¿Cuál es la forma más vergonzosa de morir en una batalla?

Una vez tuve que ir urgentemente al baño (nº 2) durante una operación de combate en Kosovo.

Afortunadamente, mi unidad llegó a una pequeña granja y había un retrete de madera en medio del campo. Fui allí, me bajé los pantalones y me ocupé del asunto.

De repente, la zona quedó cubierta por fuego de artillería. Un proyectil explotó a unos cien metros de mi ubicación.

Lo que podría haber sido mi tumba. (Foto: Wikiwand).

Pensaba hacia dentro lo vergonzosa que iba a ser mi muerte si el siguiente proyectil alcanzaba mi caseta.

Vi que había muchas heces al fondo del agujero al que apuntaba. En caso de una explosión, todos esos excrementos se iban a mezclar con trozos de mi cuerpo, no era una imagen muy agradable.

También pensé en mis compañeros que, de alguna manera, iban a tener que atravesar ese desastre y recuperar lo que quedaba de mí. Esa habría sido una historia que no se les iba a borrar fácilmente y una que se contaría durante toda la eternidad.

Afortunadamente, no pasó nada. Concluí mi misión en una sola pieza.