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P O R T A D O R E S D E L U Z 144 editora e imprimir un periódico evangeli- zador. Present Truth (La verdad presente) apareció en 1884, y M. C. Wilcox llegó desde América del Norte para editarlo. Hannah More Su demora en aceptar la idea de un ministerio mundial llevó a los adven- tistas a perder la oportunidad de iniciar obra misionera en África una década antes de que Andrews fuera a Europa. Mientras la señorita Hannah More, una misionera que servía a otra denomina- ción en el África Occidental, estaba de vacaciones en su casa, en Massachusetts, fue expuesta a las doctrinas adventistas, las que aceptó. Sin embargo, regresó al África como superintendente de un orfanato sostenido por una sociedad mi- sionera inglesa. Por haber aceptado las doctrinas adventistas, la Srta. More fue eventualmente despedida, después de lo cual viajó a Battle Creek buscando em- pleo. Como Elena y Jaime White estaban ausentes debido a su mala salud, no hubo nadie que reconociera la oportunidad de utilizar a una misionera experimentada. La Srta. More se vio obligada a aceptar trabajo en la casa de un colega anterior, que entonces vivía en el norte de Michi- gan. Ella murió pocos meses más tarde. Mientras todavía estaba en África, la Srta. More compartió sus nuevas creencias con un compañero misionero, natural de Australia, Alexander Dickson. El Sr. Dickson regresó a Australia, y fue el primero en predicar doctrinas ad- ventistas allí. Aunque despertó bastante interés, no estableció un contacto per- manente con las oficinas centrales del adventismo, por lo que se desanimó, y eventualmente renunció al sábado. Australia Los esposos White habían comen- zado a expresar interés de abrir obra en Australia ya en 1874. Aun antes de que Andrews saliera para Europa, Jaime Whi- te había escrito que “muy pronto debe abrirse una misión en Australia”. Por ese tiempo Elena tuvo una visión en la que vio prensas impresoras en muchos países que producían publicaciones adventistas. Cuando su esposo le preguntó si podía recordar cuáles países estaban incluidos, el único que pudo recordar fue Australia. Sin embargo, pasaron diez años an- tes que la Asociación General aprobara oficialmente el envío de S. N. Haskell, J. O. Corliss y un grupo de ayudantes para establecer una misión “allá abajo”. Llega- ron al comienzo del invierno australiano, en junio de 1885. William Arnold, un col- portor de experiencia, había despertado mucho interés; él se puso inmediatamente a vender libros, folletos y suscripciones a revistas. Fiel al esquema que se desa- rrolló en otras partes, el grupo de Haskell comenzó a tener reuniones en carpa, en el área de Melbourne. Siete meses después de su llegada también habían lanzado una revista mensual de 16 páginas, The Bible Echo and The Signs of the Times (El eco de la Biblia y las señales de los tiempos). Haskell introdujo el plan de vi- sitación de casa por casa hasta encontrar a las personas interesadas en asuntos reli- giosos, y las animaba a estudiar la Biblia con sus visitantes adventistas. Veinte años después que Czechows- ki salió en su misión no autorizada a Europa, los adventistas lanzaron una campaña sostenida para anunciar su mensaje al otro lado del mundo. Aunque los primeros años en Australia fueron difíciles, el adventismo echaría sólidas raíces en el continente más pequeño. Se estableció así una base vital para la evangelización de gran parte del Pací- fico sudoccidental y con el tiempo, el adventismo australiano demostró ser una influencia poderosa en la tarea mundial de extensión de la iglesia. Héber Rectangle
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