¿Por qué Suecia fracasó en la lucha contra el coronavirus que ahora lo reconoce sin paliativos?

Por la misma razón que todos los países han fracasado. Todos excepto uno: Taiwan.

¿Y cuál es esa razón?

Haberle hecho caso a la OMS en lugar de reflexionar por un momento si sus consideraciones eran sensatas.

No se patea un caballo caído, y ahora que los gringos abandonan la OMS, eso es en lo que se convierte. Tampoco se cambia de caballo a mitad del río.

Más allá de eso, en este momento se necesita de la OMS, porque la coordinación internacional es esencial, pero eso no significa que lo haya hecho razonablemente bien.

El asunto de Suecia es que partió de una apreciación errónea de los hechos. Tomaron una postura más laxa que otros países europeos, pero la tomaron partiendo de una ideas erróneas que difundió la OMS. El ministro sueco que reconoció que debieron seguir otro camino, tiene razón en admitir su error, pero se sigue equivocando en lo importante. Él dice que "si hubieran sabido lo que ahora se sabe" habrían actuado diferente. Ahí está el error: enfrentarse a lo desconocido implica no saber, y aún así, los seres humanos estamos dotados para enfrentar una crisis, desde la ignorancia, pero haciendo uso de otro tipo de habilidades.

No sabían, pero dieron por hecho que las recomendaciones de la OMS eran válidas, aunque también reconocían que no sabían.

Un príncipe medieval, no habría sabido más, pero haciendo uso de otras habilidades, podría haber hecho un mejor papel.

Me revienta decirlo, pienso que muchos que no sabemos mucho de ciencia lo supimos y lo dijimos:

1. Pon en cuarentena el área infectada. Eso se traduce como cierra vuelos, no permitas el tráfico con regiones que presenten casos. Sí, eso significaba aislar a Italia, y que Italia aislara ciertas regiones dentro de su territorio.
2. Protege las ciudades donde se concentra el mayor número de gente. Nadie entra sin pasar por una prueba de laboratorio, porque en el momento en que entre un infectado, una ciudad con transporte público se va a volver un hervidero.
3. Protege la industria. Las industrias se concentran en ciertas regiones en un país. Quien quiera entrar a esas zonas, tenía que pasar por una prueba.
4. Arma a tu gente. En una crisis va a haber vivales que quieran vender mascarillas que no cumplen con la norma. Dale mascarillas a tu población, regálalas. Una mascarilla producida a gran escala no puede costar más de un euro. Un enfermo en terapia intensiva cuesta mucho más.
5. Asegúrate que nadie se aproveche a costa de los demás. Si hay gente que tiene que ir al lugar de trabajo, esa gente necesita protección. No sólo por una cuestión moral, sino porque pone en riesgo a todos. Proteger a la gente que trabaja en los supermercados o como repartidores, es esencial. Es más fácil darles todas las protecciones posibles a ellos que a todos los habitantes. Y si uno de esos repartidores o cajeros se infecta puede contagiar a muchos. No se debe escatimar en su protección, porque de ellos dependemos todos.

Los suecos, con su estupenda educación, no fueron capaces de entender unas matemáticas básicas: la inmunidad de rebaño, de existir para este virus, supone millones de contagios que se traducen en millones de muertes.

¿Cómo lo habría visto un señor feudal de la edad media?

No necesitas saber mucho, pero sí necesitas sentido común: hay una enfermedad rara sobre la que sé muy poco. Aislemos las zonas afectadas y no permitamos que llegue a las grandes concentraciones de gente.

Eso era todo.

Pero la OMS recomendó no cerrar vuelos, dijo que los cubrebocas no servían de nada, se puso a descartar tratamientos y ni siquiera en eso fue acertada. Si no se sabía gran cosa, el camino era reconocerlo y hacer uso del mecanismo más básico que ha funcionado: aislar a las poblaciones que presentaban casos.

En una ciudad de diez millones de habitantes, el aislamiento de sus individuos no es viable. Destruye la ciudad. Se tenía que evitar que el virus llegara a esas grandes concentraciones. No sé necesita de la OMS para saberlo, pero sí se le necesitaba para coordinarlo de forma internacional.

Nuestra generación será recordada por haber votado a los políticos más ineptos de la historia.