¿Por qué dicen que la humanidad salió del mono, si nunca vimos un mono evolucionar a humano?

Si hemos evolucionado de los monos, ¿por qué no vemos nunca que un orangután o un mono tengan al menos algunos rasgos humanos: en otras palabras, evolucionar?

A ver, imaginemos esta situación:

Yo: ¿Por qué no vemos a Sofia Coppola o a Jason Schwartzman convertirse en Nicholas Cage?

Vos: Porque son personas distintas, Saurio, no seas idiota.
Yo: Pero los tres son primos. Si la genética fuera algo más que una teoría, Jason Schwartzman debería convertirse en Nicholas Cage. O Sofia Coppola dar a luz a Nicholas Cage.
Vos: ¿Me estás tomando el pelo o sos un imbécil? Que estas tres personas compartan un ancestro en común no significa que puedan convertirse en alguno de sus otros dos parientes o que puedan parir a uno de sus parientes.

Bueno, si primos tan cercanos no pueden convertirse en el otro, ¿por qué exigir que este muchacho

se convierta en su primo muy pero muy muy lejano?

(de todos modos, no me vas a negar que el aire de familia aún se conserva y que ambos tenemos el mismo color de ojos que el recontramiltatarabuelo Charlie)

Antes de seguir adelante, una quisquillosidad lingüística-terminológica: en castellano las palabras mono y simio serían sinónimos pero para hacer la distinción que existe en inglés entre monkey y ape se suele usar mono para la primera y simio para la segunda —mono sería cualquier primate con cola y simio cualquier primate sin cola—.
Y si bien el término correcto para los sin cola sería hominoideo o antropoide voy a seguir usando simio por comodidad —tiene menos letras.

Los seres humanos somos una de las especies de grandes simios. No evolucionamos ni de los monos ni de los simios existentes en la actualidad.

Todas las especies de primates que hoy pueblan el mundo comparten ancestros en común.

Nuestros primos más cercanos son los chimpancés y los bonobos. Compartimos un ancestro común del que aún no hemos encontrado evidencia fósil solo porque los fósiles en general son rarezas y mucho más raros son los fósiles de simios —las condiciones necesarias para una fosilización no se suelen dar en los hábitats de los simios—. En algún momento, probablemente cuando un cambio climático redujo el tamaño de las selvas y extendió el tamaño de las sabanas en África, algunos miembros de esa especie fueron adaptándose a una vida en la sabana mientras que otros se adaptaron a una vida aún más selvática.
Somos tan similares con estas dos especies del género Pan que muchos piensan que es ridícula la distinción entre Pan y Homo, que las tres especies deberían ser Pan u Homo —lo que nos haría a nosotros Pan sapiens o a ellos Homo troglodytes y Homo paniscus respectivamente—.

Después vienen los gorilas, que comparten un ancestro común con los Homo/Pan —además que que cada especie de gorila comparte otro ancestro en común con las otras—.

Más alejados están los orangutanes y mucho más alejados están los gibones —que ni siquiera pertenecen a la banda de los Grandes Simios y se tienen que conformar con ser Pequeños Simios.

De todos modos, también hay un innegable aire de familia con estos primos lejanos

Y, para terminar, recuerden niños, Pokemon no era un documental sobre la evolución ni las pelis de los X-Men informes científicos sobre las mutaciones genéticas.

Sí, ya sé, el mundo sería más divertido si una especie pudiera hacer puf y convertirse en otra mucho más poderosa o porque un gen se copió mal cuando naciste puedas tirar rayos láser por los ojos o tener garras de adamantium.
Lamentablemente vivimos en un mundo muy pero muy aburrido, en el que la evolución es lenta y sin metas y las mutaciones, cuando no son letales, o son irrelevantes o son tan poco espectaculares como la desaparición progresiva de las muelas de juicio —sí, ahí tenés "evolución en tiempo real" sucediendo en los humanos, gracias a nuestras dietas ya no necesitamos mandíbulas tan potentes ni ese último par de muelas— o que algunos humanos puedan tomar leche de otras especies y puedan hacerlo hasta la edad adulta sin tener problemas digestivos —no todos los humanos pueden, pero algunos evolucionaron hacia eso.

También sería lindo ser la creación superespecial de un rey mágico pero, lamentablemente, somos otro chimpancé más. Un poco sexópatas como los primos bonobos, un poco psicópatas como los primos chimpancés, y algo idiotas, como nosotros mismos.

Qué se le va a hacer. La vida es así.