del forraje (NRC, 1981a; Minson, 1982) y la tempera- tura ambiental (NRC, 1981 b; Johnson eL al., 1987). 44 Capítulo Cuatro El máximo consumo teórico de u n bovino de acuerdo con su capacidad ruminal de distensión (jiU) se puede estimar con base en el contenido de FDN del forraje por la relación descrita por Mer- tens (1987, 1989): DFIC = 1.1 * (w/lOO) CMS-fill = NDFIC/RNDF donde: NDFIC = capacidad de consumo de FDN, kg/d RNDF = contenido de FDN de la ración, kg/kg DM CMS-fill = consumo máximo de MS de acuerdo con la capacidad de distensi6n del rumen, kg/d. w = peso vivo, kg En esta ecuación se puede observar que existe una relación lineal positiva entre el peso vivo y la capacidad de consumo, y que el consumo es mayor en forrajes de menor contenido de FDN. Para ejemplificar, consideremos un animal de 300 kg de peso vivo que recibe u na ración con 60% de FDN: NDFIC = 1.1 * (300/100) = 3.30 kg/d CMS-fill = 3.30/0.600 = 5.50 k/d El consumo máximo de acuerdo con la tempe- ratura ambiente o estrés calórico puede calcularse con la ecuación de J ohnson el al. (1987) cuando la temperatura ambiental media sea mayor a los 25 oC: C 1S-t = (wo.7r,) * [0.099325/ (1 +(T /36.905)(;370~!í)] donde: T = temperatura ambiental, oC w = peso vivo, kg CMS-t = consumo máximo de MS de acuerdo con la T, kg/d A partir de las dos ecuaciones podemos tener dos estimaciones de consumo: uno de acuerdo con las características del forraje o la distensión rumi- nal, y otro debido al estrés calórico. Primero se calcula el consumo por distensión (CMS-fill) con la relación de Mertens (1987, 1989) Y si la tempera- tura es mayor a 25 oC, se calcula el consumo con la ecuación ele Johnson el al. (1987). Estos'valores se comparan y se utiliza el más limitante. Si no hay estrés calórico, el consumo máximo se considera el estimado por distensión. Es importante señalar que estas ecuaciones son aplicables en animales alimentados con forrajes y no pueden ser extrapo- ladas a an imales en corrales de engorda. Por ejemplo, si el bovino de 300 kg de peso vivo se encuentra en condiciones de 28 oC ten- dríamos: CMS-t=(3000.75 y'[O.099325/(l +(28 n6.905)6.37025)] CMS-t = 6.23 kg/c1 Si consideramos que este bovino estaba reci- biendo un forraje con 60% de rDN, entonces tendríamos los siguientes consumos: CMS-fill = 5.50 k/c1 CMS-L = 6.23 kg/1l1cl En esta condición, esperaríamos queel animal consumiera 5.50 kg/d, ya que es más limitante la calidad del forraje que la temperatura ambiental. La estimación del crecimiento en pastoreo 45 En esta ecuación, el primer grupo representa la cantidad de proteína de escape o pasante del alimento asumiendo que existe una disponibilidad del 90% en intestino delgado. El segundo término de la ecuación corresponde a la proteína microbial y se consideran las pérdidas del reciclaje de nitrógeno en el rumen (15%) y el valor biológico de la proteína microbial (80%). MPSp = 75 * 6 * 0.1 = 45.00 g/kg MS MPSe = 1.044 * 55 = 57.42 g/kg MS En este caso, el forraje tiene un potencial de acuerdo con su energía de sintetizar 57.42 g de proteína microbial por su cnergía, pero la falta de nitrógeno degradable sólo permitiría que se sintetizaran 45 g/kg MS. Entonces los forrajes o suplementos pueden ser lil1litantes en encrgía o proteína y en la suplemcntación se buscaría equili- brar el nitrógeno y la energía para obtener la mayor actividad fermentativa del rumen y la máxi- ma síntesis de proteína microbial. Éste es el prin- cipio inicial que debe considcrarse al