¿Se puede entender la mente de una persona que tiende a procrastinar?

Yo no soy psicólogo, pero algo he reflexionado al respecto y creo que cuando en el resultado de una acción a realizar hay un cierto riesgo, representado como una probabilidad no tan remota de que no nos guste el resultado, hay un alivio en la mente del procrastinador en cuanto a que mientras no intente la acción no se corre ese riesgo. El problema es que normalmente eso también le aleja de un posible buen resultado y en consecuencia de los efectos positivos deseados de dicha acción.

Ciertamente hay personalidades más afines al riesgo y otras más aversas. Un ejemplo clásico de esto está en los perfiles de inversión, donde unos prefieren regularmente instrumentos de renta fija, mientras otros los de renta variable, con el riesgo que conllevan. Pero estas disposiciones por esencia no son estáticas y dependen del estado de ánimo y otras variables del entorno que afectan la percepción del riesgo y sus posibles consecuencias.

El estado de ánimo por su parte es el resultado acumulado de cientos de factores que inciden de forma simultánea, donde la felicidad y la desdicha son los estados extremos en cada uno de los factores como por ejemplo la vida sentimental, el trabajo, amistades, estabilidad y situación económica, autoestima, etc.

También incide en la disposición a avanzar en una tarea la capacidad de planificación. Muchas veces no somos capaces de iniciar una tarea que nos resulta compleja hasta que inconscientemente hemos logrado visualizar cada etapa y ya tenemos una idea clara de cómo lo abordaremos. A veces simplemente llega el día que despertamos listos para enfrentarlo, pero otras es bueno sentarse a planificar para obligarnos a ello, porque de forma espontánea podría no llegar nunca, especialmente si nos vemos bloqueados por una sobrecarga o si la misión supera nuestra capacidad o recursos, dada nuestra formación o inteligencia.

Las personas tienen también distintas capacidades (resiliencia) para lidiar con la adversidad, y la posibilidad de un mal resultado es una forma de adversidad. Si tu trabajo te resulta demasiado demandante y antes de poder resolver tu problema actual, ya tienes otros tantos problemas complejos que se comienzan a acumular, lo más probable es que se produzca un bloqueo. La dinámica del trabajo promueve un resultado creciente a mayor demanda, pero sólo hasta un límite cercano a la capacidad del individuo o equipo de trabajo, y por sobre este límite los resultados son decrecientes. Es decir, a mayor demanda por sobre nuestra capacidad, más nos bloqueamos. La acumulación de tareas inconclusas nos lleva al estrés, y el estrés a la inacción.

Por ello es fundamental para el procrastinador replantearse su vida como un todo y favorecer las herramientas que ayudan a manejar el estrés: deporte, amigos, familia, pasatiempos, recompensas, etc.

Las recompensas son parte importante de esto también. La gratificación de una tarea bien realizada te da confianza y ganas de seguir avanzando. Una forma típica de procrastinar es rehuir las tareas difíciles ocupándose de algo más sencillo, pero el buen resultado de algo sencillo también es una buena forma de ayudar al estado de ánimo para juntar fuerzas y abordar esa tarea más difícil. Por ello es de suma importancia para un superior estar atento al estado de avance y brindar un refuerzo positivo de los logros del personal a su cargo, así como apoyo en la planificación de ser necesario.