¿Por qué no todos creen en el amor a primera vista?

No soy, ni seré nunca, escéptico del amor a primera vista. Actualmente tengo 67 años.

Cuando tenía 19 años y estaba en casa durante las vacaciones de verano de mi primer año en la Universidad de Texas A&M, asistí a la fiesta de cumpleaños de un amigo de 18 años del instituto, que me seguiría a A&M al semestre siguiente. Y, como yo, pronto sería miembro del Cuerpo de Cadetes de Texas A&M. En realidad, sólo asistí a la fiesta de cumpleaños porque estaba enamorado de la hermana de dieciséis años de mi amigo y quería una excusa para invitarla a salir. En esa fiesta vi por primera vez a una morena de 17 años (que también iba a asistir a Texas A&M dentro de dos años). Definitivamente fue amor a primera vista y me olvidé por completo de la hermana de mi amigo.

Esa morena (a la que amé a primera vista) pronto se convirtió en mi primera y única novia y nos casamos en la capilla All Faiths de la Universidad tres años más tarde, que era mi quinto y último año en A&M. Ella se quedó para terminar su carrera, mientras yo me iba al extranjero, a mi primer destino en la Marina de los Estados Unidos, en la isla de Diego García, en medio del Océano Índico. Por lo tanto, en nuestro primer año de matrimonio estábamos en los lados opuestos del planeta; y yo estaba en servicio, aislado, en la Marina de los Estados Unidos en una isla donde no se permitían civiles ni mujeres. Fue el año más largo de mi vida.

Aquí estamos justo, antes de casarnos en 1977:

Un instante después, 44 años más tarde, seguimos felizmente casados. Y esa morena es ahora la madre de mis dos hijos adultos y la abuela de mis cinco nietos. Así que, como ves, el amor a primera vista sí que se algunas veces en algunas personas. Aquí estamos tal y como somos ahora: