Una vez salí con una prostituta por un tiempo.
Bueno, "frecuentado" en realidad podría ser un término mejor.
La vi sentada detrás de una ventana y se veía increíble.
Me saludó con la mano, como probablemente con todos los posibles clientes masculinos que pasaban, y eso me hizo pensar.
Caminé hacia su ventana, ella abrió la puerta y me dejó entrar.
Tenía un rostro hermoso y un cuerpo impresionante.
Había un olor muy fuerte y sensual que era una mezcla de su perfume, lubricante, condones y cosas que no podía nombrar.
Mientras ella comenzaba a desnudarme, le hice mi pregunta, lo que la hizo sonrojarse, ciertamente porque fui el primero en preguntarle.
"¿Puedo dibujarte?"
Ella vaciló, pero al final dijo que sí, y solo por una pequeña cantidad de dinero.
Su nombre era june.
En las semanas siguientes, teníamos una fecha fija en la que entré en su lugar de trabajo e hice dibujos de su cuerpo, mientras hablábamos de casi cualquier tema.
A veces pasaban compañeras de ella que trabajaban en la misma casa, a menudo sin mucha ropa, para decir algo o darse una ducha.
Cada vez que la experiencia fue extremadamente emocionante y fue como si nuestras citas convergieran hacia algún tipo de clímax.
El último día, se empezó a auto complacer espontáneamente mientras yo la dibujaba, pero no pasó nada más.
Si me hubiera acercado a ella, me habría convertido en su cliente y eso habría arruinado nuestra extraña relación.
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REFERENCIAS : Imágenes de Google. (La chica no es June).
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