decidir qué tipo de suplemento se debe utilizar. La proteína metabol zable está formada por dos fracciones: la proteína lllicrobial y la proteína de escape o sobrepasan te. En animales en cre- cimiento, es importante maximizar la cantidad de proteína metabolizable, ya que los requerimicntos de proteína del animal son generalmente mayores a los de la proteína microbial y la suplementación con proteínas de baja degradabilidad en el rurnen es deseable. . La proteína metabolizable (MP, g/kg MS) se calcula con la siguiente ecuación: Entonces tenemos dos ecuaciones, y la síntesis de proteína microbial puede estar limitada por la energía o por la proteína degradable en rumen. Por ejemplo, supongamos que tenemos un forr~e con 6% de PC, 75% de DEG y un TND de 55%. Entonces: I , proteína cruda, % Donde: DEG = degradabiliclad ruminal de la proteína, como porcentaje de la proteína cruda. PC En la ecuación original se utiliza el valor de TND. Si se desea usar el valor de TND de un forraje o suplemento, debe restarse la contribución de las grasas, ya que el cálculo de síntesis de pro- teína microbial desarrollado por Burroughs el al. (l974ab), está directamente relacionado con la energía fermentada en el rumen y las grasas no suministran energía a los microorganimsos del rumen. En segundo término, se debe de calcular la proteína microbial potencial a partir de la proteína d7 (MPSp) de acuerdo con la siguiente ecuación: MP = [PC*O.I* (lOO-DEG)* 0.9]+[(MPS-15)*0.8] . l.' ti ' c¡ve ·h!,.~s(olMll: e< ch/d'A' Ji --- el'" fi;U"rO .MPSp=DEG*PC*O.l ~ ...et< 11 IIt-'" EL COMPORTAMIENTO ANIMAL POR CONSUMO DE PROTEÍNA Existen dos principales sistemas de estimación de crecimiento por el metabolismo de energía, uno es el sistema PDI francés (INRA, 1989) Yel otro es el sistema de proteína metabolizable desarrollado en Iowa (Burroughs el al., 1974a, b; Burroughs el al., 1075). Aquí se utilizará el sistema de proteína Jl1ctabolizable de Burroughs debido a que existe información en modelos de simulación que indican que se puede predecir en forma acertada el com- portamiento de bovinos en condiciones de pas- toreo (Fernández-Rivera el al., 1989). Primeramente, en este sistema se tiene que estimar la cantidad de proteína microbial (g/kg MS), que se puede obtener en forma potencial al fermentar un substrato en el rumen de acuerdo con su contenido de energía y de proteína degra- dable en el rumen. Primero se calcula la síntesis de proteína microbial potencial con base en la energía (MPSe) con la siguiente ecuación: ~Mlc.., J ~~t.;'l v",{,1¡~ e-w J1 CM ~ MPSc = 1.044 * DIVMO:::// ( bustamante.jesus Resaltado bustamante.jesus Resaltado 46 Capítulo Cuatro Para poder incrementar el flujo de pro- teína metabolizable debemos incrementar la proteína microbiana dando la energía o nitrógeno degradable en equilibrio y/o incrementando el flujo de proteína pasante a través de la suplementación con proteínas de lenta degradación o protegidas. Como ejemplo calculamos la proteína metabo- lizable del forraje con 6% de PC, 75% de DEG y un TND de 55%. En la ecuación se utilizará el valor de síntesis de proteína microbial de 45 g/kg MS, ya que el nitrógeno degradable era más limitante que la energía, por lo tanto: PM = [6 * 0.1 * (100-75) * 0.9] + [(45-15) * 0.8] PM = 37.5 g/kg MS Para conocer el consumo de proteína metabo- lizable total multiplicamos la PM por el consumo. Por ejemplo, supongamos que el consumo esti- mado es de 5.50 kg/d, entonces: • PM consumida = 37.5 * 5.5 = 