¿Por qué la gente invierte miles de millones en encontrar un agujero negro y alcanzar estrellas distantes cuando existen causas más nobles en...

¿Es inútil la conquista del espacio?

A poco más de cincuenta años del primer alunizaje tripulado la estupidez humana compite consigo misma. Por un lado, nos encontramos ante los negacionistas conspiranoicos, primos hermanos de los terraplanistas. Por otro a quienes con bastante buena voluntad, aunque guiada por una supina ignorancia, se llevan las manos a la cabeza por lo que supone un derroche de recursos en un mundo donde el hambre como problema ocupa el primer puesto.

Me molestaré en responder exclusivamente a los segundos, pues los primeros son un caso perdido. Se cuenta que cuando Michel Faraday expuso en una conferencia, allá por el año 1831, los principios de la inducción electromagnética (la producción de electricidad moviendo un imán en el interior de una bovina o hilo de cobre enrollado a un cilindro), una señora del público le preguntó que para qué servía su descubrimiento, a lo que le respondió “Señora,¿para qué sirve un niño recién nacido?” Obviamente, había profetizado sobre la relevancia social de la electricidad no solo en su siglo sino en los siguientes.

No todo lo que se considera inútil e inservible o sólo útil para saciar nuestra curiosidad tiene porqué ser inútil e inservible para el progreso de la humanidad, e incluso me atrevo a decir que sin la carrera espacial las posibilidades tecnológicas con las que contamos hoy en día no serían las mismas, posibilidades tecnológicas que permitirán, vía satélite y desarrollo de las tecnologías GPS, perfeccionar las previsiones meteorológicas, anticiparse a las sequías, realizar mapas del subsuelo, confección de medicamentos en la estación ???? internacional en condiciones de ingravidez etc

¡Pérdidas de tiempo! También consideraron ociosos a quienes en el siglo XIX, como Pasteur o Koch, se dedicaron al estudio de la microbiología, origen del casi cien por cien de las enfermedades no congénitas. Ciertamente, los antivacunas de hoy son tan idiotas como esos adversarios del estudio de los gérmenes del siglo XIX. No, lo que parece inútil no siempre es inútil.

Además, los presupuestos en la exploración del espacio ni son un derroche ni son exorbitantes. Se encuentran en torno a 1’5 %, incluso menos y los beneficios que reporta son mayores que sus costes. No se trata de dinero tirado a fondo perdido y los conocimientos que se adquieren son y serán de gran utilidad

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