Logo Studenta

Libro urgencias

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

MANUAL 
 DE 
 MEDICINA 
 DE 
 URGENCIA 
 
 
 EDICIÓN, 2001. 
 
 DIRECTORES: 
 J. Fernández 
 C. Sillero 
 C. Torres 
 
 COORDINADORES: 
 F. Bonilla 
 R. Calpena 
 A. Martín-Hidalgo 
 
 
 HOSPITAL GENERAL UNIVERSITARIO DE ELCHE 
 UNIVERSIDAD MIGUEL HERNANDEZ 
 
 
 
 
 
 
MANUAL DE MEDICINA DE URGENCIA 
 
EDICIÓN 2002 
 
Hospital General Universitario de Elche. Universidad Miguel Hernández. 
 
Edita: 
UNIVERSIDAD MIGUEL HERNÁNDEZ 
 
Directores: 
J. Fernández 
C. Sillero 
C. Torres 
 
Foto portada: Javier Fernández
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Las pautas de tratamiento y las dosis de los fármacos referidas en los diferentes 
capítulos, se ajustan a las comúnmente utilizadas en la actualidad pero, en todo 
caso, representan la opinión y la experiencia de los autores de este libro. Cuando se 
ha creído conveniente, y siempre bajo el criterio del autor, se citan productos 
comerciales de uso muy generalizado. 
Las dosis de estos preparados, sus indicaciones y efectos secundarios, pueden 
variar con el tiempo, por lo que se aconseja consultarlas con textos especializados y 
con las indicaciones del fabricante. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
“Desde luego que el devolver la salud a todos los enfermos 
es imposible. Esto sería mucho mejor, en efecto, que el 
predecir lo que va a suceder. Pero el hecho es que los 
hombres mueren -unos fallecen antes de llamar al 
médico, a causa de la violencia de su enfermedad, otros 
enseguida, después de haberlo llamado, algunos 
sobreviviendo un día, y otros un breve tiempo más-, antes 
de que el médico se enfrente a combatir con su ciencia 
contra la enfermedad que sea. Hay que conocer, pues, las 
características naturales de esas dolencias, en qué medida 
están por encima de la resistencia de los cuerpos 
humanos, y, al mismo tiempo, si hay algo divino en esas 
enfermedades... ”. 
 
 
 Hipócrates, Prognostikón, 1. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Prólogo a la Edición 2002 del “Libro de Urgencias” del Hospital General 
Universitario de Elche. U.M.H.
 
 
Es una satisfacción para el equipo directivo el poder realizar un prólogo a esta 2ª 
Edición del libro de Urgencias, máxime cuando uno de sus miembros ya fue 
coordinador de la primera edición. 
La medicina es una ciencia cambiante, la primera edición se editó en 1995, y el 
progreso de la medicina exigía una nueva actualización. En medicina, particularmente, 
el “turn over” de conocimientos en muy elevado y se encuentra en fase de aceleración, 
como ya formularon Soja y Price, indicando que el 50% de los conocimientos médicos 
se hacen obsoletos en menos de 5 años. Eso exige, no sólo un importante esfuerzo 
personal de actualización, sino también un importante esfuerzo docente de asimilación 
y transmisión de la información, del que no es ajeno nuestro hospital. 
Es el nuestro un hospital definido como General y Universitario, aunque echamos en 
falta un adjetivo que es inherente a su vocación docente, que el de docente 
postgraduado. El que no figure es más debido a lo prolijo que resultaría el nombre del 
hospital, que a la realidad, que es una realidad que impregna lo cotidiano del que 
hacer médico y que ha sido el “leif motiv” desde su inicio. 
Se trata de una obra enfocada a médicos residentes y, como no, a la actualización de 
los profesionales del hospital. Al igual que solicitamos de los médicos residentes que se 
empapen de sus conocimientos, también solicitamos que aprendan de él los clínicos de 
nuestro centro, sobre todo en una carrera, la nuestra, en la que tener que aprender no 
es una vergüenza que refleje falta de conocimientos, sino una necesidad de tener más. 
Queremos felicitar a los coordinadores de la obra por el esfuerzo editorial realizado y 
animarles a proseguir en un camino necesario de formación continuada. 
Un saludo del equipo directivo. 
 
La Dirección 
Hospital General Universitario de Elche
 
 
 
 
 
 
ELCHE, A 28 DE JUNIO DE 2.002 
PRESENTACIÓN DE LA EDICIÓN DE 1996 .- 
 
Hace ya algunos años que nuestro hospital viene desarrollando la docencia de 
residentes de Medicina Interna y de Medicina Familiar y Comunitaria, entre otros. 
Con frecuencia, ellos tienen que asumir, desde muy pronto, parte de la urgencia 
médico-quirúrgica del hospital: La del Área de Admisión de Urgencias y la que se deriva 
de las plantas de hospitalización. A menudo sucede que, aparte de la inexperiencia 
inicial, por otro lado explicable, se ven inmersos en un sinfín de problemas derivados 
de las diferentes conductas que observa entre compañeros más aventajados y, 
también, por el desconocimiento de la idiosincrasia del propio hospital. 
El resultado de todo ello es la búsqueda de consuelo en uno, o varios, de los muchos 
manuales de urgencias que están disponibles. Estos manuales han contribuido 
notablemente a la formación de residentes en nuestro país y aumentado la eficacia 
clínica de la urgencia en los hospitales. La mayoría de estos tratados muestran un rigor 
científico encomiable. Sin embargo, puede ser difícil obtener, en un momento 
determinado, la información más útil y poder adaptarla al medio en que se trabaja, que 
es el nuestro. Es necesario pues, para ellos, la existencia de un protocolo de actuación 
que unifique criterios y facilite la labor posterior de los especialistas. 
Bajo la iniciativa de algunos miembros del hospital, especialmente del Servicio de 
Urgencias, y con el estímulo de la Comisión de Docencia, surgió hace unos dos años, la 
idea de realizar un pequeño manual de urgencias para nuestro hospital. La idea 
fundamental se basó en proporcionar, a todos los que conducen la urgencia médica, 
los criterios suficientes para un diagnóstico temprano y un tratamiento eficaz, cumplir 
con los criterios de hospitalización y ordenar el protocolo del paciente que va a ser 
hospitalizado. Aparte de una mejor asistencia, esto proporcionaría menos fatigas a 
nuestro ya sobrecargado hospital. 
Aunque va especialmente dirigido a los médicos residentes y a los miembros del 
Servicio de Urgencias, de él pueden beneficiarse todos los médicos del hospital. 
Muchos de los capítulos que componen este libro han sido redactados, total o 
parcialmente, por los médicos del Servicio de Urgencias y por residentes aventajados. 
Se han escogido sólo aquellos temas que implican la mayor parte de las situaciones de 
urgencia, adaptándolos a las características de un hospital pequeño como el nuestro, 
con todas sus limitaciones. Faltan, sin embargo, algunos temas de interés que no han 
podido ser realizados por el momento. En sucesivos años, los que tomen el relevo, 
tendrán la misión de aumentar el índice de capítulos. Esta primera edición consta de 
41. 
Queremos mostrar nuestro agradecimiento a todos aquellos que, de una u otra 
manera, han contribuido a que salga a la luz esta primera y modesta edición. 
 
 C. Sillero y F. Leyn. 
 
PRESENTACIÓN DE LA EDICIÓN 2002 .- 
 
Hace poco más de cuatro años que vio la luz la primera edición del Manual de Medicina 
de Urgencia de nuestro hospital y creemos que, modestamente, ha cumplido la función 
para la que fue diseñado: Informar de manera rápida, pero sólida, acerca de la 
conducta a seguir ante las principales situaciones de la urgencia médico-quirúrgica en 
el Área de Urgencias y en las propias áreas de Hospitalización. 
Esta segunda edición quiere reflejar, en lo posible, los sensibles cambios habidos en el 
campo del diagnóstico y de la terapéutica en estos últimos años, adaptándolos a la 
urgencia médica en nuestro hospital. Por otra parte, hemos ampliado de manera 
significativa el número de capítulos y el número de autores. Entre los primeros, cabe 
destacar los dedicados a los trastornos del equilibrio ácido-base, al tromboembolismo 
pulmonar, al paciente politraumatizado y el referente a la transfusión sanguínea. 
Hemos incluido, en fin, dos capítulosno habituales en los manuales de urgencias: La 
urgencia odontológica en un hospital general y el dedicado al donante potencial de 
órganos. 
Queremos agradecer a todos los que, de una u otra manera, han contribuido a la 
confección de los capítulos de este Manual: A los coordinadores y autores de los 
capítulos y a todos aquellos médicos residentes que, con sus sugerencias, han hecho 
posible la edición revisada y ampliada de este Manual. A estos últimos va dedicada esta 
edición. 
Y por último especial agradecimiento a los Dptos. de Medicina y Cirugía de la UMH. 
 
 
J . F e r n á n d e z , C . S i l l e r o y C . T o r r e s .
INDICE DE CAPÍTULOS 
Capítulo Página 
1. Reanimación cardiopulmonar. .................................................................. 19 
2. Mareo y vértigo..................................................................................... 39 
3. Sincope ............................................................................................... 43 
4. Shock.................................................................................................. 49 
5. Alteraciones del sodio y del potasio ........................................................... 67 
6. Coma. Alteraciones del nivel de conciencia. ................................................ 81 
7. Urticaria y angioedema. Reacción anafiláctica ............................................. 89 
8. Conducta ante un paciente con disnea....................................................... 95 
9. Dolor torácico..................................................................................... 101 
10. El dolor abdominal............................................................................... 107 
11. Atención inicial al paciente politraumatizado.............................................. 113 
12. Traumatismos raqui-medulares .............................................................. 127 
13. Traumatismo craneoencefálico............................................................... 135 
14. Traumatismos torácicos. Asistencia urgente. ............................................. 143 
15. Traumatismos abdominales................................................................... 151 
16. Cefalea en el área de urgencias.............................................................. 163 
17. Síndrome confusional agudo.................................................................. 173 
18. Manejo del paciente epiléptico en el área de urgencias ............................... 179 
19. El paciente agitado en el área de urgencias. ............................................. 187 
20. Manejo del paciente con fiebre en urgencias ............................................. 195 
21. Urgencias en oncología......................................................................... 199 
22. Insuficiencia cardiaca ........................................................................... 215 
23. Angina inestable.................................................................................. 233 
24. Infarto agudo de miocardio. .................................................................. 247 
25. Diagnóstico y tratamiento de las arritmias ................................................ 257 
26. Hemoptisis ......................................................................................... 265 
27. Enfermedad tromboembólica venosa ..................................................... 269 
28. Bronconeumopatía crónica agudizada...................................................... 277 
29. Conducta ante un paciente con neumonía................................................ 283 
30. Asma bronquial ................................................................................... 295 
31. Insuficiencia renal aguda ...................................................................... 301 
32. Crisis hipertensivas .............................................................................. 311 
33. Hemorragia digestiva alta...................................................................... 317 
34. Urgencias hepatobiliares....................................................................... 327 
INDICE DE CAPÍTULOS 
Capítulo Página 
35. Complicaciones de la cirrosis hepática......................................................335 
36. Pancreatitis aguda................................................................................345 
37. Manejo de la diarrea aguda en urgencias ..................................................351 
38. Manejo del ictus en urgencias.................................................................357 
39. Meningitis bact eriana aguda...................................................................369 
40. Complicaciones metabólicas de la diabetes mellitus.....................................375 
41. Patología reumatológica en urgencias.......................................................381 
42. Abdomen agudo ..................................................................................393 
43. Urgencias en patología anorrectal..........................................................405 
44. Trombosis venosa profunda...................................................................409 
45. Urgencias oftalmológicas más frecuentes..................................................413 
46. Epistaxis.............................................................................................431 
47. Oído doloroso y oído supurante...............................................................441 
48. Urgencias odontológicas ........................................................................453 
49. Urgencias dermatológicas ......................................................................461 
50. Conducta ante una hematuria.................................................................469 
51. Complicaciones de la litiasis renal ............................................................475 
52. Intoxicaciones y sobredosificaciones: tratamiento en un servicio de urgencias ..479 
53. Transfusión sanguínea..........................................................................519 
54. Urgencias en adictos a drogas por vía parenteral ........................................535 
55. Urgencias en el paciente con infección por VIH ..........................................541 
APÉNDICES: 
La donación de órganos...............................................................................553 
Monitorización de fármacos..........................................................................561 
Recogida de muestras y valores de referencia del Laboratorio de Urgencias y 
Microbiología del Hospital General Universitario de Elche....................................575 
 
 
INDICE DE AUTORES 
Autor Páginas 
Alom J. Neurología................................................................163, 173, 179, 357 
Andreu J. Cirugía.........................................................................151, 405, 409 
Arroyo A. Cirugía..................................................................151, 393, 405, 409 
Asensio J.A. Cirugía .................................................................................. 151 
Baeza J.V. Psiquiatría................................................................................. 187 
Barceló C. Urgencias ....................................................................39, 43, 81, 95 
Bonal J.A. Anestesiología ..................................................................... 113, 143 
Bonilla F. Urgencias .....................................................................317, 327, 335 
Borrás J. Residente Farmacia ................................................................ 479, 561 
Cabezuelo J. Nefrología.............................................................................. 301 
Calpena R. Cirugía................................................................151, 393, 405, 409Camarero M. Psiquiatría.............................................................................. 187 
Candela F. Cirugía .......................................................................151, 393, 405 
Cansado P. Cirugía..................................................................................... 409 
Carrato A. Oncología.................................................................................. 199 
Carvajal R. Cirugía.......................................................................151, 405, 409 
Conesa V. Hematología............................................................................... 519 
Cuesta A. Digestivo............................................................................. 317, 345 
De la Fuente J.M. Odontólogo...................................................................... 453 
Delgado Y. Urgencias ................................................................................. 107 
Devesa P. Dermatología.............................................................................. 461 
Enríquez R. Nefrología.................................................................................. 67 
Escolano C. Medicina Interna................................................................ 195, 335 
Escrivá B. Medicina Interna......................................................................... 375 
Espinosa J. Neurología...........................................................163, 173, 179, 357 
Esteban A. Unidad de Investigación .............................................................. 575 
Femenía M. Urgencias ..................................................................39, 43, 81, 95 
Fernández J. Alergología........................................................................89, 295 
Ferrer R. Cirugía................................................................................. 151, 409 
Gallego J. Oncología .................................................................................. 199 
García-Escudero M.A. Psiquiatría.................................................................. 187 
García-Gómez J. Oncología.......................................................................... 199 
García-López F. Urología...................................................................... 469, 475 
García-Motos C. Farmacia............................................................................ 479 
García-Peche P. Cirugía.................................................................393, 405, 409 
Girona E. Digestivo.................................................................................... 351 
INDICE DE AUTORES 
Autor Páginas 
Godrid M. Psiquiatría...................................................................................187 
Gómez A. Hematología................................................................................519 
González C. Nefrología........................................................................ 301, 553 
González M. Farmacia .................................................................................561 
González-Tejera M. Urgencias.......................................................39, 43, 81, 95 
Guirao R. Urgencias.................................... 19, 49, 101, 215, 233, 247, 475, 479 
Gutiérrez A. Digestivo .................................................................. 317, 327, 335 
Gutiérrez F. Unidad de Infecciosas...........................................195, 283, 535, 541 
Hernández F. Oftalmología...........................................................................413 
Ibáñez M.T. Anestesiología................................................................... 113, 143 
Infante E. ORL...........................................................................................441 
Jordán A. Cardiología..................................................................................257 
Lacueva F.J. Cirugía............................................................................ 151, 393 
Llaudes R. Médico de Familia ......................................................................... 49 
Llorca S. Oftalmología.................................................................................413 
López-Aguilera I. Urgencias.......................................................................... 95 
López-Ramos E. Urgencias ...........................................................39, 43, 81, 95 
Maestre A. Medicina Interna...................................................265, 269, 283, 311 
Marín F. Cardiología....................................................................................519 
Martín-Hidalgo A Medicina Interna.................................................. 311, 535, 541 
Martí-Viaño J.L. Anestesiología.............................................................. 113, 143 
Masiá M. Medicina Interna............................................................ 195, 311, 369 
Matarredona J. Dermatología........................................................................461 
Mendoza A. Neurocirugía..................................................................... 127, 135 
Mirete C. Medicina Interna.....................................................195, 265, 269, 283 
Moltó J. Medicina Interna..................................................................... 535, 541 
Mompel A. Hematología...............................................................................519 
Mora A. Medicina Interna.............................................................. 195, 535, 541 
Navarro A. Farmacia ........................................................................... 479, 561 
Navarro F.J. Reumatología...........................................................................381 
Navarro I. Neumología................................................................................277 
Noguera R. Reumatología............................................................................381 
Oliver I. Cirugía ...................................................................151, 393, 405, 409 
Padilla S. Medicina Interna...........................................................................369 
Palacios F. Cuidados Intensivos.................................................19, 233, 247, 553 
Penadés G. Medicina Interna........................................................................351 
INDICE DE AUTORES 
Autor Páginas 
Pérez-Gascón C. Médico de Familia ............................................................... 107 
Pérez-Soto M.I. Medicina Interna.................................................................. 375 
Pérez-Vicente F. Cirugía...............................................................151, 393, 405 
Peris J. Residente Farmacia ......................................................................... 561 
Piedecausa M. Medicina Interna................................................................... 311 
Plaza I. Neurología ...............................................................163, 173, 179, 357 
Reyes A. Nefrología ..............................................................................67, 301 
Reyes F. Cardiología ........................................................................... 215, 233 
Rizzo A. Análisis Clínicos ............................................................................. 575 
Rodríguez-Castañares J. Médico de Familia.................................................... 479 
Rodríguez-Lescure A. Oncología................................................................... 199 
Romero V. Neumología............................................................................... 277 
Rosique J.D. Farmacia ................................................................................ 561 
Royo G. Microbiología................................................................................. 575 
Ruiz J. Hematología...................................................................................519 
Sánchez-Castro P. Médico de Familia ............................................................. 101 
Sánchez-de-Medina M.D. Psiquiatría.............................................................. 187 
Segura J.M. Neurocirugía..................................................................... 127, 135 
Sempere M.T. Urgencias .................................................................. 39, 43, 107 
Sendra P. Urgencias................................................................................81, 95 
Serrano P. Cirugía .............................................................................. 393, 405 
Severá G. ORL.......................................................................................... 431 
Shum C. Neumología.............................................................265, 269, 277, 283 
Sillero C. Digestivo........................................................ 317, 327, 335, 345, 351 
Sirvent A. E. Nefrología................................................................................. 67 
Sirvent E. Análisis Clínico ............................................................................ 575 
Sola D. Neurología................................................................163, 173, 179, 357 
Tormo C. Análisis Clínicos............................................................................ 575 
Torres C. Urgencias .................................... 19, 49, 101, 215, 233, 247, 475, 479 
Tovar J.V. Reumatología............................................................................. 381 
Vázquez N. Digestivo........................................................................... 107, 327 
 
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR 
Página 19 
Capítulo 1 
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR. 
Palacios F., Torres C. y Guirao R. 
 
INTRODUCCIÓN 
En la presente edición del Manual de Urgencias recogemos las recomendaciones de 
consenso del International Liaison Committee on Resuscitation (ILCOR) que representa 
la organizaciones mundiales más importantes (incluidas la American Heart Association 
(AHA), la European Resuscitation Council (ERC) entre otras). La reanimación 
cardiopulmonar (RCP), suele presentarse esquematizada en diagramas de flujo. En un 
esfuerzo por evitar los diagramas complejos y múltiples, el ILCOR ha propuesto un 
"diagrama universal” para la reanimación cardiopulmonar avanzada (RCP-A) que 
resume los conocimientos que representan un inequívoco avance en las situaciones de 
parada cardiorrespiratoria. En el presente capítulo no se trata la RCP-A en niños si bien 
entre paréntesis se indican las dosis ajustadas por Kg. 
 