206.25 g/d Dado que los alimentos pueden estar en dese- quilibrio de energía o proteína, Burroughs et al. (1974ab) desarrollaron un concepto práctico para seleccionar el suplemento, denominado PFU o potencial de fermentación de urea: PFU = [(1.044 * TDN) - (DEG * CP * 0.1)]/2.8 E te valor representa los gramos de urea que pueden ser fermentados por kg de materia seca . pueden ser positivos o negativos. Un valor nega- tivo indicaría que existe exceso de nitrógeno de- dable o que se requiere de suplementar energía para aprovechar la cantidad de proteína de- ~dada en el rumen. Por otra parte, un valor B@~fii'~ repr entaría los gramos de urea que pueden aña . e por kg de MS para utilizar al , . o la e eT ' del ub trato. Por ejemplo, el PFU del forraje con 55% de TND, 75% DEG Y 6% de PC tendríamos que la proteína metabolizable sería de: PFU = [(1.044*55) - (75 * 6 * 0.1)]/2.8 = + 4.43 Esto significa que la adición de 4.43 g de urea por kg de MS permitiría incrementar la síntesis de proteína y que el forraje es deficiente en nitrógeno degradable. Para los casos donde el PFU sea mayor a cero se puede calcular la proteína metabolizable que se obtendría al suplementar con la urea (PM-PFU), asumiendo una eficiencia de utilización de la urea del 80% con la siguiente ecuación: PM-PFU = PFU * 2.225 Por ejemplo, si suplementamos los 4.43 g de urea tendríamos la siguiente proteína metabo- lizable adicional: PM-PFU = 4.43 * 2.225 = 9.85 g/kg Entonces la proteína metabolizable total (CPMt), al suplementaria con urea, sería la suma de la proteína metabolizable y la proteína metabo- lizable de la urea multiplicada por el consumo de materia seca: CPMt = (PM + PM-PFU) * CMS Por ejemplo, si la PM fue de 37.5 g/kg MS, la PM-PFU de 9.85 y asumimos un consumo de 5.5 kg/d, al suplememntar con urea se tendría el siguiente consumo de proteína metabolizable: CPMt = (37.5 + 9.85) * 5.5 = 260.42 g/d bustamante.jesus Resaltado La estimación del crecimiento en pastoreo 47 En este caso, la suplementación con urea incre- mentó el flujo de proteína metabolizable en un 26%. Es importante mencionar que si se usan suplementos diferentes a la urea, también se puede calcular la proteína metabolizable considerando sólo la proporción que representan en la ración. Todos estos cálculos son necesarios para poder estimar los cambios de peso de los bovinos en pastoreo de acuerdo con su consumo de proteína, el cual se estima con las ecuaciones presentadas por Fernández-Rivera el al. (1989a). Primero hay que mencionar que la proteína metabolizable consumida se destina a dos funcio- nes: mantenimiento y ganancia. CPMt = PMm + PMg donde: ePMt = consumo de proteína metabolizable PMm = proteína metabolizable para mantenimiento PMg proteína metabolizable para ganancia El requerimiento de proteína metabolizable se calcula con la siguiente ecuación: PMm = [0.0125 * (70.4 * wO.7:14 )]/ 0.47 Entonces, si el consumo ele proteína metabo- lizable ePMt es mayor que el requerimiento (PMm) se puede estimar la ganancia diaria de peso debida al consumo de proteína (Gp) con la fórmula: Gp = 0.00137 * PMg Por otro lado, si elconsumo de proteína meta- bolizable ePMt es menor que el requerimiento (PMm) se puede estimar la pérelida diaria de peso debida a la falta de proteína (Pp) con la fórmula: Pp = (CPM - PMm)/(O.lG - 0.0001 * W) Donde: w = peso vivo, kg Para ejemplificar la aplicación de estos concep- tos, consideremos el bovino de 300 kg con un consumo de 5.5 kg/d, alimentado con un forraje con 