¿Los países de habla hispana ganarían más estatura si formaran una Mancomunidad, como las antiguas colonias británicas, con la realeza de España...

Hola, muchas gracias por tu pregunta.

En la actualidad sería un hecho sin precedentes en la historia actual, debido precisamente, a la escasa unión existente entre las nuevas repúblicas hispanas y España, luego de culminar sus procesos de independencia. Excepto por las relaciones comerciales y acuerdos políticos puntuales, no existe una "unión" o mancomunidad de naciones hispana que pudiera otorgarle un mayor peso político e influencia a nivel mundial.

Sin embargo, existen varios precedentes históricos en los que se abordaba esta temática:

Durante el reinado de Carlos III se presentaron 3 casos:

• José Abalos, el 24 de septiembre de 1781, entrega al rey un esbozo de un plan para una independencia administrativa y control efectivo del territorio de los diversos territorios que conformaban el Imperio Español, en respuesta a las posibles consecuencias del apoyo militar y económico en las recientemente independizadas Treces Colonias de Norteamérica (Estados Unidos), haciendo que tuviera el efecto dominó, es decir que se dieran procesos de independencia violentos, causando una gran destrucción y desgracias. El plan era crear cuatro nuevos estados, teniendo vínculos con la monarquía, siendo totalmente independendientes. Lo resumen en estas sentencias:

"[…]el único remedio es desprenderse de las provincias comprendidas en los distritos a que se extienden las audiencias de Lima, Quito, Chile y La Plata, como así mismos de las Islas Filipinas y sus adyacencias, exigiendo y creando de sus extendidos países tres o cuatro diferentes monarquías a que se destinen sus respectivos príncipes de la augusta casa de V. M. y que esto se ejecute con la brevedad que exige el riesgo que corre y el conocimiento del actual sistema.[…]

[…]Este es señor el preciso medio para estorbar a los enemigos forasteros cualquier irrupción a que los incline su avaricia. Este es también el de evitar a los domésticos todo resentimiento de un gobierno venal y corrompido que los precipite a una infiel y violenta resolución o de que el mismo desafecto que tienen a la Metrópoli, apoyado de ajenos auxilios, les facilite, como sin duda se verificará, la independencia que ya ven cerca de su perfección en los colonos del norte de este mismo continente.[…]"

• El Conde de Aranda, secretario de estado, presenta un borrador al rey de un informe para crear nuevos estados independientes en la América Española, por los motivos presentados por don José Abalos y ante el temor del creciente poder e influencia que tendría Estados Unidos en el futuro, para ello hacer establecer cuatro nuevas monarquías, siendo todos infantes de la monarquía española, siendo Nueva España, Perú, Nueva Granada y La Plata:

"[…]Esta república federativa ha nacido, digámoslo así, pigmea, porque la han formado y dado el ser dos potencias como son España y Francia, auxiliándola con sus fuerzas para hacerla independiente. Mañana será gigante, conforme vaya consolidando su constitución y después un coloso irresistible en aquellas regiones. En este estado se olvidará de los beneficios que ha recibido de ambas potencias y no pensará más que en su engrandecimiento[…]

[…]Que V. M., se desprenda de todas las posesiones del continente de América, quedándose únicamente con las islas de Cuba y Puerto Rico en la parte septentrional y algunas que más convengan en la meridional, con el fin de que aquellas sirvan de escala o depósito para el comercio español. Para verificarse este vasto pensamiento de un modo conveniente a la España se deben colocar tres infantes en América: el uno rey de México, el otro del Perú y el otro de lo restante de Tierra Firme, tomado V. M. el título de Emperador.[…]

[...]establecidos y unidos estrechamente estos tres reinos, bajo las bases que he indicado, no habrá fuerzas en Europa que puedan contrarrestar su poder en aquellas regiones, ni tampoco el de España.. que además, se hallaran en disposición de contener el engrandecimiento de las colonias americanas, o de cualquier nueva potencia que quiera erigirse en aquella parte del mundo.. que con las islas que he dicho no necesitamos de más posesiones.[…]".

En el reinado de Carlos IV se presentaron a su vez dos proyectos en 1804 y 1806 respectivamente,

• Manuel Godoy, presenta un proyecto al monarca, para intitular a infantres de la monarquía como reyes de los territorios independizados, como indica en 1804. No obstante, las circunstancias bélicas contra los británicos y franceses lo impidieron:

"[…]Mi pensamiento fue que en lugar de virreyes fuesen infantes a la América, que tomasen el título de príncipes regentes, que se hiciesen amar allí, que llenasen con su presencia la ambición y orgullo de aquellos naturales, que les acompañasen un buen consejo con ministros responsables, que gobernase allí con ellos un Senado, mitad americanos y mitad españoles, que se mejorasen y acomodasen a los tiempos las leyes de las Indias, y que los negocios del país se terminasen y fuesen fenecidos en tribunales propios de cada cual de estas regencias. […]

[…]Vino el tiempo que yo temía; la Inglaterra rompió la paz traidoramente con nosotros y en tales circunstancias no osó el rey exponer a sus hijos y parientes a ser cogidos en los mares.[…]"

• En 1806 se presenta un nuevo proyecto, en el que se pretende retomar los ideales de los borrares anteriores, escogiendo a los candidatos de la familia real para ser los que gobiernen el nuevo territorio, siendo en línea directa entre la nueva familia real de estos nuevos territorios los que lo administren, en caso de no haber herederos, esta retornaría a la corona española:

"[…]virreyes perpetuos y hereditaria en su línea directa, en caso de faltar ésta, reversiva a la corona[…]"

• Aparte de estos cuatro estados pretendidos: Nueva España, Nueva Granada, Perú y La Plata, se pretendió sumar otro territorio, entre los posibles candidatos estaban: Venezuela (la opción más viable), Texas e Islas del Caribe (ejerciendo el mando supremo Cuba).

En el reinado de Fernando VII, caracterizado por el inicio de los procesos de independencia de la América Hispana, tuvo proyectos de este tipo:

• José García de León y Pizarro, secretario de estado, presentó un proyecto de pacificación de los territorios hispanos, mediante el reconocimiento de la independencia de algunos países, para así tener permiso de comercio entre España y los nuevos estados. Sin embargo, no obtuvo el apoyo del monarca.

Posteriormente, durante el gobierno del Trienio Liberal, golpe de estado contra Fernando VII por parte del general Rafael del Riego, se decidió presentar un nuevo proyecto, presentado por el diputado por Nueva España Lucas Alamán el 25 de junio de 1820, con la idea de crear las cortes españolas en tres territorios de la América Española: Nueva España y Centroamérica, Nueva Granada y Costa Firme y Peru y La Plata unidos. No obstante, fue rechazado este proyecto y en 1823 el gobierno del Trienio Liberal fue derrotado por la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis, una fuerza de combate creada para restaurar los gobiernos absolutistas de la Europa tras la derrota de Napoleón Bonaparte.

Foto: Proyecto del Conde de Aranda, para la independencia de los cuatro territorios, establecidos bajo la monarquía.