Así es, su contenido de amigdalina, un compuesto que al ser digerido se transforma en cianuro de hidrógeno, es una sustancia muy tóxica y potencialmente mortal.
Hace unos tres años hubo un caso en Blackpool, Inglaterra, Matthew Creme, padre de tres hijos, estaba comiendo cerezas cuando de repente decidió probar un hueso de la fruta y lo mordió por la curiosidad. Al hombre le pareció bastante sabroso su interior, así que se comió otros dos más…
Cuando diez minutos más tarde empezó a sentirse mal y su temperatura subió bruscamente, fue llevado rápidamente al hospital, donde los médicos pudieron salvarle la vida, ya que la dosis de la sustancia que tenía en su cuerpo era de proporciones letales.
Y como información adicional se debe decir que la cereza, no es la única fruta con huesos que pueden resultar peligrosos por su toxicidad. Las semillas de albaricoques, melocotones, peras, ciruelas y manzanas también contienen glucósidos cianógenos, unas toxinas naturales que se transforman en cianuro cuando entran en contacto con las bacterias intestinales.
Además de que hay personas que también corren un alto riesgo si son directamente alérgicas.
Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta
Compartir