55.2% TND, 6% de pe y 75% DEG. Esta ración elaría una concentración de proteína metabolizable de 37.5 g/kg MS y un PFU de +4.51 g/kg MS. Primero calculamos el requerimiento ele pro- teína metabolizable para mantenimiento del animal: PMm = [0.0125* (70.4*3000 7:\4)]/0.47 = 123.19 g/el Después calculamos el consumo ele proteína metabolizable: CPM = 37.5 * 5.5 = 206.25 g/el La proteína metabolizable disponible para ganancia se calcula por diferencia: CPMt = MPm + MPg 206.25 = 123.19 + PMg PMg = 83.06 Dado que el ePMt es mayor que PMm, con la PMg podemos calcular la ganancia diaria ele peso por proteína: Gp = 0.00137 * 83.06 = 0.114 kg/cl Ahora, para conocer el impacto que tendría la suplementación ele urea en las mismas condicio- nes, tendríamos una proteína metabolizable de proteína y el animal tendrá una ganancia en re- lación con el consumo de energía. \j"\'\.<::I <.\~ \<::1'" <\."'~~c.\.<::I'" \.'\'\.~'" \\\.'\.~<::I\.\.o...\.'\\.~'" ~'" ~\\.\.~\.'\- ~~'-~<>..~ "&..~~~'--<>..~"-~~~~ ~~"&..~"-~~"""&..~~~~~"Z. 't1.en.e U11añ1m~ en. I:S:mu1Cl\)n.e-:;\'.e )"Ja-:;\'<::IJ:e\)").<::I C.\)~ altera sus requerimientos de energía para mante- nimiento. De hecho, el requerimiento de man- tenimiento varía de acuerdo con el potencial genético del animal, el estado fisiológico, sexo, estación, nivel de nutrición y edad (Ferrel, 1988). El requerimiento de energía neta para man- tenimiento (E Ill, Mcalld) está relacionado con el peso metabólico y se puede estimar con la siguiente ecuación: Capítulo Cuatro 47.54 g/kg MS, lo que da un consumo ele proteína metabolizable de 261.44 g/d. La PMg para ganan- c..\~ "'~\.\o... <.\~ \~~."2..\;) ~<.\, \<::1 c..\.).<\.\ "'\%\.'\\.~c..<\.úC:\. \,),\.'\0... ~~<>-~~'Q:,.. ~~'Q:,.. ~~~~~ ~~~~~~""-~~~'-~~~~ urea. Ahora consideremos que el mismo bovino sin suplementación de urea tiene un consumo ele 5.5 kg/d, entonces el CPM sería de 115 g/d, lo cual sería menor al valor del requerimiento de man- tenimiento estimado para dicho animal (123.19 g/d) por lo que aplicaríamos la fórmula de pérdida de peso. 48 Pp = (115-123.19)/(0.16-0.0001*300) = - 63.04 g/d ENm = 0.077 wO.7:", Estos valores de ganancia o pérdida ele peso son considerados como potenciales, ya que debe conocerse la ganancia probable con base en el con- sumo de energía para poder estimar la ganancia ele un bovino en crecimiento en pastoreo. Es im- portante señalar que estas fórmulas han sido de- finidas para bovinos en crecimiento y que no se aplican a animales adultos o hembras con distintas condiciones fisiológicas. Sin embargo, los prin- cipios biológicos son similares y con las constantes que describe el RC (1984) para ganado de carne se puede estimar el comportamiento en diversas etapas reproductivas. Para estimaciones de cre- cimiento en corrales de engorda, el lector deberá referirse a otro libro de texto (Mendoza y Ricalde, 1993). EL COMPORTAMIENTO ANIMAL POR CONSUMO DE ENERGÍA La ganancia o pérdida de peso de un animal también depende del consumo de energía, la cual debe estimarse. Si la ganancia estimada por el consumo de proteína (Gp) es mayor que la calcu- lada por consumo de energía (Ge), entonces por deficiencia de energía no se podrá depositar la proteína y parte de esa proteína en exceso deberá ser excretada y deaminada. Por otra parte, si Gp es menor que Ge, entonces no existirá exceso de Por ejemplo, sigamos con un bovino de 300 kg de peso vivo: ENm = 0.077 * 30007:; = 5.55 Mcal/d Esta relación (NRC, 1991) considera a un ani- mal en