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489www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (8): 489-496 rEVISIÓN Introducción Las distrofias musculares se presentan en cualquier edad, y generalmente no afectan al sistema nervio- so central ni a los nervios periféricos, a pesar de su estrecha relación anatómica [1,2]. Clínicamente, se manifiestan con debilidad muscular y, frecuente- mente, con altos niveles de creatincinasa (CK). Pa- tológicamente, las biopsias de las distrofias muscu- lares se caracterizan por una gran variabilidad en el tamaño de las fibras, así como división de éstas, nú- cleos centrales y presencia de fibras en degenera- ción-regeneración, que eventualmente resultan en necrosis y reemplazo del músculo por grasa y tejido fibroso [3,4]. En los últimos años se han realizado avances importantes en el conocimiento genético y en estrategias terapéuticas para estas patologías. Después del descubrimiento del gen de la distrofi- na, han existido descubrimientos importantes so- bre las proteínas relacionadas con la distrofina y cuyas alteraciones producen diferentes formas de distrofias musculares. El grupo de enfermedades designadas como dis- trofias musculares de cinturas –limb girdle muscular dystrophy (LGMD)– incluye un grupo heterogéneo de distrofias que afectan principalmente a la cintura pélvica y escapular. Pueden considerarse como una serie de patologías que van desde las distrofias y miopatías musculares congénitas graves de inicio neonatal hasta enfermedades relativamente benig- nas de inicio tardío con morbilidad y discapacidad variables, lo que dificulta su diferenciación [5,6]. Existen formas autosómicas dominantes y auto- sómicas recesivas, y estas últimas son las más fre- cuentes y de las cuales se han descrito actualmente 14 tipos (Tabla). La frecuencia precisa de las formas recesivas continúa en investigación, ya que alrede- dor del 30% de los pacientes no tiene un diagnósti- co concluyente y su frecuencia varía entre diferen- tes grupos étnicos [7]. Su clasificación genética permite la posibilidad de un diagnóstico molecular preciso, la identifica- ción de las proteínas involucradas y las mutaciones causantes de la enfermedad. Por otra parte, permite dar un consejo genético adecuado y ofrecer un me- jor manejo de las posibles complicaciones. Por lo tanto, el diagnóstico actualmente recae en una com- binación de análisis inmunohistoquímicos y de in- munoblot, además de la secuenciación del ADN para identificar la mutación primaria [8]. El objetivo de esta revisión es describir breve- mente las proteínas relacionadas con las formas re- cesivas de las LGMD. Proteínas sarcoméricas La membrana de la fibra muscular, el sarcolema, está cubierta en su cara citoplásmica por la proteína dis- trofina, que ancla el sarcolema al citoesqueleto de actina y se asocia a un conjunto de proteínas llama- do complejo de glucoproteínas asociadas a distrofi- na –dystrophin-associated protein complex (DGC)–. Se sugiere que este gran complejo de proteínas pro- Distrofias musculares de cinturas autosómicas recesivas Marta E. Hernández-Caballero, Antonio Miranda-Duarte, Rosa E. Escobar-Cedillo, Hilda Villegas-Castrejón Resumen. Las distrofias musculares son un grupo heterogéneo de enfermedades hereditarias, caracterizadas por debilidad y pérdida muscular de origen no neurogénico. Son causadas por mutaciones de uno o más genes involucrados en la forma- ción de las células musculares. El descubrimiento de las diversas proteínas presentes en el músculo comenzó con el descu- brimiento de la distrofina, 130 años después de la descripción clínica de la distrofia muscular. Actualmente, debido al mejor conocimiento de la biología del músculo normal y del enfermo, se ha logrado realizar una clasificación molecular de los di- ferentes tipos de distrofias musculares, de acuerdo con la proteína que se encuentre afectada. Esto ha sido particularmente importante para las distrofias musculares de cinturas, las cuales presentan características clínicas que pueden llevar a con- fundirlas con la distrofia muscular de Duchenne. Por otro lado, en años recientes se ha favorecido el desarrollo de terapias