DIAGRAMA UNIVERSAL PARA LA RCP-A 
Resume el conocimiento del tratamiento eficaz de la parada cardiaca (Ver Figura 1.1), 
resaltando que: 
- Las maniobras de reanimación cardiopulmonar se deben realizar en todas las 
situaciones de ausencia de pulso (con la pausa obligada para la realización 
de las cardioversiones). 
- La maniobra de desfibrilación en las situaciones de FV/TV se aplicará hasta 
que dejen de estar presentes. 
- El control de la vía aérea a ser posible se hará mediante intubación 
orotraqueal para proporcionar adecuada ventilación y oxigenación. 
- La utilización de la adrenalina será en bolos. 
- Se corregirán las causas reversibles. 
PRINCIPIOS GENERALES DE ACTUACIÓN EN EL ÁREA DE URGENCIAS 
Consisten en unas recomendaciones básicas: 
• Cuando se sospecha una parada cardiaca debe comenzarse inmediatamente el 
soporte vital básico (RCP-B) confirmando la presencia de parada cardiaca: 
Inconsciencia, ausencia de respiración y falta de pulsos en carótida, salvo que: 
1. La PCR sea consecuencia de un proceso irreversible. 
REANIMACION CARDIOPULMONAR 
Página 20 
Figura 1.1.- Diagrama universal para la RCP-A (ILCOR) 
 
Parada cardiaca 
Diagrama de RCP-B 
(si indicada) 
Puño percusión torácica 
(si indicada) 
Monitorización/desfibrilador 
Diagnóstico de ritmo 
Comprobación de pulso 
FV/TV NO FV/TV 
Cardioversión x 3 
(si es preciso) 
RCP 1 min. RCP 3 min. 
Si la RCP no es exitosa: 
- Comprobar la técnica de desfibrilación 
- Comprobar acceso venoso y tubo endotraqueal 
- Administrar Adrenalina cada 3 min. 
- Corregir causas reversibles 
- Valorar la administración de bicarbonato, 
 antiarrítmicos, atropina/marcapasos. 
Causas potencialmente reversibles: 
- Hipoxia 
- Hipovolemia 
- Hiper/hipokaliemia y desórdenes metabólicos 
- Hipotermia 
- Neumotórax a tensión 
- Taponamiento cardiaco 
- Intoxicaciones 
- Tromboembolismo 
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR 
Página 21 
2. Existan signos claros de muerte biológica: rigidez, livideces... La dilatación 
pupilar aparece 30-90 segundos después del cese de la circulación por lo que 
no contraindica la RCP. 
3. La PCR lleve más de 10 minutos sin haberse iniciado la reanimación, excepto 
en caso de intoxicaciones por fármacos depresores del SNC o hipotermia. 
EN CASO DE DUDA INICIAR LA R.C.P. 
• Desde un punto de vista práctico, en las situaciones de parada cardiaca, las 
arritmias deben considerarse agrupadas en dos tipos: 
1. Fibrilación ventricular / Taquicardia ventricular sin pulso (FV/TV sin pulso) 
2. No FV/TV sin pulso. En este grupo quedan incluidas la asistolia (AS) y la 
disociación electromecánica (DEM). 
• La única diferencia en el manejo de estos dos grupos es la aplicación de la 
desfibrilación para los pacientes con FV/TV sin pulso. 
• Los restantes aspectos del manejo son similares para ambos grupos: 
1. Reanimación cardiopulmonar básica, 
2. Intubación traqueal, 
3. Acceso venoso, 
4. Administración de adrenalina y 
5. Corrección de causas reversibles. 
 
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR BÁSICA (RCP-B) 
Ha de realizarse hasta que la RCP-A esté disponible. 
1. Comprobación de la presencia de parada cardiocirculatoria. 
2. Mantener permeable la vía aérea e iniciar la ventilación artificial, inicialmente con 
mascarilla y lo antes posible mediante intubación orotraqueal. 
3. Si no se palpan pulsos carotídeos, tras dos insuflaciones, comenzar el masaje 
cardiaco. 
4. A ser posible, de manera simultánea con los puntos segundo y tercero, colocar una 
vía venosa central o, en su defecto, periférica. Monitorizar al paciente mediante el 
equipo de desfibrilación. Salvo que se sospeche hipoglucemia o esté documentada, 
las soluciones glucosadas deben evitarse en la RCP. 
 
REANIMACION CARDIOPULMONAR 
Página 22 
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR AVANZADA (RCP-A) 
 
INTUBACIÓN TRAQUEAL: 
Es una recomendación totalmente consensuada. Caso de no ser posible, en adultos, la 
mascarilla con ambú es una alternativa obligada. 
 
ACCESO VENOSO: 
Es una indicación que también tiene consenso generalizado. Si no está disponible, la 
adrenalina puede administrarse por vía traqueal duplicando su dosis. 
 
DESFIBRILACIÓN 
Se debe realizar tan pronto como se identifica una situación de FV/TV sin pulso. 
El nivel inicial de energía para la desfibrilación es de 200 J (2 J/Kg), 200 a 300 J (2-4 
J/Kg) para el segundo choque y 360 J (4 J/Kg.) para el tercero y sucesivos. Entre 
paréntesis, aunque no es tema del presente capítulo, se recoge la energía para 
pacientes pediátricos. Llegado al tercer choque eléctrico se considerará la indicación de 
antiarrítmicos. 
 
ADRENALINA: 
La adrenalina es el fármaco alfaadrenérgico de elección. Existen discrepancias respecto 
a la dosis, intervalo entre dosis y la valoración opcional de dosis mayores. La dosis 
estándar inicial en todas las RCP para adultos es de 1 mg cada 3-5 minutos. En RCP 
refractarias a dosis estándar se pueden administrar dosis intermedias-altas de 2-5 mg 
cada 3-5 minutos. Como regla diremos que debe administrarse al menos 1 mg (0.01 
mg/Kg.) cada 3 minutos. 
 
