¿Por qué las semillas de aguacate son tan grandes?

Imagen: “Avozilla” la variedad de aguacate más grande.

Para que los pájaros no puedan llevárselas. No, no es por eso. Esta es la verdadera razón:

“¿Por qué los aguacates tienen semillas tan grandes?... los aguacates silvestres solían desarrollarse únicamente en junglas subtropicales, así que cada planta joven debía de crecer bastante alta para poder competir con sus vecinos por la luz del sol (y realizar la fotosíntesis). Hasta entonces, dependían solamente de los nutrientes contenidos en la semilla, así que, entre mas grande, mejor.”[1]

“En el pasado, en los tiempos de la megafauna, el aguacate debió se haber sido algo como una gigantesca semilla con un poco de pulpa – poco atractivos para los mamíferos pequeños como los humanos. Sin embargo, gracia a la selección artificial, los aguacates se convirtieron en un fruto mas sustancioso, para disfrute de los agricultores.”

El aguacate es una fruta de una época distinta. Esta planta alcanzo su apogeo durante la era cenozoica[2] cuando la megafauna, como los mamuts, los caballos, los gonofotéridos[3] y los perezosos gigantes[4] , rondaban las tierras de América del norte.

La fruta atraía a la megafauna (que por definición se trataba de animales de más de 50 kilogramos) los cuales podían consumirla entera, viajar largas distancias y defecar, permitiendo que las semillas se esparzan. Lo cual es, en realidad, es el objetivo de todas las frutas. La supervivencia de la especie por medio de la dispersión de las semillas.

Pero los grandes mamíferos se extinguieron en el hemisferio occidental hace 13 000 años. En esa época, América del Norte perdió cerca del 68% de su diversa megafauna y en Sudamérica, la perdida fue del 80%. Connie Barlow, autor de “El Fantasma de la Evolución: Fruta sin Sentido, Compañeros Perdidos y Otros Anacronismos Ecológicos”[5] dice:

“Pero aún después de este cambio en las poblaciones de mamíferos, el aguacate silvestre seguiría teniendo las mismas necesidades para su reproducción, lo que lo convierte en un anacronismo evolutivo.”

“Después de 13 000 años, es seguro decir que los mamíferos gigantes ya no son los encargados de dispersar las semillas de los aguacates,” explica Barlow. “Sin la presencia de la megafauna como los perezosos gigantes, las semillas se habrían podrido en el lugar en donde cayera el fruto y en caso de germinar, competirían con sus progenitores por la luz del sol.”

Una fruta de menor tamaño, como las bayas, podría ser consumida entera por los animales pequeños e incrementar las oportunidades de que sus semillas fueran regadas en zonas con mayor disponibilidad de luz y de otros recursos necesarios para su desarrollo.

Algunos creen que después de la desaparición de la megafauna, los frutos de aguacate pudieron ser devorados por animales como los jaguares, los cuales, por diversas circunstancias ahora desconocidas, pudieron consumir el fruto entero gracias a que sus estómagos estaban diseñados para albergar grandes porciones de carne, lo que pudiera haber permitido que las semillas fueran consumidas intactas, sin embargo, no hay evidencia que sustente esta teoría.

También se especula que los roedores como las ardillas y los ratones pudieron haber contribuido al recolectar y enterrar las semillas.

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