que en un futuro cercano podrían dar una solución para la restauración de la función de la fibra muscular. Palabras clave. Diagnóstico. Distrofias. Genética. Proteínas musculares. Sarcolema. Terapia. Laboratorio de Morfología Celular y Molecular (M.E. Hernández- Caballero, H. Villegas-Castrejón); Servicio de Genética (A. Miranda- Duarte); Electromiografía y Distrofia Muscular (R.E. Escobar-Cedillo); Instituto Nacional de Rehabilitación. Ciudad de México, México. Correspondencia: Dra. Marta Elena Hernández Caballero. Laboratorio de Morfología Celular y Molecular. Instituto Nacional de Rehabilitación. Calzada México Xochimilco 289. Col. El Arenal de Guadalupe. CP 17389. Tlalpan, México. E-mail: ehdezc@yahoo.com Aceptado tras revisión externa: 21.07.10. Cómo citar este artículo: Hernández-Caballero ME, Miranda- Duarte A, Escobar-Cedillo RE, Villegas-Castrejón H. Distrofias musculares de cinturas autosómicas recesivas. Rev Neurol 2010; 51: 489-96. © 2010 revista de Neurología 490 www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (8): 489-496 M.E. Hernández-Caballero, et al Tabla. Características clínicas de las distrofias musculares de cinturas autosómicas recesivas y de las proteínas involucradas. Tipo Proteína Localización Características clínicas refs. LGMD2A Calpaína 3 Citoplásmica Puede iniciarse en las tres décadas de vida, debilidad predominante en glúteo mayor y aductores, afectación tardía de cintura escapular y músculos del tronco, escápulas aladas, contractura temprana del talón de Aquiles, sin afectación facial, intelectual, cardíaca o respiratoria, ni hipertrofia de gemelos. Niveles de creatincinasa de 5 a 10 veces sobre el límite normal [19-24] LGMD2B Disferlina Membrana y citoplasma De inicio agudo y progresión lenta, capacidad atlética hasta el final de la adolescencia, elevación presintomática de la creatincinasa sérica, hipertrofia transitoria de gemelos, debilidad en músculos pélvicos proximales, el primer músculo involucrado es el gastrocnemio, hay incapacidad para mantenerse sobre la punta de los dedos, las contracturas son infrecuentes. En la biopsia se observan fibras divididas, núcleos centralizados, notable infiltrado inflamatorio. Se puede presentar deficiencia secundaria de calpaína-3 [25-31] LGMD2C γ-sarcoglucano Membrana Pérdida de la ambulación, hipertrofia de gemelos, contracturas del tendón de Aquiles, lordosis lumbar, escápulas aladas, músculos dorsales del muslo y cuello débiles, niveles de creatincinasa elevados 5-10 veces (en algunos casos más de 10 veces), mientras que la función respiratoria y cardíaca es normal en la mayoría de los pacientes, al igual que la inteligencia [30] LGMD2D α-sarcoglucano Membrana Inicio entre los 3 y 15 años, hipertrofia de gemelos, marcha inestable sobre la punta de los pies, dificultad para correr y subir escaleras, calambre e intolerancia al ejercicio. Pérdida de la ambulación en la adolescencia. Incremento presintomático en los niveles de creatincinasa, puede haber afectación cardíaca y afectación respiratoria con el tiempo, al igual que escoliosis y contracturas [4,33,43] LGMD2E β-sarcoglucano Membrana Se inicia entre los 4 y los 12 años, presencia de escápulas aladas, atrofia de músculos del tronco, pseudohipertrofia de gemelos, progresión variable, pérdida de la ambulación entre los 12 y los 38 años, cardiomiopatía dilatada progresiva y niveles de creatincinasa de 5 a 10 veces sobre el límite normal [44,45] LGMD2F δ-sarcoglucano Membrana Poco frecuente, de curso clínico muy grave, se puede presentar a cualquier edad. Niveles de creatincinasa elevados 5-10 veces y en algunos casos más de 10 veces, y al igual que en la LGMD2E, los pacientes desarrollan cardiomiopatía dilatada progresiva, que puede ser fatal [46] LGMD2G Teletonina Sarcomera Puede presentarse debilidad del músculo tibial anterior,hipertrofia de gemelos y calambres; en otros casos, iniciarse en la segunda década de vida, con niveles de creatincinasa entre 3 y 17 veces mayores de lo normal, dificultad para subir escaleras y correr, debilidad distal y, en algunos casos, cardiopatía. No hay afectación respiratoria, escápulas aladas, ni afectación de gemelos. En la biopsia se