Lo que me gustaría saber es de dónde has sacado tú esa idea.
Nuestras manos no pueden venir de reptiles alados porque los reptiles alados no son ancestros nuestros. Así de sencillo.
Lo que sí existen son homologías entre las alas de un reptil alado (pongamos, pteranodon) y las nuestras. Se dice que dos órganos de dos organismos diferentes son homólogos cuando exhiben estructuras parecidas (aunque sea remotamente) debido a que provienen de un ancestro común. Efectivamente, los pterosaurios y nosotros tenemos ancestros comunes. De hecho, cualquier pareja de organismos tiene ancestros comunes, eso no es ninguna novedad.
Los primeros anfibios tenían un patrón variado en las aletas, que se fueron convirtiendo en patas, y no todos tenían cienco dedos. Había algunos con bastantes más. En última instancia, provienen de las aletas de los peces óseos.
En la foto, te presento a Elpistostege, que vivió en el devónico (hace unos 400 millones de años). Se revela que las aletas pares de Elpistostege contenían huesos homólogos a las falanges (huesos de los dedos) de los modernos tetrápodos ; es el tetrapodomorfo más basal conocido que posee estos huesos.
Tanto los reptiles alados como nosotros heredamos de animales como Elpistostege nuestras estructuras manuales.
Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta
Compartir