CORRECCIÓN DE CAUSAS REVERSIBLES: 
Particularmente, en situaciones de no FV/TV sin pulso, la causa de la parada puede 
ser reversible con medidas específicas. El diagrama universal del ILCOR (figura 1.1) 
muestra las más frecuentes a modo de recordatorio.REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR 
Página 23 
OTROS FÁRMACOS Y MARCAPASOS EXTERNO: 
Hacemos referencia a la consideración de empleo, muy restringida en la actualidad 
respecto a pasadas recomendaciones, de alcalinizantes, antiarrítmicos, atropina y 
marcapasos externo, naloxona y cloruro cálcico. 
A. El alcalinizante de elección es el bicarbonato sódico. La administración de 
bicarbonato se encuentra muy restringida en la actualidad. Si existe control 
gasométrico, se administra si el pH es menor 7.0-7.1 y el Exceso de Bases es 
inferior a –10. Si no existe control gasométrico, se valorará su uso en caso de RCP 
de 10-20 minutos de duración; así mismo se considerará su uso en situaciones de 
hiperpotasemia previa, de acidosis metabólica preexistente y de intoxicación por 
antidepresivos tricíclicos. La dosis inicial si no hay gasometría es de 1 mEq/Kg. 
seguida de 0.5 mEq/Kg. tras 10 minutos; dosis posteriores, según control de la 
gasometría, siendo el objetivo mantener el pH entre 7.3 y 7.5. Si los controles 
gasométricos no están disponibles adecuadamente, la administración de 
bicarbonato se realizará cada 10 minutos en dosis entre 25-50 mmol, mientras se 
mantiene la RCP. 
B. Utilización de antiarrítmicos: al igual que el bicarbonato, su utilización está 
restringida respecto a recomendaciones recientes. El fármaco de elección es la 
lidocaína. Ante la persistencia de la FV, se debe proceder a la administración de 
lidocaína por vía i.v. (1 mg/Kg) y repetir el choque con 360 J. Si persiste la FV, se 
repetirá la descarga de 360 J., tratando de buscar una posición diferente de las 
palas del desfibrilador, asegurándose que el contacto con la piel sea el idóneo, 
utilizando un desfibrilador distinto y probando nuevos fármacos antiarrítmicos tales 
como la amiodarona (300 mg por vía i.v.) o el bretilio (5-10 mg/Kg por vía i.v.). 
Independientemente de que deben conocerse en detalle estos fármacos, debe 
recordarse que el bretilio demora su acción alrededor de 20 minutos, tiempo en que 
hay que mantener la RCP. Si la RCP tiene éxito, el tratamiento antiarrítmico, en el 
entorno de la UCI, debe mantenerse durante 24 horas al menos. 
C. Atropina: Se valorará su utilización en las situaciones de parada 
cardiocirculatoria por asistolia. Al igual que la FV, su reconocimiento es 
inmediato en el paciente debidamente monitorizado. Sin embargo, siempre existe la 
posibilidad de que se trate de una FV de complejos finos que simule una asistolia. 
Por lo tanto, el tratamiento debe iniciarse con tres desf ibrilaciones (200, 200 y 360 
J.). En caso de persistir la imagen de asistolia en el monitor, se procederá de la 
siguiente manera: 
1. Administrar adrenalina de la manera indicada, valorando una administración de 
dosis elevada. 
2. Si persiste la asistolia tras varias dosis de adrenalina, la AHA recomienda la 
administración de 1 mg i.v. de atropina cada 3-5 minutos hasta un máximo de 
0.04 mg/Kg, en situaciones de asistolia y disociación electromecánica. 
Alternativamente (recomendación de la ERC) se puede administrar la dosis t otal 
REANIMACION CARDIOPULMONAR 
Página 24 
de 3 mg (adultos) en bolo único; esta opción se basa en el margen de 
seguridad del fármaco y el mal pronóstico de la asistolia. A los 1-2 minutos de 
su administración, comprobar el ritmo y la presencia de pulso. 
3. Si persiste la asistolia, se reduce claramente la posibilidad de éxito de la RCP. 
En el caso de que aparezca en el monitor algún signo de actividad eléctrica 
(ondas P aisladas, algún complejo QRS), se colocará el marcapasos 
transcutáneo siempre que exista pulso eficaz. 
D. Marcapasos transcutáneo: lo referido. 
E. Naloxona: La situación particular de parada respiratoria por opiáceos 
(habitualmente, inconsciencia con bradipnea y pulsos presentes), es un diagnóstico 
de sospecha. En este caso, es correcta la prueba terapéutica con naloxona (0.01 
mg/Kg), pudiéndose repetir la dosis cada 5 minutos. Si tras la tercera dosis no se 
aprecia respuesta, el diagnóstico es improbable. En caso de no disponerse de una 
vía central, se puede utilizar la intratraqueal (doble dosis diluida en 10 cc. de suero 
salino). 
F. Cloruro Cálcico: Si se sospecha hiperpotasemia, hipocalcemia o sobredosis de 
calcioantagonistas, puede administrarse cloruro cálcico. La administración de 
cloruro cálcico se encuentra muy restringida tanto en las indicaciones de la AHA 
como de la ERC. Para la AHA en las referidas situaciones recomienda 2-4 mg/Kg 
cada 10 minutos; por su parte la ERC restringe su valoración a la fase tardía de la 
disociación electromecánica 
OTRAS CONSIDERACIONES BÁSICAS 
• No obstante la tendencia a estandarizar el diseño de los equipos de monitorización-
desfibrilación-marcapasos externos, el personal sanitario debe estar familiarizado 
con la instrumentación concreta de su entorno. La práctica de su utilización en 
situaciones simuladas no es sustituible por ningún otro tipo de aprendizaje. Este 
aprendizaje práctico incluye las técnicas de cardioversión (colocación de electrodos, 
aplicación de palas, progresión en el nivel de descarga, sincronización / no-
sincronización, elección de derivación para monitorización). 
• La necesidad de un aprendizaje práctico es extensible a las técnicas de ventilación 
con mascarilla, intubación traqueal y acceso venoso. 
• La RCP no debe interrumpirse por más de 10 segundos, salvo para la maniobra de 
desfibrilación. 
• Tras la administración de fármacos (repetimos que en la actualidad su uso está 
muy restringido) no ha de esperarse ningún efecto antes de 1-2 minutos. Este 
tiempo, en el que obviamente se mantienen las maniobras de RCP, se requiere para 
la circulación del fármaco. 
• La adrenalina se inactiva al mezclarse con el bicarbonato. 
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR 
Página 25 
• Si no se dispone de vía venosa, se puede aplicar, a través del tubo endotraqueal, 
adrenalina (triplicar la dosis), atropina (duplicar la dosis) y naloxona (duplicar la 
dosis), diluidas en 10 cc. de suero salino fisiológico. 
• Durante las RCP salvo sospecha u objetivación de hipoglucemia, deben evitarse las 
perfusiones glucosadas. 
• El reconocimiento de TV, FV, asistolia siendo su identificación inmediata, ha de 
conllevar la certeza de que el paciente está correctamente monitorizado. 
• La exploración del pulso central es la piedra angular de la “monitorización” del 
paciente en parada cardiocirculatoria. Su relevancia es particularmente evidente en 
situaciones de Disociación Electromecánica (DEM). 
• DEM: Su diagnóstico implica el considerar causas específicas e instaurar el 
tratamiento indicado: 
 - Punción pericárdica en caso de taponamiento cardiaco. 
 - Reposición de volumen en caso de hipovolemia. 
 - Drenaje pleural en caso de neumotórax a tensión. 
 - Tratamiento de un posible embolismo pulmonar. 
 
TRASLADO DEL PACIENTE A LA UCI TRAS UNA RCP EFICAZ 
Independientemente de su estado neurológico, el paciente debe ser trasladado a la 
UCI, garantizando la posibilidad de una adecuada RCP en caso de precisarla durante su 
traslado. 
Una vez ingresado en la UCI, se valorará su situación y estabilidad cardiorrespiratoria, 
tomando decisiones acerca del tratamiento a seguir. Entre tanto, lo más prudente es 
mantener el tubo orotraqueal y la ventilación manual con ambú y elevada 
concentración de oxígeno. 
La indicación de ventilación espontánea sólo debe realizarse una vez estabilizado el 
paciente y por un médico con experiencia. 
 
ORDEN DE CESE DE LAS MANIOBRAS DE RCP 
Se valorará individualmente en cada caso. Deben tenerse en cuenta, 
fundamentalmente, los siguientes factores: 
1. Si es posible, el estado de salud basal del paciente. 
REANIMACION CARDIOPULMONAR 
Página 26 
2. El tiempo transcurrido en parada hasta la instauración de las maniobras de RCP 
adecuadas, particularmente en los casos acaecidos fuera del hospital. Ello, a 
condición de que la fuente de información sea fiable. 
3. Se valorará la supresión de las maniobrasde RCP a los 30 minutos de instauradas 
en los casos de asistolia y disociación electromecánica. 
4. La presencia de FV a los 30 minutos de RCP indica, cuando menos, que es posible 
la recuperación de un ritmo eficaz mecánicamente. 
5. En presencia de hipotermia, las maniobras de RCP deben mantenerse hasta que la 
temperatura central alcance los 36ºC y el pH y la kaliemia se normalicen. 
 
SITUACIONES DE RESUCITACIÓN ESPECIALES 
 
A. Pediatría 
La atención del paciente pediátrico en lo referente a los principios generales de equipo, 
drogas, etc., no difiere de los adultos, si bien requieren un conocimiento específico de 
la fisiología, anatomía y psicología junto a una experiencia pediátrica. Comentar tan 
sólo que con relación al paciente pediátrico, la parada cardiocirculatoria se produce en 
relación con hipoxia global con mucha más frecuencia que por arritmias primarias. Por 
tanto, con relación a estos pacientes es básico un reconocimiento y actuación precoz 
en las situaciones de insuficiencia respiratoria y shock, haciéndose menos énfasis en la 
desfibrilación precoz. 
Las actuaciones durante la RCP-B y RCP-A en el paciente pediátrico se recogen en el 
correspondiente capítulo. 
 
B. Alteraciones hidroelectrolíticas 
La hiperkaliemia es la alteración hidroelectrolítica que se asocia con más frecuencia a 
parada cardiaca. En situaciones de parada cardiocirculatoria se producen alteraciones 
hidroelectrolíticas que no requieren de intervención médica salvo que sean las causas 
primarias de la parada. 
En pacientes en los que se sospeche la posibilidad de alteraciones hidroelectrolíticas 
(pacientes con enfermedad renal, alteraciones en ECG) la objetivación mediante 
determinación de laboratorio y la actuación terapéutica es clave en la prevención de la 
parada cardiocirculatoria. 
La RCP-B no requiere modificaciones; en la Tabla 1.1 se resumen las actuaciones en 
caso de hiperkaliemia sumadas a las referidas en el algoritmo general de tratamiento 
de la parada cardiocirculatoria. No incluimos otras situaciones de alteración 
hidroelectrolítica que pueden inducir parada cardiocirculatoria por su menor frecuencia. 
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR 
Página 27 
 
Tabla 1.1.- Causas electrolíticas de inestabilidad cardiaca (ECG = 
electrocardiograma, TV = Taquicardia ventricular, FV = Fibrilación 
ventricular, AV = auriculoventricular). 
 
 
C. Intoxicaciones 
Las paradas cardiacas en relación con sustancias tóxicas representan la segunda causa 
de parada cardiaca para edades entre 18 y 35 años. En estas situaciones, la 
aproximación terapéutica habitual para las paradas cardiacas por cardiopatía isquémica 
es cuando menos insuficiente. La supervivencia se relaciona, además de con el tiempo 
de parada, con la dosis de tóxico. Al principio básico de restaurar la 
circulación/perfusión tisular y la ventilación/oxigenación, se suma la prevención de la 
absorción persistente del tóxico y si es posible revertir el efecto del mismo. Es obligado 
por tanto intentar identificar el tóxico. 
RCP-Básica: Se debe apartar al paciente del posible tóxico. El reanimador debe adoptar 
medidas de autoprotección. 
 Causas comunes Anomalías en ECG Tratamiento 
K+↑ Insuficiencia renal 
Enf. de Addison 
Ondas T picudas; intervalo PR 
prolongado; disminución de ondas P; 
ensanchamiento QRS; TV, FV, asistolia. 
Cloruro cálcico; 
bicarbonato 
Insulina + glucosa; 
β-agonistas i.v. o 
inhalados; 
diálisis 
K+↓ Diuréticos 
Hiperaldosteronismo 
Emesis 
Aspiración gástrica 
Ondas T anchas, aplanadas o 
invertidas; depresión del segmento ST; 
QRS pequeño; prolongación del 
intervalo PR; ondas U prominentes; 
ondas P grandes 
Potasio 
Magnesio 
Mg2+↑ Insuficiencia renal Bradicardia; bloqueo AV; asistolia Cloruro cálcico 
Mg2+↓ Alcoholismo 
Inanición 
Retención urinaria 
Oclusión intestinal 
Malabsorción 
Prolongación del QT; acortamiento del 
ST; ondas T anchas; FV, TV, asistolia 
 
Magnesio 
Ca2+↓ Hipoparatiroidismo 
Pancreatitis aguda 
Insuficiencia renal 
Prolongación del QT; elevación del ST; 
ondas T picudas o invertidas; bloqueo 
AV; taquiarritmias 
Cloruro cálcico 
REANIMACION CARDIOPULMONAR 
Página 28 
RCP-Avanzada: Muchos tóxicos requieren una aproximación terapéutica específica. En 
la Tabla 1.2 se resumen algunas de las sustancias tóxicas más frecuentemente 
asociadas con paradas cardiacas. Estas medidas son aplicables tanto en la situación de 
pre-parada, que ha de prevenirse, como durante las maniobras de reanimación como 
con posterioridad a las mismas. 
 