condiciones de ayuno y sin actividad, por lo cual debe ser modificada por los factores am- bientales, de actividad del animal y del metabo- lismo de compuestos nitrogenados en exceso. El metabolismo basal es alterado por el estrés calórico. Para ajustar el requerimiento en animales pastoreando en temperaturas superiores a 25 oC, utilizamos la siguiente ecuación que fue obtenida por regresión, analizando los resultados de Ames (l985) para calcular un factor de ajuste (Ft). Éste se multiplica por ENm y se obtiene la energía neta de mantenimiento ~ustada por estrés calórico: Ft = 0.6633 + 0.016 T NEml = ENm * Ft Consideremos que el bovino está sujeto a una temperatura media de 27 oC, hacemos los cálculos: La estimación del crecimiento en pastoreo 49 Ft = 0.6633 + 0.016 * 27 = 1.09 NEmt = 5.55 * 1.09 = 6.04 Mcalld Esto significa que el requerimiento de energía neta para mantenimient.o del animal se incrementó en un 9% por las condiciones de est.rés calórico. Una de las principales diferencias entre un animal en confinamiento y uno en past.oreo, es la actividad y los gast.os energéticos que esto significa. La energía requerida (ENc) para caminar se puede estimar con las constantes del ARC (1980) que consideran la distancia caminada, el peso vivo, y la pendiente, y represent.an ent.re 0.00047 kcal y 0.00669 kcal por kg de peso vivo por metro re- corrido para pendient.es bajas o ascendent.es, res- pectivamente. Por ejemplo, consideremos que el bovino de 300 kg caminó 2 mil m en pendiente plana y 500 en ascendent.e, se puede calcular la energía net.a correspondient.e: ENc=0.00047*300*2000+0.00669*300*500= 1285.5 kcaVd = 1.28 McaVd En el caso del rumiant.e, el requerimient.o de energía de mantenimient.o se puede increment.ar por un exceso de nitrógeno degradable en la ración que es excretada en forma de urea (ENue) y/o por la deaminación de la prot.eína no deposi- tada (ENd). Ello cuando la energía consumida no es suficiente para depositar la proteína y ésta tiene que ser met.abolizada. El costo de deaminación de la proteína no depositada en t.ejido es de 0.454 Mcal EM/kg de prot.eína (Schulz, 1975). Si consideramos que la eficiencia de utilización de la energía metabolizable a energía neta es de 0.72, podemos calcular la ENd: Cuando la ganancia de peso estimada por con- sumo de proteína es menor que la ganancia por consumo de energía, se obtiene la diferencia que va a representar el tejido cuya proteína va a ser excretada. Por ejemplo, si un animal tiene un pot.encial de ganar 800 g/d por proteína pero sólo 500 g/d por consumo de energía, ent.onces debemos estimar el costo energético para excret.ar la pro- t.eína que estaría deposit.ada en 300 g de t.ejido no deposit.ada (GND). Primero obt.enemos el equivalente en proteína metabolizable del tejido (PMd) en kg/d: PMd = (GND/.00137)/1000 Post.eriormente calculamos la energía neta (McaVd) requerida para la síntesis ele dicha pro- teína (ENd): ENd = 0.72 * 0.454 * PMd En el ejemplo anterior, del bovino que tiene deficiencia de energía para depositar 300 g, los cálculos serían los siguientes: PMcI = (0.300/0.00137)/1000 = 0.218 kg ENd = 0.72 * 0.454 * 0.218 = 0.071 Mcalld También se puede estimar la producción de calor asociada a este proceso metabólico: HPd = 0.0034 * [ (PMcI * 1000) / 6.25 ] Donde: HPd = calor producido asociado a la deaminación, McaVd Debido a las característ.icas peculiares del sist.ema digestivo de los rumiantes, una gran pro- porción del nitrógeno dietario puede ser de- gradado en amoníaco y cuando éste no puede ser u tilizado por las bact.erias por falta de energía (PFU negativo), se absorbe y se metaboliza por el hígado en urea. Un valor negativo de PFU indica que la ración tiene un exceso de nitrógeno degradáble, el cual tiene un costo energético para su excreción. 