observan fibras lobuladas y vacuolas bordeadas [47-50] LGMD2H TRIM32 Sarcomera De inicio tardío (segunda o tercera décadas de vida), con debilidad lentamente progresiva, debilidad muscular proximal, particularmente trapecio y deltoides, escapulas aladas, ‘risa plana’, signo de Gowers positivo, debilidad y dolor por ejercicio, niveles de creatincinasa moderadamente elevados o hasta 30 veces mayores de lo normal. En la biopsia se pueden encontrar fibras tipo 2 con vacuolas, dilatación del sistema sarcotubular y streaming de la línea Z [5,48,51,53] LGMD2I FKRP Membrana Se presenta entre los 0,5 a 40 años. No hay pérdida de la ambulación, ni afectación del sistema nervioso o retraso mental. Existe afectación cardíaca y respiratoria, los niveles de creatincinasa son mayores a 10 veces el límite normal, hipertrofia de la lengua, escoliosis, lordosis, dificultad para subir escaleras, calambres, hipertrofia de muslos y gemelos. Hay debilidad grave en el primer año de vida y en la biopsia se observa infiltrado celular, un patrón de degeneración-regeneración, reducción variable de la glucosilación de α-DG y expresión variable de laminina 2α, la cual se ha correlacionado con la gravedad clínica [13,44,45,55] LGMD2J Titina Sarcomera Debilidad muscular distal, discapacidad grave tras 20 años de iniciada, pérdida de la ambulación entre la tercera y sexta décadas de vida [60-62] LGMD2K POMT1 Retículo sarcoplásmico Los afectados pueden presentar inicio tardío de la enfermedad, con retraso mental leve y microcefalia, sin anormalidades en ojo y cerebro. Los niveles de creatincinasa son altos. Hay reducción en la glucosilación de α-DG. Otras mutaciones alélicas en POMT1 producen el síndrome de Walker-Walburg [57,63-65] LGMD2L Anoctamina 5 Intracelular Se observa atrofia asimétrica de cuádriceps femorales, atrofia de bíceps braquial, debilidad proximal de las cinturas pélvica y escapular de inicio tardío. No se observa inflamación, pero sí un aumento del tejido conectivo endomisial, duplicación de la lámina basal y desorganización de la colágena [67,68] LGMD2M Fukutina Aparato de Golgi En la biopsia se observa infiltrado celular y hay una notable respuesta a los esteroides, por lo que se confunde con polimiositis [52,69-71] LGMD2N POMT2 Retículo sarcoplásmico Hipertrofia de hipertrofia de gemelos, escápulas aladas, lordosis, sin afectación ocular e inteligencia normal. También se han encontrado cambios inflamatorios y una disminución grave de α-DG [50,73] LGMD2O POMGNT1 Aparato de Golgi El padecimiento se inicia en la infancia, hay hipotonía, retraso en el desarrollo motor, debilidad muscular proximal e incremento en los niveles de creatincinasa. La biopsia sugiere una distroglucanopatía, porque hay una ligera disminución de α-DG detectada por inmunohistoquímica, además de glucosilación anormal. Responde bien al tratamiento con esteroides [75] 491www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (8): 489-496 Distrofias musculares de cinturas autosómicas recesivas tege al sarcolema del daño mecánico durante el pro- ceso de la contracción muscular [9] y que está invo- lucrado en la homeostasis intracelular del Ca2+, al participar en la transducción de señales entre la ma- triz extracelular y el citoesqueleto [10]. El DGC in- cluye tres grupos de proteínas: distroglucanos (DG), sarcoglucanos (SG) y sintrofinas (Figura). Distroglucanos Los DG son receptores de matriz que se unen a pro- teínas en la matriz extracelular del músculo y otros tejidos, como cerebro, riñones y nervios periféricos. Existen dos tipos, α y β, ambos codificados por el mismo gen (DAG1), y son producidos por división proteolítica y glucosilación de un mismo péptido precursor [11,12]. En el músculo, α-DG se une a β-DG, lo que permite la comunicación de la matriz extracelular con la actina del citoesqueleto a través de su unión con la distrofina [13]. La α-DG es una proteína periférica de membrana altamente glucosi- lada; gracias a esta característica, se puede unir a proteínas con dominios LamG, como α-laminina, perlecano, neurexina y agrina, en la matriz extrace- lular, mientras que β-DG se une, por un lado, a α-DG y, por el otro, a la distrofina [14]. Los DG son impor- tantes en el ensamblaje de la membrana de Reichert durante el desarrollo embrionario, y se ha observado que contribuyen a la producción de fuerza del mús- culo esquelético. Su rotura causa la separación de la lámina basal del sarcolema y vuelve al músculo vul- nerable al daño inducido por la contracción, lo que conduce a la degeneración de la fibra muscular [15]. La pérdida de alguno de los DG se ha asociado con un grupo de distrofias musculares congénitas y distrofias musculares a las que se les ha llamado ‘distroglucanopatías secundarias’, e incluyen la dis- trofia muscular congénita de Fukuyama, enferme- dad músculo-ojo-cerebro, síndrome de Walker-War- burg, MDC1C y LGMD2I [16,17]. Esta última es la forma más común de LGMD en Dinamarca, el nor- te de Inglaterra y América del Norte, y la mutación más habitual es c.826C>A, p.L276I [18]. Calpaína-3 (CAPN-3) Pertenece a una gran familia de proteasas cisteínas dependientes de calcio no lisosomales. Además del músculo, se puede encontrar en la retina, cristalino, corazón, músculo liso y células sanguíneas mononu- cleares. Se expresa en la unión miotendinosa y el nú- cleo [19]. Se une a elementos del aparato contráctil de la fibra muscular debido a su unión a titina y a su regulación por calcio [20]. Regula el recambio de la proteína AHNAK (implicada en la reparación, dife- renciación y transducción de señales), por lo que se deduce que puede tener un papel en la homeostasis de la membrana al fragmentar a AHNAK, y, por tan- to, participar en la reparación de la sarcomera, pro- moviendo el recambio de proteínas como la disferli- na [21,22]. La necrosis y la inflamación pueden llevar a la ruptura de la proteína, lo que puede ser la causa de la discrepancia entre la localización por inmuno- histoquímica y el western blot por falta secundaria de estabilidad de CAPN-3 [23]. La expresión de CAPN-3 se encuentra afectada en la LGMD2A [23,24]. Disferlina (DYSF) La disferlina se encuentra en la membrana plasmáti- Figura. a) La fibra muscular está formada por haces de células largas cilíndricas y multinucleadas; b) En la miofibrilla se pueden observar las pro- teínas sarcolemales, citosólicas y nucleares implicadas en la conformación estructural y adecuado funcionamiento de la fibra muscular. a b 492 www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (8): 489-496 M.E. Hernández-Caballero, et al ca, a la que se une a través de su extremo C terminal. Tiene una distribución ubicua, aunque se expresa más en el músculo esquelético, corazón y riñones. Es miembro de la familia de la proteína ferlina, presenta siete dominios hidrofóbicos C2 en su extremo car- boxilo y un solo dominio transmembranal. Es el pri- mer miembro identificado de la maquinaria de repa- ración en el músculo esquelético. Se ha encontrado que la reparación de la membrana requiere de la acumulación y fusión de vesículas cerca del sitio de ruptura, proceso esencial para evitar la degeneración de la fibra muscular. Se considera que la disferlina tiene un papel importante en el tráfico de vesículas y fusión de membranas en las células musculares al unir su primer dominio C2 a los fosfolípidos de ma- nera dependiente de calcio [25]. La hipótesis de re- paración de la membrana postula que la disferlina es un componente clave de este sistema, al formar vesí- culas que taponan lesiones en la membrana, mante- niendo la homeostasis antes de laformación de nue- va membrana [26]. Aunque la disferlina no es un componente integral del DGC, su distribución está alterada en algunas distrofias musculares, donde su expresión está reducida en la membrana plasmática e incrementada en vesículas citoplásmicas [28], como es el caso de la LGMD2B y de forma secundaria de la LGMD2A [27-30]. Tanto la LGMD2B como la mio- patía de Miyoshi se han comunicado frecuentemente en poblaciones con alta endogamia, como los judíos libios, que se originan en la región del Cáucaso, en las que se han descrito mutaciones específicas y efec- tos fundadores. Asimismo, se han encontrado muta- ciones recurrentes en Japón, Italia y España, y un efecto fundador en un grupo de acadianos/cajunes establecidos en Nueva Escocia y Luisiana [31]. Subcomplejo de sarcoglucanos El complejo de SG que predomina en el músculo es- quelético y cardíaco está constituido por cuatro pro- teínas transmembranales: α, β, γ y δ, que forman un subcomplejo independiente dentro del DGC [32]. Recientemente se identificaron dos sarcoglucanos más, ε y ζ. La secuencia de ε tiene gran similitud con α-SG, y ζ con γ y δ-SG [32-34]. Cada miembro del comple- jo de SG forma una unidad funcional que se asocia con otra proteína del sarcolema; el sarcospan (SSpn). Extracelularmente, el complejo de SG (α y γ-SG) se une a un pequeño proteoglucano, el biglucano, a tra- vés del cual se une a α-DG. Intracelularmente, el complejo de SG interactúa con la filamina C [2]. En la actualidad no se conoce con exactitud la con- secuencia molecular de la deficiencia de los SG. Por estudios en biopsias de pacientes con distrofia, se ha demostrado que la ausencia de uno de los SG tiene efectos variables, pero importantes, para la estabilidad del resto de los SG, de manera que la pérdida de uno puede llevar a la pérdida de los otros [6]. En 1998, Holt y Campbell [33] propusieron que las sarcoglucanopa- tías son causadas por el ensamblaje y tráfico deficiente del complejo de SG a la membrana, como se descu- brió para α-SG, que regula el transporte y manteni- miento de los componentes del complejo de SG. Por lo tanto, en ausencia del complejo ensamblado, α-SG se recicla de la membrana sarcolemal a endosomas de reciclamiento [35]. Las mutaciones más frecuentes ocurren en α-SG. Un tercio de los pacientes presenta una sustitución de una arginina por una cisteína en el codón 77 (R77C) [36]. Las mutaciones en δ-SG son las menos frecuentes [37]. Una mutación fundadora en γ-SG causa la LGMD2C y es la sarcoglucanopatía más común en el norte de África [3]. Trabelsi et al [38], buscando mutaciones en los SG, encontraron la presencia de un hotspot de duplicaciones que afecta al exón 1 del gen para β-SG, además de deleciones en α y γ-SG. Las mutaciones en ε-SG se han asociado a la distonía mioclónica, mientras que las mutaciones de ζ-SG aún no se asocian a enfermedad alguna [39,40]. Se ha encontrado que son importantes para la es- tabilidad de la mielina en las células de Schwann [41]. Recientemente, se describió un complejo de SG que incluye a β, δ y ε-SG, estrechamente asociado a DG y Sspn. Usando un modelo de ratón que carece de SG, se encontró que son necesarios en los adipo- citos para mantener la expresión funcional de los DG como receptores de la matriz extracelular. La pérdida de β-SG está implicada en la lipodistrofia, por lo que Groh et al [42] sugirieron que el complejo de SG, Sspn y DG puede participar en la regulación del destino de la célula en la adipogénesis/miogé- nesis, explicando el mecanismo de reemplazo de músculo por grasa en algunas distrofias musculares. La ausencia de los SG α, β, γ o δ causa LGMD tipo D, E, F y C, respectivamente [32-46]. Teletonina Esta proteína se expresa solamente en el músculo es- quelético y cardíaco adulto. Se localiza en el disco Z y provee sitios de unión para titina y otras proteínas asociadas al disco Z durante el ensamblaje de la sar- comera. Al parecer, su región N terminal interactúa con la región N terminal de titina. Se ha sugerido que está involucrada en la reorganización del citoes- queleto durante la miofibrilogénesis y en la inhibi- ción de la secreción de miostatina, un regulador ne- gativo del desarrollo del músculo [47]. Moreira et al [48] la hallaron implicada en la LGMD2G [49,50]. 493www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (8): 489-496 Distrofias musculares de cinturas autosómicas recesivas TRIM32 Pertenece a una familia de proteínas caracterizada por el dominio tripartito. Es de expresión ubicua y entre las diversas funciones se encuentra la ubiquiti- nación. Éste es un proceso mediante el cual se agre- gan proteínas ubiquitina a residuos de lisina de otras proteínas para ser reconocidas por el proteosoma, encargado de degradar a la proteína marcada. TRIM32 tiene función de ubiquitina ligasa E3, y se une a las regiones de la cabeza y el cuello de la miosina y ubi- quitina a la actina, de manera que puede participar en la regulación de los componentes del citoesque- leto al participar en el mantenimiento y degradación de las miofibrillas durante la remodelación del mús- culo. Este gen se asocia a una forma extremadamen- te rara de LGMD, la LGMD2H [51-53]. Proteína relacionada a fukutina (FKRP) Se expresa en el músculo esquelético y el corazón. Su función en el músculo esquelético se desconoce; sin embargo, se sugiere que puede ser una glucosiltrans- ferasa putativa involucrada en el procesamiento del α-DG [54]. La glucosilación de α-DG es esencial para una interacción adecuada con sus ligandos en la ma- triz extracelular, como la laminina α2, para anclar la fibra del músculo a la membrana basal [55]. FKRP se localiza en la superficie del músculo y se asocia con el complejo DGC [56]. Es posible que una FKRP de- fectuosa altere el plegamiento de la laminina α2 [57], y se encontró afectada en la LGMD2I [18,58,59]. Titina (TTN) Es una proteína gigante y elástica que funciona como regulador molecular de la sarcomera, organizando el alineamiento de las proteínas sarcoméricas tanto durante el desarrollo como posnatalmente. Abarca la mitad de una sarcomera desde el disco Z hasta la línea M, y es la tercera proteína más abundante en el músculo [60]. Actúa como sustrato y reservorio de CAPN-3, de lo que se deduce que puede participar también en la formación y remodelación de la sar- comera. CAPN-3 se integra a las miofibrillas con ti- tina como mediadora, uniéndose al dominio IS2 de CAPN-3, estabilizándola y protegiéndola de la autó- lisis [61]. Recientemente, se describió que las muta- ciones en titina causan LGMD2J [62]. Proteína O-manosiltransferasa 1 (POMT1) Es esencial para el desarrollo embrionario, forma un complejo con POMT2 y cataliza el paso inicial de la biosíntesis de O-manosilglucanos de α-DG en el retículo endoplásmico. Estas porciones de azúca- res transferidos son importantes para la unión de la laminina y para la localización adecuada de α-DG, así que, de manera indirecta, pueden afectar la mi- gración y adhesión celular [63]. Se encuentra impli- cada en la LGMD2K [64-68]. Anoctamina 5 (ANO5) Glucoproteína integral de membrana presente en vesículas intracelulares. En roedores se expresa so- bre todo en los músculos cardíaco y esquelético [66]. Recientemente se encontró mutada en la LGMD2L [67,68]. Todavía se desconoce su función exacta. Fukutina (FKTN) Es una enzima que regula la migración neural y la organización del músculo al modificar las gluco- proteínas y glucolípidos de superficie celular, lo que coincide con los patrones anormales de gangliósi- dos en el cerebro y la deficiencia secundaria de α-distroglucano en pacientes con distrofia muscu- lar congénita tipo Fukuyama. Es necesaria para el mantenimiento de la integridad muscular, histogé- nesis cortical y desarrollo ocular, lo que sugiere una relación funcional entre fukutina y α-DG. Se en- cuentra involucrada en la LGMD2M [69-71]. Proteína O-manosiltransferasa 2 (POMT2) Ésta es una proteínaintegral de membrana del retí- culo endoplásmico y comparte gran similitud en su secuencia con una familia de proteínas O-manosil- transferasas. Las cadenas de carbohidratos O-liga- dos de α-DG son un componente importante del complejo distrofina glucoproteínas, el cual, a su vez, media la interacción entre la matriz extracelular y el citoesqueleto del músculo y las neuronas [72]. Se encuentra implicada en la LGMD2N [73]. Proteína O-manosa β-1,2-N- acetilglucosaminiltransferasa 1 (POMGNT1) Esta glucosiltransferasa está involucrada en la gluco- silación de α-DG y es responsable de la transferencia de N-acetilglucosamina (GlcNAc) a la O-manosa de α-DG [74]. Está afectada en la LGMD2O [75]. Terapia Actualmente no existe un tratamiento efectivo para 494 www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (8): 489-496 M.E. Hernández-Caballero, et al las LGMD, pero se están desarrollando nuevas tera- pias basadas en el uso de genes en terapias de reem- plazo, propuestas basadas en ARN o terapia de genes. Se han identificado algunos animales en la natu- raleza con fenotipos similares a los observados en las enfermedades neuromusculares y, en algunos casos, se han generado en el