Tóxico Tratamiento Precauciones 
β-bloqueantes Glucagón, perfusión de adrenalina 
marcapasos 
 
Antagonistas del calcio Cloruro cálcico, perfusión de adrenalina 
Digital Anticuerpos Fab, lidocaína, fenitoína, 
magnesio 
Cloruro cálcico, antiarrítmicos 
clase Ia y Ic, cardioversión, 
fármacos inotrópicos. 
Antidepresivos cíclicos Bicarbonato sódico, lidocaína, magnesio Antiarrítmicos clase Ia y Ic 
Hidrato de cloral β-bloqueantes Fármacos inotrópicos. 
Cloroquina y quinina Bicarbonato sódico, adrenalina 
benzodiacepinas. 
 
Antihistamínicos Bicarbonato sódico, magnesio Eritromicina 
Teofilina β-bloqueantes, diálisis β-agonistas 
Cocaína Benzodiacepinas; bicarbonato sódico? β-bloqueantes 
Opiáceos Naloxona 
Organofosforados Atropina, oximas. 
Cianuro Nitrito sódico, thiosulfato sódico, 
hidroxicobalamina, EDTA. 
 
Envenenamientos Antiveneno específico 
Tabla 1.2.- Drogas que pueden originar parada cardiaca. 
 
D. Electroshock 
La corriente eléctrica produce en las víctimas un amplio rango de efectos que varían 
desde una sensación desagradable a la muerte por parada cardiaca. Su mecanismo de 
acción resulta tanto del efecto directo sobre las membranas celulares como por la 
acción sobre la musculatura vascular y la conversión de la energía eléctrica en energía 
calorífica al pasar a través de los tejidos. 
El calor producido depende de la ley de Ohm: J = I2RT, donde J es energía, I, 
intensidad, R, resistencia y T, tiempo, por lo que la mayor lesión se produce tras 
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR 
Página 29 
contactos con corrientes de alta intensidad, o contactos prolongados, y en los tejidos 
que ofrecen mayor resistencia al paso de la corriente (piel y hueso). El contacto con 
corriente alterna (la doméstica) puede causar contracturas tetánicas del músculo 
esquelético y favorece la aparición de un efecto sobre el corazón similar al descrito 
como fenómeno R sobre T. Así mismo, puede producir un efecto cardiaco al producir 
un espasmo cardiaco. 
La causa inmediata primaria de muerte por electrocución es una parada 
cardiorrespiratoria: FV, asistolia o TV que aboca a FV pueden derivar de 
electrocuciones tanto por alto como por bajo voltaje. A su vez, el paso de corriente a 
través del cerebro puede provocar parada respiratoria por inhibición del centro 
respiratorio a nivel medular. Así mismo, puede provocar contractura tetánica del 
diafragma o prolongada parálisis de la musculatura respiratoria. 
Si la parada respiratoria persiste, puede producir la parada cardiaca hipóxica. 
Si bien no es posible determinar el pronóstico de recuperación de estos pacientes, 
dado que suele producirse en personas jóvenes las medidas de reanimación deben 
aplicarse incluso en los que inicialmente impresionan de fallecidos. 
RCP-Básica: Es fundamental cortar la fuente de corriente. Si por la ubicación de la 
víctima no es posible iniciar el masaje cardiaco, debe iniciarse la respiración asistida y 
trasladarla al suelo tan pronto como sea posible, iniciando las compresiones torácicas 
tan pronto como sea posible en paciente con parada cardiaca. Si existe traumatismo de 
cabeza o cuello, aplicar las medidas especificas durante la movilización. Se deben 
retirar las vestimentas que puedan causas quemaduras. 
RCP-Avanzada: Aislar la vía aérea tan pronto como sea posible dado que, 
particularmente en situaciones de quemaduras en la cara, boca y cuello, se pueden 
producir en muy poco tiempo alteracionesque dificulten extremadamente la 
intubación. Las arritmias se manejaran de la forma estándar. 
Tras la reanimación, debe prestarse especial atención al estado de volemia, iniciando 
una controlada reposición, procurando una adecuada diuresis en evitación de los 
efectos de una mioglobinuria. Los daños tisulares a nivel de músculo esquelético 
pueden precisar de una atención quirúrgica. 
 
E. Corazones denervados 
El corazón denervado es muy sensible a los efectos de la adenosina. 
Consecuentemente en dichos pacientes no se debe administrar en situaciones de 
taquiarritmia supraventricular y debe considerarse la utilización de agentes 
bloqueadores de la adenosina como la aminofilina (bolo i.v. de 250 mg) si el paciente 
no responde en situaciones de bradicardia al tratamiento convencional con atropina, 
epinefrina, electroestimulación. 
 
REANIMACION CARDIOPULMONAR 
Página 30 
F. Ahogamiento 
Es fundamental una adecuada RCP-Básica en el lugar del ahogamiento. Nunca debe de 
olvidarse la posibilidad de lesiones espinales. Es frecuente la presencia de cuerpos 
extraños en vías aéreas y con alta frecuencia se producen vómitos. Todo paciente 
resucitado de ahogamiento debe trasladarse al hospital. 
La RCP-Avanzada no requiere ninguna consideración especial respecto al estándar de 
tratamiento, si bien debe recordarse la necesidad de secar la piel en caso de realizar 
cardioversión. 
 
G. Hipotermia 
La hipotermia incrementa el tiempo de tolerancia a la parada cardiocirculatoria. La 
hipotermia severa provoca bradicardia y bradipnea. Es fundamental evitar los factores 
que puedan favorecer un persistente enfriamiento, evitar la actividad y los movimientos 
bruscos que facilitan la FV. Se debe intentar el recalentamiento para temperaturas 
corporales inferiores a 34 grados. Maniobras de aislamiento de la vía aérea, acceso i.v. 
o colocación de marcapasos provisionales, no deben de retrasarse. 
RCP-Avanzada: Caso de producirse la parada cardiaca, la reanimación no debe 
interrumpirse hasta se produzca la recuperación de la temperatura corporal. En esta 
situación, no debe intentarse el calentamiento externo. No debe olvidarse que si el 
paciente presenta hipotermia secundaria a parada cardiocirculatoria, en este caso, la 
resucitación no está indicada. 
El corazón hipotérmico tiene una respuesta disminuida a la electroestimulación, 
desfibrilación, y las drogas cardioactivas pueden alcanzar niveles tóxicos. Si la 
temperatura es inferior a 30 grados, no deben sobrepasarse tres cardioversiones hasta 
que la temperatura se incremente; las dosis de medicamentos i.v. deben espaciarse 
respecto al estándar. Los pacientes caquécticos, malnutridos o alcohólicos deberán 
recibir 100 mg de tiamina i.v. 
 
H. Hipertermia 
La hipertermia reduce la tolerancia a la parada cardiaca. Durante la RCP-Básica debe 
intentarse un enfriamiento externo. Dicho intento, junto con enfriamiento interno debe 
realizarse durante la RCP-Avanzada. Los cuidados postreanimación deben prestar 
especial atención a las alteraciones hidroelectrolíticas, con particular vigilancia de la 
aparición de complicaciones en relación con edema cerebral y fallo mult iorgánico. 
 
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR 
Página 31 
I. Fallo renal 
Los pacientes con fallo renal presentan una extrema complejidad dado que pueden 
presentar una amplia variedad de alt eraciones: 
- Hiperkaliemia 
- Otras alteraciones electrolíticas. 
- Acidosis 
- Uremia 
- Enfermedades coexistentes como diabetes y cardiopatías. 
- Acumulación tóxica de medicamentos. 
- Sobrecarga de volumen. 
Es básico intentar prevenir la parada cardiaca. El electrocardiograma puede aportar 
datos claves cuando existe una hiperkaliemia significativa. 
- Intervalo PR alargado (bloqueo AV de primer grado) 
- Ondas P aplanadas. 
- Ondas T altas y picudas. 
- Depresión del segmento ST. 
- Fusión de la onda S y T. 
- QRS ensanchado. 
El tratamiento varía en función del grado de hiperkaliemia: En la tabla 1.3 se resume 
el tratamiento a seguir. 
La RCP-Avanzada se basa en el estándar referido, sumándose la administración de: 
- Cloruro cálcico: 5 a 10 ml i.v. de solución al 10% (50 a 100 mg) 
- Bicarbonato sódico: 1 mEq/Kg i.v. en bolo. 
No está indicado hasta que se restablezca un flujo espontáneo la utilización de insulina 
y glucosa. 
Tras la recuperación de la parada deben proseguirse según controles el tratamiento 
referido en la prevención de la parada. 
 
REANIMACION CARDIOPULMONAR 
Página 32 
Tratamiento Dosis Mecanismo de acción 
Comienzo de la 
acción 
Duración de la 
acción 
Cloruro cálcico 5-10 ml i.v. de 
solución al 10% 
(50 - 100 mg) 
Antagonista 1-3 min. 30-60 min. 
Bicarbonato sódico 1 mEq/Kg i.v. en 
bolo 
Intercambio 5-10 min. 1-2 h. 
Insulina + glucosa 
(1 U. Insulina/5 g. 
de glucosa) 
Insulina rápida 10 
U i.v. + 50 g. de 
glucosa. 
Intercambio 30 min. 4-6 h. 
Diuresis con 
furosemida 
40-80 mg i.v. en 
bolo 
Eliminación Cuando comienza la 
diuresis 
Cuando termina la 
diuresis 
Resinas de 
intercambio iónico 
15-50 g. vía oral o 
rectal más sorbitol 
Eliminación 1-2 h. 4-6 h. 
Diálisis peritoneal o 
hemodiálisis 
Por nefrólogo Eliminación Desde que 
comienza la diálisis 
Hasta que se 
complete. 
Tabla 1.3.- Tratamiento de urgencia de la hiperpotasemia. 
 