50 Capítulo Cuatro Riquelme (1984) estimó que la síntesis de urearequiere 58.46 kcal de energía neta por mol de urea y que la producción de calor es de 3.4 kcalJkg N convertido en urea. Para poder estimar el gasto energético aso- ciado a la excreción, es necesario asumir que el nitrógeno correspondiente a un PFU negativo es degradado en el rumen, absorbido y resintetizado en urea y no forma parte del nitrógeno que se recicla a través de la saliva y por diferencia de concentración de sangre a rumen. Si se considera que la urea contiene 46 g N/kg, un peso molecular de 60.06, y que contiene 28 g N/mol, entonces podemos hacer los siguientes cálculos: Nex = (PFU/l 000) * CMS * 0.46 Mu = Nex / 60.06 NEue= 58.46 * Mu HPeu = 3.4 * 28 * Mu donde: Nex nitrógeno excretado, kg/d Mu = Moles de urea excretados ENeu = Energía neta asociada con la excreción de urea, kcalJd HPeu = calor producido por la excreción de urea En forma de resumen, los requerimientos de energía neta de mantenimiento de un animal en pastoreo son mayores a los del metabolismo basal y puede representarse como la suma de: E mp = NEmt + ENe + NEeu + NEd La estimación de la energía neta disponible para ganancia se basa en el sistema California de Lofgrcen y Garret (1968). Si la cantidad de alimento requerido para mantenimiento (CMSm, kg/d) es mayor que el consumo de materia seca (CMS, kg/d), entonces el animal estará perdiendo peso (Le, kg/d) y estas pérdidas se calcularán de acuerdo con Fernández-Rivera et al. (1989a): CMSm = E mp / ENmr Le = (CMS * (E mr) - (E I mp)]/6 Donde: ENmp = requerimiento de energía neta de mantenimiento en pastoreo, Mcal/d E mr = energía neta de mantenimiento de la ración (Mcal/kg MS) CMSm = consumo de materia seca para mantenimiento, kg/d Ahora, si el animal está perdiendo peso por limitante de consumo de proteína (Lp) o de ener- gía (Le), entonces la pérdida de peso del animal será la más limitante, en otras palabras, la pérdida mayor. Comúnmente, debido a que los re- querimientos de proteína para mantenimiento son bajos, la mayoría de las ocasiones hay deficiencia de energía. Si CMS es mayor a CMSm, entonces la diferen- cia será alimento para ganancia de peso (CMSg, kg/d) y se puede estimar la energía retenida (RE, Mcal/d) con base en la concentración de energía neta de ganancia de la ración (NEgr), y finalmente la ganancia de peso (DG, kg/d) con ecuaciones de RC (1984): CMSg = CMS - CMSm RE = CMSg * ENgr DG = 13.91 w·O.(iH:l7 * REo.~llli Scanned-image_01-03-2018-075822 Scanned-image_01-03-2018-075911 Scanned-image_01-03-2018-080011 Scanned-image_01-03-2018-080044 Scanned-image_01-03-2018-080145 Scanned-image_01-03-2018-080223 Scanned-image_01-03-2018-080254 Scanned-image_01-03-2018-080324 Scanned-image_01-03-2018-080351 Scanned-image_01-03-2018-080421 Scanned-image_01-03-2018-080456 Scanned-image_01-03-2018-080535 Scanned-image_01-03-2018-080613 Scanned-image_01-03-2018-084049 Scanned-image_01-03-2018-084116 Scanned-image_01-03-2018-084209 Scanned-image_01-03-2018-084250 Scanned-image_01-03-2018-084318 Scanned-image_01-03-2018-084352 Scanned-image_01-03-2018-084430 Scanned-image_01-03-2018-084451
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