¿Son peligrosos los alces?

Como han dicho otros: sí, los alces son animales muy peligrosos a pesar de su aparente inocuidad y su dieta herbívora. De hecho, los zoólogos afirman que es más probable que las personas en los Estados Unidos sean atacadas por un alce que por un oso. Este es el porqué:

Por un lado, al ser el ciervo más grande del mundo, los machos adultos pueden pesar hasta 700 kg (mucho más que un oso grizzly de 270 kg), y pueden volverse agresivos si están amenazados, ya que están equipados con mal genio, pezuñas y astas mortales, que pueden destruir cualquier amenaza que se interponga en su camino, incluidos los humanos y los perros domésticos.

Por otro lado, las hembras no son menos agresivas, a pesar de que carecen de astas y tienen un tamaño más pequeño, porque pueden atacar brutalmente cualquier amenaza para sus crías, y usan vigorosamente sus cascos letales y piernas fuertes que regularmente infligen el daño más severo posible.

A la luz de la creciente invasión humana por motivos naturales, así como de la ausencia de grandes depredadores que pueden controlar el número de alces en la mayoría de los estados de EE. UU., El número de alces va en aumento (alrededor de 300.000 individuos), por lo que están conquistando nuestros patios traseros, donde buscan alimentos, establecen territorios dentro de ciudades urbanas y ocasionalmente atacan a humanos y mascotas de la familia.

La mayoría de los ataques ocurren no solo cuando los alces toman represalias tras haber sido provocados, sino también cuando piden alimentos a las personas; de hecho, la mayoría de las personas alimentan a mano los alces que encuentran, sin tener en cuenta que este comportamiento (aunque sea bien intencionado) es realmente incorrecto, porque alienta que los animales pierdan su miedo habitual al hombre, regresen constantemente a los lugares donde alguna vez se les dio de comer, y se vuelvan agresivos si no lo reciben; como resultado, el estado de Alaska ha considerado el alimentar a un alce como un delito punible con una multa de 110 dólares.

Con esa base, está claro que los alces son peligrosos y atacan a las personas por las razones mencionadas anteriormente. En consecuencia, los ataques de alce en humanos han alcanzado un número de alrededor de 5 a 10 por año, que se considerado un número más alto que los ataques infligidos por osos.