J. Asma 
Las crisis severas de asma pueden conducir a diferentes formas de muerte súbita. La 
parada cardiaca en pacientes con crisis asmática ha sido asociada a: 
- Broncoespamo severo con asfixia. 
- Neumotórax a tensión, frecuentemente bilateral. 
- Arritmias cardiacas. 
- Utilización de agonistas adrenérgicos. 
- Hipotensión y bradicardia mediados por reflejos vasovagales. 
- Trastornos de la conducción intracardiaca, posiblemente mediada por una 
reacción inmune compleja. 
- Auto-PEEP en pacientes con ventilación mecánica. 
La mayoría de las muertes relacionadas con el asma se producen fuera del Hospital. El 
aspecto más importante en un paciente con crisis asmática es prevenir la parada (Ver 
el capítulo correspondiente). Si esta se produce en este tipo de pacientes, junto al 
estándar de RCP-Avanzada se prestará especial atención: 
- A la mecánica ventilatoria, valorando la aplicación de tiempos de inspiración-
espiración alargados. Intubación traqueal tan pronto como sea posible. 
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR 
Página 33 
- Si se produce FV/TV, desfibrilar hasta tres veces. 
- Considerar la administración de fármacos como adrenalina, isoproterenol, 
aminofilina, sulfato de magnesio, corticoides, relajantes musculares, 
sedantes, albuterol vía traqueal. 
- Vigilar estrechamente la aparición de neumotórax, frecuentemente 
bilaterales. 
 
K. Anafilaxis 
La muerte en situaciones de anafilaxis se atribuye habitualmente a asistolia con hipoxia 
y deplección de volumen como causas precipitantes. En relación con la RCP-Avanzada, 
las dificultades de una intubación orotraqueal deben ser prevenidas con suficiente 
antelación. En base a la experiencia con casos no fatales, el algoritmo estándar de 
RCP-avanzada debe ser completado con reposición de volumen, utilización de 
adrenalina en rápida progresión de la dosis y simultánea administración de esteroides y 
antihistamínicos. 
 
L. Bradicardias 
La frecuencia cardiaca puede ser baja en términos absolutos o relativamente para el 
estado hemodinámico del paciente. En primer lugar se ha de considerar la posibilidad 
de una causa subyacente como hipotermia, hipoxia, hiperkaliemia, sobredosis de 
drogas o lesiones intracraneales. Las indicaciones de tratamiento dependen de si ha 
existido una pérdida de consciencia o si existe un riesgo apreciable de asistolia 
(antecedentes de asistolia, la presencia de Mobitz II, pausas superiores a 3 segundos, 
o bloqueo auriculoventricular completo con complejos QRS anchos). El bloqueo de 
tercer grado con complejos estrechos no es por si mismo una indicación de 
tratamiento, ya que en estas situacionessuele existir una razonable y estable 
frecuencia cardiaca. 
En estas situaciones, la clave es prevenir la parada cardiaca. Si se produce una pérdida 
de conciencia atribuible a la frecuencia del pulso, iniciar las maniobras de RCP-básica 
está indicado en tanto se inicia electroestimulación externa, como paso previo a la 
colocación de un marcapasos provisional. Se puede intentar el efecto de una dosis total 
de atropina (3 mg i.v.) y se considerará el uso de catecolaminas cronotrópicas (riesgo 
de precipitar arritmias letales) en tanto se coloca el marcapasos provisional. El acceso 
i.v. se debe obtener con la mayor premura posible. 
Si existe un riesgo de asistolia en un paciente consciente, tras la consecución de un 
acceso venoso, deberá implantarse un marcapasos provisional. El marcapasos externo 
se utilizará en caso de que la situación no deje tiempo a la colocación de un 
marcapasos provisional i.v. Puede administrarse atropina a dosis de 0.5 mg i.v. hasta 
REANIMACION CARDIOPULMONAR 
Página 34 
una dosis total de 3 mg. Así mismo se considerará el uso de catecolaminas 
cronotrópicas. 
Si no existe un riesgo de asistolia pero el paciente presenta complicaciones 
hemodinámicas se recurrirá al tratamiento medicamentoso, colocándose un 
marcapasos provisional si la respuesta no es completamente satisfactoria. 
Si no hay signos adversos el paciente será manejado en base a una adecuada 
observación y monitorización. 
Si se produce la asistolia el manejo durante la RCP-Básica y la RCP-Avanzada no 
diferirá de la estándar. 
 
M. Taquiarritmias 
Nos hemos referido con anterioridad al manejo de la TV sin pulso y de la FV. Con 
relación a la prevención de la parada cardiaca hay una serie de recomendaciones 
establecidas: 
- Monitorización de las variables vitales. 
- En caso de taquicardia, es obligada la realización de un electrocardiograma 
convencional con fines diagnósticos. 
- La taquicardia sinusal, habitualmente respuesta fisiológica a situaciones de 
estrés, en el contexto del infarto agudo de miocardio puede ser reflejo de 
insuficiencia cardiaca, hipovolemia relativa e incrementa el riesgo de 
arritmias letales. 
- Las taquicardias de complejo estrecho son usualmente supraventriculares. 
En esta situación se recomienda cardioversión sincronizada (100-200-300-
360 J) en caso de presencia de fallo cardiaco, dolor anginoso, frecuencia 
mayor de 200 latidos/min. o pérdida de conciencia. En ausencia de estas 
complicaciones se recomiendan las maniobras vagales, siendo la adenosina 
la medicación de elección, sin que dejen de considerarse otras opciones 
terapéuticas. 
- Las taquicardias de complejo ancho en presencia de antecedentes de 
cardiopatía isquémica, suelen ser de origen ventricular. Hay tener presente 
que los efectos yatrogénicos de una arritmia supraventricular con 
conducción aberrante son poco relevantes si se trata como una taquicardia 
ventricular; a la inversa, los efectos yatrogénicos pueden ser muy graves. 
- La TV sin pulsos se trata como una FV. 
- En presencia de una TV con pulsos se procede a obtener un acceso venoso 
y a la administración de oxigenoterapia. En presencia de complicaciones 
(hipotensión, dolor precordial, fallo cardiaco, frecuencia cardiaca mayor de 
150 latidos/minuto) deberá realizarse cardioversión sincronizada (100-200-
300-360 J). Si se tiene constancia de hipokaliemia, se procederá a su 
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR 
Página 35 
reposición y a la administración de Mg2+. Como antiarrítmico de elección se 
administrará lidocaína i.v. y en los casos refractarios se considerarán otras 
estrategias como procainamida, bretilio, amiodarona, flecainida o 
sobreestimulación eléctrica. 
- No está recomendado el uso profiláctico de antiarrítmicos Clase I. 
- No hay evidencias para instaurar tratamiento de extrasístoles aislados no 
sostenidos. 
- Todas las estrategias antiarrítmicas pueden ser también arritmógenas. 
- La utilización de múltiples drogas a dosis altas pueden causas graves 
depresiones miocárdicas. 
 
N. Infarto agudo de miocardio 
Casi el 50% de todas las muertes de origen cardiovascular se producen súbitamente. 
La muerte súbita se asocia con coronariopatías en el 80% de los casos, pero sólo el 
30% muestran evidencia de infarto agudo de miocardio. 
La FV ocurre en el 75% de las paradas cardiacas súbitas no traumáticas 
Los objetivos del manejo precoz de los episodios agudos coronarios es la 
prevención/tratamiento de las arritmias y facilitar una precoz iniciación del tratamiento 
de reperfusión. 
La clave para prevenir la parada cardiaca en estos pacientes es: 
- Aplicación del monitor/desfibrilador en todos los pacientes con sospecha de 
infarto agudo de miocardio. 
- Tratamiento inmediato y apropiado de las arritmias potencialmente letales. 
- Tratamiento de los factores favorecedores (dolor, ansiedad, hipoxia, 
frecuencia cardiaca elevada). 
- No aplicar rutinariamente tratamiento antiarrítmico (nitratos, beta-
bloqueantes). 
- Identificar los pacientes con indicación de tratamiento de reperfusión. 
- Evitar las maniobras que puedan complicar o contraindicar dicho 
tratamiento. 
Si se produce la necesidad de aplicar RCP-Básica o RCP-Avanzada, se tendrá en cuenta 
que son contraindicaciones absolutas para el tratamiento de reperfusión y en 
consecuencia se deberá evitar: 
- La punción de venas no comprimibles. 
- Inyecciones intramusculares. 
- Punciones arteriales. 
REANIMACION CARDIOPULMONAR 
Página 36 
O. Traumatismos 
Las causas de parada cardiaca en pacientes politraumatizados son muy variadas, si 
bien los ritmos asociados con parada cardiaca en estas circunstancias en una mayoría 
de casos son asistolia o disociación electromecánica. No obstante, debe recordarse que 
la FV puede preceder a un accidente o bien seguirle. 
Como en otras circunstancias, es fundamental la prevención de los factores que 
pueden provocar la parada, tales como la hipoxia, hipovolemia, hiperkaliemia, 
hipotermia, neumotórax a tensión, taponamiento cardiaco, entre otros. Estos factores 
deben ser diagnosticados y correctamente tratados tan pronto como sea posible. 
En relación con la RCP-Básica debe tenerse en cuenta en los traumatismos: 
- La adecuada manipulación de cuello y cabeza cuando se sospeche una 
posible lesión de columna cervical. 
- La frecuente presencia de sangre, vómitos u otras secreciones en la boca 
antes de iniciar los procedimientos de ventilación. 
- Al realizar las compresiones torácicas se debe considerar la posibilidad de 
fracturas en la caja torácica. 
- El sangrado externo debe ser detenido con carácter prioritario. 
Respecto a la RCP-avanzada también deben tenerse en cuenta una serie de 
consideraciones: 
- La intubación orotraqueal debe realizarse con una estabilización en línea de 
la columna cervical si se sospecha una lesión en dicho nivel. 
- Si se sospecha fractura de la base del cráneo debe evitarse la intubación 
nasotraqueal y la colocación de sondas nasogástricas debe realizarse con 
una meticulosa técnica. 
- Considerar la necesidad de cricotiroidectomía en situaciones de lesiones 
masivas del macizo facial. 
- La sospecha de un preexistente neumotórax debe ser constante cuando se 
realiza la ventilación mecánica al objeto de facilitar el diagnóstico y evitar un 
neumotórax a tensión. 
- Las lesiones torácicas “soplantes" deben ser selladas adecuadamente hasta 
que se inserten los correspondientes tubos de toracostomía. 
- Caso de existir lesiones en la caja torácica, ventilación y masaje cardiaco 
deben sincronizarse a razón de 1:5. 
- Tras la intubación orotraqueal debe insertarse una sonda nasogástrica. 
- El sangrado debe controlarse lo más pronto posible, debiendo descartarse la 
presencia de sangrado intraabdominal. 
- La reposición de pérdidas sanguíneas debe ser vigorosa, para lo que se ha 
de disponer de adecuadas vías venosas. 
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR 
Página 37 
- En caso de disociación electromecánica ha de considerarse la posibilidadde 
taponamiento pericárdico. 
- La inmovilización cervical se ha de mantener en todo momento. 
- Antes de administrar medicamentos considerar la presencia de hipotermia. 
- La administración de fármacos vía traqueal no está aconsejada ante la 
posibilidad de hemorragia pulmonar. 
- Valorar los posibles tratamientos previos al traumatismo del paciente. 
- En todos los casos de traumatismo torácico penetrante se valorará la 
realización de una toracotomía de urgencia. 
En todos los casos de reanimación con éxito en el contexto de un traumatismo, se 
intentará diagnosticar posibles causas si no se ha llegado con anterioridad a un 
diagnóstico y siempre se valorará la necesidad de una cirugía de urgencia, que se 
realizará sin demora si está indicada. 
 
