¿Por qué el felino más grande es muchas veces más grande que el canino más grande?

La mayoría de los grandes carnívoros terrestres de hoy en día se pueden dividir en dos categorías: los cazadores de manada cursorial (corriendo) y los depredadores solitarios de emboscada. Parecería que, al menos para los mamíferos, estas son las dos estrategias de supervivencia más eficientes, porque varios grupos han evolucionado de forma independiente para caer directamente en cada categoría.

Todos los caninos que son macropredatorios (es decir, comen animales muy grandes) suscriben el estilo de vida anterior. Para ser específico, eso significa el lobo gris:

El dhole:

El perro salvaje africano:

Y el maravilloso pero subestimado perro de monte:

Sin embargo, no son los únicos miembros de la categoría. A pesar de estar más estrechamente relacionadas con los felinos, las hienas ejemplifican mucho esta estrategia de caza, la hiena manchada en particular.

Todos los animales anteriores trabajan juntos en manadas para derribar presas mucho más grandes que ellos. Debido a que cada individuo es pequeño (en comparación con la cantera), dominar a las presas mediante la fuerza bruta es inviable. En cambio, deben usar una resistencia superior para arrojar a las víctimas al suelo.

Esto se refleja en su anatomía. Las patas son muy delgadas y las garras son grandes y desafiladas para proporcionar tracción durante una persecución de larga distancia. Las muñecas están rígidas e inmóviles, lo que evita cualquier tensión articular que pueda surgir con los impactos repetitivos de correr. Las patas delanteras también tienden a ser un poco más largas que las traseras.

Las búsquedas prolongadas e ininterrumpidas son más viables en entornos abiertos y, como tales, estos carnívoros habitualmente habitan en sabanas y pastizales. El aire transporta bien los olores en estos paisajes, por lo que siempre tienen un sentido del olfato agudo, de ahí el hocico alargado o telocéfalo.

Otro factor en juego es el hecho de que, una vez que un animal ha sido perseguido hasta el punto del agotamiento total, no va a ninguna parte. Por lo tanto, los carnívoros que cazan en manada no tienen prisa por matar a sus presas; simplemente pueden comenzar a comer y dejar que mueran lentamente.

Para sacar provecho de esta macabra ventaja, sus dientes carnívoros (en la parte posterior de la boca, equivalentes a nuestros molares) suelen ser enormes, adaptados para triturar carne, tendones e incluso huesos. ¡En las hienas manchadas, los carnassials son casi cómicamente desproporcionados!

Ahora, analicemos la segunda estrategia de caza: la depredación por emboscada solitaria. Si bien los ejemplos de libros de texto de la primera categoría son caninos, los ejemplos más obvios de esta son felinos. Grandes felinos, para ser más específicos.

Eso incluye al tigre:

El leopardo:

El jaguar:

El leopardo de las nieves:

Y las dos especies de leopardo nublado:

Los leones son un caso interesante, ya que viven el estilo de vida de un depredador cazador en manada, pero este comportamiento solo evolucionó recientemente. Anatómicamente, todavía tienen la mayoría de las características de los depredadores de emboscada.

Los guepardos se encuentran en algún lugar entre los dos: tienen muchas características típicas de los cazadores en manada (los machos incluso cazan en grupos cooperativos llamados coaliciones), pero también algunos de sus parientes felinos, y tienden a usar la agilidad como su arma de elección, en lugar de que la resistencia.

De todos modos, hay un puñado de otros miembros de la clasificación de depredadores de emboscada, como el oso polar.

Como se dijo, todos estos animales llevan vidas solitarias. Esto ha dado como resultado que la mayoría de ellos sean mucho más grandes que los animales que cazan en manadas; para hacer frente a objetivos muy grandes, deben tener una masa muscular equivalente a la de varios depredadores pequeños.

En lugar de atropellar a su presa, se acercan sigilosamente, acercándose lo más posible sin ser notados antes de abalanzarse. La mayoría, pero no todos, viven en ecosistemas boscosos, donde la densa vegetación puede ocultar su acercamiento.

Dado que no pueden darse el lujo de encontrar a sus víctimas en un estado de agotamiento, los depredadores de emboscada deben ser asesinos extremadamente eficientes. Las piernas son densamente musculosas, con el par trasero más largo que el par delantero, para producir una estocada poderosa. Las muñecas son muy flexibles, capaces de agarrar a la presa, y las garras afiladas como navajas son retráctiles, asegurando que el suelo no las embote.

La dentición también es muy diferente a lo que vería en un depredador de caza en manada cursorial. En lugar de los carnassiales, son los colmillos los que están absurdamente agrandados, ya que se utilizan para dar ese mordisco fatal a la velocidad del rayo. Sí, irónicamente, los felinos tienen caninos más grandes que los caninos.

Este rasgo es más pronunciado en los leopardos nublados. En relación con su tamaño, tienen los caninos más grandes de cualquier gato, siendo casi comparables a los dientes de sable de antaño.

El hocico también es braquicéfalo (acortado, en otras palabras), una característica que maximiza la fuerza de mordida. Esto tiende a comprometer el sentido del olfato, por lo que el sentido del oído suele estar mucho más desarrollado. La buena audición también se adapta bien al paisaje forestal.

Entonces, esa fue mi forma increíblemente larga y divagante de responder a su pregunta muy simple. Ojalá algunos de ustedes hayan encontrado interesantes mis paseos. Si no quería leer todo eso, aquí tiene una respuesta directa: los caninos cazan en manadas, por lo que no tienen que igualar individualmente la fuerza física de los felinos solitarios. Gracias por leer, que tengas un gran día.