laboratorio. Estos ani- males se han usado como herramientas para estu- dios genéticos, clínicos e histopatológicos. Los ra- tones SJL/J, que desarrollan una miopatía espontá- nea, son el modelo para LGMD2B [76]. La deficien- cia de δ-SG se estudia en el hámster BIO14.6, el cual presenta cardiomiopatía y mayor afectación del músculo cardíaco [77]. Las deficiencias de los sarcoglucanos se estudian en los ratones knock-out SGCa, SGCb y SGCd. Todos los modelos desarro- llan cardiomiopatía y grandes áreas de necrosis y fibrosis [78]. Los modelos caninos existentes tienen el inconveniente de que aún no está identificada la mutación específica que presentan. Desarrollan in- tolerancia al ejercicio, altos niveles de CK, cambios distróficos en el músculo y grado variable de pérdi- da de localización en los SG [79]. El reemplazo de genes representa una estrategia para corregir el de- fecto subyacente. En el caso de la deficiencia del α-SG, Mendell et al [80] encontraron que, después de inyectar α-SG en el músculo, utilizando como vector al adenovirus serotipo 1 bajo control del pro- motor truncado de MCK (rAAV1.tMCK.hSGCA), había expresión sostenida del gen sin presentar res- puesta inmune importante. La expresión se incre- mentó de cuatro a cinco veces con respecto a los controles y se mantuvo algunos meses después. En el caso de la cardiomiopatía desarrollada en algunas sarcoglucanopatías, se están desarrollando estrate- gias para evitarla, como lo hacen Goehringer et al [81], quienes buscan prevenirla utilizando un ade- novirus para terapia génica, mientras que, reciente- mente, mediante el uso de otro virus adenoasocia- do se obtuvo la expresión exitosa de disferlina en ratones para tratar la LGMD2B, cuya única opción de tratamiento es la liberación quirúrgica del ten- dón de Aquiles para prolongar la ambulación, pro- cedimiento que hasta hoy es el único tratamiento paliativo [29,82]. Actualmente, la investigación se ha enfocado principalmente a la distrofia muscular de Duchenne, debido a que es la forma de distrofia muscular más común y grave [83,84]. Conclusiones Hasta la fecha continúan las dificultades para clasifi- car estos padecimientos debido a la falta de acceso a técnicas más precisas para el diagnóstico adecuado de las distrofias musculares. Por lo tanto, un paso necesario lo representa el avance en el conocimiento de la estructura y función de las proteínas involucra- das. El diagnóstico molecular de los pacientes afec- tados por LGMD es crucial para ofrecer consejo ge- nético para prevenir y controlar las complicaciones de la enfermedad, y para seleccionar aquellos casos que en el futuro puedan beneficiarse de nuevos fár- macos y terapia genética. Hasta ahora, la prevención secundaria es la principal herramienta para hacer frente a estas enfermedades, de modo que la identi- ficación de portadores sanos es fundamental para re- ducir la frecuencia de la enfermedad en la población. Bibliografía 1. Emery AE. Muscular dystrophy into the new millennium. Neuromuscul Disord 2002; 12: 343-9. 2. Davies KE, Nowak KJ. Molecular mechanisms of muscular dystrophies: old and new players. Nat Rev Mol Cell Biol 2006; 7: 762-73. 3. Dubowitz V, Sewry C. Muscle biopsy: a practical approach. 3 ed. Philadelphia: Saunders Elsevier; 2007. 4. 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The discovery of several proteins in the muscle began with the discovery of dystrophin, 130 years after the clinical description of muscular dystrophy. Currently, due to a better understanding of the biology of normal and diseased muscle, has achieved a classification at the molecular level of different types of muscular dystrophies, according to the protein that is affected. This has been particularly important for limb girdle muscular dystrophies, which present clinical features that can lead to confusion with Duchenne muscular dystrophy. Moreover, in recent years has encouraged the development of therapies in the near future could provide a solution for restoring the function of the muscle fiber. Key words. Diagnosis. Dystrophies. Genetics. Muscle proteins. Sarcolemma. Therapy.
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