P. Embarazo 
Durante el embarazo se estima una incidencia de 1:30.000 casos de parada cardiaca. 
La etiología de la parada cardiaca durante el embarazo tiene entidades específicas que 
incluyen embolismo de líquido amniótico, embolismo pulmonar, eclampsia, toxicidad 
por drogas, miocardiopatía congestiva, disección aórtica, trauma y hemorragia. 
La consideración de la realización de una cesárea de Urgencia (tras 5 minutos de 
parada) debe de considerarse. Puede mejorar la supervivencia para la madre y para el 
feto. Personal especializado (ginecólogos y pediatras) deben participar en la 
reanimación. 
 
Q. Accidente cerebro vascular 
Las arritmias cardiacas pueden ser una complicación del accidente cerebrovascular. 
La RCP-Básica y la RCP-avanzada no requieren modificaciones respecto al estándar 
salvo la indicación de una lo más precoz posible intubación e hiperventilación para 
reducir la presión intracraneal. 
 
R. Paciente anciano 
La edad por sí misma no parece ser un determinante del éxito de una reanimación. 
La FV muestra menor incidencia que en personas jóvenes, siendo por el contrario 
mayor la incidencia de disociación electromecánica, sin que se hayan objetivado las 
causas. 
REANIMACION CARDIOPULMONAR 
Página 38 
Los protocolos de actuación de la RCP-básica y RCP-avanzada son los mismos que en 
personas jóvenes. 
 
CONSIDERACIONES ÉTICAS 
No existen unas claras y consensuadas reglas para la consideración de futilidad de las 
maniobras de reanimación. Si acaso, pueden considerarse: 
- Los casos de pacientes que de forma fehaciente así lo han manifestado. 
- Cuando existen inequívocos signos de muerte irreversible. 
Sí cabe decir que no está justificada éticamente la realización de reanimaciones lentas, 
ineficientes o inefectivas. La reanimación deberá aplicarse acorde con las 
recomendaciones vigentes o bien no aplicarse. 
MAREO Y VÉRTIGO 
Página 39 
Capítulo 2 
MAREO Y VÉRTIGO 
González-Tejera M., López-Ramos E., Barceló C., Sempere M.T. y Femenía M. 
 
 
La “sensación de mareo” es un motivo frecuente de consulta en el servicio de 
urgencias. Es un término vago, que incluye diferentes situaciones clínicas; por ello es 
importante la realización de una historia clínica completa para su correcto diagnóstico y 
manejo. En un primer acercamiento hay que diferenciar entre: 
VÉRTIGO: sensación irreal de movimiento (giro de objetos o del paciente, o pulsión 
hacia un lado). Puede hacer caer al suelo, nunca provoca pérdida de conciencia. Se 
caracteriza por imposibilidad para mantenerse de pie o caminar, pero la coordinación 
de movimientos es correcta. 
PRESÍNCOPE: sensación de pérdida inminente de conciencia. 
DESEQUILIBRIO o TRASTORNO DE LA MARCHA 
MAREO PSICÓGENO: caracterizado por su cronicidad y frecuente asociación a 
trastornos emocionales. 
 
VÉRTIGO: 
Una vez hecha la primera aproximación sindrómica hay que diferenciar entre vértigo 
central y periférico (Tabla 2.1). 
 VÉRTIGO PERIFÉRICO CENTRAL 
COMIENZO brusco progresivo 
EVOLUCIÓN brotes continuo 
CORTEJO VEGETATIVO intenso mínimo 
SÍNTOMAS OTOLÓGICOS frecuentes raros 
SÍNTOMAS NEUROLÓGICOS raros frecuentes 
NISTAGMO unidireccional, 
agotabilidad 
nunca vertical 
uni-multidireccionalidad 
nunca rotatorio 
Tabla 2.1.- Diagnóstico diferencial del vértigo. 
MAREO Y VÉRTIGO 
Página 40 
Etiología: 
Vértigo periférico: 
- Vértigo posicional paroxístico benigno: causa mas frecuente en ancianos. El 
diagnóstico se confirma con la maniobra de Barany-Nylsen (sentado el paciente en la 
camilla, se le echa hacia atrás hasta que cuelgue la cabeza y se hace girar esta a 
ambos lados; con una latencia de unos 15 segundos se reproduce el vért igo-
nistagmo. Si se repite varias veces se agota en un minuto, aproximadamente. 
Se trata de un cuadro recurrente y desaparece en pocas semanas. 
- Laberintitis / Neuronitis vestibular: ante un episodio único de vértigo de comienzo 
agudo y que cede progresivamente en unos días pensar, si se afecta la audición, en 
laberintitis. En caso de no afectarse audición, sujetos jóvenes y antecedente de 
infección respiratoria previa orientaremos el diagnóstico hacia neuronitis (en jóvenes 
la etiología más frecuente es la infecciosa, en ancianos la vascular). En ancianos la 
recuperación es más lenta y puede persistir unos meses la sensación de desequilibrio. 
- Enfermedad de Menière: Accesos recurrentes de unas 24 horas de duración, que 
asocian la tríada de TINNITUS-SORDERA-VÉRTIGO. En ocasiones son tan severos 
que provocan caída al suelo (“crisis otolítica de Tumarkin”). 
- Trauma craneal: el vértigo se produce por afectación directa (fractura del temporal) o 
más frecuentemente, como parte del síndrome postcontusional que sigue a traumas 
serios. Cede en semanas-meses. 
- Ototóxicos. 
- Patología ótica: otitis, colesteatoma, tumores del oído. 
 
Vértigo central: 
- Enfermedades del tronco cerebral: (isquemia vertebro-basilar -IVB*-, neoplasias, 
enfermedades desmielinizantes). Generalmente añaden focalidad neurológica 
(alteración de pares craneales bajos o alteraciones sensitivo-motoras). 
*IVB puede preceder a infartos vertebro-basilares. Dura entre 20 minutos y varias 
horas. La existencia de ataxia troncal indica ACV agudo cerebeloso (la arteria mas 
frecuentemente afectada es la cerebelosa postero-inferior). 
- Tumores de fosa posterior: buscar datos de hipertensión intracraneal. 
- Lesiones cerebelosas: suele encontrarse ataxia por incoordinación de movimientos, 
con pérdida de coordinación de miembros. Pruebas dedo-nariz y talón-rodilla están 
alteradas. 
- Epilepsia: en niños, las crisis del lóbulo temporal pueden ser vertiginosas. En adultos 
es raro. 
MAREO Y VÉRTIGO 
Página 41 
- Migraña: puede ocurrir como pródromo de la jaqueca. Lo fundamental son los 
antecedentes. 
- Infeccioso: Herpes zooster. 
- Fármacos. 
Actitud en Urgencias: 
1. Anamnesis: antecedentes (factores de riesgo vascular, trauma craneal previo, 
infección respiratoria previa) y cuadro actual (incluir forma de comienzo, duración, 
factores que alivian o empeoran, posicionalidad, estado auditivo-sordera o tinnitus-, 
síntomas neurológicos asociados, ingesta previa de ototóxicos -salicilatos, 
aminoglucósidos, DPH, fenobarbital, alcohol-). 
2. Exploración clínica: general y neurológica, sin olvidar la realización de fondo de ojo 
y otoscopia. Toma de constantes. 
3. Pruebas complementarias: ante toda crisis vertiginosa solicitar hemograma y 
bioquímica; si se sospecha origen central pedir TAC craneal. 
4. Tratamiento en Urgencias: 
- Explicar al paciente que el vértigo es, en general, autolimitado. 
- Reposo en cama. 
- Fármacos (Tabla 2.2). 
- Si no cede en urgencias en 2-3 horas y es de características periféricas, se puede 
dejar en observación y cuando mejore enviar al ORL para valoración ambulatoria. 
En caso de sospechar origen central se valorará realización de TAC craneal y se 
ingresará. 
 
 Fármaco Nombre comercial Administración 
Sulpiride Dogmatil 50-100 mg/8 h. v.o., i.m. 
Tietilperazina Torecán 10 mg/8 h v.o., i.m., rectal. 
Dimenhidrinato Biodramina 25-50 mg/6 h v.o., i.m., i.v. 
Difenhidramina Benadryl25-50 mg/6 h v.o., i.m., i.v. 
Prometacina Fenergán 25 mg/6 h v.o., i.m., i.v., rectal. 
Clorpromacina Largactil 25 mg/6 h v.o., 1 sup/12 h. 
Tabla 2.2.- Fármacos útiles en el tratamiento del vértigo. 
MAREO Y VÉRTIGO 
Página 42 
MAREO: 
Patología, a menudo, con descripción confusa por parte de los pacientes. Es un 
síntoma inespecífico y habitualmente secundario a causas psiquiátricas. En algunas 
ocasiones la etiología es claramente orgánica, por ello es fundamental la realización de 
una serie de pasos que nos ayuden a descartar patología orgánica. 
 
Actitud en Urgencias: 
1. Tensión arterial (TA): la TA tanto elevada como baja puede ser causa de mareo. 
Si: 
a) TA elevada: exploración sistemática y neurológica, que descarte focalidad. A 
veces la realización de TC y PL puede estar indicado. 
b) TA baja: la clínica y exploración nos ayudará a encontrar la causa que 
produce hipotensión (ver capítulo correspondiente). 
2. Pulso: orientando a mareo secundario a causa cardiológica. Si se objetivan las 
pulsaciones excesivamente lentas, rápidas o arrítmicas estará indicado la 
realización de ECG. También esta indicada su realización en caso de presentar 
sudoración o dolor torácico. 
3. Temperatura. 
4. Glucemia: para descartar hipoglucemias. 
5. La hipoxia puede causar mareo, si la historia o la exploración lo sugieren se deberá 
realizar gasometría arterial basal. 
6. Medicamentos. 
 
* Si se descarta por la historia, exploración sistemática y neurológica, las constantes, 
el dextrostix y el ECG, la presencia de patología orgánica se puede afirmar que el 
mareo es secundario a cualquier manifestación psiquiátrica. 
SÍNCOPE 
Página 43 
Capítulo 3 
SINCOPE 
López-Ramos E., González-Tejera M., Barceló C., Sempere M.T. y Femenía M. 
 
1.- INTRODUCCIÓN. 
Se define síncope como la pérdida de consciencia transitoria y brusca, de corta 
duración (segundos o pocos minutos), con recuperación espontánea. 
El presíncope es una situación en la que no llega a haber totalmente pérdida de 
consciencia. 
Ambos tienen el mismo pronóstico y deben tener la misma valoración diagnóstica. 
 
2.- DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL. 
Es preciso diferenciar el síncope de otros motivos de consulta muy frecuentes, tales 
como: 
- Mareo. Relatado como “cabeza hueca“, “sensación de que me voy a caer al suelo“, 
“andar flotando“,... Suele ser inespecífico y habitualmente, secundario a causas 
psiquiátricas (neurosis, trastornos ansioso-depresivos...). 
- Vértigo. Referido como giro de objetos o sensación de pulsión hacia un lado, en 
ocasiones tan severa, que puede hacerle caer al suelo. Presentan náuseas, vómitos, 
sudoración profusa, nistagmus e imposibilidad para mantenerse de pie y para 
caminar, aunque la coordinación de los miembros es correcta. 
Adoptan decúbito lateral con ojos cerrados. Cualquier movimiento que modifique 
dicha postura (sobre todo los de cuello y cabeza), le reproducen la sintomatología. 
Puede ser central o periférico, diferenciándose, principalmente, en que éste último 
posee un cortejo vegetativo más intenso y el nistagmus es horizontal o rotatorio, 
mientras que el central puede presentar nistagmus vertical, horizontal o rotatorio 
puro, acompañándose de diplopia, disartria... Las causas en ambos son distintas. 
- Simulación o cuadros histeriformes. 
3.- TIPOS DE SÍNCOPES. 
A) Síncope reflejo y neurogénico (65 %) 
- S. Vasovagal. Incluye: 
- S. Ortostático (favorecido por medicación hipotensora, anemia, 
hemorragia, deshidratación). 
- S. Reflejo (miccional, tusígeno, deglutorio...). 
SÍNCOPE 
Página 44 
B) Síncope cardíaco (10 %) 
- Arritmias: 
- Taquicardia supraventricular (TSPV) o ventricular, flutter o fibrilación 
auricular. 
- Bradicardia, bloqueos, asistolia. 
- Enfermedad del seno. 
- Obstrucción: 
- Mixoma auricular. 
- Estenosis aórtica. 
- Miocardiopatía hipertrófica (MCH) 
- Fallo de marcapasos. 
- Hipertensión pulmonar (HTP), tromboembolismo pulmonar masivo. 
- Infarto de miocardio agudo (IAM). 
C) Síncope neurológico (15 - 20 %) 
- Ictus vertebro-basilar. 
- Síndrome del seno carotídeo. 
- Síndrome del robo de la subclavia. 
- Hemorragia subaracnoidea (HSA). 
- Crisis convulsivas. 
D) Síncope metabólico (5 %) 
- Hipoxemia. 
- Hiperventilación. 
- Hipoglucemia. 
 
4.- ACTITUD EN URGENCIAS (Ver figura 3.1). 
A) Anamnesis. ES LO MÁS IMPORTANTE PARA LLEGAR AL DIAGNÓSTICO CORRECTO. 
- Edad. 
- Antecedentes: 
- Diabetes. 
- Alcohol o drogas. 
- Fármacos (diuréticos, IECAs, antagonistas del calcio, medicación 
gastroerosiva). 
- Enfermedades cardiovasculares (insuficiencia cardiaca, cardiopatía 
isquémica, arritmias, valvulopatías). 
- Enfermedades neurológicas (accidentes cerebrovasculares previos, 
Parkinson, epilepsia). 
- Historia familiar de síncopes. 
- Enfermedades psiquiátricas. 
SÍNCOPE 
Página 45 
- Características de la pérdida de consciencia: 
- Forma de comienzo. 
- Factores predisponentes (micción, defecación, tos intensa, 
deglución, calor, dolor, ejercicio, deshidratación). 
- Clínica acompañante: angina (IAM, disección aórtica); disnea (TEP); 
cefalea (HSA); palpitaciones (arritmias); vértigo; melenas y/o 
hematemesis. 
- Postura en la que se encontraba previamente al cuadro (si ocurre en 
decúbito, es más probable que sea cardíaco, neurológico o metabólico). 
- Duración. 
- Existencia de pródromos (sudoración, náuseas, palidez...). 
- Traumatismo acompañante. 
- Frecuencia y características de episodios previos. 
B) Exploración. 
- E. Física completa, incluyendo tacto rectal (melenas ?) y exploración 
neurológica basal. 
- Constantes: 
- Temperatura. 
- Pulsos centrales y periféricos. 
- Frecuencia cardiaca y respiratoria. 
- Tensión arterial (T.A.) en decúbito y en bipedestación, tras 
permanecer durante 3 minutos en pie (Tilt - test: caída de 20 
mmHg de tensión arterial al pasar del decúbito al ortostatismo). 
C) Pruebas complementarias. 
- Siempre electrocardiograma (ECG). 
- Glucemia capilar. 
- El resto de exploraciones complementarias se solicitarán según la 
orientación diagnóstica: 
- Hemograma; bioquímica (glucemia, urea, creatinina, iones); 
coagulación. 
- Gasometría arterial basal. 
- Niveles plasmáticos de tóxicos o fármacos. 
- Radiografía de tórax. 
- Tomografía axial computarizada (T.A.C.). 
D) Tratamiento. En lo posible etiológico. 
SÍNCOPE 
Página 46 
5.- CRITERIOS DE INGRESO. 
Síncopes asociados con dolor torácico u otro síntoma de cardiopatía isquémica. 
- S. con una o varias alteraciones en el ECG: 
- IAM. 
- Isquemia miocárdica. 
- TSPV > 120 lat./min. 
- Taquicardia ventricular. 
- Bloqueo aurículo-ventricular (BAV) tipo Mobitz II o BAV completo. 
- Parada sinusal o pausa > 2 segundos. 
- Marcapasos malfuncionante. 
- S. con sospecha de: 
- TEP. 
- Disección aórtica. 
- Hemorragia gastrointestinal. 
- Obstrucción del flujo cardíaco: estenosis aórtica, MCH, HTP, 
mixoma auricular. 
- S. asociado a enfermedades neurológicas: 
- Accidente isquémico transitorio. 
- Accidente cerebrovascular isquémico o hemorrágico. 
- S. recurrente e inexplicado (dos o más episodios en menos de 6 meses). 
 
 
 
 
 
 
 
 
SÍNCOPE 
Página 47 
 
 
Figura 3.1.- Algoritmo diagnóstico-terapéutico del síncope. 
SINCOPE 
Historia clínica, exploración, constantes (Tª, T.A., glucemia capilar, EKG) 
Hipoglucemia T.A. disminuida T.A. normal 
 - Vía venosa. 
 - S. Glucosado 50 % 
(Glucosmón, 1 - 2 
amp. en bolo). 
 
- Vía venosa. 
- S. Fisiológico 0,9 
% rápido y/o 
Expansores del 
plasma. 
Tilt - test 
EKG 
Alterado: 
- I A M 
- Arritmias. 
- Signos de TEP. 
Normal 
- Síncope postural. 
- Síncope reflejo. 
- Hipovolemia. 
 
++ −− 
TTO ESPECÍFICO 
Anormal: 
- Anemia. 
- Hipoglucemia. 
- Deshidratación. 
- Hipoxia. 
- Hipocapnia. 
TTO ESPECÍFICO 
Normal 
-> 65 años sin diagnóstico. 
- Síncopes de repetición. 
 
OBSERVACIÓN 12 -24 HORAS
Monitorización. 
Control de constantes, 
incluyendo las neurológicas 
Dudas INGRESO 
Analítica

Continuar navegando